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Parte 1 de 6: Definir lo básico

Ten una idea. Puede ser un producto que siempre quisiste hacer o un servicio
que sientas que la gente necesita. Incluso puede ser algo que la gente no sabe
que necesita, ya que aún se ha inventado.

2 Define tus metas. ¿Quieres tener independencia financiera y con el tiempo


vender tu negocio a un mejor postor? ¿Quieres algo pequeño y sustentable que
adores hacer y que derive en un ingreso estable? Es importante saber estas
cosas desde temprano.

3 Crea un nombre de trabajo. Puedes hacerlo antes de tener una idea para el
negocio. Y si el nombre es bueno, puede que ayude a definir tu idea comercial.
A medida que el plan crezca y las cosas empiecen a tomar forma, es posible
que aparezca el nombre perfecto, pero no dejes que eso te detenga en las
primeras etapas. Crea un nombre que puedas utilizar mientras hagas tu plan y
que no te importe cambiar después.

4 Define tu equipo. ¿Lo harás solo o lo harás con alguno de tus amigos de
confianza? Es posible que ayude a poner mucha sinergia sobre la mesa, ya
que las personas suelen intercambiar ideas entre sí. Con frecuencia, dos
personas juntas pueden crear algo más grande y mejor que la suma de dos
partes separadas.

5 Decide con inteligencia. Cuando escojas a la persona o las personas con las
que construirás tu negocio, ten cuidado. Aunque sea tu mejor amigo, no
significa que será un buen socio para la operación del negocio. Algunas cosas
para considerar cuando debes elegir a tus socios y los miembros secundarios
son las siguientes:
¿La otra persona complementa tu debilidad? ¿O ambos tienen el mismo
conjunto de habilidades? Si se trata de esto último, ten cuidado ya que podrías
llegar a tener demasiados cocineros preparando las mismas recetas mientras
las mesas quedan desatendidas.

Parte 2 de 6: Hacer un plan de negocios

1 Crea un plan de negocios. Un plan de negocios ayuda a definir lo que


necesitas para comenzar tu negocio, ya sea grande o pequeño. Resume el
sentido de tu negocio en un documento simple. También crea un mapa para los
inversores, banqueros y otras partes que puedan interesarse, con tal de
determinar cómo pueden ayudarte y decidir si tu negocio es viable.

2 Crea un resumen ejecutivo. Serán necesarias varias partes básicas para tu


plan de negocio. La primera es el resumen ejecutivo. Describe el concepto
general del negocio, cómo se financiará, cuánto financiamiento necesitarás,
cuál es el estado actual, incluyendo el estado legal, las personas involucradas y
una breve historia, y cualquier otra cosa que haga ver a tu negocio como una
propuesta ganadora.

3 Redacta una descripción del negocio. Describe más específicamente tu


negocio y cómo se ajustará al mercado en general. ¿A quién le venderás y
cómo distribuirás el producto?

4 Enumera algunas estrategias de mercadeo. Debes conocer tu mercado si


quieres ser exitoso, así que pasa un buen tiempo analizando quién querrá tu
producto y cómo tu plan será atractivo para ellos para poder sacar dividendos
de eso. ¿Qué tamaño tiene tu mercado, habrá oportunidades de expandir el
mercado inicial y cuáles son tus ventas potenciales? Cuando comprendas
estas variables, querrás darlas a conocer a la persona que leerá tu plan.

5 Haz un análisis competitivo. A medida que desarrolles las secciones


anteriores, sabrás quiénes serán tus competidores claves. Averigua quién hace
algo similar a lo que estés planeando y cómo ha sido su éxito. Igual de
importante es encontrar debilidades y qué hizo que su empresa se derrumbara.

6 Redacta un plan de desarrollo. ¿Cómo crearás tu producto? ¿Se trata de un


servicio que quieres ofrecer o es algo más complejo como software, un
producto físico como un juguete o una tostadora? Sea lo que sea, ¿cómo lo
construirás? Define el proceso, desde la materia prima, pasando por el
ensamblaje hasta la terminación, el empaque, el almacenamiento y el envío.
¿Necesitarás más personas? ¿Tendrás que trabajar con sindicatos? Todas
estas cosas deben tomarse en cuenta.

7 Planifica tus operaciones. ¿Quién será el líder y quiénes lo seguirán? Define


tu organización, desde la recepcionista hasta el director ejecutivo y el papel que
juega cada uno en cuanto a funciones y temas económicos. Conocer la
estructura de tu organización te ayudará a planificar los costos operativos y
precisar cuánto capital necesitarás para ponerla en funcionamiento de forma
efectiva.

8 Cubre los temas financieros. En resumen, esto describe cuánto planeas


gastar y cuánto tienes. Ya que esta parte es la más dinámica de tu plan y
quizás la más importante para tener estabilidad a largo plazo, debes
actualizarla mensualmente el primer año, cada cuatrimestre el segundo año y
anualmente después de eso.

Parte 3 de 6: Cubrir la parte legal


1 Considera tener un abogado o un asesor legal. Habrá muchos obstáculos
que sortear al pasar de ser un asalariado a un dueño de microempresa mal
pagado y con exceso de trabajo. Algunos de estos obstáculos serán montones
de documentos con leyes y regulaciones, desde convenios de construcción
hasta ordenanzas municipales, permisos, requisitos del estado, impuestos,
honorarios, contratos, acciones, sociedades y más. Tener a alguien que
puedas llamar cuando sea necesario no sólo te dará paz mental sino también
un recurso muy necesario que puede ayudarte a que el plan tenga éxito.
2Consigue un contador. Querrás a alguien que pueda manejar hábilmente tus
finanzas. Aunque sientas que tú puedes manejar tus propios libros, aún
necesitarás a alguien que entienda el lado impositivo de hacer funcionar un
negocio. Los impuestos pueden ser un tema complicado, así que necesitarás
por lo menos un asesor impositivo. De nuevo, no importa cuánto de tus
finanzas manejen, debe ser alguien de confianza.

Parte 4 de 6: Manejar las finanzas


1 Cubre los costos iniciales. ¿Cómo financiarás tu microempresa inicialmente?
El banco, capitalistas de riesgo, inversores de proximidad, un programa
gubernamental y tus propios ahorros son opciones viables. Cuando empieces
un negocio, sé realista. Probablemente no consigas el 100 por ciento de lo que
requieras, así que deberás tener una reserva para financiar algunas cosas
hasta que todo esté en funcionamiento. Uno de los caminos más seguros para
fracasar es tener poco capital.

2 Ten más que el mínimo. Podrías determinar que necesitarás $50,000 para
empezar tu microempresa y está bien. Obtienes tus $50,000, compras
escritorios, impresoras y materia prima, pero luego llega el segundo mes y aún
te encuentras en fase de producción, debes pagar la renta, tus empleados
quieren recibir su pago y todas las facturas se acumulan.

3 Guarda esos centavos. Planea que tus compras de suministros de oficina y


gastos generales sean mínimos en el inicio. No necesitas un increíble local de
oficinas, las sillas más modernas ni obras de arte costosas en las paredes. Un
pequeño armario en la mejor dirección podría ser suficiente si logras dirigir a
tus clientes a la cafetería cercana para tus reuniones (puedes esperarlos en el
vestíbulo). Muchas microempresas que inician han fracasado por comprar
artilugios costosos en vez de enfocarse en el negocio.

4 Haz números y planea con antelación. Diseña tu camino hacia el éxito


financiero. ¿A qué precio quieres vender tu producto o servicio? ¿Cuánto te
costará el producto? Calcula un estimado de beneficio neto, tomando en cuenta
los costos fijos como el alquiler, la electricidad, los empleados, etc.

5 Echa un vistazo a tus competidores. Averigua a qué precio venden un


producto similar al tuyo. ¿Puedes añadirle algo (valor agregado) para hacer
que tu producto sea diferente y que tenga un precio más tentador? Por
ejemplo, quizás tu empresa quiera proporcionar un año más de garantía sin
costo o un repuesto gratuito o un dispositivo adicional junto con el producto
original.

6 Maneja tus costos de funcionamiento. Presta atención a tus costos de


funcionamiento y mantenlos alineados a tus proyecciones. Cuando veas que
hubo un gasto que representa un desperdicio (como electricidad, planes
telefónicas, papelería, embalaje) revísalo bien y estima realmente cuánto
necesitas.

7 Encuentra una forma de recibir pagos. Tendrás que hacer algo para recibir el
pago de tus clientes o usuarios. Puedes conseguir algo como Square, que es
excelente para microempresas ya que requiere de poco papeleo y las tarifas
son mínimas. Sin embargo, si te sientes incómodo con la tecnología, puedes ir
a la antigua y conseguir una cuenta comercial.

Parte 5 de 6: Comercializar tu negocio


1 Consigue un sitio web. Si quieres vender en línea, pon tu comercio
electrónico en funcionamiento, ya sea creando un sitio web o hacer que alguien
lo construya para ti. Es la cara visible de la empresa, así que lo que sea que
sirva para que la gente quiera visitarla y quiera quedarse en ella, hazlo.

2 Contrata diseñadores profesionales. Puede que al principio te cuesten más,


pero un sitio bien diseñado y seguro es algo esencial. Debe verse profesional y
funcionar sin problemas. Si incluyes transacciones monetarias, invierte en una
encriptación de seguridad y asegúrate que tus empresas de transferencia de
dinero sean sólidas y confiables.
3 Descubre tu publicista interior. Puede que verdaderamente creas en tu
producto o servicio pero no funcionará a menos que todos los demás crean lo
mismo. Si eres nuevo en el mundo de la publicidad y el mercadeo o no te gusta
el campo de las ventas, ahora es el momento de superar esos sentimientos y
ponerte el traje de publicista. Debes desarrollar un excelente mensaje para
convencer a las personas de que necesitan tu producto o servicio. Ten tarjetas
de presentación interesantes y llamativas.

4 Toma tiempo para desarrollar una excelente presencia en redes sociales.


Puede hacerse antes de que la microempresa esté lista, aumentando la
anticipación. Utiliza Facebook, Google+ y Twitter y cualquier otra red social
para crear entusiasmo y esparcir el mensaje. Querrás construir un boca a boca
para que la gente empiece a seguir tu progreso. Asegúrate de escoger cuentas
comerciales para tu negocio y mantén las cuentas personales separadas.

5 Lleva adelante los planes de comercialización y distribución. Con tu producto


ya construido o el servicio desarrollado, más una expectativa razonable de
venta, empieza el mercadeo. Si harás publicidad en periódicos, necesitarán el
texto o las imágenes con al menos dos meses de antelación a la fecha de
publicación.
Parte 6 de 6: Lanzar tu negocio

1 Consigue un espacio. Ya sea en una oficina o una bodega, si necesitas


espacio más allá de tu cochera o tu baño secundario, ahora es el momento de
buscarlo.

2 Crea tu producto o desarrolla tu servicio. Una vez que tienes todo el negocio
planificado, financiado y tienes tu nivel básico de personal, comienza. Ya sea
sentarse con los ingenieros a codificar y probar el software, hacer que la
materia prima sea enviada a tu lugar de fabricación (conocido como "cochera")
o comprar al por mayor para bajar los precios, el proceso de construcción es el
tiempo en el que preparas para salir al mercado. En este tiempo, puede que
descubras cosas como las siguientes:
La necesidad de modificar algunas ideas. Quizás el producto necesita un color,
una textura o un tamaño diferente. Quizás tus servicios deben ser más amplios,
menos amplios o más detallados. Este es el momento de prestar atención a
cualquier cosa que surja en las fases de prueba y desarrollo. Sabrás cuando
algo necesita modificarse para mejorar o hacerlo un poco más diferente a lo
que ofrece tu competencia.

3Lanza tu producto o tu servicio. Cuando el producto está construido,


empacado, codificado, en línea y listo para venderse, o cuando tu servicio está
funcionando y listo para ofrecerse, organiza un evento especial para lanzar tu
microempresa.

Consejos
Proporciona siempre valor y servicio a tus clientes potenciales, aún cuando no
lo sean en este momento. Cuando sí necesiten tu producto, querrás que
piensen primero en ti.
Con la ventaja del Internet, los negocios en línea son probablemente la forma
más fácil para empezar y los menos costosos en términos de costos iniciales,
en comparación con la contraparte fuera de línea.
No tengas miedo de experimentar con los precios.
Trata de agregar más y más ideas geniales a medida que avanzas.
Sigue aprendiendo y adáptate al cambio. Encuentra amigos, mentores,
organizaciones relacionadas con las empresas locales, foros de Internet y wikis
para discutir los detalles cotidianos de tener una microempresa. Es mucho más
fácil llevar adelante de buena manera los negocios y prosperar cuando no se
pierde tiempo y energía "tratando de reinventar la rueda".

Advertencias
Ten cuidado con las propuestas de negocios que ofrecen "algo a cambio de
nada". Probablemente involucren llevarse algo de alguien y ese alguien
usualmente eres tú. Existen innumerables variaciones, algunas más pulidas
que otras. Un ejemplo de estas son los esquemas piramidales[2] y el fraude por
pago por adelantado.

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