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INTRODUCCION

En el presente ensayo se ha llegado a conocer, los aspectos más importantes de la


Argumentación Deductiva son aquellos cuyas conclusiones se siguen forzosamente
de sus premisas. Esto suele ocurrir porque la información aseverada en la
conclusión no dice nada más allá de lo que ya habían aseverado las premisas. Los
argumentos deductivos cuentan con validez lógica en su estructura o también
llamada forma lógica. Si la forma de un argumento es válida lógicamente, significa
que cuando las premisas sean verdaderas, la conclusión no puede ser falsa.

Si comprobamos que un argumento es lógicamente válido, otra cuestión aparte es


si la conclusión efectivamente es verdadera o no. Lo que nos interesa evaluar en
los argumentos deductivos es si la conclusión es verdadera gracias a las premisas
que se ofrecieron. Por eso la evaluación de los argumentos deductivos contempla
primero comprobar si la estructura es válida lógicamente y después si la conclusión
es efectivamente verdadera a razón de la verdad de las premisas. Si ambas cosas
se cumplen, entonces tenemos un argumento “sólido”.

Para evaluar si un argumento es válido por su estructura, hay varios métodos. El


llamado “método directo” consiste en modificar las premisas utilizando reglas lógicas
para obtener la conclusión. Los silogismos son argumentos deductivos porque
siguen reglas de este tipo, pero hay muchas otras reglas que nos permiten obtener
conclusiones válidamente. (Como Modus Ponens, De Morgan, etc. Consultar el
aprendizaje 9) El “método indirecto” es cuando se supone la negación de la
conclusión y si llegamos a una contradicción (algo afirmado y negado en el mismo
sentido y en el mismo tiempo), entonces se concluye con certeza que nuestra
suposición inicial (de que la conclusión era falsa) está equivocada; por tanto se
puede afirmar la verdad de la conclusión sin dudas. Éste método indirecto se llama
método de reducción al absurdo.
¿Cómo influye la argumentación deductiva en el aprendizaje académico de los
estudiantes universitarios?
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

¿Cómo influye la argumentación deductiva en el aprendizaje académico de los


estudiantes universitarios?
LA ARGUMENTACIÓN DEDUCTIVA

Los argumentos deductivos son un tipo de argumentos en los que la conclusión se


sigue lógicamente de las premisas. En otras palabras, en estos argumentos la
conclusión está contenida implícitamente en las premisas y el paso de estas a
aquella consiste en una inferencia que hace explícito el contenido implícito en las
premisas. Cuando la conclusión tiene esta relación lógica con las premisas,
entonces decimos que el argumento es válido.
La lógica formal estudia las reglas que rigen la argumentación deductiva cuyo
conocimiento nos sirve para determinar si un argumento es válido o no de una
manera exacta e inequívoca. Aristóteles proponía como ejemplo el siguiente: “todos
los hombres son mortales, Sócrates es un hombre, luego Sócrates es mortal”.

Aunque no siempre es tan evidente la distinción entre premisas y conclusión.


Tomemos, por ejemplo, este texto de Arthur Conan Doyle, el creador de Sherlock
Holmes: “Un perro estaba encerrado en los establos, y, sin embargo, aunque
alguien había estado allí y había sacado un caballo, no había ladrado (....) es obvio
que el visitante era alguien a quien el perro conocía bien”. Holmes tiene dos
premisas. Una es explícita: el perro no ladró al visitante. La otra es un hecho general
acerca de los perros que presume que nosotros conocemos: los perros ladran a los
desconocidos. Estas dos premisas implican que el visitante no era desconocido
(conclusión).

La validez es una propiedad de los argumentos, la cual hace referencia a su


estructura.
La validez es una propiedad exclusiva del argumento deductivo y consiste en que
si suponemos que las premisas son verdaderas, la verdad de la conclusión se infiere
necesariamente de ellas. Esto ocurre porque en un argumento deductivo no
obtenemos en la conclusión más información que la que ya está contenida en las
premisas, de tal forma que la conclusión sólo hace explícito algo que ya está dicho
en las premisas de manera implícita. Así, pues, si suponemos la verdad de las
premisas, no hay manera de que nuestra conclusión sea falsa.

La validez tiene que ver con la estructura del argumento y no con su contenido, es
decir, para determinar si un argumento deductivo es válido no nos interesa
corroborar si el contenido de las oraciones en que se expresan las premisas es de
hecho verdadero, sino simplemente lo suponemos y de ahí observamos si se sigue
la conclusión necesariamente.

Para ilustrar mejor la idea de validez de los argumentos deductivos podemos pensar
en un contenedor que adentro tiene dulces que son del sabor “verdad”. Dado que la
conclusión está contenida en las premisas (en este caso en el contenedor) o surge
de ellas, no hay manera de que la conclusión sea falsa, es decir, si se introduce la
mano en el contenedor para sacar de ahí la conclusión, ¿Hay manera que de estos
dulces (que simulan a las premisas de un argumento deductivo) salga una
conclusión que sea falsa? La respuesta es ¡No! Necesariamente siempre se
obtendrá un dulce con el sabor “verdad”. Otra manera de decirlo técnicamente es
que de la verdad necesariamente se sigue la verdad, no hay manera de que se
concluya una falsedad.

En un argumento deductivo siempre suponemos que las premisas son verdaderas


y, si esto es así, no hay manera de que la conclusión sea falsa, pues está sacada
de esas premisas. Por eso se dice que si el argumento es válido, la verdad de la
conclusión se sigue necesariamente de las premisas.

POR EJEMPLO:

 Todas las canciones de los Beatles llegaron al primer lugar de


popularidad.
 Cielito lindo es una canción de los Beatles.
 Cielito lindo llegó al primer lugar de popularidad.

Si queremos determinar si Este argumento es válido tenemos que preguntarnos?

¿Si suponemos que las premisas son verdaderas la conclusión se sigue


necesariamente de ellas?

Suponemos que es verdad que “Todas las canciones de los Beatles llegaron al
primer lugar de popularidad” y suponemos que “Cielito lindo es una canción de los
Beatles” ¿se sigue necesariamente entonces que Cielito lindo llegó al primer lugar
de popularidad? La respuesta es sí, eso me indica que el argumento es válido.
Como se puede advertir, no requerimos ir a confrontar con la realidad si
efectivamente lo que se afirma en las premisas es verdadero, simplemente lo
suponemos, pues la validez tiene que ver con la estructura del argumento, con ver
si hay una lógica interna en la manera en cómo se relacionan sus elementos, en
observar si la conclusión es coherente en relación con lo que se afirma en las
premisas, es decir, si la conclusión se desprende o infiere necesariamente de dichas
premisas.
Otras estructuras deductivas con las que es deseable te vayas familiarizando son:

Si p entonces q Si p entonces q poq Si p entonces q


No q p No p Si q entonces r
∴ No p ∴q ∴p ∴ Si p entonces r

Lógica de la relevancia y validez

Desde un punto de vista filosófico la noción de validez plantea sus propios


problemas, lo que ha llevado a muchos lógicos a presentar modificaciones de esta
noción. Lo que se pretende con estas modificaciones es evitar ciertos
argumentos que resultan absurdos para el sentido común. La caracterización
anterior de la validez resulta que para muchos lógicos lleva a consecuencias que
resultan extrañas cuanto menos para la lógica del sentido común. Concretamente,
se aceptan dos formas de argumento que permiten inferencias que resultan
absurdas.

En la lógica clásica, a la que pertenece la noción de validez presentada en el


epígrafe anterior, se acepta que el condicional material («→», se lee «si…
entonces») tiene las siguientes propiedades:

(1) A → (B → A)

(2) ̚ A → (A → B)

Según (1) una proposición verdadera se sigue de cualquier otra y según (2), de una
proposición falsa se sigue cualquier proposición. Para ver más claro por qué para
los lógicos de la relevancia esto es inadmisible, veremos el tipo de argumentos que
esto permite.

(1′) Shakespeare escribió Hamlet, entonces si los leones son mamíferos, entonces
Shakespeare escribió Hamlet.
(2′) 3 + 5 = 16, entonces Shakespeare escribió Hamlet.
La validez de estos argumentos es inaceptable para los lógicos de la
relevancia (y para el sentido común), de modo que ellos proponen reformar la
noción de validez de tal modo que los argumentos de este tipo no puedan
considerarse lógicamente válidos. Desde su punto de vista, la validez no
depende únicamente de la estructura sintáctica de los argumentos, sino que debe
existir una relevancia semántica de las premisas con respecto a la conclusión.
De este modo, para los lógicos de la relevancia el contenido semántico de las
proposiciones es necesario para considerar la validez de los argumentos desde un
punto de vista lógico.
CONCLUSIONES

1. A manera de conclusión diré que el empleo del lenguaje escrito es


fundamental para lograr la adquisición, consolidación y transmisión de
cualquier conocimiento, por eso es importante analizar los usos didácticos de
la lectura.

2. El significado que el lector construye no sólo proviene de la hoja impresa,


sino también de sus experiencias, de sus conocimientos previos,
estructurados en esquemas, los cuales orientan la comprensión del texto y
permiten establecer notas o imponer énfasis selectivos en la información del
contenido y en los procesos inferenciales. En general ayudan a determinar
qué información es relevante para el lector y cuál no lo Es.

3. La escuela representa sólo un contexto dentro de un continuo de contextos


de sociabilización relacionados con la lectura, de ahí que sus usos y
funciones sean diversos, por lo que las actividades de lectura deberían entran
en las interacciones del salón de clases como alternativas sociales,
colaborativas y naturales a la actividad del habla y no únicamente como
eventos aislados.

4. Lo que es importante retener aquí es lo siguiente: la validez deductiva de un argumento


no depende del contenido de las premisas, sino de su estructura, pero el hecho de que
un argumento sea válido, nos garantiza que en caso de que las premisas sean
verdaderas, la conclusión también lo es. En este caso decimos que la validez tiene la
propiedad de conservar la verdad.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

GAGNÉ, R.

1974 Las condiciones del aprendizaje, Madrid, Aguilar.

AUSUBEL, David

1976 Psicología Educativa: Un enfoque cognoscitivo, México, Trillas.

BRUNNER, Jerome

1986 Acción, pensamiento y lenguaje, México, Alianza.

BIBLIOWEB
https://filosofia.laguia2000.com/logica/argumentos-deductivos

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