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Mujer: Categoría identitaria.

Tiene dos funciones:

1. Introducir intereses y objetivos feministas en el discurso.


2. Sujeto de representación política.

La representación tiene dos dimensiones:

1. Procedimiento operativo para que amplía la visibilidad y legitimidad de las mujeres


como sujetos políticos.
2. Representación como función normativa del lenguaje.

Se intenta desarrollar un lenguaje que represente a la mujer.

La relación entre teoría feminista y política ha sido puesta en cuestión:

1. Se cuestiona la viabilidad del sujeto como candidato a la representación.


2. Poco acuerdo sobre lo que significa la categoría “mujer”

Lo primero: Los campos de representación lingüística y política definieron previamente los


criterios a través de los cuales se originan los sujetos.

Esto implica que se debe “cumplir” con el requisito de ser sujeto para que opere la
representación.

Foucault: Los sistemas jurídicos de poder producen los sujetos que posteriormente van a
representar.

Si bien las nociones jurídicas regulan en términos negativos, se termina generando una
estructura en la que el sujeto regulado se construye, define y reproduce.

El sujeto del feminismo es una formación discursiva de un formato de representación


política particular.

Contradicción primera: El sujeto del feminismo está formado por la misma estructura que
permitirá su emancipación.
Contradicción segunda: El sistema crea sujetos con género que se sitúan en un eje
diferencial de dominación.

El problema del sujeto es fundamental para la teoría feminista, porque la construcción de


los sujetos jurídicos se realiza a través de prácticas legitimadoras y excluyentes.

Estas operaciones se esconden y naturalizan mediante un análisis político en el que se


basan las estructuras. (Poder produce irremediablemente lo que se va representar)
Así, el poder tiene una doble función: JURÍDICA Y PRODUCTIVA.
La ley produce y posteriormente esconde la noción de un sujeto antes de la ley.

Esta operación le sirve como premisa fundacional para legitimar la hegemonía reguladora.

Por ende la crítica feminista también debe centrarse sobre la estructura.

La cuestión de la mujer como sujeto del feminismo:

Puede no haber un sujeto previo a la ley que espera por representación.

La hipótesis prevaleciente de la integridad ontológica del sujeto “antes” de la ley debe ser
entendida como el vestigio contemporáneo del Estado de naturaleza.

Si se acepta esa hipótesis, se está aceptando un estatus ontológico presocial que legitima
la gobernanza.

(Esto es una dimensión)

Otra dimensión:

¿El término “mujeres” implica una identidad común?


Es un término reductivo por dos razones:
Al ser una categoría de género se agota en la definición del sujeto.
El género se constituye en contextos históricos diferenciales.
Categoría de la interseccionalidad1: Modelo de análisis de las diferencias sociales.
Sexismo, clasismo y racismo tienen dispositivos comunes de funcionamiento.
Interseccionalidad doble, acumulativa, metafórica.

Lo anterior refleja lo problemático de concebir una estructura universal del patriarcado.


Se desconocen los contextos culturales.
Teoría feminista colonialista.
La construcción de una base representativa feminista ha generado determinar el carácter
universal del patriarcado.

Si bien esta idea del patriarcado ha sido más o menos derribada, el asunto de un
concepto compartido de mujeres sigue siendo problemático.
¿Qué comparten? Algo anterior a la opresión? La Opresión misma?
La discusión se complejiza cuanto estos análisis se hacen bajo el marco de una oposición
binaria masculino-femenino.
Conlleva a una noción concreta de identidad errónea.

Butler afirma: el discurso de representación en el que participa el sujeto del feminismo es:
-Ponen en relieve prácticas coercitivas y reguladoras que precisamente se pretenden
atacar.
-La ampliación del sujeto feminista puede frustrar los objetivos mismos del feminismo,
sino se pone en cuestión los poderes constitutivos que dotan al sujeto.
-Crítica la intención estratégica, amoldamiento a la exigencia de la política.
¿Qué hacer? No es rechazar la política de representación. Porque las estructuras
jurídicas del lenguaje y de la política crean el campo actual de poder. Por lo que no hay
otra posición fuera de este campo.
Se propone genealogía crítica de sus acciones legitimadoras del campo de
representación.
Se cuestiona las categorías de identidad que naturalizan las estructuras jurídicas
actuales.
Lo anterior implica replantearse de manera radical las construcciones ontológicas de la
identidad para renovar la política feminista desde su base.
Otro objetivo político: liberar al feminismo de construir una base única o constante.
Y es que el problema puede ser grave:
La categoría mujer: Es una reglamentación y reificación de la matriz heterosexual?-

1
Collins, P. H. (2000). Black feminist thought: Knowledge, consciousness, and the politics of
empowerment (2nd ed.). NY: Routledge.
Modelo discursivo epistémico de inteligibilidad de género, el cual supone que para que los
cuerpos sean COHERENTES y tengan SENTIDO debe haber un sexo estable expresado
mediante un género estable que se define históricamente y por oposición mediante la
práctica obligatoria de la heterosexualidad.

Contrato heterosexual: Rublin Rubin: Heterosexualidad obligatoria.


Barnes: Papel del conocimiento y del lenguaje en la constitución y mantenimiento de las
instituciones sociales.
Sociedad: Distribución especifica del conocimiento, forma de dotar al mundo de
significado.

Para no caer en esta definición, la categoría de identidad debe ser construida


metodológicamente como un concepto variable.

¿Se debe descartar entonces que el feminismo sea considerado una política de
representación?
Si la intención es realizar una genealogía feminista, tratando de indagar los
procedimientos políticos que originan y esconden el sujeto jurídico del feminismo.
El sujeto mujeres no se puede dar por sentado.

La diferenciación entre sexo y género plantea una fragmentación del sujeto feminista.

Si se parte que el género es una construcción cultural, esto no significa que el género sea
un resultado causal del sexo.

Suponiendo que la estructura binaria es válida, no hay ningún motivo para creer que
también los géneros deben ser dos.

RELACIÓN MIMETICA ENTRE SEXO Y GÉNERO.

El género, no es solamente la inscripción cultural del significado de un sexo, sino que


también debe indicar el aparato mismo de producción mediante el cual se determinan los
sexos.

Género no es a cultura, como sexo a naturaleza.


El género es un medio discursivo cultural a través de la cual se construye un sexo natural
y se establece como pre discursivo o anterior a la cultura. (dualidad pre discursiva del
sexo)

Determinismo o libre albedrio:

Beauvoir: No se nace mujer se llega a serlo. Marca una construcción relacionada con
elección.
El cuerpo es una situación: Obligación cultural.
Perspectiva determinista: Cuerpo, medio pasivo sobre el que se inscriben códigos
culturales.
Libre albedrio: Instrumento mediante el cual una voluntad apropiadora e interpretativa
establece un significado cultural para si misma.
Independiente de lo anterior, el cuerpo es una construcción, que no poseen existencia
significable antes del género.
Todas las posibilidades de género están embebidas en un discurso cultural hegemónico y
binario.
Mujer y género:
El género es una relación, toda vez que existe en virtud de una oposición.
Beavouir: Solo el género de femenino está marcado y los hombre son los portadores de la
calidad universal del sujeto. Las mujeres son lo negativo del hombre, la carencia frente a
la cual se distingue la identidad masculina.
Irigaray: Las mujeres son una paradoja y una contradicción, Las mujeres son el sexo que
no es UNO.
Por la existencia de un lenguaje falogocentrista y masculino, las mujeres no son
representables. Las mujeres son AUSENCIA Y OPACIDAD lingüística.
La falsedad de la significación vuelve inapropiada toda estructura de representación.
“El sexo que no es uno” debe ser la crítica a una representación es el punto de partida de
la crítica de:
LA REPRESENTACIÓN OCCIDENTAL HEGEMONICA
LA METAFISICA DE LA SUSTANCIA QUE ARTICULA LA NOCIÓN DE SUJETO.
Qué es la metafísica de la sustancia?
El género es un atributo del ser humano, caracterizado como sustancia o núcleo anterior
al género llamado persona.
Razonamiento, deliberación moral y lenguaje.
PERO esta concepción ha sido desplazada por posturas históricas y antropológicas que
consideran al género como una relación.
Lo que es la persona y el género, lo son desde las relaciones construidas en las que se
establecen”
Género designa: un punto de unión relativa, entre relaciones culturales e históricas.
Desde esta perspectiva, lo femenino no puede teorizarse en términos de la una relación
entre los masculino y femenino.
Estas relaciones están representadas en una economía falogocentrica en la que lo
masculino es un círculo cerrado de signifcante y significado.
Este problema del sujeto ya había sido abordado por SIM.DE.B.
El sujeto dentro del análisis existencial de la misoginia siempre es masculino, universal y
se distingue del OTRO feminista.
ESPECÍFICO y condenado a la inmanencia.

Ese SUJETO MASCULINO es abstracto, pues no asume su encarnación socialmente


marcada y dirige esa encarnación negada a la esfera femenina: HEMBRA.
MASCULINO: Universalidad desencarnada.
FEMENINO: Corporeidad no aceptada.
Prevención: Está basado en la dualidad mente espíritu.
Puede legitimar la carga falogocentrista inmersa entre mente y cuerpo.
Subordinación y jerarquía política y psíquica.

Butler presenta las posturas de Irigaray y Sim. D.B sobre la forma de teorizar la asimetría
de los géneros.
BEVAOIR: El problema parte de UNA DIALECTICA ASIMETRICA
IRIGARAY: LA DIALECTICA-CONSTRUCCIÓN MONOLÓGICA- DE una estructura
significante masculina.
BUTLER: La postura de IRIGARAY es totalizadora PUES desconoce los contextos de
producción sexual.
La inclusión de OTROS para justificar un falogocentrismo global, corre el riesgo de ser tan
totalizador como el concepto mismo que están atacando.

Es necesario explicar las afirmaciones totalizadoras de una ECONOMÍA SIGNIFICANTE


MASCULINA, DEBE SER CRÍTICA CON SUS PROPIAS ACCIONES TOTALIZADORAS.

Estas acciones pueden ser verificadas en que la COHERENCIA y UNIDAD de la


categoría MUJER se han mantenido intactas las dimensiones no marcadas de los
privilegios de RAZA Y CLASE.
En esta línea, Butler aborda, las políticas de colación de mujeres que no dan por sentado
cual sería el contenido de “mujeres”
Conjunto dialógico en la que se expongan posturas en el marco de una colación en
ciernes.
Crítica:
-Puede plantearse que la estructura de la colación asegure cierto ideal anticipado.
-Conflicto en cuanto lo que se considera diálogo.
-Riesgo en cuanto que se legitima el modelo de un hablante que define lo que significa
ACUERDO Y UNIDAD.
Es conveniente para el feminismo, la hipótesis de la incompletud de la categoría MUJER.
Esto le permite ser lugar no de SIGNIFICADOS, sino SIGNIFICADOS REFUTADOS.
Esta posibilidad no impide tener unidades provisionales en contextos específicos cuyo
propósito es la organización de la identidad.
Butler: propone una colación abierta de transito de múltiples identidades instauradas y
abandonas..
SIN OBEDIENCIA A UN TELOS NORMATIVO DE DEFINICIÓN CERRADA.

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