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Convicciones Firmes

Que tu fe en Dios sea firme e inquebrantable


Introducción
A finales de 2018, el holandés Emile Ratelband, de 69 años, inicio una batalla judicial para quitarse al
menos veinte años de su documento de identidad porque consideraba que sufre “discriminación” por
una edad que no se “ajustaba” a su apariencia. “Me siento rechazado por todo el mundo. Siento que
tengo entre 40 y 45 años, pero en mis documentos dice que tengo 69 y sufro la discriminación que
supone la edad en estos tiempos. No puedo ligar de la misma forma, ni pedir una hipoteca o encontrar
el trabajo que quiero”, argumentó. ¿Te imaginas a este hombre explicando sus convicciones ante los
tribunales?
1. Convicciones sociales versus convicciones bíblicas Mateo 14:1-12
A diferencia del holandés cuyas convicciones están basadas en puro sentimiento, nuestras
convicciones están basadas en la voz de Dios. La esposa de Herodías estaba basando sus acciones
en convicciones legales romanas, no en la palabra de Dios, por lo que Juan le insistió a Herodes que
no se debían casar. Nuestra sociedad se encuentra en esa problemática donde las leyes aprueban
muchas cosas que la Biblia nos desea evitar por nuestro bienestar físico, almático y espiritual, y por el
bienestar de quienes nos rodean.
2. ¿Cuándo ceder y cuándo no? Mateo 14:1-12
Herodes marginó a Juan El Bautista. Muchas veces, cuando cambiamos nuestro estilo de vida,
sufrimos el rechazo de amistades de muchos años, pero lo que rechazan no es a una persona, sino el
hecho de que ahora alguien los contrasta. Por ejemplo, embriagarse no se miraba tan mal en un grupo
donde todos lo hacían, pero desde que alguien no lo hace, contrasta. De ese contraste viene el
rechazo, pero nuestra acción no debe consistir en alejarnos y rechazarlos por “pecadores” o
“inmorales”. Recuerda que Jesús vino para ser amigo de los pecadores. Aunque Herodes lo encarceló,
Juan no terminó su relación con él.
3. Callaron una voz profética Mateo 14: 1-12
Herodes cedió ante su contexto y calló una voz profética. Cedió ante tres cosas: 1 La Ley humana.
Aunque estaba permitido por la ley romana casarse con su cuñada, ante la ley de Dios no era permitido.
No busques aprobación a tus acciones delante de leyes humanas, sino aprobación delante de Dios;
2. La presión social. Por jurar frente a sus invitados no se pudo retractar de sus acciones. No
ingresemos a contextos donde nos dificultemos la capacidad de escoger bien; 3. Las emociones. Estas
pueden ser enemigas de la fe. La fiesta y el baile llevaron a Herodes a un estado donde sus emociones
lo nublaron.
Conclusión
Herodías no entendía las convicciones de Juan el Bautista. Mucha gente no comprenderá nuestras
convicciones, pero que eso no nos aleje de amarlos. Cuidemos nuestro corazón y mente para no ceder
nuestra fe ante leyes humanas, presión social o emociones. Que nadie apague el don que hay en ti
como lo hicieron con el mayor de los profetas.
Llamado y ministración
¿A quién te está mandando a amar Dios? ¿Cuáles son las convicciones que Dios quiere afirmar en ti?
No olvides que el amor es la base del Evangelio impartido por Jesús. Ama desinteresadamente a tal
punto de dar la vida por los demás, tal como lo hizo Cristo.
Intercesión Marcos 3:35
Pidamos al Espíritu Santo que nos ayude a ser obedientes a la voluntad de Dios y de esa forma honrar
la dignidad de ser llamados hijos de nuestro Padre.
Ofrenda Hebreos 10:9-10
Jesús fue ofrenda viva para nuestra salvación. Agrademos al Señor con nuestro fruto, ya que en su
reino tiene valor especial.

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