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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA ESCUELA

PROFESIONAL DE DERECHO

DESARROLLO SOSTENIBLE:

“DEFINICIÓN DE DESARROLLO SOSTENIBLE, LOCAL, REGIONAL,


NACIONAL E INTERNACIONAL”

AUTOR:

EDGAR H. ADAN LUCAS

DOCENTE TUTORA:

YULLY ISABEL CHAMORRO MEZA

HUÁNUCO – 2019
DESARROLLO SOSTENIBLE: DEFINICIÓN DE DESARROLLO SOSTENIBLE,
LOCAL, REGIONAL, NACIONAL E INTERNACIONAL.
(CARDOZO Y FALETTO 1975). El concepto de desarrollo que procura integrar y asociar
las dimensiones económica y social con la dimensión ecológica, surge al final de los años
sesenta, como resultado de la conciencia de los crecientes problemas ambientales y de los
límites impuestos por la naturaleza a la explotación y crecimiento económico descontrolado.
Esta preocupación por el medio ambiente se agrega a un debate mucho más antiguo y
siempre actual referente a la forma excluyente y concentrada, social y espacialmente, de la
acumulación del capital a nivel mundial.
(CARVALHO 1993). La convivencia internacional permeada por estas contradicciones se
vuelve escenario de sucesivas crisis, que se manifiestan tanto a niveles nacionales como
global, identificándose amenazas al modelo de desarrollo, tal como las enumerará
• Crecimiento de la población en situación de miseria
• Concentración de la renta y de la riqueza
• Inseguridad alimentaria
• Deterioro de partes de la biosfera
• Fragilidad e inadecuación de las instituciones
• Pérdida de la memoria cultural
• Crecimiento de la violencia contra la persona
FONTE (1994). Surge, por lo tanto, al final de la década de los sesenta, el concepto de
ecodesarrollo, como una “crítica al crecimiento económico ilimitado y su efecto negativo
sobre el sistema de auto-equilibrio de la naturaleza que conducía a una estrategia de
desarrollo basada en el uso ponderado de recursos locales y del conocimiento de los
pequeños productores rurales, aplicables a áreas aisladas del entonces llamado Tercer
Mundo”.
BURSZTYN (1994). Mediante el análisis del conjunto de tendencias globales del
desarrollo, se verifica que la nueva crítica tendía a inclinarse al establecimiento de límites
de posibilidades del desarrollo de la economía en la escala mundial. Como observa Sachs,
“los patrones de consumo de países industrializados no pueden ser sustentados a largo plazo
y mucho menos extendidos al resto del mundo”
CARVALHO (1993). “una sociedad sostenible es aquella que asegure la salud y la vitalidad
de la vida y cultura humanas y del capital natural, para la presente y las futuras generaciones.
Tales sociedades deben tener las actividades que sirven para destruir la vida y la cultura
humanas y el capital natural, y promocionar aquellas actividades para conservar lo que
existe, recuperar lo que fue destruido y prevenir daños futuro.
GONZÁLEZ (1994). La decisión sobre la prioridad de las necesidades y la posibilidad de
sus satisfacciones debe resultar de un debate democrático, siempre renovado, sea a nivel
local o nacional o, incluso, internacional, con la participación de todos los interesados, en
especial de aquellos que esperan ver satisfechas sus necesidades.
a) sostenibilidad social, donde la meta es construir una civilización con la mayor equidad
en la distribución de ingresos y de bienes, de modo que se reduzca el abismo entre los
patrones de vida de los ricos y de los pobres;
b) sostenibilidad económica, que debe ser hecha posible por medio de una asignación y
gestión más eficiente de los recursos y de un flujo constante de inversiones públicas y
privadas, de tal forma que la eficiencia económica sea evaluada en términos
macrosociales y no sólo por medio de criterio de rentabilidad empresarial de carácter
microeconómico;
c) sostenibilidad ecológica, que debe ser lograda por medio del uso racional de los recursos
naturales, teniéndose en cuenta el equilibro de los ecosistemas, la preservación de
recursos no renovables y la biodiversidad;
d) sostenibilidad espacial, por la obtención de una configuración rural-urbana más
equilibrada y una mejor distribución territorial de los asentamientos humanos y de las
actividades económicas;
e) sostenibilidad cultural, por la búsqueda de raíces endógenas de los procesos de
modernización;
f) sostenibilidad política, que debe ser buscada por el proceso de participación de los
grupos y de las comunidades locales en las definiciones de prioridades y metas a ser
alcanzadas BURSZTYN (1994).
HABERMAS (1983). La complejidad y amplitud de esos presupuestos generan nuevos
desafíos técnicos y científicos, además de políticos, y afectan la propia estructura de la
ciencia y del proyecto científico. No es posible tratar el objeto desarrollo, en su
complejidad, sólo con los métodos disponibles en una ciencia específica. La complejidad
exige la interdisciplinariedad. “el cuadro trascendental en el cual la naturaleza se volvería
objeto de una nueva experiencia, no sería la esfera de funciones de la acción instrumental,
sino que el punto de vista de una posible manipulación técnica cedería su lugar a un
tratamiento que, con celo y cariño, libertase las posibilidades de la naturaleza”
BUARQUE (1993). De acuerdo con los principios de emergencia y restricciones de los
sistemas, puede decirse, con respecto al concepto de desarrollo sostenible, que las
dimensiones que componen sus postulados “establecen entre sí relaciones específicas de
impactos e influencias cruzados, con intercambio de mutuos efectos transformadores.
Estas relaciones encierran tensiones y relaciones de intercambio de costos y beneficios
diferenciados que exigen una selección y ofrecen alternativas diversas de combinación en
el tiempo. El intercambio entre las dimensiones tiene distintas manifestaciones temporales;
dependen de sus ritmos específicos de maduración”.
MAIA GOMES (1992). Por tal causa, el proceso decisorio podrá presentarse como más
legítimo si es compartido por los grupos interesados, situación en la cual “la tarea más
importante para los analistas, en situaciones como ésta, será indicar claramente las

alternativas abiertas, permitiendo a quienes participan de las decisiones relevantes efectuar


razonamientos fundamentados sobre los beneficios y los costos de corto y largo plazo (y
los riesgos de cada selección hecha”.
De lo expuesto se puede inferir, en resumen, que en el proceso sistémico de desarrollo
sostenible:
1. El ecosistema controla el sistema económico y pone límites a su crecimiento;
coorganiza el sistema social, en la medida en que su organización se desenvuelve
necesariamente en un determinado espacio, motivando que las sociedades se adapten
a los ecosistemas; indirectamente, condiciona el sistema político, en la medida en que
es coorganizador del social.
2. El sistema económico altera el ecosistema, tanto cuando retira de éste los insumos
para la producción de bienes, como cuando devuelve al ecosistema los residuos de la
producción, los desechos, los efluentes y restos bajo la forma de polución; condiciona
lo social limitando o ampliando su capacidad de consumo y coorganiza lo político por
la transformación de relaciones económicas en relaciones de poder.
3. El sistema social actualiza las competencias y actitudes del sistema económico y,
complementariamente, reorganiza la evolución política y adapta el ecosistema a las
culturas más diversas.
4. El sistema político coorganiza la actividad económica, mediante la regulación,
inhibiendo o incentivando la preservación ecológica, al tiempo que controla la
sociedad como actividad jurisdiccional.
Es evidente que no existe propiamente una confrontación u oposición entre las citadas
dimensiones, sino que, como ya se afirmó, hay una interrelación que puede presentarse
bajo la forma de cooperaciones o confrontamientos, estableciendo tensiones e
intercambios de insumos y productos en circunstancias concretas.
2. Características y dinámicas de las dimensiones
Los subsistemas presentan características y dinámicas propias, en sus complejidades y en
su interacción con los otros sistemas. De manera esquemática y simplificada, se analizan
a continuación esas características e interacciones de los sistemas ecológico, económico,
social y político.
2.1.El sistema ecológico
El ecosistema es, al mismo tiempo, el hábitat que permite la existencia humana la fuerza
condicionante de su ser y el objeto de la acción transformadora de la humanidad por medio
de la cultura. Con la producción de conocimiento y la construcción de la cultura, el ser
humano establece relaciones con la naturaleza, de la cual forma parte inexorablemente, por
la condición de ser vivo, en una interdependencia en la cual todo lo que entra en relación
con la vida humana asume el carácter de condición de esta vida.
ARENDT (1993). La objetividad del mundo y la condición humana se complementan
mutuamente, lo que significa que la vida humana es imposible sin su base material; sería un
conjunto sin sentido, un “no mundo”, si no fuese condicionante de la vida humana.

BOLEA (1984). La actividad humana genera, por lo tanto, un impacto ambiental, entendido
como “una alteración favorable o desfavorable en el medio ambiente y en algunos de sus
componentes, producida por una determinada acción o actividad”
FONTE (1994). En las relaciones sistémicas establecidas entre el ecosistema y el sistema
social, esto se pone en evidencia especialmente en los países subdesarrollados. “la
degradación del medio ambiente es causada con frecuencia por la pobreza, porque el pobre
no tiene otra opción que no sea la explotación de los recursos naturales para su
sobrevivencia a corto plazo. Son justamente los individuos de países pobres los que sufren
en mayor medida y más rápidamente las consecuencias de esa degradación. Los mayores
problemas relacionados con esto se originan precisamente en la ausencia de desarrollo”

VILARINHO (1992). Utiliza el concepto de pobreza absoluta definido por los economistas
del Banco Mundial, en la cual para definir una línea de pobreza se calcula la ‘renta en dinero
(o en especie) que una familia necesita para satisfacer sus necesidades biológicas básicas de
alimentación, ropa y abrigo’; analiza lo que denomina “sistema de trampas de pobreza”,
cuyas características son comunes ya sea en términos mundiales, nacionales o locales. Este
sistema, al imponer una fuerte degradación en la calidad de vida de millones de personas,
termina reforzando el vínculo entre pobreza y tensión ambiental. Esto es reiterado por
DURNING (1990). Al afirmar que ‘los pobres no sólo sufren desproporcionadamente
debido a los daños al medio ambiente provocados por quienes se encuentran en mejores
condiciones, sino que ellos mismos se convierten en una de las causas más importantes de
la declinación ecológica’.
2.2.El sistema económico
GONZÁLES (1994). La disponibilidad de capital real es otra variable básica para el
establecimiento de niveles diferenciados de desarrollo. “El capital real, acumulador y
transmisor de tecnologías, constituye un ahorro de producción, una producción que se retira
para producir de nuevo. Es la forma general de captar y asimilar en sí el proceso científico,
técnico y tecnológico y diseminarlo para que esté al alcance de los posibles usuarios, así
como transmitirlo hacia el futuro”.
2.3.El sistema social
Al conceptualizarse el sistema social como espacio específico en el cual los seres humanos,
en sus interacciones, producen y reproducen la vida, éste es quizá el sistema que más
difícilmente permite, en su complejidad, cortes metodológicos que viabilicen un análisis
simplificado.
HABERMAS (1983). La cultura entendida como el propio movimiento general de la lógica
y de la praxis vital humana por medio del triple momento de relaciones dialécticas entre
interacción, trabajo y simbolización; define el trabajo (cuánto, cómo, cuándo y en que
trabaja el ser humano), de la misma manera que el trabajo, al producir cultura, se redefine
en la relación. La cultura, como el propio itinerario de humanización, presupone la creación
objetiva, la producción de cosas, de herramientas, vivienda, vestuario, etc., así como
también de prácticas morales, ciencias, mitos, etc.
CASTORIADIS (1982). La sociedad constituye su simbología, pero no dentro de una
libertad total. La simbología se asienta en lo natural y también en lo histórico; participa, en
fin, de lo racional. Todo eso hace que surjan encadenamientos de significantes, relaciones
entre significantes y significados, conexiones y consecuencias que no eran ni siquiera
imaginadas o previstas, ni libremente escogidas ni impuestas a la sociedad considerada.
3.4.El sistema político
Mucho se ha hablado sobre la naturaleza política de las decisiones que orientarán el
desarrollo; asimismo, se ha explorado el espacio político donde se articulan esas decisiones.
Para los propósitos del presente análisis, se tomará la complejidad del sistema político bajo
dos formas fundamentales de observación:
a) La sociedad política, espacio especial (institucional) donde se establecen las luchas y
las negociaciones por el poder; en este proceso, se construye una hegemonía.
b) El Estado, comprendido como locus específico del ejercicio de la hegemonía (aparato
de gestión del sector público).
La sociedad civil, en tanto lugar en el cual los individuos producen y reproducen la vida,
engendra intereses diferenciados, institucionalizados como acceso desigual a la riqueza y al
poder. Es por la organización en torno de esos intereses que los grupos son reconocidos
socialmente como actores sociales que luchan y negocian para hacer prevalecer
políticamente sus intereses. Es este proceso el que construye una hegemonía; son
considerados hegemónicos los intereses de aquellos grupos que han logrado éxito en esos
emprendimientos.
BIBLIOGRAFIA
 BUARQUE, S.C. 1994. Desenvolvimento sustentável da Zona da Mata de Pernambuco
(mimeo).
 CARDOSO, F.H.; FALETTO, E. 1975. Dependencia e desenvolvimiento en América
Latina. Rio de Janeiro. Zahar Editores.
 CARVALHO, H.M. de. 1994. A participaçao e organizaçao consentida como uma das
dimensões da cidadania.Informe integral (versión preliminar). Brasilia.
 FONTE, E.M.M. de. 1994. Contribucões para elaboraçao do conceito de
desenvolvimento sustentável: Uma abordagem centrada na sustentabilidade social
(mimeo). Recife.
 GONZALEZ, A.R. 1994. O desenvolvimento sustenável: Aperfeiçoamento do
desenvolvimento econômico e social.Brasilia.
 HABERMAS, J. 1983. Textos escolhidos. Os
 MAIA GOMES, G. 1992. Desenvolviment sustentável no Nordeste brasileiro.
Fortaleza.

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