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May 2
Sin más preámbulos, estos son los seis pasos para la construcción de argumentos:
Suponiendo que existe un desacuerdo, analiza si lo que amerita el tema son argumentos. Es
posible que el tema sea no argumentativo, por ejemplo, que se pidan las causas de ciertos
sucesos o una descripción de algún objeto.
La posición que tomes con respecto al problema discutido será la conclusión más general
que debes defender.
Si el acuerdo es parcial, dependiendo del tipo de discusión, se puede pasar a otro tipo de
actividades discursivas (por ejemplo, negociar los desacuerdos cuando el problema es sobre
una acción que hay que llevar a cabo) o centrarse en argumentar con respecto a esos puntos
en conflicto.
Paso 3 — ¿Por qué tomas esa posición respecto al problema? Es decir, determina tus
principales razones.
Sé responsable: investiga y cita las fuentes de las que tomas tus razones. Sé cuidadoso:
analiza si tus razones realmente apoyan la posición a la que quieres llegar; no caigas en una
falacia de irrelevancia (que tus premisas no sean relevantes o sean muy débiles para
defender la conclusión).
Por ejemplo, ¿por qué estás a favor (o en contra) de permitir la producción de marihuana en
tu país? ¿Cuáles son tus razones? ¿Cuáles son los datos, pruebas, evidencias que apoyan tu
posición?
Dirígete al paso 4.
Aunque en algunos casos la ambigüedad puede jugar a tu favor, también puede jugar en tu
contra, pues tal vez los demás malinterpreten tu punto de vista o no le den la importancia
que se merece por culpa de que tus argumentos son confusos.
*Algunos marcadores: porque, por lo tanto, pues, en conclusión. Date cuenta de que
algunos van antes de la premisa/razón y otros van antes de la conclusión («porque» y
«pues» van antes de una premisa o razón, «por lo tanto» y «en conclusión» van antes de la
conclusión).
Sigue al paso 5.
Paso 5 — Pregúntate si alguna de las razones que apoyan tu conclusión ha sido
cuestionada o no es aceptada por la otra parte, o, al menos, pudiera ser cuestionada
por la otra parte o no ser aceptada por la audiencia a la que te diriges.
Si la respuesta es afirmativa, hay un posible sub-problema que se debe resolver. En tal caso,
debes dar razones en defensa de tu premisa, de manera que estás armando un sub-
argumento (un argumento que apoya a tu primer argumento). Para armar tu sub-argumento
es conveniente volver al punto 2.
Si la respuesta es afirmativa, por cada razón puedes llevar a cabo los puntos de 2 a 5. Sin
embargo, es importante organizar todas las razones de manera clara. Para lograr tal
organización, una vez construidos cada argumento a favor de la misma conclusión, agrega
expresiones como «además», «otra razón», «en primer lugar…en segundo lugar…»,
«aunado».
Por ejemplo: supongamos que tienes las razones 1 y 2 (cualesquiera que sean) en apoyo de
«no debe legalizarse la producción de marihuana», y has armado los argumentos «no debe
legalizarse la producción de marihuana, porque razón 1» y «por cuanto razón 2, concluyo
que no debe legalizarse la producción de marihuana». En ese caso, puedes agregar la frase
«aunado» de la siguiente manera:
Por cuanto razón 2, concluyo que no debe legalizarse la producción de marihuana. Aunado
a lo anterior, no debe legalizarse la producción de marihuana, porque razón 1.
También puedes abreviar un poco más si lo organizas de esta manera con «además»:
Final: felicitaciones, ya debes haber armado tus argumentos bien organizados, puedes
terminar aquí si no faltan problemas que discutir ni razones que articular.