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VENCIENDO EL TEMOR (SER; TENER SIN HACER)

Salmo 42:5 "¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque
aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío."
OBJETIVO: Como afrontar los problemas y temores de la vida natural a la luz del refugio eterno
quien es Cristo para todos los creyentes.
INTRODUCCION: La ausencia de temor nos permite tener y disfrutar en confianza, paz,
tranquilidad, reposo, autoridad, acción, triunfo, conquista, seguridad, desarrollo, creatividad,
iniciativa, liderazgo y muchas otras bendiciones.
El temor inmoviliza, inquieta, paraliza, atormenta los sentidos y nos lleva a la derrota, a la
esterilidad de pensamiento y obras que eran parte de nuestros sueños, propósito y destino.
¿En dónde se originan los temores? ¿Cómo se vencen los temores? ¿Cómo se puede ayudar a
alguien que se ha paralizado por causa de sus temores?
Los temores se originan en la imaginación, en la mente de la persona. Las “predicciones” del
temeroso lo paralizan y lo llevan a vivir en zozobra constante. Para vencer los temores es
necesario conocer a Dios, conocer el amor de Dios y conocer su fidelidad. Cuando el poder de
Dios es percibido y cuando la fe nos asegura su guía y protección, los temores se van.
A pesar de las situaciones más difíciles. Esas que quieren traer angustia, temor y penas a la
vida del creyente, en Cristo habrá paz y calma. El Creyente victorioso se refugia en el Dios
eterno que es la roca de su salvación.

I-ME LIBRÓ DE MIS TEMORES


Salmos 34:4 “Yo busqué a Jehová, y él me oyó, y de todos mis temores me libró.”
El salmista declara que sus temores lo estaban agobiando y el plural indica que eran varios esos
temores. No es raro entonces que los creyentes de todas las épocas enfrenten situaciones que
los quieran anegar en tormentos y preocupaciones.
Los temores que llegan a nuestra vida tienen toda clase de causantes. Es posible que dichos
temores tengan su base en problemas y desafíos muy reales. Sin embargo, la actitud de la fe es
siempre positiva y optimista. a) Por el futuro. b) Por enfermedades. c) Por la familia. d) Por el
trabajo. e) Por problemas imaginarios.
Al final el salmista declara que la solución está en buscar a Dios. Él es quien lo libró de TODOS
sus temores. Nosotros podemos confiar de tal manera en la providencia y cuidado divino que
las angustias y ansiedades se disiparán. Por la fe.

II-LOS EFECTOS DEL TEMOR


Los problemas y situaciones propias de la vida son realidades que se tienen que enfrentar con
actitudes positivas. Esas actitudes son derivadas de la fe y la confianza en Dios.
El temor añade tormentos a la realidad de los problemas.
Cuando no se tiene fe y confianza en Dios, o se desconoce su amor, misericordia y cuidados
prometidos se desfallece y el tormento del temor viene para quedarse.
Los efectos del temor:
a) El temor pone lazo al alma.
"El temor del hombre pondrá lazo, más el que confía en Jehová será exaltado."
Proverbios 29:25
La trampa del temor consiste en agravar la realidad de los desafíos normales y causar derrota en
donde pudo haber victoria. El que confía en Dios tiene claro pensamiento y fuerza en sus manos
para salir de las situaciones más duras.
b) El temor lleva en si castigo.
"...porque el temor lleva en si castigo. De donde el que teme no ha sido
perfeccionado en el amor." 1a. Juan 4:18
El temor trae castigo en el plano terreno porque añade dolores y derrotas en todos los campos
en donde se le permite. Aparte de ello trae el castigo de los incrédulos porque opaca la voz de
la fe que declara que Dios es más grade que todas las cosas y en él siempre habrá victoria Sin fe
es imposible agradar a Dios.
III- COMO VENCER EL TEMOR
La vida correcta con Cristo produce paz. Caminar con Dios produce confianza. Debemos tener
fe, entender el poder y la providencia divina y tomarnos de las promesas del Eterno.
a) Busque a Jehová.
Salmos 34:4 “Busqué á Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores.”
b) Eche toda su ansiedad sobre él.
1 Pedro 5:7 “Echad sobre él toda vuestra ansiedad, porque él tiene cuidado de vosotros.”
c) No se afane, deje que la paz de Dios le inunde. Filipenses 4:6, 7 “Por nada estéis
afanosos; más bien, presentad vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con
acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros
corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.”
d) Busque primeramente el reino de Dios.
Mateo 6:33, 34 “Más bien, buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas
cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana
traerá su propio afán. Basta a cada día su propio mal.”

Cuando el temor toca a la puerta de nuestra vida, es bueno saber quien habita con nosotros y
nos defiende.

Salmo 27:1” Jehová es mi luz y mi salvación... ¿De quién temeré?"

CONCLUSION:
El temor viene cuando de repente se presenta lo inesperado y sentimos el primer golpe al
comprender que viene dura batalla. PERO no es bueno paralizarse, atormentarse o desfallecer
como los que no tienen el conocimiento del Todopoderoso y no conocen sus promesas.

1 Juan 4:18 “En el amor no hay temor, porque el perfecto amor echa fuera el temor...”

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