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UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL

DE LOS LLANOS OCCIDENTALES


“EZEQUIEL ZAMORA”
PROGRAMAS CIENCIA SOCIALES
CARRERA DERECHO

CRIMINOLOGIA
TALLER SOBRE:

LA POLITICA CRIMINAL

PROFESOR: INTEGRANTES:
Abg. JOHAN HERRERA.
Moreno Yvan C.I. V- 11.193.706
2 Do Año. SECCIÓN FS01
Nácar María C.I. V- 16.229.731

Barinas Abril 2019.


LA POLÍTICA CRIMINAL

Para definir la política criminal vamos a tomar en cuenta las diversas


concepciones de distintos fuentes con relación a la materia. La política
criminal es un sector de las políticas que se desarrolla en una sociedad,
predominantemente desde el Estado. Ella se refiere al uso que hará el
estado del poder penal, es decir, de la fuerza o coerción estatal en su
expresión más radical.

La Política Criminal es considerada como el estudio del conjunto de


medidas empleadas por los órganos de gobierno, para hacer frente a la
criminalidad que afecta a un Estado, con la intención de
encontrar soluciones pertinentes en la disminución de los niveles
de delincuencia, respetando el Estado de Derecho.

“Disciplina que se ocupa de las formas o medios a poner


en práctica por el Estado para una eficaz lucha contra el delito, y a cuyo
efecto se auxilia de los aportes de la Criminología y de la Penología» (Franz
VON LISZT).

Es el conjunto sistemático de principios en los que se inspira la


actuación del Estado para organizar la lucha contra la criminalidad. En todo
caso, y de acuerdo con el principio de legalidad penal, la actividad represiva
del Estado mantendrá la garantía criminal o seguridad de que una persona
sólo puede ser condenada por una acción u omisión definida
como delito en ley orgánica vigente en el momento de la comisión (reserva
de ley orgánica).
CONCEPTO DE LA POLÍTICA CRIMINAL

La política criminal es, en síntesis, el conjunto de decisiones,


instrumentos y reglas que orientan el ejercicio de la violencia estatal que es
una coerción penal hacia determinados objetivos. Se considera que la
política criminal no es una ciencia, si no, que se trata de una política o
conjunto de políticas. No obstante, como pasa con cualquier sector de la
realidad, es posible una aproximación científica a ella. Esta aproximación se
puede realizar desde distintas disciplinas que se conectan con la misma:
desde el Derecho penal, La criminología, el Derecho Procesal Penal, la
Sociología criminal, la Ciencia Política, etc. Ella es el trasfondo común del
ideal de una ciencia penal integral.

La política criminal nunca tienes objetivos totalmente independientes,


en realidad ella es una política de segundo nivel, ya que sirve de soporte o
para fortalecer a otro tipo de políticas tales como económica, social,
ambiental, familiar etc. No obstante también existen ciertos objetivos
autónomos de la política criminal: ellos se relacionan con los límites al poder
penal y se fundan en la necesidad de establecer una política criminal
respetuosa del ser humano.

Franz Von Liszt, define que es el "conjunto sistemático de principios


garantizados por la investigación científica de las causas de las infracciones
y de la eficacia de la pena, según los cuales dirige el Estado la lucha contar
el crimen por medio de la pena y de sus formas de ejecución"; en síntesis
podemos decir que es el conjunto sistemático de principios, según los cuales
deben organizar el Estado y la sociedad la lucha contra la criminalidad.
Von Liszt define la política criminal en dos sentidos: el sentido estricto
y el sentido amplio. En sentido estricto la Política Criminal significa el
conjunto sistemático de aquellos fundamentales principios según los cuales
el estado tiene que sostener la lucha contra la criminalidad por medio de la
pena y de sus instituciones afines como casas de educación y corrección,
casas de trabajo, etc.

En su sentido amplio entiende por política criminal el conjunto


sistemático de los principios fundamentales basados en una investigación
científica de las causas de los delitos y de los efectos de la pena, según los
cuales el Estado por medios de la pena y sus instituciones afines, sostiene la
lucha contra los crímenes

Para HURTADO POZO “se le denomina política criminal, cuando más


evolucionada es la sociedad, ésta deviene una estrategia elaborada a partir
de los datos y enseñanzas aportados por la observación objetiva. Por ello, a
esta disciplina se designa el estudio de la reacción contra la delincuencia, tal
como es efectivamente, practicada. En tal sentido, la tarea de esta disciplina
es describir la reacción social contra la delincuencia, y como determinar los
lineamientos que debe seguirse para lograr una mayor eficacia”

Sin embargo, para VILLAVICENCIO T., “al hablar de la política criminal


como disciplina práctica se le entiende como un conjunto de criterios
empleados o a emplear en el tratamiento de la criminalidad. Sin embargo, en
cuanto la praxis de la política criminal se integra del conjunto de actividades.
Empíricas- organizadas y ordenas a la protección de individuo y sociedad en
la evitación del delito. Por ello, cada ordenamiento jurídico responde a una
determinada orientación político- criminal. En cambio, a la política criminal
como disciplina teórica se la define como aquella rama del saber- que es
resultado de la interdisciplinariedad entre las Ciencias Políticas y el Derecho
Penal”.

En cambio para ZAFFARONI la política criminal es indistintamente una


ciencia o arte de seleccionar los bienes jurídicos que deben tutelarse y cada
uno de los métodos necesarios para dicha tutela, lo que implica el
sometimiento a críticas de las valoraciones ya hechas y de los métodos ya
elegidas. Por tanto, podemos observar que dicha concepción hace referencia
a la política criminal como arte y posteriormente como ciencia englobando
así a ambas en una sola definición].

De las definiciones anteriormente esbozadas de cómo se considere la


política criminal, ya sea como una ciencia, un arte, “un sector del
conocimiento que no es ciencia” o bien como ciencia y arte a la vez, según
nuestro opinión la política criminal siempre va a contemplarse desde dos
perspectivas diferentes: la primera como la política desarrollada por el
Estado referente a las medidas, estrategias y acciones encargadas de la
prevención y represión del fenómeno criminal, y la segunda como referente
al conjunto de conocimientos respecto de dichas medidas, estrategias y
acciones implementadas por el Estado con la finalidad de prevenir y reprimir
a los infractores de la ley penal.

CLASIFICACIÓN.

La política criminal tiene como función primordial “la lucha contra el delito,
para lograr la vida ordenada en la comunidad”, y se clasifica mediante sus
dos pilares:
LA POLÍTICA CRIMINAL PREVENTIVA.

Por prevención en el contexto más simple de la palabra entenderemos


“la acción de prevenir, preparar, aparejar y disponer con anticipación lo
necesario para un fin, así como precaver, estorbar o impedir algo”. En
cambio, de acuerdo a la ciencia criminológica prevenir es el conocer con
anticipación de probabilidad de una conducta criminal disponiendo los
medios necesarios para evitarla o repelerla.

Teniendo en cuenta lo señalado en párrafo precedente hay que tener


en cuenta, que toda prevención requiere de una política criminal que ésta,
determina los alcances en materia de prevención y represión a fin de impedir
el delito, es decir, la política criminal en materia prevención representa el
cúmulo de actividades encaminadas a conseguir metas determinadas, cuyo
objeto en este caso es prevenir el delito, ya sea suprimiendo o por lo menos
disminuyéndolo. La prevención como parte de la política criminal no se
restringe al arte legislativo, es decir a la intimidación de una pena, pues se
busca minimizar la concurrencia de la criminalidad, la cual está constituida
por una gran rama de actividades, atendiendo factores como la educación, el
empleo, la salud, la vivienda, para que los factores descendentes de
conducta desviada no desemboquen en actos criminales.

Además en materia de la prevención del delito existen una serie de


clasificaciones entre las que destacan las siguientes:

a) En función de los niveles de intervención:

- Prevención Primaria.- Es aquella que busca evitar que los factores de


riesgo interactúen, para ello el Estado y la sociedad deben potenciar a todos
sus recursos. De tal forma la prevención primaria no es otra cosa que una
política social bien orientada que busca mejorar la calidad de vida de la
sociedad.

- Prevención Secundaria.- Es la que se ejerce sobre personas de las que se


puede afirmar la posibilidad o la probabilidad de cometer delitos o de adoptar
un género de vida que puedan ser especialmente peligroso, tales como los
estudiantes o los adolescentes residentes en barrios desfavorecidos o en
marginales.

- Prevención Terciaria.- Es la que se propone evitar que personas que ya han


delinquido o incurrido en actividades especialmente peligrosas persistan en
su conducta nociva. Se refiere principalmente es reinsertar a los delincuentes
a la sociedad.

b) En cuanto resultado de las teorías relativas de la pena:

- Prevención General.- La prevención general conforme a las diferentes


teorías de la pena, se divide en negativa y positiva, proponiendo como factor
fundamental que dicha prevención se proyecta hacía la colectividad:

a. La prevención general negativa, hace referencia a un factor intimidante


sobre el conjunto de ciudadanos; es decir busca que a través de la amenaza
de ser sancionado que el ciudadano se abstenga de realizar ciertas
conductas antisociales, evitando así “futuros delitos en la sociedad”.

b. La prevención general positiva, se refiere al reconocimiento de la


vigencia de la norma, pues cuando un delito es sancionado tiene como
consecuencia que se reafirme la validez de ésta.

- Prevención Especial.- De igual forma que la general la prevención especial


puede ser negativa o positiva, la cual va dirigida al propio delincuente:
a. Prevención especial negativa, se refiere a la prevención de nuevos delitos,
especialmente a la reincidencia; es decir la aplicación de una sanción a un
individuo trae como consecuencia que ese mismo individuo no vuelva a
cometer más delitos en la sociedad.

b. Prevención especial positiva, esta prevención tiene como fin la


resocialización del delincuente, siendo una consecuencia natural de la misma
pena. La norma violada, no es propiamente un fin de la pena sino “una
consecuencia inmediata”.

LA POLÍTICA CRIMINAL REPRESIVA.

Por represión entendemos el acto, o conjunto de actos, ordinariamente


desde el poder, para contener, detener o castigar con violencia actuaciones
políticas o sociales. Sin duda, cuando hablamos de represión se nos viene a
la mente Estado, como el único que tiene el monopolio de la violencia
legítima ante la comisión de conductas consideras dañinas para la sociedad.

Hablar de la política criminal represiva es hablar de medidas penales


por ser la forma más socorrida del Estado ante las exigencias sociales, pues
como pareciera ser que las formas penales fueran la única forma de imponer
una convivencia social ordenada, principalmente a través de endurecimiento
de penas, criminalización de nuevas conductas, aumentar las penas,
incremento en el personal del sistema de justicia como Ministerios Públicos,
Policías y los Jueces, el incremento de la población en los Penales en
nuestro país ocasionaría hacinamiento en ellos, pero principalmente
sosteniendo que la legislación penal es la única vía capaz de responder al
fenómeno criminal.
LA POLÍTICA CRIMINAL RELACIÓN CON LA CRIMINOLOGÍA

Por su parte la Política Criminal, como disciplina, incluye las


intervenciones jurídicas y extrajurídicas públicas y privadas que tienen como
fin prevenir o reducir la delincuencia o paliar los costes sociales derivados del
delito. A la Política Criminal le corresponde establecer los programas y
decidir cual es la mejor forma de intervenir respecto al fenómeno criminal. A
la criminología le interesa la aplicación de la política criminal y los efectos de
esa intervención.

Hay que conocer los programas de intervención y sus efectos para


comprobar si los resultados se ajustan a los objetivos que se plantearon
cuando se decidió poner en marcha el plan de actuación. Además de esta
información sobre los programas y los efectos positivos y negativos, debe
estar atenta a la planificación de los programas de intervención en todos los
ámbitos. Hay que atender a los programas de intervención sobre el delito,
sobre la víctima, sobre el delincuente y, también, sobre el control social.

Para la Política Criminal es importante tener presente que el fenómeno


delictivo es muy complejo y es difícil construir una política criminal que de
respuesta a todos los imperativos y a todas las necesidades sociales.
La Política Criminal es como un puente de enlace entre la Criminología y el
Derecho Penal, pues toma todos los conocimientos e informaciones
aportados por aquélla y los elabora o transforma en propuestas políticas que
ofrece al legislador en su tarea de elaborar las leyes.

La Criminología investiga el fenómeno criminal bajo todos sus


aspectos, elige sus objetivos de estudio por si misma, autónomamente,
aunque tomando en consideración los asuntos actuales que tienen que ver
con el tema de la delincuencia, su prevención y los problemas del
funcionamiento de los órganos que componen el sistema penal.

Los resultados quedarán a disposición de las instancias políticas-


criminales; en este sentido es misión de la Política Criminal el adoptar
decisiones político-criminales con base al material criminólogo, sin embargo
la decisión política-criminal nunca es resultado inmediato del resultado
empírico de investigación, sino que necesita para la realización político
criminal una decisión generalmente de las instancias políticas entre diversas
alternativas.

Aunque la Política Criminal no puede ser ajena a las aportaciones de


las ciencias sociales, es ineludible para una Política Criminal que, a la hora
de decidir sobre la reforma de las leyes, debe tenerse en cuenta los efectos
reales del sistema de Derecho Penal sobre la realidad.

En su evolución, mientras la criminología se ocupa de la criminalidad,


la Política Criminal se ocupa de reducir la misma al mínimo posible como
parte de la política general del gobierno

La criminología va a dar datos acerca de la criminalidad a la política


criminal (que es el conjunto de medidas elaboradas para reprimir y prevenir
la criminalidad), la cual se va a expresar en el Sistema Penal, o sea el
derecho penal material, el procesal penal, y el derecho penitenciario o de
ejecución de penas, puesto que El discurso político criminal lo va a dar no el
legislador, sinó el Ejecutivo que va influir en la legislación penal con su
decisión meramente política, puesto que la norma jurídica es una decisión
meramente política. Así, Detrás del sistema penal, van a estar las ideologías
preponderantes del Ejecutivo.
Esto significa la respuesta al problema de hoy en día, porque a lo
expuesto tenemos que agregar que si bien la decisión política va a influir en
el contenido de la norma penal (además procesal y penitenciaria o de
ejecución), cada sector del sistema va a tener su propio discurso que va a
contrariar al discurso del otro. Lo que provocarà una inestabilidad al interior
del sistema penal. Esto mas los nulos conocimientos del Ejecutivo acerca de
cómo combatir la criminalidad, tienen como resultado lo que no acabamos de
ver cada día: la superpoblación carcelaria, la criminalización de todo aquello
que el ejecutivo vea conveniente criminalizar para hacerse mas popular, la
contradicción entre la prevención general (sociedad y derecho penal
material) y la prevención especial (der. penitenciario y de ejecución de
penal), lo que ocasiona que el Sistema Penal No funcione.

Así, vemos lo que busca la “Ciencia Totalizadora del Derecho Penal” ,


que es acoger en una misma las metas o instrumentos de las ciencias del
Derecho Penal, tomando en cuenta la criminología y la política Criminal,
atravesando el Derecho Penal Material, el derecho procesal penal incluso el
derecho penitenciario. Como lo acabamos de ver y en mi opinión pareciera
un discurso atractivo, pero solo nos queda buscar un punto, en el cual por lo
menos el sistema no se anule a si mismo, mas intente seguir una línea que
apunte en el cumplimiento de su misión.

POLITICA CRIMINAL EN LATINOAMERICA

En Latinoamérica el panorama no es alentador. Las investigaciones y


estadísticas son un importante instrumento, ya que ayudan a aclarar el
trasfondo de la criminalidad, y por ello, cooperan en la formulación de la
Política Criminal. No solo, no se respetan las pocas investigaciones
empíricas realizadas, sino que en la mayoría de los casos, esas
investigaciones sobre la realidad no existen y se legisla sobre creencias o
suposiciones generalmente pre juiciosas o por impulsos emocionales
temporales; el resultado es el divorcio crónico entre el país de las leyes y el
país real. No es posible hacer criminología ni ciencia jurídico-penal sin una
política criminal.

Queda claro que la política criminal es una actividad del Estado y no


de los particulares o determinadas oficinas del gobierno; todo pasa por el
Poder Legislativo. Los investigadores de la realidad (criminólogos,
penólogos, criminalistas) proveen de posibles soluciones al Estado y sus
poderes, pero no por eso hacen política criminal; hacen criminología,
penología, etc., pero es el Estado que como parte de su política de gobierno,
debería hacer política criminal.

LOS MEDIOS ALTERNATIVOS DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS

El hecho que vivamos en sociedad presupone una continua


interacción entre los diferentes agentes económicos, quienes tienen distintas
percepciones de la realidad objetiva en que se desenvuelven. La existencia
de diversas percepciones origina conflictos entre los agentes económicos
que deben ser resueltos. El objetivo en este trabajo de manera personal,
será hacer un análisis y quizás una comparación de cada uno de los
llamados MASC. Estos medios se usaran según cómo evolucione la
sociedad. Los conflictos que se generan deben ser resueltos de forma
eficiente, reduciendo costos y previniendo la aparición de nuevos conflictos.
Con el objeto de alcanzar el objetivo antes indicado el sistema jurídico ha
incorporado ciertos medios cuyo propósito es solucionar los conflictos sin
generar mayores antagonismos entre las partes. Los medios de solución de
controversias más difundidos son los siguientes: a. Negociación b. Mediación
c. Arbitraje d. Conciliación Estos medios se distinguen entre sí por la
intervención de terceros en la solución del conflicto. En efecto, mientras en la
negociación el proceso está íntegramente librado a la voluntad de las partes,
en la mediación y en la conciliación interviene un tercero (mediador o
conciliador) para ayudar a que las partes arriben a un acuerdo. Desde un
punto de vista doctrinario la conciliación se distingue de la mediación por el
hecho que el conciliador debe proponer una fórmula conciliatoria, mientras
que el mediador no tiene esa obligación y por ello puede o no formular una
propuesta de solución. LOS MACS Estamos ante el redescubrimiento de los
medios de solución de conflicto- MASC; pues en sus diversas instituciones
estos han existido desde épocas antiguas. La conciliación por Ej. Como
señala Gozaini, se halla en las formas tribales, para avanzar históricamente
afincándose en los consejos de familia, clanes o reunión de vecinos
caracterizados.

LA POLITICA CRIMINAL EN VENEZUELA

Actualmente hay Leyes en Venezuela contemplan Los Medios


Alternativos De Solución De Conflicto, la Constitución de 1999, la justicia de
paz está reconocida en el Capítulo III del Título IV relativo a la organización
del Poder Judicial y del Sistema de Justicia. Así tenemos que, en primer
lugar, el sistema de justicia, de conformidad con el artículo 253
constitucional, no sólo comprende los órganos tradicionales del Poder
Judicial los diferentes tribunales de la República que la ley establezca
previamente sino que en él también se encuentran enmarcados
determinados órganos de carácter administrativo, tales como las defensorías
públicas, los órganos de investigación penal, los funcionarios que trabajen
dentro del Poder Judicial sean permanentes o auxiliares y, específicamente
los medios alternativos de justicia, entre los cuales está la justicia de paz.
Más aún, el artículo 256 constitucional reconoce de manera expresa la
justicia de paz, de la siguiente manera: “La Ley organizará la justicia de paz
en las comunidades. Los jueces y Juezas de Paz serán elegidos o elegidas
por votación universal, directa y secreta conforme a la Ley. La Ley promoverá
el arbitraje, la conciliación, la mediación y cualquiera otros métodos
alternativos para la solución de conflictos.” De lo antes expuesto se
desprende que la justicia de paz es una herramienta para impartir Justicia a
los ciudadanos de manera alternativa al sistema de administración de justicia
ordinaria y, por ello, forma parte del Sistema de Justicia, pero no del Poder
Judicial.

Por otra parte, la misma Constitución señala que la justicia de paz es


competencia del Poder Público Municipal, al mencionarla en el ordinal 7 del
artículo 178. Así, a pesar de que la justicia de paz es un mecanismo alterno
para la solución de los conflictos y por lo tanto se encuentra inmersa dentro
del sistema de administración de justicia, su manejo y gestión es
competencia de los municipios, por lo que las autoridades municipales son
las encargadas de brindarle apoyo a las personas involucradas en el ejercicio
y funcionamiento del día a día, al ser el juez de paz una autoridad municipal.

Los Medios Alternativos de Resolución de Conflictos en la actualidad


constituyen un mecanismo efectivo e innovador al momento de dirimir las
controversias que se presentan entre las personas en la sociedad, su
implementación ha revelado que se trata de una herramienta valiosa y
exitosa en la solución de los conflictos y disensiones que se presentan en las
diferentes áreas del quehacer humano. Medios que han sido utilizados desde
épocas ancestrales adoptadas por el ser humano para la solución de
conflictos utilizando como modalidad el dialogo entre las partes con o sin la
presencia de un mediador o conciliador. En ese sentido un gran número de
instituciones pertenecientes al Estado han venido trabajando en base al
estudio e implementación sistemática de este nuevo modelo, en la búsqueda
de soluciones rápidas y efectivas centradas en la solución de sus conflictos.

Los problemas reinantes en nuestra sociedad que para nadie son un


secreto y el carácter tan violento del crecimiento poblacional que no puede
eludir la administración de justicia en Venezuela, ha conducido a la
implementación de Medios Alternativos de Resolución de Conflictos a nivel
jurisdiccional, con la finalidad por un lado de que los justiciables consigan un
mejor acceso a la justicia y por otro que en los diferentes Tribunales los
juicios duren poco tiempo, basado en el principio de celeridad y economía
procesal inclinándose a su vez a la nueva tendencia del Poder Judicial
identificada por ser una justicia moderna y eficaz. Nuestros legisladores han
insistido en la necesidad de impulsar estas alternativas

Como soporte a los mecanismos jurisdiccionales, con la simple tarea


de disminuir el número de litigios o demandas a los que se enfrentan
nuestras instituciones encargadas de administrar justicia. Es menester,
centrar el punto tratado a lo plasmado en nuestra Carta Magna
específicamente en el artículo 258 segundo aparte, donde se establece
textualmente "La ley promoverá el arbitraje, la conciliación, la mediación y
cualesquiera otros medios alternativos para la solución de conflictos" De lo
antes expuesto, no escapa la novísima Ley Orgánica de La Jurisdicción
Contencioso Administrativa, publicada en Gaceta Oficial de la República
Bolivariana de Venezuela, en fecha 25 de junio de 2010, donde en su artículo
6 expresamente manifiesto, deja implícito lo siguiente: Medios Alternativos de
Resolución de Conflictos. “Los tribunales de la Jurisdicción Contencioso
Administrativa promoverán la utilización de medios alternativos de solución
de conflictos en cualquier grado y estado del proceso, atendiendo a la
especial naturaleza de las materias jurídicas sometidas a su conocimiento”.
En Venezuela, la Conciliación es concebida en el como un acto procesal
dentro del proceso ordinario regulado por el Código de Procedimiento Civil
(CPC) por medio del cual el Juez, en cualquier estado y grado de la causa y
siempre antes de emitir sentencia, incita a las partes a llegar a un acuerdo
sobre alguna incidencia que verse sobre materias sobre las cuales las partes
pueden disponer (Arts. 257 y 258, CPC). Con ese mecanismo, las partes
ponen fin al proceso con la misma eficacia que una sentencia definitivamente
firma, una vez se haya levantada un acta firmada por el Juez, el Secretario y
las partes involucradas (Arts. 260 y 262, CPC). Según Escobar Gil la
conciliación “…es un acto procesal en que las partes en presencia y con
intervención de un juez o de un tercero investido transitoriamente de la
función de administrar justicia, buscan la composición de un conflicto de
intereses para terminar anticipadamente el proceso

La doctrina –Carnelutti- señala que la conciliación tiene la estructura


de la mediación, ya que se traduce en la intervención de un tercero entre las
partes “con objeto de inducirles a la composición contractual”, con la
distinción de que “…la mediación persigue una composición contractual
cualquiera, sin preocuparse de su justicia, mientras que la conciliación aspira
a la composición justa. En este sentido, la conciliación se encuentra en
medio de la mediación y de la decisión: posee la forma de la primera y la
sustancia de la segunda En el Derecho Administrativo, la conciliación es el
acuerdo a que llegan la Administración y el particular, con la intervención del
Juez, durante el proceso, con el objeto de poner fin al litigio instaurado entre
ellos. También existe, sin embargo, la conciliación en el marco del
procedimiento administrativo en algunos casos especiales, como ocurre en el
procedimiento sancionador regulado por la Ley de Protección al Consumidor
y al Usuario No obstante, a propósito de la entrada en vigencia de la
Constitución de 1999, estas posiciones restrictivas que negaban la aplicación
de los mecanismos de autocomposición procesal en el Derecho
Administrativo y, en concreto, en el proceso de amparo han tenido que ceder
ante las normas constitucionales que consagran la simplificación y eficacia
del proceso, estableciendo la obligación al legislador de promover a tales
fines el arbitraje, la conciliación, la mediación y cualesquiera otros medios
alternativos para la solución de conflictos (Arts. 257 y 258 de la Constitución
de 1999). En el caso concreto, la Sala Político-Administrativa, visto que en la
Audiencia Constitucional, la Administración convino y aceptó las violaciones
constitucionales imputadas, acordó llamar a las partes a conciliación
exponiendo la conveniencia de poner fin al juicio mediante la celebración, en
oportunidad posterior, de un acto alternativo de resolución de controversias.
La conciliación puede, además, ser usada como medio para solventar
controversias en el marco de un procedimiento administrativo. De manera
general,

la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República establece


que para toda conciliación en sede administrativa, sobre controversias que
se relacionen con derechos, bienes e intereses patrimoniales de la República
y que sea efectuada por funcionarios públicos en el ejercicio de sus
atribuciones, requiere de una autorización previa emitida por el Procuraduría
General, so pena de nulidad absoluta del acto de conciliación (Art.4 La
mediación es un sistema de negociación asistida, mediante el cual las partes
involucradas en un conflicto intentan resolverlo por si mismas, con la ayuda
de un tercero imparcial que actúa como conductor del proceso, a los fines
ayudar a las partes a encontrar una solución satisfactoria La finalidad de la
mediación es que las propias partes elaboren la decisión y el acuerdo al cual
llegarán, siendo asistidos por el mediador, por lo que ayuda a las partes a
preservar su capacidad de autodeterminación en la solución del conflicto.
Así, la mediación no requiere de un proceso estructurado para conseguir las
pruebas de las partes a los fines de determinar quién tiene la razón, sino que
es un mecanismo flexible e informal por medio del cual las partes negocian
una solución con la asistencia del mediador, que es un tercero neutral. 1)

¿QUE ORGANISMOS EXISTEN EN VENEZUELA ENCARGADOS DE


APLICAR LOS MEDIO DE SOLUCIÓN DE CONFLICTO?

La Constitución de 1999, en su artículo 253, establece que la potestad


de administrar justicia emana de los ciudadanos y señala de manera expresa
que el sistema de justicia está conformado no sólo por los Tribunales de la
República sino también por los medios alternativos de justicia y los
ciudadanos que participan en la administración de justicia. El hecho de que la
Constitución se refiera a los ciudadanos y a los medios alternativos de
solución de conflictos como integrantes del sistema de justicia permite
afirmar que el Constituyente ha entendido que el arbitraje y los demás
mecanismos alternativos de resolución de controversias son procedimientos
jurisdiccionales a través de los cuales se administra justicia aplicando el
derecho a un caso concreto con carácter definitivo. Ello se ve reforzado por
la disposición contenida en el artículo 258 ejusdem, el cual contempla y
estimula el uso de tal medio alternativo de solución de conflictos, al señalar
que “la ley promoverá el arbitraje, la conciliación, la mediación y cualesquiera
otros medios alternativos para la solución de conflictos”. Esta norma ubicada
en las Disposiciones Generales del capítulo referido al Poder Judicial, es de
aplicación general a la solución de todo tipo de controversias incluso a las
referidas a los contratos de la administración, tanto más cuanto se halla
ubicada justo antes del artículo 259 regulador de la jurisdicción contencioso
administrativa. Además de esa regulación constitucional el arbitraje se
encuentra regulado en Venezuela en el Código de Procedimiento Civil (CPC)
-de manera tradicional- y en la Ley de Arbitraje Comercial (LAC). Estas Leyes
se refieren, obviamente, a la actividad comercial, esto es, aquellas cuyo
objeto verse sobre alguno de los actos objetivos de comercio, previstos en el
Código de Comercio (Art. 2); o bien cuando dicha controversia derive de los
actos llevados a cabo por los comerciantes(actos subjetivos de comercio, Art.
3). Se excluyen expresamente del arbitraje comercial, las controversias
directamente relacionadas con las atribuciones o funciones de imperio o de
personas de entes de Derecho Público, lo que pareciera negar, respecto de
éstas, la posibilidad de acudir a un arbitraje comercial. Sin embargo, lo cierto
es que esas excepciones deben ser interpretadas restrictivamente, por lo que
la exclusión del arbitraje de la LAC se entenderá cuando (i) la controversia se
relacione directamente con atribuciones de imperio o competencias
administrativas y (ii) una de las partes de la controversia sea el Estado, o un
ente de Derecho Público territorial (República, los Estados o los Municipios).

Ahora bien, adicionalmente a esas disposiciones genéricas, existen


diversas normas de rango legal en las cuales se contempla el arbitraje como
medio de solución de controversias administrativas de manera expresa y
otras en las que se hace referencia a éste de manera indirecta, pero de las
cuales se desprende la posibilidad de la Administración de acudir a este
mecanismo alternativo para solucionar controversias de Derecho Público.
Así, notamos que la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia,
establece en sus artículos 18 y 19 que los medios alternos a la solución de
conflictos, dentro de los cuales se encuentra el arbitraje, “…podrán utilizarse
en cualquier grado y estado del proceso, salvo que se trate de materia de
orden público, o aquéllas no susceptibles de transigir o convenir de
conformidad con la ley”. Asimismo, la Ley Orgánica de la Procuraduría
General de la República prevé que los contratos suscritos por la República
como entidad político territorial, en los cuales se establezcan “cláusulas de
arbitraje, tanto nacional como internacional, deben ser sometidos a la opinión
previa y expresa de la Procuraduría General de la República” (Art. 12) y a
tales fines, “las máximas autoridades de los órganos del Poder Público
Nacional, deben remitir a la Procuraduría General de la República los
proyectos de contratos a suscribirse, conjuntamente con sus soportes y la
opinión de la respectiva Consultoría Jurídica, la cual debe hacer
pronunciamiento expreso, de ser el caso, sobre la procedencia de las
cláusulas de arbitraje nacional e internacional”. Asimismo, la Ley de
Concesiones, que prevé el régimen jurídico de esos contratos
administrativos, establece en su artículo 61, que “para la solución de los
conflictos que surjan con motivo de la ejecución, desarrollo o extinción de los
contratos regulados por este Decreto-Ley, las partes podrán utilizar
mecanismos de solución directa tales como la conciliación y la transacción.
Asimismo, podrán acordar en el respectivo contrato someter sus diferencias
a la decisión de un Tribunal Arbitral, cuya composición, competencia,
procedimiento y derecho aplicable serán determinados de mutuo acuerdo, de
conformidad con la normativa que rige la materia. De otra parte, observamos
que el Estatuto Orgánico del Desarrollo de Guayana, el cual dirige la
actuación de la Corporación Venezolana de Guayana (C.V.G.) – Instituto
Autónomo Nacional- y de las empresas del Estado bajo su tutela, establece
en el artículo 21 la posibilidad expresa de estipular acuerdos o cláusulas
compromisorias de arbitraje en los contratos suscritos por tales entes. A tales
efectos el Estatuto prevé que la C.V.G. y las empresa bajo su tutelada
deberán determinar el tipo de arbitraje, el número de árbitros y la legislación
sustantiva y adjetiva aplicable, únicamente limitando esa posibilidad a la
obtención de una autorización expresa del Presidente de la C.V.G., y
excluyendo el arbitraje cuando se trate de controversias concernientes a las
atribuciones o funciones de esa Corporación o del objeto de sus empresas
tuteladas; materias de orden público. Asimismo, el arbitraje se encuentra
regulado en Venezuela en Ley de Promoción y Protección de Inversiones, la
cual prevé en su artículo 22 que: “Las controversias que surjan entre un
inversionista internacional, cuyo país de origen tenga vigente con Venezuela
un tratado o acuerdo sobre promoción y protección de inversiones, o las
controversias respecto de las cuales sean aplicables las disposiciones del
Convenio Constitutivo del Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones
(OMGI-MIGA) o del Convenio sobre Arreglo de Diferencias Relativas a
Inversiones entre Estados y Nacionales de Otros Estados (CIADI), serán
sometidas al arbitraje internacional en los términos del respectivo tratado o
acuerdo, si así éste lo establece, sin perjuicio de la posibilidad de hacer uso,
cuando proceda, de las vías contenciosas contempladas en la legislación
venezolana vigente”. De otra parte, el artículo 23 prevé que cualquier
controversia que se suscite en relación con la aplicación del presente
Decreto-Ley, una vez agotada la vía administrativa por el inversionista, podrá
ser sometida a los Tribunales Nacionales o a los Tribunales Arbitrales
venezolanos, a su elección. Ahora bien, la posibilidad de que la
Administración acuda a arbitraje también está contemplada en la legislación
relativa a los hidrocarburos venezolana. Así, la Ley Orgánica de
Hidrocarburos (LOH) señala en su artículo 34.3.b) que cuando se presenten
dudas y controversias de cualquier naturaleza que puedan suscitarse con
motivo de la realización de actividades de hidrocarburos “…y que no puedan
ser resueltas amigablemente por las partes, incluido el arbitraje en los casos
permitidos por la ley que rige la materia, serán decididas por los Tribunales
competentes de la República, de conformidad con sus leyes, sin que por
ningún motivo ni causa puedan dar origen a reclamaciones extranjeras”
(énfasis añadido). La Ley Orgánica de Hidrocarburos Gaseosos (LOHG)
contiene la misma regulación respecto de la explotación de ese tipo de
hidrocarburos en el artículo 24 y la Ley de Minas, por su parte, permite en su
artículo 33, acudir al arbitraje en controversias surgidas con ocasión de las
concesiones mineras, en similares términos a lo previsto en la LOH y la
LOHG. Incluso la Ley Orgánica de la Administración del Sector Público,
contempla la posibilidad de acudir a arbitraje en materia de contratos que
versen sobre operaciones de crédito público, al señalar que: “Las
controversias de crédito público que surjan con ocasión de la realización de
operaciones de crédito público, serán de la competencia del Tribunal
Supremo de Justicia en Sala Político Administrativa, sin perjuicio de las
estipulaciones que de conformidad con lo dispuesto en el artículo 151 de la
Constitución, se incorporen en los respectivos documentos contractuales”
(Art. 104). De otra parte, encontramos que el Código Orgánico Tributario
(COT), prevé de manera expresa el arbitraje tributario en los artículos 312 y
siguientes. El arbitraje tributario, al igual que la transacción, encuentra límite
en la indisponibilidad del crédito tributario, el principio de legalidad y el
carácter de orden público de las normas jurídico tributarias. Blanco-Uribe y
Fraga Pittaluga sostienen que si bien es cierto que existe indisponibilidad del
crédito tributario, la misma no es absoluta ya que la ley puede otorgar
facultades a la Administración Tributaria para que ésta disponga de la deuda.
En tal sentido, la doctrina ha afirmado que en materia tributaria es requisito
de procedencia del arbitraje tributario que se encuentre previsto
expresamente en la ley, estableciendo claramente a que supuestos puede
ser sometido, condiciones precisas de integración del tribunal arbitral, los
efectos del laudo y los aspectos atinentes a su ejecución. Leyes
contempladas en los medios de resolución de conflictos
¿QUE ORGANISMOS INTERNACIONALES APLICAN LOS MEDIOS
ALTERNATIVOS DE SOLUCIÓN DE CONFLICTO

La Convención sobre el Reconocimiento y Ejecución de las


Sentencias Arbitrales Extranjeras, celebrada en Nueva York el 10 de junio de
1958 (Convención de Nueva York), El Convenio sobre Arreglo de Diferencias
Relativas a Inversiones entre Estados y Nacionales de Otros Estados
(Convenio de CIADI), también forma parte de Convención Interamericana
sobre Arbitraje Comercial Internacional, fumada en Panamá el 30 de enero
de 1975 (Convención de Panamá); y de la Convención Interamericana sobre
Eficacia Extraterritorial de las Sentencia y Laudos Extranjeros, suscrita en
Montevideo el 8 de mayo de 1979. Aparte especial merece la Justicia de Paz
ideada para resolver conflictos comunitarios, y que poco a poco, ha tomado
auge, con muy buenos resultados. La Constitución de 1999 da sustentación
expresa en el artículo 258 para que por ley se organice "la justicia de paz en
las comunidades". Constituye la Justicia de Paz una nueva forma de
administrar justicia que produce una ruptura de paradigmas en comparación
al modelo de administración de justicia conocida, por cuanto ésta se
encuentra orientada hacia la conciliación como primer peldaño en la
resolución de conflictos interpersonales, vecinales, enrumbándose a la
consecución de soluciones aportadas por las partes en conflicto, en aras de
la convivencia pacífica. Es uno de los procedimientos alternativos que
buscan superar la insuficiencia del sistema de administración de justicia,
cuya importancia y utilidad tienen reconocimiento en las sociedades que han
comprendido el efecto positivo que generar al mejorar el clima de armonía
entre los miembros de la comunidad. Nota : parte de conclusión , Es
importante resaltar que los medios alternativos de resolución de conflicto
tienen rango constitucional y por ende son aplicables a todos los casos
necesarios para resolver las diferentes controversias y desavenencias que se
presentan como parte de la vida cotidiana Por otro lado aplicando estos
medios se produce una solución económica e inmediata según la situación,
lo que permite que el sistema de administración justicia venezolana se libere
un poco de acuerdo a las cantidades de casos que allí hay por resolver, los
marc, ayuda a descongestionar los sistemas de justicia que de hecho hoy en
dia están sumamente congestionados, producto de métodos de justicias
burócratas que vienen de periodos constitucionales anteriores al año 1999,
es entonces allí cuando este modelo constitucional incorpora dichos medios
permitiendo la incorporación de nuevos métodos para administrar justicia.
Ejemplo . 1) Los diferentes casos por cobro de prestaciones sociales.
Aplicando estos medios se puede llegar a una solución más rápida y
equilibrada, en menor tiempo, sin necesidad de tener que demandar y
esperar llegar a juicio, en un periodo real de un año y quizás mas, para darle
a cada uno lo que le corresponde. 2) Conflictos entre vecinos. A través de
estos medios y los jueces de paz comunitarios se resuelve el conflicto de
forma eficaz y económica. LA MEDIACIÓN La Mediación La medición es otro
de los métodos alternativos de resolución de conflictos, en donde son las
mismas partes quienes resuelven la controversia presentada por medio de
un tercero que les ayuda a determinar el problema y llenar sus expectativas;
se fundamenta en un ganar-ganar. a. Definiciones de mediación
Etimológicamente la palabra mediación en latín quiere decir mediatio, -onis, “
acción o efecto de mediar” (Diccionario de la Lengua Española, T. II, 1992:
1344) y mediar proviene del latín mediãre, que significa “ interponerse entre
dos o más que riñen o contienden, procurando reconciliarlos y unirlos en
amistad” (Ibidem: 1345). Para Juan Carlos Torrego la mediación: “ Es un
método de resolución de conflictos en el que las partes enfrentadas recurren
voluntariamente a una tercera persona imparcial, el mediador, para llegar a
un acuerdo satisfactorio. Se trata de un método alternativo, ya que es extra-
judicial o diferente a los canales legales o convencionales de resolución de
disputas, y es creativo porque promueve la búsqueda de soluciones que
satisfagan las necesidades de las partes, e implica no restringirse a lo que
dice la ley. Además, la solución no es impuesta por terceras personas, como
en el caso de los jueces o árbitros, sino que es ‘ creada’ por las partes. “ Otra
de sus características es que es una negociación cooperativa, en la medida
en que promueve una solución en la que las partes implicadas ganan u
obtienen un beneficio, y no sólo una de ellas, por eso se la considera una vía
no adversarial, porque evita la postura antagónica de ganador - perdedor.
Por este motivo, también es un método ideal para el tipo de conflicto en el
que las partes enfrentadas deben o desean continuar la relación” (2001: 11).
Se pueden entender la mediación también “ como un procedimiento no
adversarial en el que un tercero neutral, que no tiene poder sobre las partes,
ayuda a que éstas, en forma cooperativa, encuentren el punto de armonía en
el conflicto. El mediador induce a las partes a identificar los puntos de
controversia, a acomodar sus intereses a los de la contraria, a explorar
fórmulas de arreglo que trasciendan el nivel de la disputa, a tener del
conflicto una visión productiva para ambas” (Highton-Álvarez citado por E.
Falcón, 1997: 17-18). De todas estas definiciones expuestas podemos
indicar como puntos análogos los siguientes: • La participación de las partes
en forma voluntaria, es decir, no adversarialmente. Para Marcos Carrillo este
elemento de la mediación es la fuente primordial de legitimidad. La
voluntariedad significa “ que las partes no tienen la obligación de mediar o
conciliar si no lo desean, y no existen normas que, mediante coacción, las
obliguen a someterse a dicho procedimiento” (2001: 174-175). • La presencia
de un tercero imparcial. • Las partes son las que aportan la solución, bajo la
guía del mediador, que determina el problema y buscar satisfacer sus
necesidades. En relación con este aspecto se halla la comunicación en
donde se “ procura, como primer paso, poder acercar a las partes para
dejarlos expresar sus puntos de vista sobre el problema surgido” (Ibidem:
177). • Ambas partes obtienen un beneficio, es decir, la búsqueda de un
ganar-ganar. • La solución de la disputa por medio de la mediación resulta
más rápida y económica en comparación con el proceso judicial ordinario. b.
Características del mediador Basándonos en Juan Carlos Torrego podemos
indicar las siguientes características: • Es neutral. • No enjuicia. No permite
que sus opiniones afecten su trato con los participantes. • Es buen oyente.
Empatiza con las partes y utiliza técnicas de escucha activa. • Cree y
mantiene la confianza. Está interesado en que las partes se sientan a gusto y
comprendidas. • Es paciente. Tiene disposición de ayudar a las partes (2001:
124). • Mantener los valores sobre los procesos abiertos y democráticos, y de
que sean respetados los derechos de todas las personas (Cfr. Jaramillo,
1996: 83). c. Ámbitos de la mediación: Además de lo referido a los campos
de la propiedad intelectual y del mercantil, también se encuentra la
mediación en los siguientes sectores: (Cf. Hoet, 2001: 222).

a. Mediación empresarial: “ Es una nueva forma de enfocar los conflictos,


tantos internos como interempresarios. Su auge se debe a la incidencia que
esta nueva metodología tiene en el logro de los objetivos de optimización,
pues, al evitar juicios costosos e interminables, produce ahorro de tiempo y
dinero; al perfeccionar las técnicas de negociación y el logro de acuerdos,
preserva y mejora las relaciones interempresariales; al propiciar el encuentro
y fortalecimiento de puntos de convergencia, amplia el espectro de negocios
posibles; al administrar las (sic) conflictos internos de la empresa, mejora la
relación entre los distintos niveles y subestructuras de la organización,
racionalizando sus intercambios y optimizando el rendimiento” (Hoet, 2001:
222).

b. Mediación familiar: “ La mediación familiar ocupa un espacio privilegiado


en la prevención primaria y brinda la posibilidad de abordar cuestiones tales
como alimentos, tenencia de hijos, régimen de visitas, liquidación de la
sociedad conyugal (sic)…pero también aquellas cuestiones relacionadas con
la vida familiar -marital o filial- que, de no encontrar una solución razonable,
podrían provocar la ruptura del vínculo” (Ibidem: 223).

c. Mediación educacional: “ Permite redimensionamiento de las funciones


docentes; prevenir la frustración y el deterioro de la salud física y mental del
docente; conducir las dificultades que plantea el alumno y la familia en cada
nivel; encauzar los problemas de violencia y de disciplina” (Idem). d.
Mediación comunitaria: “ Tiene por finalidad proporcionar a los vecinos de
una determinada comunidad… …una posibilidad distinta para solucionar sus
problemas con otros miembros de la comunidad, de una manera ágil,
económica y amigable. Su ámbito de aplicación alcanza tanto a los conflictos
de naturaleza jurídica como a aquellos que, sin tener esa envergadura,
afectan la concordia en el grupo humano de que se trate” (Idem: 223).

e. Ventajas de la mediación

• Descongestionamiento de los tribunales. Ya que las partes pueden acudir a


la mediación antes de ir a un juicio en el ámbito de la justicia formal.

• Economiza tiempo y dinero. La solución del problema será más rápida y la


inversión de dinero será menor ya que el proceso durará menos.

• En la mediación se evita que haya ganadores y perdedores, beneficiando a


las partes, en futuras relaciones. Si alguna de las partes se siente perdedora
y considera que no es equitativo, el acuerdo alcanzado puede retirarse e ir a
juicio. (Cfr. E. Dassiel: 6. Consultado en abril de 2001 del sitio web: . En la
mediación existe un reconocimiento de la otra parte, una legitimación, que
contribuye a su respeto como persona. • Aumenta la creatividad en la medida
que no hay límite externo, salvo lo que se establezca en la mediación para
crear el acuerdo. Al ser más flexible, utiliza capacidades alternativas que no
están previstas dentro del sistema judicial formal (Idem). • Se produce la “
transferencia de aprendizaje” o “ conocimiento tácito” (Idem). f. Desventajas
de la mediación Uno de los aspectos conflictivos de la mediación lo
constituye la imparcialidad de los mediadores. Este es un punto coincidente
también con las desventajas del arbitraje.

Ejemplo de Mediación Laboral. Caso De Mediación Y seguridad Y


Suministros Laborales C.A.: Es una empresa dedicada a la venta y servicios
de ARBITRAJE implementos de seguridad en el sector industrial. Legalmente
esta empresa es dirigida por Mariliz Martínez - Ciudad Bolívar quien es la
Gerente. Suministros Industriales C.A.: Es una transnacional de gran
trayectoria a nivel internacional en el sector Industrial y es representada en
nuestro país (Venezuela) por Doris Delgado – Los Teques. Suministros
Industriales C.A, solicitó un presupuesto a Seguridad y Suministros laborales
C.A por 500 mascarillas, 800cascos, 500 guantes, 500 bragas de trabajo.
Presupuesto que fue aprobado de inmediato por la gerencia general de
Suministros Industriales C.A. Seguridad y Suministros laborales C.A efectuó
la entrega de los productos por la empresa solicitante; el representante de
Suministros Industriales C.A. canceló con cheque a nombre de Seguridad Y
Suministro Laborales C.A .El mencionado cheque presentó defecto de firma.
Por ende, la empresa notifica a Suministros Industriales C.A de lo ocurrido
procediendo ésta a darle otro cheque en pago del solicitud de presupuesto.
En consecuencia, este cheque rebota nuevamente pero por no tener fondo
(dinero) disponible en la cuenta. En vista de la grave de la situación, la
representante de Seguridad y Suministro Laborales C.A solicita una reunión
con carácter de urgencia con la representante Suministros Industriales C.A
para informar de lo ocurrido y a exigirle la pronta cancelación, esta se niega a
tal hecho y alude que es imposible que rebote un cheque de una
trasnacional, no llegando a ningún acuerdo de conciliación. Suministros
Industriales C.A. se niegan a lo ocurrido y se cierran a toda posibilidad de
mediación, negándose a Por tal acción negativa Seguridad y Suministro
efectuar el pago aunado a la falta de voluntad la empresa Laborales C.A
insiste por correspondiente. Seguridad y Suministro medio de un Laborales
C.A acordado intermediario a que se dar parte a la fuerzas cancele su factura
públicas, en consecuente se realizó la denuncia en la Fiscalía de Ministerio
Público aperturando un proceso judicial El juez de la causa, cita a las partes
involucradas y escucha sus argumentos Seguidamente interviene el fiscal y
da su argumento quedando evidenciada la mala fe de Suministros
Industriales C.A al no proceder a efectuar el pago Luego de una larga
deliberación el juez decidió aperturar una exhaustiva investigación a
Suministros Industriales C.A Obligando a la referida empresa a cancelar en
un plazo no mayor a 15 días el pago la factura pendiente más un incremento
de un 50% por daños y perjuiciosa favor nombre de Seguridad y Suministros
Laborales C.A.

EN CONCLUSIÓN

La Política Criminal en cuanto disciplina que suministra a los poderes


públicos las opciones científicas concretas más adecuadas para el eficaz
control del crimen, ha servido de puente entre el Derecho Penal y la
Criminología, facilitando la recepción de las investigaciones empíricas y su
transformación en preceptos normativos.

El camino acertado sólo puede consistir en dejar penetrar las


decisiones valorativas político-criminales en el sistema del Derecho Penal, en
que su fundamentación legal, su claridad y legitimación, su combinación libre
de contradicciones y sus efectos no estén por debajo del sistema positivista
formal. La vinculación del Derecho y la utilidad político criminal no pueden
contradecirse, sino que tienen que compaginarse en una síntesis.

En cuanto a Los Medios Alternativos de Resolución de Conflictos en la


actualidad constituyen un mecanismo efectivo e innovador al momento de
dirimir las controversias que se presentan entre las personas en la sociedad,
su implementación ha revelado que se trata de una herramienta valiosa y
exitosa en la solución de los conflictos y disensiones que se presentan en las
diferentes áreas del quehacer humano. Medios que han sido utilizados desde
épocas ancestrales adoptadas por el ser humano para la solución de
conflictos utilizando como modalidad el dialogo entre las partes con o sin la
presencia de un mediador o conciliador. En ese sentido un gran número de
instituciones pertenecientes al Estado han venido trabajando en base al
estudio e implementación sistemática de este nuevo modelo, en la búsqueda
de soluciones rápidas y efectivas centradas en la solución de sus conflictos.
Los problemas reinantes en nuestra sociedad que para nadie son un secreto
y el carácter tan violento del crecimiento poblacional que no puede eludir la
administración de justicia en Venezuela, ha conducido a la implementación
de Medios Alternativos de Resolución de Conflictos a nivel jurisdiccional, con
la finalidad por un lado de que los justiciables consigan un mejor acceso a la
justicia y por otro que en los diferentes Tribunales los juicios duren poco
tiempo, basado en el principio de celeridad y economía procesal inclinándose
a su vez a la nueva tendencia del Poder Judicial identificada por ser una
justicia moderna y eficaz. Nuestros legisladores han insistido en la necesidad
de impulsar estas alternativas como soporte a los mecanismos
jurisdiccionales, con la simple tarea de disminuir el número de litigios o
demandas a los que se enfrentan nuestras instituciones encargadas de
administrar justicia. Es menester, centrar el punto tratado a lo plasmado en
nuestra Carta Magna específicamente en el artículo 258 segundo aparte,
donde se establece textualmente "La ley promoverá el arbitraje, la
conciliación, la mediación y cualesquiera otros medios alternativos para la
solución de conflictos"

De lo antes expuesto, no escapa la novísima Ley Orgánica de La


Jurisdicción Contencioso Administrativa, publicada en Gaceta Oficial de la
República Bolivariana de Venezuela, en fecha 25 de junio de 2010, donde en
su artículo 6 expresamente manifiesto, deja implícito lo siguiente: Medios
Alternativos de Resolución de Conflictos. “Los tribunales de la Jurisdicción
Contencioso Administrativa promoverán la utilización de medios alternativos
de solución de conflictos en cualquier grado y estado del proceso,
atendiendo a la especial naturaleza de las materias jurídicas sometidas a su
conocimiento”. Al abordar el tema de la nueva Ley Orgánica de La
Jurisdicción Contencioso Administrativa, llama poderosamente la atención la
manera tan amplia, tan elegante, tan flexible y tan inteligente por parte del
legislador al buscar la razón de la inclusión de los medios prenombrados, a
razón de denotar la amplitud y el alcance impuesto, donde por análisis lógico
se ha llegado a la conclusión del poderío que por siempre prevalecerá desde
el punto de vista del Estado hacia todos los administrados y particulares en
general, precisamente por ser Estado, aunque esta idea parezca un poco
pragmática. Por esta sencilla razón cabe mencionar que la anterior Ley
concentraba los Tribunales Contenciosos a nivel de Regiones, donde su
parte más criticada se enfocaba en la manera engorrosa de tramitar una
pretensión en cualquiera de sus sedes, motivado en algunos casos a lo
distante y a los gastos procesales que pudiera acarrear. En tal sentido, es
notorio el modo de desistir en los procedimientos por parte de los
administrados infundado precisamente a lo aludido y al estudiar a fondo este
tema se destaca de alguna manera el porcentaje tan alto de demandas
desechadas por este motivo.

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