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Tutela Penal de las AAPP

Tutela Penal de las Administraciones Públicas (UNED)

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TUTELA PENAL DE LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS.

TEMA 1: DERECHO PENAL Y FUNCIÓN PÚBLICA.

CONCEPTO DEL DERECHO PENAL.

Descripción formal: Sector del ordenamiento jurídico constituido por un conjunto de disposiciones legales
que asocian a delitos y estados de peligrosidad criminal como supuestos de hecho, penas y medidas de segu-
ridad como consecuencias jurídicas.

Descripción material: sector del ordenamiento jurídico cuyo objeto es la protección de los bienes jurídicos
fundamentales del individuo y la sociedad frente a las formas más graves de agresión. Instrumento de control
altamente formalizado cuyo fin es el mantenimiento del orden social.

El Derecho penal objetivo (ius poenale) está formado por el conjunto de las normas penales. Es discutido
cual es el contenido del Derecho penal subjetivo (ius puniendi), concepto que gira en torno a la cuestión de la
legitimidad del poder punitivo del Estado.

En caso de que sea posible preservar el orden social sin acudir al Derecho penal, su uso será ilegítimo. Ello
implica el respeto de los principios constitucionales: dignidad de la persona, los derechos inviolables que le
son inherentes y el libre desarrollo de la personalidad (art. 10 CE).

Bien jurídico.

Todo bien, situación o relación deseados y protegidos por el Derecho. Está encarnado en un objeto material o
inmaterial, perteneciente a la esfera físico-natural o socio-cultural, pero se trata de un "valor ideal del orden
social" creado y protegido por el Derecho, que trasciende al concreto objeto en el que se sustancia. Es pues
una síntesis entre el sustrato material o inmaterial y la valoración que el mismo merezca, aspecto que nos re -
mite al concreto sistema ético, político, jurídico o económico imperante.

Son bienes jurídicos: la vida humana, la propiedad, la salud pública, la seguridad vial, etc.

El conjunto de bienes jurídicos supone la concreción del orden social que ha de proteger el Derecho. Cada
uno sólo puede ser dotado de pleno significado como parte de la totalidad que conforma un sistema y su con-
tenido constituirá, por tanto, el límite del campo de actuación del Derecho penal.

El orden jurídico imperante en una sociedad está constituido por las aportaciones que los ciudadanos hacen a
través del contrato social.

Pese a que el portador de los bienes jurídicos puede ser tanto el individuo como la comunidad, y pese a los
intereses de carácter particular que existen tras los mismos, los bienes jurídicos no son privativos de los ciu -
dadanos, sino que pertenecen al Derecho. La protección trasciende los concretos intereses y se orienta al con -
junto de la comunidad. Al reafirmar la vigencia de una norma se protegen los bienes jurídicos de los demás
portadores y el sistema en su conjunto. Es el Estado el legitimado a imponer una pena, el Derecho penal tiene
naturaleza pública.

 Bienes jurídicos individuales: aquéllos cuyo portador es el individuo: vida humana independiente,
integridad física, honor, intimidad personal, propiedad...
 Bienes jurídicos colectivos: la existencia de un bien colectivo no se entiende de un modo indepen-
diente, sino como expresión de la presencia de una serie de bienes jurídicos individuales cuyas barre -
ras de protección quedan así adelantadas (BJ intermedios o antepuestos). Trata de evitar situaciones
que suponen un peligro abstracto para bienes jurídicos individuales: salud pública, seguridad vial,
etc.

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La protección de bienes jurídicos colectivos estará siempre en función de la existencia del prius indi-
vidual.

 Bienes jurídicos supraindividuales: sin una ligazón directa con los bienes individuales, su fundamen-
to se aleja de éstos, radicando en la protección de las condiciones necesarias para el funcionamiento
del sistema: función tributaria, control de flujos migratorios, buen funcionamiento de la Justicia o la
seguridad del Estado.

Es fundamental tener presente el valor decisivo de su incardinación en el seno de políticas complejas que de-
ben situar la función del Derecho penal en un plano secundario.

El Derecho penal en su función de protección de los bienes jurídicos es un subsistema de control social. Di-
cho sistema sufre una primera acotación: la protección de los bienes jurídicos viene limitada por su propia
función en la vida social. El Derecho penal no protege los bienes jurídicos de un modo absoluto (riesgo per -
mitido). Por ejemplo: vida humana; riesgo permitido: tráfico rodado, navegación aérea, fábrica de productos
nocivos.

Estamos ante un sector del ordenamiento jurídico de carácter fragmentario, presidido por el principio de in-
tervención mínima y ultima ratio. No se aplica frente a cualquier agresión, sino sólo frente a las más graves y
sólo en los supuestos en los que sea absolutamente necesario por no ser suficiente la protección otorgada por
otros sectores del ordenamiento jurídico.

El Derecho penal protege los bienes jurídicos mediante mandatos de realizar conductas que suponen la evita -
ción de su puesta en peligro o lesión (delitos de omisión) o mediante prohibiciones de llevar a cabo conduc -
tas dirigidas a la lesión de los mismos o que supongan su puesta en peligro (delitos de acción). La respuesta
al incumplimiento de mandatos y prohibiciones (es decir, la comisión de un delito) es la imposición de penas
y/o medidas de seguridad y reinserción social.

Concepto material del delito.

Conducta que lesiona o pone en peligro un bien jurídico y atenta gravemente contra las concepciones ético-
sociales, jurídicas, políticas y económicas fundamentales de una sociedad. Se añade desde una perspectiva
formal que dicha conducta se encuentra recogida en las leyes penales bajo amenaza de sanción penal.

Las concepciones en una determinada sociedad que decidirán cual es el ámbito de lo delictivo son:

 Concepciones ético-sociales: por ejemplo, la usura ha sido perseguida o no dependiendo del momen-
to histórico.
 Concepciones jurídicas: durante un largo proceso se ha producido una especialización de los conteni-
dos del Derecho penal que, abandonando concepciones que equiparaban moral y derecho (pecado y
delito), ha acabado por sancionar solo las conductas contrarias a las normas fundamentales de la Éti -
ca social, dejando de lado todo intento de imponer la moralidad en el ámbito subjetivo. Por ejemplo:
despenalización de la moral sexual.
 Concepciones políticas: los cambios en el régimen político de un Estado suponen invariablemente
reformas de las normas jurídico-penales.
 Concepciones económicas: relacionadas con las de carácter político.

El delito en relación con la función pública.

El concepto analítico del delito: sistematización del proceso de determinación de las situaciones que son
constitutivas de delito. La delimitación de las diversas categorías del análisis ha de basarse en criterios mate-
riales. Cinco categorías configuran el concepto analítico del delito:

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1.- Acción/Omisión.

El primer elemento de la estructura del delito es la concurrencia de una conducta humana.

Las normas pueden adoptar dos formas:

 Prohibiciones: cuando se considera que una determinada acción debe ser evitada para que no haya
lesión o puesta en peligro de un bien jurídico.
 Mandatos: cuando es necesario exigir un comportamiento activo para evitar que se produzca tal me -
noscabo.

Se crea un sistema binario en el que el sujeto:

 actúa pese a existir una prohibición: acción.


 no realiza una acción que la norma ordenaba: omisión.

En la base de la estructura del delito, de modo previo a cualquier valoración sobre su trascendencia jurídica,
hay una acción o una omisión.

De todos los fenómenos asociados al ser humano, sólo nos interesan como constitutivos de una infracción
penal, la acción y la omisión, excluyéndose el pensamiento o los reflejos corporales.

Acción: ejercicio de actividad finalista, es decir, dirigida por la voluntad a la consecución de un fin. Así, per -
tenecen al concepto de acción aquellas consecuencias comprendidas por la finalidad, es decir, por la voluntad
de realización del individuo. La finalidad define los límites externos de la conducta activa. Podemos trazar
tres círculos:

1
1: Fin que persigue el autor.
2
3 2: Consecuencias que el sujeto considera necesariamente
unidas a las consecución de su fin principal.

3: Consecuencias que el sujeto considera meramente po-


sibles, pero con cuya producción cuenta.

De una acción pueden derivarse consecuencias no incluidas en la voluntad de realización del sujeto bien por -
que habiéndolas previsto confiara en que no se produjeran, bien porque ni siquiera habían sido previstas. Es-
tas consecuencias, producidas de modo causal, no final, no pertenecerán a la acción finalista, si bien pueden
tener trascendencia penal.

Omisión: no realización de una acción finalista cuando se tiene la concreta capacidad para llevarla a cabo.
Para que el sujeto sea capaz de acción debe concurrir:

1. Debe tener conocimiento o poder conocer la situación real en la que desarrollar la conducta.
2. Deben concurrir las circunstancias materiales externas y estar disponibles los medios e instrumentos
necesarios para poner en práctica la acción y el sujeto ha de conocer o poder conocer este extremo.
3. El omitente ha de contar con los conocimientos y capacidades precisos para realizar la acción, pu-
diendo tomar conciencia de ambos hechos. No se puede afirmar que el sujeto es capaz de acción si,
pese a contar con los medios y capacidades necesarios, desconoce el modo de coordinarlos.

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La omisión como nada, nada causa, por lo que no es posible incluir resultado físico alguno ni hablar de fina-
lidad como en el sentido descrito para la acción. Para asociar un resultado a una omisión es imprescindible el
empleo de criterios valorativos.

Si bien el comportamiento omisivo es la nada mecánica, en ningún caso es la nada social: debido a su conte-
nido positivo puede provocar modificaciones en el entorno socio-cultural en el que se verifica. En estos su-
puestos, si el resultado está incluido en la voluntad de realización del omitente, es decir, si ha dirigido su
omisión hacia la producción del mismo, pertenecerá al comportamiento omisivo (omisión susceptible de ser
finalista).

2.- Tipicidad.

Sólo aquellas acciones u omisiones recogidas en las leyes penales o que contengan los elementos que funda -
mentan lo injusto específico de una determinada figura delictiva, podrán ser jurídico-penalmente relevantes.

De no concurrir ninguno de dichos elementos, la conducta real deberá ser declarada atípica y dar por finali-
zado su análisis.

Al tipo de lo injusto pueden pertenecer elementos no sólo de carácter objetivo, sino también subjetivo (por
ejemplo: dolo: conciencia y voluntad de realización de los elementos objetivos del tipo.

Modelos de tipo de lo injusto:

A. Delitos de acción y de omisión:

 Delitos de acción: el comportamiento típico es de carácter activo y la norma, una prohibición:


o Delito de simple actividad: se perfecciona con la mera realización de la acción, sin que se
precise resultado externo alguno.
o Delito de resultado material: se consuma tras la producción de un resultado material externo
unido causalmente a la conducta. Es preciso verificar su relevancia jurídico penal para consi -
derar realizado el tipo de lo injusto (imputación objetiva).
 Delitos de omisión: suponen la vulneración de un mandato de actuar (el sujeto omite la conducta que
está obligado a realizar:
o Delito propios de omisión o de omisión pura: delitos de simple conducta: el sujeto realiza el
tipo con la sola omisión de la acción a que venía obligado (por ejemplo: desobediencia de
autoridad).
o Delito de omisión y resultado: necesitan la producción de un resultado material externo, que
será preciso imputar al omitente.
Hay que recordar que ante la ausencia de causalidad en el plano físico material, para imputar un resultado
material externo a quien no lo ha evitado será preciso recurrir a consideraciones valorativas, ajenas al mundo
causal. Así se distingue:
 Delito de omisión causal y resultado: omisiones auténticamente causales que discurren en la esfera
socio cultural y siguen las mismas pautas de imputación que los delitos de acción y resultado.
 Delitos de omisión no causal y resultado: hay que determinar los criterios con base en los que es po-
sible imputar un resultado a quien en definitiva no lo ha causado:
o Aquéllos regulados expresamente: el precepto establecerá los requisitos para que una omi-
sión realice el tipo de lo injusto concreto, imputando a su autor el resultado material externo.
o Delitos de comisión por omisión o impropios de omisión: art. 11 CP (cláusula general): Los
delitos que consistan en la producción de un resultado sólo se entenderán cometidos por
omisión cuando la no evitación del mismo, al infringir un especial deber jurídico del autor,
equivalga, según el sentido del texto de la Ley, a su causación. A tal efecto se equiparará la
omisión a la acción:
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 Cuando exista una específica obligación legal o contractual de actuar.


 Cuando el omitente haya creado una ocasión de riesgo para el bien jurídicamente
protegido mediante una acción u omisión precedente.
Son susceptibles de este tipo los tipos de descripción causal de resultado siempre que concu-
rra que:
 El omitente ocupe una posición de garante.
 Que exista una equivalencia desde el punto de vista de la gravedad entre la realiza-
ción omisiva y su paralela activa.

B. Delitos comunes y especiales:

 Delitos comunes: los que puede llevar a cabo cualquier ciudadano. Su tipo de lo injusto no exige nin-
gún elemento específico relativo al autor.
 Delitos especiales: el tipo de lo injusto de estos delitos recoge las características que han de concurrir
en un sujeto para que pueda ser considerado autor. Dos categorías:
o Delitos especiales propios: delitos especiales que no cuentan con una figura común paralela
(por ejemplo: sólo un juez puede prevaricar).
o Delitos especiales impropios: cuentan con una figura común paralela cuyo autor puede ser
un ciudadano cualquiera.

D. Delitos dolosos e imprudentes:

Dolo: conciencia y voluntad de la realización de los elementos objetivos del tipo. Para que concurra el dolo
deben darse dos elementos: el intelectual o conocimiento de los elementos objetivos del tipo y el volitivo o
voluntad de realización de los mismos.

A través del elemento volitivo se distinguen tres tipos de dolo:

A. Dolo mediato, de consecuencias necesarias o de segundo grado: la realización del tipo o la produc -
ción del resultado típico no es el fin buscado pero aparece necesariamente unido a la consecución de
dicho fin.
B. Dolo inmediato o directo de primer grado: cuando la realización del tipo o la producción del resulta-
do típico en los delitos de resultado es el fin buscado por el sujeto.
C. Dolo eventual: la realización del tipo o la producción del resultado típico no constituyen el fin ni
aparecen necesariamente unidos a su consecución, pero el sujeto los considera una consecuencia no
absolutamente improbable de su conducta y cuenta con su producción.

En los delitos imprudentes el sujeto no tiene voluntad de realización de los elementos objetivos del tipo sino
que en su actuación no observa el cuidado objetivamente debido. Clasificaciones:

 Se distingue entre delitos por imprudencia grave y menos grave en función de la gravedad de la
inobservancia del cuidado objetivamente debido.
 Imprudencia consciente: en la frontera con el dolo eventual. El sujeto se plante la producción del re-
sultado como una consecuencia no absolutamente improbable, pero actúa confiando en que no se
producirá.
 Imprudencia inconsciente.

3.- Antijuridicidad.

Solo cuando la acción u omisión típica sea antijurídica, es decir, objetivamente contraria al Derecho (ilícita)
podemos hablar de una infracción penal en sentido estricto.

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La tipicidad es el fundamento de la antijuridicidad pero existen situaciones, taxativamente determinadas por


la concurrencia de causas de justificación que implican que lo que es atípico no sea antijurídico. Los tipos de
lo injusto llevan implícitos mandatos o prohibiciones cuya vulneración supone la antijuridicidad de la con-
ducta salvo que interfiera el precepto permisivo de signo contrario que subyace a las causas de justificación.

Son causas de licitud:

 la legítima defensa.
 ciertos casos de estado de necesidad.
 el cumplimiento de un deber o ejercicio legítimo de un derecho, oficio o cargo.
 algunos supuestos de consentimiento del sujeto pasivo.

En el ámbito de las Administraciones públicas es de especial trascendencia el tercer punto. Art. 20.7 CP:
"Están exentos de responsabilidad criminal:

 El que obre en cumplimiento de un deber o en el ejercicio legítimo de un derecho, oficio o cargo"

Este eximente se asienta en el principio del interés preponderante. Los requisitos para que pueda ser aplicada
son:

Requisitos objetivos:

i. Concurrencia de una situación de conflicto: es preciso que el sujeto esté obligado por un deber o am-
parado por un derecho y se dé una situación de conflicto, que supone la concurrencia de dos grupos
de intereses distintos que no pueden ser atendidos simultáneamente.
ii. El interés salvaguardado ha de ser de igual o superior entidad que el lesionado: Del propio funda-
mento de esta causa (el interés preponderante) se deduce que la conducta estará justificada si el inte-
rés salvaguardado es de mayor o igual rango que el lesionado. Se tendrá en cuenta:
a. el rango del deber cumplido o del derecho ejercitado.
b. la naturaleza de los bienes jurídicos concurrentes.
c. si van a verse lesionados, o sólo puestos en peligro.
d. el grado de peligro.
e. la gravedad e irreparabilidad de la lesión.
f. el desvalor de la conducta.
g. si hay una grave infracción del principio del debido respeto a la dignidad humana.
Es un elemento no esencial. De no concurrir se puede apreciar una eximente incompleta y aplicar la
atenuación de la pena, si se dan los requisitos.
iii. Cumplimiento del deber o ejercicio del derecho de modo ajustado a su contenido: hemos de verificar
si la actuación del sujeto ha sido respetuosa con el contenido del deber o derecho alegado. Requisito
no esencial.

Requisito subjetivo: además de los requisitos objetivos, es preciso que el sujeto conozca la existencia del de -
ber o derecho y actúe con voluntad de que está cumpliéndolo o ejerciéndolo legítimamente. Requisito esen-
cial de la causa de justificación.

Más allá de las causas de justificación incompletas, las circunstancias atenuantes genéricas son las atenuantes
por analogía a las ya citadas (21.7 CP).

Las agravantes genéricas son:

1) Alevosía.
2) Disfraz.
3) Abuso de superioridad.
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4) Aprovechamiento de circunstancias que debiliten la defensa del ofendido o faciliten la impunidad del
delincuente.
5) Ensañamiento (mayor gravedad de lo injusto y de la culpabilidad).
6) Abuso de confianza.
7) Aprovechamiento del carácter público del culpable.
8) Parentesco o análoga relación de afectividad.

Art. 22.7 CP: Son circunstancias agravantes: "Prevalecerse del carácter público que tenga el culpable".

En los casos en que el delito se cometa en el desempeño de sus funciones públicas, el mayor desvalor de la
conducta vendrá también determinado por la infracción de los deberes propios de la especial posición del au -
tor.

Es una circunstancia agravante. Los requisitos para su aplicación son:

1. Requisito objetivo: el sujeto ha de participar en las funciones públicas, incluyendo casos en que se
ejercen funciones públicas de facto. Dicha posición ha de suponer una ventaja efectiva a la hora de
cometer el delito.
2. Requisito subjetivo: el sujeto se ha de aprovechar consciente y voluntariamente de su participación
en las funciones públicas para facilitar la comisión del delito.

Este agravante no se aplicará en los delitos especiales que requieren la cualidad de funcionario público, pues
la agravación está implícita en la valoración de los mismos.

Sí se aplicará en delitos comunes, que en todo caso serán delitos dolosos.

4.- Culpabilidad.

La culpabilidad es la reprochabilidad personal de la acción u omisión antijurídica. Se pasa de un plano gene -


ral en el que se determina lo que está prohibido para todos, a un plano individual en el que se ponderan las
circunstancias del sujeto en relación con el hecho ilícito.

Principio de culpabilidad: "No hay pena sin culpabilidad. La medida de la pena no puede superar la medida
de la culpabilidad".

La culpabilidad se fundamenta en el análisis de la capacidad del sujeto de actuar de otro modo. En la práctica
se llevan a cabo una serie de juicios sucesivos:

i. Imputabilidad del sujeto: concurrencia o ausencia de causas de inimputabilidad (enajenación mental


y trastorno mental transitorio, intoxicación, síndrome de abstinencia y alteraciones de la percepción).
Atenuantes:
o Causas de inimputabilidad incompletas (21 1ª CP)
o Grave adicción a sustancias psicoactivas (21.2ª CP)
o Otras análogas (21.7ª CP)
ii. Conciencia de la antijuridicidad: sustancia los problemas de error sobre la antijuridicidad de la con-
ducta. Atenuantes:
o Errores vencibles (14.3 CP)
iii. Exigibilidad de la conducta: análisis de las causas de exculpación basadas en la inexigibilidad de la
obediencia al Derecho. Atenuantes:
o Causas de exculpación incompletas (21.1ª CP)

Reprochabilidad:

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 Atenuantes:
o Arrebato.
o Obcecación u otro estado pasional (21.3ª CP).
o Parentesco o análoga relación de afectividad (23 CP).
o Otras análogas (21.7ª CP).
 Agravantes:
o Precio, recompensa o promesa (22.3ª CP).
o Motivos discriminatorios (22.4ª CP).
o Ensañamiento (22.5ª CP).
o Reincidencia (22.8ª CP).

5.- Punibilidad.

Determina si el legislador opta por aplicar una sanción penal al hecho culpable o si considera más oportuno
llevar a cabo alguna limitación o incluso prescindir de la sanción que ha sido determinada por la gravedad de
lo injusto culpable.

En la punibilidad se trata de decidir sobre la sanción penal, momento en el que aparecen las referencias a las
condiciones objetivas de punibilidad y las excusas absolutorias.

En una concreta situación puede convenir aplicar una pena más leve sin que ello suponga una menor grave-
dad de lo injusto o de la culpabilidad. Así los Códigos Penales actuales incluyen eximentes y atenuantes (no
agravantes, pues serían contrarios al principio de culpabilidad. Son atenuantes de la punibilidad:

 Confesión de la infracción (21.4ª CP).


 Reparación del daño (21.5ª CP).
 Dilaciones indebidas (21.6ª CP).
 Otras análogas (21.7ª CP)

PENAS Y MEDIDAS DE SEGURIDAD.

La retribución como fundamento de la pena: la mirada hacia el pasado (el delito cometido). Se centra en la
necesidad de compensar el mal causado con la comisión del delito, ajena a cualquier efecto que la pena pu -
diera implicar hacia el futuro. La pena ha de ser proporcional al delito cometido.

El pensamiento preventivo: el porvenir como fundamento de la pena: la comisión del delito pasa a ser un re -
quisito para su imposición, pues la naturaleza y duración de la sanción está en función de los efectos preven-
tivos que se quiere alcanzar. Se distinguen dos tipos de prevención:

1. Prevención general: su objetivo es que el conjunto de los miembros de una sociedad, o un colectivo
de la misma, se abstenga de cometer un cierto tipo de delitos. En caso de que los índices de crimina -
lidad de una concreta infracción penal sean elevados o exista el pronóstico de que así vaya a ser, se
deberá prever para sus autores una pena necesaria en orden a reconducir esa situación o evitar que se
produzca aunque supere la gravedad material de conducta y la peligrosidad del condenado.
Si un delito tiene una repercusión estadística mínima, la pena podría reducirse o no imponerse, al
margen de la gravedad material del mismo y de la peligrosidad de su autor.
 Prevención general positiva o ejemplar: pretende reforzar en la conciencia de los ciudadanos
la idea de la vigencia de las normas y de las valoraciones jurídicas que subyacen a las mis-
mas como mejor forma de garantizar su respeto.
 Prevención general negativa o intimidatoria: asociada a la idea de los efectos intimidatorios
que pueda tener la amenaza de la pena en los ciudadanos.

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2. Prevención especial: centrada en la persona del condenado: se trata de que no vuelva a delinquir (di-
rectamente unido a la peligrosidad del condenado). La pena será más gravosa cuanto más peligroso
sea el delincuente, cuantas más posibilidades existan de que vuelva a delinquir, independientemente
de la gravedad del delito. Si el autor presenta un pronóstico favorable de reinserción social se podría
prescindir de la pena.
 Prevención especial positiva: rehabilitación y reinserción social.
 Prevención especial negativa: inocuización, aseguramiento o separación de la sociedad.

Tres modelos de fundamentación de la pena:

A. Teorías absolutas de la pena: retribución por el delito cometido: las teorías absolutas mantienen que
el único fundamento de la imposición de la pena es la retribución, excluyendo sus posibles efectos
preventivos. La pena mira al pasado y está en relación directa y exclusiva con el delito cometido (pu -
nitur quia pecatum est).
B. Teorías relativas o utilitarias de la pena: prevención de la comisión de futuros delitos: su fundamento
está en la prevención de futuros delitos (punitur ut ne peccetur), bien desde la prevención general,
bien desde la especial, bien combinando ambas. Queda fuera de estas propuestas la retribución por el
delito, siendo el único fundamento de la pena su utilidad para evitar futuras infracciones.
C. Teorías unitarias, eclécticas o mixtas de la pena: combinación de retribución y prevención: conside-
ran que la pena debe ser acorde al delito, pero a su vez dirigirse a evitar la comisión de futuras in-
fracciones penales. Actual en España.

La pena es retribución y ha de ajustarse al delito. Pero, en un Estado de Derecho no es defendible entenderla


como mera compensación por el mal causado a través de la imposición de otro mal al condenado. Se preten -
de restañar la quiebra del ordenamiento jurídico que ha supuesto la comisión del delito. En este sentido, la
retribución es una reafirmación del ordenamiento.

La gravedad de la pena no superará la gravedad material de lo injusto de la conducta. Así, la retribución es


una garantía de la proporcionalidad de la pena al delito cometido. En la determinación de la pena se tendrán
en cuenta los límites que impone el ordenamiento jurídico (en nuestro caso la CE). El fundamento retributivo
de la pena constituye garantía del respeto a la dignidad de la persona, evitado que se utilice al condenado
como un medio para conseguir un fin.

Pero la pena, además, ha de orientarse a la evitación de delitos en el futuro, y tiene su fundamento en la pre-
vención, tanto general como especial.

Desde el punto de vista de la prevención general, una pena proporcionada, adecuada al principio de retribu-
ción, es más ejemplarizante que una pena desproporcionada. Si se considera necesario reducirla, se hará,
pero no agravarla, pues no es posible superar la barrera de la retribución.

Desde el punto de vista de la prevención especial, la pena estará orientada a la rehabilitación y reinserción
social, cumpliéndose también que la pena justa es más adecuada que la desproporcionada. Se podrá aminorar
su gravedad, pero no aumentarla.

La pena no solo ha de ser acorde a la gravedad del delito, sino, como principal instrumento del Derecho pe-
nal, necesaria para el mantenimiento del orden social.

El sistema penal español parte de una concepción unitaria de la pena: Art. 25.2 CE "Las penas privativas de
libertad... estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social" (prevención especial en su faceta
más positiva).

En el Código Penal las penas tienden a ser proporcionadas al delito, destacando su carácter retributivo, con
instituciones que atemperan su naturaleza y gravedad por motivos preventivos.
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Pero también hay penas desproporcionadas al principio de culpabilidad.

Medidas de seguridad y reinserción social.

No son penas. Dan respuesta a un vacío que dejan a veces las penas. La respuesta a aquellos sujetos a los
que, debido a su peligrosidad, la pena adecuada no resulta suficiente. Se imponen exclusivamente atendiendo
a la peligrosidad del delincuente, es decir, para evitar que cometa delitos en el futuro (carácter preventivo es-
pecial).

Se aplican como única consecuencia jurídica del delito en casos en que no sea posible imponer pena alguna
(inimputables) o como complemento a la pena impuesta cuando ésta resulte insuficiente (semiimputables, li-
bertad vigilada). No es de aplicación automática (previa comprobación de la peligrosidad).

Carácter postdelictual. Tanto el encontrarse en una de las categorías de estado peligroso incluidas en la ley,
como haber cometido un delito, son requisitos para la imposición de toda medida de seguridad.

Ámbito subjetivo:

 Medidas de seguridad: imputables (libertad vigilada) y semiimputables (que padecen algún tipo de
enfermedad mental o trastorno mental transitorio que anula o limita su capacidad para comprender lo
ilícito de su conducta y actuar conforme a dicha comprensión.
 No se prevén para delincuentes habituales de criminalidad grave pues resultan muy onerosas y de re -
sultados exiguos.

La naturaleza y duración de las medidas de seguridad deberán adaptarse a la peligrosidad del sujeto e impo -
nerse por el tiempo necesario para atajar la misma. Cuando la medida haya dado sus frutos deberá ser levan -
tada o suspendida.

En el caso de medidas de seguridad privativas de libertad para inimputables y semiimputables, el legislador


ha optado por el límite máximo que supone el tiempo que habría durado la pena que se hubiera impuesto.

 Privativas de libertad: internamiento en centros médicos o de deshabituación.


 No privativas de libertad: tratamiento ambulatorio o determinadas prohibiciones y obligaciones.

TEMA 2: RELACIONES ENTRE DERECHO PENAL Y ADMINISTRATIVO.

Entre el ilícito penal y el administrativo no hay diferencias cualitativas, sino cuantitativas, de gravedad.

El Derecho penal no tiene naturaleza secundaria. No sanciona sólo las infracciones de las normas de otros
sectores del ordenamiento, sino que también castiga conductas no prohibidas por otras ramas del Derecho y,
aún cuando sí lo están, el Derecho penal al elegir cuáles de esos ataques sobre los bienes jurídicos son más
graves, hace su propia valoración de los mismos.

PRINCIPIO NE BIS IN IDEM.

Significa que no puede castigarse a alguien dos veces por lo mismo y se aplica, no sólo al ámbito penal en el
que nace, sino a todo orden jurídico sancionador.

 Vertiente procesal: derecho a no ser juzgado dos veces por lo mismo (prohibición de doble proceso).
 Vertiente material: derecho a no ser sancionado dos veces por lo mismo.

Es un derecho fundamental recogido en el Pacto Internacional de Derechos civiles y políticos:

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"Nadie podrá ser juzgado ni sancionado por un delito por el cual haya sido ya condenado o absuelto por
una sentencia firme de acuerdo con la ley y el procedimiento penal de cada país".

+Protocolo del Convenio Europeo de DDHH + Acuerdo Schengen (double jeopardy).

"Una persona que haya sido juzgada en sentencia firme por una Parte contratante no podrá ser perseguida
por los mismos hechos por otra Parte contratante, siempre que, en caso de condena, se hay ejecutado la
sanción, se esté ejecutando o no pueda ejecutarse ya según la legislación de la Parte contratante donde
haya tenido lugar la condena".

Según el TC, tal principio goza de reconocimiento constitucional, tanto en su vertiente material (art. 25 CE:
seguridad jurídica, proporcionalidad, legalidad), como en la procesal (art. 24 CE: tutela judicial efectiva).

Sólo existe bis in idem cuando se castiga el mismo hecho, referido al mismo sujeto y el castigo tiene idéntico
fundamento (triple identidad).

No concurre identidad de fundamento, según el TC, cuando cada una de las sanciones obedece a una
perspectiva de defensa social distinta, a la protección de un interés jurídico distinto o de distinto bien jurídi-
co. Tampoco cuando el castigo por vía administrativa o por vía disciplinaria se fundamenta en la relación es-
pecial de sujeción del individuo con la administración o la relación de supremacía especial de la administra-
ción (relación de funcionario, servicio público, concesionario, recluso, etc.).

PRINCIPIO DE LEGALIDAD.

El sistema general de fuentes se regula en el Código Civil: ley, costumbre, principios generales del derecho.

La jurisprudencia no se considera fuente del derecho. Su función es complementar el ordenamiento jurídico


con la doctrina que, de modo reiterado, establezca el Tribunal Supremo al interpretar y aplicar la ley, la cos-
tumbre y los principios generales del derecho.

Las fuentes de Derecho penal se ven limitadas por el principio de legalidad y por la reserva de ley orgánica
del art. 81 CE.

El principio de legalidad impone que solo por ley en sentido formal (LO, ley ordinaria y decretos legislati -
vos) se pueden tipificar delitos y faltas o estados peligrosos y establecer penas y medidas de seguridad. Di -
cha ley será orgánica cuando se trate de delitos o faltas que afecten a un derecho fundamental o prevea con -
secuencias jurídicas que afecten a los mismos (por ejemplo, una pena privativa de libertad).

Otras posibles fuentes en el ámbito penal son las remisiones a esas otras fuentes que realiza la ley. Así los
decretos leyes o la costumbre pueden ser fuente de derecho penal en tanto no creen figuras delictivas o esta -
dos peligrosos, ni establezcan o agraven penas. Una costumbre podría ser fuente de una causa penal.

Los principios generales del derecho, dado que solo rigen en defecto de ley o costumbre, y dada la vigencia
del principio de legalidad, tienen escasa eficacia como fuente directa en Derecho penal, pero juegan un papel
fundamental en la interpretación del Derecho además de su carácter informador del ordenamiento.

Respecto del Derecho internacional, hay que recordar que los tratados internacionales sólo tienen vigencia en
España una vez publicados en el BOE, pero aún después de su publicación, no es ley en sentido formal por lo
que no podrá crear figuras delictivas directamente aplicables por los Tribunales.

Principio de legalidad: nullum crimen, nulla poena sine previa lege (no hay delito ni pena sin ley previa).

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La primera explicación de este principio que aúna un aspecto material (garantizar la seguridad jurídica) y un
aspecto político (asegurar el origen democrático de las normas que establecen delitos y penas) se debe a
BECCARIA.

LA DUDH (1948) establece:

"Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no fueran delictivos según el
Derecho nacional o internacional. Tampoco se impondrá pena más grave que la aplicable en el momento de
la comisión del delito".

El principio de legalidad en el Convenio Europeo de DDHH y en la jurisprudencia del TJUE dista del conte -
nido que al mismo atribuyen los ordenamientos jurídicos de los países de civil law, pues al prescindir de la
exigencia de ley formal se renuncia al contenido de garantía democrática que en países como España se atri-
buye al principio. Los textos internacionales han consagrado un principio de juridicidad que garantiza los as -
pectos materiales del principio de legalidad, los que contribuyen a la seguridad jurídica, exigiendo la accesi -
bilidad, irretroactividad, precisión o taxatividad de la norma y prohibiendo la analogía.

Art. 9.3 CE: "La CE garantiza el principio de legalidad".

Art. 25.1 CE: "Nadie puede ser condenado por acciones u omisiones que en el momento de producirse no
constituyan delito o falta o infracción administrativa según la legislación vigente en aquel momento".

A la exigencia de ley anterior al hecho y que describa un supuesto de hecho determinado, se la denomina ga-
rantía formal, que, además de relacionarse con el principio de jerarquía, responde al fundamento político del
principio de legalidad: la libertad del ciudadano solo puede verse afectada por leyes elaboradas por el Parla-
mento.

El principio de legalidad penal en sentido formal se compone de las siguientes garantías o subprincipios:

 Garantía criminal: nullum crimen sine previa lege. Art. 11 CP. También se extiende a los estados pe-
ligrosos que no pueden ser declarados si no están previstos en una ley previa (Art. 1.2 CP).
 Garantía penal: nulla poena sine lege previa. Art. 4.1 CP. También se extiende a las medidas de se -
guridad, que no pueden aplicarse a un estado peligroso salvo que hayan sido establecidas en una ley
previa.
 Garantía jurisdiccional: 3.1 CP. No podrá ejecutarse pena ni medida de seguridad sino en virtud de
sentencia firme dictada por el Juez o Tribunal competente.
 Garantía ejecutiva: 3.2 CP. Tampoco podrá ejecutarse pena ni medida de seguridad en otra forma
que la prescrita por la Ley y los reglamentos que la desarrollan. Dicha ejecución se realizará bajo
control judicial.

En sentido material incluye como subprincipios:

1.- Taxatividad: El legislador tiene que describir las conductas delictivas de la manera más concisa posible
y en relación con las penas debe evitar los marcos penales extremadamente amplios o un excesivo arbitrio ju-
dicial en la medición de la pena.
Esto es difícil pues el legislador debe elaborar las figuras delictivas a través de un proceso de abstracción,
con fórmulas que engloben la rica casuística que la realidad presenta. Se introducen en los preceptos penales
términos amplios y elementos normativos o valorativos que deberán ser concretados o dotados de contenido
por el juez (peligro para la seguridad jurídica).
También la vertiente formal del principio de legalidad plantea problemas de cumplimiento. Por ejemplo, las
leyes penales en blanco, preceptos penales en los que no se define de manera completa la conducta prohibida
bajo la amenaza de pena, sino que remite a otra norma que puede estar en otro precepto del Código Penal, en
otra norma con rango de ley o a normativa con rango inferior a ley (problema con el principio de legalidad).
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Estas remisiones pueden ser imprescindibles por el carácter cambiante de la materia objeto de regulación o
porque una regulación demasiado detallada en el Código Penal sería excesivamente casuística.
El TC ha establecido que para que una ley penal en blanco que remite a una fuente distinta de la ley sea con -
siderada conforme al principio de legalidad, tiene que cumplir:
o el reenvío a la normativa extrapenal tiene que ser expreso.
o tiene que estar justificada en razón del bien jurídico protegido.
o tienen que quedar suficientemente determinados los elementos esenciales de la conducta en la ley
penal, es decir, debe contener el núcleo esencial de la prohibición, el verbo típico y
o con el complemento de la norma a que se remite deben quedar satisfechas las exigencias de certeza.

2.- Prohibición de la analogía contraria al reo: Interpretación extensiva: aquélla por la cual una norma se
aplica a un hecho que, aunque no está claramente comprendido en su tenor literal, sí lo está en su espíritu o
voluntad. El legislador no ha conseguido utilizar el término que comprenda el supuesto, pero está claro que
la voluntad de la ley es incluirlo y la subsunción es posible dentro de alguna de las acepciones que permite la
literalidad del precepto.

La analogía consiste en aplicar una norma a un supuesto que no está recogido ni en la ley ni en el espíritu de
la misma, pero que es semejante a los sí comprendidos en ella.

La analogía desfavorable, in malam partem, contraria al reo, está prohibida por contravenir el principio de le-
galidad. No es lícita la aplicación de figuras delictivas, estados peligrosos o medidas de seguridad por analo-
gía.

La analogía in bona partem o favorable al reo, no es contraria al principio de legalidad. El CP prevé y admite
expresamente las atenuantes por analogía (21.6) aunque en el art. 4 CP prohíbe los eximentes por analogía:
"Las leyes penales no se aplicarán a casos distintos de los comprendidos expresamente en ellas".

Si un juez estima que podría aplicar un eximente por analogía, no podría hacerlo, sino que tendría que pedir
el indulto y la modificación de la ley (art. 4.3 CP).

3.- Irretroactividad de la ley penal desfavorable: Seguridad jurídica: los ciudadanos solo podrán guiar su
comportamiento conforme a las leyes vigentes, y por lo tanto, cognoscibles en el momento de actuar
(art.25.1 CE + Art. 2.1 CP).

La regulación extrapenal cuando sirve para completar una ley penal queda incorporada a la propia ley penal
por lo que se le aplican las reglas de irretroactividad de la ley penal desfavorable y retroactividad de la favo -
rable. Igual para las medidas de seguridad.

En cuanto a los plazos de prescripción, éstos son normas procesales, por lo que una aplicación en un proceso
actual de la norma sobre prescripción vigente no es una aplicación retroactiva.

Sin embargo, el TS y el TX estiman que la prescripción tiene naturaleza penal, por lo que la aplicación de un
plazo de prescripción mayor vigente en el momento del juicio sería una aplicación retroactiva de la ley penal
desfavorable que está prohibida.

Una ley que endureciera el régimen de cumplimiento de una pena debería considerarse irretroactiva.

En el caso de delitos compuestos o continuados, el TS y el TEDH ha establecido que sólo si bastan por sí
mismos los hechos cometidos tras la entrada en vigor de la nueva ley menos favorable para formar el delito
continuado o complejo, es posible aplicarla y en cambio se aplica la ley anterior más favorable si los hechos
cometidos bajo su vigencia son imprescindibles para formar el delito.

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En el caso de delitos permanentes, el mantenimiento de la situación antijurídica, por no haberla eliminado el


sujeto, durante la vigencia de la nueva ley, hace posible la aplicación de esta aún cuando fuera desfavorable
para el reo.

No está comprendido en este principio ni las reglas que regulan la responsabilidad civil, ni la jurisprudencia.

Principio de retroactividad de la ley penal más favorable: previsto expresamente en el art. 2 CP. Se aplica
no sólo cuando la ley cambia después de cometerse el hecho y antes de que se dicte sentencia, sino incluso
aunque al entrar en vigor la nueva ley hubiera recaídos sentencia firme y el sujeto estuviese cumpliendo con-
dena. Si la sentencia ya se ha cumplido, los antecedentes por el delito despenalizado no se tendrán en cuenta
para la apreciación de la agravante de reincidencia.

En caso de duda sobre la determinación de la ley más favorable, será oído el reo, aunque su opinión no es
vinculante para el juez.

Leyes penales intermedias: aquella que no estaba vigente en el momento de comisión de los hechos, lo estu-
vo después, pero dejó de estarlo antes de la celebración del juicio. Dicha ley no guarda conexión con el delito
y no debería aplicarse en ningún caso, si bien en algunos casos el TS ha considerado aplicable la ley interme-
dia si era la más beneficiosa para el reo, argumentando que si la justicia funcionase con mayor celeridad, el
sujeto se habría podido beneficiar de la misma.

Leyes temporales: aquellas que tienen limitada su vigencia a una determinada situación o a la concurrencia
de ciertas circunstancias, por ejemplos, las leyes promulgadas en situaciones de excepción o de alarma. Si
una vez derogadas su pudiera aplicar al sujeto la nueva ley más favorable, la ley intermedia perdería toda su
eficacia. Por ello el art. 2 CP establece que las leyes temporales se aplicarán siempre a los hechos cometidos
bajo su vigencia, no pudiendo aplicarse retroactivamente una ley posterior más favorable salvo que expresa-
mente se disponga lo contrario.

TEMA 3: AUTORIA, PARTICIPACIÓN Y FUNCIÓN PÚBLICA.

FUNCIONARIOS Y AUTORIDADES COMO SUJETOS ACTIVOS DEL DELITO.

Tradicionalmente solo podían ser sujetos activos del delito las personas físicas, pero tras la reforma de la LO
5/2010 de modificación del CP, también las personas jurídicas pueden ser criminalmente responsables en de -
terminados casos, pese a que siempre sea necesaria la realización de la conducta típica por una persona físi -
ca.

La gran mayoría de los delitos que afecta a la función pública son delitos especiales (propios o impropios)
dado que solo pueden ser autores de los mismos los funcionarios públicos o autoridades.

Concepto jurídico penal de funcionario público y de autoridad:

El concepto a efectos penales no coincide con el que utiliza el derecho administrativo. Art. 24 CP:

A los efectos penales se reputará autoridad al que por sí solo o como miembro de alguna corporación, tribu-
nal u órgano colegiado, tenga mando o ejerza jurisdicción propia. en todo caso, tendrán la consideración de
autoridad los miembros del Congreso, del Senado, de las AALL de las CCAA y del Parlamento Europeo. Se
reputará también autoridad a los funcionarios del Ministerio Fiscal.

Se considerará funcionario público todo el que por disposición inmediata de la Ley o por elección o por
nombramiento de autoridad competente participe en el ejercicio de funciones públicas. Podemos hablar de
funciones públicas cuando concurran:
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o que se trate de una actividad realizada por un ente público.


o que se trate de actos sometidos al Derecho público.
o que los actos persigan fines públicos.

La autoridad es un tipo de funcionario público caracterizado por tener mando (potestad de reclamar obedien-
cia) o ejercer jurisdicción propia (potestad de resolver asuntos).

Fundamento de los delitos especiales:

 Delitos especiales como delitos de infracción de deber (concepción mayoritaria): lo esencial es la in-
fracción de un deber de carácter extrapenal queobligaría a comportarse adecuadamente.
 Delitos especiales como delitos de dominio social: sin perjuicio de la existencia de la infracción de
un deber, éste no es el elemento determinante de la mayor parte de los delitos especiales. La autoría
del delito la limita el dominio del autor sobre la vulnerabilidad del bien jurídico.

La persona no cualificada (el extraneus) que interviene en uno de estos delitos tiene que ser castigada con
menor pena que la intraneus.

Codelincuencia: concurrencia de más de una persona en la comisión de un delito:

 Sistema unitario de autoría: tratar a todos igual.


 Sistema restrictivo o diferenciador: el ordenamiento establece diferencias.

El sistema español es restrictivo: art. 27 CP: "Son responsables criminalmente de los delitos los autores y los
cómplices."

Autores: quienes realizan el hecho por sí solos, conjuntamente o por medio de otro del que se sirven como
instrumento. También serán considerados autores:

o los que inducen directamente a otro u otros a ejecutarlo.


o los que cooperan a su ejecución con un acto sin el cual no se habría efectuado.

Inductores y cooperadores necesarios son en realidad partícipes, pero serán castigados con la pena prevista
para los autores.

Cómplices: art. 29 CP. Los que, no hallándose comprendidos en el artículo anterior, cooperan a la ejecución
del hecho con actos anteriores o simultáneos. Es decir, cooperan con actos no esenciales para la realización
del hecho, por lo que no son cooperadores necesarios.

Los cómplices recibirán la pena inferior en grado a la de los autores/inductores/cooperadores necesarios.

Tres categorías de autor:

 Quien realiza el hecho por sí solo: autor directos único/autor inmediato individual.
 Quienes realizan elhecho conjuntamente: coautores.
 Quien realiza el hecho por medio de otro del que se sirve como instrumento (autoría mediata).

Los considerados autores (inductores y cooperadores necesarios) no son autores en sentido estricto, sino par -
tícipes a los que se impone la pena del autor.

Se desprende del art. 28 CP que el elemneto común a las distintas formas de autoría es la realización del he -
cho, siendo la forma en que se realiza lo que diferencia las clases de autoría. Consideramos que el autor en
sentido material es el que tiene el dominio finalista del hecho, dominio que se pondrá de manifiesto en la rea-

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lización del hecho, ya sea por sí mismo o conjuntamente con otros o utilizando a otra persona como instru -
mento.

Este criterio de dominio del hecho solo resulta aplicable a los delitos dolosos de acción y a una parte de los
delitos de omisión (omisión causal y resultado), debiendo acudir a otros razonamientos para explicar la auto -
ría de delitos imprudentes de acción y en el resto de delitos de omisión.

Autoría y delitos dolosos de acción: La mera lesión o puesta en peligro de un bien jurídico (desvalor del re-
sultado) soloto tiene relevancia penal cuando se produce como consecuencia de una conducta antijurídica
(desvalor de la acción), por lo que se habla de injusto personal (es decir, la actuación de la persona -el desva -
lor de la acción- es un elemento básico de lo injusto, que es más que el mero desvalor del resultado).

Será autor en los delitos dolosos de acción y en los delitos de omisión causal y resultado el que tenga el do -
minio finalista del hecho, pues es el que dirige los factores causales con su conducta (desvalor de la acción) a
la producción del resultado (desvalor del resultado). Autor es quien tiene el dominio finalista del hecho.

En los casos de autoría mediata, el instrumento que actúa típicamente tiene el dominio del hecho, lo que no
impide que la persona de atrás se esté aprovechando de él, lo esté instrumentalizando, y posea también domi -
nio del hecho (y superior).

Autor es quien tiene el dominio del hecho:

 Realización inmediata e individual del hecho típico (autoría inmediata individual).


 Realización conjunta con otros (coautoría).
 Realización por medio de otro (autoría mediata).

Autoría y delitos imprudentes: el sujeto no dirige el curso causal a la producción de una lesión del bien jurí -
dico, sino una actuación que no observa el cuidadao debido. El sujeto no domina el curso causal en dirección
a la producción de un resultado, pues confía en que no se producirá (imprudencia consciente) o desconoce la
posibilidad de que se produzca el resultado delictivo (imprudencia inconsciente).

Debemos distinguir entre las conductas que favorecen la producción del resultado a través de la actuación de
un tercero (sea ésta intervención dolosa o imprudente) y las conductas que directamente causan el resultado
sin necesidad de intervernción complementaria. Sólo éstas últimas constituyen autoría en los delitos impru -
dentes.

No es posible la autoría mediata ni la coautoría.

Autoría y delitos dolosos de omisión: Salvo en los delitos dolosos de omisión causal y resultado, en el resto
de los delitos de omisión no se da un dominio de los factores causales hacia la producción del resultado.

En los delitos de omisión pura o propios de omisión, la actuación del sujeto supondría la no producción del
delito, su evitación, que es el fundamento del dominio del hecho como criterio de autoría en los delitos dolo -
sos de acción. Es autor de un delito de omisión para el que no realiza la conducta ordenada.

En los delitos de omisión y resultado (ya estén regulados expresamente ya se trate de comisión por omisión)
el sujeto podría evitar la producción del resultado directamente, lo que le concede un dominio sobre la evita -
ción del resultado. Dado que en estos delitos no se da una dominio de la causalidad, hablamos de dominio
sobre la causa fundamental del resultado para expresar la idea de que el sujeto podía intervenir sobre los cur-
sos causales para evitar el resultado.

CLASES DE AUTORÍA.
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Autoría inmediata individual: el que realiza directamente, físicamente los actos típicos. Tiene dominio del
hecho en su vertiente negativa (capacidad de evitar que se produzca el resultado: dejar de actuar) y positiva
(la configuración concreta del hecho que es precisamente la prueba más clara de su dominio del acontecer
causal).

Autoría mediata: el Código se refiere a los que realizan el hecho por medio de otro del que se sirven como
instrumento. Nos encontramos ante supuestos en que la realización del tipo tiene lugar de modo indirecto,
por lo que surgen problemas respecto al dominio del hecho.

Un sujeto, el hombre o persona de atrás, utiliza a otra persona, el instrumento o persona de delante, para con-
seguir su propósito. La persona de atrás tiene el dominio del hecho.

En los planteamientos mayoritarios sobre la autoría mediata se considera necesario que el instrumento quede
exento de pena, o que se le imponga una pena atenuada para explicar su falta de libertad. No se admite la uti -
lización de un instrumento plenamente responsable, que implicaría la coexistencia de varios dominios del he-
cho independientes entre sí.

Otros autores admiten que puedan coexistir diversos grados de dominio del hecho. Se habla entonces de au-
toría mediata con un instrumento responsable o se acude a la figura del autor detrás del autor.

Es necesario que el instrumento realice la acción en sentido estricto, pues si no se trataría de una autoría in-
mediata, ya que se estaría utilizando a una persona igual que podía haberse utilizado cualquier otro instru-
mento u objeto no humano (una piedra, un martillo, etc.). Según como se utiliza el dominio sobre el instru -
mento:

 Dominio del hecho mediante coacción al instrumento: Arturo, abogado, amenaza con secuestra al
hijo de Isidro, procurador, si este no destruye parte de los autos que ha recibido.
 Dominio del hecho mediante error del instrumento: José, profesor de Derecho mercantil, le pide a su
compañera Alicia, del mismo departamento, que destruya unos exámenes viejos que ya no es neces -
ario conservar, cuando se trata de los exámenes de la última convocatoria que sí deben conservarse.
 Dominio del hecho mediante la inimputabilidad del instrumento: Sonia, funcionaria, le propone un
juego a su hijo Rubén, de 8 años. Tiene que entrar a última hora de la tarde en la oficina, buscar una
cartera negra y llevársela. La cartera contiene caudales públicos de los que se encarga Sonia.
 Dominio del hecho mediante la actuación justificada del instrumento.
 Dominio del hecho en organizaciones o aparatos de poder jerarquizados: ideada por Roxin para po-
der castigar los crímenes nazis en la Segunda Guerra Mundial. En la delincuencia de Estado no sólo
es autor el que realiza materialmente la conducta típica, sino también los superiores jerárquicos hasta
la cúspide de la cadena de mando. Los requisitos, más allá de la propia existencia de una organiza -
ción o aparato de poder jerarquizado son:
o Dominio de la organización: tener capacidad de impartir órdenes a los subordinados y de di-
rigir la parte de la organización que esté sometida a esa persona.
o Fungibilidad del ejecutor: el ejecutor debe ser fácilmente intercambiable. La organización
garantiza la existencia de una persona que cumplirá las órdenes, con independencia de quién
sea en concreto.
o Desvinculación del Derecho de la organización: la organización debe actuar, como un todo,
al margen del Derecho.
Nuestra doctrina rechaza esta forma de autoría mediata.
Autoría mediata y delitos especiales: en los delitos especiales, en los que solo puede ser autor quien posee
determinadas características o cualidades, no puede ser autor mediato quien no las posea. Si alguien no reúne
las cualidades necesarias para cometer un delito y no puede ser autor inmediato, tampoco puede utilizar a un
instrumento para cometer un delito que sólo puede ser cometido por una persona con determinadas cualida -

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des pues no puede tener jamás el dominio de la conducta típica. Igual que quien no es Juez no puede cometer
una prevaricación, dado que no puede dictar a sabiendas una sentencia injusta, tampoco puede utilizar a un
Juez para dictar él una sentencia o resolución injusta.
Coautoría: cuando en la ejecución del delito intervenga más de un autor (art. 28 CP). No confundir con co-
delincuencia (cuando en la comisión del delito intervienen varios sujetos, con independencia de la califica -
ción jurídica que reciba su conducta. Puede haber un autor y varios partícipes, un partícipe y varios autores,
etc. Sin embargo en la coautoría en la comisión del delito intervienen varios autores. Codelincuencia es el
concepto genérico y coautoría más específico).
Elementos: es necesario que varias personas, que se han puesto de acuerdo para realizar el hecho, para come -
ter el delito realicen cada una de ellas algún elemento del tipo. Sólo si cada uno de los coautores realiza ele -
mentos típicos puede hablarse de realización conjunta del hecho. Pueden realizarse a través de un instrumen -
to (coautores mediatos) en los supuestos en que una parte del delito la ejecuta directamente el coautor y la
otra parte la ejecuta otro coautor utilizando a otra persona como instrumento.
El concepto básico en materia de autoría es el de realización del hecho, por lo que si uno de los intervinientes
no realiza actos ejecutivos, no podemos decir que realiza el hecho y, por tanto, no será posible que lo realice
conjuntamente con otros. Para apreciar la coautoría, es necesario:
 Acuerdo de voluntades: es necesario que las personas se hayan puesto de acuerdo para la comisión
del delito. Puede ser expreso o tácito, anterior al delito o simultáneo a la comisión del mismo.
 Realización de actos típicos: el dominio funcional del hecho: se plantea el problema de si podrá ha -
ber coautoría en supuestos en que uno de los coautores no realice actos típicos pero comparta el do -
minio del hecho:
o Actos preparatorios y dominio del hecho: no es posible tener el dominio del hecho con la
realización de actos meramente preparatorios. El dominio del hecho solo puede darse en la
fase ejecutiva. Tiene que haber comenzado la ejecución del hecho para poder hablar de do-
minio del hecho y esto es lo que impide considerar actos ejecutivos a todo lo que no sean ac-
tos típicos cuya realización se da en los concretos elementos elegidos por el legislador para
configurar dicha figura delictiva. Todo lo que no sean actos singularizados por el legislador
para la descripción de lo injusto específico no son realización del hecho típico. Podrán ser
imprescindibles para la comisión del delito, pero no son actos comisivos del delito sino actos
de participación para la comisión del delito.
o Dominio funcional del hecho: actos no típicos, no ejecutivos, por tanto, que tienen lugar
dentro de la fase ejecutiva del delito. La aportación del coautor serán actos no típicos, no
ejecutivos, pero realizados de forma simultánea a los actos ejecutivos. Se habla de un domi -
nio funcional del hecho en el que es necesario que los actos que realiza el sujeto sean esen-
ciales, según el plan delictivo, para la comisión del delito. Si esa contribución es inesencial
no habrá dominio funcional del hecho y la persona no será coautor, sino partícipe.

Coautoría y delitos imprudentes: en estos delitos, la necesidad de un acuerdo de voluntades para la existencia
de la autoría provoca discusión. Para un sector doctrinal, con el que nos alineamos, no se puede admitir la
coautoría en los delitos imprudentes pues no puede darse un acuerdo de voluntades dirigido a la comisión del
delito. En el delito imprudente el resultado no es buscado por el sujeto.

La opinión dominante admite la coautoría en los delitos imprudentes. Si existe un acuerdo de voluntades para
realizar una acción imprudente que no responda al cuidado objetivamente debido, es suficiente para satisfa-
cer el requisito del acuerdo de voluntades.

Actuar en lugar de otro: Art. 31 CP:

“El que actúe como administrador de hecho o de derecho de una persona jurídica, o en nombre o representa -
ción legal o voluntaria de otro, responderá personalmente, aunque no concurran en él las condiciones, cuali -

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dades o relaciones que la correspondiente figura de delito requiera para poder ser sujeto activo del mismo, si
tales circunstancias se dan en la entidad o persona en cuyo nombre o representación obre”.

Podría ocurrir en los delitos especiales que la persona que realiza la conducta típica en nombre o representa -
ción de otro no tuviese las cualidades necesarias para ser autor del mismo, de forma que no se le podría casti -
gar, mientras que la persona en cuyo nombre ha actuado, que si tiene esas cualidades, no ha realizado la con-
ducta típica, de modo que también quedaría impune. Para evitar esta impunidad se introdujo esta figura.

Representación y teoría de la disociación: Según un sector doctrinal, el fundamento de esta cláusula de ex-
tensión de la autoría se encuentra en la representación. La persona que realiza materialmente la conducta lo
hace representando a otra en cuya favor actúa. De ahí se acepta la teoría de la disociación: unos elementos tí -
picos se daban en el representante (la actuación) y otros (las cualidades necesarias para ser el autor) se daban
en el representado.

Dominio social como criterio material: Para otro sector lo importante no es la representación, sino que el su -
jeto que no tiene las cualidades de autoría accede materialmente a la posición del autor y tiene el dominio so -
cial sobre el bien jurídico que tienen los autores de los delitos especiales. El CP no exige ya una representa -
ción.

LA PARTICIPACIÓN.

Nuestro CP distingue entre autores y partícipes. El art. 27 CP establece que: “Son responsables criminalmen -
te de los delitos los autores y los cómplices”. El art. 28 distingue entre los autores y quienes serán considera -
dos autores (inductores y cooperadores necesarios), que no son autores conceptualmente y, si lo son, sólo
pueden ser partícipes.

Participación en el delito:

 Según la forma o la clase de la aportación:


o Participación moral: inducción: es inductor despierta, a través de medios psíquicos, la deci-
sión de cometer el delito en el autor (hcate. denominado autor moral o autor intelectual).
Castigo con la pena de los autores.
o Participación material: cooperación necesaria y complicidad: se pone el acento en la aporta-
ción a la comisión del delito que supone la participación.
 Según el momento en que se realiza la aportación:
o Participación propia: la contribución al delito se realiza antes o durante la ejecución del mis-
mo. Es el caso de la inducción, la cooperación necesaria y la complicidad.
o Participación impropia: se realiza con posterioridad, por lo que, propiamente no es una parti-
cipación. Encubrimiento, hoy en día se regula como delito independiente, no como forma de
participación.
La accesoriedad: la participación consiste en cooperar en la ejecución del delito que lleva a cabo el autor, de
modo que la responsabilidad del partícipe dependerá de la conducta del autor. Esta idea se denomina acceso-
riedad de la participación y tiene dos facetas:
a) Accesoriedad cuantitativa: se refiere al grado de realización del hecho por parte del autor que es ne-
cesario para castigar a los partícipes. Se exige un principio de ejecución de la conducta del autor para
castigar a los partícipes. Si el autor no da comienzo a la ejecución del delito, no se podrá castigar a
los partícipes por mucho que estos hayan realizado por completo su conducta salvo que la misma
constituya de por sí un acto preparatorio punible. No podrá haber participación en el delito hasta que
este exista.
Solo cuando el autor consuma el delito puede castigarse la participación como participación en un
delito consumado, en caso contrario es participación en un delito en grado de tentativa.

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b) Accesoriedad cualitativa: se refiere a las características, a los elementos del delito que debe presentar
la conducta del autor para considerar punibles las conductas de participación. Se trata de saber la me-
dida de la dependencia de la responsabilidad de los partícipes respecto de la del autor. Existen cuatro
teorías:
a. Accesoriedad mínima: la punición del partícipe solo requiere que la conducta del autor sea
típica.
b. Accesoriedad limitada: para poder castigar al partícipe es necesario que la conducta del autor
sea típica y antijurídica.
c. Accesoriedad máxima: cuando la conducta del autor sea típica, antijurídica y culpable.
d. Accesoriedad extrema o hiperaccesoriedad: la conducta del autor es típica, antijurídica, cul-
pable y punible.
En nuestro país es dominante la idea de la accesoriedad limitada.

Elementos de la participación:

Elemento objetivo: la aportación del partícipe debe suponer una condición para la realización de la conducta
típica por parte del autor:

1. Participación psíquica: supuestos en que el partícipe no ha puesto siquiera una condición material
para la realización de la conducta delictiva por el autor. Dado que algunos de estos supuestos son
causales y otros no, sólo son problemáticos los casos en que no hay causalidad. Si no hay contribu -
ción causal no puede decirse que se haya cooperado en la ejecución del delito, dado que la coopera -
ción exige que la conducta sea una condición de la concreta forma de realizar la conducta delictiva.
La doctrina dominante exige que la conducta del sujeto facilite la comisión del delito.
2. Participación por omisión: requisitos:
a. Elemento objetivo: constituido por la omisión. En la cooperación necesaria debe ser causal
del resultado típico, mientras que en la complicidad basta con que sea eficaz.
b. Elemento subjetivo: voluntad dolosa.
c. Elemento normativo: el específico deber de actuar que resulta de la posición de garante.
No existe acuerdo doctrinal sobre la participación por omisión ni sobre los requisitos.
Elemento subjetivo: consiste en el acuerdo de voluntades entre el autor y el partícipe, acuerdo que exige pre-
viamente la existencia de:
 Dolo del partícipe: el sujeto conoce y quiere cooperar en la comisión del delito, siendo suficiente el
dolo eventual (que el sujeto haya previsto la posibilidad de que su conducta contribuya a la comisión
de un delito y cuente con ello).
 El acuerdo de voluntades: puede ser un acuerdo expreso o tácito o por actos concluyentes y anterio-
res o simultáneos a la comisión del hecho.
 La teoría del acuerdo previo: hay que rechazar esta teoría, sostenida en su momento por el TS y que
sigue latiendo en muchas sentencias. Cuando varias personas se ponían previamente de acuerdo para
cometer un delito, todos eran coautores, con independencia de la forma en que cada uno contribuye -
se a la comisión del mismo. (erróneo)

Formas de participación:

 Inductor: quien consigue que otra persona adopte la resolución de voluntad de cometer el delito.
Debe conseguirlo por medios psíquicos sin que sea suficiente con crear una ocasión favorable a la
comisión del delito, de modo que el autor adopte la resolución de cometerlo. El inductor es un mero
partícipe, solo es autor a efectos de pena. La responsabilidad del inductor estará en función de la del
autor (pcpo de accesoriedad de la participación). Si el inducido no da comienzo a la ejecución del
delito, el inductor quedará impune pues no se contempla la figura de la tentativa de inducción. Re -
quisitos de la inducción:
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o Directa: debe ir dirigida a una persona(s) determinada(s), para la comisión de un delito con-
creto. Se excluye la punición de la “inducción en cadena”, de forma que el inductor del in-
ductor es impune.
o Eficaz: debe hacer que el inducido dé comienzo al menos a la ejecución del delito.
El agente provocador: supuestos del sujeto que provoca la comisión de un delito para poder detener a
quien lo comete. Pese a que podría tratarse de un particular, normalmente son miembros de las fuer -
zas y cuerpos de seguridad.
Dado que lleva a que otros decidan cometer un delito, el agente provocador debería ser considerado
inductor, pero la doctrina sostiene que la impunidad del agente provocador deriva de que no quiere
que el delito se cometa, o consume, razón por la que falta el dolo de la participación. El TS no casti-
ga al agente provocador.
 Cooperadores necesarios y cómplices: supuestos en que se coopera en la ejecución del delito. En la
cooperación necesaria la contribución debe consistir en un acto sin el cual no se habría efectuado el
delito, mientras que en la complicidad se exige que no se trate de un acto de esas características.
Según la teoría del caso concreto, el cooperador necesario con su conducta pone una condición sin la
que el delito no se hubiese realizado o se habría realizado de modo diferente.
Según la teoría abstracta, hay que prescindir del caso concreto y averiguar si la forma de cooperación
es, en general, necesaria para la comisión del delito o no. Si lo fuese estaríamos ante cooperación ne-
cesaria, siendo complicidad en el supuesto contrario.
Según la teoría de los bienes escasos, una conducta será cooperación necesaria si era difícil de conse-
guir (bien escaso) mientras que si el autor podía conseguir fácilmente la misma (bien abundante) es -
taríamos ante complicidad.
Según la teoría relativa de los bienes escasos, si la contribución que prestó el sujeto podría haberla
prestado otro de los codelincuentes estaríamos ante complicidad, en otro caso, cooperación neces-
aria.
Carácter obsoleto de la figura del cooperador necesario que desapareció de los códigos europeos a fi-
nales del S. XIX.
Para distinguir ambas figuras, partiremos de una perspectiva ex ante y veremos si, según el plan de
los autores, la colaboración era una tarea tan importante que sin la misma no se hubiese realizado el
hecho (cooperación necesaria) o si no condicionaba de tal forma la comisión del delito, es decir, si
hubiera podido cometerse igual (complicidad)

Comunicabilidad de las circunstancias y la participación en los delitos especiales:


En la comisión de un delito pueden concurrir circunstancias agravantes y atenuantes, planteando el problema
de si es posible extender las que concurran en uno de los codelincuentes a los demás. Esto se denomina “co-
municabilidad delas circunstancias”. Según el art. 65 CP:

1. Las circunstancias agravantes o atenuantes que consistan en cualquier causa de naturaleza personal
agravarán o atenuarán la responsabilidad sólo de aquéllos en quienes concurran.

2. Las que consistan en la ejecución material del hecho o en los medios empleados para realizarla, servirán
únicamente para agravar o atenuar la responsabilidad de los que hayan tenido conocimiento de ellas en el
momento de la acción o de su cooperación para el delito.

3. Cuando en el inductor o en el cooperador necesario no concurran las condiciones, cualidades o relacio-


nes personales que fundamentan la culpabilidad del autor, los jueces o tribunales podrán imponer la pena
inferior en grado a la señalada por la ley para la infracción de que se trate.

Comunicabilidad de las circunstancias y tipos agravados: el art. 65 CP se aplica a las circunstancias modifi-
cativas de la responsabilidad criminal denominadas circunstancias genéricas.

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Pero si aplicásemos el art. 65 CP a las circunstancias atenuantes y agravantes, sería posible que autores y
partícipes respondiesen por delitos con un título jurídico distinto, individualizando las responsabilidades se-
gún la concreta situación de cada uno.
Si decidimos que dicho artículo no es aplicable, el principio de unidad del título de imputación y la acceso -
riedad de la participación harán que todos los partícipes respondiesen del delito cometido por el autor, es de -
cir, no se individualizarían responsabilidades y el autor decidiría el delito por el que responderían también
los partícipes.
Debemos aplicar el art. 65 CP, pues no solo individualizar responsabilidades es más justo, sino que además
se adecúa a nuestro CP.
Así, el art. 67 CP que regula el principio de inherencia, dispone:
Las reglas del artículo anterior no se aplicarán a las circunstancias agravantes o atenuantes que la Ley
haya tenido en cuenta al describir o sancionar una infracción, ni a las que sean de tal manera inherentes al
delito que sin la concurrencia de ellas no podría cometerse.

Señala que las reglas de determinación de la pena en función de la concurrencia de circunstancias modificati -
vas de la responsabilidad criminal (art. 66 CP) no se aplican a las circunstancias agravantes o atenuantes, de
forma que, a contrario sensu, lo dispuesto en otros artículos como el 65, sí se aplica a las mismas.

Comunicabilidad de las circunstancias y delitos especiales: También plantea problemas el art. 65 CP respecto
de los delitos especiales, propios e impropios. Los delitos especiales impropios son tipos agravados del delito
común paralelo, por lo que debe aplicarse el art. 65 e individualizarse las responsabilidades: el intraneus res-
ponderá por el delito especial impropio y el extraneus por el delito común paralelo.

En los delitos especiales propios, al no existir figura común paralela, la individualización de la responsabili-
dad llevaría a la impunidad del partícipe. El TS castiga al partícipe como partícipe en un delito especial pro-
pio, lo resulta contradictorio con su proceder en los delitos especiales impropios.

Nuestra doctrina señala que la contradicción es aparente, pues en los delitos especiales las características del
autor que exige el tipo no son una mera circunstancia de atenuación o agravación de la pena, sino elementos
que fundamentan lo injusto y están fuera del ámbito de aplicación del art. 65 CP (por ello se añadió el punto
3 al artículo). Así, la atenuación es meramente facultativa.

LA CODELINCUENCIA EN DELITOS COMETIDOS A TRAVÉS DE MEDIOS DE COMUNICA-


CIÓN SOCIAL.

Según el art. 30 CP:

1. En los delitos que se cometan utilizando medios o soportes de difusión mecánicos no responderán crimi -
nalmente ni los cómplices ni quienes los hubieren favorecido personal o realmente.

2. Los autores a los que se refiere el artículo 28 responderán de forma escalonada, excluyente y subsidiaria
de acuerdo con el siguiente orden:

1.º Los que realmente hayan redactado el texto o producido el signo de que se trate, y quienes les ha -
yan inducido a realizarlo.

2.º Los directores de la publicación o programa en que se difunda.

3.º Los directores de la empresa editora, emisora o difusora.

4.º Los directores de la empresa grabadora, reproductora o impresora.

Fundamento: estamos ante una regulación específica que combina dos principios:
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o Principio de limitación: trata de reducir el círculo de personas responsables, pues la vigencia de las
reglas generales sobre autoría y participación ampliaría en exceso el número de responsables en de-
trimento del derecho fundamental a la libertad de expresión e información.
o Principio de efectividad: se busca que siempre haya un responsable, estableciéndose un sistema de
responsabilidad en cascada.

Notas que singularizan esta materia:

A. La responsabilidad queda limitada a los autores en sentido estricto (autor inmediato individual, coau-
tores y autores mediatos) y los que serán considerados autores (inductores y cooperadores neces-
arios) para poder responder penalmente.
B. Responsabilidad en cascada. Sólo se puede perseguir a unas personas en defecto de otras. Si se pue-
de perseguir a quien ha redactado el texto, no se podrá perseguir a los directores de la publicación.
Poder perseguir a una persona implica que no podrá perseguirse a las que se encuentren en los núme-
ros anteriores.
La responsabilidad en cascada no implica responsabilidad objetiva y, por tanto, una vulneración del
principio de culpabilidad, pues cualquiera de las personas a que hace referencia el artículo podrá in -
vocar, para quedar exento de responsabilidad, una causa de exclusión de la culpabilidad (inimputabi-
lidad, error de prohibición o causas de exculpación como el estado de necesidad o el miedo insupera-
ble).
C. Es aplicable no sólo a los delitos que se cometen a través de los medios de comunicación social, sino
también a los que se realicen a través de medios de difusión mecánicos (CD, DVD).

AAPP Y RESPONSABILIDAD PENAL DE LAS PERSONAS JURÍDICAS.

Art. 31 bis CP:

1. En los supuestos previstos en este Código, las personas jurídicas serán penalmente responsables:

a) De los delitos cometidos en nombre o por cuenta de las mismas, y en su beneficio directo o indirec -
to, por sus representantes legales o por aquellos que actuando individualmente o como integrantes de
un órgano de la persona jurídica, están autorizados para tomar decisiones en nombre de la persona
jurídica u ostentan facultades de organización y control dentro de la misma.

b) De los delitos cometidos, en el ejercicio de actividades sociales y por cuenta y en beneficio directo
o indirecto de las mismas, por quienes, estando sometidos a la autoridad de las personas físicas men-
cionadas en el párrafo anterior, han podido realizar los hechos por haberse incumplido gravemente
por aquéllos los deberes de supervisión, vigilancia y control de su actividad atendidas las concretas
circunstancias del caso.

En cuanto a las penas, art. 33.7 CP:

Las penas aplicables a las personas jurídicas, que tienen todas la consideración de graves, son las siguien -
tes:

a) Multa por cuotas o proporcional.

b) Disolución de la persona jurídica. La disolución producirá la pérdida definitiva de su personalidad


jurídica, así como la de su capacidad de actuar de cualquier modo en el tráfico jurídico, o llevar a
cabo cualquier clase de actividad, aunque sea lícita.

c) Suspensión de sus actividades por un plazo que no podrá exceder de cinco años.

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d) Clausura de sus locales y establecimientos por un plazo que no podrá exceder de cinco años.

e) Prohibición de realizar en el futuro las actividades en cuyo ejercicio se haya cometido, favorecido
o encubierto el delito. Esta prohibición podrá ser temporal o definitiva. Si fuere temporal, el plazo no
podrá exceder de quince años.

f) Inhabilitación para obtener subvenciones y ayudas públicas, para contratar con el sector público y
para gozar de beneficios e incentivos fiscales o de la Seguridad Social, por un plazo que no podrá ex -
ceder de quince años.

g) Intervención judicial para salvaguardar los derechos de los trabajadores o de los acreedores por
el tiempo que se estime necesario, que no podrá exceder de cinco años.

La intervención podrá afectar a la totalidad de la organización o limitarse a alguna de sus instalaciones,


secciones o unidades de negocio. El Juez o Tribunal, en la sentencia o, posteriormente, mediante auto, de -
terminará exactamente el contenido de la intervención y determinará quién se hará cargo de la intervención
y en qué plazos deberá realizar informes de seguimiento para el órgano judicial. La intervención se podrá
modificar o suspender en todo momento previo informe del interventor y del Ministerio Fiscal. El interven -
tor tendrá derecho a acceder a todas las instalaciones y locales de la empresa o persona jurídica y a recibir
cuanta información estime necesaria para el ejercicio de sus funciones. Reglamentariamente se determina-
rán los aspectos relacionados con el ejercicio de la función de interventor, como la retribución o la cualifi-
cación necesaria.

La clausura temporal de los locales o establecimientos, la suspensión de las actividades sociales y la inter -
vención judicial podrán ser acordadas también por el Juez Instructor como medida cautelar durante la ins-
trucción de la causa.

Personas jurídicas responsables: no toda persona jurídica es penalmente responsable en el CP. Hay dos
grandes grupos de personas jurídicas exentas:

o Entidades de Derecho público y asimilados: Estado, AAPP territoriales e institucionales, organismos


reguladores, organizaciones internacionales de derecho público.
o Entidades estatales mercantiles y ejercientes privados de funciones públicas (agencias y entidades
públicas empresariales, organizaciones que ejerzan potestades públicas de soberanía o administrati-
vas).

Imputación de responsabilidad a la persona jurídica.

Delitos en los que se reconoce la responsabilidad penal de las personas jurídicas: el legislador ha establecido
la responsabilidad penal de las personas jurídicas para un catálogo reducido de delitos (numerus clausus).

Delito cometido por cuenta y en beneficio de la persona jurídica: se cometerá por cuenta de la empresa cuan -
do se realice en el marco de las funciones que en el seno de la misma tiene encomendadas la persona física
que realice la conducta delictiva. Implica que la persona se desvíe del correcto ejercicio de las funciones que
tenga atribuidas. El beneficio puede ser directo (beneficio empresarial) o indirecto (ahorro de costes).

Vías de imputación: dos supuestos para imputar responsabilidad penal a la persona jurídica:

 Comisión por personas con poder de dirección o representación: el poder de decisión (administración
o dirección) dentro de la persona jurídica o el desempeño de tareas de organización y control de la
misma es lo determinante. Se planteaba si debía exigirse además un defecto de organización de la
persona jurídica que posibilitase la comisión del delito. Aunque no se exige expresamente, la exis-
tencia de medidas de vigilancia y control idóneas para prevenir delitos de la misma naturaleza o que
reduzcan el riesgo de su comisión excluyen la responsabilidad penal de las personas jurídicas.

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 Comisión por parte de empleados: persona sometida a la autoridad de los anteriores, que ha podido
realizar los hechos porque aquéllos han incumplido los deberes de supervisión, vigilancia y control
de su actividad. Es necesario un defecto de organización. Se excluye la responsabilidad si existe un
modelo de organización y gestión adecuado para prevenir delitos de la naturaleza del cometido. Se
admite responsabilidad en supuestos en que el incumplimiento de los deberes de vigilancia y control
no tengan carácter grave.

Defecto de organización: exclusión de la responsabilidad en caso de existencia de determinados modelos de


organización y gestión. Art. 31bis CP:

2. Si el delito fuere cometido por las personas indicadas en la letra a) del apartado anterior, la persona jurí-
dica quedará exenta de responsabilidad si se cumplen las siguientes condiciones:

1.ª el órgano de administración ha adoptado y ejecutado con eficacia, antes de la comisión del delito,
modelos de organización y gestión que incluyen las medidas de vigilancia y control idóneas para pre-
venir delitos de la misma naturaleza o para reducir de forma significativa el riesgo de su comisión;

2.ª la supervisión del funcionamiento y del cumplimiento del modelo de prevención implantado ha
sido confiada a un órgano de la persona jurídica con poderes autónomos de iniciativa y de control o
que tenga encomendada legalmente la función de supervisar la eficacia de los controles internos de la
persona jurídica;

3.ª los autores individuales han cometido el delito eludiendo fraudulentamente los modelos de organi-
zación y de prevención y

4.ª no se ha producido una omisión o un ejercicio insuficiente de sus funciones de supervisión, vigi -
lancia y control por parte del órgano al que se refiere la condición 2.ª

En los casos en los que las anteriores circunstancias solamente puedan ser objeto de acreditación
parcial, esta circunstancia será valorada a los efectos de atenuación de la pena.

4. Si el delito fuera cometido por las personas indicadas en la letra b) del apartado 1, la persona jurídica
quedará exenta de responsabilidad si, antes de la comisión del delito, ha adoptado y ejecutado eficazmente
un modelo de organización y gestión que resulte adecuado para prevenir delitos de la naturaleza del que fue
cometido o para reducir de forma significativa el riesgo de su comisión.

En este caso resultará igualmente aplicable la atenuación prevista en el párrafo segundo del apartado 2 de
este artículo.

No cualquier modelo es suficiente. El CP señala las características que debe reunir (31 bis .5) y distingue en-
tre los delitos cometidos por las personas con poder de representación y dirección y los delitos cometidos por
empleados.

Estos modelos de organización y gestión que deben haberse adoptado y ejecutado antes de la comisión del
delito, deben incluir medidas adecuadas para la prevención de delitos de la naturaleza del que se ha cometido
o reducir el riesgo de comisión.

Dadas las diferencias entre la comisión de los hechos por las personas con poder de dirección y representa-
ción y los empleado, el CP establece condiciones adicionales para excluir la responsabilidad cuando se trate
de un delito cometido por los primeros. Es necesario que:

 La supervisión del funcionamiento y del cumplimiento del modelo de prevención se haya confiado a
un órgano de la persona jurídica con poderes autónomos de iniciativa y de control o que tenga enco-
mendada legalmente la función de supervisar la eficacia de los controles internos de la persona jurí-

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dica. Puede obviarse esta exigencia en personas jurídicas de pequeñas dimensiones en las que el ór-
gano de administración puede asumir estas funciones de supervisión.

 Los autores individuales deben cometer el delito eludiendo fraudulentamente los modelos de organi -
zación y prevención.

 No debe haberse producido una omisión o ejercicio insuficiente de las funciones de supervisión, vi -
gilancia y control por parte del órgano que tiene encomendadas las mismas.

Independencia de la responsabilidad de la persona jurídica de la responsabilidad de la persona física: Art. 31


ter CP:

1. La responsabilidad penal de las personas jurídicas será exigible siempre que se constate la comisión de
un delito que haya tenido que cometerse por quien ostente los cargos o funciones aludidas en el artículo an-
terior, aun cuando la concreta persona física responsable no haya sido individualizada o no haya sido posi-
ble dirigir el procedimiento contra ella. Cuando como consecuencia de los mismos hechos se impusiere a
ambas la pena de multa, los jueces o tribunales modularán las respectivas cuantías, de modo que la suma
resultante no sea desproporcionada en relación con la gravedad de aquéllos.

2. La concurrencia, en las personas que materialmente hayan realizado los hechos o en las que los hubiesen
hecho posibles por no haber ejercido el debido control, de circunstancias que afecten a la culpabilidad del
acusado o agraven su responsabilidad, o el hecho de que dichas personas hayan fallecido o se hubieren sus-
traído a la acción de la justicia, no excluirá ni modificará la responsabilidad penal de las personas jurídi-
cas, sin perjuicio de lo que se dispone en el artículo siguiente.

La persona jurídica responde aunque la persona física no haya sido individualizada, no se haya podido dirigir
el procedimiento contra ella, esté exenta de responsabilidad criminal por falta de culpabilidad, haya fallecido
o se haya sustraído a la acción de la justicia. Las posibles circunstancias que concurran en la conducta de la
persona física no afectan a la responsabilidad penal de la persona jurídica, pues el régimen de circunstancias
modificativas de la responsabilidad criminal de las personas jurídicas no coincide con el común, aplicable a
las personas físicas.

Si bien el delito es cometido por una persona física, no se exige la condena de esta, ni siquiera es necesario
que se conozca. Puede darse responsabilidad de la persona jurídica o responsabilidad de la persona jurídica y
de la persona física.

PENALIDAD.

La pena principal es la de multa, ya sea según el sistema de cuotas o de multa proporcional, que puede ir
acompañada de otras.

La disolución de la persona jurídica es la pena más grave que puede imponerse; suspensión de actividades
por un plazo no superior a 5 años, prohibición de realizar en el futuro las actividades en cuyo ejercicio se hay
cometido, favorecido o facilitado el delito (puede tener carácter temporal con un máximo de 15 años o defi-
nitivo); inhabilitación para obtener subvenciones y ayudas públicas, contratar con el SP y gozar de beneficios
e incentivos fiscales o de la SS (carácter temporal, no superior a 15 años); intervención judicial, total o par -
cial, para salvaguardar los derechos de los trabajadores o acreedores (pena temporal, no superior a 5 años).

Dentro de los delitos contra las AAPP está prevista la responsabilidad de las personas jurídicas en los delitos
de cohecho y tráfico de influencias. Supuestos en los que autoridades o funcionarios sean autores: trata de se-
res humanos, delitos relativos a la prostitución y corrupción de menores, descubrimiento y revelación de se-
cretos, delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, etc.

TEMA 4: RELACIONES CONCURSALES, PENALIDAD Y FUNCIÓN PÚBLICA. RESPONSABI-


LIDAD CIVIL EX DELICTO Y FUNCIÓN PÚBLICA.

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RELACIONES CONCURSALES.

SUPUESTOS DE UNIDAD DELICTIVA.

Unidad típica en sentido estricto: a veces la figura delictiva aúna como acción típica la realización de va-
rios movimientos corporales realizados en el marco de una unidad natural de acción (movimientos dirigidos
a la consecución de un mismo fin, a lo que algunos autores añaden que los actos sean realizados sin solución
de continuidad –sin interrupción) o a veces aúna como una sola realización típica varias acciones en sentido
natural.

Son delitos compuestos aquellos en los que la figura delictiva permite integrar en una sola realización típica
la repetición de actos homogéneos o la realización de actos heterogéneos. Si los actos heterogéneos que com-
ponen la unidad típica pudieran resultar susceptibles de integrar un tipo diferente por separado el nuevo tipo
recibe el nombre de delito complejo.

Ej: secuestro con exigencia de condición para poner al secuestrado en libertad. Es un tipo complejo que inte-
gra dos delitos independientes: detención ilegal y amenaza condicional.

Unidad típica en sentido amplio: cuando la realización de varios actos, cada uno de los cuales es una uni-
dad típica, se dan determinadas condiciones que permiten entender por vía interpretativa, que sólo se ha rea -
lizado un único delito. Requisitos:

o La contextualidad o estrecha conexión espacial o temporal entre las diversas acciones típicas.

o La elevación cuantitativa de la lesión al bien jurídico, o intensificación del injusto típico, por lo que
en caso de bienes jurídicos eminentemente personales se exige también unidad de sujeto pasivo.

o Existencia de una culpabilidad unitaria o idéntica situación de motivación o unidad de fin desde la
perspectiva subjetiva.

Ej: dos agentes llevan a un detenido a una celda y en represalia por los hechos acaecidos durante su deten-
ción, le golpean, le insultan y le amenazan. Son condenados por un único delito de torturas que engloba a to -
dos los demás diferentes tipos.

Delito continuado y delito masa: Se trata en ambos casos de una unidad delictiva creada a partir de varias
unidades típicas de acción. Varias conductas, cada una de las cuales representa una realización de un tipo o
de tipos semejantes, son unidas por el legislador que pasa a considerarlas todas juntas como un delito conti -
nuado o un delito masa.

La finalidad inicial de la figura del delito continuado era evitar la aplicación de la pena de muerte prevista
para el tercer hurto (S. XVI y S. XVII) argumentando que por existir una unidad de plan o de designio crimi-
nal en realidad no había habido tres hurtos sino un delito de hurto continuado.

Regulado en art. 74 CP y su aplicación no siempre favorece al reo:

1. No obstante lo dispuesto en el artículo anterior, el que, en ejecución de un plan preconcebido o aprove -


chando idéntica ocasión, realice una pluralidad de acciones u omisiones que ofendan a uno o varios sujetos
e infrinjan el mismo precepto penal o preceptos de igual o semejante naturaleza, será castigado como autor
de un delito o falta continuados con la pena señalada para la infracción más grave, que se impondrá en su
mitad superior, pudiendo llegar hasta la mitad inferior de la pena superior en grado.

2. Si se tratare de infracciones contra el patrimonio, se impondrá la pena teniendo en cuenta el perjuicio to -


tal causado. En estas infracciones el Juez o Tribunal impondrá, motivadamente, la pena superior en uno o
dos grados, en la extensión que estime conveniente, si el hecho revistiere notoria gravedad y hubiere perju -
dicado a una generalidad de personas.
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3. Quedan exceptuadas de lo establecido en los apartados anteriores las ofensas a bienes eminentemente
personales, salvo las constitutivas de infracciones contra el honor y la libertad e indemnidad sexuales que
afecten al mismo sujeto pasivo. En estos casos, se atenderá a la naturaleza del hecho y del precepto infringi -
do para aplicar o no la continuidad delictiva.

Requisitos para el delito continuado y el delito en masa:

 Realización de una pluralidad de acciones u omisiones: no se exige conexión espacial o temporal es-
trecha entre ellas, lo que lo diferencia de los supuestos anteriormente vistos de unidad típica en senti-
do amplio.

 Infracción del mismo precepto penal o preceptos de igual o semejante naturaleza. Incluso tipos dife-
rentes que protegen el mismo bien jurídico, como el hurto y el robo con fuerza en las cosas.

 Ejecución de un plan preconcebido o aprovechamiento de idéntica ocasión: dos modalidades: una


con un fin único y la otra referida a que cada vez que surge idéntica oportunidad, el sujeto vuelve a
realizar el mismo o similar tipo penal.

 Peculiaridades en relación con el sujeto pasivo: es irrelevante que los tipos realizados afecten a uno o
varios sujetos pasivos, excepto en delitos contra el honor, la libertad e indemnidad sexual, en los que
se exige unidad de sujeto pasivo.

 En los casos de infracciones contra el patrimonio en que se hubiere perjudicado a una generalidad de
personas nos encontramos con la variante del delito masa. Surgió para dar respuesta a casos de esta-
fas masivas

 Exclusión de los bienes jurídicos eminentemente personales (vida, integridad física y la salud, liber-
tad ambulatoria, etc.), salvo el honor y la libertad e indemnidad sexuales.

 No es necesario que la aplicación del delito continuado beneficie al reo, sino que la regulación actual
prevé que su aplicación le perjudique. Puede suceder que lo que debiera enjuiciarse como un concur-
so real de delitos leves se convierta, al apreciarse delito continuado, en un delito menos grave contra
la propiedad, si al sumar las cuantías pasamos del delito leve al menos grave.

SUPUESTOS DE PLURALIDAD DELICTIVA.

Concurso real de delitos: El sujeto ha realizado una pluralidad de acciones u omisiones, cada una de las cua -
les realiza un delito. Cada acción natural o segmento relevante de la misma, de las varias realizadas, es com -
prendido por un solo tipo penal. Se exige que los hechos se enjuicien en el mismo proceso o que por su cone-
xión o el momento de su comisión, pudieran haberse enjuiciado en un solo proceso y que sobre ninguno de
ellos haya recaído ya sentencia condenatoria.

Concurso ideal de delitos: una sola acción u omisión constituye dos o más delitos. La acción natural o el seg -
mento de la misma recortado por el tipo es subsumible simultáneamente en dos o más tipos diferentes.

En el concurso real de delitos es necesario aplicar todos los tipos penales en juego, pues elegir solo uno de
ellos supondría no tener en cuenta todo el desvalor del hecho.

Concurso medial: cuando el sujeto comete varias infracciones y “una de ellas sea medio necesario para co-
meter la otra”. Un segmento de la unidad natural de acción ha sido recortado por un tipo penal como la ac-
ción típica y es a su vez el medio para realizar otro tipo penal que recoge otro segmento distinto. Ambos deli-
tos mantienen una relación de medio a fin.

Resulta esencial determinar cuándo uno de los delitos es medio necesario para cometer otro. Además el deli -
to tiene que ser objetivamente indispensable para cometer el segundo en la ocasión concreta. TS: “no siendo
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suficiente que las diversas acciones aparezcan concatenadas por un propósito delictivo penal, sino que resulta
inexcusable que aparezcan ligadas por elementos lógicos, temporales y espaciales.

CONCURSO DE LEYES PENALES.

También llamado “concurso aparente” y “concurso de normas” se da cuando una acción u omisión es subsu-
mible en varias figuras delictivas, igual que en el concurso ideal de delitos, pero basta con aplicar uno solo
de los preceptos porque el mismo ya comprende todo el desvalor del hecho y si castigáramos aplicando to -
dos los tipos penales en los que la conducta es subsumible incurriríamos en bis in ídem.

Art. 8 CP:

Los hechos susceptibles de ser calificados con arreglo a dos o más preceptos de este Código, y no compren -
didos en los artículos 73 a 77, se castigarán observando las siguientes reglas:

1.ª El precepto especial se aplicará con preferencia al general.

2.ª El precepto subsidiario se aplicará sólo en defecto del principal, ya se declare expresamente dicha
subsidiariedad, ya sea ésta tácitamente deducible.

3.ª El precepto penal más amplio o complejo absorberá a los que castiguen las infracciones consumi -
das en aquél.

4.ª En defecto de los criterios anteriores, el precepto penal más grave excluirá los que castiguen el
hecho con pena menor.

Criterios de solución:

 Especialidad: el precepto especial se aplicará con preferencia al general. Se aplica cuando un precep-
to contiene todos los elementos de otro y alguno más. Normalmente es la relación entre los tipos pri-
vilegiados o agravados y el tipo básico, del que contienen todos sus elementos más el motivo de la
atenuación o agravación. El tipo especial es un subconjunto del general.

 Subsidiariedad: el precepto subsidiario se aplicará solo en defecto del principal, ya se declare expre-
samente dicha subsidiariedad ya sea tácitamente deducible.

 Consunción: esta regla es de especial aplicación a los delitos complejos. El delito más amplio com-
prende ya los juicios desvalorativos de otros tipos más simples contenidos en él.

 Alternatividad: tiene su fundamento en que el legislador ha contemplado el delito desde diferentes


puntos de vista o no ha sabido captar en una sola fórmula todas las formas de ataque al bien jurídico
que quería castigar, creando diversos preceptos diferentes con un núcleo común y elementos distin-
tos.

PENAS Y MEDIDAS DE SEGURIDAD Y REINSERCIÓN SOCIAL EN EL CP.

Las consecuencias penales como las penas y las medidas de seguridad y reinserción social no afectan a las
AAPP, pues fueron excluidas como personas jurídicas susceptibles de ser penalmente responsables en la re -
forma de 2010, sino solo a las personas físicas que desempeñan su función dentro de las mismas, como son
funcionarios, autoridades o empleados públicos.

Principios rectores del sistema de penas en la CE: la CE delega la definición de las distintas infracciones pe -
nales en el legislador ordinario, estableciendo los principios y los límites que éste debe observar.

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Además del pcpo de legalidad, el art. 15 CE consagra el derecho de todos a la vida, a la integridad física y
moral sin que en ningún caso puedan ser sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes, ni
a la pena de muerte salvo lo que puedan establecer las leyes penales militares para tiempo de guerra. Por otro
lado, el art. 25.2 CE establece:

Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y rein -
serción social y no podrán consistir en trabajos forzados. El condenado a pena de prisión que estuviere
cumpliendo la misma gozará de los derechos fundamentales de este Capítulo, a excepción de los que se vean
expresamente limitados por el contenido del fallo condenatorio, el sentido de la pena y la ley penitenciaria.
En todo caso, tendrá derecho a un trabajo remunerado y a los beneficios correspondientes de la Seguridad
Social, así como al acceso a la cultura y al desarrollo integral de su personalidad.

Por pena inhumana se entiende aquella que provoca graves padecimientos físicos o psíq uicos por lo que me-
rece socialmente el calificativo de cruel, por insufrible o excesiva.

Pena degradante es la que causa envilecimiento o grave humillación en el penado, pues supone un tratamien-
to del mismo que le rebaja de su humana condición.

Se deslegitiman, según algunos, las penas privativas de libertad de larga duración o de duración perpetua. Se
alega que la privación de libertad no debería superar los 15 años pues se destruye la personalidad del reo in-
capacitándolo para una futura vida en sociedad. Existen otros sectores sociales que ven en las penas de larga
duración o de duración indeterminada una respuesta a delitos considerados muy graves al tiempo que consi-
deran que la rehabilitación del penado no es la única finalidad delas penas privativas de libertad.

Se prohíben los trabajos forzados. Sin embargo se establece el trabajo obligatorio para el sujeto que esté
cumpliendo la pena de prisión. Sólo se podrán privar o limitar los DDFF expresamente señalados por el fallo
condenatorio, el sentido de la pena y la ley penitenciaria.

Sistema de penas en el CP: las distintas clases de penas se recogen en el Título III del Libro I del CP que se
aprobó en 1995.

Las reformas posteriores han optado por un endurecimiento general de las penas y de las condiciones de su
cumplimiento en consonancia con planteamientos retributivos y preventivos generales. En la reforma de LO
1/2015 se introduce la prisión permanente revisable: “para aquellos delitos de extrema gravedad en los que
los ciudadanos demandaban una pena proporcional al hecho cometido”.

En el ámbito de los delitos contra la AP es de destacar la reforma LO 5/2010, que amplía la tipificación del
delito de cohecho y endurece las penas con las que se castiga. La LO 1/2015 crea nuevos tipos penales e in-
troduce, en el ámbito de los delitos contra el patrimonio y el orden socioeconómico, una nueva sección refe -
rida a los “Delitos de corrupción en los negocios” y se crea un nuevo Título XIII bis “De los delitos de finan-
ciación ilegal de los partidos políticos”.

Clases de penas:

i. Por razón del bien jurídico o derecho afectados por la pena:

a. Pena de muerte: privación de la vida por lo que afecta al bien jurídico primario de todo ser
humano. La CE la prohíbe para tiempos de paz, pero el CP militar la mantuvo para tiempos
de guerra y en diversos supuestos, aunque nunca como pena única. En la reforma LO
11/1995 quedó abolida también del CP militar, desapareciendo de nuestro sistema legal.
Para aplicarla habría que reformar por LO las leyes penales militares para tiempos de guerra.

b. Penas privativas de libertad: afectan de forma directa a la libertad ambulatoria del penado
que será obligado a permanecer en un lugar durante un periodo de tiempo determinado o in -
determinado (prisión permanente revisable) o en cualquier otro espacio cerrado en el que
pueda residir una persona y que será establecido por la autoridad judicial competente (pena
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de localización permanente). Son penas privativas de libertad: la prisión permanente revisa-


ble, la prisión, la localización permanente y la responsabilidad personal subsidiaria por im-
pago de multa. No serán penas la detención y prisión preventiva, pues se trata de medidas
cautelares que se acuerdan para investigar el delito, garantizar el desarrollo del proceso y
asegurar la presencia del sujeto a quien se atribuye la responsabilidad penal.

c. Penas privativas de otros derechos: afectan a cualquier derecho del ciudadano que no sea el
de la vida, la libertad ambulatoria o el patrimonio, que se ve afectado por la pena de multa.
El art. 39 CP establece estas penas; un contenido muy heterogéneo en consonancia con su
naturaleza residual. No se reputarán penas las correcciones que, en uso de atribuciones gu-
bernativas o disciplinarias, se impongan a los subordinados o administrados, y las privacio-
nes de derechos y las sanciones reparadoras que establezcan las leyes civiles o administrati -
vas.

d. Multa penal: afecta al patrimonio del penado y tiene una naturaleza pecuniaria pues consiste
en el pago de una determinada cantidad de dinero. Existen dos clases:

i. La que se establece conforme al sistema de días multa, que es la que se impone con
carácter general salvo que la ley disponga otra cosa.

ii. La multa proporcional, que se impone en los casos que el CP indica expresamente y
en proporción al daño causado, el valor del objeto del delito o el beneficio reportado
por el mismo.

No serán penas las fianzas y los embargos, sino medidas cautelares. Tampoco serán pena las
multas que en uso de sus atribuciones gubernativas o disciplinarias se impongan a los subor-
dinados o administrados y las sanciones reparadoras (de naturaleza pecuniaria) que establez -
can las leyes civiles o administrativas.

ii. Por razón de su gravedad:

a. Penas graves: art. 33.2 CP:

i. Prisión permanente revisable.

ii. Prisión superior a 5 años.

iii. Inhabilitación absoluta.

iv. Inhabilitaciones especiales por tiempo superior a 5 años.

v. Suspensión de empleo o cargo público por tiempo superior a 5 años.

vi. Privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo supe-
rior a 8 años.

vii. Privación del derecho a la tenencia y porte de armas por tiempo superior a 8 años.

viii. Privación del derecho a residir en determinados lugares o acudir a ellos por tiempo
superior a 5 años.

ix. Prohibición de aproximarse a la víctima o a aquellos de sus familiares u otras perso-


nas que determine el juez o tribunal por tiempo superior a 5 años.

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x. Prohibición de comunicarse con la víctima o con aquellos de sus familiares u otras


personas que determine el juez o tribunal por tiempo superior a 5 años.

xi. Privación de la patria potestad.

b. Penas menos graves: art. 33.3 CP:

i. Prisión de 3 meses hasta 5 años.

ii. Inhabilitaciones especiales hasta 5 años.

iii. Suspensión de empleo o cargo público hasta 5 años.

iv. Privación del derecho a conducir vehículos a motor ciclomotores de 1 año y 1 día a
8 años.

v. Privación del derecho a la tenencia y porte de armas de 1 año y 1 día a 8 años.

vi. Inhabilitación especial para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga re-
lación con los animales y para la tenencia de animales de 1 año y 1 día a 5 años.

vii. Privación del derecho a residir en determinados lugares o acudir a ellos, por tiempo
de 6 meses a 5 años.

viii. Prohibición de aproximarse a la víctima o a aquellos de sus familiares u otras perso-


nas que determine el juez o tribunal por tiempo de 6 meses a 5 años.

ix. Prohibición de comunicarse con la víctima o con aquellos de sus familiares u otras
personas que determine el juez o tribunal, por tiempo de 6 meses a 5 años.

x. Multa de más de 3 meses.

xi. Multa proporcional, cualquiera fuese su cuantía, salvo lo dispuesto en el apdo 7 de


este artículo.

xii. Trabajos en beneficio de la comunidad de 31 días a 1 año.

c. Penas leves:

i. Privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores de 3 meses a 1


año.

ii. Privación del derecho a la tenencia y porte de armas de 3 meses a 1 año.

iii. Inhabilitación especial para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga re-
lación con los animales y para la tenencia de animales de 3 meses a 1 año.

iv. Privación del derecho a residir en determinados lugares o acudir a ellos, por tiempo
inferior a 6 meses.

v. Prohibición de comunicarse con la víctima o con aquellos de sus familiares u otras


personas que determine el juez o tribunal por tiempo de 1 mes a menos de 6 meses.

vi. Multa de hasta 3 meses.

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vii. Localización permanente de 1 día a 3 meses.

viii. Trabajos en beneficio de la comunidad de 1 a 30 días.

iii. Por razón de su autonomía o posición funcional: las penas principales no dependen de otras para
ser impuestas sino que se prevén como consecuencia de la infracción penal tal como la regula el CP.
Las penas accesorias se vinculan obligatoria o potestativamente a ciertas penas principales o a deter-
minados delitos (los que señala el art. 57) y por aplicación de reglas generales del sistema penológi -
co. Salvo en los casos expresamente previstos la duración de la pena accesoria es igual a la de la
pena principal.

a. Penas accesorias vinculadas a la pena de prisión :

i. Cuando la pena de prisión sea igual o superior a 10 años, se impondrá la pena de


inhabilitación absoluta durante el tiempo que dure la condena. El juez podrá además
imponer la inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad, tutela, cura-
tela, guarda, acogimiento o bien privación de la patria potestad, cuando estos dere -
chos hubieren tenido relación directa con el delito cometido.

ii. Cuando la pena sea inferior a 10 años: Art. 56.1 CP: “los jueces o tribunales impon-
drán, atendiendo a la gravedad del delito, como penas accesorias, alguna o algunas
de las siguientes:

1. Suspensión de empleo o cargo público.

2. Inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiem-


po de la condena.

3. Inhabilitación especial para empleo o cargo público, profesión, oficio, in-


dustria, comercio, ejercicio de la patria potestad, tutela ,curatela, guarda o
acogimiento o cualquier otro derecho, o la privación de la patria potestad,
si estos derechos hubieran tenido relación directa con el delito”.

b. Penas accesorias vinculables a determinadas infracciones penales :

i. Los jueces o tribunales, en los delitos de homicidio, aborto, lesiones contra la liber-
tad, de torturas y contra la integridad moral, trata de seres humanos, contra la liber -
tad e indemnidad sexuales, la intimidad, el derecho a la propia imagen y la inviola-
bilidad del domicilio, el honor, el patrimonio y el orden socioeconómico, atendiendo
a la gravedad de los hechos o al peligro que el delincuente represente, podrán acor -
dar la imposición de una o varias de las prohibiciones del art. 48 CP (prohibición de
residir o acudir a determinados lugares, de aproximarse o de comunicarse con deter-
minadas personas) por un tiempo que no excederá de 10 años si el delito fuera gra-
ve, o de 5 si fuera menos grave.

ii. También podrán imponerse las prohibiciones del art. 48 CP por un periodo de tiem-
po que no excederá de 6 meses por la comisión de los delitos mencionados en el pri-
mer párrafo del apdo. primero que tengan la consideración de leves.

c. Pena accesoria necesariamente vinculada a determinadas infracciones penales cuando existe


una determinada relación entre el sujeto activo y el pasivo: en los supuestos de delito del art.
57.1, cuando se cometan contra el cónyuge o persona que esté o haya estado ligada al conde-
nado por análoga relación de afectividad, aún sin convivencia, o sobre los descendientes, as-
cendientes o hermanos por naturaleza, adopción o afinidad, propios o del cónyuge convi-
viente, o sobre los menores o personas con discapacidad necesitadas de especial protección
que con él convivan o sujetos a la potestad, tutela, curatela, acogimiento o guarda de hecho
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del cónyuge o conviviente, o sobre persona amparada en cualquier otra relación por la que se
encuentre integrada en el núcleo de su convivencia familiar, así como sobre las personas que
por su especial vulnerabilidad se encuentran sometidas a su custodia o guarda en centros pú-
blicos o privados se acordará, en todo caso, la prohibición de aproximarse a la víctima o a
aquellos de sus familiares u otras personas que determine el juez o tribunal por un tiempo
que no excederá de 10 años, si el delito fuera grave, 5 si fuera menos graves.

d. Por razón de su pluralidad o singularidad:

i. Penas únicas: la que aparece prevista como la sola consecuencia de la infracción pe-
nal.

ii. Penas acumulativas: la infracción penal tiene previstas dos o más penas de naturale-
za diversa que se aplican conjuntamente.

iii. Penas alternativas: previstas como consecuencias de la infracción penal de naturale-


za diversa y de aplicación mutuamente excluyente, al arbitrio del juez.

El legislador en algunos casos combina la acumulación y la alternatividad.

iv. Penas originarias y penas sustitutivas: las penas originarias son las específicamente previstas por
la ley para el delito en cuestión, ya sean únicas, acumulativas o alternativas. Las sustitutivas puede
imponerlas el juez en lugar de las penas siempre que se den los requisitos legales. Hay dos supuestos
en los que la sustitución resulta como regla general, obligatoria:

a. Una pena de prisión inferior a 3 meses deberá sustituirse por multa, trabajos en beneficio de
la comunidad o localización permanente.

b. Las penas presión superiores a 1 año impuestas a un ciudadano extranjero deben sustituirse
por su expulsión del territorio español.

Penas privativas de otros derechos y función pública.

Se pueden clasificar según el derecho(s) sobre el que inciden y el modo en que se produce esa afectación:

1. Inhabilitaciones: Art. 39.a) .b) CP: privan al penado de la titularidad de un cargo o del derecho a ser
elegido para el mismo, de un honor o empleo, o del ejercicio de oficio, industria o actividad laboral o
empresarial determinada y de los derechos de la patria potestad, tutela, guarda o curatela, tenencia de
animales o cualquier otro derecho. La privación del acogimiento se prevé en el art. 46 CP.

2. Privación de la patria potestad.

3. Suspensiones de empleo o cargo público, que afectan al ejercicio que se derive del empleo o cargo
público pero no privan al penado de su titularidad a diferencia de las inhabilitaciones.

4. Privaciones de otros derechos específicos: derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores, te-
nencia y porte de armas, derecho a comunicarse con determinadas personas.

5. Restricciones de la libertad ambulatoria: privan del derecho a residir o acudir a determinados luga-
res, así como de aproximarse a determinadas personas.

6. Trabajos en beneficio de la comunidad: implican la colaboración del penado en determinadas activi -


dades de utilidad pública.

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Inhabilitación absoluta: pena principal en la regulación de algunos tipos delictivos, en cuyo caso suele apa-
recer como acumulativa a otras penas y también como accesoria. Tiene siempre, con independencia de su du -
ración (6 a 20 años), la consideración de pena grave. Afecta a todos los honores, empleos o cargos públicos
que tenga el penado, incluidos los electivos, así como a su derecho a sufragio pasivo durante el tiempo que
dure la condena. No se recuperan una vez cumplida la condena.

La inhabilitación absoluta como pena principal, priva al penado del cargo que le permitió o facilitó la comi-
sión del delito, con lo que su función y legitimidad resultan claras. Pero cuando tal relación no existe, su jus -
tificación es dudosa. La ausencia del vínculo cargo-delito puede darse por:

 La pena afecta al resto de empleos, cargos u honores públicos del penado, además de aquel que le
permitió cometer el delito, y puede que con los mismos no guarde ninguna relación.

 Priva en todo caso del derecho al sufragio pasivo, el cual puede no tener conexión con el delito.

 La relación entre esta pena y el delito puede ser inexistente cuando aquella se aplica como accesoria
de la prisión de más de 10 años de duración.

Inhabilitación especial para cargo o empleo público: pena principal en la regulación de algunos delitos,
bien como única, acumulativa o alternativa, y puede ser accesoria de la pena de prisión inferior a 10 años.
Afecta al concreto empleo o cargo público del penado sobre el que recayere, aunque fuera electivo, y a los
honores que le sean anejos. Tiene una duración de 3 meses a 20 años. La ley exige expresamente que la sen-
tencia especifique los empleos, cargos y honores sobre los que recae la inhabilitación. La opinión doctrinal
interpreta esta previsión como una exigencia de vinculación directa entre la inhabilitación y el delito.

Inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo: mientras dure la condena y sin necesidad de
que los cargos electivos sean especificados en el fallo condenatorio. Se prevé como pena principal, acumula-
tiva a otras penas, de algunos delitos contra la AP como el de prevaricación, cohecho, tráfico de influencias,
malversación, fraudes y exacciones legales y de las negociaciones y actividades prohibidas a los funcionarios
públicos y abusos en el ejercicio de su función. Puede imponerse como accesoria de la pena de prisión infe-
rior a 10 años, en atención a la gravedad del delito y sin necesidad de que tenga relación con el mismo.

En la medida en que constituye un efecto de la inhabilitación absoluta, también se impone como accesoria de
la prisión igual o superior a 10 años y, en este caso, de forma obligatoria, pues la prisión de esa duración
conlleva necesariamente la inhabilitación absoluta como pena accesoria.

Suspensión de empleo o cargo público: pena principal única o acumulativa en la regulación de algunos ti-
pos delictivos. El art. 56.1.1ª CP permite imponerla como accesoria de la pena de prisión de hasta 10 años.
Puede afectar a cualquier cargo o empleo público que ostente el penado. Los honores públicos quedan fuera
del ámbito de esta pena.

La suspensión de empleo o cargo público es un impedimento temporal del ejercicio de todos los derechos y
funciones propios del cargo o empleo, pero no de la titularidad del mismo, que se conserva en todo caso.
Tampoco impide que el penado ejerza o acceda a otros cargos o empleos públicos análogos durante el tiempo
de condena. Es preciso que se especifique el concreto cargo o empleo público al que afecta la suspensión.
Cuando se impone como pena accesoria no es preciso que entre el mismo y el delito exista conexión, aunque
dicho vínculo sí está presente cuando la suspensión se prevé como pena principal en la regulación de ciertos
tipos delictivos.

Como regla general tiene una duración de 3 meses a 6 años, salvo lo que excepcionalmente dispongan otros
preceptos del CP. Cuando se prevé como principal su duración puede alcanzar los 8 años si hubiese que apli -
car la pena superior en grado. Cuando se prevé como pena accesoria, su extensión es de 3 meses a 10 años.

SISTEMA DE MEDIDAS DE SEGURIDAD Y REINSERCIÓN SOCIAL EN LA LEGISLACIÓN ES-


PAÑOLA.

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Para que se pueda aplicar una medida de seguridad, se tiene que cumplir:

A. Comisión de un hecho previsto como delito: siempre postdelictuales, de manera que el sujeto a quien
se imponen tiene que haber cometido un hecho previsto como delito, estableciéndose la realización
del hecho en sentencia firme.

B. Probabilidad de comisión de nuevos delitos: la ley vigente exige que del hecho y de las circunstan -
cias personales del sujeto pueda deducirse un pronóstico de comportamiento futuro que revele la
probabilidad de comisión de nuevos delitos. La peligrosidad debe ser de naturaleza criminal, circuns-
crita a la probabilidad de comisión de futuros delitos, sin necesidad de que la naturaleza del delito
futuro coincida con la del delito cometido. La peligrosidad no se puede presumir en ningún caso,
sino que debe establecerse en el proceso y puede ser objeto de controversia.

Sujetos a quienes se les puede imponer medidas de seguridad:

Sujetos inimputables:

 Sujetos declarados exentos de responsabilidad penal conforme al número 1 del art. 20 CP. Quienes,
al tiempo de cometer la infracción penal y a causa de cualquier anomalía o alteración psíquica no
puedan comprender la ilicitud del hecho u obrar conforme a esa comprensión.

 Sujetos declarados exentos de responsabilidad penal conforme al número 2 del art. 20 CP. Personas
que, al tiempo de cometer la infracción penal, se hallen en estado de intoxicación plena por el consu-
mo de bebidas alcohólicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas u otras que produzcan efectos
análogos, o se encuentren bajo un síndrome de abstinencia a causa de su dependencia de tales sustan-
cias.

 Sujetos declarados exentos de responsabilidad penal conforme al número 3 del art. 20 CP. Personas
que, por sufrir alteraciones en la percepción desde el nacimiento o desde la infancia, tienen alterada
gravemente la conciencia de la realidad.

La inimputabilidad aparece, pues, prevista como una categoría del estado peligroso. Se entiende que el sujeto
inimputable que ha cometido un hecho delictivo muestra con frecuencia una tendencia a repetir ese patrón de
conducta. No obstante, no cabe presumir esta peligrosidad, sino que debe demostrarse sobre el análisis de da -
tos concretos.

Sujetos semiimputables: según el art. 104.1 CP, personas a las que se les aplica la eximente incompleta del
art. 21.1ª CP en relación con los números 1,2 y 3 del art.20 CP.

Legalmente prevista como categoría de estado peligroso. Se pueden aplicar conjuntamente penas y medidas
en seguridad, según el denominado sistema vicarial, pues en estos supuestos subsiste el fundamente tanto de
la pena, como el de la medida de seguridad. La alteración psíquica, cualquiera que sea su origen, no excluye
su imputabilidad ni su culpabilidad y puede resultar indicativa de su peligrosidad delictiva, que habrá de con -
firmarse en todo caso.

La expulsión se puede aplicar en sustitución de medidas de seguridad impuestas a los ciudadanos extranjeros
inimputables o semiimputables que residan ilegalmente en España.

Sujetos imputables: individuos condenados por determinados delitos a los que se les puede imponer la medi-
da de seguridad de libertad vigilada además de la pena a que hubiesen sido condenados. Se puede aplicar la
libertad vigilada a:

o Sujetos condenados a penas de prisión por la comisión de delitos contra la libertad e indemnidad se-
xual.

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o Sujetos condenados a penas privativas de libertad por la comisión de delitos cometidos por organiza-
ciones y grupos terroristas y delitos de terrorismo.

Tras la reforma mediante LO 5/2010, potestativamente:

o Sujetos condenados por la comisión de uno o más delitos del Título I del Libro II CP “del homicidio
y sus formas”.

o Sujetos condenados por la comisión de uno o más delitos del Título III del Libro II del CP “de las le -
siones”, pero siempre que la víctima fuera alguna de las personas a que se refiere el art. 173.2.

o Sujetos condenados por la comisión del delito de violencia física o psíquica habitual del art. 173.2
CP.

Esta medida se puede imponer no solo a los sujetos inimputables o semiimputables, sino también a los impu-
tables que hayan sido condenados por la comisión de determinados tipos delictivos de especial gravedad.

Clases de medidas de seguridad.

Medidas de seguridad privativas de libertad: privan al sujeto de su libertad ambulatoria, pues su cumplimien-
to exige que permanezca en un centro de internamiento adecuado a su peligrosidad en el que recibe trata -
miento. La finalidad de estas medidas es terapéutica y resocializadora, pero también asegurativa o inocuiza-
dora, en tanto que mantiene al sujeto aislado de la sociedad durante su aplicación.

Solo pueden aplicarse a los sujetos inimputables o semiimputables y si la pena que se les hubiera impuesto
también fuera privativa de libertad siempre que su imposición resulte necesaria en atención a la peligrosidad
del sujeto. Se entiende que esta necesidad se da cuando la peligrosidad no puede ser conjurada mediante otro
tipo de medidas. Se distinguen tres tipos de centros:

a) Centros de internamiento psiquiátricos: para sujetos inimputables por causa de anomalía o alteración
psíquica o sujetos semiimputables por el mismo motivo. También se puede proceder al internamien-
to en un centro educativo especial si resultara más conveniente para el tratamiento de su dolencia.

b) Centros de internamiento de deshabituación: sujetos considerados inimputables por las causas pre-
vistas en los art. 20.0º y 102.1 CP y a los semiimputables por los mismos motivos.

c) Centros de internamiento educativos especiales:

a. Sujetos inimputables o semiimputalbes por razón de anomalía o alteración psíquica, siempre


que sea lo más adecuado para el tratamiento de su dolencia.

b. Sujetos inimputables o semiimputables por padecer una alteración de la percepción que alte-
re gravemente la conciencia de la realidad.

Medidas de seguridad no privativas de libertad: art. 96.3 CP. Privan al sujeto de derechos distintos de la li-
bertad ambulatoria:

 Inhabilitación profesional.

 Expulsión del territorio nacional de los extranjeros no residentes legalmente en España.

 Libertad vigilada.

 Custodia familiar.

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 Privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores.

 Privación del derecho a la tenencia y porte de armas.

RESPONSABILIDAD CIVIL EX DELICTO Y AAPP.

Cuando un delito provoca daños o perjuicios evaluables, surge la obligación de responder por ello (responsa-
bilidad civil derivada de la infracción penal). Se orienta a la satisfacción de un interés privado del que es titu-
lar la persona física o jurídica perjudicada por la comisión del delito. El perjudicado no coincide necesaria -
mente con la víctima, es decir, con el sujeto pasivo del delito.

La responsabilidad civil nace la comisión de un hecho descrito como delito que cause daños o perjuicios me-
surables, extremo que debe ser probado en el proceso y reflejado en la sentencia que establezca este tipo de
responsabilidad. La infracción penal conlleva la imposición de pena, pero no genera necesariamente respon -
sabilidad civil. Por otro lado, la responsabilidad civil surge sin necesidad de que la persona que haya cometi -
do el delito resulte penalmente responsable.

El principio de personalidad rige para la pena pero no para la responsabilidad civil. La pena solo puede im -
ponerse a la persona que resulte penalmente responsable, pero la responsabilidad civil puede cumplirla un
tercero que no haya intervenido en la misma.

La pena y la responsabilidad civil tienen distinto fundamento. La pena tiene su fundamento en la retribución
y se orienta a la prevención general y a la prevención especial. La responsabilidad civil se orienta a satisfacer
el interés privado. Existen infracciones penales de escasa gravedad que generan responsabilidades civiles
muy cuantiosas.

El proceso penal no depende de la voluntad del ofendido, pero si el titular de la acción civil renuncia expre -
samente a ejercitarla, el juez ya no podrá imponer en sentencia la responsabilidad civil derivada de la infrac -
ción penal.

Contenido: art. 110 CP. La responsabilidad civil derivada de la infracción penal comprende:

1. La restitución.

2. La reparación del daño.

3. La indemnización de perjuicios materiales o morales.

Que integran el concepto más amplio de resarcimiento (eliminación o neutralización del daño provocado o
restauración de la situación jurídica que existía con anterioridad).

Sujetos civilmente responsables.

Responsables civiles directos: autores y cómplices como personas físicas penalmente responsables de la in-
fracción penal, pues toda persona que resulte criminalmente responsable de un delito lo es también civilmen-
te si de la infracción se derivasen daños o perjuicios. Si hubiese dos o más responsables, los jueces y tribu -
nales determinarán la cuota por la que deba responder cada uno. Art. 116.2 CP:

Los autores y los cómplices, cada uno dentro de su respectiva clase, serán responsables solidariamente en -
tre sí por sus cuotas, y subsidiariamente por las correspondientes a los demás responsables.

La responsabilidad subsidiaria se hará efectiva: primero, en los bienes de los autores, y después, en los de
los cómplices.

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Tanto en los casos en que se haga efectiva la responsabilidad solidaria como la subsidiaria, quedará a sal-
vo la repetición del que hubiere pagado contra los demás por las cuotas correspondientes a cada uno.

Art. 117 CP: Los aseguradores que hubieren asumido el riesgo de las responsabilidades pecuniarias deriva-
das del uso o explotación de cualquier bien, empresa, industria o actividad, cuando, como consecuencia de
un hecho previsto en este Código, se produzca el evento que determine el riesgo asegurado, serán responsa-
bles civiles directos hasta el límite de la indemnización legalmente establecida o convencionalmente pacta-
da, sin perjuicio del derecho de repetición contra quien corresponda.

Las únicas causas de exención de responsabilidad penal que también pueden excluir la responsabilidad civil
son la legítima defensa y el cumplimiento de un deber o ejercicio legítimo de un derecho, oficio o cargo. Se
entiende que la justificación hace que el comportamiento típico deba valorarse positivamente y considerarse
conforme con el OJ.

Cuando la exención de responsabilidad penal responde a una causa que elimina la culpabilidad (concurrencia
de error de prohibición, inimputabilidad del sujeto o por inexigibilidad del comportamiento conforme a dere -
cho), el sujeto declarado exento de responsabilidad podrá resulta civilmente responsable si del hecho antijurí-
dico cometido se derivasen danos o perjuicios que necesitasen resarcimiento.

Responsables civiles subsidiarios: arts. 120 y 121 CP. Requisitos:

1) Que exista un sujeto criminalmente responsable de una infracción penal que resulte, como tal, res-
ponsable civil directo de la misma.

2) Que la responsabilidad civil no pueda hacerse efectiva en la persona del sujeto por ser insolvente en
todo o en parte.

3) La atribución de responsabilidad civil subsidiaria no es automática, sino que requiere un comporta -


miento negligente por parte de la persona natural o jurídica a quien se vaya a adjudicar. En otros su-
puestos se prevé una responsabilidad civil subsidiaria objetiva o de asignación automática.

Responsabilidad civil subsidiaria de las AAPP: Art. 121 CP:

El Estado, la Comunidad Autónoma, la provincia, la isla, el municipio y demás entes públicos, según los ca-
sos, responden subsidiariamente de los daños causados por los penalmente responsables de los delitos dolo-
sos o culposos, cuando éstos sean autoridad, agentes y contratados de la misma o funcionarios públicos en
el ejercicio de sus cargos o funciones siempre que la lesión sea consecuencia directa del funcionamiento de
los servicios públicos que les estuvieren confiados, sin perjuicio de la responsabilidad patrimonial derivada
del funcionamiento normal o anormal de dichos servicios exigible conforme a las normas de procedimiento
administrativo, y sin que, en ningún caso, pueda darse una duplicidad indemnizatoria.

Si se exigiera en el proceso penal la responsabilidad civil de la autoridad, agentes y contratados de la mis -


ma o funcionarios públicos, la pretensión deberá dirigirse simultáneamente contra la Administración o ente
público presuntamente responsable civil subsidiario.

La asignación de responsabilidad es automática siempre que se den los requisitos del precepto. Si el origen
del daño fuese un hecho que no constituyese delito, se podría proceder a la exigencia de responsabilidad pa -
trimonial por el funcionamiento normal o anormal de los servicios públicos, conforme a las normas del pro-
cedimiento administrativo.

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El art. 120.3º CP establece la responsabilidad civil subsidiaria de las personas naturales o jurídicas en los ca -
sos de delitos cometidos en los establecimientos de los que sean titulares, cuando por parte de los que los di -
rijan o administren, o de sus dependientes o empleados, se hayan infringido los reglamentos de policía o las
disposiciones de autoridad que estén relacionados con el hecho punible cometido, de modo que este no se
hubiera producido sin dicha infracción.

En este caso, el establecimiento ha de tener como titular aun AP y los encargados de dirigirlo han de infringir
los reglamentos de policía o las disposiciones de autoridad relacionados con dicha infracción haciendo posi-
ble la misma. La atribución de responsabilidad no sería automática y tampoco existiría la dependencia fun-
cional del autor de la infracción con el Estado.

TEMA 5: DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA, 1.

El bien jurídico protegido es la AP, entendida como el buen funcionamiento dela misma en todas sus esferas.
De este bien jurídico se tutelan aspectos concretos en los distintos tipos penales.

El sujeto activo en la mayoría de los delitos son las autoridades y funcionarios públicos, pero también se re-
cogen delitos realizados por particulares. Son por tanto, en su mayor parte delitos especiales.

Sujeto pasivo es la AP en cuanto afecta a su normal funcionamiento.

PREVARICACIÓN.

Art. 404 CP: A la autoridad o funcionario público que, a sabiendas de su injusticia, dictare una resolución
arbitraria en un asunto administrativo se le castigará con la pena de inhabilitación especial para empleo o
cargo público y para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo por tiempo de nueve a quince años.

En este delito el bien jurídico se concreta en el sometimiento al principio de legalidad en el ejercicio de la


función pública, la imparcialidad en las resoluciones de las autoridades administrativas y el principio de
igualdad de oportunidades de todos los ciudadanos.

El sujeto activo es la autoridad o funcionario (delito especial propio). En los casos en que la resolución se
haya dictado por un órgano colegiado serán responsables todos aquellos que hayan votado a favor de la mis -
ma.

La conducta típica exige que se dicte una resolución en un asunto administrativo que sea:

 Arbitraria: resolución sin fundamentación, dictada por órgano incompetente, con omisión de los trá-
mites esenciales del procedimiento y que sea contraria al OJ de forma patente y clara. La resolución
será arbitraria tanto si se trata de una actividad reglada, en cuyo caso habría una infracción de la nor-
ma, como si la actividad es discrecional de la AP, que constituiría una desviación de poder.

Solo constituirán delito de prevaricación las resoluciones arbitrarias que infrinjan los principios
constitucionales referidos al correcto desempeño de las funciones dentro de la AP tal y como corres-
ponde a un Estado democrático de Derecho, acorde con los principios de intervención mínima y ulti-
ma ratio del Derecho penal.

 Injusta: contradicción de la resolución con el OJ. Es injusta la resolución dictada por persona que no
tiene competencia para hacerlo. La resolución ha de ser dolosa, que se aprecie con facilidad que está
mal dictada y sea palmariamente contraria a derecho, clara y manifiestamente injusta.

 A sabiendas de su injusticia: solo es punible la conducta dolosa realizada con dolo directo.

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 Formas omisivas de realización: partiendo de que se trata de un delito de resultado, cabría admitir la
comisión por omisión en los casos en los que el funcionario está obligado a dictar una resolución y el
no hacerlo equivale a la denegación (supuestos en los que está previsto que el silencio administrativo
genere un acto presunto que tenga la misma validez que un acto expreso). Solo se pueden incluir los
casos en los que la omisión equivalga a la acción y suponga el mantenimiento de una resolución ar -
bitraria y manifiestamente injusta, o bien una resolución presunta con las mismas características.

Los extraneus que participan en el delito responderán como inductores, cooperadores necesarios o cómplices,
pero no pueden ser autores porque no poseen la cualidad de autoridad o funcionario que exige el tipo. Se les
impondrá la pena inferior en grado a la señalada a los autores.

La consumación tiene lugar con el acto material de perfeccionarse la resolución, cuando se dicta la resolu -
ción injusta, sin que sea necesario que produzca uno u otros efectos, caso en que podría dar lugar a un con -
curso de delitos.

NOMBRAMIENTOS ILEGALES.

Art. 405 CP: A la autoridad o funcionario público que, en el ejercicio de su competencia y a sabiendas de su
ilegalidad, propusiere, nombrare o diere posesión para el ejercicio de un determinado cargo público a cual-
quier persona sin que concurran los requisitos legalmente establecidos para ello, se le castigará con las pe-
nas de multa de tres a ocho meses y suspensión de empleo o cargo público por tiempo de uno a tres años.

Sujeto activo: autoridad o funcionario entre cuyas atribuciones o competencias figure la del nombramiento
de una persona para el ejercicio de un cargo público. Ha de actuar en el ejercicio de sus funciones y a sabien -
das de su ilegalidad. Si actúa por error, la conducta será impune, igual que si lo hace sin tener competencia
para ello (que podría ser un delito de usurpación de funciones públicas).

La conducta típica consiste en proponer, nombrar o dar posesión para el ejercicio de un determinado cargo
público. En el caso de que se realice dos o más, solo se comete un delito. Se impone la misma pena a las di -
ferentes modalidades de acción, a pesar de que no todas tienen la misma gravedad, pues la proposición es
menos grave que el nombramiento o que dar posesión del cargo.

Otra de las exigencias del tipo es la de que no concurran los requisitos legales establecidos para la proposi -
ción, nombramiento o toma de posesión, precisa como garantía a priori de que se va a realizar la función o el
cargo de forma correcta. Se podría admitir la convalidación de los actos anulables y la subsanación de defec -
tos formales que no afecten a los requisitos esenciales, en cuyo caso estas conductas no serían constitutivas
de delito.

Es un delito de peligro abstracto, el tipo no exige la lesión del bien jurídico protegido, que se vea afectado el
buen funcionamiento de la AP, pues puede ocurrir que el sujeto nombrado sin reunir los requisitos legales
desempeñe la función correctamente, pero le faltan las garantías exigidas legalmente para hacerlo.

Solo es punible la comisión dolosa (dolo directo); el sujeto activo ha de ser consciente de su actuación ilegal.

La consumación se produce con el acto de proponer, nombrar o dar posesión para el ejercicio de un determi -
nado cargo público sin cumplir con los requisitos que exige la ley. Es posible la tentativa.

La aceptación de nombramiento ilegal se castiga el art. 406 CP con multa de 3 a 8 meses.

El bien jurídico protegido es el correcto funcionamiento de la AP, que en este caso es lesionado por un parti -
cular. El sujeto activo es un particular. Se castiga como delito especial propio. La conducta típica consiste en
la aceptación de la propuesta, nombramiento o toma de posesión de un cargo público.

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Este delito exige la participación de una autoridad o funcionario que hace la propuesta, nombramiento o
toma de posesión, por lo que se incluye en los delitos de participación necesaria. Cada uno de los partícipes
realiza una conducta diferente pero dirigidas todas ellas a la misma finalidad.

ABANDONO DE DESTINO.

Art. 407.1 CP: A la autoridad o funcionario público que abandonare su destino con el propósito de no impe-
dir o no perseguir cualquiera de los delitos comprendidos en los Títulos XXI, XXII, XXIII y XXIV se le casti -
gará con la pena de prisión de uno a cuatro años e inhabilitación absoluta para empleo o cargo público por
tiempo de seis a diez años.

Sujeto activo es la autoridad o funcionario que tenga la obligación de impedir o perseguir los delitos recogi-
dos en el tipo y sujeto pasivo es el Estado, al que corresponde la averiguación de los delitos y la persecución
de los delincuentes.

La conducta típica requiere la concurrencia de un elemento de carácter objetivo (el abandono de destino) y
otro subjetivo (que dicho abandono sea para no impedir o perseguir los delitos señalados). El abandono de
destino sin esta finalidad es atípico y se castigaría como falta administrativa.

La conducta solo puede realizarse con dolo. Es admisible el dolo eventual si el sujeto abandona el destino
ante la posibilidad de que tenga que impedir o perseguir un delito, aceptando la situación si llega a producir -
se. No basta para cometer el delito el retraso en la incorporación, salvo que el mismo sea doloso.

La consumación tiene lugar en el instante en el que se abandona el destino con la finalidad de no impedir o
no perseguir los delitos indicados. No tiene que ser un abandono definitivo, puede ser temporal, ni es neces -
ario que consiga el fin pretendido.

Cabe el grado de tentativa cuando el sujeto toma la iniciativa de abandonar su destino y otra persona no se lo
permite.

Art. 407.2: Las mismas penas se impondrán, respectivamente, cuando el abandono tenga por objeto no eje -
cutar las penas correspondientes a estos delitos impuestas por la autoridad judicial competente.

La conducta típica tiene como finalidad que no se ejecuten las penas impuestas mediante sentencia. La con-
sumación tiene lugar cuando el sujeto activo abandona su destino para no ejecutar la pena impuesta. Es un
delito de mera actividad.

OMISIÓN DEL DEBER DE PERSEGUIR DELITOS.

Art. 408 CP: La autoridad o funcionario que, faltando a la obligación de su cargo, dejare intencionadamen -
te de promover la persecución de los delitos de que tenga noticia o de sus responsables.

Es sujeto activo la autoridad o funcionario público que tenga la obligación de perseguir delitos. Para cometer
el delito no es necesario que esté ejerciendo sus funciones (Fuerzas y cuerpos de seguridad fuera de servicio
deben intervenir en caso de delito).

La conducta típica requiere la concurrencia de dos elementos:

 No promover la persecución de los delitos de los que se tuviere noticia o no promover la persecución
de los responsables de los delitos. El conocimiento de la comisión del delito puede ser por denuncia
o porque el propio funcionario o autoridad ha presenciado su comisión.

 Faltar a sus obligaciones, lo que implica la infracción de un deber por parte de la autoridad o funcio-
nario. Es un delito de omisión pura que no requiere la producción de un resultado posterior. No se
incluyen entre los delitos las infracciones administrativas.
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Solo es posible la comisión dolosa, con dolo directo, pues el tipo exige que la omisión sea intencionada.

La consumación tiene lugar con la omisión del deber de perseguir los delitos y no se exige que para ello ten -
ga que abandonar su destino.

ABANDONO COLECTIVO DE UN SERVICIO PÚBLICO.

Art. 409 CP: A las autoridades o funcionarios públicos que promovieren, dirigieren u organizaren el aban-
dono colectivo y manifiestamente ilegal de un servicio público.

Sujeto activo son las autoridades o funcionarios que promuevan, dirijan u organicen el abandono colectivo y
manifiestamente ilegal de un servicio público. El tipo recoge un sujeto activo plural, que exige la concurren -
cia de varios funcionarios o autoridades para su realización.

Sin embargo, la realización de las acciones descritas en el tipo de promover, dirigir u organizar pueden ser
llevadas a cabo con éxito por una sola persona, que cometerá el delito si consigue el resultado pretendido.

La conducta típica puede realizarse con tres acciones distintas: promover, dirigir u organizar el abandono co-
lectivo de un servicio público que sea manifiestamente ilegal. Es un tipo mixto alternativo, con la realización
de una de las acciones es suficiente, pero si se realizan dos o más, solo se comete un delito.

La conducta exige la comisión dolosa.

La consumación se produce cuando se realizan las actividades recogidas en el tipo. Si no se produce el aban -
dono el delito no se consuma y podría castigarse como tentativa.

Participación en el abandono colectivo de un servicio público:

Art. 409 CP: Las autoridades o funcionarios públicos que meramente tomaren parte en el abandono colecti-
vo o manifiestamente ilegal de un servicio público esencial y con grave perjuicio de éste o de la comunidad.

Sujetos activos: tienen que ser varios las autoridades o funcionarios que toman parte en el abandono colecti -
vo, si fuera uno solo no cometería este delito. Es un tipo pluripersonal de convergencia (exige que participen
una pluralidad de sujetos, que realizan la misma conducta, con el mismo objetivo).

Los requisitos de abandono colectivo o manifiestamente ilegal son alternativos, de forma que el tipo se reali-
zaría bien tomando parte de un abandono colectivo, o tomando parte en un abandono manifiestamente ilegal,
sin necesidad de que se den ambos. Se exige que se trate de un servicio público esencial y que cause un gra-
ve perjuicio a dicho servicio público esencial o a la comunidad. Si no se causa un grave perjuicio los hechos
pueden constituir un ilícito administrativo.

La consumación tiene lugar cuando el servicio público esencial se abandona colectivamente y se causa un
grave perjuicio al servicio o a la comunidad. Cabe la tentativa.

DESOBEDIENCIA.

Art. 410.1 CP: Las autoridades o funcionarios públicos que se negaren abiertamente a dar el debido cum-
plimiento a resoluciones judiciales, decisiones u órdenes de la autoridad superior, dictadas dentro del ámbi-
to de su respectiva competencia y revestidas de las formalidades legales.

Sujeto activo es la autoridad o funcionario público que tenga la obligación de obedecer las órdenes del supe-
rior al existir una relación de subordinación, establecida en el Derecho administrativo y disciplinario.

La conducta típica consiste en la negativa abierta a cumplir un mandato, que supone la oposición directa, cla -
ra y contundente a no cumplir lo que la autoridad o funcionario tiene el deber de hacer. Se requiere una ac -
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ción explícita y directa de desobediencia a la orden del superior, lo que excluiría del tipo los actos de entor -
pecimiento o demora en el cumplimiento de la orden que no constituyan una negativa abierta y clara a cum-
plirla.

La desobediencia debe ser grave. La leve será constitutiva de infracción disciplinaria. No cometerá el delito
la autoridad o funcionario cuando el incumplimiento sea por error o negligencia.

Los mandatos que se incumplen pueden ser:

 Resoluciones judiciales (providencias, autos y sentencias).

 Decisiones de la autoridad (actos administrativos resolutorios y acuerdos).

 Órdenes de la autoridad (acto administrativo receptivo que requiere notificación)

Las órdenes pueden ser orales o escritas. Los mandatos tienen que ser dictados dentro del ámbito de compe -
tencias del superior jerárquico y revestidos de las formalidades legales. El mandato debe ser concreto y sin -
gular, dirigido al funcionario o autoridad competente para su ejecución.

Habitualmente se tratará de un delito de omisión, pero cabe realizarlo por acción cuando la orden incumplida
sea de no hacer y el funcionario lleve a cabo el comportamiento que debía omitir.

En una configuración exclusivamente formal del delito de desobediencia se estimaría que consiste en la in -
fracción de un deber en la relación de subordinación existente con el superior jerárquico, lo que supondría la
criminalización de un mero ilícito administrativo. Pero la doctrina considera que no es suficiente la desobe-
diencia a la orden del superior, sino que se exige que, como consecuencia de dicha desobediencia, la AP no
pueda realizar los fines de servicio a los ciudadanos a que está obligada.

Solo es posible la conducta dolosa, que requiere dolo directo que se deriva de la redacción del tipo “se nega-
ren abiertamente”, porque el sujeto activo tiene que conocer el mandato y tener la intención de no cumplirlo
o desobedecerlo.

El extraneus que induce a un funcionario a desobedecer una orden podrá ser castigado con la pena inferior en
un grado.

Podría apreciarse la justificación de estado de necesidad si se reciben dos órdenes contradictorias y el sujeto
activo no sabe cuál desobedecer. Si fueran del mismo superior, la última orden anula la primera.

Cabe el error sobre la antijuridicidad de la conducta en los casos en los que el funcionario se niega a cumplir
una orden que considera legal, cuando en realidad no lo es.

Art. 410.2 CP: No obstante lo dispuesto en el apartado anterior, no incurrirán en responsabilidad criminal
las autoridades o funcionarios por no dar cumplimiento a un mandato que constituya una infracción mani-
fiesta, clara y terminante de un precepto de Ley o de cualquier otra disposición general.

Mandatos antijurídicos obligatorios son aquellos dictados por la autoridad competente, con las formalidades
legales y dirigidos a los funcionarios competentes para cumplirlos, pero que contienen algún defecto y pue-
den ser anulables o irregulares. No existe el deber de obediencia a un superior cuando la orden es contratira a
Derecho o a la ley.

DESOBEDIENCIA REITERADA DE UNA ORDEN.

Art. 411 CP: La autoridad o funcionario público que, habiendo suspendido, por cualquier motivo que no sea
el expresado en el apartado segundo del artículo anterior, la ejecución de las órdenes de sus superiores, las
desobedeciere después de que aquéllos hubieren desaprobado la suspensión.
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Teoría de la remonstratio: el inferior puede pedir a su superior aclaraciones cuando entiende que el cumpli -
miento de la misma puede crear problemas. El delito se perfecciona cuando el funcionario insiste en no dar
cumplimiento a lo que se le ordena.

DENEGACIÓN DE AUXILIO.

No existe una relación de jerarquía entre autoridades y funcionarios, como ocurre en los delitos de desobe -
diencia, sino una relación de coordinación entre varios servicios de la AP que están obligados a auxiliarse
entre ellos. La no prestación de dicha ayuda o auxilio redunda en el incorrecto funcionamiento de la AP tanto
en el cumplimiento de sus funciones como en la ayuda y auxilio que debe prestar a los ciudadanos en deter -
minadas situaciones.

Es un delito de omisión pura, pues no exige la producción de un resultado.

Negativa a requerimiento de la autoridad competente.

Art. 412.1 CP: El funcionario público que, requerido por autoridad competente, no prestare el auxilio debi-
do para la Administración de Justicia u otro servicio público.

Sujeto activo es el funcionario público que está obligado a prestar el auxilio requerido por su cargo o fun -
ción.

La conducta típica consiste en no prestar el auxilio debido, al que está obligado por razones de su función,
cuando ha sido requerido para ello por la autoridad competente. Solo es posible la conducta dolosa, con dolo
directo, ya que el funcionario conoce la solicitud de auxilio y no la presta cuando tiene y puede hacerlo.

Tipo agravado:

Art. 415.2 CP: Si el requerido fuera autoridad, jefe o responsable de una fuerza pública o un agente de la
autoridad.

El sujeto activo es la autoridad, el jefe o responsable de una fuerza pública o un agente de la autoridad. Se les
impone una pena superior porque se les exige un compromiso mayor en el cumplimiento del deber de coope-
ración por razón del cargo que ocupan.

Negativa a prestar auxilio a requerimiento de un particular.

Sujeto activo es la autoridad o funcionario que está obligado a prestar el auxilio requerido por su cargo o fun-
ción (jueces, fiscales, fuerzas y cuerpos de seguridad y cualquier funcionario entre cuyas obligaciones figure
la de evitar delitos).

También se incluye la negativa a prestar auxilio para evitar “otro mal”, es decir, cualquier riesgo que, no es-
tando tipificado en el CP como delito, produciría un perjuicio para quien requiere la ayuda para un tercero o
para los intereses de la comunidad.

El delito o el mal deben ser actuales e inminentes.

Tipos agravados:

 Negativa a prestar auxilio a requerimiento de un particular para evitar un delito contra la vida de las
personas: art. 412.3 CP: La autoridad o funcionario público que, requerido por un particular a pres-
tar algún auxilio a que venga obligado por razón de su cargo para evitar un delito contra la vida de
las personas, se abstuviera de prestarlo.

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 Negativa a prestar auxilio a requerimiento de un particular para evitar un delito contra la integridad,
libertad sexual, salud o libertad de las personas: Art. 412.3 CP: Si se tratase de un delito contra la
integridad, libertad sexual, salud o libertad de las personas.

Caracteres comunes:

 Consumación: se produce cuando la autoridad o el funcionario se niega a prestar el auxilio que le es


requerido por otra autoridad o por los particulares. No es necesario ningún resultado (delito de omi -
sión pura).

 Relaciones concursales: puede presentarse un concurso de leyes con el delito de omisión del deber
de socorro y con el deber de impedir determinados delitos.

INFIDELIDAD EN LA CUSTODIA DE DOCUMENTOS.

Art. 413 CP: La autoridad o funcionario público que, a sabiendas, sustrajere, destruyere, inutilizare u ocul -
tare, total o parcialmente, documentos cuya custodia le esté encomendada por razón de su cargo.

Se protege la inviolabilidad de los documentos. El sujeto activo es la autoridad o funcionario que por razón
de su cargo tiene la obligación de custodiar los documentos (delito especial propio).

La conducta típica puede consistir en: sustraer, destruir, inutilizar u ocultar total o parcialmente, documentos
que custodie la autoridad o funcionario. Estas acciones deben realizarse a sabiendas. Es un tipo mixto alter-
nativo, con la realización de cualquiera de las conductas se perfecciona el delito, pero si se realizan dos o
más sólo se comete un delito. La realización de estas acciones puede ser total o parcial, la pena es la misma.

El objeto material son los documentos que deben ser custodiados por la autoridad o funcionario. Art. 26 CP:

A los efectos de este Código se considera documento todo soporte material que exprese o incorpore datos,
hechos o narraciones con eficacia probatoria o cualquier otro tipo de relevancia jurídica.

Lo que caracteriza al documento son sus efectos jurídicos. En todo caso ha de tratarse de documentos de
cierta importancia para la AP. Solo es punible la conducta dolosa pues la autoridad o funcionario ha de ac-
tuar a sabiendas. No es posible la apreciación de dolo eventual, idea reforzada por los verbos típicos: sus-
traer, destruir, inutilizar, ocultar.

Es posible su comisión por omisión, no impidiendo la destrucción, inutilización, sustracción u ocultación del
documento por el funcionario o autoridad que ostenta la posición de garante.

La consumación tiene lugar en los supuestos de sustracción, cuando el documento queda en poder del sujeto
activo fuera del lugar donde debe permanecer. En los de destrucción, cuando ésta es total o en proporciones
que hacen inservible el documento para los fines para los que estaba destinado y lo mismo en el supuesto de
inutilización. La ocultación se da cuando se cambia de lugar para que no surta los efectos esperados.

No es necesario que el autor obtenga alguna finalidad o que se deriven ulteriores consecuencias, ya sean de
índole lucrativa o de otro género.

Cabe la tentativa, si el sujeto es sorprendido cuando pretende llevar a cabo cualquiera de las conductas indi -
cadas y no consigue lo que pretendía.

Relaciones concursales: es posible un concurso medial de delitos cuando la actuación, con respecto al docu -
mento, es para cometer posteriormente una estafa, utilizar el documento sustraído para llevar a cabo un chan-
taje o cometer un delito de cohecho u otra conducta delictiva.

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DESTRUCCIÓN O INUTILIZACIÓN DE LOS MEDIOS DE PROTECCIÓN DE ACCESO DE DO-


CUMENTOS SECRETOS.

Cometido por autoridad o funcionario público:

Art. 414.1 CP: A la autoridad o funcionario público que, por razón de su cargo, tenga encomendada la cus -
todia de documentos respecto de los que la autoridad competente haya restringido el acceso, y que a sabien -
das destruya o inutilice los medios puestos para impedir ese acceso o consienta su destrucción o inutiliza -
ción.

Sujeto activo solo puede ser la autoridad o funcionario público que por razón de su cargo tiene encomendada
la custodia de documentos con acceso restringido.

Dos modalidades de conducta típica:

 Activa: destruir o inutilizar los medios puestos para impedir el acceso al lugar donde se encuentran
los documentos.

 Omisiva: consentir que lo haga un tercero.

Es un tipo mixto alternativo. El objeto material son los medios dispuestos para impedir el acceso a los docu-
mentos secretos.

La consumación se produce con la rotura, destrucción o inutilización de los mecanismos de protección, no es


necesario que se acceda al documento. Cabe la tentativa cuando pese a querer destruir o inutilizar los meca-
nismos, no se consigue.

Cometido por particulares:

Art. 414.2 CP: El particular que destruyere o inutilizare los medios a que se refiere el apartado anterior.

Sujeto activo es el particular por lo que este supuesto es un delito común.

ACCESO A DOCUMENTOS SECRETOS.

Art. 415 CP: La autoridad o funcionario público no comprendido en el artículo anterior que, a sabiendas y
sin la debida autorización, accediere o permitiere acceder a documentos secretos cuya custodia le esté con-
fiada por razón de su cargo.

Sujeto activo es la autoridad o funcionario que tenga encomendada la custodia de los documentos por razón
de su cargo.

La conducta típica recoge dos modalidades:

 Activa: acceder a los documentos secretos.

 Omisiva: permitir que otra persona acceda a los documentos secretos.

Se realiza sin tener autorización para acceder a los documentos secretos. Si existiere autorización, la conduc -
ta sería atípica. El objeto material serán los documentos secretos,

INFIDELIDAD EN LA CUSTODIA DE DOCUMENTOS COMETIDA POR PARTICULARES EN-


CARGADOS ACCIDENTALMENTE.

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Art. 416 CP: Serán castigados con las penas de prisión o multa inmediatamente inferiores a las respectiva-
mente señaladas en los tres artículos anteriores los particulares encargados accidentalmente del despacho o
custodia de documentos, por comisión del Gobierno o de las autoridades o funcionarios públicos a quienes
hayan sido confiados por razón de su cargo, que incurran en las conductas descritas en los [tres artículos
anteriores].

El sujeto activo es un particular.

REVELACIÓN DE SECRETOS E INFORMACIONES.

Art. 417.1 CP: La autoridad o funcionario público que revelare secretos o informaciones de los que tenga
conocimiento por razón de su oficio o cargo y que no deban ser divulgados.

Sujeto activo es la autoridad o funcionario público que revelare secretos o informaciones que haya conocido
por razón de su oficio o cargo.

La conducta típica consiste en la revelación de secretos o informaciones que no deban ser divulgados y delos
que se haya tenido conocimiento por razón de su oficio o cargo. Se trata de secretos oficiales o administrati -
vos. Puede haber colisión de deberes entre la obligación de guardar secreto y el deber de colaborar con la
justicia.

La conducta es dolosa. La consumación tiene lugar en el momento en que se revelan los secretos e informa-
ciones que no deben ser divulgados. Es un delito de simple actividad, porque no se requiere la producción de
ningún resultado.

Tipos agravados:

o Si resulta grave daño para la causa pública o para terceros.

o Si se revelan los secretos de un particular.

Bien jurídico protegido sería la intimidad y dignidad personal.

Conducta típica: los secretos de particulares han de ser conocidos por la autoridad o funcionario por razón de
su oficio o cargo y les está prohibida su divulgación. Cuando se trate de secretos sin relevancia para el parti -
cular habría que recurrir a sanciones administrativas y no penales.

Puede plantearse un concurso de leyes con el delito de violación del secreto de Estado, y será de aplicación
preferente por el principio de especialidad.

UTILIZACIÓN DE SECRETOS POR PARTICULARES.

Tipo básico:

Art. 418 CP: El particular que aprovechare para sí o para un tercero el secreto o la información privilegia-
da que obtuviere de un funcionario público o autoridad.

Sujeto activo es el particular, por lo que se trata de un delito común.

La conducta típica consiste en aprovecharse, para el propio sujeto activo o para un tercero, del secreto o de la
información privilegiada obtenida de un funcionario o autoridad que la conoce por razón de su cargo. Si el
particular no se aprovecha del secreto o de la información obtenida, la conducta es impune.

El secreto o la información puede ser pública o privada.

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El particular ha de conocer el origen ilícito de la información y utilizarla de forma dolosa. Para la consuma-
ción del delito se exige un resultado que se refleja en el aprovechamiento para sí o para tercero del secreto o
la información.

Tipo agravado:

Art. 418 CP: El particular que aprovechare para sí o para un tercero el secreto o la información privilegia-
da que obtuviere de un funcionario público o autoridad, […] Si resultara grave daño para la causa pública
o para tercero.

Serán los tribunales los que deberán determinar en cada caso cuándo se ha producido un grave daño a la
causa pública o a un tercero.

TEMA 6: DELITOS CONTRA LA AP, Y2.

COHECHO.

El bien jurídico protegido por las distintas modalidades de cohecho debe identificarse con la honradez o inte-
gridad de la condición de funcionario.

COHECHO COMETIDO POR AUTORIDAD O FUNCIONARIO PÚBLICO.

Sujeto activo es la autoridad o funcionario, pero el art. 423 CP lo extiende a: los jurados, árbitros, mediado-
res, peritos, administradores o interventores designados judicialmente, administradores concursales o a
cualesquiera personas que participen en el ejercicio de la función pública.

En rigor, deberíamos hablar de cohecho cometido por quien participa en el ejercicio de funciones públicas.

Además el art. 427 CP añade: Lo dispuesto en los artículos precedentes será también aplicable cuando los
hechos sean imputados o afecten a:

a) Cualquier persona que ostente un cargo o empleo legislativo, administrativo o judicial de un país
de la Unión Europea o de cualquier otro país extranjero, tanto por nombramiento como por elección.

b) Cualquier persona que ejerza una función pública para un país de la Unión Europea o cualquier
otro país extranjero, incluido un organismo público o una empresa pública, para la Unión Europea o
para otra organización internacional pública.

c) Cualquier funcionario o agente de la Unión Europea o de una organización internacional pública.

Modalidad de recogida:

Art. 422 CP: La autoridad o funcionario público que, en provecho propio o de un tercero, admitiera, por sí
o por persona interpuesta, dádiva o regalo que le fueren ofrecidos en consideración a su cargo o función,
incurrirá en la pena de prisión de seis meses a un año y suspensión de empleo y cargo público de uno a tres
años.

La acción típica consiste en admitir dádiva o regalo, que incluye tanto la recepción efectiva como la promesa
de una entrega futura. Queda excluida, sin embargo, la conducta del funcionario consistente en solicitar. La
autoridad o funcionario puede recibir la dádiva por sí, o a través de un tercero (persona interpuesta). En este
último caso, el funcionario será autor de esta modalidad de cohecho y el tercero responderá como partícipe-
cómplice según los casos.

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Por dádiva o regalo se entiende: bienes, objetos, ventajas o prestaciones de servicios susceptibles de valora -
ción económica (dinero, joyas, un piso, bolsos, trajes, ascensos laborales mejor retribuidos, concesión de un
préstamo sin interés o en condiciones más favorables, vacaciones pagadas, servicios de prostitutas, etc.) La
LO 5/2010 en las restantes modalidades de cohecho añade los términos favor o retribución de cualquier cla-
se (contraprestaciones no susceptibles de valoración económica, pero con potencial para lesionar el bien jurí -
dico honradez e integridad – un puesto de trabajo que proporcione mayor prestigio, gestiones para que el
funcionario sea admitido en un club de difícil incorporación, condecoraciones, reconocimientos públicos, fa-
vores sexuales ofrecidos por el particular, etc), lo que indica una intención por parte del legislador de ampliar
el contenido de los medios de corrupción propios del delito de cohecho.

Deben excluirse aquellas atenciones de exiguo valor y mera cortesía, como el ofrecimiento de un cigarrillo o
la invitación a una consumición.

La dádiva o regalo ha de ser ofrecido por motivo de su cargo o función. Se exige una conexión causal entre
la dádiva o regalo y el cargo o función pública que ejerce el funcionario.

El funcionario que admite una dádiva o regalo para realizar en el ejercicio de su cargo un acto contrario a los
deberes inherentes al mismo o para no realizar o retrasar injustificadamente el que debiera practicar (art.
419), para realizar un acto propio de su cargo (art. 420) o como recompensa por haber realizado alguna de
estas conductas (art. 421), comete además de estos tipos, la modalidad de recogida. Entre estos tipos de cohe-
cho y el art. 422 CP se da una relación concursal de leyes que se resolverá siempre a favor de aquellos.

La admisión de dádiva o regalo puede ser en provecho propio o de un tercero. Debe excluirse, por no verse
afectado el bien jurídico protegido, la admisión por el funcionario de dádivas en provecho exclusivo del era-
rio público.

Modalidad dolosa. El dolo comprende en primer lugar, la condición de funcionario, es decir, el sujeto ha de
tener conciencia de que participa en el ejercicio de la función pública. Abarca la acción típica (la admisión de
dádiva o regalo) ofrecidos en consideración al cargo o función que desempeña.

Cohecho antecedente:

Supuestos en los que la conducta contrapartida de la dádiva es contraria a derecho: art. 419 CP: La au-
toridad o funcionario público que, en provecho propio o de un tercero, recibiere o solicitare, por sí o por
persona interpuesta, dádiva, favor o retribución de cualquier clase o aceptare ofrecimiento o promesa para
realizar en el ejercicio de su cargo un acto contrario a los deberes inherentes al mismo o para no realizar o
retrasar injustificadamente el que debiera practicar, incurrirá en la pena de prisión de tres a seis años, mul-
ta de doce a veinticuatro meses, e inhabilitación especial para empleo o cargo público y para el ejercicio
del derecho de sufragio pasivo por tiempo de nueve a doce años, sin perjuicio de la pena correspondiente al
acto realizado, omitido o retrasado en razón de la retribución o promesa, si fuera constitutivo de delito.

El funcionario lleva a cabo la acción típica para realizar en el ejercicio de su cargo un acto contrario a los de -
beres inherentes del mismo o para no realizar o retrasar el que debiera practicar. La contrapartida de la dádi -
va es contraria a derecho y posterior a la realización típica.

En este modelo se agrupan tres modalidades: la solicitud de una dádiva, la aceptación de la promesa de su
entrega futura y sus recepción o disfrute efectivo. Tipo mixto alternativo.

El dolo del autor debe abarcar su condición de funcionario y la acción típica. Debe tener conciencia, además,
de la conexión causal entre la dádiva solicitada u ofrecida y el ejercicio de la función pública en que partici -
pa. Es necesaria la concurrencia de otro elemento subjetivo: la finalidad de realizar en el ejercicio de su car -
go un acto contrario a los deberes inherentes al mismo o no realizar o retrasar injustificadamente el que de-
biera practicar.

Para la consumación del delito no es necesaria la realización efectiva de la contrapartida de la dádiva, basta
con que el sujeto realice la acción típica con finalidad de realizar un acto contrario a los deberes de su cargo.
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Se excluyen las conductas contrarias a derecho que no guardan relación con el cumplimiento de las funcio -
nes propias del funcionario en cuestión. Cuando la conducta contraria a derecho contrapartida de la dádiva
sea una acción, ésta ha de constituir un acto que pertenezca a la clase de actos que el funcionario como partí-
cipe en el ejercicio de la función pública tiene encomendados. Si es una omisión debe ser la no realización de
un acto en las mismas condiciones.

Supuesto en el que la conducta contrapartida de la dádiva es conforme a derecho: Art. 420 CP: casta
con la pena de prisión de 2 a 4 años, multa de 12 a 24 meses e inhabilitación especial para empleo o cargo
público y para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo por tiempo de 5 a 9 años a: La autoridad o funcio-
nario público que, en provecho propio o de un tercero, recibiere o solicitare, por sí o por persona interpues-
ta, dádiva, favor o retribución de cualquier clase o aceptare ofrecimiento o promesa para realizar un acto
propio de su cargo.

El tipo subjetivo de cohecho del art. 420 se integra, además de por el dolo, por un elemento subjetivo adicio -
nal que es la finalidad de realizar un acto propio de su cargo. No es necesario para que se consume el delito
que el funcionario realice la contrapartida de la dádiva. Basta que la solicite, acepte la promesa de su entrega
o la reciba efectivamente con la finalidad de realizar un acto propio de su cargo.

Acto propio del cargo: acto perteneciente al cargo, característico, peculiar de las funciones públicas en cuyo
ejercicio participa el sujeto activo del delito.

Cohecho subsiguiente:

Art. 421 CP: Las penas señaladas en los artículos precedentes se impondrán también cuando la dádiva, fa-
vor o retribución se recibiere o solicitare por la autoridad o funcionario público, en sus respectivos casos,
como recompensa por la conducta descrita en dichos artículos.

A diferencia del cohecho antecedente, la realización de la acción típica es posterior a (como recompensa por)
la conducta contrapartida de la dádiva, favor o retribución.

Se castiga tanto la solicitud por la autoridad o funcionario de una dádiva, como su recepción o disfrute efecti-
vo. Queda fuera del ámbito de este precepto la aceptación de la promesa de su entrega o prestación futura
(error del legislador). Si es el particular quien ofrece al funcionario una dádiva como recompensa por una
conducta ya realizada en el ejercicio de su cargo y entre ambos llegan al acuerdo de su entrega o prestación
futura, no podrá aplicarse el precepto.

La acción típica se realiza como recompensa por haber realizado el funcionario un acto contrario a los debe -
res inherentes a su cargo o por no haber realizado o haber retrasado el que debiera practicar.

COHECHO COMETIDO POR PARTICULAR.

El anverso del cohecho cometido por el particular:

Art. 424.1 CP: El particular que ofreciere o entregare dádiva o retribución de cualquier otra clase a una
autoridad, funcionario público o persona que participe en el ejercicio de la función pública para que realice
un acto contrario a los deberes inherentes a su cargo o un acto propio de su cargo, para que no realice o
retrase el que debiera practicar, o en consideración a su cargo o función.

Art. 424.2 CP: Cuando un particular entregare la dádiva o retribución atendiendo la solicitud de la autori-
dad, funcionario público o persona que participe en el ejercicio de la función pública, se le impondrán las
mismas penas de prisión y multa que a ellos les correspondan.

El apartado 1 alberga los supuestos en los que la iniciativa corruptora es cargo del particular, mientras que en
el apartado 2 se recogen los casos en los que tal iniciativa es de la autoridad o funcionario.

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El verbo típico ofrecer supone la propuesta del particular al funcionario de la entrega inmediata o futura de
una dádiva. Tal conducta no conlleva comportamiento típico alguno por parte del funcionario. La expresión
entregar supone poner en manos o en poder del funcionario la dádiva o retribución. A diferencia de la prime -
ra conducta, esta implica por parte del funcionario un comportamiento típico: la recepción efectiva de la
dádiva.

En el punto 2 es el funcionario quien ha tenido la iniciativa corruptora, pues previo a la entrega de la dádiva
existe una solicitud por parte del funcionario. Antes de que el particular realice la acción típica, el funciona-
rio ya ha consumado su correspondiente modalidad de cohecho. En este caso, el simple acuerdo entre parti-
cular y funcionario de entrega futura de la dádiva no realiza el tipo de esta modalidad de cohecho. Es neces-
ario que se efectúe la entrega para que la conducta sea típica.

Modalidad de recogida: dado que la solicitud de una dádiva por parte del funcionario queda impune, el he-
cho de que el particular ofrezca la dádiva también debería serlo.

La expresión retribución de cualquier otra clase también debe interpretarse de forma restrictiva. En la moda-
lidad de recogida cometida por particular las expresiones dádiva y retribución de cualquier otra clase deben
interpretarse de igual forma que los términos dádiva y regalo contenidos en la modalidad de recogida cometi -
da por funcionario público, esto es, deben tener un contenido económico.

La acción típica realizada por el particular ha de llevarse a cabo en consideración al cargo o función de la au -
toridad o funcionario que ha recibido, o con el que ha acordado la entrega futura de la dádiva o retribución.

Cohecho antecedente.

Vid art. 424 CP. Puede distinguirse aquel cohecho en el que la conducta contrapartida de la dádiva es contra -
ria a derecho, de aquel otro en el la conducta es conforme a derecho.

 Supuesto en el que el particular lleva a cabo la acción típica para que el funcionario realice un acto
contrario a los deberes inherentes a su cargo o para que no realice o retrase el que debiera practicar:
reverso del art. 419 CP. El particular ha de ejecutar la acción típica con la fincalidad de que el fun -
cionario realice un acto contrario a los deberes inherentes a su cargo o para que no realice o retrase el
que debiera practicar, lo que determina un elemento subjetivo de lo injusto adicional al dolo. No es
necesaria la realización de la conducta contrapartida de la dádiva por parte del funcionario para que
se consume el delito de cohecho cometido por particular.

 Supuesto en el que el particular lleva a cabo la acción típica para que el funcionario realice un acto
propio de su cargo: la diferencia con la modalidad anterior estriba en el concreto contenido del ele -
mento subjetivo de lo injusto adicional al dolo. La finalidad del particular es que el funcionario reali -
ce un acto propio de su cargo. No es necesario para que se consume el delito que el funcionario reali -
ce la contrapartida de la dádiva.

Modalidad atenuada.

Art. 425 CP: Cuando el soborno mediare en causa criminal a favor del reo por parte de su cónyuge u otra
persona a la que se halle ligado de forma estable por análoga relación de afectividad, o de algún ascendien-
te, descendiente o hermano por naturaleza, por adopción o afines en los mismos grados, se impondrá al so -
bornador la pena de prisión de seis meses a un año.

Sujeto activo de este tipo atenuado sólo podrá ser aquel que mantenga con el reo (a favor de quien se realiza
la acción típica) alguna de las relaciones fijadas en el artículo: cónyuge o análoga relación de afectividad, as -
cendiente, descendiente, hermano, etc. El precepto excluye del ámbito de los posibles sujetos activos al pro-
pio reo. Si es éste el que realiza la acción típica se le aplicará la modalidad de cohecho del art. 424 CP.

El soborno ha de mediar en causa criminal a favor del reo, lo que supone que va dirigido a un funcionario
público o partícipe en el ejercicio de la función pública que pueda intervenir en el desempeño de sus funcio -
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nes en un proceso penal con una conducta que favorezca al reo (jueces, fiscales, secretarios judiciales, testi-
gos, etc.)

La excusa absolutorio del art. 426 CP:

Quedará exento de pena por el delito de cohecho el particular que, habiendo accedido ocasionalmente a la
solicitud de dádiva u otra retribución realizada por autoridad o funcionario público, denunciare el hecho a
la autoridad que tenga el deber de proceder a su averiguación antes de la apertura del procedimiento, siem -
pre que no haya transcurrido más de dos meses desde la fecha de los hechos.

Con ella se persigue facilitar la denuncia y persecución del delito de cohecho cometido por funcionario y
aminorar la importante cifra negra existente en relación con este delito. Para que el particular quede exento
de pena por el delito de cohecho cometido han de concurrir:

 La iniciativa corruptora ha de partir del funcionario (solicitud de dádiva al particular).

 El particular debe haber accedido ocasionalmente a la solicitud.

 La denuncia del hecho, además de realizarse ante la autoridad que tenga el deber de proceder a su
averiguación, debe respetar dos límites temporales: que tenga lugar antes de la apertura del procedi-
miento (antes del auto de incoación del procedimiento); y que no haya transcurrido más de 2 meses
desde la fecha de los hechos.

LA RESPONSABILIDAD PENAL DE LAS PERSONAS JURÍDICAS.

Art. 427.bis CP:

Cuando de acuerdo con lo establecido en el artículo 31 bis una persona jurídica sea responsable de los deli -
tos recogidos en este Capítulo, se le impondrán las siguientes penas:

a) Multa de dos a cinco años, o del triple al quíntuple del beneficio obtenido cuando la cantidad re-
sultante fuese más elevada, si el delito cometido por la persona física tiene prevista una pena de pri -
sión de más de cinco años.

b) Multa de uno a tres años, o del doble al cuádruple del beneficio obtenido cuando la cantidad resul-
tante fuese más elevada, si el delito cometido por la persona física tiene prevista una pena de más de
dos años de privación de libertad no incluida en el anterior inciso.

c) Multa de seis meses a dos años, o del doble al triple del beneficio obtenido si la cantidad resultante
fuese más elevada, en el resto de los casos.

Atendidas las reglas establecidas en el artículo 66 bis, los jueces y tribunales podrán asimismo imponer las
penas recogidas en las letras b) a g) del apartado 7 del artículo 33.

TRÁFICO DE INFLUENCIAS.

El interés tutelado por este delito es el correcto ejercicio de las funciones públicas.

EJERCICIO DE INFLUENCIA SOBRE FUNCIONARIO O AUTORIDAD.

Comisión por funcionario público o autoridad.

Art. 428 CP: El funcionario público o autoridad que influyere en otro funcionario público o autoridad pre-
valiéndose del ejercicio de las facultades de su cargo o de cualquier otra situación derivada de su relación
personal o jerárquica con éste o con otro funcionario o autoridad para conseguir una resolución que le pue-
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da generar directa o indirectamente un beneficio económico para sí o para un tercero, incurrirá en las pe-
nas de prisión de seis meses a dos años, multa del tanto al duplo del beneficio perseguido u obtenido e inha-
bilitación especial para empleo o cargo público y para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo por tiem -
po de cinco a nueve años. Si obtuviere el beneficio perseguido, estas penas se impondrán en su mitad supe-
rior.

Tipo básico: el sujeto activo solo puede ser el funcionario o autoridad (delito especial). Que sea propio o im-
propio depende de aquello de lo que se prevalga el funcionario. Si el prevalimiento descansa en cualquier si -
tuación derivada de una relación personal, el delito especial es impropio. Cuando lo es del ejercicio de facul -
tades del cargo o de una situación derivada de una relación jerárquica, el delito especial es propio.

La acción típica consiste en poner en conocimiento o hacer saber a otro funcionario o autoridad la pretensión
de que este consiga una resolución de la que se derive un beneficio económico para el sujeto activo u otra
persona. El anuncio de tal aspiración debe hacerse prevaliéndose el sujeto activo del ejercicio de las faculta -
des de su cargo o de cualquier otra situación derivada de su relación personal o jerárquica con el funcionario
a quien trata de influir o con otro funcionario o autoridad. El prevalimiento es el elemento determinante de la
conducta. No basta con una mera recomendación, sugerencia o insinuación. Es preciso que el sujeto activo
ejerza presión sobre el funcionario o autoridad abusando de una determinada posición o situación de superio -
ridad.

Tres son las fuentes típicas de las que puede emanar el prevalimiento:

o El ejercicio de las facultades del cargo: se abusa de una posición funcionarial preponderante que se
tiene sobre el funcionario al que se pretende influir.

o Una relación personal: incluye relaciones parentesco, amistad, amorosas o basadas en la pertenencia
a un mismo partido político.

o Una relación jerárquica: ha de circunscribirse a la existente en el ámbito de la función pública (con-


tenida en la primera fuente, que es más amplia).

El término influyere exige que el funcionario a quien se dirige la influencia haya incorporado a su proceso de
deliberación, como un factor a tener en cuenta, la pretensión acompañada de prevalimiento del sujeto activo.
El efecto que se produce en el proceso deliberador del funcionario influido es el resultado típico. Se lesiona
la libertad en el proceso de deliberación del funcionario y se pone en peligro la objetividad, la imparcialidad,
independencia y respeto por la igualdad en el ejercicio de las funciones públicas.

El tipo subjetivo está integrado además de por el dolo, por un elemento subjetivo de lo injusto adicional: la
finalidad de conseguir una resolución que pueda generar directa o indirectamente un beneficio económico
para el sujeto activo o para un tercero.

Nos encontramos ante un delito de resultado cortado: basta con que el sujeto activo realice la acción típica
con la referida finalidad, sin que se dicte por el funcionario la resolución de la que pueda derivar un benefi-
cio económico.

Tipo agravado: la diferencia radica en que solo alcanza la consumación cuando se dicta la resolución pre-
tendida y se obtiene el beneficio económico. En el tipo agravado, se lesiona el otro bien jurídico protegido: la
objetividad, imparcialidad, independencia y respeto por la igualdad en el ejercicio de las funciones públicas.
La agravación se fundamenta en un mayor desvalor del resultado.

La resolución por el funcionario influido de la que se deriva el beneficio económico obtenido por el sujeto
activo o un tercero, puede ser constitutiva de un delito de prevaricación. El funcionario que ejerce la influen -
cia, además de autor de la modalidad agravada en estudio, será inductor de un delito de prevaricación. Entre
ambos existe un concurso de leyes que debe resolverse a favor del tráfico de influencias.

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Comisión por particular.

Art. 429 CP: El particular que influyere en un funcionario público o autoridad prevaliéndose de cualquier
situación derivada de su relación personal con éste o con otro funcionario público o autoridad para conse -
guir una resolución que le pueda generar directa o indirectamente un beneficio económico para sí o para un
tercero, será castigado con las penas de prisión de seis meses a dos años, multa del tanto al duplo del bene -
ficio perseguido u obtenido, y prohibición de contratar con el sector público, así como la pérdida de la posi-
bilidad de obtener subvenciones o ayudas públicas y del derecho a gozar de beneficios o incentivos fiscales
y de la Seguridad Social por tiempo de seis a diez años. Si obtuviere el beneficio perseguido, estas penas se
impondrán en su mitad superior.

Tipo básico: sujeto activo es aquel particular que mantiene con el funcionario (el influido u otro) una rela -
ción personal de la que derive una situación de la cual se prevale. Este tipo también es un tipo especial.

Única forma típica de prevalimiento: el particular se ha de prevaler de cualquier situación derivada de su re-
lación personal con el funcionario influido o con otro.

Tipo agravado: igual al tipo agravado cometido por funcionario.

OFRECIMIENTO DE INFLUENCIA A PARTICULARES.

Art. 430 CP: Los que, ofreciéndose a realizar las conductas descritas en los dos artículos anteriores, solici-
taren de terceros dádivas, presentes o cualquier otra remuneración, o aceptaren ofrecimiento o promesa,
serán castigados con la pena de prisión de seis meses a un año. Si el delito fuere cometido por autoridad o
funcionario público se le impondrá, además, la pena de inhabilitación especial para cargo o empleo público
y para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo por tiempo de uno a cuatro años.

Sujeto activo es el que ejecuta la acción típica ofreciéndose a realizar las conductas descritas, por lo que
será tanto un funcionario o autoridad, como un particular. Delito especial.

Tipo mixto alternativo:

 Solicitud de una dádiva, presente o remuneración.

 Aceptación de la promesa de su entrega o prestación futura.

 Recepción o disfrute efectivo.

Las acciones típicas se describen con los verbos solicitar dádivas, presentes o cualquier otra remuneración y
aceptar ofrecimiento o promesa de dádiva.

La locución ofreciéndose a realizar las conductas descritas en los artículos anteriores contiene un elemento
subjetivo de lo injusto adicional al dolo. El sujeto activo debe ejecutar la acción típica con la finalidad de
realizar la acción típica. Los subtipos configuran un delito de dos actos: un primer acto de solicitud, acepta-
ción de promesa o recepción de dádiva, perteneciente al tipo objetivo y abarcado por el dolo del autor; y un
segundo acto, realización de la acción típica, ajeno al tipo objetivo y, en consecuencia, al dolo, pero abarcado
por el elemento subjetivo de lo injusto adicional a este. El delito se consuma cuando se realiza el primer acto
con la intención de llevar a cabo el segundo, por lo que no es necesaria la realización de la contrapartida de
la dádiva.

MALVERSACIÓN.

Este delito protege el patrimonio público, en cuanto que está al servicio de unos intereses generales y en el
marco del correcto funcionamiento de la AP en el manejo de tales fondos.

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Administración desleal de patrimonio público.

Tipo básico.

Art. 432.1 CP: La autoridad o funcionario público que cometiere el delito del artículo 252 sobre el patrimo-
nio público, será castigado con una pena de prisión de dos a seis años, inhabilitación especial para cargo o
empleo público y para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo por tiempo de seis a diez años.

Art. 252 CP: Serán punibles con las penas del artículo 249 o, en su caso, con las del artículo 250, los que
teniendo facultades para administrar un patrimonio ajeno, emanadas de la ley, encomendadas por la autori-
dad o asumidas mediante un negocio jurídico, las infrinjan excediéndose en el ejercicio de las mismas y, de
esa manera, causen un perjuicio al patrimonio administrado.

El sujeto activo es la autoridad o funcionario público con facultades para administrar el patrimonio público,
esto es, competencias específicas para disponer y gestionar el patrimonio público de manera jurídicamente
relevante.

La conducta típica consiste en infringir, excediéndose en su ejercicio, las facultades para administrar un pa-
trimonio público. Abarca cualquier comportamiento abusivo del poder de administración sobre el patrimonio
susceptible de causar en este un perjuicio.

El objeto sobre el que recae la conducta típica es el patrimonio público, que abarca tanto bienes muebles
como inmuebles. El tipo exige un perjuicio al patrimonio público. La doctrina dominante acoge un concepto
jurídico-económico de patrimonio, según el cual integran el patrimonio los bienes, posiciones y situaciones
económicamente evaluables y protegidas o aprobadas jurídicamente. El criterio de determinación del perjui -
cio patrimonial es el saldo contable.

Es una modalidad dolosa. El tipo subjetivo queda ya conformado por el dolo, sin que se requiera un elemento
subjetivo de lo injusto adicional a éste. No se exige ánimo de lucro, aunque el funcionario en la mayoría de
los casos actuará por ese motivo. Es un delito de daño patrimonial, no de enriquecimiento.

Tipos agravados.

Art. 432.3 CP: Se impondrán las penas de prisión de cuatro a ocho años e inhabilitación absoluta por tiem-
po de diez a veinte años si en los hechos a que se refieren los dos números anteriores hubiere concurrido al -
guna de las circunstancias siguientes:

a) se hubiera causado un grave daño o entorpecimiento al servicio público, o

b) el valor del perjuicio causado o de los bienes o efectos apropiados excediere de 50.000 euros.

El daño o entorpecimiento del servicio público ha de ser distinto al inherente y necesario en todo delito de
malversación. Debe suponer un considerable quebranto del servicio público de tal forma que éste no pueda
prestarse o haya de prestarse de forma distinta a la tradicional.

Tipo hiperagravado.

Art. 432.3 CP: Si el valor del perjuicio causado o de los bienes o efectos apropiados excediere de 250.000
euros, se impondrá la pena en su mitad superior, pudiéndose llegar hasta la superior en grado.

Tipo atenuado.

Art. 433 CP: Los hechos a que se refiere el artículo anterior serán castigados con una pena de prisión de
uno a dos años y multa de tres meses y un día a doce meses, y en todo caso inhabilitación especial para car -

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go o empleo público y derecho de sufragio pasivo por tiempo de uno a cinco años, cuando el perjuicio cau-
sado o el valor de los bienes o valores apropiados sea inferior a 4.000 euros.

La relación de estos tipos, agravado, hiperagravado y atenuado con el tipo básico es de especialidad y no de
exclusión. Así, toda conducta que realiza por ejemplo el tipo atenuado, realiza asimismo el tipo básico, pero
no al revés. Esto es así porque el tipo básico no exige que el valor del perjuicio causado al patrimonio sea
igual o superior a 4.000 € (o a los otros valores). Una cantidad inferior realiza el tipo de la modalidad básica.

Apropiación indebida de patrimonio público.

Art. 432 CP: Se impondrá la misma pena a la autoridad o funcionario público que cometiere el delito del
artículo 253 sobre el patrimonio público.

Art. 253 CP: los que, en perjuicio de otro, se apropiaren para sí o para un tercero, de dinero, efectos, valo-
res o cualquier otra cosa mueble, que hubieran recibido en depósito, comisión, o custodia, o que les hubie-
ran sido confiados en virtud de cualquier otro título que produzca la obligación de entregarlos o devolver -
los, o negaren haberlos recibido.

Sujeto activo de este delito es la autoridad o funcionario. Entre el sujeto activo y el patrimonio debe existir
una concreta vinculación, el funcionario ha de tener la posesión legítima del patrimonio en virtud de un de-
pósito, comisión, custodia o cualquier otro título que produzca la obligación de devolverlo o entregarlo. No
existirá esta vinculación típica entre sujeto activo y patrimonio en supuestos en que este se recibe por el fun-
cionario de manera ilegal. Tampoco es suficiente con que se disponga del patrimonio en virtud de una mera
situación de hecho derivada de los usos o de la práctica administrativa del ente público donde el funcionario
trabaja. La posesión legítima del funcionario debe abarcar:

 Su detentación material: tenencia directa y efectiva de éste.

 Su disponibilidad jurídica: posibilidad de tomar decisiones vinculantes sobre los efectos o valores
públicos sin necesidad de que estos estén efectivamente en su poder.

La conducta típica se describe con el verbo apropiarse. La apropiación equivale a un acto de disposición so-
bre los efectos o valores públicos en virtud del cual el funcionario, que posee tales bienes de forma legítima,
se comporta como si estos fueran propios. Entre los actos de disposición se encuentran la enajenación del
bien, su consumición, destrucción, permuta, donación, etc. Negar haberlos recibido no es una conducta dis-
tinta de la de apropiación.

Quedan excluidos del ámbito de la modalidad de malversación en estudio los bienes inmuebles.

El perjuicio patrimonial constituye el resultado típico, por lo que se trata de un delito de resultado en el que
se posible la tentativa.

Es común en la doctrina y jurisprudencia exigir en el delito de apropiación indebida, además del dolo, un ele-
mento subjetivo de lo injusto adicional concretado en el animus rem sibi habendi, esto es, en la voluntad de
apropiación.

Tipos agravados, hiperagravados y atenuado.

Ídem delito de administración desleal de patrimonio público.

Falseamiento de la situación económica de las entidades públicas.

Art. 433. Bis CP: 1. La autoridad o funcionario público que, de forma idónea para causar un perjuicio eco-
nómico a la entidad pública de la que dependa, y fuera de los supuestos previstos en el artículo 390, falsea -
re su contabilidad, los documentos que deban reflejar su situación económica o la información contenida en
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los mismos, será castigado con la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo
de uno a diez años y multa de doce a veinticuatro meses.

2. Con las mismas penas se castigará a la autoridad o funcionario público, que de forma idónea para cau -
sar un perjuicio económico a la entidad pública de la que dependa, facilite a terceros información mendaz
relativa a la situación económica de la misma o alguno de los documentos o informaciones a que se refiere
el apartado anterior.

3. Si se llegare a causar el perjuicio económico a la entidad, se impondrán las penas de prisión de uno a
cuatro años, inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de tres a diez años y multa de
doce a veinticuatro meses.

El bien jurídico protegido es el patrimonio público, que se lesiona, según los casos, a través de un falsea -
miento de la información acerca de la situación económica de una entidad pública. Otro bien jurídico podría
ser la veracidad de la información.

El sujeto activo es la autoridad o funcionario público.

El tipo contenido en el apartado 1 describe la acción típica con el verbo falsear (alterar, adulterar, simular,
omitir datos importantes) la contabilidad de la entidad pública etc. La acción típica tiene que ser idónea para
causar un perjuicio económico a la entidad pública de la que depende el funcionario, cualidad de la conducta
que debe ser abarcada por el dolo. Es un delito de aptitud para producir un daño.

La acción típica de la figura del apartado 2 viene definida con el verbo facilitar. Se castiga a la autoridad o
funcionario que difunde, proporciona o entrega a un tercero, bien información falsa o engañosa sobre la si-
tuación económica de la entidad de la que depende, bien alguno de los documentos o informaciones falsea-
dos o alterados a los que se refiere el apartado 1. Se trata de castigar también al funcionario que, sin haber in -
tervenido en el falseamiento, los entrega posteriormente a terceras personas. Es un delito de aptitud para pro -
ducir un daño.

El apartado 3 contiene el tipo agravado de cada una de las modalidades básicas. Ambos tipos agravados exi-
gen como resultado material la causación de un perjuicio económico a la entidad pública de la que depende
el sujeto activo del delito.

Cláusula de extensión (del ámbito de aplicación de los tipos de malversación).

Malversación impropia: Art. 435 CP: Las disposiciones de este capítulo son extensivas:

1.º A los que se hallen encargados por cualquier concepto de fondos, rentas o efectos de las Adminis-
traciones públicas.

2.º A los particulares legalmente designados como depositarios de caudales o efectos públicos.

3.º A los administradores o depositarios de dinero o bienes embargados, secuestrados o depositados


por autoridad pública, aunque pertenezcan a particulares.

4.º A los administradores concursales, con relación a la masa concursal o los intereses económicos
de los acreedores. En particular, se considerarán afectados los intereses de los acreedores cuando de
manera dolosa se alterara el orden de pagos de los créditos establecido en la ley.

Las semiexcusas absolutorias.

Art. 434 CP: Si el culpable de cualquiera de los hechos tipificados en este Capítulo hubiere reparado de
modo efectivo e íntegro el perjuicio causado al patrimonio público, o hubiera colaborado activamente con
las autoridades o sus agentes para obtener pruebas decisivas para la identificación o captura de otros res -
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ponsables o para el completo esclarecimiento de los hechos delictivos, los jueces y tribunales impondrán al
responsable de este delito la pena inferior en uno o dos grados.

Estas circunstancias no afectan a la gravedad de lo injusto ni a la culpabilidad del sujeto, sino que se basan
en consideraciones político-criminales, y su lugar sistemático es la punibilidad. No llegan a excluirla pero
hacen que la punibilidad sea menor:

a. Reparación de modo efectivo e íntegro del perjuicio causado al patrimonio público: la reparación del
daño ayuda a la protección penal del bien jurídico, pues disminuye los efectos de la lesión. Ésta ha
de ser efectiva e íntegra, no se fija un límite temporal para que la reparación tenga efectos atenuantes
y dichos efectos atenuantes son superiores a los de la atenuante genérica de reparación del daño.

b. Colaboración activa con las autoridades o sus agentes para obtener pruebas decisivas para la identifi-
cación o captura de otros responsables: se pretende facilitar el trabajo de la administración de justi-
cia. No se exige la identificación o captura efectiva de los mismos.

c. Colaboración activa con las autoridades o sus agentes para obtener pruebas decisivas para el comple -
to esclarecimiento de los hechos delictivos. No se exige el efectivo esclarecimiento de los hechos.

FRAUDES Y EXACCIONES ILEGALES.

FRAUDES.

Art. 436 CP: La autoridad o funcionario público que, interviniendo por razón de su cargo en cualesquiera
de los actos de las modalidades de contratación pública o en liquidaciones de efectos o haberes públicos, se
concertara con los interesados o usase de cualquier otro artificio para defraudar a cualquier ente público.

Al particular que se haya concertado con la autoridad o funcionario público se le impondrá la misma pena
de prisión que a éstos, así como la de inhabilitación para obtener subvenciones y ayudas públicas, para
contratar con entes, organismos o entidades que formen parte del sector público y para gozar de beneficios
o incentivos fiscales y de la Seguridad Social por un tiempo de dos a siete años.

Se pretende evitar que los funcionarios ocasionen un perjuicio económico a la AP. El bien jurídico protegido
es el patrimonio público, más concretamente, la eficiencia en la gestión y utilización de los recursos públi -
cos.

Modalidad cometida por autoridad o funcionario.

Sujeto activo es la autoridad o funcionario que por razón de su cargo intervenga en cualquier acto de las mo-
dalidades de contratación pública o en liquidaciones de efectos o haberes públicos.

Las acciones típicas, en el contexto de una contratación pública o de una liquidación de haberes públicos,
consiste en concertarse con los interesados o en usar cualquier otro artificio para defraudar a un ente públi-
co.

Concertarse: alcanzar un acuerdo entre el funcionario y el tercero interesado. Es indiferente de quién parta la
iniciativa, lo decisivo es el acuerdo.

Usar cualquier otro artificio: se describe de una forma abierta e imprecisa, incompatible con el principio de
legalidad. Abarca cualquier tipo de simulación, engaño, maquinación o ingenio que tenga por objeto defrau-
dar al ente público.

Doctrina y jurisprudencia incluyen en la liquidación de efectos o haberes públicos, tanto la enajenación de


bienes públicos, como el cálculo de lo que se debe pagar a la AP, por ejemplo, por un concreto tributo. Se
pretende afectar con la acción típica el capítulo de ingresos del ente público.
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La consumación tiene lugar cuando el funcionario en el marco de una contratación o de una liquidación de
haberes, se concierta con un tercero o utiliza cualquier otro artificio para defraudar a cualquier ente público,
es decir, con la finalidad de causar un perjuicio patrimonial a la AP.

EXACCIONES ILEGALES.

Art. 437 CP: La autoridad o funcionario público que exigiere, directa o indirectamente, derechos, tarifas
por aranceles o minutas que no sean debidos o en cuantía mayor a la legalmente señalada, será castigado,
sin perjuicio de los reintegros a que viniere obligado, con las penas de multa de seis a veinticuatro meses y
de suspensión de empleo o cargo público por tiempo de seis meses a cuatro años.

El bien jurídico protegido es el patrimonio de los administrados, si bien hay que encuadrarlo en el correcto
ejercicio de las funciones públicas.

Sujeto activo es la autoridad o funcionario que exija derechos, tarifas por aranceles o minutas que no sean
debidos o en cuantía mayor a la legalmente señalada. Se incluyen no solo los funcionarios que cobran sus ho-
norarios directamente de los ciudadanos, sino también aquellos que reciben sus sueldos de la AP, tengan o no
tengan entre sus competencias la de recaudar de los particulares en concepto de impuestos o por la prestación
de servicios públicos.

La acción típica consiste en exigir directa o indirectamente (personalmente por el funcionario o a través de
un tercero del que se sirve) derechos, tarifas por aranceles o minutas que no sean debidos o en cuantía supe -
rior a la señalada legalmente. Exigir equivale a pedir, solicitar, demandar el derecho, la tarifa o la minuta ile-
gal. La exigencia ha de ser fraudulenta; el funcionario ha de usar el engaño como modo o medio de comi -
sión, haciendo creer al particular que las cantidades exigidas son legales.

Los derechos, tarifas o minutas exigidos pueden ser indebidos por no autorizados, o por desmesurados.

El ánimo de lucro no es exigencia típica. Tanto si el funcionario comete el delito de exacciones, dolosamen-
te, para beneficiarse a sí mismo o para incorporar a las arcas públicas lo ilegalmente demandado, en ambos
casos se cumple el tipo.

El delito se consuma en el momento en el que la autoridad o funcionario pide o exige al particular el derecho,
tarifa o minuta. Se trata de un delito de peligro abstracto.

ESTAFA Y FRAUDE DE PRESTACIONES DEL SSS CON ABUSO DE CARGO PÚBLICO.

Sujeto activo es la autoridad o funcionario que comete cualquiera de las modalidades de estafa o un delito de
fraude de prestaciones del SSS.

Abusar del cargo supone un aprovechamiento de las facilidades que el cargo proporciona, un abuso de la
condición de funcionario que facilite la comisión de la estafa o del fraude de prestaciones del SSS, sin que
sea necesario que al ejecutar estos delitos el funcionario actúe dentro de las funciones que tiene encomenda -
das.

NEGOCIACIONES Y ACTIVIDADES PROHIBIADS A LOS FUNCIONARIOS Y ABUSOS EN EL


EJERCICIO DE SU FUNCIÓN.

PARTICIPACIÓN INDEBIDA EN NEGOCIOS O ACTUACIONES.

Modalidad cometida por autoridad o funcionario público.

Art. 439 CP: La autoridad o funcionario público que, debiendo intervenir por razón de su cargo en cual-
quier clase de contrato, asunto, operación o actividad, se aproveche de tal circunstancia para forzar o faci-
litarse cualquier forma de participación, directa o por persona interpuesta, en tales negocios o actuaciones,
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incurrirá en la pena de prisión de seis meses a dos años, multa de doce a veinticuatro meses e inhabilitación
especial para empleo o cargo público y para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo por tiempo de dos a
siete años.

Se pretende evitar una instrumentalización de la función pública para la obtención de beneficios personales
y la participación personal e interesada de la autoridad o funcionario en asuntos u operaciones en los que
deba intervenir por razón de su cargo. El bien jurídico protegido es la imparcialidad en el ejercicio de la fun-
ción pública.

Sujeto activo es la autoridad o funcionario que deba intervenir por razón de su cargo en un contrato, asunto,
operación o actividad, con contenido económico o patrimonial. La participación en contratos o negocios dis -
tintos y sin conexión con aquellos sobre los que tenga que intervenir, queda fuera del tipo.

La acción típica consiste en forzar o facilitarse cualquier forma de participación, directa o por persona inter-
puesta, en un contrato, asunto, operación o actividad aprovechándose el sujeto activo de su intervención en él
o ella por razón de su cargo.

Forzar (presionar, influir de manera intensa y vigorosa para conseguir la participación en el asunto o contra -
to de que se trate. Se excluye la violencia o intimidación, propios de las coacciones y amenazas) o facilitarse
(implica una menor dificultad, esfuerzo o trabajo en conseguir su propósito) equivale a procurarse o conse-
guir una participación.

Procurarse una participación no equivale a obtener efectivamente el beneficio económico perseguido, sino
que nos movemos en un estadio anterior. No es preciso para la consumación que el funcionario logre un be-
neficio patrimonial, aunque sí debe realizar la acción típica con esa finalidad (elemento subjetivo de lo injus-
to adicional al dolo). No es necesario para que se realice el tipo del delito que se cause un perjuicio patrimo -
nial a la AP, ni que el funcionario realice la acción con esta finalidad.

La participación en el negocio o actuación que el funcionario fuerza o se facilita puede ser directa o por per-
sona interpuesta. Ha de llevarse a cabo aprovechándose el funcionario de su intervención en el contrato o
asunto por razón de su cargo.

Modalidad cometida por perito, árbitro, contador partidor, tutor, curador, albacea o administrador
concursal.

Art. 440 CP: Los peritos, árbitros y contadores partidores que se condujeren del modo previsto en el artícu-
lo anterior, respecto de los bienes o cosas en cuya tasación, partición o adjudicación hubieran intervenido,
y los tutores, curadores o albaceas respecto de los pertenecientes a sus pupilos o testamentarías, y los admi -
nistradores concursales respecto de los bienes y derechos integrados en la masa del concurso, serán casti -
gados con la pena de multa de doce a veinticuatro meses e inhabilitación especial para empleo o cargo pú -
blico, profesión u oficio, guarda, tutela o curatela, según los casos, por tiempo de tres a seis años, salvo que
esta conducta esté sancionada con mayor pena en otro precepto de este Código.

El bien jurídico protegido es el patrimonio de terceros frente a determinados comportamientos realizados por
perito, árbitro, contador partidor, tutor, curador, albacea o administrador concursal, que son los sujetos acti-
vos de este delito. En muchos casos se trata de sujetos que ni son funcionarios ni afectan en modo alguno a la
función pública.

El art. 440 CP remite al art. 439 para determinar la acción prohibida, por lo que nos encontramos ante una
ley penal en blanco.

La acción típica consiste en forzar o facilitarse cualquier forma de participación, directa o por persona inter-
puesta, en negocios o actuaciones aprovechándose de los deberes y facultades que los sujetos tienen asigna-
dos respecto de determinados bienes y derechos: aquellos en cuya tasación, partición o adjudicación intervie-
nen; los pertenecientes a sus pupilos o testamentarías; y los integrados en la masa del concurso.

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El sujeto activo ha de realizar la acción típica con la finalidad de obtener un beneficio económico, que debe
comportar un perjuicio patrimonial para el sujeto pasivo. Sin embargo no es necesaria la obtención efectiva
del beneficio patrimonial, ni la causación real del perjuicio, para alcanzar la consumación. Se trata de un de-
lito de peligro abstracto.

EJERCICIO DE ACTIVIDADES PROFESIONALES O DE ASESORAMIENTO INCOMPATIBLES


CON LA FUNCIÓN PÚBLICA.

Art. 441 CP: La autoridad o funcionario público que, fuera de los casos admitidos en las leyes o reglamen-
tos, realizare, por sí o por persona interpuesta, una actividad profesional o de asesoramiento permanente o
accidental, bajo la dependencia o al servicio de entidades privadas o de particulares, en asunto en que deba
intervenir o haya intervenido por razón de su cargo, o en los que se tramiten, informen o resuelvan en la ofi -
cina o centro directivo en que estuviere destinado o del que dependa, incurrirá en las penas de multa de seis
a doce meses y suspensión de empleo o cargo público por tiempo de dos a cinco años.

Se pretenden castigar las formas más graves de conculcación de la normativa administrativa de incompatibi -
lidades. El bien jurídico protegido en este precepto es la imparcialidad en el ejercicio de las funciones públi-
cas.

Sujeto activo del delito es la autoridad o funcionario (queda fuera del ámbito del tipo el exfuncionario). Es
preciso que la actividad profesional o de asesoramiento realizada por el funcionario se lleva a cabo sobre un
asunto en el que tenga que intervenir (tramitación, información, resolución) en el futuro o haya intervenido
ya por razón de su cargo, o que se tramite, informe o resuelva en la oficina o centro directivo en el que está
destinado o del que depende.

La acción típica consiste en realizar por sí o por persona interpuesta, una actividad profesional o de asesora-
miento permanente o accidental bajo la dependencia o al servicio de entidades privadas o de particulares.

La actividad profesional o de asesoramiento (términos de considerable amplitud) puede ser permanente (con-
tinuada) o accidental (ocasional) para un asunto concreto. Debe ser relevante, de una cierta importancia y en-
tidad, sin que el mero consejo sea suficiente para integrar el tipo. Ha de hacerse bajo la dependencia o al ser -
vicio de entidades privadas o de particulares. Queda extramuros del tipo el supuesto en el que el funcionario
realiza la actividad para otro ente público.

Algunos autores exigen en el tipo subjetivo, además del dolo, el ánimo de lucro. Aunque en la mayor parte
de casos se dará la circunstancia de que el funcionario persiga un beneficio patrimonial, el tipo no lo requie-
re.

USO INDEBIDO DE SECRETO O INFORMACIÓN PRIVILEGIADA.

Tipo básico.

Art. 442 CP: La autoridad o funcionario público que haga uso de un secreto del que tenga conocimiento por
razón de su oficio o cargo, o de una información privilegiada, con ánimo de obtener un beneficio económico
para sí o para un tercero, incurrirá en las penas de multa del tanto al triplo del beneficio perseguido, obte -
nido o facilitado e inhabilitación especial para empleo o cargo público y para el ejercicio del derecho de
sufragio pasivo por tiempo de dos a cuatro años.

Sujeto activo es la autoridad o funcionario que tenga conocimiento de un secreto o información privilegiada
por razón de su oficio o cargo. El acceso indebido o ilegítimo al contenido del secreto o de la información
queda al margen del tipo en estudio.

La acción típica consiste en hacer uso de un secreto o información privilegiada con ánimo de obtener un be-
neficio económico para sí o para un tercero. Hacer uso de secretos o información privilegiada no implica ne-
cesariamente su revelación a terceros no autorizados para conocerlos. Ahora bien, el funcionario que revela
un secreto con la finalidad de obtener un beneficio económico, también hace uso del secreto.
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El objeto sobre el que recae la acción típica es el secreto o la información privilegiada. Son características
básicas del secreto:

 Que se trate de algo conocido solo por pocas personas, existiendo un interés en seguir manteniéndolo
en este régimen de exclusividad.

 El conocimiento del secreto se debe a las concretas funciones públicas que desempeña el funciona -
rio, y en este sentido se trata de un secreto oficial, lo que no impide que su contenido sea de carácter
personal.

 Que su contenido sea idóneo para poder conseguir con su uso un beneficio económico.

 Que el contenido no pueda ser averiguado fácilmente por cualquier persona por otras vías.

Información privilegiada: toda información de carácter concreto que se tenga exclusivamente por razón del
oficio o cargo público y que no haya sido notificada, publicada o divulgada.

Información a la que tiene acceso un número limitado de personas por razón de las competencias específicas
de la función pública que desempeñan. Su contenido debe tener trascendencia económica. El secreto posee la
cualidad de perdurable, pero la información privilegiada es perecedera en el sentido de que su destino es su
conocimiento por un amplio número de personas, momento en que dejará de ser privilegiada.

El tipo subjetivo está integrado por el dolo y por un elemento subjetivo de lo injusto adicional al dolo: el áni-
mo del sujeto de obtener un beneficio económico para sí o para un tercero. Es suficiente para que el tipo se
consume que el funcionario realice la actividad típica con la finalidad de obtener un beneficio, sin necesidad
de que lo logre. Delito de mera actividad y de lesión.

Tipo agravado por la obtención del beneficio económico perseguido.

Este tipo agravado sólo alcanza la consumación cuando el funcionario o un tercero obtienen el beneficio eco-
nómico derivado del aprovechamiento del secreto o de la información privilegiada.

Tipo agravado por la producción de grave daño para la causa pública o para tercero.

Art. 442 CP: Si resultara grave daño para la causa pública o para tercero, la pena será de prisión de uno a
seis años, e inhabilitación especial para empleo o cargo público y para el ejercicio del derecho de sufragio
pasivo por tiempo de nueve a doce años.

Exige para su consumación que del uso del secreto o de la información se derive un grave daño para la causa
pública o para tercero.

El grave daño ha de ser de carácter económico, un perjuicio económico de considerable entidad ocasionado a
la AP o a un tercero. Tal resultado típico tiene que ser abarcado por el dolo del autor.

SOLICITUD SECUAL POR AUTORIDAD O FUNCIONARIO.

Tipo básico.

Art. 443.1 CP: Será castigado con la pena de prisión de uno a dos años e inhabilitación absoluta por tiempo
de seis a 12 años, la autoridad o funcionario público que solicitare sexualmente a una persona que, para sí
misma o para su cónyuge u otra persona con la que se halle ligado de forma estable por análoga relación
de afectividad, ascendiente, descendiente, hermano, por naturaleza, por adopción, o afín en los mismos gra -
dos, tenga pretensiones pendientes de la resolución de aquel o acerca de las cuales deba evacuar informe o
elevar consulta a su superior.

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Sujeto activo es la autoridad o funcionario. Sujeto pasivo y objeto de la solicitud sexual puede ser cualquier
persona que, bien para sí, bien para alguno de sus familiares o allegados mencionados, tenga pretensiones
pendientes de resolución del funcionario o acerca de las cuales deba evacuar informe o elevar consulta a su
superior. Debe existir relación de dependencia del sujeto pasivo respecto del activo, de la que éste se prevale-
ce para realizar la conducta típica. Resolución se extiende a cualquier decisión que en el ámbito de su fun-
ción pueda adoptar el funcionario.

La acción típica consiste en solicitar sexualmente a una persona que se encuentra en alguna de las situaciones
ya vistas. No es suficiente una mera insinuación. El requerimiento ha de ser claro e inequívoco, sin importar
la forma en que se haga (por escrito, verbalmente o por gestos). El prevalimiento debe concretarse en hacer
ver a la persona solicitada sexualmente que sus asuntos pendientes de la intervención del funcionario pueden
verse perjudicados si no accede a la demanda sexual de este.

El tipo subjetivo está integrado por el dolo y un elemento subjetivo de lo injusto: la finalidad de involucrar a
la víctima en un comportamiento de naturaleza sexual. Para que se consume el delito no es necesario que se
llegue a producir efectivamente el comportamiento sexual demandado, ni que el sujeto pasivo decida acceder
a las pretensiones. Basta con que se haya visto afectado el proceso de formación de la voluntad en el ámbito
sexual de la persona solicitada. Ello ocurrirá cuando incorpore a su proceso de deliberación, como un serio
factor a tener en cuenta, el requerimiento del funcionario.

Si tiene lugar el comportamiento sexual, surge un concurso (medial o real) entre el delito en estudio y el co -
rrespondiente delito contra la libertad sexual que ha de resolverse a favor del delito en estudio.

Tipo agravado.

2. El funcionario de Instituciones Penitenciarias o de centros de protección o corrección de menores que so-


licitara sexualmente a una persona sujeta a su guarda será castigado con la pena de prisión de uno a cuatro
años e inhabilitación absoluta por tiempo de seis a 12 años.

3. En las mismas penas incurrirán cuando la persona solicitada fuera ascendiente, descendiente, hermano,
por naturaleza, por adopción, o afines en los mismos grados de persona que tuviere bajo su guarda. Incurri -
rá, asimismo, en estas penas cuando la persona solicitada sea cónyuge de persona que tenga bajo su guarda
o se halle ligada a ésta de forma estable por análoga relación de afectividad.

Sujeto activo de esta modalidad es el funcionario de instituciones penitenciarias o de centros de protección o


corrección de menores. Los sujetos pasivos son, además de la persona sujeta a guarda en una institución pe -
nitenciaria o en un centro de protección o corrección de menores, su cónyuge o persona ligada a aquella por
análoga relación de afectividad, ascendientes y descendientes o hermanos.

El sujeto activo se encuentra en una posición de dominio o superioridad, de la que se prevale para realizar la
conducta típica.

PROVOCACIÓN, CONSPIRACIÓN Y PROPOSICIÓN PARA COMETER LOS DELITOS DEL TÍ-


TULO XIX.

Art. 445 CP: La provocación, la conspiración y la proposición para cometer los delitos previstos en este Tí -
tulo se castigará, respectivamente, con la pena inferior en uno o dos grados.

TEMA 7: DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA, 1.

PREVARICACIÓN.

PREVARICACIÓN JUDICIAL EN CAUSA CRIMINAL.


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Prevaricar es el propósito manifiesto de faltar a la obligación o cargo que se desempeña.

Art. 446 CP: El juez o magistrado que, a sabiendas, dictare sentencia o resolución injusta será castigado:

1.º Con la pena de prisión de uno a cuatro años si se trata de sentencia injusta contra el reo en causa crimi -
nal por delito grave o menos grave y la sentencia no hubiera llegado a ejecutarse, y con la misma pena en
su mitad superior y multa de doce a veinticuatro meses si se ha ejecutado. En ambos casos se impondrá,
además, la pena de inhabilitación absoluta por tiempo de diez a veinte años.

Sujeto activo son los Jueces o Magistrados. Deben incluirse los Magristrados de los Tribunales colegiados,
que aún obligados a firmar la sentencia, pueden salvar su responsabilidad mediante un voto particular.

A sabiendas equivale a conocer que la resolución que se dicta es contraria a Derecho.

Injusto equivale a contrario a Derecho.

Son casi inexistentes las sentencias sobre prevaricación judicial pues se exige que la ilegalidad sea tan grose -
ra y evidente que revele por sí la injusticia.

Causa criminal por delito son los procedimientos que se siguen por la comisión de uno de los delitos recogi-
dos en el Libro II del CP, así como otros de las leyes penales especiales que corresponde juzgar a Jueces y
Tribunales de la jurisdicción ordinaria.

Sentencia es la decisión de un procedimiento criminal. Ha de ser motivada, es decir, fundada y razonada. La


sentencia contra reo quiere decir que perjudique a la persona contra la que se dicta. El perjuicio ha de ser no-
torio y manifiesto.

El texto prevé dos supuestos, según se ejecute o no la sentencia:

 Si se trata de sentencia injusta contra el reo en causa criminal por delito grave o menos grave y la
sentencia no hubiera llegado a ejecutarse. Ejecutar supone iniciar el cumplimiento de la pena, no
cumplirla íntegramente, sino el hecho de iniciarse.

 Si se trata de sentencia injusta contra el reo en causa criminal por delito y la sentencia se ha ejecu-
tado.

PREVARICACIÓN JUDICAL EN PROCESO POR DELITO LEVE.

Art. 446.2ª CP: …si se tratara de una sentencia injusta contra el reo dictada en proceso por delito leve.

PREVARICACIÓN EN SENTENCIAS NO PENALES U OTRAS RESOLUCIONES INJUSTAS.

Art. 446.3ª CP: se castiga al Juez o Magistrado cuando dictara cualquier otra sentencia o resolución injus-
tas.

Se castigan resoluciones de Jueces o Magistrados de otras jurisdicciones ajenas a la penal, que son la civil,
laboral y C-A, que sean a sabiendas, injustas y que perjudiquen a la parte contra la que se dictan. También se
incluyen autos o providencias dictadas en la jurisdicción penal.

PREVARICACIÓN POR IMPRUDENCIA GRAVE.

Art. 447 CP: El Juez o Magistrado que por imprudencia grave o ignorancia inexcusable dictara sentencia o
resolución manifiestamente injusta incurrirá en la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo pú-
blico por tiempo de dos a seis años.

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Puede darse el supuesto de un Juez que valore insuficientemente la prueba practicada en la vista del juicio
oral, dictando una resolución injusta. La injusticia será manifiesta para terceros, pero no para el Juez, pues en
este caso el tipo a aplicar sería el doloso.

PREVARICACIÓN POR IGNORANCIA INEXCUSABLE.

Art. 447 CP.

No puede decirse que una sentencia que modifica el Tribunal superior suponga que el inferior la dictó por ig -
norancia inexcusable, pues con frecuencia el Derecho positivo se presta a más de una interpretación. Lo mis -
mo puede decirse de las sentencias que casa el Tribunal Supremo.

NEGATIVA A ADMINISTRAR JUSTICIA.

Art. 448 CP: El Juez o Magistrado que se negase a juzgar, sin alegar causa legal, o so pretexto de oscuri-
dad, insuficiencia o silencio de la Ley.

El art. 43 CP impone el deber de resolver aunque se trate de sentencias muy rigurosas o que el juzgador con -
sidere que no debe ser objeto de sanción penal.

RETARDO MALICIOSO EN LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA.

Art 449.1 CP: Se entenderá por malicioso el retardo provocado para conseguir cualquier finalidad ilegíti-
ma. Se castiga al Juez, Magistrado o Secretario Judicial culpable de retardo malicioso en la Administración
de Justicia.

Supuesto atenuado: Art. 449.2 CP: Cuando el retardo sea imputable a funcionario distinto de los menciona-
dos en el apartado anterior, se le impondrá la pena indicada, en su mitad inferior.

OMISIÓN DEL DEBER DE IMPEDIR DELITOS.

Art 450.1 CP: El que, pudiendo hacerlo con su intervención inmediata y sin riesgo propio o ajeno, no impi-
diere la comisión de un delito que afecte a las personas en su vida, integridad o salud, libertad o libertad se -
xual.

El bien jurídico protegido es el correcto funcionamiento de la Administración de Justicia. Puesto que se trata
de un delito común, dicha protección tiene un sentido amplio que implica a todos.

Sujeto activo y pasivo puede ser cualquiera.

Para que se perfeccione el delito ha de darse:

A. Intervención inmediata: la actuación ha de ser cercana a la ejecución del delito, al comienzo de la


misma o en cualquier otro momento anterior a la consumación. El sujeto ha de percatarse de que se
va a cometer un delito, no siendo suficiente la mera sospecha.

B. Ausencia de riesgo propio o ajeno: el riesgo ha de ser de cierta entidad, pues si se trata de un peligro
de poca importancia existe el deber de actuar.

C. Posibilidad de actuar: el sujeto ha de tener la posibilidad de intervenir para impedir el delito. Si no


pudiera hacerlo, no incurriría en responsabilidad aunque en este caso tiene el deber de ponerlo en co -
nocimiento de la autoridad.

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D. Los delitos que hay obligación de impedir son los que afectan a la persona en su vida, integridad o
salud, libertad o libertad sexual. No existe el deber de impedir otros delitos, como por ejemplo, un
robo.

E. No impedir la comisión de un delito: si el delito se ha consumado ya no existe el deber de actuar,


pero sí la obligación de denunciarlo a la autoridad siempre que se trate de un delito público.

Solo son punibles las conductas dolosas (dolo directo y eventual). El miedo insuperable es una causa de ex -
culpación.

La consumación se produce por la mera inactividad del sujeto cuando debía actuar (delito propio de omisión
o de omisión pura).

OMISIÓN DEL DEBER DE DENUNCIAR.

Art. 450.2 CP: quien, pudiendo hacerlo, no acuda a la autoridad o a sus agentes para que impidan un delito
de los previstos en el apartado anterior y de cuya próxima o actual comisión tenga noticia.

Si el sujeto que no evita la comisión del delito, tampoco denuncia, sólo habrá cometido el delito del apartado
1, pues la segunda conducta queda absorbida en la primera.

En materia concursal se plantea la relación entre el art. 450.1 y el delito de negativa a prestar auxilio a reque -
rimiento de un particular, siendo esta última ley especial y por tanto, preferente.

ENCUBRIMIENTO.

Art. 451 CP: el que, con conocimiento de la comisión de un delito y sin haber intervenido en el mismo como
autor o cómplice, interviniere con posterioridad a su ejecución.

El sujeto activo, que puede ser cualquiera, ha de tener conocimiento de la comisión de un delito previo, sin
que sea necesario que conozca los detalles respecto a su tipicidad. No son suficientes las meras sospechas.

Delito de mera actividad, autónomo del delito previo que origina el encubrimiento. Se contemplan dos su -
puestos:

 Favorecimiento real: Auxiliando a los autores o cómplices para que se beneficien del provecho, pro-
ducto o precio del delito, sin ánimo de lucro propio. De existir ánimo de lucro estaríamos ante un
delito de receptación.

Ocultando, alterando o inutilizando el cuerpo, los efectos o los instrumentos de un delito, para im-
pedir su descubrimiento. Dejar inservible, por ejemplo, un arma de fuego invalida el delito de tenen -
cia ilícita de armas.

 Favorecimiento personal:

o Tipo básico: Art. 451.3º CP: Ayudando a los presuntos responsables de un delito a eludir la
investigación de la autoridad o de sus agentes, o a sustraerse a su busca o captura, siempre
que concurra alguna de las circunstancias siguientes:

a) Que el hecho encubierto sea constitutivo de traición, homicidio del Rey o de la


Reina o de cualquiera de sus ascendientes o descendientes, de la Reina consorte o
del consorte de la Reina, del Regente o de algún miembro de la Regencia, o del
Príncipe o de la Princesa de Asturias, genocidio, delito de lesa humanidad, delito
contra las personas y bienes protegidos en caso de conflicto armado, rebelión, te-

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rrorismo, homicidio, piratería, trata de seres humanos o tráfico ilegal de órga-


nos.

o Tipo agravado: se agrava la pena cuando el favorecedor haya obrado con abuso de funciones
públicas.

Limitaciones de la pena.

Art. 452 CP: En ningún caso podrá imponerse pena privativa de libertad que exceda de la señalada al delito
encubierto. Si éste estuviera castigado con pena de otra naturaleza, la pena privativa de libertad será susti-
tuida por la de multa de seis a veinticuatro meses, salvo que el delito encubierto tenga asignada pena igual
o inferior a ésta, en cuyo caso se impondrá al culpable la pena de aquel delito en su mitad inferior.

ENCUBRIMIENTO DE AUTORES EXENTOS DE PENA.

Art. 453 CP: Las disposiciones de este capítulo se aplicarán aun cuando el autor del hecho encubierto sea
irresponsable o esté personalmente exento de pena.

ENCUBRIMIENTO ENTRE PARIENTES.

Art. 454 CP: Están exentos de las penas impuestas a los encubridores los que lo sean de su cónyuge o de
persona a quien se hallen ligados de forma estable por análoga relación de afectividad, de sus ascendientes,
descendientes, hermanos, por naturaleza, por adopción, o afines en los mismos grados, con la sola excep-
ción de los encubridores que se hallen comprendidos en el supuesto del número 1.º del artículo 451.

REALIZACIÓN ARBITRARIA DEL PROPIO DERECHO.

Tipo básico.

Art. 455.1 CP: El que, para realizar un derecho propio, actuando fuera de las vías legales, empleare violen-
cia, intimidación o fuerza en las cosas.

Sujeto activo, por ser un delito especial, solo podrán serlo aquellos que tienen derechos exigibles. Sujeto pa-
sivo puede ser cualquiera. Quien interviene en nombre del titular de un derecho no comete este delito, sino el
que corresponda en cada caso, que suele ser un robo.

Integran el tipo:

 Realización de un derecho propio: cualquier derecho que legalmente sea exigible a tercero.

 Actuación fuera de las vías legales: el sujeto no puede tomarse la justicia por su mano, ha de acudir a
la vía legal correspondiente.

 Empleo de violencia, intimidación o fuerza en las cosas:

o Empleo de violencia o intimidación: la violencia es la fuerza física o vis absoluta, mientras


que la intimidación es la violencia psicológica o vis compulsiva, constituida por la comuni-
cación del anuncio de un mal inmediato, grave, personal y posible que despierte o inspire en
el ofendido un sentimiento de miedo, angustia o desasosiego.

o Empleo de fuerza en las cosas: supuestos descritos a modo de numerus clausus en el art. 238
CP:

 Son reos del delito de robo con fuerza en las cosas los que ejecuten el hecho cuando
concurra alguna de las circunstancias siguientes:
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 Escalamiento: trepar o ascender, no bastando la entrada por vía insólita o


desacostumbrada, distinta del acceso natural utilizado normalmente por el
propietario. Es necesario que la entrada exija un esfuerzo físico o destreza
por parte del sujeto.

 Rompimiento de pared, techo o suelo, o fractura de puerta o ventana: “frac-


tura exterior”, que se ejerce no sobre las cosas objeto de sustracción, sino
sobre el continente que las guarda. Se utiliza para facilitar el acceso al inte-
rior de un lugar.

 Fractura de armarios, arcas u otra clase de muebles u objetos cerrados o se-


llados, o forzamiento de sus claves para sustraer su contenido, sea en el lu-
gar del robo o fuera del mismo: “fractura interior”: fuerza aplicada sobre el
continente inmediato o recipiente en el que se guardan las cosas.

 Uso de llaves falsas: Art. 239 CP: Se considerarán llaves falsas:

o Las ganzúas u otros instrumentos análogos.

o Las llaves legítimas perdidas por el propietario u obtenidas por un


medio que constituya infracción penal.

o Cualesquiera otras que no sean las destinadas por el propietario


para abrir la cerradura violentada por el reo.

A los efectos del presente artículo, se consideran llaves las tarjetas,


magnéticas o perforadas, los mandos o instrumentos de apertura a
distancia, y cualquier otro instrumento tecnológico de eficacia si-
milar.

 Inutilización de sistemas específicos de alarma o guarda: incluye los supues-


tos en que el delincuente inutiliza el sistema de alarma de un inmueble para
acceder al mismo. Se excluyen los supuestos en los que la inutilización de la
alarma o guarda no se haya realizado para acceder al lugar donde las cosas
se encuentran.

La consumación se produce con el uso de la violencia, intimidación o fuerza en las cosas; no es necesario
que se logre la realización del derecho. Es posible la tentativa, si pese a la intimidación no se consigue lo
pretendido.

Tipo agravado.

Art. 455.2 CP: Se impondrá la pena superior en grado si para la intimidación o violencia se hiciera uso de
armas u objetos peligrosos.

TEMA 8: DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA, Y 2.

ACUSACIÓN Y DENUNCIA FALSAS.

Art. 456 CP: 1. Los que, con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad, imputaren
a alguna persona hechos que, de ser ciertos, constituirían infracción penal, si esta imputación se hiciera
ante funcionario judicial o administrativo que tenga el deber de proceder a su averiguación, serán sancio-
nados:
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1.º Con la pena de prisión de seis meses a dos años y multa de doce a veinticuatro meses, si se impu-
tara un delito grave.

2.º Con la pena de multa de doce a veinticuatro meses, si se imputara un delito menos grave.

3.º Con la pena de multa de tres a seis meses, si se imputara un delito leve.

2. No podrá procederse contra el denunciante o acusador sino tras sentencia firme o auto también firme, de
sobreseimiento o archivo del Juez o Tribunal que haya conocido de la infracción imputada. Estos mandarán
proceder de oficio contra el denunciante o acusador siempre que de la causa principal resulten indicios
bastantes de la falsedad de la imputación, sin perjuicio de que el hecho pueda también perseguirse previa
denuncia del ofendido.

El bien jurídico protegido es doble: el adecuado funcionamiento de la Administración de Justicia y la protec -


ción al honor.

El sujeto activo puede ser cualquier persona que haga la falsa imputación, incluso el funcionario público. Si
este lo hace con prevalimiento del cargo se aplicaría la agravante genérica del art. 22.7º CP. El sujeto pasivo
puede ser cualquier persona.

La acción típica consiste en la falsa imputación de hechos que de ser ciertos constituirían infracción penal
(delitos graves, menos graves y leves). Es atípica aquella conducta que supone la falsa imputación de hechos
que darían lugar a una infracción administrativa, laboral o civil.

La imputación ha de adoptar la forma de denuncia, querella o imputación similar, pues no es suficiente la


manifestación de unas meras sospechas por parte de la persona que acusa. Ha de dirigirse contra una persona
viva, contra quien pueda iniciarse un proceso. También es factible la imputación a menores o inimputables.
La imputación ha de realizarse ante funcionario judicial o administrativo que tenga el deber de proceder a su
averiguación (jueces, fiscales, miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y funcionarios
administrativos cuando por razón del cargo tuvieren conocimiento de un delito (aquí se distingue entre el
destinatario directo, que debe proceder y el destinatario indirecto, que ha de poner el hecho en conocimiento
de su superior jerárquico).

El tipo subjetivo es de un delito doloso. Se admite el dolo eventual.

Es esencial que el hecho imputado sea objetivamente falso. la falsedad ha de recaer sobre hechos o autoría de
los hechos, pero no sobre su valoración, no siendo exigible un específico ánimo de perjudicar.

Falsedad parcial: aquella en la que si concurre un hecho pasa a ser una infracción más grave.

La consumación se da cuando se pone en conocimiento del funcionario competente los hechos falsos que son
constitutivos dela infracción penal. Cabe tentativa.

Perseguibilidad: es necesaria una sentencia firme, es decir, una sentencia sobre la que ya no cabe recurso
salvo el extraordinario de revisión, o un auto firme de sobreseimiento o archivo de la causa. Se consideran
ambas “condiciones objetivas de perseguibilidad que no afectan a la existencia y consumación del delito pero
sí a su persecución procesal”.

El juez o tribunal que haya dictado la sentencia o auto firmes mandará proceder de oficio contra el denun -
ciante si se derivan indicios bastantes de la falsedad de la imputación. Es esta una manifestación del deber de
los jueces de perseguir y castigar los delitos. El hecho también puede perseguirse por la parte ofendida previa
denuncia.

Relaciones concursales: este delito puede concurrir con:

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 Calumnia: se considera que la calumnia queda subsumida en el delito de acusación y denuncia fal -
sas. Si la imputación de los hechos se realiza también delante de particulares, la doctrina entiende
que hay concurso real entre ambos delitos.

 Falsedad documental: subsumida en el delito en estudio.

 Detención ilegal.

 Simulación de delitos y falso testimonio: quedan absorbidos por el delito de acusación y denuncia
falsa si forman parte de unas actuaciones tendentes a asegurar la condena del imputado.

SIMULACIÓN DE DELITOS.

Art. 457 CP: El que, ante alguno de los funcionarios señalados en el artículo anterior, simulare ser respon-
sable o víctima de una infracción penal o denunciare una inexistente, provocando actuaciones procesales,
será castigado con la multa de seis a doce meses.

Este artículo suple las posibles lagunas que ocasionaba la regulación del delito de acusación y denuncia fal -
sas. El bien jurídico protegido es el normal y correcto funcionamiento de la actividad judicial. Figura típica
tendente a la protección del derecho fundamental de tutela judicial efectiva. A diferencia de la acusación y
denuncia falsas, no se protege el honor.

El sujeto activo es cualquiera. El sujeto pasivo es el Estado que se encarga de la Administración de Justica y,
en su caso, la persona titular de los bienes jurídicos afectados.

La acción típica consiste en simular ser responsable o víctima de una infracción penal o denunciar una in -
fracción penal inexistente. Simular y denunciar son los verbos que rigen este tipo, referidos a un delito (no a
faltas).

Lo mismo se simula una infracción penal cuando se finge una que no se ha cometido, que cuando se da a en-
tender la comisión de una infracción penal distinta a la cometida. Simular ser víctima, en ocasiones, viene
motivado por el hecho de querer encubrir un delito previo cometido.

La denuncia de infracción penal inexistente supone la atribución por el denunciante de la condición de res-
ponsable o víctima de dicha infracción imaginaria. También es aplicable este tipo en el caso de haberse co -
metido realmente una infracción penal y simular ser responsable o víctima sin serlo. La denuncia ha de ser
idónea, mínimamente verosímil, excluyéndose las autodenuncias masivas.

Para que la acción sea típica tanto la simulación como la denuncia han de realizarse ante alguno de los fun-
cionarios del art. 456 CP y han de provocar actuaciones procesales. No es suficiente el atestado policial, pero
sí la ratificación ante el juez.

El tipo subjetivo es doloso tal y como se deduce de la naturaleza de la acción simular. Un sector doctrinal es-
tima factible el dolo eventual respecto a motivar una actuación procesal, pero otro sector lo excluye.

La consumación se da cuando se inician las actuaciones procesales, siendo insuficiente la mera recepción de
la denuncia. Si las actuaciones procesales no se inician, entonces se aprecia la tentativa.

Sin iniciadas las actuaciones procesales se lleva a cabo la retractación del sujeto activo entonces se apreciará
la atenuante genérica del art. 21.5ª CP; si las actuaciones no se han iniciado porque ha habido un desistimien -
to voluntario previo, entonces el hecho es impune.

Relaciones concursales: Este delito puede concurrir con:

 Acusación y denuncia falsa: la simulación de delitos queda absorbida por este delito.
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 Falso testimonio: es factible el concurso real si se produce en los inicios procesales.

 Encubrimiento: si el simulador se encubre a sí mismo de otro delito, será simulación de delito, mien -
tras no incurra en acusación falsa, pues no tiene el deber de confesar.

 Estafa de seguros: cabe concurso medial entre estos delitos, aplicándose el art. 77 CP.

 Detención ilegal: no hay concurso.

FALSO TESTIMONIO.

El bien jurídico protegido es el normal, correcto y adecuado funcionamiento de la Administración de Justica


y, más concretamente, de la actividad jurisdiccional. “El falso testimonio no es un delito contra las partes,
sino contra la Administración de Justicia”.

Se centra fundamentalmente en la fase probatoria de una causa, que ha de caracterizarse por su transparencia,
pureza y veracidad.

Falso testimonio en causa judicial.

Art. 458.1 CP: El testigo que faltare a la verdad en su testimonio en causa judicial, será castigado con las
penas de prisión de seis meses a dos años y multa de tres a seis meses.

Sujeto activo son los testigos, por lo que se trata de un delito especial propio. El art. 459 CP hace extensible
el círculo de sujetos activos al perito y al intérprete. El testigo es aquella persona que puede prestar declara-
ción en una causa judicial no participando en la misma con otro título que implique incompatibilidad con la
condición de testigo.

El testigo inhábil se estima como sujeto activo del delito de falso testimonio. El testigo dispensado de decla-
rar, si decide hacerlo está obligado a decir la verdad. El acusado puede callar total o parcialmente o incluso
mentir, pues hasta llega el derecho a su defensa no pudiendo ser objeto de reproche por falso testimonio ni
siquiera en los casos en que sus declaraciones resulten contradictorias con las prestadas en la instrucción en
calidad de testigos.

La acción viene indicada por el verbo faltar (a la verdad en su testimonio en causa judicial) por parte de un
testigo. Tal carencia de veracidad ha de ser sustancial, debiendo afectar a la resolución de la causa. Las false -
dades inocuas o declaraciones mendaces que recaen sobre circunstancias irrelevantes para la prueba de los
hechos no pueden ser subsumidas en este tipo.

Causa judicial comprende cualquier procedimiento de la jurisdicción penal, civil, laboral o C-A. Las jurisdic-
ciones especiales, militar y consuetudinaria, se incluyen en el concepto de causa judicial. Quedan excluidos
los expedientes administrativos. Es admisible el falso testimonio en la fase del plenario en la que se desarro-
llan y valoran los medios de prueba por el órgano jurisdiccional.

El tipo subjetivo es doloso, exigiéndose el conocimiento de la falsedad de lo declarado. Se admite el dolo di -


recto. Lo relevante es el conocimiento por parte del testigo de que lo que dice no es verdad y de que la mis -
ma puede influir en el proceso.

La consumación, al ser un delito de simple actividad, tiene lugar al llevarse a cabo las manifestaciones falsas,
con independencia de las consecuencias que conlleve en el proceso. No es factible la tentativa.

Falso testimonio contra reo en causa criminal.

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Art. 458.2 CP: Si el falso testimonio se diera en contra del reo en causa criminal por delito, las penas serán
de prisión de uno a tres años y multa de seis a doce meses. Si a consecuencia del testimonio hubiera recaído
sentencia condenatoria, se impondrán las penas superiores en grado.

Tipo agravado con respecto al anterior.

Falso testimonio ante tribunales internacionales o en virtud de comisión rogatoria remitida por un tri -
bunal extranjero.

Art. 458.3 CP: Las mismas penas se impondrán si el falso testimonio tuviera lugar ante Tribunales Interna-
cionales que, en virtud de Tratados debidamente ratificados conforme a la Constitución Española, ejerzan
competencias derivadas de ella, o se realizara en España al declarar en virtud de comisión rogatoria remiti -
da por un Tribunal extranjero.

o Falso testimonio ante Tribunal Internacional: ante tribunal que ejerce la jurisdicción por encima de
los Estados, en virtud de tratados internacionales ratificados por España.

o Comisión rogatoria: permiten una interacción internacional en el ejercicio de la Administración de


Justicia. La declaración prestada por un testigo en virtud de una comisión rogatoria tendrá el carácter
de declaración testifical en la causa de la cual dimane dicha comisión.

Dictamen o interpretación falsos.

Art. 459 CP: Las penas de los artículos precedentes se impondrán en su mitad superior a los peritos o intér-
pretes que faltaren a la verdad maliciosamente en su dictamen o traducción, los cuales serán, además, casti -
gados con la pena de inhabilitación especial para profesión u oficio, empleo o cargo público, por tiempo de
seis a doce años.

El sujeto activo es el perito (persona que posee determinados conocimientos e informa al juzgador sobre
puntos litigiosos que se relacionan con su saber o experiencia) o intérprete.

La acción consiste en “faltar a la verdad maliciosamente en su dictamen o traducción”.

Otra cuestión es la credibilidad del perito en el caso de resultados periciales contradictorios derivados de la
imposibilidad de las ciencias empíricas para determinar lo sucedido. Cabe destacar que como las ciencias
empíricas parten de un método para refutar una hipótesis, si la metodología es correcta no parece que pueda
entenderse que haya un falso testimonio máxime cuando el precepto exige una actuación maliciosa.

El tipo subjetivo es doloso. Se admite el dolo directo no siendo factible el dolo eventual.

Falso testimonio impropio.

Art. 460 CP: Cuando el testigo, perito o intérprete, sin faltar sustancialmente a la verdad, la alterare con
reticencias, inexactitudes o silenciando hechos o datos relevantes que le fueran conocidos, será castigado
con la pena de multa de seis a doce meses y, en su caso, de suspensión de empleo o cargo público, profesión
u oficio, de seis meses a tres años.

Modalidad atenuada en relación a las tipologías precedentes. Se deduce del artículo que es admisible tanto la
acción alterando la verdad con reticencias o inexactitudes como la omisión silenciando hechos o datos rele -
vantes conocidos por el testigo, perito o intérprete. No se exige que la falta de verdad sea esencial o decisiva
para la resolución del proceso.

Presentación de testigos, peritos o intérpretes falsos.

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Art. 461 CP: 1. El que presentare a sabiendas testigos falsos o peritos o intérpretes mendaces, será castiga-
do con las mismas penas que para ellos se establecen en los artículos anteriores.

2. Si el responsable de este delito fuese abogado, procurador, graduado social o representante del Ministe-
rio Fiscal, en actuación profesional o ejercicio de su función, se impondrá en cada caso la pena en su mitad
superior y la de inhabilitación especial para empleo o cargo público, profesión u oficio, por tiempo de dos a
cuatro años.

El sujeto activo es el sujeto procesal que tiene legitimación para proponer medios probatorios pues será
quien presente a sabiendas testigos falsos o peritos o intérpretes mendaces. En el apartado uno será quien
tenga la cualidad de parte y en el supuesto agravado del apartado dos, el sujeto activo será el abogado, procu -
rador, graduado social o representante del Ministerio Fiscal.

La acción viene determinada por el verbo presentar a sabiendas testigos falsos. Por falso se entiende falto de
veracidad, engañoso, y por mendaz se entiende mentiroso.

El tipo subjetivo es doloso, con dolo directo, no admitiéndose dolo eventual.

La consumación se da desde el momento en el que se presentan los testigos falsos o los peritos o intérpretes
mendaces.

EXCUSA ABSOLUTORIA.

Art. 462 CP: Quedará exento de pena el que, habiendo prestado un falso testimonio en causa criminal, se
retracte en tiempo y forma, manifestando la verdad para que surta efecto antes de que se dicte sentencia en
el proceso de que se trate. Si a consecuencia del falso testimonio, se hubiese producido la privación de li -
bertad, se impondrán las penas correspondientes inferiores en grado.

La retractación en tiempo y forma antes de dictarse sentencia es una excusa absolutoria para aquel que haya
prestado falso testimonio en causa criminal. Esta retractación no es válida para otros órdenes jurisdiccionales
ni para peritos o intérpretes.

Tiene como efecto la manifestación de una nueva declaración que sea verdadera. Ha de producirse antes de
dictarse sentencia en el proceso en el que se declaró falsamente. Sería factible la retractación en fase de re -
curso, pues no se especifica si la sentencia ha de ser firme o no.

OBSTRUCCIÓN A LA JUSTICIA Y DESLEALTAD PROFESIONAL.

Obstrucción: impedimento o dificultad del desarrollo adecuado del proceso.

Deslealtad profesional: falta de veracidad y realidad en el desarrollo de la actuación de un profesional.

Incomparecencia en causa criminal.

El tipo básico protegido es, además del adecuado y correcto funcionamiento de la Administración de Justicia,
el derecho a la libertad en el caso de reo en prisión provisional, y el derecho a un proceso sin dilaciones inde-
bidas.

1. Proceso con reo en prisión: art. 463.1 CP: El que, citado en legal forma, dejare voluntariamente de
comparecer, sin justa causa, ante un juzgado o tribunal en proceso criminal con reo en prisión pro -
visional, provocando la suspensión del juicio oral, será castigado con la pena de prisión de tres a
seis meses o multa de seis a 24 meses. Es significativo que la suspensión se plantee en el juicio oral,
y no en otro momento judicial. Es justa causa un motivo moral o físico para no acudir al juicio.

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El tipo subjetivo es doloso y el dolo ha de abarcar el conocimiento de la prisión provisional del reo,
siendo indiferente que el dolo abarque el deseo de que el reo siga en prisión. No cabe imprudencia.

El concurso real es factible el tipo básico de obstrucción a la justicia y el delito de desobediencia o


de falso testimonio para el caso de que, conducido el perito o testigo por las fuerzas y cuerpos de se-
guridad, comparece pero se niega a declarar o lo hace faltando a la verdad.

2. Proceso sin reo en prisión: art. 463.1 in fine CP: …En la pena de multa de seis a 10 meses incurrirá
el que, habiendo sido advertido, lo hiciera por segunda vez en causa criminal sin reo en prisión,
haya provocado o no la suspensión.

La primera incomparecencia en causa judicial sin reo en prisión no conlleva sanción penal al ser una
acción atípica, pero sí conllevará las sanciones previstas en la normativa procesal. Se requiere una
segunda incomparecencia para que la acción sea típica. El tipo subjetivo es doloso, siendo la libre
voluntad la que marca la existencia del dolo. No se admite imprudencia.

3. Tipo agravado para abogado, procurador o representante del Ministerio Fiscal: art. 463.2 CP: Si el
responsable de este delito fuese abogado, procurador o representante del Ministerio Fiscal, en ac-
tuación profesional o ejercicio de su función, se le impondrá la pena en su mitad superior y la de
inhabilitación especial para empleo o cargo público, profesión u oficio, por tiempo de dos a cuatro
años.

Por miembro del tribunal se entiende algún miembro del jurado. En el caso de un jurado suplente
que motivare la suspensión, al no ser integrante del jurado le será aplicable el apartado uno. La sus -
pensión la ha de dictar el juzgador, que a su vez sería el causante de la misma por incomparecencia.
El precepto es de difícil interpretación y de una clara ambigüedad e imprecisión que dificulta la deli -
mitación de su contenido.

Cuestiones comunes a los anteriores tipos: la participación es posible si un tercero induce o motiva la incom-
parecencia del citado en juicio, respondiendo este como autor y aquel como coautor o inductor. El concurso
es posible en el caso de sucesivas incomparecencias que conllevan sucesivas suspensiones, sancionando el
conjunto como delito continuado.

Protección de los intervinientes en el proceso.

Art. 464 CP: 1. El que con violencia o intimidación intentare influir directa o indirectamente en quien sea
denunciante, parte o imputado, abogado, procurador, perito, intérprete o testigo en un procedimiento para
que modifique su actuación procesal, será castigado con la pena de prisión de uno a cuatro años y multa de
seis a veinticuatro meses.

Si el autor del hecho alcanzara su objetivo se impondrá la pena en su mitad superior.

2. Iguales penas se impondrán a quien realizare cualquier acto atentatorio contra la vida, integridad, liber-
tad, libertad sexual o bienes, como represalia contra las personas citadas en el apartado anterior, por su
actuación en procedimiento judicial, sin perjuicio de la pena correspondiente a la infracción de que tales
hechos sean constitutivos.

El precepto sanciona, en general, conductas de obstrucción a la justicia. Se le califica de delito de emprendi-


miento: el autor hace algo con la esperanza de lograr una finalidad, cuya consecución es más o menos rele -
vante pero no imprescindible para la existencia de la infracción penal.

Este artículo protege el bien jurídico valor de la Justicia, destacando la libertad que han de tener los intervi -
nientes en un proceso.

Violencia o intimidación sobre los participantes en un procedimiento.

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El sujeto activo puede ser cualquiera y el sujeto pasivo es la persona que ha de comparecer en el procedi-
miento (denunciante, parte o imputado, abogado, procurador, perito, intérprete o testigo), estableciéndose el
números clausus de los sujetos mencionados en el precepto.

Denunciante: quien ha instado la persecución del hecho interponiendo la denuncia.

Parte: quien está en el proceso por su relación directa o indirecta con el objeto del mismo.

Imputado: quien aparece relacionado como responsable de los hechos objeto del procedimiento a consecuen-
cia de indicios o declaraciones obrantes en la causa.

Perito: quien interviene en la causa para informar sobre algún hecho o circunstancia por sus conocimientos
científicos, artísticos o prácticos.

Intérprete: quien hace posible la comunicación entre los intervinientes en el proceso.

Testigo: quien interviene con finalidad probatoria en un proceso para declarar cuanto supiere sobre lo que se
le preguntara en la causa.

Abogado: licenciado en Derecho legalmente habilitado para el ejercicio.

Procurador: quien ostenta la representación de la parte en el proceso.

La acción consiste en ejercer directa o indirectamente violencia o intimidación, influyendo o intentando in-
fluir sobre alguna de las personas intervinientes para modificar su actuación procesal. El elemento violencia
o intimidación ha de ser de entidad, es decir, que sea capaz de cambiar el criterio de la persona sobre la que
se ejerza.

La violencia puede ser física o propia y violencia moral o impropia, aunque la doctrina estima que en este
precepto tiene cabida la violencia física pero no la moral. La violencia es directa sobre las personas y no in -
directa sobre cosas cuya titularidad ostenta el interviniente.

La intimidación se refiere a un temor racional y fundado de sufrir un mal inminente y grave en la persona o
bienes propios o en la persona o bienes del cónyuge, ascendientes, o descendientes. También se da cuando el
mal afecte a personas que no tienen esa relación parental con el interviniente.

El tipo subjetivo es doloso, pues exige la finalidad de querer modificar lo que la persona tiene previsto llevar
a cabo en un proceso. No es admisible la imprudencia.

La consumación se da cuando el sujeto ejerce la violencia o la intimidación aunque la persona sobre la que se
ejerce no se deje influir. El delito es de tendencia y/o mera actividad. Si se consigue el objetivo, la pena se
eleva en su mitad superior. No cabe tentativa.

Represalias contra las personas que participaron en un procedimiento judicial.

Sujeto activo es el que realiza cualquier acto atentatorio contra la vida, integridad, libertad, libertad sexual o
bienes como represalia a cualquiera de las personas mencionadas en el párrafo 1. El sujeto pasivo es cual -
quiera de las mismas.

La acción, según el verbo realizar cualquier acto atentatorio, consiste en atentar contra vida, integridad, etc.
Se entiende que la represalia sobre los bienes lo será a través de la causación de un daño con destrucción to -
tal o parcial.

La consumación no exige resultado, sino solo atentar contra la vida, integridad, etc., de ahí que no sea facti-
ble la tentativa.
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Obstrucción a la justica cometida por abogado, procurador o particular.

Art. 465 CP: 1. El que, interviniendo en un proceso como abogado o procurador, con abuso de su función,
destruyere, inutilizare u ocultare documentos o actuaciones de los que haya recibido traslado en aquella ca-
lidad, será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años, multa de siete a doce meses e inhabili-
tación especial para su profesión, empleo o cargo público de tres a seis años.

2. Si los hechos descritos en el apartado primero de este artículo fueran realizados por un particular, la
pena será de multa de tres a seis meses.

El sujeto activo es el abogado o procurador en el proceso, o un particular relacionado o no con el proceso.

La acción consiste en la destrucción (aniquilar un documento), inutilización u ocultación de documentos o


actuaciones recibidas como abogado o procurador en el proceso o realizada por un particular.

Por actuación se entiende el soporte material sobre el que se concreta materialmente un proceso de índole ju-
dicial. El proceso puede ser de cualquier orden jurisdiccional (penal, C-A, civil o laboral).

El tipo subjetivo es doloso. El dolo abarca el hecho material de la destrucción, inutilización u ocultación de
las actuaciones. Para algunos autores también abarcaría el efecto entorpecedor que tal acto entraña en el fun -
cionamiento de la Administración de Justicia.

La consumación se realiza en el momento en el que se destruye, inutiliza u oculta cualquier documento o ac-
tuación recibido en calidad de abogado o procurador o particular. Es factible la tentativa.

Revelación de actuaciones procesales secretas.

Art. 466 CP: 1. El abogado o procurador que revelare actuaciones procesales declaradas secretas por la
autoridad judicial, será castigado con las penas de multa de doce a veinticuatro meses e inhabilitación es -
pecial para empleo, cargo público, profesión u oficio de uno a cuatro años.

2. Si la revelación de las actuaciones declaradas secretas fuese realizada por el Juez o miembro del Tribu-
nal, representante del Ministerio Fiscal, Secretario Judicial o cualquier funcionario al servicio de la Admi-
nistración de Justicia, se le impondrán las penas previstas en el artículo 417 en su mitad superior.

3. Si la conducta descrita en el apartado primero fuere realizada por cualquier otro particular que interven-
ga en el proceso, la pena se impondrá en su mitad inferior.

Se castiga lo “especialmente secreto” dentro del sumario, que constituye un círculo concéntrico, temporal y
menor, dentro del secreto genérico que preside la fase instructora. El secreto genérico del sumario no lo es
para las partes personadas, mientras que la declaración temporal de las actuaciones como secretas sí alcanza
a las partes personadas.

Sujeto activo es el abogado o procurador, el juez o miembro del tribunal, representante del Ministerio Fiscal,
secretario judicial, o cualquier funcionario al servicio de la Administración de Justicia; o cualquier otro parti-
cular que intervenga en el proceso.

La acción consiste en revelar las actuaciones procesales declaradas secretas por la autoridad judicial. No tie-
ne la misma consideración revelar el contenido de la actuación que difundir incidencias procesales. Si la in-
formación se obtiene al margen del proceso, la acción no será típica ni tampoco si se lleva a cabo una vez le -
vantado el secreto de las actuaciones.

El tipo subjetivo es doloso. No cabe imprudencia.

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La consumación se da cuando la información llega a un tercero. Es factible la tentativa en el caso de que la


revelación se hiciera por escrito, pues se disocia el momento de la remisión del escrito al momento de cono -
cimiento por el tercero de lo revelado.

La participación tiene relevancia en relación al extraneus, el cual podrá ser sancionado como inductor si ha
provocado la comisión del delito.

Prevaricación impropia de abogados y procuradores.

Art. 467 CP: 1. El abogado o procurador que, habiendo asesorado o tomado la defensa o representación de
alguna persona, sin el consentimiento de ésta defienda o represente en el mismo asunto a quien tenga inte-
reses contrarios, será castigado con la pena de multa de seis a doce meses e inhabilitación especial para su
profesión de dos a cuatro años.

2. El abogado o procurador que, por acción u omisión, perjudique de forma manifiesta los intereses que le
fueren encomendados será castigado con las penas de multa de doce a veinticuatro meses e inhabilitación
especial para empleo, cargo público, profesión u oficio de uno a cuatro años.

Si los hechos fueran realizados por imprudencia grave, se impondrán las penas de multa de seis a doce me -
ses e inhabilitación especial para su profesión de seis meses a dos años.

Sujeto activo es el abogado o procurador con condición formal. La condición formal facilita la concreción de
los límites de la relación con el cliente. La relación jurídica entre procurador y cliente es más concreta en sus
límites que la de abogado y cliente, pues la primera es una relación de representación y la segunda lo es tanto
de asesoramiento jurídico como de defensa de los intereses del cliente.

La acción consiste en:

A. Defensa o representación desleal: representar en el mismo asunto a quien tenga intereses contrarios
por parte del abogado o procurador que haya tomado defensa o representación de alguna persona ca-
reciendo de su consentimiento. Basta una actividad de asesoramiento con conocimiento del asunto
para que la acción sea típica.
B. Perjuicio por acción u omisión a la persona defendida o representada: perjudicar por acción u omi -
sión y de forma manifiesta los intereses que le fueren encomendados a abogado o procurador. Se ad-
mite un perjuicio moral.

El tipo subjetivo es doloso en el supuesto de defensa o representación desleal (467.1) ya sea dolo directo o
eventual. En el supuesto del 467.2, el tipo subjetivo regulado en primer lugar es doloso. El legislador regula
un tipo imprudente por acción u omisión en el caso del art. 467.2 in fine, contemplándose únicamente la im-
prudencia grave.

La consumación se da, en el primer supuesto, al tomar representación con intereses contrarios, y en el segun -
do, al perjudicar de forma manifiesta los intereses que le fueron encomendados; en el segundo, al perjudicar
de forma manifiesta los intereses que fueron encomendados.

QUEBRANTAMIENTO DE CONDENA.

El bien jurídico protegido es común a todas sus tipologías: la Administración de justicia en general (la efecti -
vidad de determinadas resoluciones de la autoridad judicial en materia de ejecución de penas, medidas de se-
guridad y medidas cautelares acordadas durante el proceso o la instrucción de la causa).

Quebrantamiento de condena, medida de seguridad, prisión, medida cautelar o custodia.

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Art. 468.1 CP: Los que quebrantaren su condena, medida de seguridad, prisión, medida cautelar, conduc-
ción o custodia serán castigados con la pena de prisión de seis meses a un año si estuvieran privados de li-
bertad, y con la pena de multa de doce a veinticuatro meses en los demás casos.

El bien jurídico protegido es la Administración de justicia (la efectividad y el obligado acatamiento de las re-
soluciones judiciales). El legislador se centra en la fase ejecutiva de la resolución judicial dictada. Quebran-
tar supone violar una obligación que se tiene por sentencia o por resolución judicial que imponga medida
cautelar.

Los supuestos de este apartado pueden dividirse en dos grandes bloques, según el sujeto activo: sentenciados
que quebrantan su condena; y no sentenciados que quebrantan una medida cautelar o su conducción o su cus -
todia.

 Quebrantamiento de condena: según la naturaleza de las penas que pueden ser quebrantadas:
o Ámbito penal general: quedan dentro del concepto de condena: l
 Penas privativas de libertad: El incumplimiento de la pena privativa de libertad se
configura como un autoquebrantamiento llevada a cabo por el condenado.
 las privativas de derechos;
 la pena de multa tiene un tratamiento particular en caso de impago.
o Ámbito de las penas privativas de libertad:
 Prisión: en caso de incumplimiento, quebrantamiento de condena del art. 468.1 CP.
 responsabilidad personal subsidiaria por impago de multa: plantea un problema en el
supuesto de que su incumplimiento suponga la imposición de la responsabilidad per-
sonal subsidiaria, en cuyo caso tiene naturaleza de pena privativa de libertad. Su in -
cumplimiento conllevaría la aplicación del art. 468.1 CP.
 localización permanente: para entenderla incluida en la conducta típica del art.
468.1, debe analizarse considerando tanto la sentencia que la impone, como el plan
de ejecución donde se fija la forma de cumplimiento.
 Quebrantamiento de medida de seguridad: no se distingue entre medida de seguridad impuesta a un
inimputable o a un semiimputable a efectos de quebrantamiento.
 Quebrantamiento de prisión: vid quebrantamiento de condena, penas privativas de libertad.
 Quebrantamiento de medida cautelar, conducción o custodia : el quebrantamiento de medida cautelar
supone una expansión en la incriminación, pues su inclusión viene dada por la necesidad de evitar un
uso excesivo de la prisión provisional o preventiva en la instrucción de la causa. Las medidas caute-
lares son provisionales, siendo su aplicación restrictiva y asegurativa, es decir, no ha de ser una anti -
cipación de la pena. Ese carácter restrictivo hace que no todo quebrantamiento de una medida caute -
lar sea quebrantamiento en el sentido del art. 468.1 CP.
Dada su naturaleza de medida cautelar, el quebrantamiento de la prisión provisional tiene cabida en
este artículo.
La conducción y custodia tiene un carácter locativo relacionado con las categorías precedentes. Son
situaciones transitorias en las que se encuentra el reo cuando no se encuentra en el establecimiento
de internamiento o en el lugar en el que se esté esperando el cambio de situación personal o resolu -
ción definitiva de libertad.
El tipo subjetivo es doloso, pues se exige querer sustraerse al cumplimiento de la condena, medida de seguri-
dad o medida cautelar impuesta.
El iter criminis se manifiesta en la consumación y en las formas imperfectas de tentativa acaba y tentativa
inacabada. Éstas son factibles debido a que el delito es de resultado, manifestándose a través de una modifi -
cación del mundo circundante. Si el quebrantamiento es diferente a la evasión, entonces la doctrina estima el
delito como de mera actividad, consumándose cuando venza la obligación de comparecer, ingresar o regresar
y no se lleve a cabo.

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Quebrantamiento de ciertas penas privativas de otros derechos o de medidas cautelares o de seguridad de la


misma naturaleza en procesos por delitos cuyo ofendido sea víctima de violencia intrafamiliar y de la medida
de libertad vigilada.

Art. 468.2 CP: Se impondrá en todo caso la pena de prisión de seis meses a un año a los que quebrantaren
una pena de las contempladas en el artículo 48 de este Código o una medida cautelar o de seguridad de la
misma naturaleza impuesta en procesos criminales en los que el ofendido sea alguna de las personas a las
que se refiere el artículo 173.2, así como a aquellos que quebrantaren la medida de libertad vigilada.

Se salvaguarda el correcto y adecuado funcionamiento de la Administración de Justicia en la fase de cumpli-


miento de algunas resoluciones judiciales.

Sanción de quienes quebranten alguna de las penas del art. 48 CP:

i. Privación del derecho a residir en determinados lugares o acudir a ellos o al lugar en que se haya co-
metido el delito o en el que resida la víctima o la familia, si fueren distintos.
ii. Prohibición de aproximación a la víctima, familiares o personas que determine el juez.
iii. Prohibición de comunicarse con la víctima o familiares o personas que determine el juez.

Este primer nivel de protección guarda conexión directa con un segundo nivel relativo a la sanción de quien
quebrante medida cautelar o de seguridad de igual naturaleza impuesta en protección de las víctimas del art.
173.2 (violencia intrafamiliar).

En caso de quebrantamiento del agresor, con el consentimiento de la víctima, la STS de 24 de febrero de


2009 establece que el cumplimiento de una pena impuesta por un tribunal como consecuencia de un delito
público no puede quedar al arbitrio del condenado o de la víctima.

Inutilización o perturbación de los dispositivos técnicos de control de penas, medidas de seguridad o


medidas cautelares o su omisión en su porte o en las medidas exigibles para su correcto funcionamien-
to.

Art. 468.3 CP: Los que inutilicen o perturben el funcionamiento normal de los dispositivos técnicos que hu-
bieran sido dispuestos para controlar el cumplimiento de penas, medidas de seguridad o medidas cautela-
res, no los lleven consigo u omitan las medidas exigibles para mantener su correcto estado de funciona -
miento, serán castigados con una pena de multa de seis a doce meses.

Fuga con violencia o intimidación, fuerza en las cosas o tomando parte en motín.

Art. 469 CP: Los sentenciados o presos que se fugaren del lugar en que estén recluidos, haciendo uso de
violencia o intimidación en las personas o fuerza en las cosas o tomando parte en motín, serán castigados
con la pena de prisión de seis meses a cuatro años.

Sujeto activo es el sentenciado (persona condenada por sentencia firme en la que ya no cabe recurso salvo el
extraordinario de revisión) o preso (persona interna en una prisión, ya sea en prisión provisional o definitiva
porque hay recaído sentencia firme). Incluye al condenado por sentencia firme a una medida de seguridad. El
detenido no es sujeto activo de este tipo.

La acción típica consiste en la fuga de sentenciados o presos del lugar de reclusión haciendo uso de violencia
o intimidación o fuerza en las cosas o tomando parte en motín (reivindicación tumultuaria de un derecho o
protesta por parte de un grupo de presos contra la autoridad penitenciaria).

La consumación se da al conseguir la libertad utilizando cualquiera de los procedimientos descritos en el art.


469 CP. Son admisibles las formas imperfectas de ejecución.

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El concurso suele darse con los delitos de homicidio, lesiones y atentado si concurre violencia; con el delito
de amenazas y coacciones, si hubiera intimidación; con el delito de daños, si hubiera fuerza en las cosas; con
el delito de sedición, en caso de motín. No hay un criterio doctrinal claro en cuanto al tipo de concurso apli-
cable.

Proporción de evasión a condenado, preso o detenido.

Art. 470 CP: 1. El particular que proporcionare la evasión a un condenado, preso o detenido, bien del lugar
en que esté recluido, bien durante su conducción, será castigado con la pena de prisión de seis meses a un
año y multa de doce a veinticuatro meses.

2. Si se empleara al efecto violencia o intimidación en las personas, fuerza en las cosas o soborno, la pena
será de prisión de seis meses a cuatro años.

3. Si se tratara de alguna de las personas citadas en el artículo 454, se les castigará con la pena de multa de
tres a seis meses, pudiendo en este caso el Juez o Tribunal imponer tan sólo las penas correspondientes a
los daños causados o a las amenazas o violencias ejercidas.

Tipo básico. (470.1)

La condición relativa a quien se proporciona la evasión es de tres clases:

 Condenado: persona a quien se le impone una pena por sentencia firme o no firme.
 Preso: persona que está interna en una institución penitenciaria.
 Detenido: persona privada de su libertad deambulatoria por orden del juez.

Las conductas que pueden darse son: favorecer la evasión del lugar de reclusión o durante la conducción.

Tipo agravado (470.2)

Requiere violencia o intimidación en las personas, fuerza en las cosas o soborno.

Tipo atenuado (470.3)

En caso de que la violencia o la fuerza integren por sí un delito sancionado con pena superior, podría dejar de
sancionarse por delito de evasión e imponer solo la pena del delito que concurra. La atenuación se da en caso
de que la persona que proporciona la evasión sea cónyuge o persona a quien el sujeto se encuentre ligado por
análoga relación de afectividad, ascendiente, hermano, o afín en los mismos grados.

Circunstancia personal cualificadora.

Art. 471 CP: Se impondrá la pena superior en grado, en sus respectivos casos, si el culpable fuera un fun-
cionario público encargado de la conducción o custodia de un condenado, preso o detenido. El funcionario
será castigado, además, con la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público de seis a diez
años si el fugitivo estuviera condenado por sentencia ejecutoria, y con la inhabilitación especial para em -
pleo o cargo público de tres a seis años en los demás casos.

Esta cualificación tiene su fundamento en la posición que ocupa el funcionario frente a la Administración.
Este favorecimiento a la evasión solo puede llevarse a cabo por el funcionario encargado de la conducción o
custodia de un condenado, preso o detenido. No puede ser otro funcionario diferente, se trata pues de un deli -
to especial impropio. En caso de que se favoreciera la evasión de varias personas al tiempo, se estima la exis -
tencia de un concurso ideal.

DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA DE LA CORTE PENAL INTERNA-


CIONAL.
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Art.471.bis CP: 1. El testigo que, intencionadamente, faltare a la verdad en su testimonio ante la Corte Pe-
nal Internacional, estando obligado a decir verdad conforme a las normas estatutarias y reglas de procedi-
miento y prueba de dicha Corte, será castigado con prisión de seis meses a dos años. Si el falso testimonio
se diera en contra del acusado, la pena será de prisión de dos a cuatro años. Si a consecuencia del testimo -
nio se dictara un fallo condenatorio, se impondrá pena de prisión de cuatro a cinco años.

2. El que presentare pruebas ante la Corte Penal Internacional a sabiendas de que son falsas o han sido fal -
sificadas será castigado con las penas señaladas en el apartado anterior de este artículo.

3. El que intencionadamente destruya o altere pruebas, o interfiera en las diligencias de prueba ante la Cor-
te Penal Internacional será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años y multa de siete a 12
meses.

4. El que corrompiera a un testigo, obstruyera su comparecencia o testimonio ante la Corte Penal Interna -
cional o interfiriera en ellos será castigado con la pena de prisión de uno a cuatro años y multa de seis a 24
meses.

5. Será castigado con prisión de uno a cuatro años y multa de seis a 24 meses quien pusiera trabas a un fun -
cionario de la Corte, lo corrompiera o intimidara, para obligarlo o inducirlo a que no cumpla sus funciones
o a que lo haga de manera indebida.

6. El que tomara represalias contra un funcionario de la Corte Penal Internacional en razón de funciones
que haya desempeñado él u otro funcionario será castigado con la pena de prisión de uno a cuatro años y
multa de seis a 24 meses.

En la misma pena incurrirá quien tome represalias contra un testigo por su declaración ante la Corte.

7. El que solicitara o aceptara un soborno en calidad de funcionario de la Corte y en relación con sus fun -
ciones oficiales incurrirá en la pena de prisión de dos a cinco años y multa del tanto al triplo del valor de la
dádiva solicitada o aceptada.

Presentación de pruebas falsas o alteradas ante la Corte Penal Internacional.

o Falso testimonio ante la Corte (471.bis.1): este artículo hace referencia solo al falso testimonio del
testigo, pero la doctrina también extiende el ámbito subjetivo a peritos o intérpretes.
o Presentación de pruebas falsas a sabiendas (471.bis.2): abarca cualquier medio de prueba mendaz.
o Destrucción o alteración de pruebas o interferencia en las diligencias de prueba (471.bis.3): los ver-
bos rectores de esta conducta son destruir (reducir a pedazos o cenizas algo material u ocasionarle un
grave daño y deshacer, inutilizar algo no material); alterar (cambiar la esencia o forma de algo; estro-
pear, dañar, descomponer); interferir (obstrucción). Queda incluida en este precepto cualquier otra
interferencia en el ámbito de las comisiones rogatorias solicitadas por la Corte Penal Internacional.

Corrupción de testigos y funcionarios, entorpecimiento en su funcionamiento y represalia llevada a


cabo sobre miembro de la Corte.

4, 5 y6 y 7 del art. 471.bis. Supone el respeto a los principios de imparcialidad y objetividad en la actividad
jurisdiccional y la tutela de la integridad de los intervinientes en el proceso.

o Conductas contrarias a la libertad del testigo (471.bis.4): refleja la necesidad de imparcialidad en el


ejercicio de la actividad jurisdiccional. Por corromper al testigo se entiende sobornarlo (ha de mediar
dinero o promesa de algún beneficio económico); por obstruir o impedir la comparecencia se entien-
de interferir en el desarrollo correcto del proceso; por interferencia se ha de entender obstrucción.
o Conductas contrarias a la libertad de un funcionario de la Corte (471.bis.5): poner trabas, corromper
o intimidar para obligar al funcionario a no cumplir sus funciones o a hacerlas de forma indebida.
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o Represalias contra funcionario de la Corte y contra testigos por su declaración (471.bis.6): supone la
sanción de cualquier clase de atentado contra la persona (vida, integridad, libertad, libertad sexual,
intimidad) o los bienes del funcionario como venganza por el desempeño de su función.
o Cohecho pasivo imputable a funcionario de la Corte (471.bis.7): aceptar o solicitar un soborno en ca-
lidad de funcionario de la Corte y en relación a sus funciones oficiales supone la manifestación de un
cohecho pasivo. Claro supuesto de corrupción que atenta contra el principio de imparcialidad de la
actividad jurisdiccional.

TEMA 9: OTROS DELITOS COMETIDOS POR AUTORIDADES O FUNCIONARIOS PÚBLICOS,


1: DELITOS CONTRA LAS GARANTÍAS CONSTITUCIONALES.

El bien jurídico protegido en este grupo de delitos es el respeto de las garantías constitucionales en el desem -
peño de la función pública. Se entiende por garantías constitucionales, en este contexto, el sistema de tutela
reforzada de los DDFF resultantes de su inclusión en una norma constitucional.

El art. 24 CP concreta qué debe entenderse por funcionario público y por autoridad a efectos penales:

1. A los efectos penales se reputará autoridad al que por sí solo o como miembro de alguna corporación,
tribunal u órgano colegiado tenga mando o ejerza jurisdicción propia. En todo caso, tendrán la considera-
ción de autoridad los miembros del Congreso de los Diputados, del Senado, de las Asambleas Legislativas
de las Comunidades Autónomas y del Parlamento Europeo. Se reputará también autoridad a los funciona -
rios del Ministerio Fiscal.

2. Se considerará funcionario público todo el que por disposición inmediata de la Ley o por elección o por
nombramiento de autoridad competente participe en el ejercicio de funciones públicas.

En la mayor parte de delitos que examinaremos, dada su naturaleza y función, la referencia a la autoridad o
al funcionario deberá entenderse como una referencia a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

La limitación, restricción o privación de cualquier derecho fundamental exige que la medida que se adopte
sea: idónea para la finalidad perseguida, necesaria para obtenerla y que no restrinja desproporcionadamente
el derecho teniendo en cuenta las circunstancias concretas.

Otra característica común de estos delitos es la ausencia de penas privativas de libertad. Los responsables se-
rán sancionados recurriendo a la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público (6 meses – 12
años). Esta pena produce la privación definitiva del empleo o cargo sobre el que recae, aunque sea electivo, y
de los honores que le sean anejos, y además, la incapacidad para obtener el mismo u otros análogos durante
el tiempo de la condena. Se diferencia de la inhabilitación absoluta, en que solo recae sobre un cargo o em-
pleo y no sobre todos los que pueda ostentar el sujeto.

La diferencia con la pena de suspensión de empleo o cargo público, priva de su ejercicio al penado durante el
tiempo de la condena, pero no del empleo o cargo en sí, por lo que, una vez extinguida la pena, el sujeto re-
cupera el cargo o empleo.

DELITOS COMETIDOS POR LOS FUNCIONARIOS CONTRA LA LIBERTAD INDIVIDUAL.

La libertad ambulatoria o de movimientos es un derecho fundamental protegido constitucionalmente: art.


17.1 CE: Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad. Nadie puede ser privado de su libertad,
sino con la observancia de lo establecido en este artículo y en los casos y en la forma previstos en la ley.

Ahora bien, no se trata de un derecho absoluto y la propia CE prevé que pueda ser limitado en ciertos casos,
respetando una serie de garantías.
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ENTREGA INDEBIDA DE CAUSA CRIMINAL.

Comete el tipo básico de este delito (art. 529.1 CP) el Juez o Magistrado que entregare una causa criminal a
otra autoridad o funcionario, militar o administrativo, que ilegalmente se la reclame.

Tipo agravado: se le impondrá la pena superior en grado, si además de la causa criminal, entregara la persona
de un detenido (529.2).

Es un delito especial propio ya que el sujeto activo del delito solo podrá ser un Juez o Magistrado de la juris-
dicción penal y, concretamente, el que tiene la jurisdicción sobre la causa criminal que entrega a otra autori-
dad o funcionario que ilegalmente se la reclama, vulnerando las garantías fundamentales recogidas en el art.
24 CE (derecho a la tutela judicial efectiva y al juez ordinario predeterminado por la Ley).

El delito se consuma cuando se produce la entrega de la causa criminal, lo que se conoce como los autos (o
del detenido, en el supuesto agravado). La entrega de un detenido puede interpretarse como la traslación físi -
ca del detenido y su entrega material, o la puesta a disposición del detenido a favor de la autoridad o funcio-
nario reclamante, sin traslado físico.

Se admite la tentativa si la resolución está firmada y notificada pero aún incumplida por no haberse efectua-
do el traslado. Es necesario que el Juez o Magistrado sepa que su actuar es contrario a la legalidad, lo que
implica actuación dolosa que excluye los supuestos en que se realiza una entrega debido a un conflicto de ju -
risdicción o competencia.

No está prevista pena alguna para la autoridad solicitante con arreglo al 529 CP, pero puede cometer en su
caso un delito de prevaricación.

DETENCIÓN ILEGAL POR AUTORIDAD O FUNCIONARIO.

El CP contiene dos tipos delictivos que castigan la ilegítima privación de libertad deambulatoria realizada
por funcionarios:

 Art. 167.1: en relación con los arts. 163 y ss CP, Capítulo que sanciona los delitos contra la libertad.
Se refiere a actuaciones realizas por la autoridad o funcionario en el ejercicio de sus funciones, pero
sin ninguna cobertura legal (ilegales ab initio), sin razón que legitime dicha actuación, abusando de
su condición de funcionario. Es decir, fuera de los casos permitidos por la Ley y sin mediar causa
por delito.
 Art. 530: Capítulo que sanciona los delitos cometidos por funcionarios contra la libertad. Describe
actuaciones realizadas por el funcionario en el ejercicio de sus funciones, con cobertura legal, pero
con infracción de las garantías constitucionales. Requiere que la privación ilegal de libertad se prac-
tique con violación de los plazos o demás garantías constitucionales o legales, pero mediando causa
por delito.

Art. 530 CP: La autoridad o funcionario público que, mediando causa por delito, acordare, practicare o
prolongare cualquier privación de libertad de un detenido, preso o sentenciado, con violación de los plazos
o demás garantías constitucionales o legales, será castigado con la pena de inhabilitación especial para
empleo o cargo público por tiempo de cuatro a ocho años.

La exigencia de causa por delito implica que debe existir un procedimiento judicial en curso, no bastando
con las diligencias de investigación policial, según un sector de la doctrina. Según otro sector, no es neces-
ario que se incoe un procedimiento judicial para afirmar que media causa por delito, siendo suficiente con
que haya indicios racionales de criminalidad.

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La expresión mediando causa por delito debe entenderse como detención motivada por la comisión de una
infracción penal.

El tipo incluye la conducta del funcionario que decreta u ordena la detención y el de que la lleva personal -
mente a cabo y además, el de que la prolonga en el tiempo, siendo irrelevante que el sujeto esté detenido, en
prisión preventiva o cumpliendo condena.

El sujeto pasivo ha de ser un detenido, preso o sentenciado suyos plazos máximos de privación de libertad
vendrán determinados en función del supuesto de privación de libertad en que se encuentre.

La detención preventiva no podrá durar más del tiempo estrictamente necesario para la realización de las
averiguaciones tendentes al esclarecimiento de los hechos, y, en todo caso, en el plazo máximo de 72 horas,
el detenido deberá ser puesto en liberta o a disposición de la autoridad judicial (17.2 CE).

El plazo máximo de duración de la prisión provisional, que dependerá de la gravedad de la pena que le co-
rresponde al delito cometido, viene fijado en el art. 504 LECrim, en 4 años.

En los casos de cumplimiento de una pena privativa de libertad, los plazos se violarán cuando se supere el
tiempo fijado en la sentencia.

Actúa dolosamente la autoridad o funcionario que detiene o decreta la privación de libertad de otra persona
sabiendo que no se ajusta a la legalidad o que no respeta alguno de los derechos o garantías del sujeto pasivo.

Es un tipo penal de consumación instantánea, por lo que no es admisible la tentativa. Es un delito permanen -
te, en el que sus efectos se mantienen hasta la liberación de la víctima.

El legislador ha previsto la comisión de este delito por imprudencia grave, con una sanción de suspensión de
empleo o cargo público por tiempo de 6 meses a 2 años.

INCOMUNICACIÓN ILEGAL DE UN DETENIDO, PRESO O SENTENCIADO.

Art.531 CP: La autoridad o funcionario público que, mediando causa por delito, decretare, practicare o
prolongare la incomunicación de un detenido, preso o sentenciado, con violación de los plazos o demás ga-
rantías constitucionales o legales, será castigado con la pena de inhabilitación especial para empleo o car -
go público por tiempo de dos a seis años.

La incomunicación de un detenido es una medida excepcional que conlleva la restricción de una serie de de-
rechos importantes: constituye una limitación del derecho a la asistencia letrada (art. 17.3 CE) pues el deteni-
do incomunicado no tiene derecho a designar abogado de su confianza (se le nombra uno de oficio) ni a que
se comunique la detención a la persona que designe, ni a entrevistarse reservadamente con el abogado. Tam-
bién se suprime su derecho a procurarse comodidades, recibir visitas, correspondencia, etc.

La incomunicación de un detenido podrá decretarse siempre que el Juez de Instrucción lo considere oportuno
a fin de:

a. Evitar que se sustraigan a la acción de la justicia personas supuestamente implicadas en los hechos
investigados.
b. Que estas puedan actuar contra bienes jurídicos de la víctima.
c. Que se oculten, alteren o destruyan pruebas relacionadas con su comisión.
d. Que se cometan nuevos hechos delictivos.

La incomunicación deberá durar el tiempo absolutamente necesario para practicar las diligencias necesarios,
con un máximo de 5 días, que se podrá ampliar por un periodo máximo de 3 días más.

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Se comete el delito del art. 531 CP cuando:

a. Se decreta la incomunicación sin darse ninguno de los supuestos que la fundamentan.


b. Se prolonga la incomunicación más allá de los plazos legales.
c. Se decreta la incomunicación sin motivación judicial.
d. Se practica la incomunicación sin respetar los derechos o las garantías establecidas por la Ley.

El legislador ha previsto la comisión de este delito por imprudencia grave, con una sanción de suspensión de
empleo o cargo público por tiempo de 6 meses a 2 años.

EMPLEO DE RIGOR INNECESARIO, SANCIONES O PRIVACIONES INDEBIDAS CON RE-


CLUSOS O INTERNOS.

Art. 533 CP: El funcionario penitenciario o de centros de protección o corrección de menores que impusiere
a los reclusos o internos sanciones o privaciones indebidas, o usare con ellos de un rigor innecesario, será
castigado con la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de dos a seis años.

Delito especial propio que solo podrán cometer los funcionarios de prisiones y de centros de menores. Para
la comisión del delito es indiferente que el funcionario tenga atribuciones para hacerlo o no, porque la ley lo
que castiga es que se lleve a cabo alguna de las siguientes conductas:

a) Imposición a los reclusos o internos de sanciones o privaciones indebidas, vulnerando el régimen


disciplinario en el ámbito penitenciario o en el área de internamiento de menores.
b) Utilización de un rigor innecesario. En el ejercicio de las funciones de vigilancia, mantenimiento del
orden y seguridad, los funcionarios de prisiones y de centros de internamiento de menores, podrán
recurrir a la utilización de medios de contención, siempre y cuando su uso se limite a los casos más
graves: actos de violencia, intentos de fuga, resistencia activa; y sea proporcional al fin pretendido,
que no supongan una sanción encubierta y que solo se apliquen cuando no exista otra manera menos
gravosa para conseguir la finalidad perseguida, y por el tiempo estrictamente necesario.

Es un delito doloso, que no se puede cometer por imprudencia.

DELITOS COMETIDOS POR LOS FUNCIONARIOS CONTRA LA INVIOLABILIDAD DOMICI-


LIARIA Y DEMÁS GARANTÍAS DE LA INTIMIDAD.

Art. 198 CP: castiga a la autoridad o funcionario que descubriera y revelara secretos, fuera de los casos per -
mitidos por la ley, sin mediar causa legal por delito y prevaliéndose de su cargo.

Art. 204 CP: castiga a la autoridad o funcionario que cometa un allanamiento de morada, fuera de los casos
permitidos por la ley, sin mediar causa legal por delito.

Los arts. 534 a 536 CP castigan a la autoridad o funcionario que, mediando causa por delito, lesionan los
DDFF a la intimidad y a la inviolabilidad domiciliaria de los sospechosos investigados (delitos especiales
propios).

DELITOS CONTRA LA INVIOLABILIDAD DEL DOMICILIO.


Art. 18.2 CE: El domicilio es inviolable. Ninguna entrada o registro podrá hacerse en él sin consentimiento
del titular o resolución judicial, salvo en caso de flagrante delito.

Entrada y registro ilegal.

Tipo básico.
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Art. 534.1 CP: Será castigado con las penas de multa de seis a doce meses e inhabilitación especial para
empleo o cargo público de dos a seis años la autoridad o funcionario público que, mediando causa por deli-
to, y sin respetar las garantías constitucionales o legales:

1.º Entre en un domicilio sin el consentimiento del morador.

2.º Registre los papeles o documentos de una persona o los efectos que se hallen en su domicilio, a no
ser que el dueño haya prestado libremente su consentimiento.

Si no devolviera al dueño, inmediatamente después del registro, los papeles, documentos y efectos registra-
dos, las penas serán las de inhabilitación especial para empleo o cargo público de seis a doce años y multa
de doce a veinticuatro meses, sin perjuicio de la pena que pudiera corresponderle por la apropiación.

Delito especial propio, pues sujetos activos solo podrán serlo las personas que tengan la condición de autori -
dad o funcionario. El elemento típico mediando causa por delito debe ser interpretado en sentido amplio,
comprendiendo los supuestos en que los funcionarios actúan motivados por el esclarecimiento del delito, en
el transcurso de una investigación en sede policial, aunque todavía no se haya incoado el correspondiente
procedimiento penal.

Si la diligencia de entrada y registro no reúne los requisitos exigidos por la ley y la jurisprudencia podría de -
clararse la nulidad de dicha medida y declararse también la nulidad de las pruebas que se deriven de dichas
medidas de investigación. Pero la eventual ilicitud de una diligencia de entrada y registro no impide en abso-
luto que esta despliegue plenos efectos probatorios a favor del reo, si en el registro se descubrieron elemen -
tos que apoyan una coartada o cualquier dato de significado exculpatorio. El problema de la eficacia probato-
ria del registro ilícito se plantea con referencia a la llamada prueba de cargo.

El tipo sanciona tanto a la autoridad o funcionario que entra en un domicilio como al que además de entrar
procede a su registro. La entrada en un domicilio supone la penetración en su interior, bien sea para detener a
una persona, bien sea para aprehender alguna cosa relacionada con el delito investigado.

Por domicilio se entiende morada, entendida como todo lugar en el que habita una persona, de manera esta-
ble, accidental o transitoria.

El consentimiento del titular excluye la tipicidad del hecho. El consentimiento debe ser solicitado de manera
expresa y formal e informando al requerido del objeto de la solicitud y de las razones de la misma, así como
de su derecho a no consentir la entrada sin mandamiento judicial. Solo así se garantiza que el consentimiento
pueda prestarse de manera consciente y libre, y, por tanto, válidamente. Es suficiente el consentimiento táci -
to, la falta de oposición a la entrada se interpreta como consentimiento.

La perpetración del delito del art. 534 CP ha de ser dolosa.

Tipo agravado.

La entrada y registro ilegal se agrava en los casos que la autoridad o funcionario que ha realizado el registro
no devolviera al dueño, inmediatamente después del registro, los papeles, documentos y efectos registrados.

Concurso con los delitos de vejación o daños:

Art. 534.2 CP: La autoridad o funcionario público que, con ocasión de lícito registro de papeles, documen-
tos o efectos de una persona, cometa cualquier vejación injusta o daño innecesario en sus bienes, será casti-
gado con las penas previstas para estos hechos, impuestas en su mitad superior, y, además, con la pena de
inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de dos a seis años.

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Por vejación injusta se entiende cualquier maltrato de obra o de palabra. Daño innecesario en los bienes será
todo aquel menoscabo, deterioro o desperfecto causado durante el registro, que no resulte imprescindible
para la realización del mismo.

DELITOS CONTRA LA INTIMIDAD.

La intimidad supone una faceta de autonomía, aislamiento y exclusión frente a las intervenciones públicas en
la vida privada, consagrándose como el derecho que posee toda persona para protegerse de las intrusiones
ilegítimas ajenas, que sin su consentimiento, se produzcan en el ámbito de su privacidad.

DELITOS CONTRA LA INVIOLABILIDAD DE LA CORRESPONDENCIA.

Tipo básico.

Art. 535 CP: La autoridad o funcionario público que, mediando causa por delito, interceptare cualquier cla-
se de correspondencia privada, postal o telegráfica, con violación de las garantías constitucionales o lega -
les, incurrirá en la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público de dos a seis años.

Para que la correspondencia sea privada basta que el remitente o el destinatario sean un particular; se excluye
la pública u oficial. La interceptación ha de hacerse mediando causa por delito y con violación de las garan-
tías constitucionales o legales.

Tipo agravado.

Art. 535 CP: Si divulgara o revelara la información obtenida, se impondrá la pena de inhabilitación espe -
cial, en su mitad superior, y, además, la de multa de seis a dieciocho meses.

El sujeto activo debe ser el mismo que llevó a cabo la interceptación antijurídica de la correspondencia.

INTERCEPTACIÓN DE COMUNICACIONES Y LESIÓN DEL DERECHO A LA PROPIA IMA-


GEN.

Tipo básico.

Art. 536 CP: La autoridad, funcionario público o agente de éstos que, mediando causa por delito, intercep-
tare las telecomunicaciones o utilizare artificios técnicos de escuchas, transmisión, grabación o reproduc -
ción del sonido, de la imagen o de cualquier otra señal de comunicación, con violación de las garantías
constitucionales o legales, incurrirá en la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público de
dos a seis años.

El secreto de las comunicaciones cobija tanto el contenido de la información como la identidad de los inter -
locutores. Objeto de protección son las comunicaciones orales directas y las efectuadas a través de cualquier
medio o señal de telecomunicación realizada por canal cerrado, y la realizada por fax, videoconferencia o
cualesquiera comunicaciones electrónicas. Asimismo comprende la toma de fotografías o imágenes con te-
leobjetivo o vídeo.

El derecho a las comunicaciones telefónicas solo puede ceder cuando, además de estar justificado por sospe -
chas razonables de la comisión de un delito grave, resulte necesario, bien por la inexistencia de otras posibili-
dades de investigación menos gravosas, bien por la urgencia derivada de datos claramente reveladores de la
inmediatez de la acción criminal. La interceptación ha de hacerse mediando causa por delito y con violación
de las garantías constitucionales o legales.

Se trata de un delito doloso, por lo que la escucha accidental queda impune.

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La acción consiste en la interceptación sin consentimiento del titular, de una comunicación o e n la utiliza -
ción de artificios técnicos de escucha, transmisión, grabación o reproducción del sonido, realizada con la fi -
nalidad de descubrir los secretos o vulnerar la intimidad de otro (elemento subjetivo del injusto adicional al
dolo).

La consumación se produce en el momento en que se intercepta la conversación, bien directamente o a través


instrumentos o artificios técnicos de escucha o grabación de la imagen. Cabe la tentativa.

Tipo agravado.

Si divulgare o revelare la información obtenida, se impondrán las penas de inhabilitación especial, en su


mitad superior y, además, la de multa de seis a dieciocho meses.

DELITOS COMETIDOS POR LOS FUNCIONARIOS CONTRA OTROS DERECHOS INDIVI-


DUALES.

IMPEDIMENTO U OBSTACULIZACIÓN DEL DERECHO DE DEFENSA.

Art. 537 CP: La autoridad o funcionario público que impida u obstaculice el derecho a la asistencia de abo-
gado al detenido o preso, procure o favorezca la renuncia del mismo a dicha asistencia o no le informe de
forma inmediata y de modo que le sea comprensible de sus derechos y de las razones de su detención, será
castigado con la pena de multa de cuatro a diez meses e inhabilitación especial para empleo o cargo públi -
co de dos a cuatro años.

El tipo contiene dos conductas diferentes:

1. Oposición y privación del derecho a la asistencia de abogado al detenido o preso : la LECrim estipula
el ejercicio del derecho a la asistencia letrada, desde que haya sido objeto de detención. Es un dere-
cho irrenunciable, salvo en los casos de detención por delitos relacionados con la seguridad vial. Son
los órganos judiciales los que han de velar por evitar la indefensión del justiciable: La Autoridad ju-
dicial y los funcionarios bajo cuya custodia se encuentre el detenido o preso se abstendrán de ha-
cerle recomendaciones sobre la elección de abogado y comunicarán en forma que permita su cons-
tancia al Colegio de Abogados el nombre del abogado elegido por aquél para su asistencia o peti-
ción de que se le designe de oficio. Se trata de una conducta dolosa dirigida a hacer ineficaz el dere-
cho a la asistencia letrada.
2. Negativa a informarle de sus derechos y las razones de la detención : LECrim: Toda persona deteni-
da o presa será informada, de modo que le sea comprensible, y de forma inmediata, de los hechos
que se le imputan y las razones motivadoras de su privación de libertad, así como de los derechos
que le asisten. En los casos de detención se exige la entrega de una declaración de derechos escrita,
en términos sencillos y accesibles, que el sujeto puede leer y conservar en su poder.

Son delitos de consumación anticipada, siendo irrelevante el resultado, por lo que se rechaza la tentativa. No
cabe la complicidad. Basta el dolo genérico.

DELITOS CONTRA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN.

Art. 538 CP: La autoridad o funcionario público que establezca la censura previa o, fuera de los casos per-
mitidos por la Constitución y las Leyes, recoja ediciones de libros o periódicos o suspenda su publicación o
la difusión de cualquier emisión radiotelevisiva, incurrirá en la pena de inhabilitación absoluta de seis a
diez años.

El derecho a la libertad de expresión no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa, ya que
solo podrá acordarse el secuestro de publicaciones, grabaciones y otros medios de información en virtud de

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resolución judicial, cuyo único límite es el respeto a los DDFF y libertades públicas reconocidos en la CE, en
los preceptos de las leyes que los desarrollen y en el derecho al honor, la intimidad, la propia imagen y la
protección de la infancia y la juventud.

Tipo mixto alternativo que comprende las siguientes modalidades:

1) La censura previa: comprende cualquier medida limitativa de la difusión de una obra, consistente en
un examen previo por un poder público del contenido de la misma, con la finalidad de enjuiciar la
obra con arreglo a unos valores restrictivos de la libertad y determinar la conveniencia o no de su pu-
blicación y difusión.
2) La recogida de ediciones de libros o periódicos: retirada del mercado de publicaciones impresas con
la intención de censurar las opiniones o informaciones que contienen.
3) Suspensión de su publicación o de la difusión de cualquier emisión radiotelevisiva: cláusula de cierre
genérica para perseguir cualquier actividad dirigida a impedir que el público acceda a los contenidos
de obras impresas y de programas de radio y televisión.

DELITOS CONTRA LA LIBERTAD DE ASOCIACIÓN.

Art. 539 CP: La autoridad o funcionario público que disuelva o suspenda en sus actividades a una asocia-
ción legalmente constituida, sin previa resolución judicial, o sin causa legítima le impida la celebración de
sus sesiones, será castigado con la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público de ocho a
doce años y multa de seis a doce meses.

La conducta típica puede revestir dos modalidades:

i. La disolución o suspensión de sus actividades a una asociación legalmente constituida sin previa re-
solución judicial motivada.
ii. Impedir la celebración de las sesiones de la asociación sin causa legítima.

Las asociaciones solo podrán ser suspendidas en sus actividades, o disueltas, por resolución motivada de la
autoridad judicial en los siguientes casos:

I. Cuando tengan la condición de asociación ilícita, de acuerdo con las leyes penales.
II. Por las causas previstas en las leyes especiales o el CP; cuando se declare nula o disuelta por aplica-
ción de la legislación civil, siendo tutelado el derecho de asociación por los procedimientos especia-
les para la protección de los DDFF y, en su caso, por el recurso de amparo ante el TC.

Son conductas activas y de resultado, que admiten la tentativa. No cabe la complicidad. El tipo no exige dolo
específico.

DELITOS CONTRA LA LIBERTAD DE REUNIÓN.

Art. 540 CP: La autoridad o funcionario público que prohíba una reunión pacífica o la disuelva fuera de los
casos expresamente permitidos por las Leyes, será castigado con la pena de inhabilitación especial para
empleo o cargo público de cuatro a ocho años y multa de seis a nueve meses.

La conducta típica consiste en prohibir o disolver una reunión pacífica y sin armas, fuera de los casos expre -
samente permitidos en las leyes.

Reunión: concurrencia concertada y temporal de más de 20 personas, con finalidad determinada.

Manifestación: reunión de personas en lugares de tránsito público y que se desplazan de un sitio hacia otro.

El derecho de reunión no es un derecho absoluto o ilimitado. Se podrá suspender cuando:

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i. Se consideren ilícitas de conformidad con las Leyes Penales.


ii. Se produzcan alteraciones del orden público, con peligro para personas o bienes.
iii. Se hiciere uso de uniformes paramilitares por los asistentes.

EXPROPIACIÓN ILEGAL.

Art. 541 CP: La autoridad o funcionario público que expropie a una persona de sus bienes fuera de los ca-
sos permitidos y sin cumplir los requisitos legales, incurrirá en las penas de inhabilitación especial para
empleo o cargo público de uno a cuatro años y multa de seis a doce meses.

Este delito es la garantía penal frente al derecho de propiedad recogido en el art. 33.3 CE: Nadie podrá ser
privado de sus bienes y derechos sino por causa justificada de utilidad pública o interés social, mediante la
correspondiente indemnización y de conformidad con lo dispuesto por las leyes.

Serán requisitos legales del tipo penal:

I. El sujeto activo tiene que ostentar el carácter de autoridad o funcionario.


II. La expropiación se refiere a toda clase de bienes (muebles, inmuebles y todos aquellos que constitu-
yen el patrimonio de una persona).
III. Que se expropie a dicha persona de sus bienes fuera de los casos permitidos, lo que supone sin causa
alguna justificada de utilidad pública o interés social.

Por utilidad pública se entienden las exigencias del funcionamiento de la AP (obras públicas y servicios pú -
blicos) o de sus concesionarios. Interés social es cualquier forma de interés prevalente al individual.

IV. Que se prescinda de todo procedimiento expropiatorio, es decir, sin cumplir los requisitos legales.
V. Que el sujeto activo actúe con dolo, en ánimo confiscatorio.

Es un delito de resultado y no de mera actividad, por lo que requiere para su consumación que se haya produ-
cido la desposesión de los bienes.

DELITOS CONTRA EL LIBRE EJERCICIO DE LOS DERECHOS CÍVICOS.

Art. 542 CP: Incurrirá en la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de uno
a cuatro años la autoridad o el funcionario público que, a sabiendas, impida a una persona el ejercicio de
otros derechos cívicos reconocidos por la Constitución y las Leyes.

Norma penal en blanco, cuya norma complementaria es la CE. El delito gira en torno al concepto de derecho
cívico, de problemática definición, lo que conlleva inseguridad jurídica.

Derechos cívicos son aquellos derechos constitucionales que permiten participar al ciudadano en la vida pú-
blica no protegidos expresamente en otras normas penales, siempre que sean ejercidos ante poderes públicos
y éstos tengan la obligación de no impedirlos. El legislador se refiere a los derechos políticos, no sólo los de
participación en las instituciones propias de la organización del Estado, sino todos aquellos que se reputan
como fundamentales de la persona con amparo de la CE, a través de los cuales la persona participa en los
asuntos de la comunidad.

Sujeto activo ha de ser una autoridad o funcionario en el ejercicio de la funciones de su cargo (delito especial
propio). La conducta típica consiste en una acción de impedimento del ejercicio de un derecho, en la que se
integra la negativa. Es indiferente el medio empleado, con tal que obstaculice e impida la pretendida actua -
ción del derecho. Consiste en impedir a sabiendas el ejercicio de los derechos cívicos.

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Dolo directo de resultado abarcador de todos los elementos objetivos del tipo, ya que se exige una clara vo-
luntad de impedir el ejercicio de los derechos de los que se conoce pertenecen al sujeto pasivo que intenta
ejercitarlos.

Delito de resultado al exigirse para su consumación que efectivamente haya llevado a producirse el impedi -
mento.

TEMA 10: OTROS DELITOS COMETIDOS POR AUTORIDADES Y FUNCIONARIOS, Y 2.

DELITOS CONTRA LA LIBERTAD.

El bien jurídico protegido es la libertad deambulatoria en tanto que capacidad para moverse o permanecer en
un espacio físico en ejecución de la propia voluntad (art. 17 CE establece el plazo máximo de 72 horas para
mantener legalmente la detención preventiva).

Sujeto activo es la autoridad o funcionario que tiene dentro de sus competencias la de poder detener (miem -
bros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Jueces, Magistrados, fiscales). No está incluido en el
tipo el funcionario que actúa como un particular o el que actúa fuera de sus competencias en cuyo caso se
aplicará el delito común del art. 22 CP. El guarda jurado de una empresa de seguridad no es agente de la au-
toridad.

Sujeto pasivo puede ser cualquiera que tenga capacidad de desplazarse por sí mismo. El consentimiento váli-
damente formado del sujeto pasivo hace que la conducta sea atípica.

Se admite la complicidad. Cabe la autoría mediata cuando se utiliza a un tercero que ignora la ilegalidad de
la detención. Por ser un delito de carácter permanente, la participación puede producirse en cualquier mo-
mento mientras dura la actividad delictiva. Es posible apreciar el error sobre la antijuridicidad de la conducta
cuando el sujeto activo cree que la detención está justificada.

Atenuante: arrepentimiento.

DETENCIONES ILEGALES.

Son conductas dolosas, con dolo directo o eventual. Se requiere que quien encierra o detiene lo haga con
conciencia y voluntad de estar privando arbitrariamente de la libertad ambulatoria y cono conocimiento de
que se encuentra fuera de los casos establecidos por la ley. Subyace el abuso de poder. La comisión impru -
dente es atípica.

Son delitos instantáneos de efectos permanentes y de resultado. La consumación se produce en el mismo mo -


mento de la detención aunque los efectos se prolongan en el tiempo. Es posible la tentativa cuando no se lo -
gra detener o encerrar o el sujeto pasivo se libera inmediatamente.

Detenciones ilegales arts. 163 a 166 CP.

Art. 167.1 CP: La autoridad o funcionario público que, fuera de los casos permitidos por la ley, y sin mediar
causa por delito, cometiere alguno de los hechos descritos en este Capítulo será castigado con las penas
respectivamente previstas en éstos, en su mitad superior, pudiéndose llegar hasta la superior en grado.

La conducta típica consiste en encerrar o detener a otro fuera de los casos permitidos por la ley y sin mediar
causa por delito. La actividad delictiva se puede realizar por acción u omisión sin que los medios, formas o
instrumentos de que se sirve el autor tengan relevancia.

Encerrar: mantener a una persona contra su voluntad en un espacio limitado.


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Detener: no implica encierro. Puede llevarse a cabo la privación de libertad por inmovilización por estar ata -
do, narcotizado, dejado sin sentido u obligado a desplazarse a algún sitio. Para diferenciar la coacción de la
detención se requiere que la detención tenga una cierta duración.

Para que la actuación sea atípica es suficiente que la detención se produzca por la sospecha racional de la co -
misión de un delito, con independencia de que ex post los jueces o tribunales no condenen como delito los
hechos que dieron origen a la detención.

El supuesto básico recoge un encierro o detención que dure hasta 15 días.

Supuestos atenuados.

A. Art. 163.2 CP: se aplica cuando el autor de la detención da la libertad al encerrado o detenido en los
tres primeros días sin haber conseguido el objetivo que se había propuesto. Es necesario que la libe -
ración se produzca por voluntad del sujeto activo y no porque el sujeto pasivo consiga escapar o sea
rescatado. No puede ser el cumplimiento de una condición para la liberación pues daría lugar a la
apreciación de un secuestro.
B. Art. 163.4 CP: se aplica si la detención es para presentar al sujeto pasivo inmediatamente ante la au-
toridad.

Supuestos agravados.

A. Si la detención o encierro dura más de 15 días estamos ante un supuesto agravado.


B. La pena se sobreagrava en dos supuestos:
a. Cuando la víctima es un menor de edad, una persona con discapacidad necesitada de espe-
cial protección o un funcionario en el ejercicio de sus funciones.
b. Si quien lleva a cabo la detención ilegal lo hace con la intención de atentar contra la libertad
o la indemnidad sexual de la víctima, o actúa posteriormente con esa finalidad.

Secuestro.

Art. 164 CP: El secuestro de una persona exigiendo alguna condición para ponerla en libertad, será casti-
gado con la pena de prisión de seis a diez años. Si en el secuestro se hubiera dado la circunstancia del artí -
culo 163.3, se impondrá la pena superior en grado, y la inferior en grado si se dieren las condiciones del ar-
tículo 163.2.

El secuestro es una detención ilegal condicional. Es irrelevante quién realice el cumplimiento de la condición
y que beneficie al secuestrador o a terceros.

Los partícipes en el secuestro solo podrán ser acusados de tal delito cuando conozcan que existe una condi -
ción para la liberación del secuestrado. El desconocimiento o el error sobre la condición darán lugar a la apli -
cación del tipo de las detenciones ilegales.

La consumación se produce cuando, después de la detención, se hace llegar la comunicación de la condición


al destinatario que debe poner en marcha su cumplimiento, con independencia de que el secuestrado se esca -
pe o sea liberado antes de realizarse.

Supuesto atenuado: cuando el secuestrador libera voluntariamente al secuestrado dentro de los 3 primeros
días, siempre que no haya conseguido el objetivo que se había propuesto ni lo consiga posteriormente.

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Supuesto agravado: que el secuestro dure más de 15 días.

Existe un concurso de leyes con el delito de detención ilegal, siendo de aplicación preferente, en virtud del
principio de especialidad, el secuestro.

Desaparición forzada.

Art. 167.2 CP: Con las mismas penas serán castigados:

a) El funcionario público o autoridad que, mediando o no causa por delito, acordare, practicare o
prolongare la privación de libertad de cualquiera y que no reconociese dicha privación de libertad o,
de cualquier otro modo, ocultase la situación o paradero de esa persona privándola de sus derechos
constitucionales o legales.

b) El particular que hubiera llevado a cabo los hechos con la autorización, el apoyo o la aquiescencia
del Estado o de sus autoridades.

Es indiferente que la detención pueda estar justificada en su inicio o no. Quien priva de la libertad ilegalmen -
te adquiere la posición de garante y responde no solo de la legalidad de la detención, sino también del hecho
de no devolverle la libertad como debió hacer.

DELITOS DE TORTURA Y CONTRA LA INTEGRIDAD MORAL.

El bien jurídico protegido es la integridad moral individual entendida como la parte de la dignidad humana
que permite a la persona actuar libremente de acuerdo con la propia voluntad sin soportar humillaciones y
vejaciones que la dobleguen.

Se castiga con la misma pena a la autoridad o funcionario que, faltando a los deberes de su cargo, permita
que otras personas ejecuten estos delitos. Estamos ante un delito de omisión no causal y resultado recogido
expresamente en el CP. La autoridad o funcionario que presencia los actos delictivos de otro compañero tie -
ne una posición de garante frente a la víctima con quien tiene la obligación legal de proteger su integridad fí -
sica y moral.

Son delitos dolosos en los que difícilmente podrá admitirse el dolo eventual ya que el sujeto actúa con abuso
de poder, utilizando métodos no autorizados que atentan gravemente contra la integridad física, psíquica y
moral de la víctima. En su condición de autoridad o funcionario, el sujeto activo tiene la obligación de cono -
cer cuáles son los límites que las normas establecen en el ejercicio de la actividad indagatoria.

Son delitos de persecución internacional del que la jurisdicción española puede conocer en virtud del princi -
pio de justicia universal.

Delitos de tortura.

Art. 174 CP: Comete tortura la autoridad o funcionario público que, abusando de su cargo, y con el fin de ob-
tener una confesión o información de cualquier persona o de castigarla por cualquier hecho que haya cometi-
do o se sospeche que ha cometido, o por cualquier razón basada en algún tipo de discriminación, la sometiere
a condiciones o procedimientos que por su naturaleza, duración u otras circunstancias, le supongan sufri-
mientos físicos o mentales, la supresión o disminución de sus facultades de conocimiento, discernimiento o
decisión o que, de cualquier otro modo, atenten contra su integridad moral. El culpable de tortura será casti-
gado con la pena de prisión de dos a seis años si el atentado fuera grave, y de prisión de uno a tres años si no
lo es. Además de las penas señaladas se impondrá, en todo caso, la pena de inhabilitación absoluta de ocho a
12 años.

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2. En las mismas penas incurrirán, respectivamente, la autoridad o funcionario de instituciones penitenciarias


o de centros de protección o corrección de menores que cometiere, respecto de detenidos, internos o presos,
los actos a que se refiere el apartado anterior.

Este delito requiere que la autoridad o funcionario:

A. Actúe abusando de su cargo, aprovechándose de la situación de dependencia o sometimiento en la


que se encuentra el sujeto pasivo.
B. Actúe con una determinada finalidad: obtener una confesión o información (tortura indagatoria), cas-
tigar a la víctima por cualquier hecho cometido o que sospeche que ha cometido (tortura vindicativa
o de castigo) o por cualquier razón basada en algún tipo de discriminación.
C. Utilice métodos que produzcan sufrimientos físicos o mentales, la supresión o disminución de sus fa-
cultades de conocimiento, discernimiento o decisión o que, de cualquier otro modo, atenten contra la
integridad moral.

Se trata de utilizar métodos que cosifican a la víctima, sin respeto a los DDHH, degradándola. Es un delito
doloso. El dolo debe abarcar el propósito con el que se actúa (obtener una confesión o información, castigar
o discriminar). La posición de la doctrina no es unánime en cuanto a la admisión del dolo eventual.

Sujeto activo es la autoridad o funcionario (delito especial propio). El legislador hace mención expresa de los
funcionarios que trabajan en centros penitenciarios y en centros de protección o corrección de menores.

Este delito requiere para su consumación la afectación grave de la integridad moral del individuo pero sin
que sea necesario que el sujeto activo consiga la finalidad que se había propuesto ni que se lesione otro bien
jurídico personalísimo.

Concurso de delitos: la tortura consume las faltas de injurias leves y malos tratos, pero no las faltas de lesio-
nes, que se castigarán en concurso real de delitos.

DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD MORAL.

Art. 175 CP: La autoridad o funcionario público que, abusando de su cargo y fuera de los casos comprendi-
dos en el artículo anterior, atentare contra la integridad moral de una persona será castigado con la pena de
prisión de dos a cuatro años si el atentado fuera grave, y de prisión de seis meses a dos años si no lo es.

El atentado contra la integridad moral es un tipo autónomo de menor gravedad que la tortura, de la que algu-
nos autores consideran que es un tipo residual. No se requieren los objetivos del 174 ni que se produzcan re -
sultados lesivos. El sufrimiento se inflige con la única finalidad de humillar a la víctima.

El error en la persona que sufre la vejación no es relevante a efectos de la tipicidad penal que se aplica, aun
cuando el sujeto pasivo sea sospechoso y esté siendo investigado por delito.

Delito especial impropio cuando el sujeto activo es autoridad o funcionario que abusa de su cargo con la con-
secuente intimidación para conseguir sus fines. Si la agresión se cometiera por un particular, se aplicaría el
art. 173.1 CP.

TRATA DE SERES HUMANOS.

Delito de persecución internacional del que la jurisdicción española puede conocer en virtud del principio de
justicia universal. Es un delito autónomo que tutela la dignidad y la libertad de las personas amparándolas
frente a los abusos de terceros que las instrumentalizan.

Art. 177.bis.1 CP: Será castigado con la pena de cinco a ocho años de prisión como reo de trata de seres
humanos el que, sea en territorio español, sea desde España, en tránsito o con destino a ella, empleando
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violencia, intimidación o engaño, o abusando de una situación de superioridad o de necesidad o de vulnera-


bilidad de la víctima nacional o extranjera, o mediante la entrega o recepción de pagos o beneficios para
lograr el consentimiento de la persona que poseyera el control sobre la víctima, la captare, transportare,
trasladare, acogiere, o recibiere, incluido el intercambio o transferencia de control sobre esas personas,
con cualquiera de las finalidades siguientes:

a) La imposición de trabajo o de servicios forzados, la esclavitud o prácticas similares a la esclavi-


tud, a la servidumbre o a la mendicidad.

b) La explotación sexual, incluyendo la pornografía.

c) La explotación para realizar actividades delictivas.

d) La extracción de sus órganos corporales.

e) La celebración de matrimonios forzados.

Existe una situación de necesidad o vulnerabilidad cuando la persona en cuestión no tiene otra alternativa,
real o aceptable, que someterse al abuso.

Es un delito de peligro y de mera actividad que no requiere para su consumación que se produzca la finalidad
a la que va dirigida la trata. Es suficiente realizar actividades de entrega o recepción de pagos o beneficios
para lograr el consentimiento de la persona que tiene el control sobre la víctima, captación, transporte, trasla -
do, acogimiento, recepción, alojamiento o intercambio o transferencia de control de los sujetos pasivos tanto
nacionales como extranjeros. El espacio físico en que se produce la infracción puede ser totalmente o parcial-
mente territorio español, incluso si se utiliza como mero territorio de tránsito.

El sujeto activo debe acompañar sus actos de violencia, intimidación o engaño, o abusar de una situación de
superioridad, necesidad o vulnerabilidad de la víctima. Si además se prevale de su condición de autoridad,
agente de esta o funcionario público se aplica el supuesto agravado del 177.bis.5 CP constituyendo un delito
especial impropio.

Dada la conexión del delito de trata con la delincuencia organizada, que procura dar apariencia legal al nego-
cio ilícito, el CP prevé la responsabilidad penal de la persona jurídica.

Generalmente el sujeto pasivo se configura como un sujeto pasivo plural, con varias personas victimizadas.
La nacionalidad no se tiene en cuenta. Si el sujeto pasivo es menor de edad la conducta típica no requiere el
empleo de medios violentos, engañosos o abusivos cuando se lleva a cabo con fines de explotación.

No se confiere validez al consentimiento de la víctima si el sujeto activo recurre para doblegar su voluntad a
medios violentos, engañosos o abusivos. Si la víctima conoce y acepta libremente los fines de la explotación
sin ser objeto de violencias o engaños, su consentimiento es válido y la conducta atípica.

Se castigan los actos preparatorios de provocación, conspiración y proposición.

Constituyen supuestos agravados cuando concurre alguna de estas circunstancias:

A. Poner en peligro la vida o la integridad física o psíquica de la víctima.


B. Que la víctima sea especialmente vulnerable por razón de enfermedad, estado gestacional, discapaci-
dad o situación personal, o sea menor de edad.

Se castigan en concurso real con el de trata: los delitos cometidos, incluidos los constitutivos de la explota -
ción y el delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.

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La víctima de trata quedará exenta de pena por las infracciones penales que haya cometido en la situación de
explotación sufrida, siempre que su participación haya sido consecuencia directa de la situación de violencia,
intimidación, engaño o abuso a que se encontraba sometida.

DELITOS CONTRA LA LIBERTAD E INDEMNIDAD SEXUALES.

Respecto de los sujetos pasivos menores, se consideran dos tramos de edad:

a) Menores que no han cumplido los 16 años.


b) Menores de entre 16 y 18 años.

El consentimiento, cuando reúna las características necesarias es válido a partir de los 16 años salvo que en
la descripción típica se considere otra cosa. En cuanto a los abusos y agresiones sexuales a menores de 16
años, se excluye la tipicidad cuando el autor sea una persona próxima al menor por edad y grado de desarro -
llo, siempre que medie consentimiento.

Trataremos exclusivamente los delitos especiales impropios cometidos por autoridad, agente de ésta o fun-
cionario prevaliéndose de su condición.

El bien jurídico protegido es la libertad y la indemnidad sexual.

Libertad sexual: supone que el sujeto tiene la capacidad de decidir libremente realizar o no actos de naturale-
za sexual.

Indemnidad sexual: menores. No solo derecho a no verse involucrado en un contexto sexual sin su consenti-
miento, sino también derecho a la formación y desarrollo de la personalidad y sexualidad del menor, preser-
vando la formación de su capacidad de discernimiento.

Los delitos de agresiones o abusos sexuales son delitos semipúblicos perseguibles previa denuncia de la per -
sona agraviada, de su representante legal o por querella del Ministerio Fiscal. El perdón del ofendido o de su
representante no tiene relevancia penal.

A los condenados a pena de prisión se les impondrá además la medida de libertad vigilada que se cumplirá
con posterioridad a la pena privativa de libertad.

ABUSOS Y AGRESIONES SEXUALES A MENORES DE 16 AÑOS.

Art. 183.5 CP recoge un delito especial impropio que puede cometerse por autoridad, agente de esta o fun -
cionario. Son delitos dolosos en los que el sujeto activo actúa con intención de satisfacer su deseo libidinoso.

Las conductas típicas, de menor a mayor gravedad son los delitos de abusos sexuales, agresiones sexuales y
acceso carnal. Son delitos de resultado que requieren que el sujeto activo realice determinados hechos y que
atente contra la libertad sexual del sujeto pasivo. La consumación tiene lugar con la realización de una única
actividad sexual sobre el sujeto pasivo sin su consentimiento. En algún caso se ha apreciado la tentativa.

El consentimiento de menores de 16 años es válido en los términos ya estudiados. A edades tempranas el su-
puesto consentimiento no es valorable como libre en el ejercicio de su libertad sexual.

 Abusos sexuales: consisten en realizar, sin violencia o intimación, actos de carácter sexual (toca-
mientos, besos, peticiones de tocamientos o masturbación).
 Agresiones sexuales: requieren que los hechos se produzcan con violencia (empleo de cualquier me-
dio físico suficiente para doblegar la voluntad de la víctima) o intimidación (uso de coacción, ame-
naza de un mal o amedrentamiento suficiente para eliminar la resistencia de la víctima por su serie-
dad, inmediatez y gravedad).

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 Acceso carnal: supuesto agravado de los abusos y agresiones sexuales, dependiendo de que el sujeto
consiga su finalidad sin o con violencia o intimidación. En este último caso estaríamos ante una vio-
lación.

Las conductas típicas anteriores e agravan cuando concurra:

i. Que el escaso desarrollo intelectual o físico de la víctima la hubiera colocado en una situación de to -
tal indefensión y, en todo caso, cuando sea menor de 4 años.
ii. Que los hechos se cometan por la actuación conjunta de dos o más personas.
iii. Que la violencia o intimidación ejercidas revistan un carácter particularmente degradante o vejatorio.
iv. Que para la ejecución del delito el responsable se haya prevalido de una relación de superioridad o
parentesco, por ser ascendiente, o hermano, o afines con la víctima.
v. Que el autor haya puesto en peligro la vida del menor de forma dolosa o por imprudencia grave.
vi. Que la infracción se haya cometido en el seno de una organización o de un grupo criminales que se
dedicaren a la realización de tales actividades.

El prevalimiento de superioridad integra el aprovecharse de la condición de autoridad, agente de esta o fun -


cionario y tanto más si la víctima es menor de 16 años. Esa condición implica, por un lado, una relación de
confianza en quien tiene como misión proteger los derechos de las personas, y, por otro, una situación intimi -
dante de desigualdad y de desamparo.

En todos los casos previstos, cuando el culpable se hubiera prevalido de su condición de autoridad, agente de
esta o funcionario, se aplicará, además de la pena, la pena de inhabilitación absoluta de 6 a 12 años.

El CP permite apreciar delito continuado cuando se trata de infracciones contra la libertad e indemnidad se -
xuales. Se condena a tantos delitos continuados como víctimas haya.

Cuando los actos comienzan antes de que el sujeto pasivo cumpla los 16 años y acaban cuando ha superado
esta edad, se impondrá la pena señalada para la infracción más grave en su mitad superior.

DELITOS RELATIVOS A LA PROSTITUCIÓN Y LA EXPLOTACIÓN SEXUAL Y CORRUP-


CIÓN DE MENORES.

Delito relativo a la prostitución de persona mayor de edad.

En adultos el ejercicio de la propia prostitución es una conducta impune. Lo que constituye delito es obligar
a alguien a prostituirse en contra de su voluntad o lucrarse explotando la prostitución ajena con su benepláci-
to (proxenetismo, rufianismo).

Supuesto agravado: que el autor actúe prevaliéndose de su condición de autoridad, agente de la misma o fun -
cionario. Se impone la pena correspondiente en su mitad superior y pena de inhabilitación absoluta de 6 a 12
años. Es un tipo especial impropio.

Además de autoría es posible la complicidad de quien realiza actividades de colaboración contingente y se-
cundaria, siempre que tenga conocimiento de la situación de prostitución coactiva.

La consumación tiene lugar cuando la persona obligada a prostituirse realiza actos de esta clase. Es posible la
tentativa. Por cada una de las personas a las que se obliga a ejercer la prostitución ha de contarse la comisión
de un delito. Se impondrán tantas penas como el número de víctimas.

Prostitución coactiva.

La conducta delictiva consiste en determinar a una persona mayor de edad contra su voluntad a ejercer o
mantenerse en la prostitución. Es un delito de resultado.
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La conducta del sujeto activo debe mover la voluntad del sujeto pasivo para que este se inicie en esa activi -
dad o reforzar esa voluntad para continuar en la prostitución que ya venía ejerciendo. Este delito requiere:

a) Emplear violencia, intimidación o engaño.


b) Abusar de una situación de superioridad o de necesidad o vulnerabilidad de la víctima.

El tipo básico es un delito común que puede ser realizado por cualquier ciudadano. Es un delito doloso, con
exclusión del dolo eventual.

Explotación lucrativa de la prostitución ajena.

Se produce cuando la persona que se prostituye es obligada a entregar todo o parte del dinero que consigue a
la persona que la explota. Para que esa ganancia sea típica se requiere:

a) Que los rendimientos se deriven de la explotación sexual de una persona que se dedique a la prostitu-
ción de forma coercitiva.
b) Que quien obtiene el rendimiento sea conocedor de las circunstancias que determinan a la persona
prostituida a mantenerse en el ejercicio de la prostitución.
c) La ganancia económica puede ser fija, variable o a comisión, pero, en cualquier caso, debe tratarse
de un beneficio económico directo.
d) La percepción de esa ganancia ha de ser fruto de algo más que un acto aislado o episódico.

Se entiende que existe explotación cuando:

a) La persona prostituida se encuentre en una situación de vulnerabilidad.


b) La persona que se lucra con la prostitución ajena impone para el ejercicio de esta condiciones gravo -
sas, desproporcionadas o abusivas.

Delitos relativos a la prostitución de menores de edad o de personas con discapacidad necesitadas de


especial protección.

El art. 188.1 CP contiene el tipo básico de las actividades relativas a la prostitución de menores de 18 años o
de personas con discapacidad necesitadas de especial protección. Supone agravación de la pena que la vícti -
ma sea menor de 16 años.

El consentimiento o consciencia de estar ejerciendo la prostitución por parte de los menores o personas con
discapacidad no tiene relevancia. Si el menor o incapaz decide por sí mismo dedicarse a la prostitución, el
cliente será penalizado.

La conducta típica consiste en realizar actividades de inducción, promoción, favorecimiento o facilitación,


idóneas para que una persona menor de edad o con discapacidad se prostituya. Salvo en los casos de lucro
con la prostitución ajena o de explotación de la persona prostituida, la acción típica no requiere que haya áni -
mo de lucra en el sujeto activo, aunque se sobreentiende que algún beneficio va a obtener. No se castiga la
prostitución como tal, sino el hecho de que el sujeto activo incite a que el menor o incapaz se inicie, aunque
sea en época posterior, en tal actividad o se mantenga en la que ya ejerce.

Sujeto activo es tanto el que actúa de incitador, intermediario o explotador en la operación, como el que ofre-
ce o da dinero a cambio de su propio goce libidinoso, o cuantos participan en el hecho en calidad de inducto -
res, cooperadores necesarios o cómplices.

Sujeto pasivo es el menor de 18 años o con discapacidad necesitada de especial protección.

Las penas se sobreagravan cuando estas actividades se llevan a cabo con violencia o intimidación, siendo
más graves cuando la víctima es menor de 16 años.
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Supuesto agravado: que el autor actúe prevaliéndose de su condición de autoridad, agente de la misma o fun -
cionario público. Pena superior en grado y pena de inhabilitación absoluta de 6 a 12 años. Delito especial im-
propio.

El dolo debe abarcar el conocimiento de que el sujeto pasivo es menor o incapaz. Es posible el dolo eventual
cuando existan elementos objetivos que permitan dudar sobre la mayoría de edad del sujeto pasivo.

Es posible el error de tipo cuando el menor miente sobre su edad y su aspecto típico semeja a un adulto, si el
error es invencible el sujeto estará exento de responsabilidad penal y si es vencible se debería aplicar el tipo
imprudente, que en este caso no existe, por lo que la conducta quedaría impune.

En los supuesto de lucro con la prostitución ajena o explotación de la misma la consumación se producirá en
el momento en que se reciba algún beneficio.

En los casos de inducción o favorecimiento la consumación se da con un solo acto de contenido sexual. Cabe
la tentativa cuando el sujeto no se aviene al acto.

Otro sector de la doctrina entiende que la simple solicitud de actos de contenido sexual mediando remunera -
ción o promesa, sin que la relación sexual se produzca efectivamente, da lugar a la acción típica siempre que
el pago influya en la voluntad del sujeto pasivo.

Se castiga por tantos delitos de prostitución como víctimas existan.

DELITOS CONTRA LA INTIMIDAD, EL DERECHO A LA PROPIA IMAGEN Y LA INVIOLABI-


LIDAD DEL DOMICILIO.

El bien jurídico protegido es el derecho individual a la intimidad personal en todas sus manifestaciones: indi-
vidual, familiar, a la propia imagen, inviolabilidad del domicilio, secreto de las comunicaciones y la informá-
tica.

La intimidad va ligada al secreto. Es un concepto subjetivo, por lo que es el titular de la misma quien puede
poner los límites y la extensión frente a los demás. No es un derecho ilimitado, pudiendo quedar restringido
por las actuaciones de la justicia.

El consentimiento expreso o tácito del sujeto pasivo determina la atipicidad del hecho. No cabe entender
consentimiento tácito por ser cónyuge, hijo o menor sometido a los padres o tutores.

Son delitos especiales impropios cuando los sujetos activos que ostentan la cualidad de autoridad, agentes de
la misma o funcionario actúan fuera de los casos permitidos por la ley, sin mediar causa por delito y preva -
liéndose de su cargo. Sujeto pasivo puede ser tanto persona física como jurídica.

DESCUBRIMIENTO Y REVELACIÓN DE SECRETOS.

Son delitos de consumación anticipada, en el que se necesita el apoderamiento, interceptación o utilización


de artificios técnicos, unido a un elemento subjetivo consistente en el ánimo de realizar un acto posterior,
descubrir el secreto o vulnerar la intimidad de otro, sin necesidad de que éste llegue a producirse.

Para la consumación es suficiente la realización de las conductas descritas sin que se requiera la divulgación
pública de la información conseguida. Es posible la tentativa acabada cuando el sujeto activo tras practicar
todos los actos de ejecución no consigue apoderarse de los documentos, interceptar las comunicaciones, gra -
bar las imágenes o reproducir el sonido.

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Se puede apreciar la continuidad delictiva cuando el autor es autoridad o funcionario sin que sea necesaria la
existencia de denuncias por cada actividad delictiva cometida. Se aplican penas superiores cuando los hechos
se cometen en el seno de una organización criminal. El CP prevé el castigo de las personas jurídicas.

Son delitos semipúblicos que requieren la denuncia de la persona agraviada o de su representante legal (o el
Ministerio Fiscal). Son delitos de persecución pública cuando los cometa autoridad o funcionario o cuando
afecte a los intereses generales o a una pluralidad de personas.

El perdón del ofendido o de su representante, extingue la acción penal (sin que sea necesario obtener el per -
dón de otros terceros perjudicados).

Apoderamiento de documentos, mensajes, sonido o imagen.

Art. 197.1 CP: El que, para descubrir los secretos o vulnerar la intimidad de otro, sin su consentimiento, se
apodere de sus papeles, cartas, mensajes de correo electrónico o cualesquiera otros documentos o efectos
personales, intercepte sus telecomunicaciones o utilice artificios técnicos de escucha, transmisión, graba-
ción o reproducción del sonido o de la imagen, o de cualquier otra señal de comunicación, será castigado
con las penas de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses.

Es posible la tentativa acabada cuando después de realizar la instalación para la interceptación esta no ocurre
por motivos ajenos a la voluntad del sujeto activo.

La actividad se perfecciona cuando la instalación queda lista para cumplir automáticamente su función sin
previa ni nueva actuación del instalador.

Los jueces pueden acordar la detención de la correspondencia privada, postal y telegráfica que el sospechoso
de delito remitiere o recibiere, su apertura y examen, así como la intervención de las comunicaciones telefó -
nicas, la observación de las comunicaciones postales, u otras.

El dolo debe abarcar el conocimiento de que se está actuando sin el consentimiento del titular de los dere-
chos y la voluntad de descubrir secretos o vulnerar la intimidad, que además constituye la finalidad de la ac-
tividad. Los hechos que se produzcan de forma fortuita o imprudente son atípicos.

Apoderamiento, utilización y acceso a datos reservados de carácter personal.

Art. 197.2 CP: Las mismas penas se impondrán al que, sin estar autorizado, se apodere, utilice o modifique,
en perjuicio de tercero, datos reservados de carácter personal o familiar de otro que se hallen registrados
en ficheros o soportes informáticos, electrónicos o telemáticos, o en cualquier otro tipo de archivo o regis -
tro público o privado. Iguales penas se impondrán a quien, sin estar autorizado, acceda por cualquier me -
dio a los mismos y a quien los altere o utilice en perjuicio del titular de los datos o de un tercero.

El objeto de la actividad son los datos reservados (secretos) sobre los que el titular tiene la facultad de excluir
de su conocimiento a terceros. Todos los datos personales o familiares pertenecientes al núcleo de la intimi-
dad y registrados tienen la condición de reservados. La jurisprudencia considera reservados, los datos “sensi-
bles” referidos a la vida laboral, los antecedentes policiales o la condición de testigo protegido.

Sin estar autorizado significa fuera de los casos permitidos por la ley. Es posible la apreciación de error de
prohibición sobre la antijuridicidad del hecho.

El apoderamiento, utilización, modificación, acceso o alteración deben producir como resultado un perjuicio
para terceros, los titulares de los datos u otras personas. El dolo debe abarcar la producción de un perjuicio
para terceros. Cabe el dolo eventual. La conducta imprudente es atípica.

La consumación se produce cuando se consigue perjudicar a terceros.


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Supuesto agravado.

A. Difusión, revelación o cesión a terceros de los datos o hechos descubiertos, o las imágenes captadas
por la misma persona que los realizó.
B. Realización de la conducta anterior conociendo el origen ilícito de los datos, hechos o imágenes pero
no interviniendo en su apoderamiento.
C. Realización de los hechos descritos en el art. 197.1 y .2 CP por las personas encargadas o responsa-
bles de los ficheros, soportes informáticos, electrónicos o telemáticos, archivos o registros.
D. Realización de los hechos descritos en el art. 197.1 y .2 CP mediante la utilización no autorizada de
los datos personales de la víctima. Si difunden, ceden o revelan los datos reservados la pena se impo -
ne en su mitad superior.
E. Cuando los hechos afectan a datos de carácter personal que revelan la ideología, religión, creencias,
salud, origen racial o vida sexual, o la víctima es menor de edad o incapaz. En este caso, la pena es
todavía más grave.
F. Cuando los hechos se realizan con fines lucrativos.

Supuesto atenuado.

Art. 197.7 CP: Será castigado con una pena de prisión de tres meses a un año o multa de seis a doce meses
el que, sin autorización de la persona afectada, difunda, revele o ceda a terceros imágenes o grabaciones
audiovisuales de aquélla que hubiera obtenido con su anuencia en un domicilio o en cualquier otro lugar
fuera del alcance de la mirada de terceros, cuando la divulgación menoscabe gravemente la intimidad per-
sonal de esa persona.

La pena se impondrá en su mitad superior cuando los hechos hubieran sido cometidos por el cónyuge o por
persona que esté o haya estado unida a él por análoga relación de afectividad, aun sin convivencia, la vícti -
ma fuera menor de edad o una persona con discapacidad necesitada de especial protección, o los hechos se
hubieran cometido con una finalidad lucrativa.

ACCESO ILÍCITO A SISTEMAS DE INFORMACIÓN.

La protección a la intimidad se amplía más allá de la propia morada y de los datos personales, pues los ade -
lantos técnicos permiten que parte de la actividad considerada como íntima esté en sistemas informáticos
(intimidad informática).

Art. 197.bis CP: 1. El que por cualquier medio o procedimiento, vulnerando las medidas de seguridad esta-
blecidas para impedirlo, y sin estar debidamente autorizado, acceda o facilite a otro el acceso al conjunto o
una parte de un sistema de información o se mantenga en él en contra de la voluntad de quien tenga el legí-
timo derecho a excluirlo, será castigado con pena de prisión de seis meses a dos años.

2. El que mediante la utilización de artificios o instrumentos técnicos, y sin estar debidamente autorizado,
intercepte transmisiones no públicas de datos informáticos que se produzcan desde, hacia o dentro de un
sistema de información, incluidas las emisiones electromagnéticas de los mismos, será castigado con una
pena de prisión de tres meses a dos años o multa de tres a doce meses.

Un sistema de información es un conjunto de elementos orientados al tratamiento de datos dirigidos a satisfa -


cer las necesidades del usuario, que puede ser una empresa, un banco, una AP, un particular, etc.

Conducta dolosa en la que es posible el dolo eventual.

El simple acceso a o el mantenimiento ilegítimo dentro de los sistemas de información es suficiente para la
consumación del delito sin que se requiera un perjuicio para terceros.

PRODUCCIÓN, ADQUISICIÓN O FACILITACIÓN DE MEDIOS.


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Art. 197.ter CP: Será castigado con una pena de prisión de seis meses a dos años o multa de tres a diecio-
cho meses el que, sin estar debidamente autorizado, produzca, adquiera para su uso, importe o, de cual-
quier modo, facilite a terceros, con la intención de facilitar la comisión de alguno de los delitos a que se re-
fieren los apartados 1 y 2 del artículo 197 o el artículo 197 bis:

a) un programa informático, concebido o adaptado principalmente para cometer dichos delitos; o

b) una contraseña de ordenador, un código de acceso o datos similares que permitan acceder a la to-
talidad o a una parte de un sistema de información.

ALLANAMIENTO DE MORADA Y DE DOMICILIO DE PERSONAS JURÍDICAS Y ESTABLECI-


MIENTOS ABIERTOS AL PÚBLICO.

Las personas físicas habitan en una morada que puede temporalmente coincidir o no con el domicilio. Las
personas jurídicas y los establecimientos pueden tener domicilios diversos según la finalidad: social, fiscal,
mercantil, laboral, etc. Su domicilio es el lugar en el que se desarrolla la actividad de administración y direc-
ción del establecimiento, donde se tienen documentos que no tienen por qué ser públicos. Como resultado
del allanamiento la privacidad debe resultar dañada o gravemente amenazada.

Son delitos dolosos. Es posible el delito continuado cuando se allana la misma o diferente morada varias ve-
ces sucesivas.

Allanamiento de morada.

El bien jurídico protegido es el derecho a la inviolabilidad de la morada. No se están tutelando derechos de


propiedad o titularidades reales, sino un derecho personal a delimitar un ámbito privado, donde no se está su -
jeto a los usos y convenciones sociales y se ejerce la libertad más íntima. El derecho de inviolabilidad domi -
ciliaria corresponde a cada uno de los que moran en el domicilio, aunque este sea compartido por varias per -
sonas.

La actividad delictiva consiste en entrar en morada ajena o mantenerse en la misma, sin habitar en ella,
contra la voluntad de su morador.

Morada: espacio apto para desarrollar la vida privada, donde el individuo vive sin estar sujeto necesariamen -
te a las convenciones sociales y puede ejercer su libertad más íntima aunque sea de forma eventual o no habi-
tual. El jardín circundante debe ser considerado parte del domicilio del titular legítimo.

La falta de autorización del morador es un elemento esencial para la ilicitud de la actividad. La falta de opo-
sición a la entrada puede ser indiciaria de la concurrencia de un consentimiento tácito. El hecho que la puerta
esté abierta no es consentimiento tácito.

El allanamiento no se producirá cuando el lugar esté deshabitado. No está deshabitada una vivienda cuando
su morador se encuentra fuera circunstancialmente.

La pena se agrava cuando los hechos se ejecutan con violencia o intimidación.

Allanamiento de domicilio de persona jurídica y establecimiento abierto al público.

Art. 203 CP: 1. Será castigado con las penas de prisión de seis meses a un año y multa de seis a diez meses
el que entrare contra la voluntad de su titular en el domicilio de una persona jurídica pública o privada,
despacho profesional u oficina, o en establecimiento mercantil o local abierto al público fuera de las horas
de apertura.

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2. Será castigado con la pena de multa de uno a tres meses el que se mantuviere contra la voluntad de su ti-
tular, fuera de las horas de apertura, en el domicilio de una persona jurídica pública o privada, despacho
profesional u oficina, o en establecimiento mercantil o local abierto al público.

3. Será castigado con la pena de prisión de seis meses a tres años, el que con violencia o intimidación entra-
re o se mantuviere contra la voluntad de su titular en el domicilio de una persona jurídica pública o priva-
da, despacho profesional u oficina, o en establecimiento mercantil o local abierto al público.

Se está protegiendo la intimidad profesional o mercantil que de forma reservada se ejerce en el lugar, por lo
que el elemento objetivo del tipo se cumple cuando la privacidad de la actividad que allí se desarrolla o la del
titular del establecimiento resulta lesionada o gravemente amenazada.

No tiene la consideración de establecimiento mercantil o local comercial abierto al público el que carece de
la licencia de apertura o se encuentra cerrado y sin actividad en el momento de llevarse a cabo la entrada al
mismo.

DELITOS CONTRA LAS RELACIONES FAMILIARES.

El bien jurídico protegido son los derechos y deberes jurídico-civiles de los miembros de la familia entre sí y
frente a la colectividad.

Cuando el autor es una autoridad o funcionario, son delitos especiales impropios.

SUPOSICIÓN DE PARTO Y ALTERACIÓN DE LA PATERNIDAD, ESTADO O CONDICIÓN


DEL MENOR.

El bien jurídico protegido es la filiación del menor.

Suposición de parto.

La finalidad de este tipo es evitar la alteración del estado civil de la persona atribuyéndole uno diferente me-
diante supresión o sustitución de una persona por otra, o bien no atribuyéndole estado civil alguno.

La actividad delictiva se produce cuando se simula que una mujer, que no es la madre biológica, ha dado a
luz a un niño vivo y trata de integrarlo en la familia con una adscripción falsa como hijo. No es suficiente si -
mular un embarazo previo, sino que hay que presentar al niño como fruto de un alumbramiento. Es irrelevan -
te la inscripción en el Registro Civil.

Es un delito doloso en el que no es suficiente el dolo eventual. El dolo abarca la voluntad y el consentimiento
de cambiar la filiación real del menor. No se contempla la comisión imprudente.

Sujeto activo puede ser la madre supuesta o cualquier otra persona que contribuya a acreditar la falsa filia-
ción del niño (cooperador necesario). Cuando se trate de una autoridad o funcionario se aplicará el tipo agra-
vado.

Sujeto pasivo es la sociedad y el niño afectado en sus derechos. No tiene por qué ser un recién nacido, basta
con que no tenga conciencia de su filiación.

La consumación se produce con la suposición del parto sin que se exija la inscripción en el Registro Civil
que perfeccionaría el delito. Es un delito de consumación instantánea con efectos permanentes mientras se
mantiene la filiación.

No cabe la tentativa. Los actos preparatorios son atípicos.

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Circunstancias eximentes: la alegación de una situación de estado de necesidad como causa de justificación o
de miedo insuperable requiere que el mal que se trate de evitar sea jurídicamente reprobado o que el mal (en
el segundo supuesto) sea grave, inevitable e inminente.

Alteración del estado civil por ocultación o entrega a terceros de un hijo.

Sujeto activo solo pueden ser los padres. Otras personas pueden participar como cooperadores necesarios, in-
ductores o cómplices.

Sujeto pasivo solo puede ser el hijo, del que no se menciona la edad, pero que se deduce que debe ser de cor-
ta edad o con alguna discapacidad que le impida la conciencia de su filiación.

La consumación se produce con la ocultación o entrega a terceros del hijo siempre que concurra la voluntad
de alterar su filiación aunque ésta no se produzca.

Sustitución de un niño por otro.

El sujeto activo puede ser cualquiera, incluso el personal de centros sanitarios o socio-sanitarios.

El CP castiga al responsable de la identificación y custodia del niño cuando la sustitución tenga lugar por im-
prudencia grave en un centro sanitario o socio-sanitario.

El sujeto pasivo debe ser un menor de corta edad.

Es un tipo doloso en el que cabe el dolo eventual. La imprudencia grave implica una imprudencia del profe -
sional obligado a poner un cuidado máximo en la identificación de los niños.

La consumación se produce en el momento de la sustitución, aunque no llegue a realizarse el cambio de filia -


ción. Es posible la tentativa inacabada. Los actos preparatorios son atípicos.

ENTREGA DE UN MENOR MEDIANDO COMPENSACIÓN ECONÓMICA.

La conducta típica entraña un acuerdo para recibir un niño mediante el cobro de una compensación económi-
ca. Son elementos esenciales del tipo:

A. La compensación económica debe influir en el ánimo de quien entrega al menor.


B. La actividad se realiza con la finalidad de establecer con el niño una relación análoga a la filiación al
margen de los procedimientos legales.
C. Los medios empleados están dirigidos a eludir los procedimientos legales de la guarda, acogimiento
o adopción.

Solo cabe el dolo directo, que debe abarcar el conocimiento de que se va a establecer una relación análoga a
la filiación, que la compensación económica sea determinante y que se estén eludiendo los procesos legales.
No se prevé la comisión imprudente.

La persona que reciba al niño y el intermediario serán castigados aunque la entrega se produzca en el extran -
jero.

Supuestos agravado: si los hechos se cometen utilizando guarderías, colegios u otros locales o establecimien -
tos donde se recojan niños.

Sujeto activo es el que entrega o recibe el niño o el que intermedia en la operación. Puede ser cualquiera, sin
relación con el menor, pero también se incluyen los padres y abuelos, puesto que se hace referencia específi -
ca al hijo y a los descendientes. Se agrava el delito si el sujeto activo es una autoridad o funcionario. Otras
personas pueden participar como cooperadores necesarios, inductores o cómplices.
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Sujeto pasivo es siempre un menor.

La consumación se realiza con la entrega del menor y el cobro de la compensación económica. Cabe la tenta -
tiva cuando falta la entrega del menor o la del precio.

ABANDONO DE MENORES O INCAPACES Y UTILIZACION DE LOS MISMOS PARA LA


PRÁCTICA DE LA MENDICIDAD.

Abandono de menores o incapaces.

El bien jurídico protegido es el derecho de protección, cuidado y asistencia moral y material que tiene el me -
nor o incapaz para no quedar en una situación de desamparo que ponga en riesgo su supervivencia o el desa -
rrollo mental, afectivo, social y cognitivo.

El abandono criminal implica una interrupción maliciosa en los cuidados que el niño o incapaz precisa. La
situación debe ser imputable objetivamente al acusado legalmente responsable del cuidado omitido. No se
puede imputar este delito a los padres que acuden a los servicios sociales en demanda de auxilio ante el com-
portamiento antisocial de sus hijos menores, pasando estos del control parental al control por los servicios
sociales.

Todos los supuestos son delitos de peligro en los que se produce una situación objetiva de riesgo.

Son conductas activas u omisivas dolosas que deben realizarse con la voluntad de abandonar al menor y con
conocimiento de la edad o condición de incapacidad de la persona guardada, de la condición de guardador y
de que la conducta ocasiona una situación de abandono. Es suficiente el dolo eventual. No se prevé la comi-
sión imprudente.

Autor es la persona que en el momento del abandono tiene la guarda de derecho o de hecho. En todos los su-
puestos de abandono de menores o incapaces se establece mayor pena si el culpable ostenta la guarda del
menor por su condición de funcionario.

Sujeto pasivo es siempre un menor de 18 años o una persona incapaz que sufre una incapacidad física o psí-
quica que le impide gobernarse por sí mismo y requiere de otra persona para vivir dignamente, no siendo ne -
cesaria la declaración formal de la incapacidad.

El Ministerio Fiscal instará de la autoridad competente las medidas pertinentes para la debida custodia y pro -
tección del menor.

La eximente completa de estado de necesidad es de difícil apreciación pues hay que probar que el sujeto no
tuvo otra alternativa de acción legítima. Lo mismo pasa con la eximente por hallarse en estado de intoxica -
ción plena por consumo de bebidas alcohólicas, drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas u
otras que produzcan efectos análogos. Se admite la actio libera in causa cuando el guardador se coloca en un
estado de inconsciencia por consumo de drogas o alcohol que contribuye a la falta de vigilancia del menor o
incapaz.

La consumación se produce cuando se materializa el abandono con vocación de definitivo; no solo cuando se
deja a la víctima a su suerte sino también cuando hay una falta de atención tan grave que es semejante a de-
jarla a su suerte. La tentativa es posible, aunque difícil de probar.

Modalidad delictiva básica.

El abandono puede producirse por acción u omisión. La dejación de deberes debe ser de tal intensidad que la
víctima quede a merced de sus propias fuerzas en situación de desamparo con peligro potencial o abstracto
para su supervivencia en condiciones dignas.
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Sujeto activo es la persona que en el momento del abandono ostenta la guarda sin ser padre, tutor o guarda-
dor legal, figuras que se contemplan en el supuesto agravado. Se trata de un guardador que asume tal función
circunstancialmente.

Abandono realizado por padres, tutores o guardadores legales.

Por la mayor responsabilidad exigida al guardador, incurre en mayor pena quien realiza el tipo de ser padre,
tutor o guardador legal, que son los únicos sujetos activos posibles.

Guardador legal de hecho: persona que ejerce las labores de custodia del menor o incapaz y que asume de
hecho el cuidado físico y moral de estas personas vulnerables necesitadas de protección. Debe desempeñar
labores de asistencia continuada con responsabilidad decisoria (no confundir, p.e., con un canguro, que es un
cuidador circunstancial).

Exposición de la víctima a un peligro concreto para la vida, salud, integridad física o libertad sexual.

Con independencia de la situación del cuidador, la pena se agrava cuando el menor o incapaz ha corrido un
peligro concreto para su vida, salud, integridad física o libertad sexual. El peligro debe surgir del abandone y
no de cualquier circunstancia ajena al mismo o por caso fortuito.

Abandono temporal.

Supuesto atenuado. Se trata de dejar momentáneamente solo a un niño, generalmente menor de 13 años, o a
un incapaz, mientras se realiza otra actividad fuera del domicilio, o se permite que el niño deambule solo por
la calle sin supervisión o se le desatienda en sus necesidades básicas de alimentación e higiene.

Para la consumación no se establece un plazo legal, por lo que puede durar horas, días o meses. Debe ser un
plazo de cierta entidad que permita suponer la puesta en peligro del menor o incapaz. En caso contrario es
atípico.

Entrega a un tercero o a un establecimiento público.

Tipo de abandono impropio. Castiga a quien, teniendo a su cargo la crianza o educación de un menor de edad
o incapaz, lo entrega a un tercero o a un establecimiento público sin la anuencia de quien se lo hubiere con -
fiado o, de la autoridad. Un tercero, incluye tanto a personas físicas como a los representantes de estableci -
mientos privados.

Para que la entrega sea delictiva tiene que faltar la autorización del guardador, en sentido amplio, que tiene
confiada la crianza o educación del menor o de la autoridad responsable de decidir a quién o a qué centro
asistencial se debe encomendar esa función cuando los guardadores legales no están capacitados para hacer -
lo.

Autor es la persona que tiene a su cargo, por derecho o decisión judicial, la crianza o educación del menor o
incapaz y posee pleno conocimiento de que no puede entregarlo a un tercero. No coincide con el padre, tutor
o guardador, que sí pueden autorizar dicha entrega. Quien recibe al menor o incapaz es un cooperador neces-
ario, pues sin su participación el delito no se consuma.

La consumación se produce en el momento de la entrega aceptada. Es posible la tentativa acabada cuando


quien tenga que recibir se niega a ello.

La responsabilidad criminal es mayor cuando con esta entrega ilegal se pone en peligro la vida, salud, inte-
gridad física o libertad sexual del menor o incapaz.

Utilización de menores o incapaces para la práctica de la mendicidad.

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El bien jurídico protegido es la dignidad de los menores o incapaces, su seguridad e integridad física y psí -
quica, así como su derecho a la educación y a un correcto desarrollo integral. Se trata de una forma de aban-
dono por parte de quien tiene la patria potestad, tutela o guarda.

El dolo requiere conocer la edad o incapacidad del sujeto pasivo y tener el propósito de dedicar a estas perso -
nas, que carecen de autonomía, a la mendicidad. El posible la comisión por omisión, cuando el garante de los
bienes jurídicos protegidos no impide la utilización del menor pudiendo hacerlo.

El consentimiento del menor o incapaz es irrelevante.

Sujeto activo es la persona que ostenta la patria potestad, tutela o guarda, o la persona que recibe y dedica al
menor o incapaz a la mendicidad.

Se establece una pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de 2 a 6 años si el
culpable ostentare la guarda del menor por su condición de funcionario público.

La consumación se produce cuando el menor practica la mendicidad o con la entrega para este fin. Cabe la
tentativa.

Para apreciar el estado de necesidad justificante habrá que acreditar que no se recibe ayuda de particulares o
instituciones públicas o privadas.

Tipo básico.

Art. 232.1 CP: Los que utilizaren o prestaren a menores de edad o personas con discapacidad necesitadas
de especial protección para la práctica de la mendicidad, incluso si ésta es encubierta, serán castigados con
la pena de prisión de seis meses a un año.

Son dos las conductas punibles:

1. Utilizar a menores de edad o incapaces para la práctica de la mendicidad, incluso encubierta. Se da la


mendicidad encubierta cuando se da a la petición de limosna el aspecto de un servicio. La mendici -
dad directa de los adultos es atípica aunque la realicen en presencia o compañía de menores.
2. Prestar a menores o incapaces para practicar la mendicidad: el préstamo puede ser gratuito u onero -
so. Si es oneroso se considera como una operación comercial y de tráfico, contemplada en el supues -
to agravado.

Sujeto activo es el que presta al menor o incapaz, que debe coincidir con la persona que tiene encomendada
su guarda de derecho o de hecho.

Supuesto agravado:

Art. 232.2 CP: Si para los fines del apartado anterior se traficare con menores de edad o personas con dis-
capacidad necesitadas de especial protección, se empleare con ellos violencia o intimidación, o se les sumi -
nistrare sustancias perjudiciales para su salud, se impondrá la pena de prisión de uno a cuatro años.

DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO Y EL ORDEN SOCIOECONÓMICO.

Son delitos autónomos que recogen comportamientos postdelictivos en infracciones ajenas de las que traen
causa los bienes receptados o transformados. Constituyen tipos de encubrimiento lucrativo que intentan im -
pedir que los beneficios ilícitos se incorporen al tráfico económico lícito. No se exige un conocimiento exac-
to de la infracción previa, basta con la conciencia, más allá de las meras sospechas, de que el bien procede de
una infracción delictiva.

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El bien jurídico protegido es la transparencia y fiabilidad del tráfico económico y financiero como bien de in-
terés supraindividual.

Se aplica el art. 303 CP: Si los hechos previstos en los artículos anteriores fueran realizados por empre-
sario, intermediario en el sector financiero, facultativo, funcionario público, trabajador social, docente o
educador, en el ejercicio de su cargo, profesión u oficio, se le impondrá, además de la pena correspondien-
te, la de inhabilitación especial para empleo o cargo público, profesión u oficio, industria o comercio, de
tres a diez años. Se impondrá la pena de inhabilitación absoluta de diez a veinte años cuando los referidos
hechos fueren realizados por autoridad o agente de la misma.

RECEPTACIÓN EN DELITOS.

Art. 289 CP.

Requiere los siguientes elementos:

1. Ánimo de lucro: elemento que lo diferencia del encubrimiento.


2. Conocimiento de la comisión de un delito contra el patrimonio o el orden socioeconómico.
3. No haber participado en el delito encubierto ni como autor ni como cómplice.

No es posible la comisión por omisión. La actividad delictiva consiste tanto en ayudar a los responsables a
beneficiarse del producto de la infracción como en aprovecharse de los efectos provenientes de la misma.

El dolo exige el conocimiento de la comisión de la infracción y el ánimo de lucro. En los supuestos agrava-
dos debe abarcar el conocimiento de la cualidad de los efectos receptados o la intención de traficar con los
efectos.

Son delitos de mera actividad. La consumación se produce en el momento en el que el sujeto activo tiene po-
der de disposición sobre el bien adquirido. Es posible la tentativa inacabada y la continuidad delictiva.

Supuestos agravados:

1. Por la cualidad de las cosas o el valor de los efectos:


a. Cosas de valor artístico, histórico, cultural o científico.
b. Cosas de primera necesidad, conducciones, cableado, equipos o componentes de infraestruc-
turas.
c. Cuando los hechos revistan especial gravedad, atendiendo al valor de los efectos receptados
o a los perjuicios que previsiblemente hubiera causado su sustracción.
2. Por la finalidad de tráfico: cuando quien reciba, adquiera u oculte los efectos del delito tenga la fina-
lidad de traficar con ellos. La pena aumenta si el tráfico se realiza utilizando un establecimiento o lo-
cal comercial o industria. Los jueces podrán imponer la pena de inhabilitación especial para el ejerci -
cio de su profesión y acordar la clausura temporal o definitiva del establecimiento.

Limitación de la pena: de manera que quien recepta no sea acreedor de una pena superior a la que correspon -
de al autor del delito.

Es posible la exención de responsabilidad penal por aplicación del art. 268 CP (encubrimiento de parientes) o
por la concurrencia de circunstancias eximentes del art. 20 CP (alteraciones de la percepción, defensa pro-
pia). Para evitar que el receptador quede exento de pena, el art. 300 CP establece que se aplicarán aún cuan -
do el autor fuera irresponsable o estuviera exento de pena.

BLANQUEO DE CAPITALES.

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No es necesario que una resolución judicial se pronuncie sobre el delito antecedente, siendo suficiente que el
sujeto no pueda demostrar la procedencia de los bienes o el aumento no justificado de su patrimonio.

El culpable es igualmente castigado aunque el delito del que provengan los bienes o el blanqueo se haya co-
metido en el extranjero. Se incluyen también las personas jurídicas.

Son delitos de mera actividad que se consuman con la realización de la actividad típica, admitiendo la tenta-
tiva inacabada cuando la actividad delictiva requiere de varios actos. Los actos preparatorios, de provoca-
ción, conspiración y proposición para los delitos de los arts. 301 a 303 están castigados en el art. 304.

Las ganancias serán decomisadas.

Blanqueo de capitales doloso.

Art. 301 CP: tipifica las siguientes actividades delictivas:

A. Blanqueo de capitales doloso, que incluye:


a. Adquirir, poseer, utilizar, convertir o transmitir bienes, sabiendo que estos tienen su origen
en una actividad delictiva cometida por el autor o terceras personas; o realizar cualquier otro
acto para ocultar o encubrir su origen ilícito, o para ayudar a quien haya participado a eludir
las consecuencias legales de sus actos (art. 301.1).
b. Ocultar o encubrir la verdadera naturaleza, origen, ubicación, destino, movimiento o dere-
chos sobre los bienes o propiedad de los mismos a sabiendas de que proceden de una infrac-
ción delictiva o de un acto de participación en ellos.
B. Supuestos agravados:
a. Cuando los bienes tengan su origen en delitos relacionados con el tráfico de drogas tóxicas,
estupefacientes o sustancias psicotrópicas. Se aplican las disposiciones del art. 374 CP para
el decomiso.
b. Cuando tengan su origen en alguno de los siguientes delitos: cohecho, tráfico de influencias,
malversación, fraudes y exacciones ilegales, negociaciones y actividades prohibidas entre
funcionarios y abusos en el ejercicio de su función, corrupción en las transacciones comer -
ciales internacionales, delitos sobre la ordenación del territorio y el urbanismo.
c. Cuando los sujetos activos pertenezcan a una organización dedicada a los fines señalados en
el art. 301 CP. Para los jefes, administradores o encargados de las referidas organizaciones
se impondrá la pena superior en grado.

Blanqueo de capitales por imprudencia grave.

Requiere que ante la sospecha sobre la procedencia de los bienes se omita cualquier cautela de aquella o que
se incumplan las medidas de diligencia establecidas en la Ley de prevención del blanqueo de capitales.

Dará lugar a una pena menor. El autor actúa al margen de las cautelas mínimas o sin observar el deber de
cuidado que la norma le impone en la averiguación de la procedencia de los bienes o para abstenerse de ope-
rar cuando no está claramente establecida.

DELITOS CONTRA LOS DERECHOS DE LOS CIUDADANOS EXTRANJEROS.

Protege varios bienes jurídicos:

I. Los derechos que el ciudadano extranjero podría llegar a disfrutar en caso de que su entrada o tránsi-
to por Europa se hubiere realizado en condiciones de legalidad.
II. Los derechos individuales que se ponen en peligro por los riesgos inherentes al proceso de entrada,
tránsito o establecimiento ilegal: vida, libertad, seguridad, etc.

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III. El interés estatal en reforzar la efectividad de las prohibiciones de entrada a efectos del control de los
flujos migratorios por su influencia en el mercado de trabajo y en su estructuración social.

Son delitos de mera actividad y de peligro abstracto en los que se adelanta la barrera de protección en general
para los inmigrantes irregulares. No es necesario que se consiga la entrada efectiva a territorio español.

Son delitos dolosos en los que los subtipos agravados requieren que el dolo abarque todos los elementos cua-
lificadores del tipo.

La consumación se produce en el momento en que la ayuda es eficaz y el extranjero consigue entrar, transitar
o residir irregularmente en España.

Se admiten todas las formas de participación. El concepto de ayudar es tan amplio que lo que en un principio
serían meros partícipes, deban ser considerados autores.

El art. 318 bis CP contiene las siguientes previsiones comunes:

o Se castiga con una pena agravada y la inhabilitación absoluta de 6 a 12 años a los que realicen los
hechos prevaliéndose de su condición de autoridad, agente o funcionario.
o Se establece la responsabilidad penal de las personas jurídicas cuando se cumplen los requisitos del
art. 31 bis.
o Se regula un supuesto atenuado en base a una menor reprochabilidad de la conducta por la gravedad
del hecho y sus circunstancias, las condiciones del culpable y la finalidad perseguida por este.

El sujeto pasivo ha de ser un nacional que no pertenezca a un Estado miembro de la UE, incluso un apátrida,
y que no esté en posesión de la documentación necesaria para una estancia regular en España. Es indiferente
que se trate de un trabajador o no.

COLABORACIÓN A LA INMIGRACIÓN IRREGULAR.

Son hechos que se producen al margen de las normas establecidas para cruzar legítimamente las fronteras o
con fraude de esas normas. Esto se consigue entrando directamente de forma clandestina en territorio español
pro lugares distintos a los puestos fronterizos habilitados para ello o utilizando fraudulentamente las fórmu-
las autorizadas con el fin de que el paso por las fronteras revista una apariencia de legalidad, de documenta-
ción falsa o de visado turístico cuando se tiene fines de permanencia, cartas de falsa invitación, matrimonios
de conveniencia, ocultación en un vehículo, tramitación de una falsa reagrupación familiar, realización de
falsos contratos de trabajo, etc. No es necesario tener contacto directo con el inmigrante ayudado.

Principio de ultima ratio: se debe tratar de conductas que tengan importancia y sean determinantes de la en-
trada o tránsito. Son atípicas conductas como dar mera información sobre una ruta, ciudades, la forma de es -
tablecerse u otros datos que puedan ayudar al inmigrante.

Son conductas dolosas con dolo directo que debe abarcar el conocimiento de que se está ayudando a un na-
cional extracomunitario que no cumple los requisitos para entrar legalmente en España. En el tipo básico se
contempla el ánimo de lucro.

Puede ser diferente la persona que ayuda a entrar que la que ayuda a transitar.

Excusa absolutoria: si lo que mueve al autor es prestar ayuda humanitaria al extranjero.

Supuestos agravados.

I. Si los hechos se cometen con ánimo de lucro. Se supone siempre que no se demuestre haber actuado
por motivos de amistad o humanitarios.
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II. Cuando los hechos se cometen en el seno de una organización que se dedica a ayudar a entrar o/y
transitar con ánimo de lucro o sin él.
a. A los jefes, administradores o encargados les corresponde una pena sobreagravada.
b. Misma pena sobreagravada cuando se haya puesto en peligro la vida de las personas, o se
hubiera creado el peligro de causación de lesiones graves.

COLABORACIÓN A LA ESTANCIA ILEGAL DE INMIGRANTES.

Se trata de favorecer la estancia ilegal de nacionales extracomunitarios que no tienen concedida autorización
de residencia por no cumplir los requisitos. El ánimo de lucro supone obtener un beneficio económico o de
otra clase a cambio de ayudar al inmigrante irregular a no ser descubierto por los agentes de inmigración o
policiales. Será una conducta típica formalizar un contrato de trabajo ficticio cuando el inmigrante se en -
cuentra ya en territorio nacional.

Es atípico dar alojamiento por una cantidad módica sin conexión con el favorecimiento de inmigración clan -
destina mientras los inmigrantes tratan de regularizar su situación.

DELITOS RELATIVOS A LA ORDENACIÓN DEL TERRITORIO Y EL URBANISMO, LA PRO-


TECCIÓN DEL PATRIMONIO HISTÓRICO Y EL MEDIO AMBIENTE.

Compete al Derecho penal, en virtud del principio de intervención mínima, solo los ataques conscientes más
graves que constituyen una injusticia clara y manifiesta y en aparente contradicción con el ordenamiento jurí-
dico. Dentro de estos delitos solo trataremos la prevaricación.

Tutelan bienes jurídicos supraindividuales de titularidad difusa que contribuyen al desarrollo de las personas
y a una mejor calidad de vida.

Son elementos de la prevaricación:

1. Que una autoridad o funcionario dicte una resolución en asunto administrativo.


2. Que actúe a sabiendas de que va a causar un resultado materialmente injusto (dolo directo).
3. Que la resolución sea arbitraria, sin observar las más elementales normas del procedimiento o con un
contenido sustancial en patente contradicción con el ordenamiento jurídico.
4. Que la resolución se dicte con la finalidad de hacer efectiva la voluntad particular de la autoridad o
funcionario, y con el conocimiento de actuar contra el derecho.

Es posible la tentativa. Cabe la continuidad delitctiva.

Por ser la prevaricación un delito especial propio cometido por autoridad o funcionario, la participación de
un particular se resuelve por el principio de accesoriedad conforme al delito realmente ejecutado. Se conside -
ra inductor al particular que inclina al funcionario a dictar una resolución manifiestamente injusta. El que
presta su colaboración indispensable es el cooperador necesario.

PREVARICACIÓN URBANÍSTICA.

El bien jurídico protegido es la utilización del suelo para el interés general.

Es una prevaricación especial que recae sobre materia urbanística. Las actividades delictivas se pueden co -
meter por acción u omisión, siempre que concurran los requisitos comunes relacionados ad supra. Estas acti-
vidades pueden ser:

a) Informar favorablemente instrumentos de planeamiento, proyectos de urbanización, parcelación, re-


parcelación, construcción o edificación contrarios a las normas de ordenación territorial o urbanística
vigentes.
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b) Informar favorablemente la concesión de licencias contrarias a las normas de ordenación territorial o


urbanística vigentes.
c) Con motivo de inspecciones, silenciar la infracción de normas urbanísticas.
d) Omitir la realización de inspecciones de carácter obligatorio.
e) Resolver individualmente o votar, como miembro de un órgano colegiado, a favor de la aprobación
de los instrumentos, proyectos o licencias enumerados en los apartados A y B.

PREVARICACIÓN CONTRA EL PATRIMONIO HISTÓRICO.

El bien jurídico protegido es el derecho de todos a poder disfrutar del patrimonio histórico, cultural y artísti -
co de los pueblos de España, cualquiera que sea su régimen jurídico y su titularidad.

Es una prevaricación especial referida a informes de alteración o derribo de edificios catalogados que tienen
conferida administrativamente, de forma individual o dentro de un Conjunto Histórico Artístico, una protec-
ción especial por su valor histórico, artístico, cultural o monumental. No es suficiente que con posterioridad a
la alteración o derribo se conceda la calificación protectora.

Se tipifican dos conductas delictivas, siempre que concurran los requisitos comunes expuestos ad supra:

a) Informar favorablemente proyectos de derribo o alteración de los edificios singularmente protegidos.


b) Resolver individualmente o votar, como miembro de órgano colegiado, a favor de la autorización de
los proyectos de derribo o de alteración de edificios singularmente protegidos.

No existe prevaricación si de la actuación no se deduce la arbitrariedad de la resolución.

PREVARICACIÓN MEDIOAMBIENTAL.

El bien jurídico protegido es el derecho de todos a la utilización racional de los recursos naturales y a disfru -
tar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo dela persona, además del buen funcionamiento de la
Administración pública.

Las actividades peligrosas requieren de permisos especiales y de inspecciones reguladas en las normas pro -
tectoras de los recursos naturales y el medio ambiente. Son conductas que contribuyen por acción u omisión
al deterioro del medio ambiente y al uso abusivo de los recursos naturales.

Las actividades delictivas consisten en:

a) Conceder licencias manifiestamente ilegales que autoricen el funcionamiento de industrias o activi -


dades contaminantes de la atmósfera, el suelo, el subsuelo, las aguas terrestres, subterráneas o maríti -
mas, incluida la alta mar, con incidencia incluso en los espacios transfronterizos, así como las capta -
ciones de aguas que puedan afectar gravemente al equilibrio de los sistemas naturales.
b) Silenciar las infracciones de las normas que regulan estas actividades contaminantes después de ha -
ber realizado una inspección.
c) Omitir la realización de las inspecciones a las que las AAPP está legalmente obligadas en su función
de control.
d) Devolver individualmente, o votar, como miembro de un órgano colegiado, a favor de la concesión
de licencias ilegales.

DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD COLECTIVA.

Delitos especiales impropios cometidos por autoridad, agente de la misma o funcionario, mediante:

i. Aplicación del art. 372 CP a cualquiera de los delitos del Capítulo III (de los delitos contra la salud
pública), salvo el supuesto básico del delito de tráfico ilegal de drogas del art. 368 CP.
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ii. Aplicación del art. 369.1.1ª CP en relación exclusivamente al supuesto básico del tráfico ilícito de
drogas establecido en el art. 368 CP.

En todos los supuestos agravados de los arts. 369.1.1ª y 372 el funcionario debe encontrarse en situación de
servicio activo y su condición de funcionario debe ser favorecedora de la actuación delictiva.

DELITOS CONTRA LA SALUD PÚBLICA.

Además de la pena prevista se ha de aplicar una pena de inhabilitación especial para los funcionarios y abso -
luta en caso de que el penado sea autoridad o agente de la misma.

Tienen por objeto material: sustancias nocivas para la salud o productos químicos que puedan causar estra -
gos (359 y 360); medicamentos (361 a 362 quater); sustancias o grupos farmacológicos prohibidos, así como
métodos no reglamentarios destinados a aumentar sus capacidades físicas o a modificar los resultados de las
competiciones (362 quinquies); alimentos, sustancias o bebidas destinadas al comercio alimentario (363 a
367); drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas (369 bis y 370); y equipos, materiales o sus-
tancias que se puedan utilizar en el cultivo, producción o fabricación de drogas tóxicas, estupefacientes o
sustancias psicotrópicas (371).

TRÁFICO ILEGAL DE DROGAS TÓXICAS, ESTUPEFACIENTES O SUSTANCIAS PSICOTRÓ-


PICAS.

Supuestos agravados. Art. 369 CP: Se impondrán las penas superiores en grado a las señaladas en el artí-
culo anterior y multa del tanto al cuádruplo cuando concurran alguna de las siguientes circunstancias:

1.ª El culpable fuere autoridad, funcionario público, facultativo, trabajador social, docente o educador y
obrase en el ejercicio de su cargo, profesión u oficio.

FALSEDADES DOCUMENTALES.

El bien jurídico protegido es la fe pública y la seguridad en el tráfico jurídico. Se trata de evitar que docu -
mentos probatorios falsos tengan acceso a la vida civil y mercantil alterando la realidad jurídica con perjuicio
de las partes afectadas.

Encontramos delitos especiales propios e impropios. Es admisible la tentativa inacabada.

Documento: todo soporte material que exprese o incorpore datos, hechos o narraciones con eficacia probato-
ria o cualquier otro tipo de relevancia jurídica.

El documento tiene una triple función:

i. De perpetuación: fija la voluntad de una persona.


ii. De garantía: permite comprobar la identidad de la persona que hace la declaración de voluntad.
iii. Probatoria.

Los documentos se clasifican en:

 Públicos: elaborados por un funcionario dentro de sus competencias y con las formalidades legales.
Tienen efectos jurídicos en el ámbito administrativo u oficial.
 Oficiales: provienen de las AAPP para satisfacer las necesidades del servicio o función pública y de
los entes o personas jurídico-públicas para cumplir sus fines institucionales. Son “documentos oficia-
les por destino” los documentos privados que se incorporan a procedimientos judiciales o expedien-
tes administrativos.

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 Mercantiles: los que expresan o recogen una operación de comercio, emitidos en el ámbito de las re -
laciones mercantiles y comerciales con relevancia jurídica.
 Privados: los que no poseen las características de los anteriores aun teniendo relevancia probatoria o
jurídica.

Es posible la apreciación de la continuidad delictiva.

FALSIFICACIÓN DE DOCUMENTO PÚBLICO U OFICIAL.

En la conducta típica la falsedad no solo es similar a la mentira, sino que además debe afectar a la protección
y seguridad del tráfico jurídico, de manera que no se puede apreciar la falsedad documental cuando haya
constancia de que tales intereses no han sufrido riesgo alguno.

La autoridad o funcionario debe actuar en el área de sus propias funciones e infringiendo el deber de elaborar
documentos acordes con la verdad. Si el funcionario no actúa dentro de sus funciones, sino que se aprovecha
de las ventajas de su condición para acceder de forma irregular al documento, los hechos deben calificarse
como comisión por un particular.

El delito doloso requiere:

A. Un elemento objetivo consistente en la mutación de la verdad por medio de alguna de las conductas
tipificadas.
B. La mutación de la verdad debe afectar a elementos esenciales del documento y tener suficiente enti-
dad para afectar a la normal eficacia del mismo en las relaciones jurídicas.
C. Un elemento subjetivo consistente en la concurrencia de un dolo falsario.

Para la comisión dolosa es suficiente que el sujeto activo tenga la conciencia y la voluntad de alterar la reali-
dad dándole una apariencia veraz (dolo falsario).

Los particulares que participan pueden ser castigados como inductores o cooperadores necesarios. Cabe la
complicidad cuando la participación es accidental y tiene carácter secundario.

La consumación se produce en el momento de la falsificación del documento, siendo irrelevante el propósito


del autor o que un daño posterior llegue a causarse. Son delitos de peligro. Es posible la tentativa inacabada.

Falsificación de documento público u oficial por imprudencia grave.

La comisión por imprudencia grave se subsume en el art. 391 CP. En el delito imprudente se produce un re -
sultado socialmente dañoso mediante una acción evitable y que supera el riesgo permitido.

FALSIFICACIÓN DE DESPACHO TRANSMITIDO POR LOS SERVICIOS DE TELECOMUNI-


CACIONES.

El objetivo de este tipo es reforzar la fiabilidad de las comunicaciones públicas.

Es un delito especial propio. El sujeto activo no puede ser otro que el encargado de los servicios de teleco-
municaciones, por ser quien tiene acceso directo al texto del documento enviado o al sistema de envío.

Las actividades delictivas contempladas son:

A. Suponer la falsa existencia de un documento tramitado por la Sociedad Estatal Correos y Telégrafos
a través de la red de telecomunicaciones (telegrama, burofax, giro telegráfico).
B. Falsificar el contenido de los documentos anteriores.

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El uso del despacho falso, con conocimiento de su falsificación y sin haber intervenido en ella, para perjudi -
car a otro constituye un supuesto atenuado. Se trata de un delito común realizable por cualquiera. Tiene la
consideración de despacho falso el auténtico utilizado por quien no está legitimado para ello.

FALSIFICACIÓN DE CERTIFICADOS.

Los certificados son documentos oficiales en los que se hace constar una verdad que conoce quien los firma
y aprecia haber sucedido. No tiene la consideración de certificado el documento que, aun haciendo constar
una verdad, no haya sido elaborado por la autoridad o funcionario en el ámbito de sus competencias.

La ausencia de dolo falsario y la falta de riesgo de los intereses en juego hace que la actividad sea atípica por
no causar perjuicio al tráfico jurídico.

DELITOS DE TRAICIÓN Y CONTRA LA PAZ O LA INDEPENDENCIA DEL ESTADO Y RELA-


TIVOS A LA DEFENSA NACIONAL.

El bien jurídico protegido es la paz y la independencia del Estado. El art. 616 CP crea una serie de delitos es -
peciales impropios basados en que sean cometidos por autoridad o funcionario.

Sujeto pasivo es el Estado y la población en general.

Son delitos de comisión dolosa salvo la comisión imprudente de la divulgación de información reservada o
secreta del art. 601 CP.

DELITOS DE TRAICIÓN.

Las actividades delictivas consisten en:

A. Inducir a una potencia extranjera a declarar la guerra a España o concertarse con ella para el mismo
fin.
B. Facilitar al enemigo la entrada en España, la toma de una plaza, puesto militar, buque o aeronave del
Estado o almacenes de intendencia o armamento.
C. Seducir o allegar tropa española o al servicio de España, para que se pase a las filas enemigas o de-
serte de sus banderas estando en campaña.
D. Reclutar gente o suministrar armas u otros medio eficaces para hacer la guerra a España, bajo bande -
ras enemigas.
E. Tomar las armas contra la Patria bajo banderas enemigas.
F. Suministrar a las tropas enemigas caudales, armas, embarcaciones, aeronaves, efectos o municiones
de intendencia o armamento u otros medios directos y eficaces para hostilizar a España o favorecer
el progreso de las armas enemigas de un modo no comprendido en el art. 583.2 CP.
G. Suministrar al enemigo planos de fortalezas, edificios o terrenos, documentos o noticias que conduz-
can directamente al mismo fin de hostilizar a España o de favorecer el progreso de las armas enemi -
gas.
H. En tiempo de guerra, impedir que las tropas nacionales reciban los auxilios expresados en el nº 2 o
los datos y noticias del nº 3 del art. 583 CP.
I. Con el propósito de favorecer a una potencia extranjera, asociación u organización internacional,
procurarse, falsear, inutilizar o revelar información clasificada como reservada o secreta, susceptible
de perjudicar la seguridad nacional o la defensa nacional.

El art. 588 CP castiga a los miembros del Gobierno que, sin cumplir con lo dispuesto en la CE, declaren la
guerra o firmen la paz.

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Las penas se aplican igualmente cuando los delitos de traición se cometan contra una potencia aliada en caso
de hallarse en campaña contra el enemigo común.

Sujeto activo tiene que ser un español. Se prevé una pena atenuada para quien sea un extranjero residente en
España. En el 588 tiene que ser un miembro del gobierno.

Se sancionan la provocación, la conspiración y la proposición para cualquiera de los delitos enunciados.

DELITOS QUE COMPROMETEN LA PAZ O LA INDEPENDENCIA DEL ESTADO.

Las actividades delictivas consisten en:

A. Publicar o ejecutar en España cualquier orden, disposición o documento de un Gobierno extranjero


que atente contra la independencia o seguridad del Estado, se oponga a la observancia de sus Leyes
o provoque su incumplimiento.
B. Con actos ilegales o que no estén debidamente autorizados, provocar o dar motivo a una declaración
de guerra contra España por parte de otra potencia, o exponer a los españoles a experimentar vejacio-
nes o represalias en sus personas o en sus bienes. La pena se atenúa si la guerra no llega a declararse
ni a tener efecto las vejaciones o represalias.
C. Durante una guerra en la que no intervenga España, ejecutar cualquier acto que comprometa la neu -
tralidad del estado o infringir las disposiciones publicadas por el Gobierno para mantenerla.
D. Con el fin de perjudicar a la autoridad del Estado o comprometer la dignidad o los intereses vitales
de España, mantener inteligencia o relación de cualquier género con Gobiernos extranjeros, con sus
agentes o con grupos, Organismos o Asociaciones internacionales o extranjeras.
E. Violar tregua o armisticio acordado entre la nación española y otra enemiga, o entre sus fuerzas beli-
gerantes.
F. Siendo español o extranjero en territorio español, en tiempo de guerra, comunicar o hacer circular
noticias o rumores falsos encaminados a perjudicar el crédito del Estado o los intereses de la Nación.
G. Sin autorización legalmente concedida, levantar tropas en España para el servicio de una potencia
extranjera, cualquiera que sea el objeto que se proponga o la Nación a la que se intente hostilizar.
H. En tiempo de guerra y con el fin de comprometer la paz, seguridad o independencia del Estado, tu-
viere correspondencia con un país enemigo u ocupado por sus tropas cuando el Gobierno lo hubiera
prohibido, incluso cuando la correspondencia se dirija por un país amigo o neutral para eludir la Ley.
La pena se agrava si por ese medio se dan avisos o noticias de las que pudiera aprovecharse el ene-
migo.
I. Siendo español o extranjero en territorio nacional, pasar o intentar pasar a país enemigo cuando lo
haya prohibido el Gobierno.

DESCUBRIMIENTO Y REVELACIÓN DE SECRETOS E INFORMACIONES RELATIVAS A LA


DEFENSA NACIONAL.

Las actividades delictivas consisten en:

A. Sin propósito de favorecer a una potencia extranjera, procurarse, revelar, falsear o inutilizar informa -
ción legalmente calificada como reservada o secreta, relacionada con la seguridad nacional o la de-
fensa nacional o relativa a los medios técnicos o sistemas empleados por las fuerzas armadas o las
industrias de interés militar. Supuesto agravado cuando el sujeto activo sea depositario o conocedor
del secreto o información por razón de su cargo o destino, o la revelación consista en dar publicidad
al secreto o información en algún medio de comunicación social o de forma que asegure su difusión.
B. Sin autorización expresa reproducir planos o documentación referentes a zonas, instalaciones o ma-
teriales militares que sean de acceso restringido y cuyo conocimiento esté protegido y reservado por
una información legalmente calificada como reservada o secreta.
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C. Tener en su poder objetos o información legalmente calificada como reservada o secreta, relativos a
la seguridad o a la defensa nacional, sin cumplir las disposiciones establecidas en la legislación. Se
castiga la imprudencia grave que da lugar a que estos objetos o información sean conocidos por per-
sonas no autorizadas o divulgados, publicados o inutilizados.
D. Descubrir, violar, revelar, sustraer o utilizar información legalmente calificada como reservada o se-
creta relacionada con la energía nuclear.
E. Destruir, inutilizar, falsear o abrir sin autorización la correspondencia o documentación legalmente
calificada como reservada o secreta, relaciona con la defensa nacional, por quien la tenga en su po -
der por razones de su cargo o destino.

DELITOS CONTRA LA COMUNIDAD INTERNACIONAL.

Se tutelan intereses supraestatales que derivan de la paz y solidaridad internacional, protectores de DDHH,
libertades fundamentales y principios reconocidos universalmente relativos a personas y bienes, incluso a los
grupos no dominantes y perseguidos.

Los delitos de genocidio, de lesa humanidad y los crímenes de guerra son imprescriptibles. En el CP se esta-
blece una cláusula general de agravación de la pena para la autoridad o funcionario que cometa delitos contra
el Derecho de gentes, de genocidio, de lesa humanidad o contra las personas y bienes protegidos en caso de
conflicto armado. Se trata de delitos especiales impropios.

Se excluye la aplicación de la eximente de obediencia debida.

Los delitos son los siguientes:

DELITOS CONTRA EL DERECHO DE GENTES.

Sujetos pasivos son los Jefes de un Estado extranjero u otras personas protegidas internacionalmente por un
Tratado (Ministros de Asuntos Exteriores, representantes, funcionarios, personalidades oficiales o represen -
tantes de organizaciones intergubernamentales, representantes y agentes diplomáticos y consulares, así como
los familiares que les acompañen o convivan con ellos). Deben hallarse en España, aunque no es necesario
que los hechos se produzcan durante una visita oficial.

Las conductas delictivas tipificadas son: homicidio o asesinato; lesiones; cualquier otro delito cometido
contra las personas mencionadas o contra los locales oficiales, la residencia particular o los medios de trans-
porte de dichas personas; violar la inmunidad personal de las personas mencionadas.

Si no existiese una penalidad recíproca en las leyes del país de los ofendidos, se impondrá al delincuente la
pena propia del delito común.

Solo se contemplan actividades dolosas. Si los hechos se cometen por imprudencia, se aplican los tipos pre -
vistos en los delitos contra la vida, las lesiones u otros delitos en los que no se tiene en cuenta la especialidad
de los sujetos pasivos.

DELITOS DE GENOCIDIO.

El bien jurídico protegido es el derecho a la existencia de cualquier grupo humano cuya cohesión se deba a
una nacionalidad, etnia, raza, religión o discapacidad común. Se trata de proteger la entidad y permanencia
del propio grupo basado en unas características comunes. Bien jurídico supraindividual cuyo titular es el gru-
po.

El art. 607 CP castiga a los que con el propósito de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico,
racial, religioso o determinado por la discapacidad de sus integrantes realicen actos consistentes en:

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A. Matar: homicidio o asesinato.


B. Cometer agresiones sexuales o lesiones previstas en el art. 149 CP.
C. Someter al grupo o a cualquiera de sus miembros a condiciones de existencia que pongan en peligro
su vida, perturben gravemente su salud o produzcan lesiones.
D. Llevar a cabo desplazamientos forzosos o adoptar medidas que impidan su género de vida o repro -
ducción.
E. Producir lesiones no comprendidas en los apartados 2º y 3º del art. 607.1 CP.

Solo es posible la comisión dolosa con dolo directo.

El sujeto activo está previsto como los que, implicando que aunque sea un individuo quien ejerce la violen-
cia necesaria, un genocidio necesita de una colectividad organizada con un comportamiento sistemático diri-
gido a la eliminación de un grupo. No se exime a los gobernantes, funcionarios o particulares. En tiempo de
paz es inconcebible el genocidio sin la connivencia de los que gobiernan; en tiempo de guerra, declarada o
no, esta connivencia puede ser del Estado o de los líderes de las facciones opuestas.

Es autor del delito de genocidio quien comete individualmente cada una de las acciones típicas. La Conven -
ción exige que se castigue la asociación para cometer genocidio y la complicidad.

La consumación se produce desde el momento en que una de las acciones previstas se realiza contra cual -
quier individuo del grupo, siempre que forme parte de un plan de exterminio del colectivo y aunque el resul -
tado exterminador no se logre.

Debe ser castigada la tentativa. Cabrá la tentativa en cuanto sea posible el comienzo de la ejecución de una
conducta constitutiva de cualquiera de las modalidades previstas sin que llegue a producirse el resultado.

Se castiga la provocación, la conspiración y la proposición.

Inaplicación de la eximente de obrar en cumplimiento de un deber o en el ejercicio legítimo de un derecho,


oficio o cargo para quienes cumplan mandatos de cometer o participar en los hechos constitutivos de genoci -
dio. Tampoco es de aplicación el estado de necesidad al no tener parangón la desaparición de un grupo hu -
mano frente a posibles lesiones de bienes jurídicos individuales. La legítima defensa solo sería aceptable en
caso de que el sujeto actuare razonablemente en defesa propia o de un tercero, es decir, que un grupo se de-
fienda de la agresión homicida de otro grupo.

DELITOS DE LESA HUMANIDAD.

Son delitos de lesa humanidad los ataques muy graves contra los DDHH y las libertades fundamentales reco-
nocidos por el Derecho internacional.

Art. 607 bis.1 CP: Son reos de delitos de lesa humanidad quienes cometan los hechos previstos en el aparta-
do siguiente como parte de un ataque generalizado o sistemático contra la población civil o contra una par-
te de ella.

En todo caso, se considerará delito de lesa humanidad la comisión de tales hechos:

1.º Por razón de pertenencia de la víctima a un grupo o colectivo perseguido por motivos políticos,
raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos, de género, discapacidad u otros motivos univer-
salmente reconocidos como inaceptables con arreglo al derecho internacional.

2.º En el contexto de un régimen institucionalizado de opresión y dominación sistemáticas de un gru-


po racial sobre uno o más grupos raciales y con la intención de mantener ese régimen.

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Las conductas constitutivas de delito de lesa humanidad cuando se realizan con los requisitos del art. 607
bis.1 CP son:

A. Homicidio y asesinato.

B. Agresiones sexuales.

C. Lesiones.

D. Deportación o traslado forzoso a otro Estado o lugar.

E. Embarazos forzados para modificar la composición étnica de la población.

F. Desaparición forzada de personas.

G. Detenciones ilegales.

H. Torturas.

I. Sometimiento a la prostitución.

J. Sometimiento a la esclavitud.

No menciona el exterminio, la esclavitud sexual o el apartheid.

Los hechos solo se pueden cometer con dolo directo, que abarca el conocimiento de que las actuaciones for-
man parte de un ataque generalizado o sistemático contra la población civil o grupos de esta.

Sujetos pasivos son los miembros de la población civil, especialmente los que pertenezcan a grupos perse-
guidos.

La consumación se produce en el momento en que, como parte de un ataque generalizado o sistemático, un


miembro de la población civil o de cualquiera de los grupos predeterminados es víctima de los delitos enu-
merados.

Posibilidad de tentativa. La provocación, conspiración y proposición serán castigadas.

Los particulares y los representantes de la autoridad del Estado donde se cometan los crímenes o los que los
toleren, pueden ser autores, inductores o cómplices.

Art. 615 bis.1 CP: La autoridad o jefe militar o quien actúe efectivamente como tal que no adoptara las me-
didas a su alcance para evitar la comisión, por las fuerzas sometidas a su mando o control efectivo, de al-
guno de los delitos comprendidos en los capítulos II, II bis y III de este título, será castigado con la misma
pena que los autores.

No se puede invocar la obediencia debida como eximente, ni el estado de necesidad justificante. La legítima
defensa solo sería aceptable cuando el sujeto actuare razonablemente en defensa propia o de un tercero.

DELITOS CONTRA LAS PERSONAS Y BIENES PROTEGIDOS EN CASO DE CONFLICTO AR-


MADO.

No solo se protegen los bienes jurídicos individuales de las personas sino también la existencia de unos pará-
metros y estándares de humanidad que no deben rebasarse por ninguna de las partes en caso de conflicto ar-
mado.

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Las conductas típicas deben recaer sobre las personas o bienes expresamente protegidos en caso de conflicto
armado. Son conductas delictivas:

A. Crear riesgos para la vida, salud e integridad de las personas.

B. Emplear medios de combate prohibidos.

C. Realizar u ordenar realizar actos de terror contra la población civil y otras violaciones de los prisio-
neros y usos de guerra.

D. Atentar contra las normas de Derecho internacional humanitario.

E. Atacar o hacer objeto de represalias y atentados a lugares de culto, al patrimonio cultural y espiritual
y a bienes civiles.

Se tipifica un supuesto agravado cuando el objetivo esté protegido especialmente en virtud de acuerdos espe-
ciales o sean bienes inmuebles y sus alrededores inmediatos bajo una protección reforzada. La pena es ma-
yor si se causan destrucciones extensas e importantes o constituyen supuestos de extrema gravedad.

Solo se pueden cometer con dolo directo, en el que el autor debe conocer que sus actuaciones tiene como ob-
jeto a la población civil.

No quedan protegidas las personas de Estados neutrales que se encuentren en territorio de un Estado belige-
rante ni los ciudadanos de Estados cobeligerantes mientras estos Estados mantengan representación diplomá-
tica normal ante el Estado en cuyo poder se encuentren.

No se puede invocar la obediencia debida como eximente.

Se establece una causa de agravación general de las penas cuando cualquiera de las conductas mencionadas
formen parte de un plan o política o se cometan a gran escala.

No eximente de obediencia debida. Legítima defensa como en los anteriores casos.

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