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¿Qué es el absolutismo?

El absolutismo fue una forma de gobierno y régimen político típicos del Antiguo
Régimen (período histórico previo a la Revolución Francesa de 1789), cuya
ideología dictaba que el poder político del gobernante, es decir, del Rey, no
estuviera sujeto a ninguna limitación como no fueran las propias de la ley divina
o de Dios.

Esto significa que el poder del soberano era formalmente único,


indivisible, inalienable, incontrolable y pleno. En otras palabras, era
un poder absoluto, y de allí el nombre que se le confiere como ideología, es
decir, el absolutismo.

El absolutismo proclamaba que el monarca era el Estado, por lo que los


poderes públicos emanaban de su voluntad y estaban subordinados a sus
consideraciones. No había ninguna autoridad mayor que la palabra del Rey, por
lo que las majestades no se encontraban sujetas a ninguna ley posible.

Características del absolutismo

1. Origen del término

El término absolutismo no debe confundirse con otros usos más


contemporáneos, como totalitarismo o dictadura, ya que en estos casos la
organización del Estado se encuentra secuestrada por un partido o una cúpula
militar determinada.

En el absolutismo el Estado como tal no existe, ni separación de poderes, y


mucho menos partidos políticos: la ley se adhiere a la voluntad del Rey,
simplemente.

Los orígenes del uso político de la palabra son inciertos, pero podrían provenir de
la expresión latina princeps legibus solutus est (“el príncipe no está sujeto a la
ley”), acuñada por el jurista romano Ulpiano.

2. Inicios del absolutismo

Las primeras monarquías de carácter absolutista se dieron a finales de la


baja edad media, a medida que se sentaban las bases para la evolución de lo
que luego sería el Estado moderno. La tendencia a concentrar en el Rey todos
los poderes fue producto del desprestigio del papado y la Iglesia como
instituciones de control moral y social, cuya legitimidad divina fue poco a poco
invistiéndose en el monarca mismo, cuya voluntad representaba la voluntad de
Dios en la tierra.

Las monarquías autoritarias de la Europa medieval no devendrían en


absolutismos “maduros” o absolutismo regio, sin embargo, hasta el siglo XVII,
con el reinado de Luis XIV en Francia.

3. Fin del absolutismo

La Revolución Francesa que puso fin a la monarquía absolutista en ese país en


1789 y dio pie a las ideas de la Ilustración, por paradójico que parezca, convivió
con el absolutismo en otras naciones europeas en lo que se
denominó Despotismo ilustrado.

Las revoluciones burguesas que barrieron los restos del feudalismo medieval e
impusieron las bases del futuro orden capitalista temprano no pudieron
deshacerse del todo de la figura de los reyes, y en algunos casos, como la Rusia
zarista, perduraron hasta entrado el siglo XX (La revolución rusa fue en 1917).

Sin embargo, la revolución de 1848, llamada La Primavera de los Pueblos, abolió


la Santa Alianza y deshizo el retorno del absolutismo que caracterizó al siglo XIX
(a partir del Congreso de Viena de 1814-1815). Fue un proceso gradual de caída
del absolutismo, sin embargo.

4. Límites del poder

En el absolutismo no existían límites, en principio, para la voluntad del monarca,


máximo jurista y autoridad en todas las materias, sociales, políticas, económicas
y morales. No obstante, existían límites que no se expresaban de forma explícita,
pero que de algún modo enmarcaban el poder real, y eran:

 La ley de Dios. El Rey estaba sometido, como todo buen cristiano, a las
leyes morales de la religión y de la Iglesia.
 El derecho natural. Ciertas partes del derecho, que atañían a los aspectos
más fundamentales de la cultura y que por lo tanto no eran consideración
del Rey, se preservaban en el absolutismo. Leyes como la herencia, el
mayorazgo, etc. que eran consideradas “naturales”.
 Las leyes fundamentales del Reino. Leyes heredadas de la historia política
del Reino y que formaban una especie de Constitución intangible,
fundamentada en la tradición y que no estaban necesariamente escritas,
como la ley de sucesión de los propios monarcas.
 Derecho divino Esto significa que el poder emanaba de Dios y que el
monarca ejercía dicho poder sin necesidad de atenerse a ningún tipo de
limitación jurídica, dado que su voluntad quedaba por encima de las leyes.
De alguna manera la Iglesia operaba de «intermediaria» entre Dios y el
Rey, y se asumía que el Rey era naturalmente bueno, correcto y justo.
 Poder hereditario y vitalicio La condición de monarca o rey pasaba de padres
a hijos de forma automática, más allá de condiciones o capacidades
individuales, y se ejercía de por vida.
 Poder absoluto Bossuet, clérigo e intelectual francés, defendía la teoría del origen
divino del poder. El monarca concentraba y detentaba el poder absoluto, no
había ningún tipo de división de poderes, como hay hoy en los
estados modernos. El rey tomaba la potestad de fijar leyes y decretos
(atribución legislativa), asesorado cuanto mucho por un grupo de
consejeros, así como de juzgar (atribución judicial), de instaurar
impuestos, etc. No existían organismos fiscalizadores del accionar del
monarca.

5. Economía

En el absolutismo la economía solía ser mercantil y contar con una total


intervención del monarca. Probablemente de la alianza entre la política feudal de
la aristocracia y la burguesía insurgente, dependió que este modelo de gobierno
durara tanto tiempo a pesar de haberse sentado ya las bases del venidero
capitalismo.

Administración centralizada

El pago de impuestos sostenía los elevados gastos que demandaba la casa real
y el funcionamiento de una compleja burocracia. La economía se basaba en
la explotación agrícola de las tierras pertenecientes a los nobles,
también se desarrolló el mercantilismo, con gran peso de los metales preciosos
en la economía.

6. Religión

En teoría, el Rey absolutista era el jefe temporal de la iglesia, cuyos hilos debía
manejar. Sin embargo, el clero era demasiado grande y aún poderoso para
controlarlo directamente, por lo que la influencia ejercida por los reyes
absolutistas sobre el clero fue más bien sutil y discreta. En algunos casos, los
más católicos, el Papa seguía siendo una institución respecto a los asuntos
religiosos. En otros, el Rey podía nombrar, destituir e interferir en los cargos
clericales.
7. Instituciones

El régimen absolutista no contemplaba poderes públicos de ningún tipo, excepto


los designios del monarca, cuya palabra era ley. Sin embargo, existían cuerpos
de funcionarios encargados de la hacienda, la burocracia, la diplomacia y del
ejército, los cuales gozaban de los beneficios de su cercanía con la clase dirigente.

8. Sociedad

La sociedad absolutista estaba fuertemente estratificada, separando a los


ciudadanos en tres estratos:

 La nobleza. Los aristócratas y terratenientes, que hacían de consejeros o


aliados del rey, todos protegidos por la fuerza militar.
 El clero. Constituido por la clase eclesiástica, es decir, sacerdotes y
monjas, que vivían del diezmo y de su cercanía con los poderes políticos.
 El pueblo llano. La masa de trabajadores, campesinos y comerciantes.

9. Teóricos

Los principales estudiosos políticos que se interesaron por el absolutismo como


método político fueron Jean Bodin (1530-1596), Thomas Hobbes (1588-1679) y
Jacques Bossuet (1627-1704).

10. Ejemplos de monarquías absolutistas

El gran ejemplo de una monarquía absoluta plena fue el reinado de Luis XIV en
Francia, también llamado el “Rey Sol”, quien gobernó hasta su muerte desde
1643 hasta 1715.
¿Qué es el liberalismo?

El liberalismo o pensamiento liberal es una doctrina de filosofía política cuyo


aspecto fundamental es la defensa de la libertad individual y de las iniciativas
privadas, limitando así las potestades del Estado y sus poderes públicos en el
ejercicio social, económico y cultural de las sociedades.

El liberalismo es un modelo de pensamiento opuesto a los absolutismos,


conservadurismos y despotismos ilustrados, defendiendo las libertades civiles y
económicas como fundamento del Estado de derecho y del pacto de convivencia
social. En ese sentido, fue indispensable para la formación del pensamiento
democrático y para la separación de poderes, fundamentales hoy en día en el
orden republicano.

Las democracias inspiradas en los ideales liberales predominaron en


Occidente desde sus inicios en el siglo XVIII, cuando se puso un coto al
absolutismo heredado de las épocas feudales y se supeditó el poder del Estado
a las leyes de una Constitución.

Sin embargo, durante la segunda mitad del siglo XX las corrientes


liberales abogaron por el libre mercado económico y por el ascenso del
capitalismo, por lo que han sido normalmente asociadas a los sectores
derechistas (conservadores) de la sociedad.

No obstante, existen liberalismos de diverso signo político y distintas aspiraciones


económicas y sociales.

Características del liberalismo

1. Origen

El uso de liberalismo proviene de la obra del médico y filósofo inglés John


Locke (1632-1704), primero en la historia en desarrollar una filosofía
propiamente liberal, consagrando la propiedad privada como un derecho y
el consentimiento de los gobernados como un principio fundamental. A esa
primera doctrina se la conoce como “liberalismo clásico”, para distinguirla de las
corrientes que vinieron después.

2. Pilares fundamentales

Los preceptos fundamentales del liberalismo son:


 Los seres humanos son entes racionales. Y como tal poseen derechos
inalienables y la capacidad de elegir por sí mismos. Esto se traduce en el
derecho de llevar la vida privada tal y como lo prefieran, amparados en
los tres “derechos naturales” de Locke: vida, libertad y propiedad privada.
 Los gobernados deben consentir el mando. Es decir, los ciudadanos tienen
el derecho a decidir cómo son gobernados sin que ello influya en sus
asuntos privados, y la autoridad política no será sino el consenso
mayoritario al respecto.
 El estado de derecho. Garantiza la igualdad ante la ley tanto de
gobernantes como gobernados, de manera que nadie pueda usar el poder
para violentar las reglas del juego político.

3. Libertades individuales

Para el liberalismo la libertad es uno de los ejes primordiales de la vida política,


lo cual implica diversos aspectos sociales y culturales, como la libertad de culto,
la libertad de pensamiento, de expresión, de asociación y de prensa, cuyos límites
han de ser, justamente, las libertades ajenas al individuo. Es decir: somos libres
de hacer lo que queramos sin violentar los derechos de los demás.

4. El individualismo

El liberalismo antepone los derechos y libertades individuales por encima de los


colectivos, dado que considera al individuo como persona única, primordial y en
pleno ejercicio de sus libertades propias.

INDIVIDUALISMO LIBERAL

Esta corriente filosófica toma los derechos individuales como protectores de la


vida, de la libertad, la expresión y la propiedad. Los derechos preceden a las
obligaciones y las justifican, y su objetivo es evitar que la comunidad actúe en
contra del individuo. Poseer derechos en una sociedad exige su cumplimiento,
significando además, estar protegido, tener dignidad y autodeterminación. El
hecho de respetar los derechos de los demás ya nos permite tener un límite ético.

5. La propiedad privada

Otro precepto fundamental del liberalismo es la propiedad privada, como un


derecho que debe ser garantizado por la ley y cuya transmisión o intercambio
debe estar sujeta a leyes y ordenamientos públicos.
6. Los códigos legales

Los distintos aspectos sociales y económicos de la vida, según el liberalismo,


deben regularse mediante ordenanzas, códigos, leyes y otros textos de índole
jurídica y legal que sean de aceptación común y que se obedezcan en todos los
casos posibles sin distinción. Los conflictos y las interpretaciones corresponderán,
en ese sentido, a las asambleas, congresos e instituciones pertinentes.

7. Tipos de liberalismo

Comúnmente se considera el liberalismo en base a dos aspectos separados:

 Social. El liberalismo social aplica a la vida política de los individuos,


poniéndole coto a los poderes del Estado en su eventual intromisión en la
vida privada de las personas, desde la no regulación del matrimonio hasta
la liberalización de la educación. Existen diversas corrientes con puntos de
vista respecto a cada tema.
 Económico. El liberalismo económico tiene que ver en cambio con el
desarrollo material de los individuos, el cual corresponde a la iniciativa
privada y libre, con la menor cantidad de intromisiones estatales posibles,
como impuestos, regulaciones, etc.

8. Benthamianismo vs. Paretianismo

Se identifican a menudo dos corrientes antagónicas en el liberalismo: la


promulgada por Jeremías Bentham y la defendida por Wilfredo Pareto. Ambas
vertientes discrepan respecto al modo de entender la satisfacción social de los
individuos.

El modelo benthamiano propone una evaluación homogénea de los principios de


satisfacción para todos los hombres, partiendo de que sus necesidades son más
o menos las mismas en esencia. Mientras que el parentianismo la satisfacción de
un individuo es incomparable con la de otro, y por lo tanto no puede medirse ni
cuantificarse.

9. Neoliberalismo

El neoliberalismo o nuevo liberalismo fue una filosofía económica y política


capitalista inventada y puesta en boga durante las décadas de 1970 y 1980, y
cuya doctrina proponía la desregulación del mercado, la minimización
del Estado y privatización de servicios y bienes públicos, así como el achicamiento
de la presencia estatal en la sociedad.

Es una tendencia a la que se le hacen grandes reproches, como haber


empobrecido aún más al Tercer Mundo, pero que goza de numerosos seguidores
todavía.

Liberalismo económico.

El liberalismo económico es una doctrina que señala que la mejor forma de


alcanzar el desarrollo económico y la eficiencia en la asignación de los recursos
es a través de un mercado libre sin la intervención del Estado (regulaciones,
impuestos, etc.) El liberalismo económico tiene sus orígenes en el siglo XVIII
como una respuesta a los privilegios de la nobleza que poco aportaban a la
sociedad y el mercantilismo, que defendía la intervención intensiva del Estado en
la economía. De acuerdo al liberalismo económico, las fuerzas de oferta y
demanda son la que de forma natural, nos llevarán a un equilibrio en donde los
precios reflejan la escasez relativa de los bienes y se produce una asignación de
recursos eficiente. Al mismo tiempo, la libre iniciativa de personas o empresas y
la búsqueda de rentas impulsan el crecimiento económico.

Cabe mencionar que el liberalismo económico es la tendencia de pensamiento


económico que promueve el libre comercio como la mejor forma de alcanzar el
desarrollo económico. Gracias a que aprovecha las ventajas comparativas de los
países, para alcanzar mayores economías de escala, promover la destrucción
creativa y destruir los privilegios de grupos de interés protegidos por alguna
regulación injustificada.

Elementos básicos del liberalismo económico

El liberalismo económico se basa en un conjunto de ideas esenciales, las que a


continuación pasamos a revisar: 1)La libre interacción de la oferta y demanda
equilibran la producción y el consumo. 2)Las intervenciones del Estado rompen
el equilibrio natural de la oferta y demanda generando ineficiencia. 3) El rol del
Estado debería limitarse a garantizar el cumplimiento de los acuerdos y contratos
establecidos libremente por las personas y empresas. Esta idea se asocia al
concepto de “Laissez Faire, laissez passer” en donde el Estado debe limitarse a
“dejar hacer, dejar pasar”. 4)Cada individuo tiene la responsabilidad de ahorrar
para educar a sus hijos, pagar su salud y mantenerse durante su vejez. 5)El
ahorro y la acumulación de capital es el factor que impulsa el desarrollo
económico. 6)Los individuos deben buscar su beneficio personal, de esta forma
impulsarán el bienestar social.
¿Qué es el Estado de Bienestar?

El Estado de bienestar es un sistema económico mediante el cual el Estado


provee equidad a cada uno de sus habitantes garantizándole alimento, trabajo,
viviendas y sanidad. También se le conoce como estado de providencia, estado
protector y estado social.

El Estado de bienestar surge con la caída del feudalismo y con la aparición de


las economías capitalistas pero se termina de consolidar tras la gran depresión
(1929) y luego de la Segunda Guerra Mundial (1945).

Una de las grandes modificaciones es que el trabajador pasa a ser una persona
libre y ya carece de protección de por parte del señor feudal. A partir de este
momento su protección depende de sí mismo. De allí surge el concepto de estado
benefactor pues es quien se encarga de ahora en más de “cuidar” a cada uno de
sus habitantes.

Características del estado benefactor

1. Origen histórico

El nacimiento histórico del estado de bienestar está íntimamente relacionado con


la figura de Otto Von Bismarck ya que fue él quien en Alemania y tras los reclamos
de los obreros del partido social democrático alemán, propone el seguro social.
Así surge un tipo de política social inclusiva (seguro de enfermedad, trabajo y
jubilación). Esto sirvió como antesala del estado de bienestar.

El concepto del estado de bienestar es un concepto que propone Keynes en uno


de sus escritos. Y surge a partir de la caída de la bolsa de Wall Street en el año
1929.

2. Modelos

Se pueden distinguir 4 tipos de modelo de estado de bienestar:

 Modelo liberal anglosajón. Sólo concede protección social a los marginados


restringiendo abundantemente los beneficios que se extendían para un
grupo más amplio de la población.
 Modelo conservador. El estado interviene solamente cuando falla la familia
del individuo.
 Modelo socialdemócrata o nórdico. Presenta un amplio programa de
beneficios y prestaciones sociales hacia la población en su totalidad.
 Modelo mediterráneo. Hay teorías que no aceptan esta cuarta variante de
estado de bienestar. Sin embargo la incluimos como una especie de
variante. En este modelo el estado tiene una intervención de asistencia
social mínima.

3. Intervención del estado en la economía

Tiene como objetivo principal proveer pleno empleo al total de la población. De


este modo se erradicaría el desempleo y el hambre. El estado de bienestar tiene
la característica de regular el mercado y sus valores a través de la creación de
un sector público económico.

4. Fomentar el consumo interno

El consumo interno estimula la producción de puestos de trabajo pues, de este


modo, eleva el poder adquisitivo de la población y así al economía interna crece.

Es conveniente subrayar que el estado de Bienestar se trata de un proceso en el


cual se han abandonado en la práctica algunos elementos de la teoría liberal del
Estado. En efecto, el estado ha dejado de ser "no intervencionista" y se ha
considerado que era responsabilidad suya conseguir una situación de pleno
empleo, un sistema de seguridad social que cubriera la totalidad de la población
y la generalización de un alto nivel de consumo y la garantía de un nivel de vida
mínimo incluso para los más desfavorecidos.

En el aspecto laboral, los sindicatos y las leyes sociales le han otorgado a los
trabajadores capacidad de negociación, lo cual ha permitido que pudieran
disfrutar como consumidores de los altos niveles de consumo generalizado. No
obstante, el cambio de la situación de la clase obrera no ha sido solamente de la
solidaridad social, sino también el deseo de las clases económicamente
hegemónicas de tener paz social.

El Estado adoptaba políticas que dirigían la actividad económica conforme al


sistema capitalista de mercado al tiempo que compensaba las desigualdades
sociales que ese mercado generaba. El "pacto de paz fordista" se cifró en trabajo
repetitivo y de escasa calificación por un lado, y de consumo de masas, por otro.

AUGE Y CAIDA DEL FORDISMO

La socialización del trabajador a las condiciones de la producción capitalista


supone el control social de fuerzas físicas y mentales sobre bases muy amplias.

El fordismo fue –hasta mediados de la década del setenta- el modelo de


producción hegemónico de los principales centros capitalistas. La producción se
hacía en las grandes fábricas organizadas alrededor de la línea de montaje de
acuerdo con los principios adoptados por Henry Ford en la producción del Modelo
T. El trabajo era repetitivo y no necesitaba mucha calificación pero los salarios
eran relativamente altos. Ford no hizo más que racionalizar las viejas tecnologías
y una división preexistente del trabajo especializado, si bien al hacer que el
trabajo fluyera hacia un trabajador estacionario, logró grandes aumentos de
productividad. La lógica de este sistema estaba basada en los altos salarios que
permitían vivir la vida de consumo de masas y que al mismo tiempo generaba
demanda de los productos. "La piedra angular de toda estructura eran los
sindicatos y la práctica de la negociación colectiva".

Lo novedoso de Ford fue su concepción, su reconocimiento explícito de que la


producción en masa significaba un consumo masivo, un nuevo sistema de
reproducción de la fuerza de trabajo, una nueva política de control y dirección
del trabajo, una nueva estética y una nueva psicología; en una palabra "un nuevo
tipo de sociedad racionalizada, modernista, populista y democrática" (4). Es en
este sentido que Antonio Gramsci, en sus cuadernos de la Cárcel, sostiene que
"el esfuerzo colectivo más grande que se ha realizado hasta la fecha para crear,
con una velocidad sin precedentes y con una conciencia del objetivo que no tiene
parangón en la historia, un nuevo tipo de trabajador y un nuevo tipo de hombre".
Evidentemente, el fordismo dependía de que el Estado nacional asumiera un rol
muy especial dentro del sistema global de regulación social.

5. Prestaciones públicas

Este estado garantiza un ingreso mínimo para cada uno de los individuos de la
población basándose en que éste es un derecho de cada habitante y es un deber
estatal. Este derecho es para todos los habitantes, sean o no marginados.

Por esta razón el estado benefactor garantiza un subsidio económico para


cada habitante. De allí es que se identifica a este tipo de estados con la
igualdad de los derechos.

6. Subsidios a políticas educativas y culturales

Destina un porcentaje de su recaudación en la inversión de las áreas culturales y


educativas. Existen aquellos que sostienen que, de este modo, se controla la
ideología dominante aunque esto también depende del modo de intervención que
realice el estado en estas áreas.

7. Presencia de negociaciones colectivas


El estado media entre las negociaciones entre los sindicatos y las empresas,
siendo éste un agente regulador de tales negociaciones. Con la presencia del
Estado se consigue llegar a un acuerdo que favorezca a las partes intervinientes.

8. Fundamentos teóricos

 La expansión económica estará determinada por la demanda de servicios


o bienes por parte de los compradores (consumidores), inversores y
estado.
 El gobierno interviene en las políticas económicas para garantizar la
rapidez, eficacia y la movilidad de la economía.
 Se basa en la teoría de que el empleo es la base de la economía: a mayor
cantidad de empleo mayor cantidad de producción. En consecuencia
mayores puestos de trabajo.

9. Críticas al estado de bienestar

Luego de levantar a una potencia mundial que se encontraba en bancarrota


(EE.UU en la década del 30, luego de la caída de bolsa de Wall Street) surgieron
muchos críticos sobre el tipo de economía de estos gobiernos. Algunas de las
críticas más notables fueron:

 Se argumentaba que el estado no subsidiaba la salud, empleo, vivienda


pues estos eran extraídos del pago de los impuestos que pagaban el resto
de los habitantes. Por esta razón se llegó a decir que el estado de bienestar
“le quitaba a los ricos para darle a los pobres” como una especie de Estado
similar a la figura de Robbin Hood.
 También se argumentó que el estado era quien generaba las peleas entre
empresarios y sindicatos.

10. Crisis del estado de bienestar

Llegada la década del ´70, las críticas antes mencionadas comenzaron a tener
mayor cantidad de adeptos. Algunos economistas argumentaron que el estado
tenía demasiado costos fijos y que debería reducirse sin intervenir más que en lo
mínimo e indispensable. De este modo se dejó de creer en aquel modelo y se dio
paso a modelos neoliberales.
¿Qué es el neoliberalismo?

El neoliberalismo, también llamado Nuevo Liberalismo o Liberalismo


tecnocrático, es una corriente económico-política asociada al capitalismo, que
profesa el resurgimiento de los preceptos promulgados por el
llamado Liberalismo Clásico o Primer Liberalismo, surgido en la Europa de los
siglos XVII y XVIII.

El neoliberalismo, tanto como su antecesor, apuesta por un panorama de


libertades para el sector privado de la sociedad, minimizando la intervención
estatal y apostando por el libre comercio como factor regulador de las tensiones
de clase.

Si bien esos preceptos generales sirven como punto de partida, la verdad es que
el concepto de neoliberalismo hoy en día ha ampliado sus fronteras y no es
sencillo de definir en el panorama político y económico contemporáneo.

Características del neoliberalismo

1. Surgimiento

El neoliberalismo como filosofía económica fue creación en 1930 de un conjunto


de académicos liberales europeos, que buscaban una vía intermedia entre el
liberalismo clásico, doctrina a la que se atribuía la Gran Depresión y los recientes
fracasos económicos de esa década, y la doctrina de planificación económica,
que suprimía total o parcialmente las libertades económicas para el mercado.

El término dejó de utilizarse en la década del 60 y reapareció con sorprendente


fuerza en los 80, en el contexto de las reformas económicas impuestas por la
dictadura de Augusto Pinochet en Chile, y panificadas por el think-
tank norteamericano llamado los “Chicago Boys”.

Desde entonces se le atribuyen las posturas de defensa capitalista más radicales,


como las implementadas por Ronald Reagan en Estados Unidos y Margaret
Thatcher en el Reino Unido.

2. Políticas neoliberales

Las usuales políticas neoliberales pueden resumirse en:


 Flexibilización laboral. Eliminación de restricciones, impuestos y
regulaciones a la actividad económica y desprotección de la masa
trabajadora en favor de la multiplicación del capital producido por el sector
privado.
 Apertura de las fronteras a los mercados extranjeros y reducción de los
proteccionismos al mercado de producción local.
 Reducir la oferta de dinero circulante, a veces a través de un aumento en
las tasas de interés, para prevenir posibles devaluaciones y mantener la
inflación cercana a cero.
 Trasladar los impuestos de la producción, renta personal y beneficios
empresariales al consumo.
 Reducir al mínimo el gasto público y fomentar la movilidad de capitales.
 Apostar por un efecto de derrame económico a través del crecimiento total
de la producción.
 Fomento de la iniciativa privada y privatización de empresas estatales y
servicios públicos.

3. Críticas

Los reproches históricos al neoliberalismo son numerosos y dolorosos, sobre todo


los nacidos a partir de las dictaduras militares latinoamericanas de mediados del
siglo XX, cuyo carácter sangriento y cruel tuvo un costo elevadísimo en vidas
humanas y tiñó la doctrina neoliberal de un aura perverso.

Por otro lado, la década del 90 representó en muchos países el fin del ensueño
neoliberal, cuando la sensación de inmediata abundancia que arrojó la
privatización de amplios sectores Estatales dio paso a las medidas de ajuste
tarifario en un contexto de depresión, devaluación y pobreza. Esto fue
particularmente notorio en el caso argentino y venezolano, por citar dos
ejemplos.

También se ha acusado al neoliberalismo de expandir el control de organismos


internacionales parciales, como una forma de favorecer la inversión corporativa
y trasnacional de empresas estadounidenses y europeas en amplios sectores del
Tercer Mundo, convirtiéndolo en una maquila empobrecida de la cual lucrarse y
repatriar las ganancias a sus respectivas naciones, lo cual genera a la larga mayor
exclusión y profundiza la brecha entre el mundo desarrollado y la periferia.

4. Privatización

La privatización, traspaso jurídico-económico de empresas y bienes públicos a


manos privadas, es una de las prácticas más polémicas de la doctrina neoliberal
contemporánea. La privatización de servicios básicos (agua, luz, teléfono,
transporte), Universidades y empresas de interés social, suele hacerse en pro de
la diversificación del sector, cuyas capacidades para competir con el Estado
suelen siempre verse favorecidas, resultando en un monopolio estatal.

Es, sin embargo, un gesto doloroso para la comunidad, que debe empezar a
pagar por algo que normalmente era gratuito o casi gratuito.

No son sinónimos la privatización y la capitalización de empresas públicas, en la


que se da cabida a inversionistas privados para reflotarla financieramente, ni la
transnacionalización, que coloca en manos privadas extranjeras los bienes y
servicios públicos locales. Aunque a menudo una cosa pueda conducir a la otra.

5. Aplicación del término

Se atribuye al estudioso alemán Alexander Rüstow haber acuñado el


término neoliberalismo en 1938, durante su disertación en un coloquio
económico. El académico lo proponía como una combinación de fuerte presencia
estatal y economía de libre mercado.

Sin embargo, su difusión en el mundo hispano y en el de las ideologías


izquierdistas se dio de la mano de los horrores de la década de dictaduras de
derecha latinoamericanas, financiadas y promovidas ideológica y políticamente
desde Estados Unidos, en su mayoría. Eso hizo que el término ingresara a la jerga
política de la mano de la derechización de las sociedades.

Existen, sin embargo, otros usos históricos del término, como el movimiento
estadounidense surgido en 1981 y de corte izquierdista, cuyo vocero era el
periodista Charles Peters y sus políticos más influyentes fueron Bill Clinton y Al
Gore.

6. Preceptos

Si bien inicialmente el término designaba una convivencia entre un Estado


robusto y una economía de libre mercado, en la actualidad los preceptos políticos
y económicos asociados al neoliberalismo pueden resumirse en la disminución de
la participación del Estado en materia económica, a través, principalmente, del
recorte del gasto público y la privatización (reemplazo con iniciativas del sector
privado).

Esta doctrina ha sido fuertemente vinculada con el mundo tecnocrático y


corporativista de las grandes trasnacionales, ya que la mayoría de sus medidas
se dictan desde organismos ajenos a la comunidad de las Naciones Unidas, como
el Banco Mundial, la Organización Mundial del Comercio y sobre todo el Fondo
Monetario Internacional, a los cuales se ha acusado de proteccionismos y
favorecimiento de las empresas norteamericanas internacionales.

7. Diferencias con el liberalismo clásico

La dimensión geopolítica mercantilista inherente a la práctica del neoliberalismo


desde mediados del siglo XX, al menos en lo comprendido como doctrina
macroeconómica y abiertamente tecnocática, constituye su principal distancia
respecto al modelo clásico, dado que no es necesariamente un sinónimo de
mercado libre, sin trabas ni favoritismos sectoriales de ningún tipo, sino una
maquinaria política, económica y estratégica de favorecimiento de ciertas
burguesías internacionales y que a menudo se ejerce de la mano del imperialismo
militar, económico y cultural.

8. Principales detractores

Las organizaciones sociales populares, los partidos de izquierda y las


organizaciones políticas que hacen vida bajo la bandera del socialismo y el
comunismo, son los grandes detractores de la filosofía neoliberal. También se le
oponen sectores críticos del capitalismo, que la acusan de ser imperial y
corporativista, y los sindicatos laborales que ven en sus principios de flexibilidad
laboral el fin de derechos adquiridos tras arduos años de lucha y reivindicaciones.

También es cierto que, dada la naturaleza incierta del término, muchos liberales
se opongan a los organismos típicamente neoliberales, acusándolos de ser entes
burocratizantes, injerencistas e inútiles. A las pequeñas burguesías locales, a fin
de cuentas, el componente corporativista del neoliberalismo les resulta tan
dañino como pueden serlo los monopolios estatales.

9. Términos asociados

Usualmente se habla de neoliberalismo para referirse también a:


Neomercantilismo (proteccionismo nacional de exportación), Corporativismo
(protección estatal a grupos económicos cerrados y privados), Anarcocapitalismo
(eliminación del Estado pero no de la propiedad privada), Monetarismo neoclásico
(retorno al liberalismo clásico), Socioliberalismo (socialdemocracia + gobierno
progresista), Minarquismo (reducción al mínimo de los poderes estatales).

10. Neoliberalismo hoy


Nuevas voces han surgido en la última década para elevar su protesta contra los
planes de política neoliberal y contra el imperialismo corporativista. Muchas de
ellas, además, de países tradicionalmente destruidos por las dictaduras de
derecha del siglo XX, como el eje suramericano encabezado por Hugo Chávez
(Venezuela), Evo Morales (Bolivia) y Néstor Kirchner (Argentina).

Sus respectivos discursos han hecho eco en el llamado Primer Mundo, a menudo
dispuesto a rápidas movilizaciones como las de los denominados “indignados” en
España y Europa, o las protestas en Estados Unidos que condujeron al Occupy
Wall Street. Se dice a menudo que el siglo XXI ha presenciado un cierto hartazgo
político económico que contrasta con la sensación de éxito capitalista con que
abrió la década de los 90, una vez derrotada la Unión Soviética al final de la
Guerra Fría.

Sin embargo, muchos de los gobiernos populistas latinoamericanos que


sostuvieron el estandarte del anti-neoliberalismo se encuentran hoy en aprietos
sociales, políticos y económicos, siendo el caso más dramático el venezolano, con
márgenes de pobreza y escasez que ponen en entredicho el discurso desarrollista
del Gobierno, que se tambalea tras casi década y media de un mismo partido en
el poder.
¿Qué es Socialismo?

El socialismo es un sistema de organización social y económica que considera


adecuada la abolición de la propiedad privada, para dar cabida a la
administración colectiva y estatal de los medios de producción, porque considera
que solo a través de esa vía es posible alcanzar una sociedad más justa y
solidaria.

El denominado socialismo científico surge hacia el siglo XIX con los


estudios de Marx y Engels, quienes por primera vez plantean la idea de la
lucha de clases y de la acción revolucionaria como única manera de acceder al
poder. Bastante tiempo antes, el denominado socialismo utópico marcó la
desigualdad social que traía el creciente capitalismo y las dificultades de la clase
trabajadora, y buscó sin un éxito concreto la manera de lograr una sociedad más
justa.

En la actualidad, las denominadas social-democracias en general aceptan el


libre mercado como sistema económico básico, pero al mismo tiempo
despliegan una considerable intervención del Estado para corregir desigualdades
sociales. A continuación, y a modo de resumen del socialismo, plantearemos sus
características principales y diferencias con el comunismo.

Ver además: Anarquismo.

Características del socialismo:

1. Medios de producción socializados

En el socialismo los medios de producción


están representados por el Estado.

En el socialismo, el conjunto de
los medios de producción le
pertenecen a toda la sociedad,
representada en la figura del Estado, de
modo que son empresas estatales o empresas gerenciadas por el Estado las que
se ocupan de motorizar la economía. A veces estas organizaciones asumen la
forma de cooperativas, con autogestión por parte de la clase obrera.

2. Planificación central
La administración económica y la producción se centralizan en el
Estado. En teoría se planifica y se gestiona en salvaguarda del interés del bien
común y de la equidad.

3. Intervencionismo

El Estado interviene permanentemente en las actividades económicas y


sociales y en la distribución de los bienes, a fin de garantizar la equidad que
sostiene en su ideario.

4. Diferencias entre socialismo y comunismo

El socialismo busca
distribuir los recursos de
acuerdo al trabajo de cada
persona.

 El socialismo nace
desde el seno del
capitalismo y por esta
razón no se opone a
la propiedad privada. En
cambio, el comunismo busca terminar con el capitalismo y con la
propiedad privada. El socialismo pretende que todas las personas de la
sociedad estén involucradas en la administración de los medios de
producción.
 El comunismo busca controlar los medios de producción a través de un
grupo selecto de personas que actúen en representación del Estado.
 El socialismo busca principalmente distribuir todos los recursos de acuerdo
al trabajo de cada persona. En cambio, el comunismo es un sistema
político y económico que busca distribuir todos los recursos de acuerdo a
las necesidades de las personas.

Más: Comunismo.

5. Se opone al capitalismo

El sistema socialista nació como una reacción a las desigualdades


sociales que fueron surgiendo de la mano del capitalismo, que se desarrolló más
que nada a partir de la Revolución industrial.
Más en: Capitalismo.

6. Eliminación de la explotación del hombre por el hombre

En el ideario socialista está la intención de suprimir toda asimetría de poder


económico en perjuicio de otros que pasan a ser los explotados.

7. Abolición de clases sociales

El socialismo busca que


no existan las clases
sociales.

En el ideario socialista
está la intención de
que no existan
clases sociales con
intereses antagónicos,
como ocurre en los
sistemas capitalistas.
La única clase social legitimada es la del proletariado.

8. Puede convivir con la democracia

A diferencia del comunismo, que se basa en la dictadura del proletariado, el


socialismo, al menos desde lo teórico, puede funcionar bajo un régimen
democrático.

9. Subordinación del individuo a la sociedad

El socialismo puede funcionar en la medida que el sujeto deje en un segundo


plano sus necesidades personales para ponerse al servicio del proyecto social.

10. Burocracias administrativas


Las burocracias
administrativas
son propensas a la
ineficiencia o
incluso a la
corrupción.

La planificación
centralizada y el
manejo de tan
amplia gama de
unidades
productivas va a menudo creando pesadas estructuras burocráticas
administrativas, propensas a la ineficiencia o incluso a la corrupción.

11. Monopolio del Estado

Ya que los medios de producción son del Estado, los servicios pasan a estar
en manos de un único proveedor, por lo que el sistema asume un modelo
monopólico. Quien no se siente satisfecho por el servicio obtenido no tiene otra
opción.

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