Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Para empezar, una señal luminosa, eléctrica, o de cualquier tipo, se puede modificar de manera que pueda
utilizarse para transmitir una cierta información. El proceso mediante el que transformamos una señal en otra
más compleja se denomina modulación.
El tipo de modulación más simple consiste en variar la duración de la señal. De esta manera puede transmitirse
una secuencia de señales más largas o más cortas (puntos y rayas), mediante el código Morse o algún otro sistema
conocido.
Otra modulación más elaborada es la que se realiza con la intención de que la información se propague
satisfactoriamente a través de un medio, como puede ser el aire. En este tipo de modulación intervienen dos
señales:
Dependiendo de cómo se lleve a cabo esta modificación, existen dos formas de modulación: la de amplitud y la
de frecuencia:
Cuando hablamos y nos están escuchando es porque el transmisor y el receptor están sintonizados, o sea
el oído tiene la capacidad de captar ese ancho de banda, pero cuando hay muchas personas hablando a
unísono, la capacidad de captar el mensaje se va disminuyendo debido a que mismas frecuencias se están
sobreponiendo y el oído no tiene la capacidad de separar los sonidos que desea recibir.
Cuando la información es voz o cualquier señal con un ancho de banda directamente del emisor sin
habérsele hecho ningún tratamiento electrónico se denomina BANDA BASE, pero muchas señales en la
misma banda base, no permite comprensión del mensaje.
Por este motivo, para trasladar los anchos de banda de canales de información como sería la voz, a una
zona donde pueda solo captarla un receptor sintonizado, es que se MODULA, lo que significa trasladarla
a una zona del espectro radioeléctrico en la cual no comparta canal con otro usuario y así, asegurar que el
receptor nos esté captando la señal que se desea. La frecuencia a donde se traslada, se denomina portadora,
la información se encuentra en un canal el cual cuenta con su ancho de banda.
Fue durante el siglo XIX , cuando James Clerk Maxwell, formuló las ecuaciones llamadas "ecuaciones de
Maxwell", y que se definen como las relaciones fundamentales entre las perturbaciones eléctricas y
magnéticas, que simultáneamente permiten describir la propagación de las ondas electromagnéticas que,
de acuerdo con su teoría, tienen el mismo carácter que las ondas luminosas. Más tarde Heinrich Hertz
lograría demostrar experimentalmente la veracidad de las tesis expuestas por Maxwell. Sus teorías
constituyeron el primer intento de unificar dos campos de la física que, antes de sus trabajos, se
consideraban completamente independientes: la electricidad y el magnetismo (conocidos como
electromagnetismo). Y gracias a ellas se logra la propagación del campo eléctrico, al hacerlo variar
respecto al tiempo mediante ondas sinusoidales, que a su vez generaban campo magnético variable
respecto al tiempo y permitían propagar el campo electromagnético a través del espacio o algún medio.
Esta sobre posición se logra variando algún parámetro de la onda como su intensidad, su frecuencia, su
fase o por otros medios. A esta variación se le llama modulación. Algunos tipos de modulación analógica
incluyen la modulación de amplitud (AM), la modulación de frecuencia (FM), y la modulación de fase.
Las señales electromagnéticas se transmiten en el vacío a la velocidad de la luz (300,000 Km/seg) y poseen
una longitud de onda dada por la siguiente expresión:
L= c/f
donde L es la longitud de onda en metrosc la velocidad de la luz en metros por segundo (300,000,000
m/seg)f la frecuencia en Hertz (ciclos por segundo).
La longitud de onda es una característica física de la señal electromagnética. Es la distancia entre dos
crestas sucesivas de la señal. Su tamaño es inversamente proporcional a la frecuencia, por lo que ondas
de alta frecuencia tienen longitudes de onda menores a las ondas de baja frecuencia. La siguiente tabla
muestra la relación entre frecuencia y longitud de onda para frecuencias del espectro de radio que se usa
en la comunicación satelital:
El tamaño de la longitud de onda de una señal electromagnética es determinante en la interacción de la
onda con la materia. Así, las frecuencias bajas -30 MHz- podrán dar la vuelta a obstáculos del orden de
metros, mientras que las ondas de frecuencia muy alta -30 GHz- tendrán dificultad por pasar por las nubes,
por ejemplo y rebotarán en montañas y edificios. Asimismo, la ionosfera (una capa de la atmósfera cargada
de iones, impide el paso de ondas electromagnéticas de baja frecuencia). La siguiente figura muestra las
ventanas de la atmósfera para la radiación electromagnética en relación a su frecuencia.
Al usar una frecuencia determinada como portadora es posible transmitir diferentes señales por el mismo
medio sin que interfieran entre sí. Una manera de entender esto es suponer que las frecuencias portadoras
son luces de diferentes colores. Las señales de diferentes emisores pueden viajar por el mismo medio y al
llegar a su destino, el usuario puede separar cada señal utilizando el filtro de color adecuado. Las señales
transmitidas en rojo se recuperarán con un filtro rojo, las señales transmitidas en azul serán separadas por
un filtro azul y así sucesivamente, de tal manera que podemos utilizar el mismo canal para enviar varias
señales simultáneamente.
Ancho de banda
Entre mayor es el ancho de banda de un canal, mayor será la capacidad del canal para transmitir
información. Existe una relación directa entre los dos parámetros dada por el Teorema de Shannon-
Hartley:
C= B log2( 1 + S/N)
donde:
C= es la máxima capacidad para transmitir información sin error en bits/seg
B= el ancho de banda en Hertz
S= Potencia de la señal (Watts)
N= Potencia del ruido que trata de enmascarar la señal (Watts)
log2 Logaritmo en base 2
Esta relación nos dice que a mayor ancho de banda y mayor potencia de la señal con respecto al ruido,
mayor es la capacidad del canal. Cabe apuntar que este teorema nos da el límite máximo de transmisión
de datos de un canal, mas no nos dice cómo alcanzarlo.
De acuerdo a lo anterior, entre más alta sea la frecuencia de la portadora, mayor será el ancho de banda
que puede transmitir ya que el ancho de banda será una fracción menor de la frecuencia portadora. Por
ejemplo si nuestra portadora es de 10 MHz, un ancho de banda de 2 MHz montado en esa portadora
significa que el rango de frecuencias a transmitir, si está centrado en la portadora es de 9 a 11 MHz. Por
otro lado, si nuestra portadora es de 1000 MHz, como ya vimos, el rango de frecuencias para acomodar
un canal de 2 MHz centrado en la portadora es de 999 MHz a 1001 MHz.
Así, si queremos mayor capacidad de transmisión de información, nos interesa utilizar portadoras con
frecuencias altas. Sin embargo, el usar frecuencias más altas requiere de más potencia de transmisión, ya
que para una amplitud dada, la potencia necesaria para transmitir una onda electromagnética es
proporcional a la frecuencia. Además, cada frecuencia del espectro electromagnético se comporta de
distinta manera al interactuar con la materia. Las frecuencias muy altas tienden a ser desviadas, reflejadas
y bloqueadas por la materia y en el caso de los satélites de comunicaciones, por las nubes. Por otro lado,
las frecuencias bajas, como las de la banda VHF pueden darle vuelta a obstáculos y atravesar la materia,
pero pueden de requerir antenas muy grandes y voluminosas.
Además, el uso de bandas de frecuencia para aplicaciones satelitales es un asunto complicado que requiere
de la coordinación y la planificación internacional que está regulado por la Unión Internacional de
Comunicaciones, ITU, por sus siglas en inglés. La ITU divide al mundo en tres regiones:
Dentro de estas regiones, las bandas de frecuencia se asignan a los diferentes servicio por satélite, algunos
de los cuales se mencionan a continuación:
Servicio fijo por satélite: Proporciona enlaces para las empresas telefónicas y para la transmisión de
señales de televisión a las compañías de cable.
Servicio de radiodifusión por satélite: Proporciona radiodifusión directa a los hogares
Servicios móviles por satélite : Incluye los servicios de: comunicación móvil terrestre, móvil marítima y
móvil aeronáutico
Servicios de satélites de navegación: Incluye Sistemas de Posicionamiento Global.
Servicios de satélites meteorológicos: Se utilizan con frecuencia para realizar servicios de búsqueda y del
rescate.
A continuación se presentan las bandas de frecuencia satelitales y algunos de los servicios típicos a los
que están asignadas.
Así, la selección de las frecuencias portadoras para cada aplicación es el resultado de encontrar un balance
entre ancho de banda, requerimientos de potencia, consideración de la interacción entre la portadora y la
atmósfera, y sobre todo la disponibilidad otorgada por la ITU.