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TRAUMA ELECTRICO

Las lesiones eléctricas son relativamente comunes, casi siempre accidentales y


generalmente evitables. El efecto directo de la corriente eléctrica, la conversión
de la energía eléctrica en térmica y el traumatismo mecánico cerrado pueden
provocar la destrucción del tejido y la disfunción del órgano. La terapia apropiada
incluye el manejo del trauma y una evaluación física detallada. Se pueden
requerir múltiples intervenciones quirúrgicas, que incluyen fasciotomía e injerto
de piel, y cuidados de apoyo prolongados.
1. EPIDEMIOLOGÍA
General: se estima que las quemaduras eléctricas y las lesiones causadas por
rayos causan más de 3000 ingresos en unidades de quemaduras especializadas
cada año en los Estados Unidos, y representan del 3 al 4 por ciento de todas las
lesiones relacionadas con las quemaduras. Hasta el 40 por ciento de las lesiones
eléctricas graves son fatales, lo que da como resultado un estimado de 1000
muertes por año [4-6].

Existe una distribución bimodal de las lesiones eléctricas ambientales con


respecto a la edad.
Las lesiones relacionadas con el trabajo en adultos y los accidentes en niños
representan la mayoría de las lesiones eléctricas. La incidencia aumenta entre
los niños menores de seis años, a menudo debido al contacto con cables
eléctricos o enchufes; Los niños mayores generalmente sufren lesiones de alto
voltaje debido a las líneas eléctricas mientras trepan árboles o postes de
servicios públicos.
La incidencia de lesiones eléctricas disminuye a lo largo de la adolescencia y
aumenta nuevamente a medida que los adultos ingresan al lugar de trabajo.
Juntos, los trabajadores de la construcción y la electricidad representan cerca de
dos tercios de todas las lesiones eléctricas. Las lesiones eléctricas son la
segunda causa principal de muertes relacionadas con la ocupación en los
Estados Unidos. Hay una proporción de aproximadamente 2: 1 entre hombres y
mujeres en la infancia; entre los adultos, más del 90 por ciento de las víctimas
son hombres.

2. MECANISMO DE LESIÓN
Las lesiones por electricidad se producen por tres mecanismos:
● Efecto directo de la corriente eléctrica en los tejidos corporales.
● Conversión de energía eléctrica a energía térmica, que produce quemaduras
profundas y superficiales.
● Lesión mecánica contusa por impacto de un rayo, contracción muscular o como
complicación de una caída después de la electrocución.
El principal determinante de la lesión es la cantidad de corriente que fluye a
través del cuerpo.
Clínicamente, el contacto con un circuito de 120 V que transporta una corriente
de 1 miliamperio (mA) es imperceptible para la mayoría de las personas, 3 mA
produce un leve hormigueo y de 10 a 12 mA produce dolor.
Cien mA dirigidos a través del corazón pueden causar fibrilación ventricular (tabla
1). Además, el voltaje, la resistencia, el tipo de corriente (CA o CC), la ruta de la
corriente y la duración del contacto influyen en la extensión de la lesión.
El daño tisular infligido por la mayoría de las corrientes eléctricas se puede
atribuir principalmente a la energía térmica (o calor) generada por la corriente,
como lo predice la ley de Joule:
Calor = corriente (I) x voltaje (V) x tiempo de contacto (t)
=IxVxt
= I x (I x R) x t (de la Ley de Ohm)
= I2 x R x t
La resistencia es una función del área de contacto, la presión aplicada y la
presencia de humedad. Los tejidos con mayor resistencia tienen una tendencia
a calentarse y coagularse, en lugar de transmitir la corriente. La piel, los huesos
y la grasa tienen altas resistencias, mientras que los nervios y los vasos
sanguíneos tienen resistencias más bajas.
De todos los sistemas de órganos, la piel tiene el mayor efecto sobre la gravedad
de una lesión eléctrica. La piel seca tiene una resistencia de aproximadamente
100,000 ohmios; sin embargo, esto disminuye a menos de 2500 ohmios cuando
la piel se humedece.
Por lo tanto, en algunos casos, una tensión más baja aplicada al tejido con baja
resistencia puede generar más corriente y ser más dañina que la tensión más
alta aplicada a un tejido con alta resistencia.

3. CLASIFICACION DE LA LESIÓN
Como la tensión suele ser la única variable conocida con certeza, las lesiones
eléctricas generalmente se clasifican como alta tensión (> 1000 V) o baja tensión
(<1000 V) (tabla 2). El voltaje en las líneas eléctricas de alta tensión es mayor
que 100,000 V, mientras que el voltaje típico entregado a los hogares es de 110
V (América del Norte) o 220 V (Europa y Asia).
En contraste, los rayos se asocian con una diferencia de potencial entre la
atmósfera y el suelo que supera los 10 millones de voltios.
Clínicamente, hay cuatro clases de lesiones eléctricas:
● El patrón de lesión clásico se desarrolla cuando el cuerpo se convierte en parte
de un circuito y generalmente se asocia con heridas de entrada y salida. Estas
heridas generalmente no ayudan a predecir el camino de la corriente, y los
hallazgos de la piel pueden subestimar significativamente el grado de lesión
térmica interna.
● Las quemaduras por destello (o arco) ocurren cuando el arco actual golpea la
piel, pero no ingresa al cuerpo.
● Lesiones por flama debido a la ropa que se incendia en presencia de una fuente
eléctrica.
● La lesión por rayo es causada por una exposición a corriente continua que dura
de 1/10 a 1/1000 de segundo, pero a menudo tiene voltajes que exceden los 10
millones de VOLTIOS. La temperatura máxima dentro de un rayo aumenta en
milisegundos a 30,000 Kelvin (cinco veces más caliente que el sol), generando
una onda de choque de hasta 20 atmósferas inducida por el rápido calentamiento
del aire circundante. Esta onda de choque se puede transmitir a través del cuerpo
y provocar un trauma mecánico.
Debido a la variabilidad de la resistencia del tejido, el área de la superficie y el
volumen de tejido expuesto, es extremadamente difícil predecir el curso real del
flujo de la corriente e inferir el tipo y el alcance de las lesiones en los órganos
internos.
Se debe utilizar una evaluación clínica cuidadosa, reconociendo que los
hallazgos de la superficie pueden subestimar la extensión del daño tisular o la
necrosis, para guiar el manejo.
3.1 Lesión muscular: el daño muscular y sus consecuencias sistémicas
dominan el cuadro clínico inmediatamente después del shock eléctrico por
alto voltaje. La electroporación de la membrana de la célula muscular
libera diversas proteínas intracelulares. Las de mayor relevancia son la
mioglobina y la creatin fosfocinasa (CPK). Altas concentraciones de
mioglobina producen fracaso renal agudo por obstrucción tubular.
La CPK es utilizada para el diagnóstico y como monitorización de la
respuesta terapéutica.
3.2 Lesiones por Rayo: las lesiones por rayo, un pequeño subconjunto
de lesiones eléctricas, son responsables de un promedio de 300 lesiones
y 100 muertes por año en los Estados Unidos. Es probable que las
muertes relacionadas con los rayos y las hospitalizaciones estén
subestimadas. Aproximadamente el 30 por ciento de los afectados por
rayos mueren y hasta el 74 por ciento de los sobrevivientes pueden tener
discapacidades permanentes.

Dos tercios de las muertes asociadas a rayos se producen dentro de una


hora después de la lesión y generalmente se deben a una arritmia fatal o
insuficiencia respiratoria.
Existe una variación temporal significativa en las muertes relacionadas
con los rayos; más del 90 por ciento ocurre durante la primavera y el
verano, y aproximadamente el 70 por ciento ocurre durante la tarde y al
anochecer. Más de la mitad de todas las muertes relacionadas con el rayo
ocurren mientras las personas participan en actividades recreativas al aire
libre; otro 25 por ciento ocurre cuando se trabaja al aire libre.
Las víctimas de la mayoría de las lesiones fatales por rayos son hombres
jóvenes.
Según los datos de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC,
por sus siglas en inglés), entre 1980 y 1996, el 85 por ciento de las 1318
personas que murieron por rayos fueron hombres y el 68 por ciento tenían
entre 15 y 44 años. El mayor número de muertes atribuibles a los rayos
ocurrió en Florida y Texas, pero Nuevo México, Arizona, Arkansas y
Mississippi tuvieron la mayor incidencia (9 a 10 por 10,000,000) .
3.3 Lesiones por Armas eléctricas: las armas eléctricas, incluidas la
pistola paralizante y la Taser, se han desarrollado para ser utilizadas por
el personal de seguridad y de seguridad para proporcionar alternativas
menos letales a las armas convencionales, incluidas las pistolas. Estos
dispositivos emiten ráfagas de corriente continua de alto voltaje y bajo
voltaje, ya sea a través de un dispositivo de mano (pistola de aturdimiento)
o mediante un sistema de gancho y cable disparado con gas comprimido
(Taser). Las armas eléctricas están ampliamente disponibles y se han
utilizado con fines delictivos y tortura.

4. PARTICIPACIÓN DE ÓRGANOS
Las manifestaciones clínicas de las lesiones eléctricas varían desde quemaduras
superficiales leves hasta disfunción multiorgánica grave y muerte.

4.1 Cardíaco: la estimación general de arritmia después de una lesión


eléctrica es de aproximadamente el 15 por ciento; la mayoría de estos son
benignos y ocurren dentro de las primeras horas de ingreso hospitalario.
Sin embargo, la lesión cardíaca eléctrica aguda puede provocar un paro
cardíaco repentino debido a la asistolia (generalmente con corriente
continua o rayos) o fibrilación ventricular (corriente CA) antes de la
hospitalización. La fibrilación ventricular es la arritmia fatal más común, y
ocurre en hasta el 60 por ciento de los pacientes en quienes la vía de la
corriente eléctrica viaja de una mano a la otra.
Se ha observado un retorno espontáneo del ritmo sinusal después de la
asistolia en casos de lesión eléctrica, pero debido a que la parálisis
respiratoria dura más tiempo, el ritmo puede degenerar a fibrilación
ventricular debido a la hipoxia. También se han observado disritmias
auriculares, bloqueo cardíaco de primer y segundo grado y bloqueo de
rama. Se postula que la ubicación anterior de la arteria coronaria derecha
deja el seno y las arterias nodales AV más vulnerables.
Los cambios en el segmento ST y la onda T, así como las alteraciones de
la conducción, generalmente se resuelven sin tratamiento específico. El
daño al miocardio es poco común, pero puede ocurrir como resultado de
una lesión por calor o de una contusión del miocardio como resultado de
la onda de choque de un rayo.
La contusión cardíaca es el hallazgo patológico cardíaco más común,
mientras que el infarto de miocardio es raro. Otras manifestaciones
cardíacas raras incluyen espasmos coronarios y rotura de miocardio
debido a necrosis por coagulación. La evaluación y el manejo de la
contusión cardíaca y las manifestaciones clínicas de la rotura del
miocardio se describen por separado.
4.2 Renal: la rabdomiolisis puede deberse a una necrosis masiva del
tejido y puede complicarse por una lesión renal aguda inducida por
pigmento. Además, la hipovolemia debida a la extravasación
extravascular de líquido puede conducir a azotemia prerrenal y necrosis
tubular aguda. El diagnóstico de estas complicaciones se discute por
separado.
4.3 Neurológico: el daño a los sistemas nerviosos central y periférico
puede ocurrir después de una lesión eléctrica. Las manifestaciones
pueden incluir pérdida de conciencia, debilidad o parálisis, depresión
respiratoria, disfunción autonómica y trastornos de la memoria.
Los hallazgos sensoriales y motores debidos al daño de los nervios
periféricos son comunes. A menos que el paciente intente deambular, la
debilidad de la extremidad inferior puede no ser diagnosticada
inicialmente. Es de destacar que los déficits pueden ser "parcheados" con
los déficits sensoriales que no corresponden a los hallazgos motores. Las
manifestaciones clínicas de daño neurológico por exposiciones de alto
voltaje pueden demorarse de días a meses después de la lesión.
El Keraunoparalysis es una parálisis temporal específica de las lesiones
por rayos que se caracteriza por extremidades azules, moteadas y sin
pulso (más bajas más comúnmente que en las superiores).
Estos hallazgos se consideran secundarios al espasmo vascular y con
frecuencia se resuelven en cuestión de horas, pero pueden ser
permanentes.
Los pacientes afectados por rayos pueden presentar pupilas que están
fijas y dilatadas o asimétricas debido a una disfunción autonómica. Como
resultado, las pupilas fijas, dilatadas o asimétricas no deben usarse como
una razón para detener la reanimación. Las complicaciones de los rayos
pueden incluir encefalopatía hipóxica, hemorragia intracerebral, infarto
cerebral y fracturas de la columna vertebral.

Pueden producirse cataratas, hifema, hemorragia vítrea y lesión del nervio


óptico, especialmente después de una lesión por rayo. Además, entre el
50 y el 80 por ciento de los pacientes afectados por un rayo sufren la rotura
de las membranas timpánicas. Se han descrito pérdida auditiva
neurosensorial, tinnitus, vértigo y lesión del nervio facial
4.4 Piel: pueden producirse quemaduras térmicas superficiales, de
espesor parcial y de espesor total después de una lesión eléctrica. Se ha
estimado que la exposición a 20 a 35 mA por mm2 de superficie de la piel
durante 20 segundos eleva la temperatura de la piel a 50ºC, lo que
provoca ampollas e hinchazón. Setenta y cinco mA por mm2 durante el
mismo período eleva la temperatura a 90ºC, y puede causar quemaduras
y carbonización más graves.
En un estudio postmortem de 220 lesiones eléctricas fatales, el 57 por
ciento de las víctimas de baja tensión y el 96 por ciento de las víctimas de
alta tensión tuvieron quemaduras eléctricas visibles. Las quemaduras son
más comunes en el lugar de contacto eléctrico y en lugares en contacto
con el suelo en el momento de la lesión. El grado de lesión externa no se
puede utilizar para determinar la extensión del daño interno,
especialmente con lesiones de baja tensión. Aparentemente, las
quemaduras menores en la superficie pueden coexistir con una
coagulación muscular masiva y necrosis, así como con una lesión en el
órgano interno. Los pacientes con quemaduras craneales o quemaduras
en las piernas a causa de un rayo tienen un mayor riesgo de muerte que
otros afectados por un rayo, posiblemente porque ha pasado más
corriente directamente a través del cuerpo.
Un tipo único de quemadura vista con una lesión eléctrica es la "quemadura de
besos". Esto ocurre en los pliegues del flexor, donde las superficies del flexor
adyacentes a un contacto conjunto.
Las quemaduras orales pueden ocurrir en niños pequeños al chupar o masticar
los cordones de extensión. La hemorragia tardía de la arteria labial puede ocurrir
cuando la escara se separa, a veces días después de la lesión. Los defectos
cosméticos también pueden ocurrir, particularmente cuando la comisura está
involucrada.

La incidencia de quemaduras superficiales superficiales es alta en las víctimas


de lesiones por rayos, pero las quemaduras profundas son inusuales. Una serie
de pacientes después de un rayo notó una incidencia de quemaduras del 89 por
ciento, pero solo el 5 por ciento fue profundo. La baja incidencia de quemaduras
profundas se debe en parte a la corta duración del contacto y al "efecto de
flameo", que se produce cuando la corriente se desplaza sobre la superficie de
la piel y se descarga al suelo.

Esto puede resultar en la formación de lesiones cutáneas ramificadas, también


llamadas figuras de Lichtenberg, que se desvanecen rápidamente pero son
patognomónicas de la lesión por rayos.
4.5 Musculoesquelético: debido a que el hueso tiene la mayor
resistencia de cualquier tejido corporal, genera la mayor cantidad de calor
cuando se expone a una corriente eléctrica. Por lo tanto, las áreas de
mayor daño térmico son a menudo el tejido profundo que rodea los huesos
largos, lo que puede producir quemaduras periósticas, destrucción de la
matriz ósea y osteonecrosis. Además de las lesiones relacionadas con
quemaduras, los huesos pueden fracturarse por caídas, lesiones por
explosión o bajo el estrés de las repetidas contracciones musculares
tetánicas. Es razonable obtener estudios de imagen de la columna
cervical para evaluar la fractura en pacientes con lesiones eléctricas
significativas o un estado mental alterado.

La lesión electrotérmica profunda puede provocar necrosis y edema tisular y el


desarrollo del síndrome compartimental agudo, lo que lleva a rabdomiólisis y / o
lesión visceral.

5. TIPOS DE TRAUMATISMOS ELECTRICOS


Arbitrariamente se dividen en daño eléctrico por alta tensión, cuando la
diferencia potencial es mayor de 1000 voltios y daño por baja tensión cuando el
voltaje es inferior a 1000 voltios. En ambos tipos, el contacto con la corriente
eléctrica es directo. Aproximadamente, el 80% de todos los accidentes eléctricos
son causados por corrientes de bajo voltaje. Estos se producen con voltajes entre
los 120-220 voltios, son de carácter doméstico y afectan fundamentalmente a la
población infantil.

Las lesiones que producen son pequeñas quemaduras pero profundas en zonas

distales (dedos y boca) y otras veces cuando desencadenan arritmias graves


pueden llevar al fallecimiento.

El síndrome de electrocución por alto voltaje abarca la producción de


quemaduras cutáneas de varios grados (desde dérmicas profundas a
subdérmicas) combinadas con una destrucción intensa de tejidos profundos y la
afectación de múltiples órganos pudiendo llevar a la amputación de
extremidades o a la muerte.

6. CAUSAS DE MUERTE POR CORRIENTE ELÉCTRICA


Ninguno es único y excluyente, existen efectos predominantes según los
factores analizados:

 Fibrilación ventricular,

 Tetanización muscular general y respiratoria en particular,

 Mixto; combinación de los dos anteriores,

 Lesión de centros neurológicos bulbares,

 Efecto electro-térmico.

A) Contacto directo unipolar: el sujeto entra en contacto con un conductor,


recibe la electricidad, atraviesa su cuerpo y la descarga a tierra (corriente
derivada).

B) Contacto directo bipolar: el sujeto entra en contacto estando ubicado entre


dos conductores, recibe la electricidad, atraviesa su cuerpo y la descarga a tierra
(cortocircuito). En el electro-shock y en la cardioversión eléctrica la corriente
pasa de un conductor a otro atravesando el cuerpo interpuesto, pero no se
produce la descarga a tierra porque está aislado.

C) Sin contacto directo con la fuente: Puede ser de varias maneras. En un


caso, existe un conductor "accidental interpuesto" entre la fuente y el sujeto;
generalmente un medio líquido.

En otros casos, existe el denominado "arco eléctrico", por el cual la corriente


alcanza el cuerpo sin que exista contacto directo de un modo que podría decirse
similar como el que se produce por alcance de un campo magnético; p. Ej:
Acercarse a una distancia de 1,5 cm de un cable conductor con 40.000 voltios o
a 3,5 cm de uno de 100.000 voltios es suficiente para recibir la descarga eléctrica
por "arco eléctrico" sin llegar a tocarlo.

A nivel Médico-Legal se determina la manera de muerte producida por la


electrocución como muerte aparente ya que el paciente hay inconsciencia e
inmovilidad, con aparente detención de la circulación y la respiración.
En el cadáver pueden presentarse las lesiones ya descriptas, o no, según las
consideraciones hechas en cuanto a la resistencia de la piel. Entre los signos
externos generales pueden existir cianosis cérvico-facial en casos que
predominó la tetanización respiratoria (electrocutado azul) o palidez del rostro en
casos que predominó la fibrilación ventricular (electrocutado blanco).
Frecuentemente se observa la salida de líquido seroespumoso rojizo por boca y
nariz (falso hongo de espuma).

7. FISIOPATOLOGÍA DEL DAÑO POR ELECTRICIDAD

El mecanismo patológico más importante de lesión tisular en el trauma eléctrico


es la producción de calor. Pero también se combinan efectos electromagnéticos,
de electrolisis, rupturas de membranas biológicas y fenómenos de excitación
nerviosa, muscular y cardiaca. La producción de calor depende de la diferencia
de resistencia que posee cada tejido. De menor a mayor la resistencia de los
tejidos cuando se colocan en serie: nervio, vaso, músculo, tendón, grasa y
hueso. En el tejido óseo es donde se genera la mayor producción de calor,
provocando en él, áreas de necrosis aisladas sub periósticas.

Por otro lado, el hueso almacena esta gran cantidad de calor, disipándose poco
a poco hacia el tejido muscular causando un continuo daño muscular y a las
estructuras adyacentes. La musculatura más externa y la piel pueden verse
menos dañados si logran disipar rápidamente el calor generado. El edema y la
necrosis que desarrolla el tejido muscular dan lugar a un síndrome
compartimental que a su vez agrava progresivamente la circulación.

Los vasos sanguíneos si son de un diámetro pequeño, pueden ser trombosados


instantáneamente, pero si son mayores, el flujo laminar sanguíneo puede disipar
el calor que ha generado o le ha sido transmitido por el paso de la corriente.

Aun en la actualidad se desconoce si el daño muscular es un hecho progresivo


y activo secundario a la microtrombosis vascular y a los daños de los grandes
vasos; o por el contrario, que el daño muscular sea una manifestación no
progresiva e irreversible de los vasos sanguíneos establecida ya desde el
momento en que pasó la corriente. La piel también es un órgano con gran
resistencia al paso de la electricidad, lo cual provoca lesiones localizadas a la
entrada y a la salida de la corriente. Las lesiones que se producen en el punto
de salida no tienen por qué ser siempre mayores que las producidas en el punto
de entrada.

Este hecho no sólo depende de los parámetros de la electricidad sino también


del recorrido que realice y del grado de humedad de la piel en las localizaciones
de entra y salida. En corrientes de tipo alterno es posible que el punto de entrada
y de salida sea el mismo por la alternancia de flujo que realiza cada segundo.
También puede no existir un punto de entrada y otro de salida si la descarga
eléctrica se produce con el cuerpo sumergido en agua ya que esto reduce la
resistencia cutánea y aumenta el área de contacto. La mayor severidad del
contacto eléctrico se produce en las extremidades. Esto es debido a que la
relación entre el diámetro de la extremidad por unidad de corriente es menor a
la existente en el tronco. Por otro lado, en las extremidades, al considerar los
diferentes tejidos que la componen como colocados en paralelo, se produce más
calor en los tejidos con menor resistencia (músculo, vaso y nervio). De esta forma
se explica la gran destrucción muscular.

A nivel celular se producen rupturas en los enlaces macromoleculares, causando


desnaturalización de las proteínas, alteraciones estructurales en el ADN y ARN
y de la electroconformación de los canales energéticos celulares. También se
producen alteraciones de diverso grado en el potencial transmembrana
produciendo alteraciones en el tamaño, la geometría y la orientación celular. Los
sucesos anteriormente descritos llevan en conjunto a una alteración de mayor
magnitud y consecuencias para la célula, o sea, la electroporación.

Este concepto se refiere a la disrupción de la membrana celular, esto aumenta


la permeabilidad, posibilitando la entrada a diferentes moléculas e iones.

8. TRAUMA ELECTRICO MEDICINA LEGAL Y FORENSE

En contacto a tierra. La mayor parte de las electrocuciones suceden por el paso


de la corriente de una mano a tierra o por los pies. Debe sospecharse muerte
por electrocución cuando hay historia de manipulación de artefactos o cables
eléctricos. Las sospechas crecen si se confirma que el aparato o las conexiones
estaban defectuosos. La muerte ocurre por fibrilación ventricular o paro
cardiorrespiratorio. La electrocución fatal con aparatos electrodomésticos a
menudo no deja marcas en la víctima. En estas circunstancias, es aún más
importante una investigación completa de la escena de la supuesta
electrocución; éste análisis contribuirá a establecer la causa y la manera de la
muerte. Por ejemplo, debe considerarse la probable posición de la víctima al
momento del incidente, a fin de entender cuál fue la probable trayectoria de la
corriente en el cuerpo. Es necesario poner especial atención a las lesión es en
patrón y al examen de la ropa, para correlacionar la información con los hallazgos
de la necropsia. El trauma eléctrico también debe descartarse en cualquier caso
en el que no se haya encontrado una causa de muerte aparente después de una
minuciosa investigación. Cuando están presentes en el cadáver, las lesiones de
electrocución son quemaduras en el sitio de entrada de la corriente
(generalmente en las manos). Estas lesiones tienen una zona central
amarillenta, de piel fundida, rodeada de un halo pálido; los cambios descritos no
se encuentran en casi la mitad de los casos y la electrocución, como causa de
muerte, debe considerarse como un diagnóstico de exclusión. La exposición a la
electricidad de bajo voltaje no incapacita inmediatamente. De hecho, una
persona electrocutada tiene un corto intervalo de conciencia y actividad terminal,
antes de colapsar por fibrilación ventricular. En ese intervalo puede realizar
movimientos terminales: moverse, hablar, gritar o inclusive, apagar o
desenchufar el aparato defectuoso.
Las quemaduras eléctricas se encuentran presentes, no solamente en las
manos, cuando la víctima tiene un contacto prolongado con el artefacto
defectuoso antes de caer incapacitada.
En la autopsia no se van a encontrar otros signos específicos adicionales, a la
probable lesión de entrada de la corriente.
Los exámenes de toxicología aportan información sobre la probable conducta
terminal de la víctima en caso de encontrarse substancias tóxicas con efectos
sobre su estado de conciencia
Lesión de entrada de la corriente eléctrica
8.1 Electrocución por alto voltaje: La electrocución por alto voltaje (sobre los
1.000 voltios) resulta cuando una persona hace contacto con un cable de alta
tensión. Esta forma de electrocución también se da sin contacto directo con la
fuente de electricidad por un efecto de arco que genera altas temperaturas. La
corriente de alto voltaje causa graves quemaduras, que llegan hasta la
carbonización. Al examinar el cuerpo, es difícil identificarlos puntos de entrada o
salida de la corriente; la ropa y los zapatos pueden ser útiles para este propósito.
La causa de la muerte es el paro respiratorio o las lesiones electro térmicas
ocasionadas por la corriente.
8.2 Fulguración: Los rayos posen enormes cantidades de electricidad y cuando
caen sobre o cerca de un ser humano, causan daño por efecto directo, por el
voltaje eléctrico inducido o por la explosión de la descarga eléctrica masiva. Las
lesiones varían desde mínimas hasta la masiva destrucción tisular. En la
anatomía del afectado, por la caída de un rayo, aparecen varios patrones de
quemaduras, tanto en la ropa como en la anatomía.
En la ropa y en el calzado, hay fragmentación, amplios desgarros, orificios y
quemaduras. Se magnetizan los objetos de hierro o de acero que portaba el
fallecido en los bolsillos. El cabello y los vellos corporales están chamuscados,
hay rupturas hemorrágicas de los tímpanos. En algunos casos, se forma en la
piel una imagen característica llamada "eritema arborescente", patrón de líneas
rojizas con figura de árbol visible las primeras 24 horas. También hay
quemaduras en la piel en sitios en donde había objetos metálicos (cadenas,
anillo, collares, reloj). En casi todos los casos de fulguración la muerte es
instantánea por parálisis de los centros vitales o por fibrilación ventricular.

Eritema arborescente

9. EFECTOS INMEDIATOS DEL TRAUMA ELECTRICO

La severidad del trauma eléctrico no suele ser proporcional a la fuente de voltaje,


quemaduras visibles, pérdida de conciencia, paro cardíaco o hallazgos en
neuroimágenes. Es por esto que se dice que el trauma eléctrico posee la
particularidad de resultar en una baja tasa de mortalidad, pero un alto porcentaje
de morbilidad a corto y largo plazo.

Entre los efectos inmediatos del trauma eléctrico podemos mencionar


quemaduras, arritmias cardíacas, parestesias, convulsiones y déficit motor y
sensitivo

El tejido nervioso posee una resistencia eléctrica muy baja lo que lo hace
particularmente vulnerable a daño en las membranas celulares cuando se
aplican altos voltajes. Este daño resulta en cambios en la permeabilidad celular
con alteraciones del balance electroquímico entre los compartimentos intra y
extracelular y desnaturalización de proteínas que lleva a edema vaso génico y
daño tisular potencialmente irreversible. Este fenómeno se conoce como
electroporación.

Hallazgos neurológicos agudos incluyen pérdida transitoria de consciencia,


coma, convulsiones, cefalea, aumento de la presión intracraneana y hemorragia
intracraneana.

El trauma eléctrico causa daño directo a los nervios siendo los propioceptivos los
más afectados y explicando así los síntomas de pérdida de equilibrio y caídas
frecuentes, seguidos de aquellos involucrados en el tacto, presión, función
motora, dolor y temperatura, nervios autonómicos preganglionares, fibras del
dolor amielínicas y finalmente nervios autonómicos posganglionares.
Además se describen casos de lesión neurológica periférica permanente en el
sitio de entrada de la corriente, siendo las mono neuropatías periféricas y las poli
neuropatías secuelas comunes del trauma eléctrico. Se cree que estos síntomas
son consecuencia de lesiones estructurales como las hemorragias, edema
cerebral o cromatolisis de las células piramidales.
Sistema Cardiovascular: Es el segundo más afectado hasta en un 46% de los
casos. Múltiples mecanismos se han propuesto para explicar los eventos
cardiovasculares que ocurren debido a la electrofulgacion.
Las quemaduras lineales suelen ser de primer grado, espesor parcial y ocurren
sobre las áreas ricas en humedad del cuerpo, como debajo de los senos, pecho
y línea medio axilar.
La localización de las quemaduras provee un indicador pronóstico, presentado
hasta 5 veces mayor mortalidad aquellas localizadas a nivel craneal o de
miembros inferiores.ocución entre ellos espasmo de las arterias coronarias.
10. DIAGNÓSTICO

Evaluación médica: El médico comprueba si hay quemaduras, fracturas,


luxaciones y lesiones en la médula espinal o en otras partes.

La mayoría de personas que no tienen síntomas, no requieren pruebas ni control


alguno. En algunas personas se realiza un electrocardiograma (ECG) para
controlar el latido del corazón. Para otros, puede ser necesario realizar análisis
de sangre y de orina. Si la persona está inconsciente, puede ser necesario
realizar pruebas de diagnóstico por la imagen como la tomografía
computarizada (TC) o una resonancia magnética nuclear (RMN).

11. TRATAMIENTO

Ante todo se debe separar a la persona de la fuente de electricidad. La manera


más segura consiste en cortar la electricidad de inmediato, por ejemplo,
accionando el interruptor diferencial o desenchufando el aparato de la toma de
corriente. Nadie debe tocar a la persona hasta que se haya cortado la corriente,
en particular si están implicadas líneas de alto voltaje.

Es difícil distinguir las líneas de alto voltaje de las de bajo voltaje, especialmente
las exteriores. La compañía eléctrica local es la encargada de desconectar la
corriente de las líneas de alta tensión. Muchas personas bienintencionadas que
han intentado rescatar a alguien han acabado sufriendo lesiones por electricidad.

Una vez que se pueda tocar a la persona sin peligro, quien la rescate debe
comprobar si respira y tiene pulso. Si la persona no respira ni tiene pulso, debe
comenzarse la reanimación cardiorrespiratoria de inmediato. Se debe llamar a la
asistencia sanitaria de urgencias para cualquier lesión que sea algo más que
leve. Puesto que la extensión de una quemadura eléctrica puede ser engañosa,
debe procurarse la asistencia médica si existe cualquier duda con respecto a la
gravedad.

A las personas con rabdomiolisis se les suelen administrar grandes cantidades


de líquidos por vía intravenosa.

Si es necesario se administrará también la vacuna contra el tétanos. Si la lesión


es dolorosa, se administran analgésicos.

Las quemaduras de la piel se tratan con crema para quemaduras (como


sulfadiazina de plata o bacitracina) y vendajes estériles. Una persona con
quemaduras de poca importancia en la piel puede, habitualmente, ser tratada en
su domicilio. Si la lesión es más grave, la persona ingresará en el hospital,
preferentemente en un centro para quemados.

La persona permanece en el hospital de 6 a 12 horas si aparecen algunas de las


siguientes circunstancias:
• El latido cardíaco o los resultados del ECG son anómalos

• La persona presenta síntomas de un trastorno cardíaco (por


ejemplo, dolor torácico o en algunas ocasiones dificultad respiratoria)

• Tiene otras lesiones graves

• Está embarazada (en muchos de los casos, pero no necesariamente en


todos)

• Tiene una alteración cardíaca conocida (en muchos de los casos, pero no
necesariamente en todos)

12. PREVENCIÓN
Son fundamentales la educación acerca de la electricidad y el respeto hacia ella.
Asegurarse de que todos los aparatos eléctricos están correctamente diseñados
e instalados y en buen estado de mantenimiento ayuda a evitar las lesiones por
electricidad tanto en el hogar como en el trabajo. El cableado eléctrico debe ser
instalado y revisado por especialistas debidamente cualificados. Los protectores
de enchufe reducen el riesgo en los hogares con bebés y niños pequeños.

Cualquier dispositivo eléctrico que pueda entrar en contacto con el cuerpo debe
contar con una toma de tierra adecuada. Las tomas de corriente eléctrica de tres
clavijas son más seguras.

Cortar la pieza inferior (toma de tierra) de un enchufe eléctrico con tres clavijas
(para permitir su ajuste a los enchufes de dos clavijas) es peligroso e incrementa
las posibilidades de lesión por electricidad. En las zonas donde puede haber
humedad, como las cocinas, cuartos de baño y el exterior de la vivienda, son
recomendables los interruptores diferenciales que cortan el circuito cuando hay
una fuga de corriente a partir de 5 miliamperios.

Para evitar una lesión provocada por una corriente que «salta» (lesión por arco),
no deben utilizarse escaleras cerca de líneas de alto voltaje.
REFERENCIAS

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2. Wesner, M. y Hickie, J. (2013). Long-term sequelae of electrical injury. Can


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4. Pfortmueller, C., et al. (2012). Injuries, Sequelae, and Treatment of Lightning-


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5. Up to date

6. Lecciones de medicina legal Jose Vicente Pachar Lucio

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