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MANIFIESTA.

SR. PRESIDENTE DE LA COMISIÓN


DE DISCIPLINA Y ACUSACIÓN
DEL CONSEJO DE LA MAGISTRATURA DEL
PODER JUDICIAL DE LA NACIÓN

JUAN M. RAMOS PADILLA, en mi carácter de defensor de Alejo Ramos


Padilla, en el marco del expte. 35/2019, caratulado “Mahiques, Juan Bautista
(consejero) s/ act. del Dr. Ramos Padilla Alejo”, constituyendo nuevo domicilio en
Talcahuano 240 piso 4to. De la ciudad de Buenos Aires, me presento y respetuosamente
digo:

I. Aclaración preliminar
a. El trámite de un proceso de remoción, que debería ser un procedimiento
ejemplar, transparente e inobjetable se ha transformado en una disputa política
encabezada por el presidente Mauricio Macri, la A.F.I, el Ministro de Justicia, el
representante del P.E.N. ante el Consejo de la Magistratura, sus aliados políticos y
judiciales contra mi defendido, el Sr. Juez Federal de Dolores, que en soledad y con
escasos recursos lleva adelante una investigación que los incomoda.

b. El juez federal de Dolores no puede explayarse en su defensa, ya que su


función principal es la de proteger la investigación judicial que lleva adelante. De allí
que será este abogado el encargado de exponer algunos hechos, sin realizar mayores
valoraciones para que los Sres. consejeros puedan percibir la gravedad institucional de
las acciones que se están llevando adelante para remover y obstruir la actuación de un
juez de la Nación. En estas acciones aparecen involucrados el Poder Ejecutivo Nacional,
la Agencia Federal de Inteligencia, legisladores y magistrados federales.

c. Resulta preocupante que aquellos que están llamados a corregir a los jueces,
no adviertan a los magistrados y funcionarios públicos que han llevado adelante una
captación, acumulación y circulación de escuchas violatoria de los preceptos más
elementales del Estado de Derecho, no dispongan investigar a quienes aportan, filtran
y distribuyen y utilizan esas escuchas, y por el contrario, tengan la pretensión de que
quien investiga el espionaje ilegal y este tipo de prácticas ilegales en la Argentina se
expida sobre ellas.

Resulta paradójico que en el juzgado de Dolores se investigue el modo en que


los servicios de inteligencia introducen prueba ilegal en el circuito judicial y para lograr
que el juez que interviene en la causa sea removido o sancionado, los involucrados en
aquel proceso introducen prueba de manera ilegal en un expediente judicial que dirige
otro de los investigados, con la que ahora se quiere avanzar en este Consejo de la
Magistratura.

d. Por otro lado, quiero creer que esta Comisión del Consejo de la Magistratura
no pretende que mi asistido se defienda sobre pruebas manifiestamente ilegales como
son “las escuchas” -que nada prueban- tomadas sobre personas en estado de
vulnerabilidad, en el marco de una causa en la que no se los investigaba, que nunca
fueron transcriptas por orden de un juez, que se mandaron a destruir y que, luego,
aparecieron mediante “anónimos” que presentaron en la justicia los investigados en la
causa de Dolores.

e. Pretender que un Juez analice estas ilegalidades es admitir que denunciantes,


jueces y eventualmente los Sres. consejeros pueden incursionar con las escuchas de esta
naturaleza y utilizarlas con propósitos contrarios a los que permite la ley y la
Constitución Nacional. De allí que este Consejo debió haber tomado las precauciones
del caso para evitar que se genere este debate e inmediatamente proceder, como lo ha
señalado recientemente la C.S.J.N., a eliminarlas del proceso.
Por tal motivo, es el suscripto, en su función de abogado, el que frente al
irregular traslado que se corre en los términos del artículo 11, quien habrá de exponer
estos temas, preservando la opinión del magistrado de Dolores, eliminando cualquier
posibilidad de prejuzgamiento.
II. Breve referencia a la causa de Dolores
De la lectura de uno de los anexos de estas actuaciones Nº 35/2019 surge que la
causa FMP 88/2019 del Juzgado Federal de Dolores se inició a partir de una denuncia
donde se invocaron hechos ocurridos en Pinamar. Una fiscal subrogante formuló
requerimiento de instrucción, luego el fiscal titular amplió el requerimiento y
calificó los hechos como constitutivos del delito de asociación ilícita. Se trataba de un
delito en curso, con riesgo para la vida y la integridad física de un ciudadano, lo que
imponía además actuar con urgencia de modo de hacer cesar el delito.
A pedido del propio fiscal se llevaron a cabo numerosas medidas, entre ellas, un
allanamiento1 el día 6 de febrero a partir del cual se logró recabar prueba sobre más de
treinta operaciones delictivas cometidas por una organización dedicada al espionaje
ilegal, la extorsión, coacción, tráfico de influencias, lavado de activos de origen ilícito,
etc. con contactos en todos los poderes del Estado.
Ese día -6 de febrero- se dispuso el secreto de sumario y se modificó
sustancialmente el objeto de investigación, el que recién se dio a conocer 2 con la
resolución dictada el 25 de febrero de 2019 que dispuso el procesamiento y prisión
preventiva de Marcelo Sebastián D´Alessio y se hizo pública a través del CIJ.
Luego, se dictaron decenas de resoluciones por parte del juez de primera
instancia, la Cámara Federal de Apelaciones de Mar del Plata y la Cámara Federal de
Casación Penal. En ninguna de ellas se cuestionó o insinuó siquiera una actividad que
pudiera serle reprochada al juez de Dolores.

1
Durante el curso de allanamiento que duró hasta la mañana del día 7, se encontraron diversos elementos
de prueba que excedían el delito primeramente denunciado -desde documentos de inteligencia, armas
sofisticadas, chalecos antibalas, equipos de grabación y placas identificatorias. Asimismo, se sucedieron
algunos episodios puntuales que fueron documentados, como el propio reconocimiento de Marcelo
D´Allesio de que en su computadora había investigaciones sobre narcotráfico y otras vinculadas a la
seguridad nacional, a las que –según sostenía- ni siquiera el Juez Federal podía tener acceso, por lo que
exigía comunicarse con el Director de la AFI Gustavo Arribas –y amigo personal del presidente- la
Ministro de Seguridad Patricia Bullrich y el fiscal Carlos Stornelli.
2
Hasta el día 6 de febrero por la tarde en la causa Nro. FMP 88/2019 se investigaba una extorsión en
curso en la que aparecía involucrado un supuesto abogado y agente de los servicios de inteligencia,
Marcelo D´Alessio, que presumía tener influencia sobre el Fiscal Carlos Stornelli y el Juez Claudio
Bonadío y le exigía al empresario Pedro Etchebest la suma U$S 300.000 para no ser investigado en la
causa de “los cuadernos”.
Actualmente, hay decenas de personas involucradas entre víctimas, procesados,
detenidos, indagados, rebeldes, querellados y querellantes que excede ampliamente los
supuestos sobre los que se quieren montar burdas teorías conspirativas que buscan
perjudicar la investigación de Dolores.

III. El inicio de este proceso de remoción: La orden del presidente Mauricio


Macri
El 17 de marzo pasado, en el programa del periodista Luis Majul, el presidente
de la Nación, Ingeniero Mauricio Macri, anunció públicamente su intención de destituir
al Juez Federal de Dolores y que había hecho una denuncia en el Consejo de la
Magistratura. En esa oportunidad, afirmó: “No es la primera vez, [de] Ramos Padilla.
Ya ha hecho varias, así que espero que el Consejo con todas las pruebas que hay
evalúe seriamente destituirlo”.3
A partir de la orden pública del presidente de la Nación de destituir al juez
comenzó una feroz persecución que incluía también amenazas futuras y rencores
pasados. El presidente refirió que “no es la primera vez” y que el juez de Dolores “ya
ha hecho varias”, lo que importa la presunción de que luego de esta denuncia, se inicien
“otras” por hechos que se desconocen.
A ello deben agregarse las manifestaciones públicas de los voceros y socios
políticos del Presidente -algunos de los cuales hasta reclamaron un ataúd para Ramos
Padilla, alegando que “ya está muerto”-; las reuniones de gabinete en las que se
analiza cómo actuar frente a la investigación que se lleva adelante en Dolores; las
publicaciones vinculadas a que el nuevo candidato a vicepresidente intentaría conservar
su cargo en este Consejo de la Magistratura para garantizar la destitución de Ramos
Padilla; y hasta la presencia de un imputado rebelde en actos oficiales junto al
presidente de la Nación -sumado a los hechos de público y notorio conocimiento de que
sería el mismo fiscal que le habría pedido personalmente la destitución del Juez de
Dolores-, entre otras tantas acciones que se llevaron adelante para impedir o entorpecer
el avance de la investigación.
3
Esa declaración mereció el repudio de muchas organizaciones nacionales e internacionales, como
Human Rights Watch, cuyo director para las Américas, José Miguel Vivanco, señaló que: “…el
gobierno no ha presentado ningún motivo convincente para justificar una investigación contra el juez
Ramos Padilla. Por el contrario, pareciera que el gobierno está tomando represalias contra un juez que
tiene a su cargo una investigación que le preocupa”.
Fueron varias las dependencias del Poder Ejecutivo Nacional que contribuyeron
a este proceso. Por vía administrativa intervino el Ministerio de Justicia, a través del Dr.
Germán Garavano y el representante del Poder Ejecutivo ante este Consejo -el recusado
Juan Bautista Mahíques- que iniciaron este expediente, al que luego se le agregaron
“escuchas filtradas” por la Agencia Federal de Inteligencia que dirige Gustavo Arribas
-amigo personal del presidente-, con la participación de magistrados y legisladores
investigados en la causa de Dolores.
No caben dudas de que el presidente Mauricio Macri siempre estuvo informado
por la propia AFI de esta “operación escuchas”, no sólo en virtud de quienes estaban
involucrados sino porque incluso el tema fue tratado en reuniones de gabinete.4 A partir
de estas estas escuchas y su distribución no solo se han fabricado las causas que se le
endilgan a mi defendido, sino que han sido utilizadas o habrán de utilizarse para
realizar operaciones judiciales y electorales impropias del Poder Judicial y que ese
Consejo de la Magistratura debería erradicar inmediatamente.

IV. La operación “escuchas”. Prácticas contrarias al Estado de Derecho


a. Es evidente también que a partir de la obtención de las primeras pruebas que
daban cuenta de la gravedad institucional que podía alcanzar la investigación de
Dolores, se recurrió a un mecanismo que incluye prácticas contrarias al Estado de
Derecho, la división de poderes y otros ámbitos de protección constitucional.
En particular se observa la captación, incorporación ilegal en expedientes
judiciales y filtración de escuchas a periodistas afines al gobierno nacional que debieron
ser destruidas, para denostar infundadamente una investigación judicial y para hacer
campaña política.

b. El día 8 de febrero de 2019, el fiscal Carlos Stornelli y las dirigentes de la


Coalición Cívica (CC) Mariana Zuvic y Paula Oliveto -en representación de la diputada
Elisa Carrió-, presentaron dos denuncias similares en Comodoro Py. En ambos casos,
los denunciantes refirieron haber recibido la información “anónimamente”.

4
https://www.infobae.com/politica/2019/05/27/mauricio-macri-analizo-con-sus-ministros-las-escuchas-
de-la-operacion-puf/
El fiscal señaló que le dejaron un “sobre” en su fiscalía que hacía alusión a
“escuchas” y las legisladoras hicieron mención a “transcripciones de escuchas” que les
habrían sido entregadas también “anónimamente”. En ambos casos, se les advertía sobre
conversaciones de exfuncionarios presos que fueron obtenidas a partir de una práctica
judicial irregular que se conoce como “excursión de pesca” dirigida especialmente con
fines de espionaje político y judicial prohibido por las normas más elementales que
resguardan la democracia y el modelo de Estado que protege la Constitución.

c. Estas denuncias se presentaron inmediatamente después del allanamiento


ordenado en la causa de Dolores, a partir del cual se modificó y amplió el objeto
procesal de aquella causa y se comenzó a entrever –al menos para las personas
vinculadas al falso abogado- que la investigación podía comprometer, entre otros, a
magistrados, legisladores y funcionarios del PEN y de la AFI.

d. De las conversaciones privadas incorporadas ilegalmente al expediente nro.


1374/19 y ventiladas por medios de comunicación, se podría llegar a inferir que alguno
de los “escuchados” tendría algún conocimiento de la extorsión de la que era víctima el
empresario Pedro Etchebest y que habría de formular una denuncia. Eso no es un delito.
Tampoco es extraño que se comente que se va a formular una denuncia sobre un delito
que no es instantáneo, sino que llevaba más de un mes de desarrollo.5

e. Las legisladoras de la CC plantearon la insólita teoría de que desde la cárcel se


había tejido “un complot” para perjudicar al fiscal Stornelli, al juez Bonadío y la causa
de las “los cuadernos”.6
Sin embargo, el avance de la investigación de la causa de Dolores dejó en claro
que las imputaciones contra el fiscal abarcaban todo tipo de hechos que nada tenían
que ver con las conversaciones de los presos, e incluyen su participación en muchas

5
En la denuncia, el Sr. Pedro Etchebest señala que venía grabando desde hacía más de un mes todas y
cada una de las conversaciones en las que el falso abogado D´Alessio, vinculado a los servicios de
inteligencia, se jactaba de su influencia sobre Stornelli, Bonadio y otros funcionarios le exigía U$S
300.000 para no ser involucrado en la causa “de los cuadernos”.
6
Luego el fiscal Stornelli se sumaría como parte querellante a esta causa que habría de investigar su
colega, amigo y también supuesta víctima, Claudio Bonadío, y abandonaría -como veremos- la primera de
las denuncias que había quedado radicada en el juzgado Federal nro. 9, a cargo del juez Rodríguez.
maniobras que están siendo investigadas y sobre las que se han dictado resoluciones de
mérito, como las acciones sobre Brusa Dovat, una cámara oculta sobre el abogado
Ubeira o la sospecha de que se mandó a investigar al ex marido de la actual pareja del
Fiscal Stornelli.

f. A medida que avanzaba la investigación en el juzgado de Dolores, se fueron


agregando a la causa de Bonadío nuevas presentaciones de la Dra. Elisa Carrió. El día 6
de marzo las legisladoras de la Coalición Cívica denuncian a la expresidenta Cristina
Fernández de Kirchner, al exembajador y actual candidato a diputado nacional Eduardo
Valdez, a los procesados y detenidos Marcelo D´Alessio, Ricardo Bogoliuk, Norberto
Aníbal Degastaldi y a mi defendido, el juez federal Dr. Alejo Ramos Padilla a quien
acusan de actuar con “evidente incompetencia”.7
Luego, la Dra. Carrió continuó denunciando en aquel expediente a los diputados
Rodolfo Tailhade y Agustín Rossi, mientras la legisladora del Mercosur Mariana Zuvic
señalaba públicamente en los medios de comunicación que el jefe de “la operación puf”
era el candidato a presidente de la Nación Alberto Fernández. Un verdadero absurdo.

g. Está claro que el juez Alejo Ramos Padilla no pudo haber actuado de acuerdo
con Marcelo D´Alessio, Ricardo Bogoliuk y Norberto Degastaldi, a quienes allanó,
detuvo y les dictó la prisión preventiva. Que constituye otro dislate el resto de las
interpretaciones que las legisladoras de la CC en las que involucran en una asociación
ilícita a la expresidenta, a candidatos a presidente, diputados, exembajadores y a mi
defendido.

h. En todo caso, las legisladoras -que tienen derecho a intentar desvincularse del
falso abogado- se encuentran autorizadas a formular sus presentaciones en el Juzgado de
Dolores donde, no caben dudas, se les han puesto a su disposición todos los
procedimientos que le otorga la ley y es allí donde precisamente se encuentra detenido y
se investiga –entre otros- a Marcelo D´Alessio.

7
El tema de la competencia territorial ha sido abordado por mi asistido en su descargo. La competencia
para intervenir del Juzgado de Dolores ya fue analizada y avalada por las instancias superiores.
i. En definitiva, en esta causa 1374/2019 iniciada por las legisladoras de la CC
ante el Juzgado de Bonadío que forma parte del Anexo 5 de este expediente, no es
posible determinar cuál sería el delito –salvo la intromisión ilegal en la privacidad y
la utilización de escuchas ilegales en contravención con la ley de inteligencia-.
Tampoco se sabe a quién apunta, si a “los presos K”, a quienes se comunicaban con
ellos, al juez de Dolores que lo investiga, a la expresidenta Cristina Fernández, al
candidato a presidente Alberto Fernández o a algún otro.
En realidad, todo esto parece ser parte de una campaña política sucia que es
materia de discusión en las reuniones de gabinete, en la que interviene la Agencia
Federal de Inteligencia y en la que se apela a prácticas de espionaje político y judicial
vinculadas a los servicios de inteligencia que la C.S.J.N. recordó recientemente que
“merecen el máximo repudio social” y deben ser “prevenidas y castigas por la ley y la
jurisprudencia”.

j. Todo es tan absurdo e irracional que no se me ocurre cuál podría ser el delito
que investiga el juez Bonadio en la causa 1374/2019, y sobre la base de qué elementos
puede continúa aquella investigación. Sí se observan muchos patrones de arbitrariedad,
desde el modo en que se adjudicó la causa al magistrado, la falta de excusación de un
juez con interés directo en el proceso, la conexidad con un proceso anterior a cargo de
otro juez, la utilización de escuchas irregularmente obtenidas a través de otros
expedientes, la comunidad de intereses entre magistrado y querellantes, entre otros. En
definitiva, el uso y abuso de funciones jurisdiccionales para atender a su defensa.
Se trata de un expediente que busca inmiscuirse en la intimidad de personas
privadas de su libertad, opositores políticos o quienes los investigan o querellan en otro
proceso que, junto con escuchas ilegales, filtraciones y vergonzosas acciones de prensa,
utilizan para formular las más disparatadas elucubraciones en plena campaña electoral.
Por suerte la comunidad jurídica en general y la Corte Suprema de Justicia de la
Nación en particular se ha anticipado en este caso, y han señalado el grave riesgo en que
se está colocando al Estado de Derecho, para que acciones persecutorias como las que
aquí se proponen en contra de un juez que cumple con sus obligaciones sean
desestimadas y aquellos que las promueven e incentivan sean inmediatamente
desautorizados.
Ahora es este Consejo el que está llamado a actuar en la misma dirección que el
Más Alto Tribunal de la Nación en defensa de los principios que hacen al Estado de
Derecho.

k. Se trata de un aprovechamiento similar o incluso más grave por el que en su


momento se investigó a funcionarios del gobierno de la ciudad de Buenos Aires por
espionaje ilegal y escuchas ilegales y que involucró al entonces jefe de gobierno
Mauricio Macri, a Jorge Fino Palacios, Mariano Narodowski, Ciro James y a los
jueces de instrucción de la Provincia de Misiones Dres.. José Luis Rey y Horacio
Gallardo que fueron destituidos.
Lo que se observa aquí es un Juez Federal de Lomas de Zamora, que realiza
escuchas masivas e indiscriminadas en una causa por drogas sobre un pabellón
donde se encuentran precisamente los ex funcionarios del gobierno anterior, que
luego son “blanqueadas” a partir de anónimos y recepción por parte de ciertas
personalidades públicas del material obtenido, encargados de hacer la denuncia
como víctimas o apelando a un alegado interés público.
La operación sería igual o más grave que la que se llevó a cabo con
funcionarios del entonces gobierno de la ciudad de Buenos Aires, y hace
responsable especialmente a los jueces que disponen, almacenan y/o pretenden
utilizar las escuchas de personas detenidas, -en algunos casos a su disposición- e
investigan y avanzan en procesos a partir de una injerencia arbitraria del estado, en
el caso de gran magnitud (si estamos a la cantidad de escuchas que estarían
circulando).
Se trata de un aprovechamiento indebido de escuchas obtenidas
irregularmente, con la participación y anuencia -también indebida- de algunos
magistrados y funcionarios que debían garantizar esa privacidad y que compromete
seriamente el Estado de derecho y la correcta administración de justicia, a tal punto
que conductas de esta naturaleza ya han sido expresamente censuradas por diversos
tribunales internacionales y también en el conocido caso Gürtel del Tribunal
Superior Español donde se removió a un reconocido magistrado del Poder Judicial.
Que se realicen estos “blanqueos” a través de reclamos y envíos que en
apariencia se formulan entre un juez y otro a partir de causas iniciadas por
narcotráfico, con anónimos o lo que es peor las propias escuchas, no las legaliza, ni
transforma en legal las injerencias arbitrarias que se observan sobre ex funcionarios
opositores. Todo es más grave, cuando además se observa que todo parte de un
interés político y judicial y le son entregadas a aquellos magistrados y legisladores
vinculados precisamente con el expediente D´Alessio para utilizarlas en su propia
defensa o de sus intereses.

l. Pero el espionaje judicial, podría ser sólo una parte de una maniobra
política y judicial ilegal más ambiciosa, y atendiendo al modo en que se fueron
sucediendo los hechos, premeditada.
Ello se observa, a partir del momento en que las escuchas fueron solicitadas
también en el marco de la causa 9608/2018, “Fernández, Cristina Elisabet
s/asociación ilícita” Es decir que el Dr. Claudio Bonadio, le pide a su colega, el Sr.
Juez Federal Claudio Villena, o la AFI, le remita todas las escuchas del complejo
penitenciario federal de Ezeiza, donde se encuentran alojados ex funcionarios del
anterior gobierno, en una causa de personas donde se investigarían hechos de
narcotráfico y/o personas que nada tendrían que ver con la ex presidenta, para
investigar a las personas que tiene detenidas a su disposición.
De este modo, triangula y consigue las escuchas de los presos que tiene a su
disposición y hasta las agrega en la misma causa donde los investiga o produce otras
causas como la que se trae a este expediente. Conductas de este tipo han importado
el inmediato apartamiento y remoción del magistrado que pretende utilizar estas
metodologías que son en definitiva una repudiable actividad ilegal por parte del
Estato..
No exagero tampoco, a la luz de lo acontecido, si señalo que con este modo
de proceder se podría intentar afectar también a la voluntad del electorado en estas
próximas elecciones presidenciales, con anónimos, filtración de escuchas y la
colaboración de medios afines al gobierno (conducta expresamente prohibida por
ley 25.520, art. 4), pues en definitiva lo que se buscaba era blanquer escuchas para
agregar de algún modo a la causa seguida a la ex presidenta Cristina Fernández.
Véase también que -aun cuando se trate de escuchas que no han sido
remitidas a este proceso seguido al Dr. Alejo Ramos Padilla-, las escuchas a ex
funcionarios detenidos del gobierno anterior abarcarían varios meses, lo que
importa la necesidad de que este Consejo de la Magistratura adopte los recaudos
para que las mismas no sean utilizadas en ninguno sentido. En los procesos
judiciales para obstruir investigaciones, fabricar causas o pre-constituir prueba de
manera ilegal y etc. en el proceso electoral-que es aún más grave- para afectar la
decisión soberana del pueblo de la Nación Argentina.

m. A partir de ello, es claro también, el armado, construcción y


direccionamiento de determinadas causas, como la que se intenta contra mi
defendido. Estamos frente al espionaje político y judicial que castiga la ley 25.520
Sin embargo, no me cabe dudas, que será el propio Consejo de la
Magistratura el más interesado en evitar el uso de estas escuchas ilegales, aun cuando
no se alcanza a comprender como se viene actuando de una manera tan relajada, al
punto de habérsele entregado a esta defensa técnica un audio en soporte digital, en
el que hay conversaciones entre detenidos y abogados y también con menores de
edad. (Así por ejemplo el caso de Roberto Baratta y otras personas privadas de su
libertad en conversaciones reservadas a la intimidad).
No habré de ingresar en el análisis de estas escuchas que andan circulando
por todos lados, precisamente para no incurrir en el error en el que ingresa el
Consejo de la Magistratura cuando pretende llevar adelante un proceso sobre la base
de estas ilegalidades, sólo recordaré que el TEDH ha señalado que la injerencia ilegal
a la intimidad existe desde la interceptación de las comunicaciones, sin que importe
la posterior utilización de las grabaciones (STEDH Kopp contra Suiza, de 25 de
marzo de 1998)
No es un tema que pueda escaparles al conocimiento de los Sres. Consejeros,
pues la entrega de estas escuchas al abogado fue debatida en el seno de esta
Comisión de Acusación, pero en el caso, esas grabaciones no solo se realizaron sin
fundamento o con fundamento aparente y desproporcionado, sino que fueron
reclamadas por precisamente por un magistrado que no debía acceder a ellas, porque
no tiene que conocer por este medio cual son los consejos que puede hacerle un
abogado o una persona de su confianza a un detenido a su disposición, ni tampoco
sus impresiones, necesidades o preocupaciones.
Todo el modo en que se recolectó reclamó, distribuyó, filtró, transcribió y
finalmente entregaron a este Consejo la escuchas hablan de una operación
direccionada en la que la responsabilidad de algunos funcionarios y
magistrados aparece como evidente.
Sin razón suficiente se interceptaron las comunicaciones de los exfuncionarios
que conversaban con otros exfuncionarios. Curiosamente, luego esas escuchas aparecen
en manos de diputadas, jueces y fiscales que tienen un interés específico y además se
encuentran claramente alineados con el gobierno, casi a pedido o un envió para
construir una defensa insólita sobre la base de un número indeterminado de ilegalidades,
pero lo que es más grave para legalizar o blanquear actividades del espionaje político e
ilegal.

n. La “operación PUF” o “Stornelli Puf” no es más que la demostración de que


existen algunos sectores de poder que son capaces de modificar las reglas de
convivencia establecidas por nuestra Constitución y que se busca instalar un Estado
omnipresente destinado a controlar las conversaciones -incluso la de aquellos que se
encuentran en una situación de vulnerabilidad, como son las personas detenidas- para
lograr objetivos ilegales y/o electorales.
No es más que -eventualmente- un par de personas hablando de que sabían que
existían hechos que podían involucrar penalmente a un Fiscal y a un Juez determinado y
que ello eventualmente sería denunciado a los que sin razón suficiente se los monitorea.
No se observa allí un delito. No es un delito hacer una denuncia judicial, mucho menos
comentar que alguien va a realizar una.
No podemos vivir en un estado totalitario que frente a la mención de un
nombre –Bonadío o Stornelli- se active un procedimiento en el que interviene la AFI, se
realizan escuchas ilegales, y se ponga a disposición de aquellos jueces y magistrados
involucrados elementos que debían ser destruidos y fueron obtenidos a partir de una
“excursión de pesca”.
Ni George Orwell pudo imaginar tal grado de control y depravación por
parte de las estructuras del Estado.

V. La causa anterior radicada en el Juzgado de Rodríguez


No puedo dejar de mencionar que se advierte una posible maniobra de forum
shopping que los Sres. consejeros habrán de reconocer rápidamente cuando se produzca
la prueba que se habrá de ofrecer.
Efectivamente, antes de la denuncia que terminó registrada bajo el nro.
1374/2019 y que forma parte del Anexo 5, se presentó la denuncia que dio inicio a la
causa 1341/2019 –radicada ante el Juzgado Federal Nro. 9 del Dr. Luis Rodríguez- que
fue efectuada por el propio Dr. Stornelli, el 8 de febrero por la mañana.
El fiscal alegó haber recibido un anónimo en su fiscalía de una “trabajadora” que
supuestamente lo estima y le avisaba que “escuchó” que se estaba tejiendo “un
complot” en el penal de Ezeiza en su contra, del Dr. Bonadío y de la causa de los
cuadernos.
En rigor, esta presentación fue la primera de todas, pero por alguna razón, a
los involucrados no les habría satisfecho el resultado del juez sorteado (Rodríguez), ya
que el Dr. Stornelli se presentó como parte querellante en la causa duplicada (causa
1374/2019) y las legisladoras que formularon aquella segunda denuncia descartaron la
intervención del juez Rodríguez involucrándolo en los hechos que denunciaban.8
Resulta extraño que el mismo criterio que se utilizó para excluir del sorteo al Dr.
Rodríguez no se haya utilizado también con el Dr. Claudio Bonadío, que también
aparecía nombrado directamente en la presentación de las legisladoras y, eventualmente

8
En la denuncia posterior (causa nro. 1374/19), las legisladoras de la CC vincularon al Juez Rodríguez
con los hechos denunciados para que no fuera parte del sorteo, del siguiente modo: “estas maniobras se
dan justo en el momento en que se conoce el pago de un posible retorno millonario al Juez Luis
Rodríguez… El juez estaría también relacionado con personajes de los servicios de inteligencia” y con
ello lograron que el Dr. Irurzun señalara que dado que en la denuncia “se encuentra mencionado el Señor
Juez Federal Dr. Luis Rodríguez” se excluya al nombrado del sorteo.
con un grado de interés en el caso mucho mayor que su excluido colega que tramitaba el
expediente original. Sin embargo, ni el presidente de la Cámara Federal observó esta
incongruencia (ver fs. 11 de la causa 1374/2019), y lo que es más grave ni el propio
Juez Bonadio –supuesta víctima- analizó su intervención en el expediente.

VI. Las escuchas que nunca se transcribieron y que se ordenó destruir


Las escuchas telefónicas “originales” que se buscaron blanquear en ambas
denuncias a partir de la supuesta recepción de misivas “anónimas” fueron ordenadas,
según informó la DAJUDECO, en el marco de la causa nro. 41475/2016 del registro del
Juzgado Federal nº 2 de Lomas de Zamora en la que se investigaría infracciones a ley de
estupefacientes y entregadas al Dr. Bonadío a partir de una presunta autorización de ese
Juzgado para investigar a los funcionarios del anterior gobierno.
En relación con dichas escuchas, la Agencia Federal de Inteligencia informó que
“se realizaron transcripciones de las escuchas telefónicas vinculadas al objeto de la
investigación y las mismas fueron remitidas oportunamente a dicho tribunal junto con
la totalidad de los discos compactos con el producido de las intervenciones dispuestas
en la referida causa” (fs. 259 de la causa 1341/2019).
Sin embargo, el Juzgado Federal Nro. 2 de Lomas de Zamora refirió que “las
intervenciones a dichos abonados, durante el período que estuvieron vigentes, no
arrojaron ningún resultado de interés para el objeto de esta causa y, de hecho, no
generaron ninguna transcripción ni informe por parte de la preventora” (AFI).
Agregó el Dr. Auge, Juez Federal subrogante de Lomas de Zamora que, por tal
razón, se “ordenó oportunamente la destrucción de los CD que contenían tales
escuchas, pues su producido, extraño al alcance dado a las intervenciones y ajeno al
objeto procesal planteado en la causa, de ningún modo constituía base probatoria…”
para su investigación. (Ibid)
En definitiva, al cotejar los informes, se puede observar que la AFI alega haber
aportado al Juzgado de Lomas de Zamora los producidos y transcripciones de
tales escuchas, mientras que, contrariamente, dicho Juzgado asegura que tales
intervenciones no generaron ningún informe ni transcripción por parte de la AFI,
y que se ordenó la destrucción de los CD que contenían tales escuchas.
De tal modo, que “las escuchas” o “las transcripciones de las escuchas” que la
AFI asegura haber aportado pero el Juzgado niega haber recibido, habrían conformado
la base para realizar estas dos denuncias originadas en misivas anónimas recibidas en
forma casi simultánea por Carlos Stornelli -bajo la puerta de su oficina- y Elisa Carrió,
dos de los imputados de la causa D´Alessio.

VII. Marcelo D´Alessio y las escuchas


Asimismo, en la causa de Dolores existe entre las pruebas recabadas una serie de
audios de WhatsApp que manda D'Alessio al teléfono de Paula Oliveto, a quien se
refiere como "Pau", de donde se podría inferir que es él quien le da las escuchas en
cuestión, con posterioridad al primer allanamiento en la casa del falso abogado, que
continúa preso:
"Hice lo que te dije que iba a hacer. Me traje una hora y media de toda la
información. Sé cómo se planificó la cama. Me falta un audio más (…) Ya se lo estoy
mandando a una persona de confianza a desgrabar y a tres personas más por cualquier
cosa (…) Vale la pena como dijiste vos, no sé si por mí o por los cuadernos o lo que
sea", Allí le aclara que son 164 megas de información.

VIII. Como se dijo, desde las principales agencias del Estado se empezó a
pergeñar una defensa de los involucrados en la causa D´Alessio, apenas se conoció el
allanamiento al domicilio de D´Alessio, para ello se quiere traer forzadamente a la
discusión que la causa de FMP 88/2019 Dolores, que lleva adelante mi asistido, se trata
de una maniobra para perjudicar la causa de “Los Cuadernos”.
Podríamos preguntarnos: ¿qué tiene que ver la causa de Los Cuadernos con las
maniobras de espionaje político en perjuicio de funcionarios de la UCR de Corrientes?
¿Qué tiene que ver con las maniobras de espionaje sobre la banda “Los Monos” en
Rosario o con las acciones de espionaje en la República Oriental del Uruguay? ¿O con
la coacción en perjuicio del ex directivo de PDVSA Argentina, Gonzalo Brusa Dovat o
con las maniobras de espionaje en perjuicio del ex marido de la actual pareja del fiscal
Stornelli? ¿O con el espionaje sobre José Gómez Centurión, con los hechos denunciados
por Aníbal Fernández o por Antonio Jaime Stiuso, entre muchos otros? ¿O con
maniobras internacionales de lavado de dinero? Absolutamente nada, pero como todo
es una construcción mediática-política- judicial, se intenta que los hechos coincidan y se
realizan afirmaciones que no tienen ni un mínimo de realidad, como aquella que afirma
que magistrado de Dolores participa de una maniobra con la ex presidenta para afectar
la causa cuadernos.

IX. En lo que hace puntualmente a mi defendido, el Dr. Alejo Ramos Padilla,


cualquiera sea el reproche que se le quiera formular, incluso a partir de estas
imputaciones desquiciadas, no puede soslayarse que cuando un juez recibe una
denuncia por un delito de acción pública, y un fiscal requiere su investigación, si
hay prueba que acredita prima facie el delito, obligatoriamente debe proceder y
cumplir con el mandato constitucional y legal de investigar los hechos que son
puestos a su conocimiento (art. 116 de la C.N.).

X. Conclusión
Debo señalar que además de los anónimos, denuncias duplicadas, maniobras de
forum shopping, escuchas ilegales obtenidas con la complicidad de la AFI, y las
distintas maniobras que se pergeñaron en defensa de los involucrados en la causa
D´Alessio, la situación se vuelve especialmente grave cuando se observa la complicidad
en la que podrían haber actuado jueces, fiscales, legisladores con miras a pre-constituir
prueba ilegalmente obtenida y con prácticas que creíamos erradicas y que recuerdan los
hechos por los que fue investigado en su momento el propio ex presidente de la Nación
Mauricio Macri.
Todo ello, ocurre a poco de iniciarse un proceso electoral y en un contexto
donde se observa un interés especial por parte del gobierno nacional de afectar y
perseguir a un juez que lleva adelante un proceso que los incomoda.
Creo que los Sres. consejeros, serán prudentes al analizar las diversas
irregularidades y delitos que se observan a partir de este insólito proceso de remoción
que se intenta contra un juez de la Nación por llevar adelante y de manera adecuada un
proceso judicial, ya que de otro modo se transformarían en cómplices de estas ilegales
maniobras que, como dije, han sido severamente repudiadas por la C.S.J.N. y la
comunidad jurídica nacional e internacional, y que en el caso concreto ponen en riesgo
el Estado de Derecho.
Está claro que, a partir de lo expuesto, existen funcionarios y magistrados que
tienen que dar explicaciones de su accionar, pero claramente no es el caso del juez
federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, que en todo momento actuó con transparencia
y de acuerdo con la ley y la Constitución Nacional.
PROVEER DE CONFORMIDAD
SERÁ JUSTICIA

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