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PROBLEMAS DE SALUD SIGLO XXI

Análisis general de la lectura Desigualdad en Salud: La mayor epidemia


del siglo XXI

Desigualdad en salud: la mayor epidemia del siglo XXI

La diferencia abismal de años de vida de un país de mejores condiciones de vida contra uno
del tercer mundo.
La desigualdad se evidencia, sobre todo, entre los países ricos, «sobre desarrollados»
En los países «en desarrollo», que mejor habría que llamar «países arrollados por el
desarrollo ajeno» (Galeano, 1998), aproximadamente el 40% de los infantes de dos años
tienen una estatura menor de la que les corresponde y las tasas de mortalidad materna son,
en promedio, 30 veces las de los países ricos».
Los tres datos que sirven de referencia para valorar la importancia de este hecho: en el año
2002 murieron más de 1 millón y medio de personas de tuberculosis, más de 1 millón de
malaria y casi 3 millones de SIDA esto solo evidencia un deficiente problema sanitario en los
países pobres donde además se suman otras enfermedades endémicas.
Los grupos sociales más privilegiados se benefician antes y en mayor proporción de las
acciones e intervenciones sociales y sanitarias dirigidas a mejorar la salud.
La mejora de la reducción de desigualdad tiene que ver con una mejora en el ámbito del
gobierno empezando por la reducción del desempleo y trabajo, la situación de los inmigrantes,
los factores que afectan al desarrollo infantil, las desigualdades de género, y los problemas
de vivienda y exclusión social, entre otros.

Relación entre desigualdad social y desigualdad en la salud

La desigualdad en la salud no lo podemos observar desde una sola perspectiva. Está la


pobreza, que es un factor ocasionante de que más personas enfermen y mueran antes que
los que tienen mayores recursos económicos.
La salud de quienes viven en mejores condiciones socioeconómicas es mucho mejor que la
población más desfavorecida, las probabilidades de morir entre ambas clases sociales es
extrema, superando a las muertes causadas por tabaquismo.
Aunque durante el siglo XX las tasas de mortalidad, especialmente en la de los países ricos,
se hayan reducido notablemente, se observa que dentro de estos países el porcentaje de
muertes en ambas clases es igual de notoria.
Las desigualdades se extienden a lo largo de toda la escala social. A medida que
descendemos en el nivel de riqueza o educación, la salud de las personas empeora. Esto
quiere decir que a mayores ventajas socioeconómicas, mayor esperanza de vida y mayores
niveles de salud, siendo ellos los más beneficiados de las acciones e intervenciones sociales
y sanitarias. Usando con frecuencia la llamada "ley inversa de atención sanitaria", es decir
el uso y calidad de la asistencia sanitaria es inverso, a mayores necesidades, menor y peor
atención.

Causas de la desigualdad en salud


Las causas fundamentales de la desigualdad en salud no se encuentran en factores
biológicos o genéticos, los «estilos de vida», los servicios de salud o, incluso, en la riqueza
general del país, como muchas personas pueden creer, al contrario, va ir más allá de todo
ello.
Muchos estudios científicos muestran cómo, en comparación con las personas que tienen
más riqueza, educación y poder, las personas de clases sociales más pobres son los más
expuestos a factores biológicos, conductuales y a servicios de salud que se manifiestan en
un peor estado de salud.

Entre los factores sociales destacan:


•Malas condiciones de empleo con una mayor precariedad laboral
•No poseer una vivienda digna y bien acondicionada
•No disponer de agua limpia
•Falta de protección y servicios sociales
•Falta de recursos económicos y educativos
•Falta de oportunidades necesarias para llevar una vida saludable

La reducción de la desigualdad en salud debería constituir una prioridad en la agenda política


de cualquier gobierno y para lograrlo, se tendrá que cambiar drásticamente muchas de las
prioridades políticas y económicas actuales e, inevitablemente, hacer frente a los poderosos
intereses que hoy generan la desigualdad social.
Las intervenciones tienen que ver con la mejora de las condiciones de empleo y trabajo, la
situación de los inmigrantes, los factores que afectan al desarrollo infantil, las desigualdades
de género, y los problemas de vivienda y exclusión social, entre otros. También se requiere
disponer de políticas fiscales que redistribuyan la riqueza de forma mucho más igualitaria, de
políticas sociales que disminuyan drásticamente el desempleo, la precariedad laboral y la
exclusión social y, también, de políticas que incrementen el acceso y calidad de la educación,
la vivienda y los servicios sanitarios entre quienes más lo necesitan.
Sin embargo, dado que las desigualdades en salud persisten, todo hace pensar que sin
transformar la estructura económica y política a nivel nacional e internacional, es decir, las
desigualdades de poder y de recursos económicos que atenazan al planeta, no parece
posible reducir las desigualdades en salud.

La red de conocimiento de condiciones de empleo

Entre los factores más importantes que conforman la posición social se deben considerar las
condiciones de trabajo y empleo. Los factores relacionados con estas condiciones, se
reconocen como determinantes sociales de la salud y de las desigualdades en salud. Sin
embargo, no se puede decir lo mismo en el caso de las condiciones de empleo.
Por ello es que, a petición de la Comisión de Determinantes Sociales de la Salud, se creó la
Red de Conocimiento de Condiciones de Empleo (EMCONET), con el objetivo de ayudar a
desarrollar modelos y medidas para esclarecer cómo diferentes condiciones de empleo y
trabajo afectan a la salud de los trabajadores.
EMCONET define una serie de términos que ayudan a entender las diferentes condiciones
de empleo y ejes de desigualdad. En este sentido se consideran las siguientes condiciones
de empleo: empleo estándar, permanente o a tiempo completo, desempleo, empleo precario,
empleo informal, trabajo infantil, esclavitud y empleo justo, que engloba una perspectiva de
salud pública en la que las relaciones justas de empleo son un prerrequisito para reducir la
pobreza, mejorar la salud y reducir las desigualdades en salud.
Estos términos se analizan a través de los denominados ejes de desigualdad, que permiten
hacer visible la desigualdad en cada una de las condiciones de empleo consideradas. Se
consideran ejes de desigualdad el género, la edad, la etnia, el estado migratorio, la clase
social y la localización geográfica.

Análisis general de la lectura La crisis de los sistemas de salud:


paradigmas y proposiciones alternativas

Las metas para el siglo xx fueron establecidas con fines muy elevados, con respecto al avance
en medicina y tecnología, que hasta el día de hoy no se han llegado a superar, como por
ejemplo, que los antibióticos vencieron a las bacterias causantes de muchas enfermedades
y las vacunas a ciertos virus. También se pensó en el desarrollo económico y social que
tampoco logró cambios notables ya que aún permanecen ciertas enfermedades de mucha
influencia como lo son el SIDA, el ébola, el SARS etc. Sin embargo existe un tema de mucha
importancia en todo esto y es que los medicamentos siguen aumentando en precio y no en
efectividad, incluso ya la población se ha vuelto dependiente de ellos sin logro notable aun.
En la actualidad se ha olvidado el verdadero problema de garantizar servicios médicos y de
salud como el acceso equitativo; uso, monitoreo y control de la tecnología médica, crisis fiscal,
demografía y epidemiología y la demanda de calidad y cantidad de servicios de salud. Así
también se han olvidado de las dificultades como la cobertura, tiempo de espera, errores de
procedimientos médicos, la falta de profesionales, la existencia de zonas geográficas aisladas
y sobre todo la pérdida de humanismo. En cuanto al último punto resaltado se dice que la
mayoría de sociedades se encuentra enfocada en un sistema de salud curativo, por lo que
instituciones tanto privadas como estatales no han podido hacer nada al respecto para
cambiar el estado actual del sistema de salud y es que estos siguen enfocados en la
eficiencia, productividad y reducción de costos.
Se dan diferentes visiones como por ejemplo en Rusia se ha cambiado de un sistema
socialista a uno de medicina de mercado, pero siempre y cuando con las características
organizacionales ya mencionadas anteriormente.
Como segundo ejemplo tenemos a Canadá quien también tiene ideales parecidos donde se
ha visto conveniente también tomar en cuenta ciertos determinantes sociales, para encontrar
mejore resultados. Por último, mencionaremos también el pésimo estado en el que se
encuentra EEUU, siendo un sistema calificado como el más avanzado tecnológicamente, pero
también el más costoso.

A nivel latinoamericano, uno de los principales países considerado como el pionero de un


sistema universal de bienestar fue chile hasta el año 1973, contando en ese entonces un 65%
de personas beneficiadas del sistema de atención gratuito del Servicio Nacional de Salud.
Esto cambió drásticamente ante el golpe militar el cual inició un enfoque liberal de mercado
en el área de salud. La liberalización de la economía de mercado ha conllevado a una fuerte
privatización mercantil de los servicios de salud
Al contrario, en Cuba se logró un sistema de salud socializado en el cual se evidencia
resultados altos en los indicadores de salud, en la calidad de la atención, en la cobertura en
la atención médica y en la efectividad de la prevención.
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) “los gobiernos tienen la responsabilidad
de velar por el estado de salud de sus pueblos, objetivo que solo puede ser logrado mediante
la correcta adopción de medidas sociales sanitarias”
Es indispensable comprender la crisis y la reorganización de los sistemas de servicios de
salud que supere dos grandes limitantes paradigmáticas:
a) las interpretaciones mecanicistas ligadas a la biomedicina y al racionalismo científico
b) las concepciones reduccionistas y lineales del desarrollo y de la modernidad.
Ambas limitantes tienen consecuencias cruciales sobre las definiciones, las estrategias y las
políticas de salud de nuestras sociedades.
El indicador de salud de un pueblo se torna cada vez más el reflejo del nivel de equidad de
cada sociedad. Los indicadores de salud van más allá de la ausencia de enfermedad e
incluyen los distintos elementos que tienen relación con la calidad de vida, estas
preocupaciones críticas se han organizado en cuatro categorías:
1. Problemas epistemológicos: la construcción social de las enfermedades, la revisión de la
noción de salud, los enfoques pluralistas y transdisciplinarios y la necesidad de un cambio de
paradigma.
2. Ciencia y conocimiento: el debate sobre la eficacia en la medicina, sus limitaciones y
definiciones científicas, además de una adecuada normativa que regule y promueva el uso
de opciones alternativas.
3. Las relaciones de poder y la economía política: el poder y las formas ideológicas con sus
prácticas y políticas de salud.
4. Enfoques alternativos y sus consecuencias prácticas: las prácticas holísticas y el «regreso
al futuro» en torno a los determinantes sociales de la salud.

Cuestiones Epidemiológicas

El modelo biomédico ha sido considerado como uno de los obstáculos para superar la crisis
de salud. Es así como, las sociedades y los gobiernos reconocen cada vez más la importancia
de la ética y la dimensión social de la salud. Es decir que, un cambio de paradigma en salud
y la correspondiente reconstrucción del modelo existente, resulta realmente necesario. Esto
significa una nueva cosmovisión transdisciplinaria, darle una adecuada atención a la relación
médico-paciente, y de la misma manera la satisfacción de las necesidades de los pacientes
sería priorizada como debe ser. Asimismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS)
declaró que la enfermedad no solo es “ausencia de la salud”, dando así una innovadora
concepción en el proceso de repensar la salud. Aun cuando, en el siglo XVIII ya existía un
interés emergente por los determinantes sociales que influyen en el individuo y por la
importancia interrelacionada de la política, la economía y la filosofía en el campo de la salud,
hoy en día, la medicina moderna sigue enfocándose el combate de las enfermedades y no el
bienestar integral del individuo como debería ser. Sin embargo, aunque el camino para
alcanzar las soluciones a los problemas en salud sigue siendo un reto, las interrogantes y
nuevas consideraciones están presentes en la lucha para lograr la mejora en las prácticas
actuales en salud.

Ciencia y conocimiento

Gracias a las limitaciones que tiene la medicina es que ha comenzado a desarrollarse la


crítica sobre el modelo biomédico, puesto que no deja de incrementar la presión sobre la
asignación y disponibilidad de recursos financieros. Debido a la insuficiente capacidad para
responder de forma eficaz a las problemáticas de las enfermedades de la población, las
nuevas visiones no son más que críticas contra el paradigma dominante de la medicina, que
desde la perspectiva científica sigue siendo monolítica y excluyente y que parece ignorar lo
que se encuentra más allá de sus propias fronteras de conocimiento. Sin embargo a pesar de
tantas críticas dadas no se ofrece una visión trascendente frente a esta ideología dominante.
Desde la perspectiva de la ciencia y el conocimiento es a través de la investigación. Esto trae
consigo que las reformas políticas públicas puedan seguir surgiendo. La posibilidad de un
cambio completo de paradigma se basa en la investigación, ya que esta labor es la única que
le otorga asidero y proyección real a la necesidad de transformación del statu quo. Aunque
la investigación actual en salud se está expandiendo hacia los enfoques inter y
transdisciplinarios, la construcción de modelos alternativos en salud está también y en gran
medida dificultada por las propias limitantes de la investigación científica, centrada en el
marco teórico biomédico. Es por ello que la investigación debe promover perspectivas
colectivas e incluir también la acción comunitaria dirigida a informar sobre la práctica basada
en la evidencia, que permita cuestionamientos y una reflexión innovadora.

Alternativas: Opciones e Implicaciones Prácticas

La búsqueda de soluciones y respuestas frente a la enfermedad siempre ha existido y esto


no ha sido ajeno en los últimos tiempos, ya que ha surgido nueva una visión holística que
abarca el medio ambiente, la biología, la psicología, las ciencias sociales y otros aspectos; y
así promoviendo la interacción de la filosofía, las artes, la literatura y la experiencia humana.
La aparición de esta visión ha comenzado a influir en la política de salud, en la defensa de
los derechos del paciente y en la inclusión de la medicina complementaria y alternativa en el
modelo biomédico actual. Sin embargo, los métodos alternativos han sido objeto de críticas
por su falta de legitimidad en la teoría y la práctica. Por ello, la participación de la población
resulta crucial para la sostenibilidad, la cual comprende un enfoque de alternativas más
recurrentes y representa la viabilidad financiera del sistema de la salud y la capacidad de
respuesta social. De la misma manera, la promoción de la salud juega un rol importante para
que los individuos sean sujetos activos y dinámicos con respecto a la preocupación de su
enfermedad, facilitando así la identificación de las metas de salud de una determinada
colectividad. Es así como el empoderamiento de los ciudadanos es fundamental para la
mejora de los servicios de salud ante los límites de la medicina moderna.

Abordaje de las problemáticas en la salud

- Campo general

● Riesgos de pandemias
● Peligros ambientales
● Enfermedades no transmisibles y trastornos mentales
● Resistencia a los antibióticos
- Campo obstétrico

● Embarazo infantil y adolescente


● Iniciación de la vida sexual
● La epidemia de las cesáreas
● Intrusistas: ¿Médicos especialistas u obstetras?
● Embarazos de alto riesgo
● ¿Dónde parir?: ¿Parto institucional o domiciliario?
● ¿Cómo esperar?: ¿Decúbito o a gatas?

BIBLIOGRAFÍA

- DESIGUALDAD EN SALUD: LA MAYOR EPIDEMIA DEL SIGLO XXI. Joan Benach;


Montse Vergara-Duarte; Carles Muntaner. En: La enfermedad de los sistemas de
salud: miradas críticas y alternativas. Llambías Wolff, Jaime (editor).RIL editores.
Santiago, 2015. Pags. 15-26
- LA CRISIS DE LOS SISTEMAS DE SALUD: PARADIGMAS Y PROPOSICIONES
ALTERNATIVAS. Jaime Llambías Wolff. En: La enfermedad de los sistemas de
salud: miradas críticas y alternativas. Llambías Wolff, Jaime (editor). RIL editores.
Santiago, 2015. Pags. 179-198
- LA LUCHA POR LA SALUD MUNDIAL. FINANZAS & DESARROLLO.
PUBLICACIÓN TRIMESTRAL DEL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL.
Diciembre de 2014-Volumen 51-Número 4.

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