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Es por esto que exponer acerca del tema gestión de crisis es de extremada
relevancia, pues las organizaciones necesitan aprender a diseñar planes, por un
lado para prevenir una crisis, ya que aunque éstas pueden ser imprevisibles, es
muy necesario estar preparada para ella. Y por otro lado para disminuir los daños
que ésta puede tener en la organización. Además la crisis no es algo
completamente negativo, sino que también puede llegar a ser una oportunidad
para que las empresas aprendan acerca de su manejo.
Ahora, la actual situación de crisis económica atacó a todos los sectores de la
economía. El sector de la alimentación imprescindible para todos los seres
humanos, no quedó inmune. Es por esto que como grupo decidimos entrevistar al
subgerente del área de personas (o recursos humanos) de la empresa Copefrut
S.A. acerca de cómo enfrentaron la crisis financiera del año 2008 y 2009, en qué
medida se vieron afectados por ella y qué planes de acción llevaron a cabo, ya sea
para prevenir una cadena de crisis, como para reducir los perjuicios cometidos por
la crisis. Esta empresa se dedica a la exportación de productos frutículas, más
específicamente su giro productivo es: el procesamiento de fruta fresca:
manzanas, peras, kiwis, carozos, cerezas y uvas; el congelado de berries y la
elaboración de jugos concentrados de manzanas y peras. La entrevista fue
realizada en la planta ubicada en Curicó, sin embargo, la empresa comercializa las
especies señaladas a través de exportación directa y mercado interno, de 290
productores de las zonas de Curicó, Talca, Linares, Chillán, Buin y San Fernando.
Según la Real Academia Española (2001), una crisis se define entre otros
como una situación dificultosa o complicada, o como escasez, carestía. También
como mutación importante en el desarrollo de otros procesos, ya de orden físico,
ya históricos o espirituales. Llevado el concepto de crisis al ámbito laboral,
Wigodski (2008) lo define como: “Una interrupción en la normalidad, un evento
imprevisto que podría tener un efecto negativo en la organización de la empresa,
su producción, su reputación o los intereses de los stakeholders, si no se actúa
decisiva y oportunamente”.
Las crisis potenciales y sus variaciones son incontables, por lo que pueden
agruparse estadísticamente en grupos o familias mayores, que vendrían a ser los
tipos de crisis. Estas familias pueden estar ubicadas dentro de las categorías
severo o normal, y técnico/económico o de tipo humano. Una crisis generalmente
no ocurre aisladamente, sino que es más frecuente la ocurrencia simultánea de
múltiples crisis, ya que es típico que una crisis active una reacción en cadena de
otras, a menos que una organización esté preparada para esta posibilidad (Mitroff y
Pearson, 1995).
Wigodski (2008), por su parte plantea que es posible sintetizar los diferentes
eventos con consecuencias negativas en tres tipos de crisis: los ataques a la
empresa de parte de agentes externos o internos; los accidentes que ponen en
riesgo a cualquiera de los stakeholders; y las acciones dañinas por parte del
personal de la empresa.
Con respecto a calidad de la gestión de las crisis por parte de las empresas,
influyen en ella distintos factores como por ejemplo, el factor tiempo.
Tradicionalmente se manifiestan diversas señales que anuncian la proximidad de
una situación de crisis. Entre ellas las más frecuentes son: los reclamos de clientes
o proveedores con respecto a los productos o servicios; los informes de deterioro
en la calidad de éstos; los accidentes laborales en el ámbito de la empresa, y las
malas prácticas a nivel de la administración (Wigodski, 2008). No obstante, el
estudio llevado a cabo por Improven (2009) concluyó que las empresas suelen
responder lentamente a las crisis, tardando de media once meses en detectarla y
diecisiete meses desde que ésta se inicia y se empieza a ejecutar un plan de
acciones. Según el mismo estudio, lo que motiva estos retrasos en la detección y
reacción (desencadenando malos resultados empresariales y poniendo en peligro
la continuidad de la empresa) son varios factores, entre ellos: la necesidad de
interiorizar progresivamente la situación y creerse lo que está ocurriendo; la
sobrevaloración de las capacidades de la empresa (tiempo, recursos,
posicionamiento y equipo), y la infravaloración de las circunstancias externas
(normalidad de los cambios del entorno, entrada de nuevos competidores, cambios
en los canales o en el comportamiento de la demanda, modificaciones legislativas,
etcétera). La detección tardía de las señales de la crisis tiende a limitar entonces
las opciones que se pueden adoptar, por falta de tiempo en su implantación,
sometiendo a la organización a una tensión extrema y obligando a la toma de
decisiones drástica y poco planificada. Se ha constatado que en los casos de
gestión exitosa de la crisis, existe una relación directa entre el plazo de inicio de
puesta en marcha de la medida y la medida en sí (Improven, 2009).
Así, la calidad, objetividad y rapidez de ejecución del plan de reestructuración son
claves en la resolución. De hecho, según Improven (2009), éxito en la gestión de
crisis está más relacionado con el éxito la calidad de la ejecución que la misma
calidad del plan. En una situación de crisis, hacer cambios tomando decisiones y
ejecutándolas con rapidez es vital y siempre mejor que un plan perfecto demorado
o lento en su implantación.
Es por ello que es fundamental que una empresa esté preparada no sólo
para actuar en medio de una situación desbordante para ella, sino que en los
momentos de “normalidad” se mantenga una gran sensibilidad a los cambios que
ocurren en todos los niveles de la organización o los que podrían ocurrir por
acontecimientos externos. Según Mitroff y Pearson (1995), toda crisis pasa por
cinco fases:
- Preparación y prevención: implica hacer todo lo posible para evitar las crisis y
para prepararse para las que ocurran. Las organizaciones preparadas para la crisis
realizan sondeos cuidadosos y continuos de operaciones y estructuras de gestión
de averías o desastres potenciales antes de que sean demasiado grandes para
arreglarlos.
- Contención: tiene como objetivo evitar que una crisis afecte a partes no
contaminadas de una organización o de su medio ambiente. La contención del
daño es prácticamente imposible de inventar en medio de una crisis, por lo mismo
hay que estar preparados de antemano con un plan de acción.
Todas estas fases ya mencionadas sirven como medio de evitar una crisis o
apaciguar los daños realizados por alguna. Por lo mismo es importante realizar los
sondeos necesarios y estar prevenidos ante cualquier eventualidad, así se evitarán
posibles daños o serán de menor envergadura y traerán menos costos para la
organización.
Muchas empresas, creen que al ser las crisis situaciones imprevistas, poco
estructuradas y caóticas, no pueden ser planificadas u organizadas con
anterioridad, y cualquier cosa que prevean será ineficaz o poco suficiente. De esta
manera, no invierten en la elaboración de planes o manuales de crisis porque los
consideran innecesarios (Contreras, 2006).
En primer lugar se puede decir que la organización sufrió una crisis de tipo
estratégica, ya que la crisis económica tuvo gran relevancia en el ámbito interno de
la empresa, y fue causada por un factor externo, en este caso: cambios en el
entorno económico.
Esta crisis en particular no fue provocada por los sistemas de crisis dentro
de la organización tales como, la infraestructura, la tecnología, los factores
humanos, la cultura y las emociones, si no que más bien fue origen externo e
influyó en estos sistemas: Se suspendieron proyectos de infraestructura
momentáneamente; En cuanto a factores humanos, se potenciaron las
competencias de los trabajadores para poder llevar a cabo un buen manejo de
crisis; Y en las emociones, producto de los cambio que se generaron dentro de la
empresa se provocó un descontento por las medidas tomadas tanto de casino,
seguridad, aseo, entre otros.
Por otro lado, si bien la empresa cuenta con asistentes sociales que ayudan
a los trabajadores, sería necesario que dentro del equipo de trabajo contaran con
psicólogos para ayudar a mitigar las secuelas que dejan las crisis, muchas veces, a
nivel psíquico y emocional. En este sentido, nos gustaría poner énfasis en que la
función que desempeñan los asistentes sociales al interior de la empresa con todos
los funcionarios es muy eficiente y eficaz ya que se trata de ayudarlos en todo lo
que la organización pueda, como por ejemplo brindándole guía y orientación a los
trabajadores que se encuentran en situaciones económicas más bajas,
ayudándolos a conseguir becas y subvenciones para ellos y sus hijos, entregando
becas al interior de la empresa para los hijos de funcionarios con un buen nivel
académico, entre otras. De todas maneras creemos que es importante otorgarle la
importancia que merece la parte psicológica, ya que influye en lo emocional y
mental y en el rendimiento de los trabajadores provocando consecuencias a nivel
productivo.
5. Bibliografía
Mitroff, I. y Pearson, C. (1995). Cómo gestionar una crisis. Ediciones Gestión 2000:
Barcelona.
A. Pauta de entrevista
2. ¿Cuáles fueron las señales que reconocieron ante esta situación perjudicial o
de crisis y después de cuanto tiempo las vieron y actuaron? (Por ejemplo:
reclamos de clientes, deterioro de productos o servicios, malas prácticas de
administración, etc.).
9. ¿Han tenido otro tipo de crisis dentro de la empresa? De ser así ¿De qué tipo
ha sido y cómo la han manejado o que planes de acción han puesto en
marcha?
DIRE CTORIO
COMITÉ E J E CUTIVO
GE RENTE GE NE RAL
Director Comercial Gerente Productores Gerente Operaciones Gerente Admin. y F inanzas S ub Gerente Personas
M erc ado Interno Ing. Agrónom os T écnica C oord. Ing. P royec tos Desarrollo -C omunicacio nes
C oordinación C om ercial T écnic os Agríc olas Adm in. M ateriales C oord. C ontable
Agroinsum os