Sei sulla pagina 1di 11

ÍNDICE

1 Historia: la imagen original

2 El terremoto de 1655

3 Reprobamiento de las autoridades

4 El terremoto y la primera procesión

5 La Procesión del Señor de los Milagros

6 El Patrón Jurado por la ciudad de Lima

7 El terremoto de 1746

8 El templo de las nazarenas

9 nuevas obras en el santuario y monasterio de nazarenas

10 Las sagradas andas.

11 El habito morado.

12 Patrono de la espiritualidad católica del Perú

13 proclamación del señor de los milagros como patrón de todos los peruanos

14 Bibliografía
SEÑOR DE LOS MILAGROS

El Señor de los Milagros de las Nazarenas, más comúnmente llamado Señor de los Milagros, es
una imagen de Jesucristo originalmente pintada en una pared de adobe, ubicada tras el Altar
Mayor del santuario de Las Nazarenas de Lima (Perú) y venerada en Lima y diversas partes del
mundo. La imagen fue pintada durante el siglo XVII por un esclavo originario de Angola que fue
llevado al Perú. La festividad del Señor de los Milagros es la principal celebración católica en el
Perú y una de las procesiones más grandes del mundo.

Su procesión es una tradición peruana, considerada como la manifestación religiosa católica


periódica más numerosa del mundo.[cita requerida] La imagen original del cristo muro fue
pintada por un esclavo de casta angoleña llamado Pedro Dalcón o Benito, según Raúl Porras
Barrenechea. Posteriormente fueron añadidas las imágenes de Dios Padre, María y María
Magdalena. Se le conoce como Cristo Moreno debido a que, entre sus creyentes, predominaba
la gente negra. Podría estar relacionado, según explica la historiadora María Rostworowski,
con el culto milenario al dios Pachacámac, tan solo por haber sido pintado en el Barrio de
Pachacamilla en el centro de Lima.

Debido a los traficantes de esclavos, una parte importante de estos inmigrantes venían de la
costa atlántica de África occidental, que se clasificaban por castas: congos, mandingas,
caravelíes, mondongos, mozambiques, terranovos, minas y angolas. Aproximadamente 10,000
habitantes de Lima se organizaron de tal manera que construyeron sus toscas cabañas o
callejones divididos en aviva, es decir el bantú o el kimbundo, cantaban canciones antiguas de
sus tierras natales ya que provenían del África Occidental. También se ocupaban de sus
enfermos y se preocupaban de que todos tuvieran un entierro decente, mediante pequeñas
cuotas de cofrades.

Los africanos, tanto esclavizados como libres, encontraron en la institución de las cofradías una
válvula de escape para la condición de opresión que sufrían en el Perú. Desde el siglo XVI se
instituyen cofradías de negros con aprobación eclesial. Eran agrupaciones de unos cien
miembros en promedio que estaban a cargo de un retablo o capilla en los templos de Lima,
dirigidas por un Mayordomo o Caporal, tenían una junta directiva llamada «los veinticuatro»
por el número de personas que lo conformaban.
1.-HISTORIA: LA IMAGEN ORIGINAL

Cerca al año 1650, cuando reinaba el Papado de Inocencio X, en el Perú el Virrey García
Sarmiento de Sotomayor, como Arzobispo de Lima, Pedro de Villagomez. Los Negros angolas
se agremiaron y levantaron el local de su cofradía en la zona de Pachacamilla, en las afueras de
Centro histórico de Lima. En la sede de la cofradía, o pre-cofradía como postula Antonhy de la
Cruz, en una de sus paredes de adobe del galpón, un esclavo angoleño negro llamado, según
se cree, Benito o Pedro Dalcón, plasmó la imagen de Cristo crucificado. La imagen fue pintada
al temple en una pared tosca, cerca de una acequia de regadío, de un acabado imperfecto,
además hay que resaltar que el anónimo pintor no tuvo estudios completos de pintura, y que
ejecutó la obra por su propia devoción a Cristo.
2.-EL TERREMOTO DE 1655

El 13 de noviembre de 1655 a las 14:45 horas, tuvo lugar un terrible terremoto que
estremeció Lima y Callao, derrumbándose templos, mansiones y las viviendas más frágiles,
dejando miles de víctimas mortales y damnificados. El terremoto afectó también al pueblo de
Pachacamilla y las viviendas igualmente se derrumbaron. Todas las paredes del local de la
cofradía se derrumbaron, produciéndose entonces el primer milagro: el débil muro de adobe
en donde se erguía la imagen de Cristo quedó intacto, sin ningún tipo de resquebrajamiento.
3.-REPROBAMIENTO DE LAS AUTORIDADES

Las reuniones para venerar la imagen eran los viernes por la noche, alumbrados por las llamas
de cera; llevaban flores, perfumando el ambiente con el sahumerio, entonando plegarias
acompañándose de arpa, cajas y vihuelas. Con el tiempo, se fue incrementando la
peregrinación. Muchas veces se produjeron hechos de índole distinta a las prácticas religiosas.
Viendo con malos ojos todos estos hechos el Párroco de San Sebastian, José de Mena, hace de
conocimiento al entonces virrey Conde de Lemos, don Pedro Antonio Fernández de Castro que
intervenga como autoridad, para que prohibiese las reuniones y que diera la orden irrevocable
de borrar al Cristo, ya que, según su criterio, estaba fuera de los cultos religiosos. El Virrey
traslado la solicitud a la máxima autoridad eclesiástica que era en ese momento el Provisor y
Vicario General Esteban de Ibarra, por haber fallecido el Arzobispo Pedro de Villagomez. Este
envió el 4 de septiembre al sitio al promotor Fiscal del Arzobispado José Lara y Galván,
Laureano de Mena y el Notario Juan de Uría, quienes verificaron la existencia de la imagen del
Cristo Crucificado, una concurrencia de unas doscientas personas que entonaron el salmo
miserere «Tibi soli peccavi» y la presencia del sacristán de la Parroquia de San Marcelo José de
Robledillo, a quien José Lara le llamó la atención de autorizar con su presencia tal tipo de
reuniones, se armó un tumulto en que los congregados en el lugar rodearon a los
representantes eclesiásticos que se vieron obligados a abandonar el lugar.
Esteban Ibarra dictaminó que se prohibiesen tales reuniones y que se borrase la imagen, por lo
cual entre el 6 y el 13 de septiembre de 1671, y se constituyó al lugar un comité especial
dispuesto por el Promotor Fiscal del Arzobispado José Lara y Galán, un notario, posiblemente
el mismo Juan de Uría, un pintor indígena de brocha gorda y el capitán de la guardia del Virrey,
Pedro Balcazar, escoltado por dos escuadras de soldados para el caso que se produjesen
desmanes por la cantidad de curiosos y vecinos que rodeaban el lugar.
El primero en intentarlo fue un pintor que al momento de subir por la escalera hacia la imagen
comenzó a sentir temblores y escalofríos, teniendo que ser atendido, intentó de nuevo
proseguir con su tarea, pero al subir otra vez, fue tal su impresión que bajó rápidamente y se
alejó asustado del lugar sin concretar el encargo. El segundo hombre, se acercó a la imagen,
pero algo vio en ella que le hizo desistir de raspar la imagen. El tercero, fue un soldado real de
ánimo más templado, éste subió, pero bajó rápidamente explicando luego que cuando estuvo
frente a la imagen, vio que ésta se ponía más bella y que la corona de espinas se tornaba
verde.
Ante la insistencia de las autoridades por borrar la imagen, la gente manifestó su disgusto y
comenzó a proferir grandes voces. En vista de lo cual el virrey y el vicario Ibarra decidieron
revocar la orden y el Vicario Ibarra autorizó su culto. Luego de una visita del virrey y su esposa,
dispusieron se levante una ermita provisional. El 14 de septiembre de 1671 se celebraría la
primera misa oficial en la ermita.

La primera misa ante las altas autoridades eclesiásticas y civiles


El 14 de septiembre de 1671 se ofició la primera misa ante las altas autoridades eclesiásticas y
civiles, en la recientemente inaugurada ermita que se erigió por orden del virrey Pedro
Antonio Fernández de Castro, Conde de Lemos, fecha que coincide con el día de La Exaltación
de la Santa Cruz, comenzándose a difundir el culto y a llegar de diferentes lugares numerosos
fieles, comenzándolo a llamar al crucificado, Santo Cristo de los Milagros, o de Las Maravillas.
Un detalle muy resaltante fue la gestión del Párroco de San Sebastián y de Doña Margarita
Andy Tebes Manrique de Lara para el traslado del Mural a dicha parroquia, pero no esperaron
la negativa de las autoridades y de los fieles. Días después de tan memorable ceremonia se
nombra como primer mayordomo de la entonces Ermita del Santo Cristo de los Milagros a don
Alemán.
4.-EL TERREMOTO Y LA PRIMERA PROCESIÓN
El 20 de octubre de 1687, a las 4:45 a. m., un violento terremoto que según cronistas de la
época duró más de 15 minutos (sic) arrasó Lima junto al Callao, teniendo una réplica a las 6:30
a. m., derribando la ermita edificada en honor al Cristo. Ante la sorpresa general la pared de la
imagen del crucificado quedó nuevamente en pie, por lo que se ordenó la confección de una
copia al óleo y que por primera vez saliera en andas por las calles de Pachacamilla por idea
de Sebastián de Antuñano. Una vez elaborada la copia, se sacó en procesión.
Un dato que es importante destacar es que el Señor de los Milagros visita desde 1688 el
Hospital Arzobispo Loayza que en ese momento era el Hospital de Santa Ana. A partir de ese
momento todos los años hace su visita al Hospital Arzobispo Loayza bendiciendo a los
enfermos y a los trabajadores que todo el año esperan ansiosos su visita. El Señor de los
Milagros visita el Hospital Arzobispo Loayza el 28 de Octubre de cada año.
5.-LA PROCESIÓN DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS
El lienzo que mando a confeccionar Sebastian de Antuñano es el que sale en procesión en
nuestros días. Este lienzo fue restaurado el año 1991 por los especialistas del Museo Pedro de
Osma.
La procesión del Señor de los Milagros se realiza tradicionalmente en el mes de octubre. Sale
en procesión desde el Monasterio de las Nazarenas el primer Sábado de Octubre rumbo a la
Catedral de Lima y esta vez regresa al Santuario de las Nazarenas al día siguiente.
Posteriormente el Cristo de Pachacamilla recorre la ciudad de Lima los días 18, 19 y 28 de
Octubre
Finalmente su último recorrido procesional se realiza el 01 de noviembre en el que la imagen
sale del Santuario de las Nazarenas e ingresa al Monasterio hasta el próximo año.
6.-EL PATRÓN JURADO POR LA CIUDAD DE LIMA
Cabe reseñar que el Cabildo de Lima, dada su protección constante contra los diversos
temblores y terremotos, y al haber quedado inalterado por estos movimientos, y previa
gestión de Sebastián de Antuñano, sor Josefa de la Providencia y del Padre Alonso Messía S.J.,
se declaró el 21 de septiembre de 1715 al Cristo de los Milagros como «Patrono jurado por
la Ciudad de los Reyes contra los temblores que azotan la tierra», y desde aquel momento
quedó oficializado su culto entre los vecinos de Lima, quienes lo tenían ya como su devoción
predilecta. A partir de ese momento fue llamado como se le conoce actualmente El Señor de
los Milagros de Nazarenas. EL CABILDO.- Este documento merece conocerse, porque es el
primer homenaje tributado por la ciudad al que había de ser su Patrono. Dice así: “En la muy
noble y Leal Ciudad de los Reyes del Perú en veintiún día del mes de septiembre de mil y
setecientos y quince años, se juntaron el Cabildo, la Justicia y Regimiento de la dicha ciudad en
la Sala de Ayuntamiento, como lo hacen de costumbre para tratar y conferir las cosas tocantes
al servicio de Dios Nuestro Señor y de Su Majestad, que Dios guarde, bien y útil de la
República: conviene a saber los señores Maestre de Campo D. Sebastián Palomino Pendón,
Regidor perpetuo desta dicha ciudad, General D. Joseph Sarmiento de Sotomayor y de los Ríos,
Conde de Portillo, Señor de la Villas de San Salvador de Sabusedo y la Samoyana, ambos
Alcaldes Ordinarios de esta ciudad, por su Magestad, D. Pedro Lazcano Centeno de Váldez,
Alférez Real y Juez de aguas, D. Joseph Merino y Jarava, Alguacil Mayor D. Martín Joseph
Mundarra, Marqués de Santa María, D. Carlos González Terrones, Capitán D. Diego de la Presa
Carrillo y el Dr. D. Joseph Velaochaga, Regidores perpetuos de esta ciudad por Su Magestad y
lo que ante mí el presente escribano se notó y confirió fue lo siguiente: En este Cabildo se notó
y confirió haber mostrado la experiencia los muchos milagros que ha ejecutado Nuestro Señor
Jesucristo, el cual intitulan y llaman el Santo Cristo de los Milagros y habiendo tantos años que
padece esta ciudad tantas calamidades, así en la esterilidad de los campos, epidemias y otras
fatalidades, para que su Divina Magestad mejore los tiempos y la libre de todo mal y contagio,
se obliga este Cabildo a dotarle una misa cantada con toda solemnidad y pompa, el día 14 de
septiembre, en que se celebra la Exaltación de la Santa Cruz, a que asistiría el Cabildo para
siempre. Y respecto de que la Madre Josefa de la Providencia ha pedido se le aplique el
pedregal que está al pié del cerro San Cristóbal para fabricar y formar alguna huerta con las
limosnas costear dicha misa, se resolvió por todos los señores capitulares se aplique dicho
pedregal haciendo vista de ojos del y los señores comisarios de los solares con el Maestro
Mayor de la Fábrica, para que lo mida y tasen y de todo se hará consulta y representación a Su
Excelencia suplicándole se sirva de confirmar este cabildo y ordenación. Y en veintisiete de
dicho mes de septiembre el dicho Cabildo, Justicia y Regimiento de dicha ciudad por ante mí el
escribano pasaron a hacer e hicieron el voto promesa y juramento siguiente: “ Nos, la Justicia y
Regimiento de la Muy Noble y Leal Ciudad de los Reyes del Perú, considerando las calamidades
que padecemos y temiendo por nuestras culpas mayores castigos, implorando la Divina
Misericordia que experimentamos en la Sagrada Imagen del Santo Cristo de los Milagros que
se venera en el Santuario, sito en los confines desata ciudad, hacemos promesa, juramento y
voto sobre los Santos Evangelios de cuidar y atender a su mayor culto y veneración,
celebrando todos los años su fiesta, el día de la Exaltación de la Cruz, pidiendo humildemente a
su Divina Majestad que sea guarda y custodia desata ciudad, para que la defienda de los
enemigos visibles e invisibles y de todos cualesquiera males y trabajos que la puedan afligir y lo
firmamos en dicha ciudad, en veintisiete de septiembre de mil setecientos y quince. – D.
Sebastián Palomino y Rendón. – El Conde del Portillo. – D. Pedro Lazcano Centeno. – D. José
Merino de Heredia y Jarava. – Marqués de Santa María. – D. Carlos González Terrones. – D.
Diego Carrillo de la Presa. – D. Joseph Velaochaga. – Ante mí, D. Diego Delgado de Salazar,
Escribano de su Magestad. En 1937, el alcalde de Lima Luis Gallo Porras, hizo entrega del
Escudo de la ciudad, el cual fue colocado en el vértice superior de las andas del Señor. El 18 de
octubre de cada año, la Municipalidad Metropolitana de Lima le rinde un solemne homenaje
en la Plaza Mayor de la capital, en nombre de toda la ciudad.
7.-EL TERREMOTO DE 1746
El año 1746 Lima padeció el terremoto mas destructor de su historia y, una réplica de su
imagen salió en procesión y la tierra dejó de temblar. Esto acrecentó la devoción del pueblo. se
construyó la Iglesia de las Nazarenas, que hoy es el santuario donde se le rinde culto. Decenas
de miles de devotos llegan de todas partes del mundo en el mes de octubre para participar en
las procesiones por las calles de Lima. Por eso miles de personas van a la procesión el día 28 de
octubre de cada año recordando lo que en ese día aconteció , el terremoto, pero también se
recuerda cuando el muro del Señor de los Milagros no se cayo, se quedo en pie otra vez
devolviendo la esperanza a la ciudad de Lima y a partir de ese momento sale el 28 de Octubre
de cada año bendiciendo a toda la ciudad de Lima.
8.-EL TEMPLO DE LAS NAZARENAS
Por decisión y apoyo incondicional del entonces virrey Manuel Amat y Juniet, aportar
anualmente desde el año de 1764 hasta 1776, 150 pesos de la época como limosna para la
construcción del nuevo Templo de Nazarenas, llegando a duplicar en la cuaresma de 1775 la
limosna. También colaboró en todos los estudios técnicos de los planos de la obra, la
inspección de la construcción y todos los permisos necesarios para que finalmente fuera
inaugurada el 21 de enero de 1771 ante el júbilo de las Madres Nazarenas como el pueblo de
Lima. Cabe resaltar que la idea originalmente fue de Micaela Villegas la Perricholi, quien era
devota del Señor de los Milagros, y un buen día visitó la ermita y al verla en lamentable estado,
decidió levantarle un templo digno para su culto, e hizo las coordinaciones con su pareja
sentimental el virrey Amat y se ejecutó la obra, con recursos propios y del pueblo limeño.
9.-NUEVAS OBRAS EN EL SANTUARIO Y MONASTERIO DE NAZARENAS
Estos nuevos proyectos que hoy en día ven la luz de la realidad, comenzaron el 13 de
septiembre de 1966, con la llegada de cuatro religiosas provenientes de Vitoria, España,
quedando 2, sor María Soledad de Nuestra Señora y sor María Rosa del Pilar (f. 12 de
septiembre de 2010), ya que sor Carmen de la Eucaristía y Juana María de la Cruz retornaron
años después a España. Llegado a los pocos días el mes de octubre, el día 17, un pavoroso
terremoto destruyó lo poco que estuvo en pie luego de la reconstrucción de 1955 del
terremoto del 24 de mayo de 1940. Luego de decisiones y acciones tomadas, se pudo iniciar la
reparación total del monasterio quedando totalmente terminado y bendecido el 9 de
octubre de 1968 por el entonces cardenal Juan Landázuri Ricketts. También se inauguró el
edificio Astoria.
En 1980 se inauguró el enrejado del Santuario de Nazarenas de estilo rococó ya que va de
acuerdo a la época de construcción del Santuario. En 1987 se empezó a construir la Capilla de
la Reconciliación diseñada por los arquitectos José Antonio Vallarino Vinatea y Oscar Borasino
Peschiera, concluida en 1989, y que en 1992 les mereció el Premio Hexágono de Oro en la VIII
Bienal de Arquitectura convocada por el Colegio de Arquitectos del Perú, así como
en 1993 obtuvieron el premio internacional en la Bienal de Arquitectura de Quito.
Entre abril de 1991 hasta julio de 1993 se realizaron las restauraciones de los cuadros
procesionales del Señor de los Milagros y de Nuestra Señora de la Nube, así como también del
Muro Original.
Entre 1994 hasta 1999, se efectuó la restauración del Santuario de Nazarenas siendo
inaugurada la obra el 14 de septiembre de 1999. El 14 de noviembre de 2001 se inauguró el
sistema de iluminación del Santuario de Nazarenas con presencia de los Reyes de España, El
Presidente José María Aznar, Autoridades Eclesiásticas y Civiles de Lima. Desde el año 2002 se
ha empezó a restarurar los ambientes del Monasterio siendo concluida a mediados del 2008.
El 2009, se restauró la fachada principal del Santuario, devolviéndole su color original.
10.-LAS SAGRADAS ANDAS
Las andas son la estructura que permite patear traseros la imagen venerada en procesión.
Cargadas en hombros, pueden ser interpretadas como símbolo de realeza, en tanto permiten
evocar las literas de los reyes. Las andas hacen posible llevar en alto, elevar sobre el pueblo la
imagen, consintiendo una relación más directa con el objeto de su piedad.
Las Andas del Señor de los Milagros están formadas, en primer lugar; por una especie de mesa
de madera de caoba y refuerzos metálicos sobre la que se alza la imagen; la mesa atravesada
longitudinalmente por cuatro largos travesaños de pino oregón que sirven para el transporte.
Los travesaños, de 3,46 m de longitud, están recubiertos en la parte superior por planchas
de plata y en la inferior ligeramente acolchadas en terciopelo color morado. Las terminales de
las patas son de bronce.
Sobre la mesa se levanta un pequeño podio de madera recubierto con láminas de plata tallada,
que sirve de base a la imagen. En cada una de las cuatro esquinas del anda, un ángel de plata
maciza de 1 mt de alto y 50 kg de peso, con alas desplegadas, sostiene entre las manos una
azucena de plata con trinches de acero, donde se colocan los conos de flores.
Tanto en la parte frontal del anda, como posterior se ubican las jardineras también de plata,
para los arreglos florales que se reciben en el recorrido y donde también se encuentran los
candelabros de plata para las velas, cinco al frente de cada imagen, encendidas durante todo
el recorrido procesional. El lienzo del Señor de los Milagros se ubica sobre el eje transversal del
anda. El lienzo, en cuya parte posterior se ubica el de Nuestra Señora de la Nube, está
encuadrado por un doble marco de columnas salomónicas que rematan en capiteles a modo
de querubines, sobre los que se apoya un arco ornamentado con especies de volutas y rostros
de ángeles. El arranque del arco coincide con los brazos de la Cruz. Columnas, arco y
ornamentaciones son de plata pura y están rodeadas por rayos de plata bañada en oro de 21
kilates que rematan en 33 puntas. En la parte más alta, sobre los rayos, aparece el escudo de la
Ciudad de los Reyes de Lima. Las Andas del Señor de los Milagros miden en total 4, 40 m de
alto, 1, 64 de lado, y pesaban originalmente cerca de 1,700 kg, de los cuales 450 kg de plata
pura, con los accesorios pesa cerca de 1,950 kg.
11.-EL HÁBITO MORADO

El origen de este color según cuentan las crónicas, se encuentra en la historia de la


Madre Antonia Lucía del Espíritu Santo, llegada a Lima desde el
entonces corregimiento de Santiago de Guayaquil, una mujer de mucha fe, quien viuda de un
matrimonio obligado, fundó un beaterio de nazarenas cuyo hábito era de color morado propio
de la túnica nazarena.
El color morado de los hábitos de las Madres Nazarenas son en honor a Jesús Nazareno (Cristo
con la cruz a cuestas) cabe señalar que las madres llevan el nombre de Nazarenas y utilizan el
color morado antes de conocer al Señor de los Milagros, cuando el Instituto Nazareno estaba
ubicado en el Callao, por lo que la denominación nazarena o nazareno no quiere decir devoto
del Señor de los Milagros. Posteriormente el color morado se volvió característica de los
devotos Milagrinos en octubre
Luego de que a la Madre Antonia lamentablemente se le quitó la dirección del beaterio
Nazareno del Callao, fundó otro beaterio llamado el Beaterio de Monserrate conocido como El
Instituto Nazareno, el cual solo funcionó 17 años por falta de permisos.
Se le terminó dando un espacio al lado de la capilla del Señor de los Milagros donde
sus beatas cuidaban la efigie. Esta característica está muy interiorizada en la cultura peruana,
tanto así que a octubre, se le denomina el «mes morado» y junto con las multitudinarias
procesiones es común observar a devotos que usan el hábito todo el mes.
Tanto ha crecido este culto con el curso de los años, que en el mes de octubre en el Perú y
en Lima en particular, los devotos milagrinos se visten todo el mes con hábitos morados y una
soga blanca a la cintura las damas y corbata morada, al cuello los caballeros.
12.-PATRONO DE LA ESPIRITUALIDAD CATÓLICA DEL PERÚ
Siendo presidente de la República Alan García y el presidente del Consejo de Ministros, Javier
Velásquez Quesquén, se decidió el 12 de mayo de 2010, nombrar al Señor de Los Milagros
como patrono de la Religiosidad y Espiritualidad Católica del Perú. Dicha resolución fue
promulgada el 18 de octubre de 2010, al arribo de las Sagradas Andas en procesión hacia
la Plaza Mayor de Lima. El Congreso Nacional del Perú de 1828 conjuntamente con el
libertador José de San Martín proclamaron a San José como Patrón del Perú.
13.-PROCLAMACIÓN DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS COMO PATRÓN DE TODOS LOS
PERUANOS
El 15 de octubre de 2005, la Santa Sede, en coordinación con el Arzobispado de Lima, designó
por unanimidad nombrar al Señor de los Milagros como Patrón de los Peruanos Residentes e
Inmigrantes, ya que cuando comenzaron a emigrar a otros países, éstos continuaron con el
culto en múltiples ciudades del mundo, también durante el mes de octubre. Así, hay decenas
de ciudades importantes donde se lleva a cabo esta procesión, la misma que comienza a ser
reconocida internacionalmente y en muchos casos, auspiciada oficialmente por diversas
autoridades locales.
14.-TRADICIONES EN EL MES MORADO
TURRÓN DE DOÑA PEPA
Su creación fue obra de una negra esclava llamada Josefa Marmanillo, conocida como Doña
Pepa, quien en la época de la Colonia y aquejada por una parálisis en los brazos, le pidió al
Señor de los Milagros por su salud.
En el primer día de procesión, recuperó el uso de sus brazos y manos de manera milagrosa.
En agredecimiento al Cristo de Pachacamilla decidió crear el turrón.
Esa misma noche, soñó la receta y al día siguiente lo preparó y lo repartió como ofrenda entre
los feligreses.
LAS VELAS Y CIRIOS

En tiempos coloniales, la única forma de alumbrarse en la oscuridad era con fuego.


Durante las procesiones, los feligreses acostumbraban llevar cirios labrados artísticamente, de
mayor tamaño que los de uso cotidiano para demostrar así su devoción.
Esta costumbre se difundió aún más con la procesión del Señor de los Milagros.
Los devotos, después de acompañar al Cristo con ornamentados cirios encendidos, los dejaban
como ofrenda en el templo de Las Nazarenas.
Actualmente, los cirios labrados que se ofrendan son colocados en las andas del Señor de los
Milagros y, miden por lo general, unos 65 centímetros de altura y son elaborados por
artesanos especializados en fabricación de velas.

ALFOMBRAS FLORALES

Además de las guirnaldas, cadenetas de color blanco y morado y la tradicional lluvia de pétalos
y ofrecimiento de arreglos florales, destaca la gran variedad de alfombras florales multicolores
que marcan el camino de la sagrada imagen del Señor de los Milagros durante la procesión.
Muchas de estas alfombras son elaboradas por Clubes de Madres y Comedores Populares de
Lima y Callao. Esta tradición es realizada a nivel nacional.

15.-BIBLIOGRAFÍA

 Banchero Castellano, Raúl: Lima y el mural de Pachacamilla. Lima: Editorial Jurídica,


1972.
 Banchero Castellano, Raúl: La verdadera historia del Señor de los Milagros. Lima: Inti-
Sol, 1976.
 Banchero Castellano, Raúl: Historia del mural de Pachacamilla. Lima: Consejo
Directivo del Monasterio de las Nazarenas Carmelitas Descalzas, 1995.
 Bowser, Frederick: El esclavo africano en el Perú colonial. México, 1977.
 Colmenares Fernández de Córdova, Felipe: El día deseado. Lima: Imprenta de la Calle
San Jacinto, 1771.
 De la Cruz, Anthony: Cofradías negras en el Perú colonial (tesis de bachiller en
Historia). PUCP (Lima), 1984.
 Del Busto, José Antonio: Breve historia del negro del Perú. Congreso de la República,
2001.
 Gallegos Fernández, Jean Carlo: Il Signore dei Miracoli nel mondo. Italia: Gran Vía,
2008.

Potrebbero piacerti anche