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LAS VACACIONES
LA LLAMADA
La pelea
Ya sabíamos lo que significaba resolver un problema para nuestro
padre, por tanto, no entramos a nuestra pieza, sino que nos
sentamos al final de la escalera para presenciar el espectáculo,
Porque sucedía igual, se gritaban, se enojaban, y terminaban
discutiendo por otro asunto que no era el principal del problema.
Al final como también era de costumbre mi madre lograba
imponerse y se hacía lo que quería. Entonces mi padre no le dirigía
la palabra, pero varias horas después los dos se veían felices
babosamente reconciliados.
¡!!! ¡Me los llevo al velorio, y si no te gusta ya sabes……!!!! resulto ese día, sin duda hubiese sido mucho mejor que por
Siempre que llegaban al punto de amenaza de mi madre, papi primera vez mi padre le ganara en una discusión a su mujer.
comenzaba a resoplar con fuerza y a hacer ejercicios abdominales
para hacer desaparecer su furia. Recuerdo la vez que sufrió un
calambre por hacerlo sin calentamiento previo y tuvimos que
llevarlo al hospital oír suerte en esa ocasión no hubo ninguna
desgracia
Cuando se calmó un poco, fue hasta mi madre señalándola con su
CAPÍTULO 4
La llegada
Claro, no era a él solo. En una esquina del salón varios hombres Parece que las flores con las que hacen las coronas son especiales, porque
su perfume era distinto al que emana de las flores que conozco. Quizás
habían tomado un circulo con las sillas y me imagino que se
sea un olor mucho más fuerte, ya que unas pocas coronas tenían saturado
decían chistes y cosas cómicas, porque cuando uno terminaba
el aire de aquel lugar.
de contar algo los demás se tapaban la boca, o escondían la
cabeza, o se ponían colorados, y hasta más de uno dejaban Es probable también que fuera imaginación mía, pero el silencio de aquel
escapar de su garganta un sonido que disimulaban enseguida salón era diferente a cualquier otro, Creo que ni mi respiración se
con falsas toses. escuchaba.
Eses fue otro asunto que me hizo pensar. Yo sé porque me ha El Ataúd, hecho de pino, bien barnizado y con agarraderas y bisagras
bronceadas, era impresionante. Estaba colocado sobe un soporte
sucedido que mientras más sabe uno que no puede reírse, más
metálico con medidas. Ayudando al efecto visual de solemnidad. Aparecía
se ríe. Entonces ¿porque esos hombres se cuentas chistes si
rodeado de cuatro columnas metálicas terminadas en ampolletas de
saben que no pueden reírse normalmente? ¿para qué cuarentas watts. Que intentaban imitar enormes velas. En la parte
provocarse por gusto? Son cosas que no entiendo. Además, se superior del féretro una ventana abierta invitaba a acercarse para ver de
supone que los velorios son para llorar y estar apenados,¿ no cerca al difunto.
es cierto? Tendré que preguntárselo a mi tío Matías.
¡¡ yo quiero verlo,!!!! Yo quiero verlo!!!!! Rompió en silencio Yoyito, a
pesar de gritarlo casi en susurro
¡Espérate flaco!!!! Le conteste en el mismo tono voy a verlo primero.
Me aproxime con cuidado para no tropezar con nada, y como no soy tan
alto tuve que pararme en punta de pie.
CAPÍTULO 7 EL ESPÍRITU
Enseguida le hice una señal ami hermanito y al llegar ami lado lo ¿Qué te pasó, Ada? Quiso saber Yoyito saliendo de las coronas,
cargué para que mirara. Entonces fue cuando sufrí el primer gran
susto de ese domingo. Nada, flaco le oculté para no asustarlo a pesar de mi taquicardia
y mi transpiración nerviosa, arreglamos y ordenamos todo, en
Todo sucedió porque el odiosos de Yoyito se echo lo mas hacia
el menor tiempo posible, y nos sentamos descansar en el otro
delante que pudo para observar mejor, y provoco que se me fue
de la manos, cayendo sobre el ataúd y, claro está empujandolo extremo de la habitación,
hacia el otro lado. Como estaba sobre ruedas se deslizo lo Oye Ada, ¿en qué momento un muerto como Cipriano se vuelve
suficiente para que chocara con unas de las lámparas. Esta
Fantasma? Comenzó mi hermano cuando me vio más
comenzó a inclinarse hacia suelo, por lo que corri y me lance
comon portero de fútbol para atajarla. Por supuesto que para recuperado.
hacer eso tuve que dajar a Yoyito encima de feretro, y se puso a En ningún momento, porque los Fantasmas no existen flaco!!!
gatear por el con la intención de bajarse por donde yo estaba. Respondí con más ganas de convencerme a mí mismo que a él.
¡!!!!! No te muevas flaco ¡¡¡¡ alcance a gritat al ver como por el
Yo estoy seguro de que ahora el espíritu de Cipriano debe estar
peso de Yoyito, el ataúd se levantaba por la parte donde se
encontraba la cabeza del muerto. por aquí mirándonos, Este caserón está embrujado. ¿no es
cierto?
Al escucharme decir eso y ver mi cara de espanto, Yoyito se
imaginó que Cipriano estaba resusitando o algo asi, y salto hacia No hables tonterías, Yoyito
un lado, aterrizando sobre las coronas , apareciendolas
,aplastandolas,apalastando flores y arugando cintas. Es más, si nosotros nos concentramos y empezamos a llamarlo
así, Ciprianoooo…. Cipriano….
Entonces, al caer la cabecera del féretro, éste comenzó a moverse
arriba abajo por la amortiguación del soporte metálico. Un En ese instante, la ventana del féretro se cerró de golpe. Ambos
movimiento como el producido por unos resortes, Enseguida me dejamos escapar un grito y corrimos a abrazarnos. Así estuvimos
incorpore dejé en un sitio la columna y me abracé al ataúd para unos minutos (que para nosotros fueron horas).
detenerlo. Cuando lo logré, abrí la ventanilla que se había cerrado
con el brusco salto de Yoyito para mi desgracia se me ocurrio mirar
de nuevo en Cipriano.
Es muy probable que haya sido otra mala pasada de mi
imaginación, pero juro que vi dibujaba en el rostro del cadáver una
extraña sonrisa pegué un grito y brinqué hacia atráz, cayendo
sentado en el suelo
Parece que no deje firme la ventanita cuando la abrí… ¿pero por Entonces es mentira, porque mi papá dice que nunca le creía al
qué te dio miedo? Le pregunte como si yo no hubiera sentido. tío Matías.
No fue miedo, fue la sorpresa porque no lo esperaba--- aseguró. Pero la otra vez cuando le dije que el tío ….
Por fin logré recuperarme y lo primero que hice fue empujar a ¡Es más!!!! Me interrumpió si no existieran los fantasmas, en las
Yoyito lejos de mí. Pero no por vergüenza, sino por la fetidez que películas no….
me llegaba.
¡No hables más tonterías te dije!!! – lo corté, saliendo del
¿Y ese olor, Flaco? comedor hacia la cocina vamos a ver si ya está el almuerzo.
La limonada dijo sin darle importancia al asunto y agrego ¡Dale ¡Espérame!!!!
vamos a seguir con Cipriano a ver si nos contactamos con él!
Antes de salir miré el salón con ataúd, las flores, recordé la
No, flaco eso es absurdo. Tu sabes que los fantasmas no expresión risueña de Cipriano y la ventanita cerrándose de
existen… pronto. Sentí mucho alivio al irme de aquel lugar. Incluso creí
que después de aquello no me podía suceder algo, pero.
¿cómo qué no? ¡Claro que existen!! Yo los he visto¡!!
Eran muchas cosas malas para un solo día ¡¡¡ qué lejos estaba
¡¡ no seas mentiroso, Yoyito ¡insistí en mi posición, mientras me
de la verdad!!
acercaba al féretro para volver a abrir la ventanita. Todo eso sale
de la imaginación de la gente. Es imposible que después que uno
muere siga viviendo.
Yo creo que existen los fantasmas.
Yo no
Yo sí--- y Yoyito alzó un poco la voz.
Yo no dije bajando la voz y se lo señalé con la mano para que
imitara.
Yo sí, me dieron ganas de lanzarle una corono por la cabeza.
Yo si, además, te informo que eso lo dijo también el tío Matías.
Capítulo 8
EL CAMINO
El almuerzo estuvo espectacular lo que ayudo bastante a
mejorarme el ánimo a pesar del evidente cambio de tiempo.
Y quizás por el bochorno del ambiente o por la llegada de las
enormes nubes grises, el caso fue que, encerrados en la cocina,
después de la suculenta comida el aburrimiento me invadió.
Me voy a dar una vuelta por los alrededores dije en voz alta,
parándome de silla.
Yo voy contigo!! Salto Yoyito
¡Ni lo pienses!! Lo detuve
Adalberto!! Tronó mi madre, yo tengo que acompañar a
Ludgarda, Así que te pido por favor que cuides a tu hermano ¿de
acuerdo?
Lamentablemente eso era verdad, por lo que tuve que aceptar
mi cruel destino.
No se vayan muy lejos que aparece que se va a caer el cielo! Dijo
mi madrina en medio se va a caer el cielo! Dijo mi madrina en
medio de su congoja ¡¡ Y cuidadito con ir por el camino viejo!
Mi madre nos puso el brazo por encima de los hombros y nos
acompañó hasta la puerta.
Mami preguntó Yoyito en voz baja.
Comenzamos a avanzar por el camino viejo saltando en na
¿Porque la tía no quiere que vayamos por el camino viejo? sola pierna, Uno al lado del otoño.
Tienen que entenderla. Ella está afectada. Recuerden que en Oye flaco, ahora que estamos solos, quiero hablar contigo,
ese camino fue donde le dio el infarto a mi marido nos habló con En serio dije sin detenerme,
entonación cariñosa la mamá, ¡Y no se demoren porque de ¿Y yo puedo hablar contigo también o vas a hablar tú solo?
verdad que vienen una tormenta! Me contestó sin mirarme y manteniendo los saltos.
El camino viejo de tierras y piedras empezaba como a unos Yoyito, por favor, esto es importante Mira, no puedes seguir
cincuenta metros de la casa, y era el que antiguamente se haciendo lo que estás haciendo.
tomaba para salir a la carretera principal, recordé que lo vimos No te entiendo bien, pero dime, Ada, ¿esto es idea tuya?
cuando pasábamos en el auto, porque mi madre comentó que
No, esto no lo inventé yo, respondí, cambiando de pierna sin
antes sólo se podía llegar por esa vía al caserón de Ludgarda y dejar de saltar mami, cuando fuiste al baño, me pidió que te
Cipriano. dijera que no lo hicieras más.
Por supuesto, no hicimos más que salir y Yoyito corrió ¿Te dijo que yo no fuera más al baño?
directamente hacia él tuve que seguirlo contra mi voluntad, Dijo cambiando él también de pierna.
porque no iba a dejar que mi hermano se perdiera o le pasara
No flaco, me dijo que te dijera que no hablaras tan alto y no
algo.
rieras más, porque esto es un velorio y todos están tristes.
No se veía a nadie. Se notaba que el camino estaba abandonado. Me aburrió un poco el asunto de los saltos o para decirlo
A ambos lados crecían unos maizales desordenados y repletos mejor, me cansé bastante. Yoyito.
de yerbas silvestre y enredaderas. En las orillas, Árboles
dispersos, como aburridos guardianes ya cesantes, se mecían
también con el viento, que al ir en aumento provocaba alternas
y cómicas inclinaciones en toda la vegetación del lugar. La
humedad también se hacía sentir.
También se detuvo, pero al instante comenzó a poner el pie No, yo dijo si me voy, ¿Se darán cuenta?
derecho delante del izquierdo, pero colocando lo último del No, no creo, flaco. La gente está ensimismada en su tristeza y
tacón del zapato, casi rosando la punta del otro. Lo mismo con sus conversaciones.
el izquierdo delante del derecho y así avanzaba. Buscando el
equilibrio con los brazos, como si caminara por unas cuerdas Entonces si me quedo llorando, nadie me notará Y si me voy
flojas invisibles. Claro con pasitos rápidos. Tuve que hacer lo nadie se dará cuenta ¿es así?
mismo y apurarme para alcanzarlo. Sí …Entonces, ¿a quién le importa si me rio o no Ada, se me
¿Entendiste lo que no debes hacer? detuvo y yo seguí de largo.
¿Y qué hago entonces? Mira, flaco, la cosa es que no te puedes reír, ni puedes gritar,
ni hacer bulla. Están velando a un muerto en esa casa y más
Solo hablar más bajito encima es de nuestra familia.
No que qué hago cuando tenga ganas de reírme Fue me dio la espalda al decirlo.
Ah, pues piensa en otra cosa, o aprieta los dientes. Si, fue tuve que rodearlo para ponerme de nuevo de frente a
¿Y si duele? él, pero el tío Cipriano hace tiempo que está casado con mi
madrina y es de la familia….
Bueno no los aprietes tanto.
Fue volvió a dar media vuelta, girando en el lugar.
No te dijo si me duele lo que me pongo a pensar y me da pena y
lloro. Ah, pues si lloras estás a tono, porque todo el mundo está Si, fue de nuevo me puse cara a cara
llorando, o te vas del lugar donde estés dejé de caminar y lo paré Y nosotros lo queríamos ¿ te acuerdas? Por eso hay que
por un brazo. respetarlo.
¿Comprendiste? ¿respetarlo por estar casado con la tía Ludgarda?
Entonces Yoyito cambió el paso y comenzó a avanzar saltando, No, por estar muerto, porque su esposa mi madrina, siente
pero esta vez con los dos pies juntos, a la manera de los dolor y porque somos de la familia.
canguros.
Fuimos y trató de repetir el giro, pero se lo impedí agarrándolo
¿Y la gente no se dará cuenta? Me dijo alejándose. por los brazos.
Si lloras, no, Todos están llorando tan bien respondí, imitándolo No somos de la familia, Seguimos siéndolo, no importa si se
y colocándome a su lado enseguida por tener las piernas más muere uno o no.
largas.
Entonces hay fantasmas que son familia nuestra.
Así, es,
Era una mujer muy anciana, con el pelo gris bien recogido hacia No quise ni comentárselo a aYoyito.
atrás. Pálida. Y con unas ojeras que le acentuaban la gran expresión
de su cara. Para colmo de seriedad, llevaba un vestido negro, sin
adornos que le cubría casi hasta los pies.
¿Que desean? Nos preguntó con una voz apagada y casi sin mover
la boca. ¡por favor, señora! ¡Señorita Migdalia, aclaró!
Por favor señorita Migdelita, ¡perdón ¡señorita Migdalia ¡por favor
¡respondí al desenredarme, necesitamos ayuda. Mire, mientras
buscábamos a mi papa que esta con la camioneta del tío Matías
rota en la carretera, tuvimos un accidente cerca de aquí, y nuestro
caballo quedó muy mal.
Lo siento, pero aquí no resolverán su problema. Afirmó.
Miren, sigan por el camino. A unos doscientos metros más o
menos, verán un portón a mano izquierda, igual al de esta casa,
ábranlo, y continúen por la senda que les llevará hasta donde viven
los hermanos Bauta. Ellos tienen teléfono, si no están, entonces
sigan por el camino, y a dos o tres kilómetros vive Cipriano, que
también tiene Kilómetros vive Cipriano, que también vivía, acoto
Yoyito, Mas no puedo ayudarles, concluyó la señora, mirando con
severidad a mi hermano.
CAPÍTULO 11
LOS HERMANOS BAUTA ¡Es decir, acaban de hablar con un espíritu!!!
Seguimos al pie de la letra sus indicaciones, y llegamos a la casa de esos ¿como? Grité sin comprender bien y sintiendo más miedo.
hermanos, que fue iluminada por un rayo caído demasiado cerca. Él
estruendo aturdió nuestros oídos. La puerta estaba entreabierta, pero de ¿la vieja era un fantasma? Se sorprendió agradablemente Yoyito.
todas maneras toqué. Esta vez no tuve que esperar.
Si, la señora Migdalia, con quien hablaron, está muerta desde como hace
¡¡¡ Adelante!!! Nos invitó una voz aguda como de flauta. un año agregó el gordo.
¡¡¡ Entren!!! Dijo otra vez en tono grave. Como de tuba. Pero …. pero…. a lo mejor no es la misma argumenté yo, casi en pánico.
Así lo hicimos. Nos encontramos con una sala de estar donde dos hombres
Sí, Ada, tiene que ser ella, Esa vieja tenía mucha cara de velorio, tercio mi
descansaban en sendos sillones. Uno era delgado y altor y el otro
hermano.
gordísimo y de piernas cortas. Me fue fácil!!! Hallar sus rostros bastantes
parecidos, porque ambos eran calvos, con anteojos de gruesas armaduras ¿cómo lo saben? Insistí sin hacerle caso a Yoyito, Yo dijo la del vestido
y cristales verde fondo de botella, y lucían un bigote copioso, pero bien
negro y pelo gris, ¿porque están tan seguros?
cortado sobre sus gruesos labios.
Se miraron a los ojos en silencio, Después giraron sus cabezas hacia
¿que desean muchachos, Nos increpó el gordo de voz de flauta.
nosotros con cara bien seria y de repente vociferaron al unísono,
¡por favor!!! cambiando de expresión:
Y les explique el motivo de nuestra carrera.
¡¡¡ porque nosotros también estamos muertos!!!
No observaron de pies a cabeza. Cruzaron sus miradas. Y después de unos
fuertes carraspeos el delgado preguntó: Y acto seguido comenzaron a dar saltos con dos pies a la vez. Unos brincos
idénticos a los que daba el animal que nos provocó el accidente, ambos
¿Cómo llegaron hasta aquí? hombres se perdieron hacia el interior de la casa. Sus cuerpos se alejaban
Entramos a la casa del senderito de piedra contesté. Una señora vestida saltando y dándonos la espalda, pero sus cabezas, completamente giradas
de negro nos dijo que ustedes tenían teléfono y nos podían ayudar. en unos increíble ciento ochenta grados, nos mostraban los dientes,
¡Es increíble! Dijo el delgado parándose. producto de separar desmesuradamente sus labios y de abrir bien los ojos,
en la ya conocida sonrisa macabra.
¡no lo puedo creer!! Añadió el gordo de inmediato.
¿ Que paso? Exclamé ¿Que dije? Miren hijos míos comenzó a explicar el
gordo con su voz de flauta no se asusten cuando les digamos la verdad.
¿qué verdad? Quise saber ¿, acercando hacia mí a Yoyito.
Muchachos, ustedes estuvieron hablando con la señora Migdalia, continuo
ahora el delgado con su profunda voz de tuba.
CAPÍTULO 12
MAS CARRERA
¡Yo también estoy muerto!!! Dijo en medio de sus largas risas. Y ahora….
El animal nos miró con expresión feliz, la lluvia limpiaba la sangre de su hocico.
Nos saludó con su cabeza y dio un relincho.
Entonces vino hacia nosotros saltando en sus dos patas traseras, como si tuviera
un resorte en las mismas.
De pronto comprendí, la mente me decía que aquello no podía ser real, pero a
pesar de mi análisis científico. un miedo atroz comenzó a invadirme.
Enseguida, como era de esperarse el caballo nos enseño sus dientes con la
maldita sonrisa macabra.
Capítulo 15
EL DESPERTAR
Poco a poco se me fue aclarando la visión, pude distinguir a mi madre recostada
a mi lado, pasándome la mano por el pelo, la suavidad de la ropa seca y el
calorcito de la sábana que me tapaba también me provocaban esa sensación de
bienestar que me parecía no sentir desde hacía mucho tiempo. De repente, todo
se me vino a la memoria de golpe t me incorporé súbitamente.
¡Mami!!! ¿Dónde está Yoyito? ¿cómo esta él? Pregunte con impaciencia.
No te preocupes me calmó, él está muy bien, Después de avisar a los vecinos por
lo del caballo y la carreta, se cambió de ropa, se tomó un vaso de leche caliente
y creo que se fue a dormir.
Ah, mami, ¿y cómo llegamos hasta aqui?
¡¡¡ imagínate la sorpresa que me dieron!!!
¿Yo los hacia jugando en otra pieza de la casa? Ahora no te voy a regañar…
Gracias mami.
¡pero ya hablaremos cuando llegue tu padre!! Grito de repente.
Espere unos segundos para que se calmara antes de continuar con mis
preguntas.
¿pero cómo llegamos a la casa? Dije al rato.
¿y tú le creíste mami?
En ese momento también recordé otra cosa que no contó, Yoyito y que se
lo agradeceré toda la vida, porque él, estoy seguro, se dio cuenta de que
cuando me paralicé, no sólo la lluvia se escurría hacia abajo por mis
pantalones.
Al recordar esa situación me dio vergüenza y sentí que me sonrojaba, e
acurruqué al lado de mi madre y miré a mi madrina, que ya había puesto
el clavo y ahora colgaba la foto.
Cuando decidió que estaba nivelado lo soltó y el cuadro comenzó a
moverse de arriba abajo, como si dependiera de un resorte.
Eso me trajo espantosos recuerdos y me horroricé, sentí un escalofrío y se
me aflojaron los músculos del cuerpo.
¿Y ese olor?
Ahora, sumándose a lo que me produjo miedo, las mejillas se me
encendieron de vergüenza.
La leche caliente ---- explicó de repente el loco de Yoyito, saliendo de
debajo de la cama,
Le regalé a mi hermano una risa de agradecimiento. ¿Quién dijo que era
un monstruo? ¿Quién podría odiar a ese angelito?
Pero cuando me iba a incorporar para abrazarlo, mi vista paso en su
recorrido por la foto del tío Cipriano y la risa se me heló en la cara, parecía
que el difunto me mostraba los dientes, separando mucho los labios y
abriendo los ojos.