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2. MECANISMO DE LESIÓN
Las lesiones por electricidad se producen por tres mecanismos:
● Efecto directo de la corriente eléctrica en los tejidos corporales.
● Conversión de energía eléctrica a energía térmica, que produce quemaduras
profundas y superficiales.
● Lesión mecánica contusa por impacto de un rayo, contracción muscular o como
complicación de una caída después de la electrocución.
El principal determinante de la lesión es la cantidad de corriente que fluye a
través del cuerpo.
Clínicamente, el contacto con un circuito de 120 V que transporta una corriente
de 1 miliamperio (mA) es imperceptible para la mayoría de las personas, 3 mA
produce un leve hormigueo y de 10 a 12 mA produce dolor.
Cien mA dirigidos a través del corazón pueden causar fibrilación ventricular (tabla
1). Además, el voltaje, la resistencia, el tipo de corriente (CA o CC), la ruta de la
corriente y la duración del contacto influyen en la extensión de la lesión.
El daño tisular infligido por la mayoría de las corrientes eléctricas se puede
atribuir principalmente a la energía térmica (o calor) generada por la corriente,
como lo predice la ley de Joule:
Calor = corriente (I) x voltaje (V) x tiempo de contacto (t)
=IxVxt
= I x (I x R) x t (de la Ley de Ohm)
= I2 x R x t
La resistencia es una función del área de contacto, la presión aplicada y la
presencia de humedad. Los tejidos con mayor resistencia tienen una tendencia
a calentarse y coagularse, en lugar de transmitir la corriente. La piel, los huesos
y la grasa tienen altas resistencias, mientras que los nervios y los vasos
sanguíneos tienen resistencias más bajas.
De todos los sistemas de órganos, la piel tiene el mayor efecto sobre la gravedad
de una lesión eléctrica. La piel seca tiene una resistencia de aproximadamente
100,000 ohmios; sin embargo, esto disminuye a menos de 2500 ohmios cuando
la piel se humedece.
Por lo tanto, en algunos casos, una tensión más baja aplicada al tejido con baja
resistencia puede generar más corriente y ser más dañina que la tensión más
alta aplicada a un tejido con alta resistencia.
3. CLASIFICACION DE LA LESIÓN
Como la tensión suele ser la única variable conocida con certeza, las lesiones
eléctricas generalmente se clasifican como alta tensión (> 1000 V) o baja tensión
(<1000 V) (tabla 2). El voltaje en las líneas eléctricas de alta tensión es mayor
que 100,000 V, mientras que el voltaje típico entregado a los hogares es de 110
V (América del Norte) o 220 V (Europa y Asia).
En contraste, los rayos se asocian con una diferencia de potencial entre la
atmósfera y el suelo que supera los 10 millones de voltios.
Clínicamente, hay cuatro clases de lesiones eléctricas:
● El patrón de lesión clásico se desarrolla cuando el cuerpo se convierte en parte
de un circuito y generalmente se asocia con heridas de entrada y salida. Estas
heridas generalmente no ayudan a predecir el camino de la corriente, y los
hallazgos de la piel pueden subestimar significativamente el grado de lesión
térmica interna.
● Las quemaduras por destello (o arco) ocurren cuando el arco actual golpea la
piel, pero no ingresa al cuerpo.
● Lesiones por flama debido a la ropa que se incendia en presencia de una fuente
eléctrica.
● La lesión por rayo es causada por una exposición a corriente continua que dura
de 1/10 a 1/1000 de segundo, pero a menudo tiene voltajes que exceden los 10
millones de VOLTIOS. La temperatura máxima dentro de un rayo aumenta en
milisegundos a 30,000 Kelvin (cinco veces más caliente que el sol), generando
una onda de choque de hasta 20 atmósferas inducida por el rápido calentamiento
del aire circundante. Esta onda de choque se puede transmitir a través del cuerpo
y provocar un trauma mecánico.
Debido a la variabilidad de la resistencia del tejido, el área de la superficie y el
volumen de tejido expuesto, es extremadamente difícil predecir el curso real del
flujo de la corriente e inferir el tipo y el alcance de las lesiones en los órganos
internos.
Se debe utilizar una evaluación clínica cuidadosa, reconociendo que los
hallazgos de la superficie pueden subestimar la extensión del daño tisular o la
necrosis, para guiar el manejo.
3.1 Lesión muscular: el daño muscular y sus consecuencias sistémicas
dominan el cuadro clínico inmediatamente después del shock eléctrico por
alto voltaje. La electroporación de la membrana de la célula muscular
libera diversas proteínas intracelulares. Las de mayor relevancia son la
mioglobina y la creatin fosfocinasa (CPK). Altas concentraciones de
mioglobina producen fracaso renal agudo por obstrucción tubular.
La CPK es utilizada para el diagnóstico y como monitorización de la
respuesta terapéutica.
3.2 Lesiones por Rayo: las lesiones por rayo, un pequeño subconjunto
de lesiones eléctricas, son responsables de un promedio de 300 lesiones
y 100 muertes por año en los Estados Unidos. Es probable que las
muertes relacionadas con los rayos y las hospitalizaciones estén
subestimadas. Aproximadamente el 30 por ciento de los afectados por
rayos mueren y hasta el 74 por ciento de los sobrevivientes pueden tener
discapacidades permanentes.
4. PARTICIPACIÓN DE ÓRGANOS
Las manifestaciones clínicas de las lesiones eléctricas varían desde quemaduras
superficiales leves hasta disfunción multiorgánica grave y muerte.
Las lesiones que producen son pequeñas quemaduras pero profundas en zonas
Fibrilación ventricular,
Efecto electro-térmico.
Por otro lado, el hueso almacena esta gran cantidad de calor, disipándose poco
a poco hacia el tejido muscular causando un continuo daño muscular y a las
estructuras adyacentes. La musculatura más externa y la piel pueden verse
menos dañados si logran disipar rápidamente el calor generado. El edema y la
necrosis que desarrolla el tejido muscular dan lugar a un síndrome
compartimental que a su vez agrava progresivamente la circulación.
Eritema arborescente
El tejido nervioso posee una resistencia eléctrica muy baja lo que lo hace
particularmente vulnerable a daño en las membranas celulares cuando se
aplican altos voltajes. Este daño resulta en cambios en la permeabilidad celular
con alteraciones del balance electroquímico entre los compartimentos intra y
extracelular y desnaturalización de proteínas que lleva a edema vaso génico y
daño tisular potencialmente irreversible. Este fenómeno se conoce como
electroporación.
El trauma eléctrico causa daño directo a los nervios siendo los propioceptivos los
más afectados y explicando así los síntomas de pérdida de equilibrio y caídas
frecuentes, seguidos de aquellos involucrados en el tacto, presión, función
motora, dolor y temperatura, nervios autonómicos preganglionares, fibras del
dolor amielínicas y finalmente nervios autonómicos posganglionares.
Además se describen casos de lesión neurológica periférica permanente en el
sitio de entrada de la corriente, siendo las mono neuropatías periféricas y las poli
neuropatías secuelas comunes del trauma eléctrico. Se cree que estos síntomas
son consecuencia de lesiones estructurales como las hemorragias, edema
cerebral o cromatolisis de las células piramidales.
Sistema Cardiovascular: Es el segundo más afectado hasta en un 46% de los
casos. Múltiples mecanismos se han propuesto para explicar los eventos
cardiovasculares que ocurren debido a la electrofulgacion.
Las quemaduras lineales suelen ser de primer grado, espesor parcial y ocurren
sobre las áreas ricas en humedad del cuerpo, como debajo de los senos, pecho
y línea medio axilar.
La localización de las quemaduras provee un indicador pronóstico, presentado
hasta 5 veces mayor mortalidad aquellas localizadas a nivel craneal o de
miembros inferiores.ocución entre ellos espasmo de las arterias coronarias.
10. DIAGNÓSTICO
11. TRATAMIENTO
Es difícil distinguir las líneas de alto voltaje de las de bajo voltaje, especialmente
las exteriores. La compañía eléctrica local es la encargada de desconectar la
corriente de las líneas de alta tensión. Muchas personas bienintencionadas que
han intentado rescatar a alguien han acabado sufriendo lesiones por electricidad.
Una vez que se pueda tocar a la persona sin peligro, quien la rescate debe
comprobar si respira y tiene pulso. Si la persona no respira ni tiene pulso, debe
comenzarse la reanimación cardiorrespiratoria de inmediato. Se debe llamar a la
asistencia sanitaria de urgencias para cualquier lesión que sea algo más que
leve. Puesto que la extensión de una quemadura eléctrica puede ser engañosa,
debe procurarse la asistencia médica si existe cualquier duda con respecto a la
gravedad.
• Tiene una alteración cardíaca conocida (en muchos de los casos, pero no
necesariamente en todos)
12. PREVENCIÓN
Son fundamentales la educación acerca de la electricidad y el respeto hacia ella.
Asegurarse de que todos los aparatos eléctricos están correctamente diseñados
e instalados y en buen estado de mantenimiento ayuda a evitar las lesiones por
electricidad tanto en el hogar como en el trabajo. El cableado eléctrico debe ser
instalado y revisado por especialistas debidamente cualificados. Los protectores
de enchufe reducen el riesgo en los hogares con bebés y niños pequeños.
Cualquier dispositivo eléctrico que pueda entrar en contacto con el cuerpo debe
contar con una toma de tierra adecuada. Las tomas de corriente eléctrica de tres
clavijas son más seguras.
Cortar la pieza inferior (toma de tierra) de un enchufe eléctrico con tres clavijas
(para permitir su ajuste a los enchufes de dos clavijas) es peligroso e incrementa
las posibilidades de lesión por electricidad. En las zonas donde puede haber
humedad, como las cocinas, cuartos de baño y el exterior de la vivienda, son
recomendables los interruptores diferenciales que cortan el circuito cuando hay
una fuga de corriente a partir de 5 miliamperios.
Para evitar una lesión provocada por una corriente que «salta» (lesión por arco),
no deben utilizarse escaleras cerca de líneas de alto voltaje.
REFERENCIAS
1. Akdemir, R., et al. (2004). Atrial fibrillation after electrical shock: a case report
and review. Emerg Med ,.