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Sede Grecia
Carne: 2004602068
Tabla de contenido
INTRODUCCION .............................................................................................................................. 3
Objetivo General. .............................................................................................................................. 4
Objetivos Específicos. ..................................................................................................................... 4
ANTECEDENTES ............................................................................................................................ 5
Bioética: Surgimiento y Desarrollo ....................................................................................... 5
TEMAS ACTUALES EN DISCUSIÓN ...................................................................................... 7
CONCEPTOS DE LA BIOETICA .................................................................................................. 9
PRINCIPIOS BIOÉTICOS ............................................................................................................... 9
1- PRINCIPIO DE LA AUTONOMÍA O EL RESPETO DE LAS PERSONAS .............. 10
2- PRINCIPIO DE LA BENEFICENCIA .............................................................................. 12
3- PRINCIPIO DE NO MALEFICIENCIA ............................................................................ 13
4- PRINCIPIO DE LA JUSTICIA .......................................................................................... 14
DESARROLLO TECNOLÓGICO Y PROBLEMAS BIOÉTICOS DE LA TECNOLOGÍA
MÉDICA. ...................................................................................................................................... 16
CONCLUSIONES........................................................................................................................... 23
RECOMENDACIONES ................................................................................................................. 24
BIBLIOGRAFIA .............................................................................................................................. 25
DICCIONARIO:............................................................................................................................... 26
INTRODUCCION
Objetivos Específicos.
- Investigar sobre los principios fundamentales por los que se rige la Bioética.
- Conocer sobre el principio de autonomía del paciente, sus pro y contra.
- Existe Justicia como tal en la práctica Biótica.
ANTECEDENTES
En una ocasión Mc Farlane Burnet, premio Nobel de medicina en 1952 expresó: "El
propósito de la medicina en el más amplio de los sentidos, es proporcionar a cada ser
humano, desde el momento de su concesión hasta su muerte, salud, en toda su magnitud
y la expectativa de vida que le permitan su constitución genética y los accidentes implicados
en el vivir" (Gaceta Médica de México 1984, pág 120) y en consecuencia con este magnífico
planteamiento la Bioética ha de hacer lo posible por respetar escrupulosamente y, al mismo
tiempo, la autonomía, la beneficencia y la justicia del individuo. Está obligada a ello aunque
en la práctica resulte muy difícil y a veces rigurosamente imposible. Ella obliga a extremar
las precauciones y fundamentar del modo más estricto los posibles criterios de decisión con
independencia de la urgencia de los problemas concretos y cotidianos.
1- Tópicos que tienen que ver con la reproducción humana: Aborto, inseminación
artificial, fecundación in vitro, eugenesia y esterilización.
2- Intervenciones en el patrimonio genético: Manipulación del ADN humano como
el no humano, genoma humano.
3- Intervenciones que tienen que ver con el fin de la vida humana: Atención y
cuidado de los enfermos terminales (cuidados paliativos) eutanasia.
4- Manipulación del cuerpo humano y de sus órganos: Trasplante de órganos,
injertos y prótesis.
5- Manipulación de la conducta de la personalidad. Neurocirugía, modificaciones
de la conducta, psicotrópicos.
6- Manipulación de seres y medios vivos no humanos. Experimento con animales,
armas biológicas etc.
7- Experimentación con seres humanos y con sus elementos germinales.
Gametos y Embriones Humanos.
8- Problemas ocasionados por las modernas tecnologías en nuestro habitad
natural: Ecología y ética ambiental, sobre población humana.
9- Problemas que tienen que ver con la justa y equitativa distribución de los
recursos sanitarios. A veces escasos en la Salud socio comunitaria, sujetos
análisis en el llamado “principio de justicia” (Marlasca pág:28)
Estos son los que se pueden retomar según el autor, sin embargo están todos los que
de una u otra manera en alguna polaridad tienen que ver con la vida humana, su entorno o
bien con su génesis o su final (ciclo natural de la existencia). De esta forma es que
justamente las prácticas éticas difieren según los diferentes autores, ya sean propulsores
de fe o no, tal y como podemos ver a continuación, según H. Tristram Engelhardt.
“EL punto de partida de la bioética es, pues, un hecho innegable: la existencia del
pluralismo moral en nuestro mundo globalizado…” (Marlasca pág: 32)
CONCEPTOS DE LA BIOETICA
PRINCIPIOS BIOÉTICOS
En el devenir de los muchos siglos en que prevaleció la filosofía griega del orden
natural, que pronto cristianizaron los teólogos, la entonces llamada ética médica la hicieron
los moralistas y la aplicaron, en definitiva, los confesores. En estos tiempos, al médico se
le suministraba todo hecho pidiéndole o exigiéndole que simple y llanamente lo cumpliera,
así mismo tampoco se comprendía muy bien que los casos concretos, de esencia definida,
pudieran ser la causa o provocar conflictos graves, sustantivos, ya que una vez
establecidos los denominados principios generales, de carácter inmutable, lo único que
podían cambiar eran las circunstancias; dicho con otras palabras, a lo largo de todos esos
siglos de regencia filosófica griega no existió una verdadera ética médica, si por ella
entendemos la moral autónoma de los médicos y los enfermos; existió otra cosa, la
concesión aristotélica principista heteronómica, que muy bien pudiera denominarse ética
de la medicina. Todo esto explica por qué los médicos no han sido por lo general ni muy
duchos y, mucho menos competentes, en cuestiones de ética, la cual quedó reducida a una
actividad propia del ámbito del ascético y de etiqueta.
Una vez más: los tres factores son esenciales, lo cual no significa que siempre hayan
de resultar complementarios entre sí, pudiendo en ocasiones resultar conflictivos; por
ejemplo no siempre es posible respetar por completo la autonomía sin que sufra la
beneficencia y respetar esta sin que se resienta la justicia. Esto pone en evidencia la
necesidad de tener siempre presente los cuatro principios ponderados de manera adecuada
en cada situación concreta.
El ejercicio de la medicina está orientado por principios éticos que tienen sus raíces
en conceptos filosóficos, el no causar daños y hacer el bien al paciente. En la mayoría de
los textos clásicos de medicina también se establecen limitaciones, claras y precisas, en
cuanto al empleo de los conocimientos médicos para determinados objetivos. Los actos
como la eutanasia, como el aborto, la tortura, el ejercicio del poder o incluso la manipulación
de las personas por medio de una intervención médica completa pueden ser excluidas de
la práctica, no sólo idónea sino también hábil de la medicina por esas restricciones de la
conducta profesional. Es un hecho de tradición que tanto la ética como la pericia se aúnen
en el campo de la medicina; no obstante ello debe recordarse que la ética sin la debida
pericia nunca puede resultar eficaz pero que la pericia, por muy grande que esta sea sin la
correspondiente dosis de ética nunca redundará en beneficio del paciente.
Sobre este el personal médico tiene la obligación de hacer el bien al paciente (atender
al enfermo procurando su salud) cuando se dan las siguientes condiciones:
3- PRINCIPIO DE NO MALEFICIENCIA
Es ante todo aquel principio de no hacer daño alguno, pues esto es precisamente lo que
se va establecer como el principio de no causar algún mal o daño al paciente claro está.
Maleficencia proviene de la expresión latina “malum facere” literalmente seria hacer el mal.
“…hay que evitar el mal”, o de los viejos aforismos jurídicos “no se debe dañar
a otro” (alterum non laedere), o “no se debe dañar a nadie” (neminem laedere).
(Marlasca pág: 48)
Se entiende por la frase anterior no daña a nadie, o bien no causar daño alguno, no matar,
o no atentar contra la integridad personal, no perjudicar la salud, no inducir discapacidades,
no incurrir en mala praxis (iatrogenia) etc
Los beneficios claro esta deben de ser muy superiores a los daños que estos puedan
causar, para que esta sea lícitamente moral, el principio de la no maleficencia exige al
personal médico que se abstenga de proponer tratamientos, al menos que estos conlleven
a su salud o en otra panorámica, que esto quede ampliamente compensado por los
beneficios que se puedan conseguir a través de esta práctica. “El fin justifica los medios”
Maquiavelo.
Un pensador notable como Tomas de Aquino, sostenía ciertamente que el bien común
está por encima del bien singular de los individuos, pero también estipula que “nadie puede
dañar a otro injustamente para promover el bien común”, en vista de lo anterior cabe señalar
que el principio o bienestar de una persona no puede obstaculizar el “bienestar común” y
viceversa.
4- PRINCIPIO DE LA JUSTICIA
Justicia tiene que ver con el tema tan enorme y tan complejo de la distribución de los
recursos médicos, cada día más enérgicamente exigidos pero también más costosos y más
escasos.
Este principio se sustenta en la obligación ética de dar a cada una de las personas
lo que verdaderamente necesita o corresponde, en consecuencia con lo que se considera
correcto y apropiado desde el punto de vista moral. La aplicación consecuente de este
principio puede suscitar el surgimiento de problemas éticos, que últimamente se presentan
con gran frecuencia en la práctica médica y que están en relación directa con los adelantos
tecnológicos de carácter diagnóstico y terapéutico. El alto costo de estos recursos obliga,
la más de las veces, a utilizarlos de manera selectiva y es entonces cuando surge el
conflicto de decidir quiénes deben beneficiarse de ellos y quiénes no. Además, también en
los últimos años se han incrementado y arreciado las críticas por el indebido uso de esas
tecnologías y las repercusiones negativas que ello puede tener entre los costos y los
beneficios obtenidos (Bold 1990) Es indudablemente una desgracia que su empleo tienda
a aumentar de manera sostenida, en forma indiscriminada y, como resultado, se encarezca
significativamente la atención de salud, lo cual reduce el número de personas que reciben
lo correcto y apropiado en un momento determinado. El principio bioético de justicia para
todos le permite al médico que este pueda distinguir entre sus obligaciones médicas como
profesional de sus deberes cívicos como ciudadano.
Esto nos revela la alarma en ministerios actuales de Salud, no solo de nuestro país,
si no a nivel mundial, donde parte importante de esos recursos se deberían de destinar de
la forma correcta hacia Prevención de la enfermedad, Tratamiento de la enfermedad
(teniendo en cuenta el cáncer, sida y algunas demencias) y finalmente una muerte digna,
efectivamente los recurso del estado no se administran de la forma correcta, por cuestión
de interés y ignorancia del mismo sistema, quebrando partidas a proyectos de menor
impacto social en nuestra ya demacrada Costa Rica.
La salud como diría George AO Alleyne 1998, "…en su totalidad es una esfera en la que
no tenemos que aceptar un juego de suma cero ni un mundo en el que nadie sale ganando".
Lograr la estabilidad en el terreno de la salud es una meta que redunda en el
mejoramiento y bienestar de las personas, llegando a los umbrales del siglo XXI con los
logros del pasado, pero identificando los objetivos del futuro. Hablamos de la era de la
tecnología; al respecto en 1962, el Comandante Ernesto "Ché" Guevara, expresó: "... el
mundo camina hacia la era electrónica... todo indica que esta ciencia se constituirá en algo
así como una medida del desarrollo; quien la domine será un país de vanguardia..."
(Revista Giga 1997, pág. 7)
Cabe muy bien citar lo expresado por Alleyne (1991), "El más poderoso de los
instrumentos modernos -la información- quizás sea el único instrumento capaz de cerrar la
brecha entre el mundo que es y el mundo que podría ser- el único instrumento que puede
aliviar la ignorancia causante de mala salud y sufrimiento." (Revista Internacional pág. 7)
La información es crucial para alcanzar la meta "salud para todos", pues constituye
un factor determinante en la formación de nuestros profesionales y en el bienestar y
la atención de la población en general. Por lo tanto, el acceso a la misma juega un papel
importante en el logro o no de la salud de algunas personas o grupos desfavorecidos y
contribuye al mismo tiempo, de manera particularmente importante, a la aplicación
de principios bioéticos como el de la justicia y la beneficencia.
Ferguson 1992, la Bioética tiene que ver con el punto de contacto entre la ética y la
tecnología médica moderna en lo que afecta el control de la vida humana. Los avances
tecnológicos médicos se pueden clasificar en tres categorías: los que permiten la curación
de enfermedades a un costo moderado; los que facilitan y hacen posible la prevención de
enfermedades y la promoción de la salud con poco dispendio económico y los que permiten
mantener la salud y una calidad de vida aceptable, pero que para su implantación exitosa
necesitan de considerables recursos tanto en la esfera material como lo humano (pág 22-
24). Frente a la sociedad, los avances tecnológicos de este último tipo son los que crean
problemas, ya que son los factores económicos los que decidirán a la larga si el surgimiento
y dominio de una nueva tecnología debe o no tener una debida repercusión inmediata en
la comunidad, ya sea por facilitar, limitar o finalmente rechazar su uso. Esto implica, en su
esencia, un racionamiento más o menos grande de los recursos de salud. El hecho de que
una técnica esté disponible no conlleva necesariamente la posibilidad de que pueda ser
utilizada, sobre todo, si los recursos son escasos y obligan a una utilización limitada de la
misma como ocurre, por ejemplo, con los trasplantes de órganos únicos (corazón e hígado),
cuya extraordinaria difusión puede sobrepasar los marcos de los presupuestos monetarios
destinados a la asistencia médica y dificultar con ello el desarrollo de otros programas de
interés mucho más general.
Sin lugar a dudas, en los últimos años se han cristalizado grandes y viejos anhelos
de la práctica médica, de la Medicina como ciencia que es, en lo fundamental gracias al
desarrollo de los conocimientos en el campo de la electrónica y su aplicación, a través de
dispositivos ingeniosos capaces de contribuir o hacer posible diagnósticos de certeza con
extrema rapidez o intervenir terapéuticamente de manera decisiva en el restablecimiento o
curación del enfermo.
Hoy, más que ayer, somos testigos excepcionales del renovado despuntar de
nuevas proezas, de vastas conquistas y aportaciones que muchas veces nacen separadas
unas de otras tan solo por una diferencia de días. Nuevos medicamentos,
ingeniosos procedimientos de alta especificidad y sensibilidad para el diagnóstico,
significativos adelantos en la llamada imageneología intervencionista, con asombrosas
aplicaciones terapéuticas y grandes innovaciones revolucionarias en el campo de la cirugía.
Todo ello tiene como objetivo, en definitiva, llevarnos a una medicina más precisa, a salvar
exitosamente aquella utopía de los médicos de las épocas ancestrales: el acceso a una
medicina científica, a nuestro alcance para poder disponer de ella, en el ejercicio médico,
como una ciencia exacta. En este sentido los resultados han sido realmente benéficos, si
bien, en su aplicación individual no siempre del todo favorables. Al respecto resulta
interesante la reflexión hecha por Trousseau, en el siglo XIX, quien les pedía a sus
ayudantes en la cátedra que no se olvidaran que la medicina era tan bien arte y contra lo
cual ha atentado, de manera evidente, el crecimiento y desarrollo, en proporción casi
geométrica de la medicina de nuestro tiempo. Esto le ha restado poder a aquel acto mágico
de la medicina de antaño, cuando el médico ciertamente cambiaba el panorama del
sufrimiento, tan solo con colocar su mano sobre el hombro del enfermo. En otras palabras,
el desarrollo tecnológico actual en el campo de la medicina ha afectado, y amenaza con
hacerlo cada vez con más fuerza, esa necesaria corriente magnética que, cuando se
establecen en forma fructífera, conocemos como relación médico-paciente.
Con el daño iatrogénico se violan los principios bioéticos, los cuales deben
prevalecer al margen de la necesaria aplicación y utilización de los avances tecnológicos
que resultan de la aplicación, inteligente y consecuente, de los conocimientos científicos
actuales; al margen, también, de la realización de las imprescindibles investigaciones
biomédicas con sujetos humanos, necesarias para el conocimiento de los problemas que,
al ser resueltos de manera lógica, van a contribuir de manera significativa a su felicidad,
espiritual y material.
CONCLUSIONES
3. Se deben conocer las preferencias del paciente con respecto a las visitas con el objetivo
de saber quién debe ser el receptor de la información en cada momento y potenciar la
participación de la familia en su atención.
- Ferguson SB, Wright DF. Nuevo Diccionario de Teología. El Paso, EU: Casa Bautista de
Publicaciones; 1992: Bioética p. 146-8
- Alfonso Sánchez I, Báez RM, Tillán Gómez S, Alvero Pérez Y. Reflexiones: Información, Salud y
Tecnología. Revista Internacional CMA-AMECA 1991;1(1):5-8.
- Alleyne GAO. Información en salud para todos. En: Laerte Packer A, Castro Elaine
de Biblioteca Virtual en Salud. Sao Paulo: OPS/OMS; 1998. p. 17-34.
- Ashley JSA, Pasker P, Beresford JC. How much clinical investigation? Lancet 1972;(1):890-2
- Vilardell F. Problemas éticos de la tecnología médica. Bol Of Sanit Panam 1990;108(5-6):399-404.
- Jennet B. High technology medicine. Benefits and Burdens. Oxford:Oxford University Press;
1986.p.53-74.
Deontología: Procede del griego: to deon (lo conveniente, lo debido) y logía (conocimiento,
estudio…); lo que significa, en términos generales, el estudio o la ciencia de lo debido. El
objeto de estudio de la Deontología son los fundamentos del deber y las normas morales
Eutanasia: (del griego eu-thanasía, que significa ‘buena muerte’) es la acción u omisión
que acelera la muerte de un paciente desahuciado, siempre con su consentimiento, con la
intención de evitar sufrimiento y dolor. La eutanasia está asociada al final de la vida sin
sufrimiento.2
Iatrogenia: También llamado acto médico dañino, es el acto médico debido, del tipo dañino,
que a pesar de haber sido realizado debidamente no ha conseguido la recuperación de la
salud del paciente, debido al desarrollo lógico e inevitable de determinada patología
terminal. Este acto médico tiene resultados negativos temporales, debido a factores propios
de la patología enfrentada o a factores propios, peculiares y particulares del paciente