Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
El impugnar un acuerdo de junta es uno de los más valiosos derechos con que cuentan los
socios para defender sus intereses dentro de una sociedad. Gracias a este derecho los socios
se encuentran facultados a cuestionar un acuerdo que, presumiblemente, es ilegal, infringe
el estatuto o es contrario a los fines mismos de la sociedad
Sin embargo, el ejercicio del derecho de impugnación es una fuente constante de conflictos
y roces entre las minorías y las mayorías. Es por eso que se ha afirmado que la impugnación
de acuerdos sociales es la materia más conflictiva del Derecho de Sociedades.
¿ Que tipos de derechos ostentan los socios?
Derechos económicos y políticos, tienen por finalidad asegurar el interés económico de los
accionistas y, por lo tanto, ambos derechos resultan ser complementarios.
Con el derecho de impugnación sucede lo mismo, esto es, siendo una de las expresiones o
manifestaciones del haz de derechos políticos de los socios, también tiene por finalidad la
defensa de los derechos económicos.
El derecho de impugnación, en principio, es un derecho político en la medida que, mediante
su ejercicio, el socio expresa su disconformidad con la adopción de determinado acuerdo y
solicita su inmediata revocación a efectos de que no despliegue los efectos deseados por
los demás socios. Es decir, el socio impugnante discrepa abiertamente de la decisión
adoptada en la junta, por lo que es una manifestación política de negación de la legalidad o
validez del acuerdo. Pero también tiene por finalidad la defensa de un interés económico.
¿de qué manera los socios pueden ejercer este derecho de impugnación?
la acción de impugnación propiamente
la acción de nulidad
¿ se puede recurrir a otros mecanismos de impugnación en via judicial?
No, puesto que la ley por mandato expreso del artículo 151 de la Ley General de Sociedades,
en sede judicial no será procedente otra pretensión tendente a impugnar los acuerdos de
junta que no fuese la acción de impugnación propiamente dicha o la acción de nulidad.
¿Cuáles son los supuestos de impugnación?
Legitimidad activa
Los únicos que pueden interponer la acción de impugnación son los socios. Ni los
administradores (obviamente, que no sean a la vez socios) ni los terceros (ya sea que tengan
intereses económicos con la sociedad) se encuentran facultados para interponer una acción
de impugnación. Sin embargo, los administradores y los terceros cuentan con la acción de
nulidad para discutir la validez de un acuerdo de junta, lo que será materia de análisis más
adelante.
LA ACCIÓN DE NULIDAD
A diferencia de la impugnación, esta no requiere de mayores y severos requisitos y puede
ser planteada por cualquier persona que tenga legítimo interés.
Mediante esta pretensión procesal cualquier tercero o accionista (sin necesidad de haber
concurrido a la junta y dejar constancia de su oposición, o haberse encontrado ausente,
etc.), podrá solicitar la declaración judicial de nulidad del acuerdo de junta de accionistas,
sin más requerimientos que el demostrar su legítimo interés en que éste se revoque, así
como interponer la acción en el plazo de un año contado desde su adopción.
Existe una controversia o contradicción pues por un lado se restringe enormemente las
posibilidades de impugnar un acuerdo y, por otro lado, se olvidan estas previsiones con la
acción de nulidad. A la única solución coherente que podemos llegar, es que el diseño
legislativo de la Ley General de Sociedades tuvo como propósito que el accionista
impugnante que reúna los requisitos de los artículos 139 y 140 obtenga, mediante el
ejercicio de la acción de impugnación, el beneficio de una tramitación más rápida y
expeditiva en el Poder Judicial (vía procedimental abreviada o sumarísima) que la prevista
para la acción de nulidad (vía procedimental de conocimiento)
El autor propone algunas reformas de ley, menciona que una buena alternativa sería
eliminar de nuestra Ley General de Sociedades la llamada acción de nulidad de acuerdos
societarios, conservando únicamente la acción de impugnación como la ruta por la cual los
socios puedan cuestionar la validez de los acuerdos de junta; mientras que los terceros
podrían ejercer un derecho de oposición, tal como se encuentra previsto para el caso de
reducción de capital (artículo 219 de la Ley General de Sociedades).