Sei sulla pagina 1di 6

INSTITUCION UNIVERSITARIA POLITECNICO GRANCOLOMBIANO

Facultad de Ciencias Sociales

Obligaciones

Alejandra Lis Urrea 1310015038

María Fernanda Sánchez Osorio 1310011483

2013 II

EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES

Pérdida de la cosa debida

La pérdida de la cosa que se debe ha hecho referencia a la extinción de la obligaciones; se


empieza a hablar de ella en el código Francés, luego de éste se habla de la misma en el código
chileno (Código Bello, por Andrés Bello su autor) la cual tuvo gran influencia del francés y al
mismo tiempo éste influirá en los demás países de Latinoamérica (Domínguez, R. 2004), y uno
de ellos será el de nuestro país que desde 1886 nos enunciará de los parámetros para la extinción
de las obligaciones y en especial de la perdida de la cosa debida sus implicaciones, etc. El objeto
de estudio en este trabajo de investigación.

El presente trabajo pretende analizar la extinción de la obligación por la imposibilidad de


ejecución dando mención de ‘La pérdida de la cosa que se debe’, se establecerán los factores y
causas que determinan que la extinción se efectué, y de lo contrario no hace un análisis profundo,
mucho menos habla de la pérdida de la cosa debida cómo algún imaginativo (lo que hubiera sido
mejor que fuera), tan sólo investiga las diferentes posturas de los doctrinarios frente al tema, lo
que la ley dice y se remonta un poco a la historia para comprender sus inicios.

En el Código Civil Francés de 1804, título III (De los contratos o de las obligaciones
contractuales en general), capítulo V (De la extinción de las obligaciones), sección VI se hace
mención ‘De la pérdida de la cosa debida’ donde tan sólo se dedican dos artículos para su
exposición (1302-1303) en los cuales hay una notoria base para el desarrollo de lo que ahora
veremos tanto en el código chileno cómo el colombiano y su influencia consecutiva. La
obligación será extinta si la cosa sale del comercio, se pierde o perece sin culpa del deudor y sin
haberse encontrado en mora; sí el deudor se encuentra en mora y se trata de caso fortuito la
obligación será extinta de igual manera, pero tendrá que probarlo. Y finalmente sí existen
derechos o acciones de indemnización respecto a la cosa, el deudor tendrá que cederlos al
acreedor (Código Francés).

El código chileno de 1855 también hace mención ‘De la pérdida de la cosa que se debe’ en el
título XIX dando más riqueza al tema frente al código anteriormente mencionado, pues dedican
10 artículos al mismo, del artículo 1670 al 1680, de los cuales se destaca: se presume que la cosa
perece por culpa del deudor (Art. 1671), sí el cuerpo cierto perece en mora del deudor (sin caso
fortuito) éste será obligado al precio y a indemnizar al deudor (Art. 1672), sí el deudor pacta
responsabilidad sobre caso fortuito, tendrá que cumplir lo pactado (Art. 1673), sí la cosa
reaparece, el acreedor podrá reclamar y tendrá que restituir aquello recibido en su razón (Art.
1675), el acreedor podrá exigir que se le cedan los derechos o acciones del deudor frente a
quienes por culpa, la cosa a perecido (Art. 1677) y el artículo 1680 el cual agrega que: ‘​ ​La
destrucción de la cosa en poder del deudor, después que ha sido ofrecida al acreedor, y durante el
retardo de éste en recibirla, no hace responsable al deudor sino por culpa grave o dolo’.

Cabe destacar que: ‘Es con la adopción del programa francés de enseñanza del Derecho Civil
de fines del siglo XIX, junto a la aparición de una generación de grandes civilistas que la
influencia del Derecho francés y de su doctrina se hace clara y definitiva, hasta marcar
profundamente la concepción de la tarea doctrinaria en Chile’ (Domínguez, R. 2004) y que de la
última hay una notoria influencia para nuestra redacción en el código civil, aparte de las obras de
Pothier para implementar ‘la pérdida de la cosa debida’ a nuestro código, en donde se explicaba
que había una diferencia mínima entre una cosa que se ha perdido (se ignora su paradero) y una
que efectivamente ha dejado de existir por su perecimiento. El punto en el que ambos difieren es
relativo al alcance de la extinción de la obligación, en donde esa ‘imposibilidad tiene un alcance
meramente temporal y, una vez desaparecido el impedimento, obligaba a cumplir la prestación en
los términos acordados’ (Alcalde, J. 2012).

Aunque el Código Civil no se ocupó de estos puntos a fondo y sólo se limitó de una manera
muy vana a referirse a la pérdida de la cosa que se debe, sin ahondar en su paradero en el
momento del perecimiento, a su exclusión en el comercio o a la posibilidad de su reaparición.
Estos puntos han salido a la luz en el momento que esta situación surge en la vida real y en la
práctica, y así se han producido diferentes supuestos cómo los expresados por Pothier que han
dado pie a implementar y mejorar la concepción del tema tratado (Alcalde, J. 2012).

Los códigos trataron el mismo tema, cada uno dio su pronunciamiento frente al mismo y de
igual manera tomaron diferentes vías para profundizar en su estudio en medida que así fuera
necesario. ‘Tenemos un mismo punto de partida: el Código de Bello. Pero no tenemos,
necesariamente, un mismo punto de llegada o, lo que es aún más interesante, no llegamos,
necesariamente, a los mismos puntos por los mismos caminos’ (Mantilla, F. 2004).

El Código Civil Colombiano dedica el Título XIX del libro cuarto a la perdida de la cosa
debida, en él ‘se limitó a regular la perdida de la cosa debida como circunstancia especial que
provoca la disolución de las relaciones obligatorias liberando al deudor, pero ha sido labor de los
interpretes extender la imposibilidad de cumplimiento para cobijar todos los casos en que al
deudor queda impedido para satisfacer la prestación, siguiendo el principio de que nadie está
obligado a lo imposible’(Castro, 2010, p.487).
INSTITUCION UNIVERSITARIA POLITECNICO GRANCOLOMBIANO
Facultad de Ciencias Sociales

Obligaciones

Alejandra Lis Urrea 1310015038

María Fernanda Sánchez Osorio 1310011483

2013 II
La imposibilidad de ejecutar las obligaciones, de dar o de entregar, por destrucción, por salida
del comercio o por extravío de las mismas, es lo que denominados pérdida de la cosa que se debe.
En el artículo 1729 del código civil, se menciona: ‘Cuando el cuerpo cierto que se debe perece, o
porque se destruye, o porque deja de estar en el comercio, o porque desaparece y se ignora si
existe, se extingue la obligación; salvas empero las excepciones de los artículos subsiguientes’,
de manera tal que en el código no sólo hay distinción para la cosa física o material, sino también
para la moral, en relación con la imposibilidad de ejecución para los objetos y causas ilícitas.

Para que la extinción de la obligación se produzca por pérdida de la cosa que se debe, es
necesario que en primera medida la cosa perezca sin culpa o mora del deudor, ‘Si el cuerpo cierto
perece por culpa o durante la mora del deudor, la obligación de éste subsiste, pero varía de
objeto; el deudor es obligado al precio de la cosa y a indemnizar al acreedor’ (C.C. Art. 1731). Si
estando en mora la cosa hubiera perecido por fuerza mayor, el deudor deberá sólo de pagar los
perjuicios de mora (C.C. Art. 1731). Qué el deudor pruebe debidamente el hecho del tercero o el
caso fortuito que alega (C.C. Art. 1733) y finalmente que no se trate de un cuerpo cierto hurtado
o robado (C.C. Arts. 1735 y 1736) (Castro, 2010).

Para los efectos de la pérdida de la cosa, se deben distinguir dos hipótesis, Ospina G &
Ospina E (2005) mencionan, la pérdida no es imputable al deudor, o sí lo es. En el primer caso la
obligación se extingue por el principio de ​Ad Impossibilium nulla obligatio(N ​ o puede haber
obligación a lo imposible​). Es decir cuando el cuerpo cierto que se debe perece y por lo tal se
extingue la obligación. El deudor no responde por caso fortuito pero de igual manera debe
probarlo (art 1604); tampoco responderá por la pérdida de la cosa causada por terceros de los que
no tenga responsabilidad (art. 1738) y por último cuando la culpa es exclusiva mente del acreedor
(mora creditoria) por ejemplo: la destrucción de la cosa en poder del deudor, después que ha sido
ofrecida al acreedor y durante el retardo de éste en recibirla, no hace responsable al deudor, sino
por culpa grave o dolo.

En el segundo caso, aunque la cosa perezca por daño o culpa del deudor, se dará la
imposibilidad de ejecución por el principio ​Ad Impossibilium nulla obligatio (art. 1729), aunque
hay una notoria contradicción entre los artículos 1729 y 1731, al señalar el último que: ‘Si el
cuerpo cierto perece por culpa o durante la mora del deudor, la obligación de este subsiste, pero
varía el objeto; el deudor es obligado al precio de la cosa y a indemnizar al acreedor’, en lo cual,
según Ospina (2003) la obligación no subsiste, ya nunca podrá ser cumplida. En fin, la única
obligación que se le impone al deudor, es la indemnizatoria.

Cuando la obligación es de cuerpo cierto, implica conservar dicho objeto hasta su entrega o se
tendrá que pagar cómo pena los perjuicios al acreedor (Art. 1605), la indemnización de perjuicios
se causa en el momento en que el deudor queda constituido en mora, si su obligación es positiva,
ya que al producirse ésta se presume la culpa en el retardo desvirtuada por el deudor (Art 1615).
Cuando el caso fortuito compromete la responsabilidad del deudor éste tendrá que asumir su
deber (Arts. 1604 y 1732); según el artículo 1738 el deudor se comprometerá del hecho o culpa
de las personas a su cargo. No se le permite al deudor que ha hurtado o robado una cosa
exonerarse de responsabilidad, alegando caso fortuito (Art. 1735) y por último se presume la
responsabilidad del deudor cuando la cosa perece por voluntad propia, si éste ignoraba la
obligación (Art. 1737).

La desaparición o extravío de la de forma definitiva, produce un efecto extintivo de la


respectiva obligación, según lo menciona el artículo 1729; pero existe una clara contradicción
con el artículo 1734 el cual menciona que si reaparece la cosa perdida se podrá reclamar al
acreedor lo recibido en razón del objeto y éste al mismo tiempo reclamará la cosa que se había
extraviado (Castro, M. 2010).

Para concluir, la perdida de la cosa que se debe cómo forma de extinguir las obligaciones
se produce con la imposibilidad de dar o entregar un cuerpo cierto ya fuera porque ha perecido,
se ha perdido o extraviado, o está fuera del comercio, causando así la liberación de imputabilidad
al deudor sólo si la obligación es de especie o cuerpo cierto; o la imputabilidad del deudor sobre
la pérdida producto de los efectos causados por la misma.

Aunque exista discrepancia entre algunas artículos que hablan del tema, es deber del intérprete
albergar todos los casos con la mayor equidad y justicia posible, frente a la responsabilidad
contractual.
INSTITUCION UNIVERSITARIA POLITECNICO GRANCOLOMBIANO
Facultad de Ciencias Sociales

Obligaciones

Alejandra Lis Urrea 1310015038

María Fernanda Sánchez Osorio 1310011483

2013 II

BIBLIOGRAFÍA

Alcalde, J. (2012) La reaparición de la cosa pérdida y la facultad del acreedor para reclamarla.
Revista de Derecho XXXVIII 1​er semestre (pp. 39- 76) recuperado de:
http://www.scielo.cl/pdf/rdpucv/n38/a01.pdf

Castro, M. (2010). ​Derecho de las obligaciones​. II Tomo. Bogotá –Colombia: Editorial Temis
S.A.

Código Civil Chileno. Recuperado de:


http://www.paginaschile.cl/biblioteca_juridica/codigo_civil/codigo_civil_de_chile.htm

​Código Civil Colombiano.

Código Civil Francés. Recuperado de:


http://www.legifrance.gouv.fr/Traductions/Liste-des-traductions-Legifrance

Domínguez, R. (2004). ​‘La influencia de la doctrina francesa en el derecho chileno’ en la


Universidad Diego Portales Escuela de Derecho. ​De la codificación a la descodificación, Code
Civil (1804 – 2004) Código de Bello (1855 – 2005).​ (pp. 61-80) Santiago de Chile: Ediciones
Universidad Diego Portales. Recuperado de:
http://www.udp.cl/descargas/facultades_carreras/derecho/pdf/investigaciones/Cuadernos_de_analisis_
Coleccion_Derecho_Privado/N2_De_codificacion_descodificacion/Panel1/influencia_doctrinafrancesa_D
erechochileno_RamonDom_aguila.pdf

Mantilla, F. (2004). ​‘La influencia del Code civil y la doctrina francesa en el derecho de las
obligaciones colombiano’ en la Universidad Diego Portales Escuela de Derecho. ​De la
codificación a la descodificación, Code Civil (1804 – 2004) Código de Bello (1855 – 2005).​ (pp.
81-92) Santiago de Chile: Ediciones Universidad Diego Portales. Recuperado de:
http://www.udp.cl/descargas/facultades_carreras/derecho/pdf/investigaciones/Cuadernos_de_analisis_
Coleccion_Derecho_Privado/N2_De_codificacion_descodificacion/Panel1/fabriciomantilla.PDF

​Ospina, G., Ospina, E. (2005). ​Teoría general del Contrato y del Negocio Jurídico.​ Bogotá –
Colombia: Editorial Temis S.A.

Ospina, G. (2003). ​Régimen general de las obligaciones​. 8ª Edición. Bogotá – Colombia:


Editorial Temis S.A.

Potrebbero piacerti anche