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Nos dirigimos a todos los fieles Católicos, que asisten a la "nueva misa".
¿Es ésta una Misa católica o una perversión diabólica?
Muchos se escandalizarán y dirán que el nuevo rito no puede ser una
perversión diabólica de la Misa, pues la celebran en las iglesias a las que
siempre asistieron, sacerdotes de la diócesis y que han estado en las
parroquias muchos años.
Pero recordemos que en tiempos pasados, la Misa fue pervertida y
finalmente destruida por miembros de la jerarquía y del clero, quienes
usaron edificios Católicos para lograrlo.
A principios del siglo XVI casi todos los países europeos eran católicos. No
había más clero, que el católico. Y, sin embargo, antes de finalizar ese siglo,
en algunos países europeos el Santo Sacrificio de la Misa había sido
destruido, principalmente en Alemania y en Inglaterra.
Y lo más sorprendente es que los católicos asistían a los nuevos servicios
religiosos en las mismas iglesias a las que siempre habían ido, y los servicios
eran conducidos por los mismos obispos y sacerdotes que habían conocido
siempre.
¡Hay un paralelismo sorprendente entre los eventos del siglo XVI y el
nuevo rito de la misa impuesto en 1970! Veamos…
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Luego, en un segundo paso, los altares fueron abolidos porque
representan el carácter de sacrificio de la Misa y en su lugar se pusieron
mesas, de tal manera que los sacerdotes estuvieran frente al pueblo.
También se quitaron todos los crucifijos pues éstos recuerdan el Sacrificio
del Calvario.
Una vez que Lutero
abrió las puertas e
introdujo los cambios,
otros sacerdotes
aparecieron en la
escena con cambios
más drásticos aún. Se
deshicieron de sus
ornamentos;
permitieron a la gente
que recibiera la
Comunión en la mano;
descartaron el canto
gregoriano y el uso del
órgano. En su lugar
promovieron el uso de música folklórica con platillos, trompetas e
instrumentos de cuerdas. Estos sacerdotes y monjes católicos, infectados con
un fiero y satánico entusiasmo por los cambios, destruyeron altares,
quemaron imágenes, hicieron añicos las estatuas y se quitaron sus hábitos.
La Misa era gradualmente transformada de la renovación del Sacrificio
del Calvario a una reunión comunal del pueblo de Dios. Y esta profanación
fue realizada por sacerdotes, usando templos católicos, monasterios y
conventos católicos. La mayoría de la gente era católica en sus tradiciones
e ideas, pero a medida que continuaron asistiendo a los servicios pervertidos
en sus iglesias, perdieron la fe y cayeron en la apostasía. Y, por supuesto,
sus hijos, expuestos a los nuevos servicios pervertidos desde temprana edad,
crecieron sin un conocimiento real de la Una y Verdadera Iglesia, fundada por
Cristo.
Son de lamentar las consecuencias tan tremendas, si recordamos que la
Iglesia siempre ha enseñado:
"Fuera de la Iglesia Católica no hay salvación".
Las numerosas denominaciones o sectas Protestantes que vemos hoy,
resultaron de los esfuerzos de unos sacerdotes católicos de "reformar" la
Iglesia. Estas iglesias protestantes no ofrecen un sacrificio al Santo e Infinito
Dios, no reconocen a María, la Inmaculada Madre de Dios, no tienen devoción
a los Ángeles o a los Santos, no rezan por las almas de sus parientes y amigos
fallecidos.
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Y todo esto es el resultado de la destrucción del Santo Sacrificio de la
Misa por medio de sacerdotes que usaron los templos católicos para
hacerlo.
Lutero dijo que era necesario “conservar algunas de las ceremonias” de
la Misa Tradicional “para no asustar a los débiles.” ¿Somos nosotros de estas
personas débiles que están siendo hoy conducidas ciegamente a la apostasía?
¿O deseamos unirnos al pequeño grupo de católicos que desean
conservarse fieles a Cristo, a su Cruz, a sus enseñanzas? Si deseamos
mantenernos fieles, preparémonos para sufrir con Cristo en el Calvario,
padeceremos soledad, ridículo y falta de comprensión de parte de los demás.
Pero no estaremos solos.