Sei sulla pagina 1di 3

UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE FILOSOFÍA, LETRAS Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN


MAESTRÍA EN EDUCACIÓN: MENCIÓN LINGÜÍSTICA Y LITERATURA

Módulo: Epistemología de las Ciencias del Lenguaje y la Literatura


Tutor: Ms.C. Luis Cuéllar
Maestrantes: Gloria Sánchez y Diego Enríquez

La religiosidad popular en el cuento Talpa de Juan Rulfo

Hablar de la corta, pero exquisita, e influyente obra de Juan Rulfo es adentrarse en el


México de la primera mitad del siglo XX, ya que, en su narrativa se encuentran, entre otras
aristas, rasgos de la sociedad posrevolución, pero también muestras míticas y religiosas,
producto de una tradición muy marcada en ese país, que bien puede ser el espejo de muchas
sociedades latinoamericanas. Este antecedente es el motivante para proponer un análisis
sociológico del cuento Talpa, mismo, que presenta varios subtemas como el adulterio, la
conciencia de pecado, el sentimiento de culpa y la absolución de su protagonista principal;
gente común del pueblo mexicano, que tienen como similitud el alto nivel de religiosidad
dentro de su prácticas populares.

Es importante destacar que para este análisis se propone un enfoque sociocrítico, es decir,
que se concibe a la literatura como un reflejo de la sociedad, y dentro de ella, a la
religiosidad popular.

Para contextualizar, Rulfo escenifica su relato en Talpa, lugar muy conocido en la realidad
por ser un centro importante para la peregrinación y devoción. Zenzontla y Talpa, están
ubicados en el Estado de Jalisco (México). El trayecto que une a estos dos lugares, por el
que realizan su penitencia el narrador, Tanilo y su esposa Natalia se conoce con el nombre
de la “Ruta del Peregrino”, lugar por el que cada año, en el mes de marzo, particularmente
en Semana Santa, lo atraviesan miles de feligreses: “Habíamos salido a mediados de
febrero y llegamos a Talpa en los últimos días de marzo”. Se trata de un recorrido de más
de 100 km, que cruza varias montañas y culmina en la Basílica en donde reposa la Virgen
de Talpa, cuya fe de los habitantes de la región no tiene límites: “Había otras muchas
Vírgenes; pero sólo la de Talpa era la buena. Eso le decía Natalia”.

El narrador del cuento y su cuñada Natalia, han cometido, según la fe cristiana, el pecado
de adulterio: “Siempre sucedía que la tierra sobre la que dormíamos estaba caliente. Y la
carne de Natalia, la esposa de mi hermano Tanilo, se calentaba en seguida con el calor de la
tierra. Luego aquellos dos calores juntos quemaban y lo hacían a uno despertar de su sueño.
Entonces mis manos iban detrás de ella; iban y venían por encima de ese como rescoldo
que era ella; primero suavemente, pero después la apretaban como si quisieran exprimirle la
sangre”. El diccionario bíblico en línea define al adulterio como la “relación sexual de una
persona con otra que no es su esposo o esposa. Es un pecado grave contra los
mandamientos 6 y 9 de la Ley de Dios”. Este hecho genera en los dos personajes la
conciencia de pecado y el sentimiento de culpa, propios de este, y cualquier otra, acción
que vaya en contra de los principios religiosos y que no será suficiente el arrepentimiento,
ni el remordimiento para encontrar la paz: “Yo sé ahora que Natalia está arrepentida de lo
que pasó. Y yo también lo estoy; pero eso no nos salvará del remordimiento ni nos dará
ninguna paz ya nunca”.

Según Gil Espinoza (2009), La conciencia de pecado, debe de entenderse como punto de
llegada de un largo proceso de madurez psíquica y espiritual al tiempo. En la conciencia de
pecado opera el diálogo, Dios perdona y viene al encuentro, el pecado es frente a Dios y no
frente a sí mismo. El mismo autor dice: “el sentimiento de culpa crea un sistema cerrado
pecador perdonado y justificado constituye un hombre nuevo en Cristo, en el que no opera
el perdón”. Esos sentimientos se reflejan en los siguientes pasajes: “Porque la cosa es que a
Tanilo Santos entre Natalia y yo lo matamos”. “Sabíamos que no aguantaría tanto camino;
pero, así y todo, lo llevamos empujándolo entre los dos, pensando acabar con él para
siempre. Eso hicimos”.

Tanilo Santos, el personaje principal, quien sufría una enfermedad: “las ampollas se le
convirtieron en llagas por donde no salía nada de sangre y sí una cosa amarilla como goma
de copal que destilaba agua espesa”, pero su profundo temor fue: “cuánto miedo sentía de
no tener ya remedio”, así encerrado en su fe sugirió visitar a la Virgen de Talpa para que lo
sane: “La idea de ir a Talpa salió de mi hermano Tanilo. A él se le ocurrió primero que a
nadie. Desde hacía años que estaba pidiendo que lo llevaran”. Los días de peregrinación le
sirvieron para buscar la purificación pues, como muchas personas de fe en sus últimos
minutos de vida “se ponía a llorar con lágrimas que hacían surco entre el sudor de su cara y
después se maldecía por haber sido malo”. Y la salvación la dio desde el pulpito el señor
cura, el representante de Dios, quien puede absolver de los pecados a los simples mortales
lanzó un sermón “La Virgen nuestra, nuestra madre, que no quiere saber nada de nuestros
pecados; que se echa la culpa de nuestros pecados; la que quisiera llevarnos en sus brazos
para que no nos lastime la vida, está aquí junto a nosotros, aliviándonos el cansancio y las
enfermedades del alma y de nuestro cuerpo ahuatado, herido y suplicante. Ella sabe que
cada día nuestra fe es mejor porque está hecha de sacrificios...”.

REFERENCIAS:

https://www.wikicristiano.org/diccionario-biblico/significado/adulterio/

González Boixo, J.C. (s.f.). El factor religioso en la obra de Juan Rulfo. Universidad de
León.
Gil Espinosa, M. I. Conciencia de pecado y sentimiento de culpa.

Potrebbero piacerti anche