Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
INTRODUCCIÓN:
Estos cuatro pasajes del Nuevo Testamento hacen referencia específica al misterio de la
Iglesia, en la perspectiva del Reino de Dios, y en la relación íntima de Cristo como el Esposo, y
ella como la esposa.
La voz musthrion (mysterion) del griego, se traduce misterio, y su significado es: arcano,
secreto, doctrina secreta, misterio, culto secreto (Diccionario Manual Griego-Español, Vox), y
también quiere decir: cosa secreta, objeto sagrado, inviolable (Diccionario Griego-Español,
publicado por Florencio I. Sebastián Yarza, Editorial Ramón Sopena, Barcelona España).
Arcano (de la voz latina arcanus) es un adjetivo dicho especialmente de la cosas secretas,
recónditas, reservadas; secreto muy reservado y de importancia; misterio, cosa oculta y muy
difícil de conocer (Diccionario de la Real Academia Española). El misterio, en la concepción
bíblica, es un secreto revelado por Dios. Los versículos ya citados muestran que siendo un
misterio la Iglesia, este misterio ha sido manifestado por Dios a los gentiles, quienes están
formando la Iglesia del Señor. En Proverbios 25:2, (versión Peshita: La Escritura Santa:
Traducción Castellana del Arameo Galileo) leemos: Gloria de Alahja es el que guarda en
secreto el asunto. Pero es gloria del rey el que escudriña ese secreto. Los redimidos hemos
sido hechos reyes y sacerdotes, para Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo (Apocalipsis
1:5-6). Por tanto, siendo reyes, debemos escudriñar el secreto (o misterio), pues a nosotros
nos es revelado, por el Espíritu Santo.
Entonces, llegándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas? Y Él
respondiendo, les dijo: Porque a vosotros es concedido saber los misterios del reino de los
cielos; mas a ellos no es concedido… Mas bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y
vuestros oídos, porque oyen (Mateo 13:10-11). Realmente, Dios ha dejado sus secretos al
alcance de sus íntimos: Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre: mas el
hombre entendido lo alcanzará (Proverbios 20:5). He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo: y en
lo secreto me has hecho comprender sabiduría (Salmo 51:6). Porque el perverso es abominado
de Jehová: mas su secreto es con los rectos (Proverbios 3:32).
En cambio, la voz sinagogos o congregación se muestra 205 ocasiones en toda la Biblia, pero
solamente aparece siete veces en el Nuevo Testamento (en Hechos 7:38, 13:43; I Corintios
14:35; Hebreos 2:12; 10:25; 12:23 y Santiago 2:2). Sin embargo, en estas siete ocasiones que
los traductores de la Biblia han escrito la palabra congregación, cuatro de ellas tienen la misma
voz de ekklesia (ekklesía) o iglesia. Concretamente, en los pasajes de Hechos 7:38; I Corintios
14:35; Hebreos 2:12 y 12:23, la palabra que aparece es ekklesia (ekklesía). En tanto que sólo
tres pasajes tienen una raíz diferente para traducirse como sinagogos o congregación; esos
versículos se localizan en Hechos 13:43, donde la voz es sinagogos (sinagogos), y se traduce
también como ‘reunión’; en Hebreos 10:25, la palabra es episinagogon (episnagogon);
finalmente, en Santiago 2:2, la voz sinagogon (sinagogon) o ‘reunión de’.
Ahora bien, las 198 ocasiones que se menciona la palabra congregación (sinagogos -sinagogos)
en el Antiguo Testamento es para referirse a la Nación de Israel. Es interesante ver que cuando
el mártir Esteban se refiere a la congregación en el desierto (Hechos 7:38) utiliza la palabra
ekklesia (ekklesía) o iglesia, traducida como congregación. Y esto nos indica algo maravilloso,
en figura: la Iglesia del Antiguo Testamento es la Nación de Israel, prefigurando la
Congregación del Nuevo Testamento, la cual es la asamblea de redimidos de todas las edades
y de toda la humanidad. Un pasaje muy elocuente que conjuga a la congregación-Iglesia es
Salmo 22:22 y 25:
El Salmo 22 es un Salmo mesiánico; esto es, se trata de un Salmo que describe proféticamente
los sufrimientos del Señor Jesucristo. Ejemplo de ello son los versículos 1, 7-8, 12-13, 14, 15,
16, 18 y 21.
Salmo 22:1 Ésta es una de las oraciones más fuertes del Calvario, al exclamar el Señor,
literalmente, en la cruz: Eloi, Eloi, lama sabachtani... (Marcos 15:34), que si se interpretare es
el inicio del Salmo 22: Esdras mío, Dios mío, por qué me has abandonado.
En el Salmo 22, los versículos 7 y 8 hablan de cómo los fariseos –y aún uno de los ladrones (al
principio fueron los dos ladrones, pero después sólo uno) – le zaherían e injuriaban, pidiéndole
señal. Los versículos 12-13 y 21 hablan de los demonios cerniéndose cerca del Señor para
oprimirle en angustia; los versículos 14 y 15 hablan de cómo la naturaleza del Señor se fue
transformando en semejanza de una horrible serpiente, figura del pecado de toda la
humanidad; el versículo 16 muestra a los líderes religiosos de esa época injuriando al Señor
Jesús; y el versículo 18 muestra cómo literalmente se cumplió en la cruz, lo que
proféticamente había hablado el Rey David, acerca de las suertes que echarían sobre los
vestidos del Señor, para no romper su túnica; ésta era de una sola pieza.
Pues bien, el Salmo 22, en sus versículos 22 y 25 establece que la congregación es la Iglesia de
Jesucristo: Su Iglesia. En los dos versículos, la Revisión Septuaginta (o versión de los setenta)
traduce ekklesía. Y es que, realmente, el Antiguo Testamento muestra las figuras de las
verdades espirituales que se revelan en el Nuevo Testamento: anunciaré tu nombre a mis
hermanos, en medio de la congregación (ekklesia -ekklesía) te alabaré… De ti será mi alabanza
en la grande congregación (ekklesia -ekklesía)… (Salmo 22:22 y 25)
¿Quiénes son los hermanos del Señor? ...ve a mis hermanos, y diles: subo a mi Padre y a
vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios (Juan 20:17). Los hermanos del Señor Jesucristo son
los redimidos; el testimonio lo da el mismo Señor, al hacer esta declaración.
Hechos 7:38 En este pasaje, el mártir Esteban se refiere a la congregación (nación) de Israel en
el desierto.
Hechos 13:43 Habla de la sinagoga en Antioquía de Pisidia (versículos 14-15). De hecho en los
tres versículos se lee la misma palabra sinagoga como sinónimo de reunión o congregación.
I Corintios 14:35 Se refiere a la iglesia local. El Apóstol Pablo se dirige a los hermanos de
Corinto, para establecer algunas reglas de conducta, en la iglesia local o congregación de
santos. Sin embargo, la palabra traducida como congregación realmente es ekklesía –Iglesia.
Hebreos 2:12 En este pasaje, el escritor de la Epístola a los Hebreos se refiere al Salmo 22:22,
donde se habla de lo que el Rey David tenía en su corazón hacer (anunciar el nombre de Dios a
los hermanos y alabar al Señor, en medio de la congregación; esta palabra se traduce en el
Nuevo Testamento ekklesía –Iglesia.
Hebreos 10:25 Nos habla de la iglesia local: No dejando nuestra iglesia local, como algunos
tienen por costumbre. Sin embargo, la voz en griego es episinagogon, declinación de sinagoga
–congregación.
Ambos pasajes nos muestran que, siempre que leamos la Biblia y encontremos la palabra
Iglesia (y aún congregación en el Nuevo Testamento), debemos ser cuidadosos de entender si
se refiere a la iglesia local o a la Iglesia universal del Señor.
Decimos que Mateo 18:17 nos habla de la Iglesia Local, porque no es posible que reunamos a
toda la Iglesia Universal del Señor para juzgar cosas que se están dando en determinada
asamblea local de santos.
En el contexto (Mateo 18:15-17), vemos que cuando un hermano pecare contra otro de los
hermanos, se debe seguir un procedimiento para ganar al hermano que pecó, a fin de que sea
restaurado: En primer lugar, se debe tratar el asunto con el hermano a solas, a fin de
redargüirle; si oyere el hermano se le ha ganado; pero si no oyere, entonces, el siguiente paso
es tratar el asunto en la boca de dos o de tres testigos, a fin de que conste toda palabra;
finalmente, si no oyere a los testigos, entonces, el asunto ha de tratarse en medio de la
asamblea de santos, entre la iglesia local: El negocio debe decirse a la iglesia, y si aun así no
oyere a la iglesia, se le debe tener por étnico y publicano. Esto es lo que se conoce como la
excomunión. (El Proverbio 16:6 dice con misericordia y verdad se corrige el pecado). El Apóstol
Pablo se refiere a este proceso de juicio contra alguien que ha pecado, en I Corintios 5:1-6 y I
Timoteo 5:19-22.
Vemos pues que el pasaje de Mateo 18:17...dilo a la ekklesía (iglesia) y si no oyere a la ekklesía
(iglesia)... se refiere a la Iglesia Local. En tanto que Mateo 16:18 menciona a la Iglesia Universal
del Señor, al considerar a todos los que han de creer en Él, de toda lengua, pueblo y nación, en
todas las edades de la humanidad.
Nuevamente leamos Mateo 16:18 mas Yo también te digo que tú eres Pedro (piedrita, piedra
pequeña), y sobre esta roca (la verdad que has hablado: Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios
viviente) Yo edificaré mi Iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.
Encontramos que el hermano piedrita (petra – Pedro) conoció, por revelación de Dios, cuál
sería la Roca sobre la cual Cristo Jesús habría de edificar Su Iglesia. Esa Roca es Cristo mismo, al
ser revelado como el Hijo del Dios viviente.
En el Antiguo Testamento la Roca era Dios, de acuerdo con Deuteronomio 8:15; 32:4, 15, 18,
30, 31 y 37; II Samuel 22:2-3 y 47; Salmo 18:2 y 46; 19:14; 27:5; 31:2 y 3; 42:9; 62:7; 71:3;
73:26; 89:26; 94:22; 95:1; 114:8; 144:1; Isaías 17:10; Habacuc 1:12 y I Pedro 2:8.
Esta misma roca es Jesucristo; Él es la piedra no cortada con mano, vista en Daniel 2:34-35 y
45; y piedra de Gracia: Zacarías 3:9; 4:7. Y es Cristo Jesús la piedra que desecharon los
edificadores: Isaías 28:16; Mateo 21:42-44; Marcos 12:10; Lucas 20:17-18; Hechos 4:11;
Romanos 9:32-33; I Corintios 10:4; Efesios 2:20; I Pedro 2:4 y 6-8.
Enseguida encontramos en Mateo 16:18 dos elementos que se relacionan entre sí: la roca y un
edificio. La Roca es Jesucristo (el fundamento de lo que Él ha estado y está edificando) y el
edificio (Su Iglesia). Vemos pues, en esta perspectiva, a la Iglesia como un gran edificio.
Un edificio ¿para qué? Las zorras tienen cuevas para dormir, las aves de los cielos tienen nidos,
mas el Hijo del hombre no tiene un lugar donde su cabeza reposar (Mateo 8:20 y Lucas 9:58).
Efesios 2:20-22 Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal
piedra del ángulo Jesucristo mismo; en el cual, compaginado todo el edificio, va creciendo para
ser un templo santo en el Señor: en el cual vosotros también sois juntamente edificados, para
morada de Dios en Espíritu.
I Pedro 2:5 Vosotros también, como piedras vivas, sed edificados una casa espiritual, y un
sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios por Jesucristo.
En el Antiguo Testamento Sión es una preciosa figura del lugar de habitación de Dios, y esta
Sión prefigura la Iglesia Gloriosa del Señor, y la ciudad Santa, la Nueva Jerusalén, la cual
desciende del cielo (Salmo 74:2; 76:2; 87:2; 132:13; Isaías 8:18; 10:24; 60:14; Jeremías 8:19).
Nosotros, los cristianos debemos conocer qué es la Iglesia y la posición que tenemos dentro de
ella.
A la luz de la Palabra de Dios, la Iglesia se define de diferentes maneras. Es la Biblia la que nos
enseña qué es la Iglesia. En el Nuevo Testamento vemos a la Iglesia descrita de diferentes
maneras:
2° La Iglesia es un rebaño de ovejas, y Cristo es la Puerta y el Buen Pastor (Juan 10:7-9, 11, 14 y
27; Salmo 23; Isaías 63:11-14)
3° La Iglesia es un ejército: ...las puertas del infierno no prevalecerán en contra de ella (Mateo
16:18). Esto nos habla de una batalla continua, donde la Iglesia está frente a las puertas del
infierno peleando y sacudiendo los mismos cimientos del infierno, pues la Iglesia pelea fuera
de su lugar de refugio. Esto es, la Iglesia no está escondida, esperando los ataques del diablo,
sino que la Iglesia va y pelea en el mismo terreno del diablo y le arrebata almas para Cristo.
3° La Iglesia es el Cuerpo de Cristo. Es un organismo vivo, donde todos tenemos una función en
el cuerpo (I Corintios 12:14-37).
4° La Iglesia es la Plenitud de Aquel que hinche (llena) todas las cosas en todos (Efesios 1:22-
23).
5° La Iglesia es la Novia de Cristo, con quien Él se casará en las Bodas del Cordero: II Corintios
11:2; Apocalipsis 19:7; Mateo 25:1-12; Salmo 19:5; Isaías 61:10).
Existen más figuras en el Nuevo Testamento acerca de la Iglesia del Señor, pero el espacio
impide seguir hablando de aquellas. En la próxima publicación hablaremos de cómo edificar o,
mejor dicho, cómo ser colaboradores del Señor, en la edificación de Su Casa Espiritual, La
Iglesia.
¿QUÉ ES LA IGLESIA?
2° La Iglesia es un rebaño de ovejas, y Cristo es la Puerta y el Buen Pastor (Juan 10:7-9, 11, 14 y
27; Salmo 23; Isaías 63:11-14).
3° La Iglesia es un ejército: ...las puertas del infierno no prevalecerán en contra de ella (Mateo
16:18).
3° La Iglesia es el Cuerpo de Cristo. Es un organismo vivo, donde todos tenemos una función en
el cuerpo (I Corintios 12:14-37).
4° La Iglesia es la Plenitud de Aquel que hinche (llena) todas las cosas en todos (Efesios 1:22-
23).
5° La Iglesia es la Novia de Cristo, con quien Él se casará en las Bodas del Cordero: II Corintios
11:2; Apocalipsis 19:7; Mateo 25:1-12; Salmo 19:5; Isaías 61:10).
Existen más figuras en el Nuevo Testamento acerca de la Iglesia del Señor, pero el espacio
impide seguir hablando de ellas.
La Iglesia es un edificio, para habitación de Dios, en Espíritu. Y requiere ser edificada, conforme
al modelo de Dios; con los planos de Dios; estos están en la Biblia. Dios le dio a Moisés el
diseño para la edificación del Tabernáculo, y a David le dio los planos para la construcción del
Templo que edificó Salomón.
Siendo la Iglesia un edificio espiritual, para morada de Dios en Espíritu, veamos diferentes
principios de cómo la casa de Dios.
Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual, sin engaño, para que por ella crezcáis
en salud: Si empero habéis gustado que el Señor es benigno; Al cual allegándoos, piedra viva,
reprobada cierto de los hombres, empero elegida de Dios, preciosa, vosotros también, como
piedras vivas, sed edificados una casa espiritual, y un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios
espirituales, agradables a Dios por Jesucristo (I Pedro 2:2-5).
Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del
ángulo Jesucristo mismo; En el cual (en Cristo), compaginado todo el edificio, va creciendo
para ser un templo santo en el Señor: En el cual /en Cristo) vosotros también sois juntamente
edificados, para morada de Dios en Espíritu (Efesios 2:20-22).
Porque nosotros, coadjutores somos de Dios; y vosotros labranza de Dios sois, edificio de Dios
sois (I Corintios 3:9).
Todos estos pasajes son una muestra de que la Iglesia es un edificio para morada de Dios: Y
Jesús le dijo: Las zorras tienen cavernas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del hombre no
tiene donde recueste su cabeza (Mateo 8:20 y Lucas 9:58).
Porque las cosas que antes fueron escritas, para nuestra enseñanza fueron escritas; para que
por la paciencia, y por la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza (Romanos 15:4).
Empero estas cosas fueron en figura de nosotros…Y estas cosas les acontecieron en figura; y
son escritas para nuestra admonición (enseñanza), en quienes los fines de los siglos han
parado (I Corintios 10:6 y 11).
Así que, la suma acerca de lo dicho es: Tenemos tal pontífice que se asentó a la diestra del
trono de la Majestad en los cielos; Ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo
que el Señor asentó, y no hombre. Porque todo pontífice es puesto para ofrecer presentes y
sacrificios; por lo cual es necesario que también éste tuviese algo que ofrecer. Así que, si
estuviese sobre la tierra, ni aun sería sacerdote, habiendo aún los sacerdotes que ofrecen los
presentes según la ley; los cuales sirven de bosquejo y sombre de las cosas celestiales, como
fue respondido a Moisés cuando había de acabar el tabernáculo: Mira, dice, haz todas las
cosas conforme al dechado que te ha sido mostrado en el monte (Hebreos 8:1-5).
Así, dentro de esas sombras o figuras dadas en el Antiguo Testamento, encontramos el
tabernáculo: Y hacerme han un santuario, y yo habitaré entre ellos (Éxodo 25:8); DIOS es
conocido en Judá: En Israel es grande su nombre. Y en Salem está su tabernáculo, Y su
habitación en Sión (Salmo 76:1-2).
De acuerdo a todo lo antes escrito, nosotros conocemos, por lo menos, dos elementos
sustanciales: A. Dios está edificando casa para sí: SI Jehová no edificare la casa, en vano
trabajan los que la edifican: Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guarda (Salmo
127:1); y B. ¿Cómo lo está haciendo?
Dios está edificando casa para sí: Respondió Jesús, y díjole: El que me ama, mi palabra
guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos con él morada (Juan 14:23). El
Señor quiere venir a nuestro corazón (el espíritu regenerado, recreado, resucitado), el cual fue
diseñado específicamente para ser templo y morada de Dios en Espíritu. Dios es el Señor de la
Iglesia; sin embargo, Él no puede habitar en templos hechos de manos (Hechos 7:48-49 y
17:24). Las grandes catedrales del mundo no pueden contener al Señor de los cielos: Los cielos
de los cielos no te pueden contener (I Reyes 8:27 y II Crónicas 2:6).
Ésta es una de las cosas imposibles para Dios: Él no puede habitar en templos hechos de
manos, pues Él es excelso y más sublime que los cielos mismos. Dios no cabe en una casa
material, pero sí en una casa espiritual (Mateo 18:20 y 28:20b). Nosotros, a la manera de
piedras vivas, a la semejanza de Cristo, estamos en esta tierra con el propósito de que la casa
de Dios sea edificada.
I Timoteo 1:4 Una de las oposiciones más fuertes en contra de la edificación es la contienda,
pero Dios quiere que evitemos las contiendas y EDIFIQUEMOS en FE. En efecto, para edificar se
requiere FE, pues, en realidad es Dios quien edifica la casa (Mateo 16:17-18).
Cuando el Señor le mostró el modelo del santuario a Moisés, en el monte, Dios declaró
literalmente: Y mira, y hazlos conforme a su modelo, que te ha sido mostrado en el monte
(Éxodo 25:8 y 40). Es decir, el Señor no le dejó a Moisés la más mínima oportunidad de agregar
algo de la inspiración humana. No, Dios estableció que el modelo diseñado divinamente debía
ser tomado en cuenta al 100%. Ni un detalle debía pasarse por alto.
Y, así como el modelo del tabernáculo en el desierto lo diseñó Dios, también el templo que
edificó Salomón fue diseñado por el Señor. En I Crónicas 28:2, 11-12 y 19, leemos que la traza
o planos del templo, Dios se los dio a David, y éste se los entregó a Salomón, para que se
encargase de hacer la obra.
Esto nos muestra lo importante y trascendental que significa seguir los planos de Dios, para
edificar Su Casa. Cuando leemos el capítulo 40 del libro de Éxodo, encontramos que después
de hacer las cosas conforme al modelo divino, el santuario fue lleno de la presencia de Dios, y
Su Gloria saturaba el lugar Éxodo 40:34-35).
Igual circunstancia se presentó cuando Salomón erigió el templo (I Reyes 8:10-11 y II Crónicas
5:14). Si queremos experimentar la Gloria de Dios, debemos edificar conforme a sus maneras,
conforme a sus planos. Dios es el único que puede levantar la Iglesia, en el MODELO y ORDEN
que ÉL DESEA. Así, la Palabra de Dios es fundamental para edificar la Iglesia: el que oye mis
palabras y las hace, le compararé a un hombre prudente que edificó su casa sobre la roca
(Mateo 7:24-27; I Corintios 3:10d; Deuteronomio 6:1-9).
Para edificar una vida cristiana, se requiere entrar en LA PALABRA, leerla muchas veces,
memorizarla, escudriñarla, amarla. Se dice que Carlos Spurgeon leyó la Biblia más de ochenta
veces; y Watchman Nee la leyó más de cincuenta ocasiones. Un varón de nombre Gustavo
Villanueva se ha hecho el propósito de leer la Biblia cuatro veces al año, después de haber
empezado con la lectura total de la Palabra de Dios una vez al año. Hace años, en un
campamento cristiano para jóvenes, en Big Bear, California, Estados Unidos de América, un
ministro afirmó haber leído doscientas veces la Sagrada Escritura.
Tenemos, pues, como primer elemento sustancial para edificar: La Palabra de Dios.
Nutrámonos de ella; es como miel y como mantequilla. Y no añadamos tradiciones de
hombres, al momento de edificar (Deuteronomio 4:2; Eclesiastés 3:14; Apocalipsis 22:18-19;
Colosenses 2:8). Las tradiciones son elementos humanos añadidos a la liturgia cristiana, y esas
tradiciones impiden la manifestación de la Gloria de Dios en la Iglesia.
II.- La segunda cosa que necesitamos para edificar es LA ORACIÓN.- Mas vosotros, oh amados,
edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando por el Espíritu Santo (Judas 1:20). Platicar con
Dios, orando por el Espíritu Santo, es una buena materia prima, es un excelente insumo, para
edificar nuestras vidas, edificar las familias, y edificar la Iglesia local y la Iglesia Universal del
Señor. El Señor quiere oír nuestra voz, diariamente. No importa cómo estemos (Salmo 5:1-3),
Dios quiere escucharnos, y nuestra oración debe ser en espíritu y en entendimiento (I Corintios
14:15-4). Nuestra oración debe ministrar repos (Isaías 28:11-12).
Edificamos pues el muro, y toda la muralla fue junta hasta su mitad: y el pueblo tuvo ánimo
para obrar. Mas acaeció que oyendo Sanballat y Tobías, y los Árabes, y los Ammonitas, y los de
Asdod, que los muros de Jerusalem eran reparados, porque ya los portillos comenzaban a
cerrarse, encolerizáronse mucho; Entonces oramos a nuestro Dios, y por causa de ellos
pusimos guarda contra ellos de día y de noche (Nehemías 4:6-7 y 9).
Orando en todo tiempo con toda deprecación y súplica en el Espíritu, y velando en ello con
toda instancia y suplicación por todos los santos (Efesios 6:18). Perseverad en oración, velando
en ella con hacimiento de gracias: (Colosenses 4:2).
Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos limpias, sin ira ni
contienda (I Timoteo 2:8).
Orando también juntamente por nosotros, que el Señor nos abra la puerta de la palabra, para
hablar el misterio de Cristo, por el cual aún estoy preso (Colosenses 4:2-3). Debemos orar por
los ministros, consiervos, y en general por toda la familia cristiana.
AMONESTO pues, ante todas cosas, que se hagan rogativas, oraciones, peticiones, hacimientos
de gracias, por todos los hombres; Por los reyes y por todos los que están en eminencia, para
que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y
agradable delante de Dios nuestro Salvador; El cual quiere que todos los hombres sean salvos,
y que vengan al conocimiento de la verdad (I Timoteo 2:1-4). Debemos orar por todos los
hombres, salvos y no salvos, por los que están en eminencia y por los que no lo están.
Y la oración edificará nuestra vida, y nuestra familia, nuestra comunidad, y la iglesia local, la
iglesia regional y la iglesia universal.
III.- La tercera cosa que necesitamos para edificar la casa de Dios es OFRECER SACRIFICIOS
ESPIRITUALES, cantando al Señor, bendiciendo y adorándole, con acción de gracias y con
alabanza.- Vosotros también, como piedras vivas, sed edificados una casa espiritual, y un
sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios por Jesucristo (I Pedro
2:5).
Nosotros somos sacerdotes, para ministrar al Señor sacrificios espirituales, santos, a Dios,
siendo éstos nuestro culto racional. Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios,
que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro
racional culto. Y no os conforméis a este siglo; mas reformaos por la renovación de vuestro
entendimiento, para que experimentéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y
perfecta (Romanos 12:1-2). La expresión de ser reformados, tiene que ver con nuestra
edificación.
La dedicatoria del Salmo 34 es muy elocuente, pues David había estado a punto de morir a
manos de Abimelech o Achîs, rey filisteo, enemigo de David. Pero al ser librado de la mano de
su enemigo, David compuso el Salmo para declarar su sacrifico de alabanza en dirección a Dios.
El Salmo 57 es otro ejemplo vivo de cómo David comprendía cuál era su ministerio. Estando en
la cueva de Adullam, rodeado de amargados, endeudados, y todo el desecho del pueblo, David
se levantaba para alabar a Dios. El dulce cantor de Israel transformó a aquellos amargados y
endeudados en los valientes de David. Una de las cosas que impactó a esos amargados fue la
actitud de David, siempre dispuesta para exaltar al Señor, sobre todas las cosas.
Hoy, el verdadero Dulce Cantor de Israel (Cristo Jesús) está transformándonos en sus valientes.
Entonces, una manera de edificar nuestras vidas, nuestra familia, y la Iglesia es ofreciendo a
Esdras sacrificios espirituales. CANTEMOS SIEMPRE: eso edifica y evangeliza, cuando lo
hacemos de corazón.
IV.- La cuarta cosa que necesitamos es LA AUTORIDAD.- Porque aunque me glorié aun un poco
de nuestra autoridad (la cual el Señor nos dio para edificación y no para vuestra destrucción),
no me avergonzaré… Por tanto os escribo esto ausente, por no tratar presente con dureza,
conforme a la autoridad que el Señor me ha dado para edificación, y no para destrucción (II
Corintios 10:8 y 13:10).
La autoridad que Dios ha delegado en sus ministros es para edificación de los santos y de la
iglesia. Todos nosotros, los creyentes debemos estar sujetos a la autoridad delegada de Dios.
Nadie está exento de tener sobre sí autoridad. Es decir, todos debemos sujetarnos a alguien
que tenga autoridad delegada de Dios, para recibir edificación.
Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el
fundamento, y otro edifica encima: empero cada uno vea cómo sobreedifica (I Corintios 3:10).
¿Qué queréis? ¿Iré a vosotros con vara, o con caridad y espíritu de mansedumbre? (I Corintios
4:21). Y habrá ocasiones en que la autoridad sea dolorosa, pero es mejor tener autoridad
sobre nosotros a estar huérfanos.
V.- La quinta cosa es una correcta relación con LOS MINISTERIOS.- Y él (Cristo) mismo dio unos,
ciertamente apóstoles; y otros, profetas; y otros, evangelistas; y otros, pastores y doctores;
Para perfección de los santos, para la obra del ministerio, para edificación del cuerpo de Cristo
(Efesios 4:11-12). Una de las siete cosas que se ven en el pasaje completo, hasta el versículo
16, es la edificación de los santos; para ello fueron constituidos los cinco ministerios. De hecho,
la Iglesia debe crecer a través de los ministerios (I Tesalonicenses 5:12-13).
Nosotros oramos por tener el ministerio quíntuple en operación, porque esa es l amanera en
que vamos a crecer en equilibrio. Necesitamos tener una visión completa de la Iglesia, porque
las casas que reciben la edificación completa son aquellas que tienen el ministerio quíntuple. Y
el libro de los Hechos de los Apóstoles muestra la obra de cada ministerio, en la edificación de
la Iglesia.
Nuestra lengua debe estar saturada del Espíritu Santo y de la Palabra de Dios, a fin de hablar
entre nosotros con Salmos, e himnos y canciones espirituales (Efesios 5:19 y Colosenses 3:16 y
4:6). Nosotros debemos hablar, de manera tal que la gente reciba edificación y bendición. Y no
confundamos sinceridad con grosería. Debemos tener cuidado al hablar palabras que den
Gracia.
El problema de muchos, para creer, es el temor a fallar. Para ello, es necesaria la Palabra
adecuada: Manzana de oro con figuras de plata Es la palabra dicha como conviene (Proverbios
25:11) Alégrase el hombre con la respuesta de su boca: ¡Y la palabra a su tiempo, -cuán buena
es! (Proverbios 15:23).
VII.- Finalmente, una vez que tenemos estos seis ingredientes, la séptima cosa nos muestra
¿CÓMO EDIFICAR? CON AMOR: La ciencia hincha, la caridad (el amor) edifica (I Corintios 8:1).
El conocimiento envanece. Sin amor es imposible edificar nuestras vidas; es imposible edificar
la familia, y es imposible edificar la iglesia local y la Iglesia Universal (I Corintios 12:31 y 13:1-
13).
Mucha gente tiene el problema de creer que sabe mucho, pero lo que uno necesita es AMOR.
Todo lo que hagamos, sea en AMOR. Procuremos no competir, sino ser amables (Efesios 5:2; I
Tesalonicenses 3:12-13).
Apocalipsis 2:4 La iglesia local de Éfeso tenía siete cosas correctas, pero había dejado su primer
amor. Cuidemos de mantenernos en nuestro primer amor, a fin de no claudicar en los
momentos difíciles.
Empero acordóse de los días antiguos, de Moisés y de su pueblo, diciendo: ¿Dónde está el que
les hizo subir de la mar con el pastor de su rebaño? ¿Dónde el que puso en medio de él su
espíritu santo? ¿El que los guio por la diestra de Moisés con el brazo de su gloria; el que
rompió las aguas delante de ellos, haciéndose así nombre perpetuo? ¿El que los condujo por
los abismos, como un caballo por el desierto, sin que tropezaran? El espíritu de Jehová los
pastoreó, como a una bestia que desciende al valle; así pastoreaste tu pueblo, para hacerte
nombre glorioso (Isaías 63:11-14).
INTRODUCCIÓN:
Es decir, las ovejas domésticas no tienen medio de defensa alguno; por eso, dependen
totalmente de los cuidados del pastor. Son animales dóciles; se mantienen unidos en rebaño;
reconocen a un pastor y le siguen.
Cristo consideró las características de las ovejas, a fin de ilustrar su relación con los creyentes
(Juan 10:1-5). En el Antiguo Testamento, el pueblo de Israel fue comparado con un rebaño de
ovejas (Salmo 136:16; Isaías 63:11-14); y también, en el Nuevo Testamento, la Iglesia es
comparada con un rebaño de ovejas (Hechos 20:28). Esta comparación de Israel y la Iglesia,
con un rebaño de ovejas, se refiere a las primeras etapas de desarrollo del creyente.
Antiguo Testamento:
Nuevo Testamento:
I.- En I Pedro 5:1-4, el apóstol nos da una séptuple responsabilidad de los pastores, con
relación a las ovejas del Señor:
A.- Apacentar la grey de Dios.- Esto significa dar pasto, alimento bueno, balanceado y agua
limpia, para mantener al rebaño saludable, sano y fuerte (Génesis 29:7; Ezequiel 34:3 y 6;
Isaías 49:9b-10).
Las ovejas no deben estacionarse en un pastizal, para no destruirlo. El pastor de la iglesia debe
apacentar al rebaño, siempre con la buena palabra, adecuada, fresca, y abundante (II Samuel
5:2; Ezequiel 34:14-15; Hechos 20:28).
Otro aspecto de suma importancia es buscar los abrevaderos de aguas vivas. Las ovejas no
pueden beber agua estancada; son muy susceptibles a enfermar de parásitos que abundan en
los charcos (Ezequiel 34:17-19). Ellas deben ser llevadas a cañadas, arroyos, o pozos. Esto nos
habla de la vida de oración en la iglesia.
Finalmente, en este punto, el pastor debe cuidar de la limpieza de la doctrina, a fin de evitar
herejías en la grey de Dios (Eclesiastés 12:11; I Timoteo 1:3-4; II Timoteo 2:1-2; I Corintios 4:17
y 16:10; Hechos 15:13-29).
B.- Tener cuidado de la grey: El pastor debe cuidar a las ovejas, de los peligros del mundo (Juan
10:1-5 y 11-15; Proverbios 27:23; Isaías 40:11; Jeremías 31:10; Mateo 7:15 con Juan 10:12;
Mateo 12:11-12; 18:12-14 y 25:32). El pastor debe cuidar a las ovejas de cuatro peligros
principales:
1.- Respecto de los depredadores: Mateo 10:16; I Samuel 17:34-36; Ezequiel 34:16; Isaías 53:6;
I Timoteo 2:24-26; Juan 10:7-9.
3.- De roces y fricciones con las demás ovejas: Ezequiel 34:17 y 20-22; II Corintios 12:20;
Proverbios 6:16-19; Santiago 4:1-3; I Pedro 5:8-9.
4.- De mezclarse con cabras: Mateo 25:31-34; I Corintios 5:11; I Tesalonicenses 5:14; II
Tesalonicenses 3:6-11.
C.- Hacerlo Voluntariamente: el pastorado no es por fuerza ni a fuerza. Pero, al mismo tiempo,
La autoridad pastoral no es una dictadura; el pastor no es un controlador; su autoridad se da
en la medida del reconocimiento y sumisión de las ovejas (Números 27:16-17; I Corintios
16:15-18; Juan 10:2-5; I Tesalonicenses 5:12-14; Hebreos 13:17; Santiago 5:14-15). Y el pastor
sólo podrá intervenir en la vida de alguien, cuando la oveja así lo decida, o cuando el mal se
vuelve público y afecta al rebaño (I Corintios 5:1-5; I Timoteo 5:20; Tito 1:10-13).
D.- De ánimo pronto (no por ganancias deshonestas).- El pastor debe ser amoroso y servicial,
debe estar dispuesto a responder gustosamente a las necesidades de las ovejas (Isaías 40:11;
Juan 10:12-13; Hechos 20:31-35; II Corintios 1:3-5; 11.28-29; Santiago 5:14-15). Las
necesidades personales del pastor no deben afectar al rebaño (Gálatas 6:1-5; Hebreos 5:2;
Filipenses 2:20-22; I Corintios 10:24; Romanos 15:1-3; II Tesalonicenses 2:11-12). Dios suplirá
todo lo que haga falta al pastor (Filipenses 4:16-19; II Corintios 12:14-15). Es deshonesto que
un pastor le ponga precio a sus servicios (II Corintios 2:17; Jeremías 23:1-2, 50:6; Ezequiel 34:8-
10).
E.- Siendo dechado de la grey (No teniendo señorío de las heredades de Cristo).- Las ovejas son
del Señor y no son propiedad del pastor (Hebreos 13:7; Mateo 10:24-25; I Corintios 11:1; I
Tesalonicenses 1:6-7, 2:7-8; Salmo 68:18; III Juan 9-10; Números 20:8-12).
F.- Estando pendientes del Príncipe de los pastores, Cristo Jesús. El principal de los pastores es
el Señor Jesucristo; a Él debemos servir (Hechos 20:28; I Timoteo 3:13; Colosenses 3:23-24;
Romanos 11:36; Filipenses 2:17).
La parábola de las cien ovejas (Mateo 18:11-14) nos enseña la labor evangelizadora para traer
al redil a todo aquel que no conoce a Cristo.
Esto no lo debe olvidar todo ministro que se precie de ser pastor: debe ir por los perdidos y
traerlos al redil del Señor (II Timoteo 4:5).
II.- SALMO 23
El Salmista David ejerció el pastorado, pero al componer el Salmo 23, David presenta a Jehová,
al Señor, como su pastor. En toda la Biblia, encontramos siete nombres compuestos de Jehová
(Jireh, Rafa, Nissi, Shalom, Raah, Sidkenu y Shamma). De estos siete nombres compuestos, el
Salmo 23 da inicio señalando Jehová Raah: El Señor es mi Pastor. Y a lo largo del Salmo, el
poeta declara las diferentes bendiciones que tienen las ovejas, cuyo pastor es Dios mismo:
4° Confortará mi alma;
6° Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno; porque tú estarás
conmigo:
¿A cuál iglesia local pertenezco? ¿En cuál asamblea Dios quiere que yo esté? sesenta son las
reinas, y ochenta las concubinas, y las doncellas sin cuento; pero una es la paloma mía, la
perfecta mía; única es a su madre... (Cantares 6:8-9). Había un hermano que los martes, jueves
y sábados asistía a la iglesia Cristo el Buen Pastor, los miércoles y domingos asistía a
Getsemaní, aunque eventualmente asistía a otras iglesias locales. La pregunta obligada que un
día le hizo un apóstol fue “¿cuál es tu iglesia local? ¿Quién es tu Pastor? ¿Quién dará cuentas
de ti, delante de Dios?” (Hebreos 13:17).
Realmente, es una bendición tener una autoridad pastoral sobre nosotros, como cubierta (I
Pedro 5:6 y Hebreos 13:17, 7 y 24) pero, al mismo tiempo, necesitamos someternos a
ministerios humanos.
Y donde hay más ministros hay más bendición. Y es que Dios, el Pastor Divino, puso pastores
humanos y a los demás ministerios. Sin pastores, la iglesia carece de protección. Israel tuvo
protección en el desierto, bajo la cobertura de Moisés. Todos necesitamos de un Pastor, y Dios
no nos dio a escoger nuestro Pastor. Dios estableció este ministerio para suplir diferentes
necesidades en sus ovejas. Dios nos vio como ovejas que no tienen Pastor.
¿Quién es tu Pastor? Jehová es mi Pastor… ‘yo me someto a Cristo, al Espíritu Santo y a nadie
más’. Bueno, existe un cordón de tres dobleces del Pastorado de Dios, pero Dios quiere que
tengamos Pastores humanos, porque Dios fluye a través de ellos, para bendecirnos.
Jehová es mi (nuestro) Pastor (Salmo 23:1); Y Jehová te pastoreará siempre (Isaías 58:11);
¿Dónde está... el Pastor de su rebaño? El que los guio... El Espíritu de Jehová los pastoreó
(Isaías 63:9-14 (11 y 14). Yo soy el Buen Pastor... conozco mis ovejas... (Juan 10:11, 14 y 27).
Cristo es el Buen Pastor, el Príncipe de los pastores; Él es el Pastor y Obispo de nuestras almas,
y es el Gran Pastor (I Pedro 5:4; 2:25; Hebreos 13:20). Pero Dios ha establecido Pastores
humanos para nuestra bendición; y en la Escritura encontramos siete referencias de sucesos o
acontecimientos a ovejas sin pastor.
Por ello, es importante estar bajo autoridad para someternos. Dios puso todo bajo autoridad:
Toda alma se someta a toda autoridad, porque no hay autoridad sino de Dios; y los que son de
Dios son ordenados (Romanos 13:1).
El Señor Jesús vio a las multitudes como ovejas sin pastor y su corazón fue incendiado. Pero
además, el Señor dijo la mies es mucha y los obreros pocos, rogad pues al Señor de la mies que
envíe obreros a su mies (Mateo 9:37-38; Lucas 10:2). El Señor vio los cuidados y prosperidad
que da un Pastor.
Pero mucha gente es rebelde, y habita en tierra seca y árida. El desierto es una figura del lugar
de habitación para los rebeldes. La gente que no se somete y se autodetermina es gente usada
por satanás. Y la técnica que usa es la del lobo; aúlla en tal forma que la oveja se aleja del
rebaño (iglesia); así, es presa fácil. Pero dentro del redil, el lobo no puede hacer daño.
Teniendo este entendimiento, de que Dios ha dispuesto la autoridad para bendición, también
vemos y entendemos que conforme a la Palabra hay diferentes niveles de autoridad. Efesios
6:1-2; Colosenses 3:2; Éxodo 20:12; Mateo 15:4; Marcos 7:10 Los niños deben someterse a los
padres; las esposas a los esposos; los ciudadanos a los gobiernos; los empleados a los jefes; y
las ovejas deben sujetarse a los Pastores (Efesios 5:22; Colosenses 3:18 y 22; Efesios 6:5-6;
Romanos 13:1).
Cuando fallamos en algunos de estos niveles de autoridad, la protección del Señor se rompe. El
Pastor conduce al rebaño por el camino de las verdades y deliciosos pastos.
En Hebreo, Rey, era ‘Rehul’ y quería decir “apacentar, regir”. Los reyes fueron pastores de
Israel; pero además de los reyes, esta preciosa función de guiar al pueblo, la ejercían los
sacerdotes y los profetas.
Génesis 4:1-6 y 10-11 En Génesis, encontramos el contraste ministerial en los oficios de dos
hermanos. Abel, el pastor, y Caín, el labrador, el agricultor. El sacrificio de Abel, el pastor,
agradó a Dios; el de Caín no agradó a Dios, porque el hombre tiene orgullo en los bienes que él
mismo crea.
Alguien dijo que la industria trae desorden. Vemos que Caín inició una generación de
industriosos e industriales y vino la bigamia y, en sí, el hombre se abandonó de continuo al
mal.
Génesis 11:4-8 Los pueblos dejaron la actividad de pastores, para edificar una ciudad. Así, el
hombre buscó su propia fama y su propia gloria, abandonando la Gloria de Dios. En este
pasaje, vemos roto el ministerio pastoral. Estas figuras son alegorías para nuestra vida
espiritual.
Pero los patriarcas fueron pastores: Abraham, Isaac, Jacob, José, Moisés... y el mismo Rey
David; el Profeta Amós....
Un Pastor debe reunir diferentes características: Debe saber sacar y meter a las ovejas. Debe
tener Espíritu Santo. El Pastor es disciplinado por Dios y no por las ovejas. El Pastor guía a las
ovejas, en la dirección correcta. El Pastor va delante de las ovejas.
Mis ovejas oyen mi voz y me siguen. El Pastor siempre está pendiente del rebaño. Ezequiel
34:31; Salmo 100:3b A Dios le gusta hablarnos como a ovejas, porque Él quiere pastorearnos.
1° Posición Pastoral.- 27:15-17 Moisés había funcionado como Pastor y, cuando se ausentó, el
pueblo buscó la idolatría. El pueblo se desmandó, tuvo miedo. Pero el Pastor tiene la cualidad
de sacar y hacer entrar a las ovejas. Cuando no hay Pastor, hay falta de sabiduría. Pero el
Pastor tiene una característica de autoridad: él es el único que puede salir y entrar delante de
la congregación.
Números 27:18 A su vez, el Pastor necesita tener unción del Espíritu Santo. De lo contrario, es
peligroso. Sin Espíritu Santo, el Pastor expone a las ovejas. No busquemos cualidades físicas o
anímicas en el Pastor, sino que sea lleno del Espíritu Santo.
Números 27:20-21 En la relación de la oveja con el Pastor, aquella debe caminar en
obediencia; la obediencia trae supervivencia o preservación a la ovejita, gracias a la posición
pastoral. Cuando hay obediencia, hay protección. Venimos a tener la posición correcta. La
obediencia es probada y aprobada.
Y Dios es quien disciplina a los Pastores, no las ovejas. Necesitamos aprobar en obediencia; de
lo contrario, no podemos ir más adelante. Sin autoridad no se puede caminar en obediencia.
Jueces 17:6 y 21:25 Cuando Israel no tuvo autoridad, cada uno hacía lo que era bueno a sus
propios ojos. Cuando los líderes se acabaron, Israel se desvió. Israel perdió la visión. ¿Cómo
estoy caminando? ¿Con dirección o a la deriva? Decidir por uno mismo es peligroso.
(Sometiéndome) Obedeciendo tendré dirección y apoyo de Dios. El mundo necesita líderes; la
Iglesia necesita Pastores de Dios.
Génesis 33:14 El Pastor debe cuidar y someterse a los chiquitos y a las recién paridas.
2° Pastorear (Actividad del Pastor).- I Reyes 22:12-17 En la actividad del Pastor, Pastorear,
vemos nuestra correcta relación con el mundo, a través de separación del mundo; el resultado
de separarnos del mundo es unidad en la iglesia. Empero, sin Pastor se da la división y la
separación. En el pasaje, los Profetas profetizaban con falsedad, cuando Acab y Josafat
planeaban salir a la guerra, y ellos querían saber cuál era la voluntad de Dios. Así, todos los
Profetas, inducidos por un espíritu de mentira (I Reyes 22:19-232), profetizaban falsamente a
Acab y a Josafat, diciéndoles que fueran a la guerra, pues ciertamente tendrían la victoria. Pero
Josafat buscó un testimonio más. No fueron suficientes los cerca de cuatrocientos Profetas.
Así, Acab mandó traer a Miqueas. El Profeta fue conjurado por el rey, en el Nombre de Jehová,
y dijo la verdad (I Reyes 22:17).
Sin el correcto ministerio Pastoral, no hay manera de ir a la batalla, y es mejor regresar a casa
en paz. Dios pone el Pastor porque quiere levantar un ejército en los últimos días para pelear
la batalla final.
Nosotros debemos separarnos del mundo para unirnos a la Iglesia, porque ser esparcidos
equivale a derrota. En la iglesia es necesario estar en unidad, para salir a la batalla. Es muy
importante someterse al ministerio de la iglesia local, para pelear bien.
En la prueba de separación del mundo es importante vencer. Las autoridades espirituales que
Dios dio son para que tengamos fuerza, para que seamos entrenados. El que lucha solo pronto
muere en la batalla; por eso, es importante tener sentido de permanencia y pertenencia a una
iglesia local.
Tener un Pastor humano trae beneficios y responsabilidades; esto nos hace fuertes frente al
enemigo. Quienes no tienen Pastor son enviados por Dios a casa.
Separación del mundo trae unidad; no tener Pastor trae dispersión. Ante la separación del
mundo, la prueba es unidad en Su Iglesia, para pelear la batalla. Los problemas de la iglesia
local de Corinto fueron solucionados en la unidad.
3° Protección del Pastor.- Jeremías 50:4-8 (especialmente versículo 5).- El Profeta habla de las
ovejas que se querían unir al Señor.
Ovejas perdidas. Sus pastores las hicieron errar; los Pastores de hombres, levantados por
hombres y no por Dios, son asalariados y abandonan a las ovejas, cuando ven venir el lobo.
Aquellas ovejas se metieron bajo el señorío del hombre y del diablo, y se olvidaron de su
reposo.
Es importante que las ovejas tengan una majada (lugar de descanso, de su reposo) porque ahí
tendrán protección. Los Pastores no deben cansar a las ovejas (Génesis 33:12-13), sino darles
reposo. No se les debe llevar de lugar en lugar. Esaú era cazador; era un hombre muy
inquieto, pero Jacob era pastor y sabía caminar con los chiquitos y con las recién paridas.
Dios nos ha puesto en un lugar de refugio (la Iglesia), para tener alimento y paz. Por eso, Dios,
en Su sabiduría, puso la iglesia local. Pero no cualquier lugar es iglesia; pueden ser centros de
evangelismo, etc., pero no son iglesia. I Pedro 5:6 Estar en sumisión trae protección.
En el Antiguo Testamento, las ciudades de refugio son tipos de la iglesia local: a) Cedes: Lugar
Santo o Separado, para los que están sucios, por el pecado. Esta ciudad es para que nos
limpiemos; b) Siquem: Fuerza y refugio para los débiles y cansados; c) Hebrón: Comunión,
compañerismo (Lucas 2:36-38; Salmo 68:6); lugar para los solitarios, viudas, huérfanos, etc.,
Ejemplo Ana. Dios hace habitar en familia a los solos, a los aprisionados con grillos; d) Beser:
Plaza Fuerte; la Iglesia debe ser fuerte para la gente desvalida; e) Ramot: Lugar exaltado
(Efesios 2:5-6); Dios nos va a exaltar; f) Gaulón (Golán): Círculo cerrado; a donde podemos huir,
ante la tentación.
En Apizaco, Tlaxcala, hay una iglesia local que se llama Apizaco para Cristo. La iglesia local
recibía cobertura de Amistad Cristiana de Puebla, y el superintendente decía que las ovejas
son para trasquilarse, y sólo iba a visitarlos por los diezmos y ofrendas. Pero el asalariado huye,
ante el lobo (Juan 10:12-13).
5° Poder del Pastor.- Zacarías 10:2-12 (versículo 2) No tener Pastor puede impedirnos heredar.
La falta de pastor nos impide tener dominio de las cosas. Se pierde el control.
6° Propósito del Pastor.- Mateo 9:35-38 Aquí, el Señor va caminando por las ciudades y aldeas,
enseñando en las sinagogas.
7° Preeminencia del Pastor.- Marcos 6:32-44 En este pasaje, el Señor vio venir a las gentes de
muchos lugares, al sitio donde Él estaba, con sus discípulos. El lugar era desierto; sin embargo,
las gentes le buscaron y le encontraron. Y el Señor los apacentó. Las ovejas sin Pastor no han
experimentado la aceptación de Dios.
Iglesia como un rebaño de ovejas. Una glosa de aquel estudio, la podemos cifrar en las
siguientes premisas:
I Pedro 5:1-4
Visión
Error/falta de visión
Unidad
División, separación
Hacerlo Voluntariamente.
Protección
Inseguridad
De ánimo pronto.
Reposo
Falta de Reposo
Perder Herencia
Sanidad y Salud
Enfermedad, achaques
Alimento, comunión
Hambre, soledad
...las puertas del infierno no prevalecerán en contra de ella (Mateo 16:18). Esto nos habla de
una batalla continua, donde la Iglesia está frente a las puertas del infierno, peleando y
sacudiendo los mismos cimientos del infierno, pues la Iglesia pelea fuera de su lugar de
refugio. Esto es, la Iglesia no está escondida, esperando los ataques del diablo, sino que la
Iglesia va y pelea en el mismo terreno del diablo y le arrebata almas para Cristo.
I.- INTRODUCCIÓN.-
Cuando uno realmente se enfrente a Satanás en combate, es cuando uno puede ver el
auténtico valor del nuevo poder y de las nuevas armas. Por supuesto, con el Espíritu Santo
solo, sin la Palabra, Cristo nunca hubiera derrotado al maligno. Así, el creyente que
únicamente descansa en la experiencia del Espíritu Santo, pero no ocupa tiempo para la
Palabra, tampoco triunfará sobre el enemigo. Dios nos ha dado ambos recursos para vencer:
Palabra y Espíritu.
Pablo dice de Satanás pues no ignoramos sus maquinaciones (II Corintios 2:11). Nuestro
propósito aquí es tan sólo ver cuáles son las maquinaciones del diablo. Comparemos las siete
tribus de Canaán con los espíritus satánicos mencionados en el Nuevo Testamento, para llegar
a nuestra respuesta.
En Efesios 6 están enlistadas las piezas de la Armadura del Señor. Encontramos que cada arma
es para nuestra defensa contra una clase particular de espíritu maligno.
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las acechanzas del
diablo. Porque no tenemos lucha contra carne y sangre, sino contra principados, contra
potestades, contra señores del mundo, gobernadores de estas tinieblas, contra malicias
espirituales en los aires (Efesios 6:11-12). Efesios debería aplicarse especialmente a nosotros
ahora, puesto que toda esta armadura se necesita en el “día malo”. Estamos viviendo en una
era especial de armas muy letales, de veloces proyectiles y de satélites espías. (La cibernética
ha permitido el desarrollo de armamentos muy sofisticados, tales como la bomba de
neutrones; ésta arrasa con todo aquello que tiene vida sin dañar ciudades ni edificios).
ACECHANZA, en el Griego, significa “un recorrido sobre”, y DARDOS, literalmente significa
“PROYECTILES”.
Observemos la comparación entre las tribus de Canaán y los espíritus malignos. Josué 3:10
enlista los nombres de las tribus con sus significados:
Cananeos “Bajo”, “plano”, de ‘kana’ que significa “doblar la rodilla” y, por tanto, también
quiere decir “traer a servidumbre”.
Heteos “Descendiente de Heth”, cuyo nombre (Heth) denota “temor”.
Heveos “Villa o pueblo pequeño”, de ‘shavvah’ o “lugar para vivir”.
Pherezeos “Rústico, habitante de campo raso o abierto”.
Gergeseos “Creador de hábitos”.
Amorreos Del Hebreo ‘amar’ que significa “decir”; asociado con el sentido de publicidad y
preeminencia.
Jebuseos “Habitante de Jebús”, que significa “hollar, pisotear”.
Ahora notemos los espíritus malignos de Satanás registrados en las epístolas del Nuevo
Testamento y veamos cómo la armadura de Efesios 6 contrarresta estos espíritus:
Es muy obvio que el espíritu de servidumbre y el espíritu de temor están simbolizados en los
Cananeos y en los Hetheos, debido al significado de sus nombres; pero ¿cómo puede este
espíritu de sopor o sueño ser ilustrado por el nombre de los Heveos que significa pueblo
pequeño? ¿Qué es más conducente el sopor o la pereza o el no tener nada que hacer? Un
pequeño pueblo tendría menos actividad que uno grande; así también el hogar de un hombre
o el lugar “para vivir”. La raíz de ‘Heveo’ sería el sitio natural para el espíritu de sopor, porque
ahí está su lugar de reposo.
ESPÍRITU DEL MUNDO.- I Corintios 2:12 Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo,
sino el Espíritu que es de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado. Este espíritu (del
mundo) es rudo, burdo, e intrincado de odio. Bienaventurados seréis cuando los hombres os
aborrezcan, y cuando os aparten de sí, y os vituperen, y desechen vuestro nombre como malo,
por causa del Hijo del Hombre (Lucas 6:22). Hermanos míos, no os maravilléis si el mundo os
aborrece (I Juan 3:13).
Los Pherezeos, o tribu rústica, tipifican este espíritu maligno. Rústico tiene un significado
ligeramente diferente al de rural; puede ser rudo, vulgar. La palabra Hebrea viene de pharas
que quiere decir separar. El espíritu del mundo en una iglesia causará divisiones carnales.
ESPÍRITU DE ERROR.- Juan dice la causa por la cual una persona rehúsa escuchar al que tiene el
Espíritu de Verdad. Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de
Dios, no nos oye. Por esto conocemos el Espíritu de Verdad y el espíritu de error (I Juan 4:6).
Esto nos recuerda a los Jebuseos, quienes despreciaron la autoridad de David. En II Samuel 5:7
vemos cómo David les quitó el Monte de Sión. Este “espíritu de error” es caracterizado por
malicias espirituales en los aires. La palabra “error”, en el Griego, significa “extraviarse, andar
errante, vagabundo”. Por implicación, al que se extravía en la Biblia se le llama “impostor,
engañador, falso dirigente”. Y, así como uno puede extraviarse en cualquiera de los cuatro
puntos cardinales, así existen cuatro tipos básicos de error:
A) Error de visión;
B) Error de doctrina;
C) Error de vida; y
D) Error de espíritu.
A) ERROR DE VISIÓN.- Isaías 28:7…estos erraron con el vino… el sacerdote y el profeta
erraron… erraron en la visión… este espíritu demoniaco oscurece la Voluntad de Dios para el
servicio, en el Cuerpo de Cristo, y así arruinará nuestro ministerio.
B) ERROR DE DOCTRINA.- Mateo 22:29 Entonces respondiendo Jesús les dijo: Erráis ignorando
las Escrituras, y el poder de Dios. Este espíritu demoniaco opera desviándonos de la Palabra y
nos lleva a sacar mensajes propios ajenos a la Sana Doctrina.
C) ERROR DE VIDA.- II Pedro 3:17 Así que vosotros, oh amados, pues estáis amonestados,
guardaos que por el error de los abominables no seáis juntamente extraviados, y caigáis de
vuestra firmeza. Este espíritu demoniaco opera para que el creyente se equivoque del camino
de Santidad y, de esta manera, provoca perder la meta que es ser hechos a la imagen de
Cristo.
D) ERROR DE ESPÍRITU.- Isaías 29:24 Y los errados de espíritu aprenderán inteligencia, y los
murmuradores aprenderán doctrina. A causa de lo cual me enemisté con esa generación, y
dije: Siempre divagan de corazón, y no han conocido mis caminos (Hebreos 3:10)
La manera de operar de este espíritu es traer al cristiano a extraviarse de la verdadera
adoración. Esto hará que perdamos los movimientos del Espíritu de Dios cuando, en nuestro
derredor, todos están siendo bendecidos.
Podríamos notar que este espíritu de error, como se ve caracterizado por los Jebuseos, en lo
alto del Monte Sión, ilustra dos cosas que aparentemente son diferentes: 1. Organización
altamente centralizada; y 2. “Aire” independiente –independencia, autonomía, apartados de
Dios.
Y podríamos añadir que el más grande rayo de muerte será al final; la aparición literal de
Cristo, cuando el Anticristo será consumido por la espada de la boca de Cristo, y toda carne
será disuelta ante la Presencia del Rey de reyes y Señor de señores (Apocalipsis 19:15; Zacarías
14:12).
Así como Joab fue hecho capitán del ejército de David para dirigir la batalla, así hoy Dios está
levantando líderes en Su ejército, para vencer este espíritu de error. Joab tuvo que pasar a
través de un foso profundo, antes de escalar las murallas de Sión. De igual manera, Dios tiene
que obrar grandes profundidades en nuestros corazones, antes que podamos vencer
plenamente este espíritu. Pero vale la pena, porque cuando Dios sacó a los Jebuseos de Sión,
el Señor pudo cumplir el deseo de Su corazón: traer a todo Israel a ese lugar sagrado. El
espíritu de error muere penosamente, como se observa en la larga estancia de los Jebuseos en
Sión.
Dios tiene una respuesta para este espíritu de error. Debemos ejercitar el arma secreta dada al
Cuerpo de Cristo. De esta manera, seremos la base de los proyectiles de Dios en contra de
Satanás. Nuestra oración, primeramente, es que el mensaje de Pablo sea resueltamente
cumplido en el hablar y hacer notorio el evangelio, como se describe en Efesios 6:18-20,
orando en todo tiempo con toda deprecación y súplica en el Espíritu, y velando en ello con
toda instancia y suplicación por todos los santos. Y por mí, para que me sea dada en el abrir de
mi boca con confianza, para hacer notorio el misterio del evangelio. Por lo cual soy embajador
en cadenas; que resueltamente hable de Él como debo hablar. Amados hermanos míos no
erréis (Santiago 1:16).
IV.- A manera de repaso: Notemos cuáles son los resultados de dejar que estos espíritus
satánicos nos influyan:
A.- Ya hemos mencionado que Israel prefigura a la Iglesia del Señor. Al considerar a la nación
de Israel, saliendo de Egipto, nosotros vemos un grupo de gente que se movía por dirección de
la nube (tipo del Espíritu Santo).
Y cuando este pueblo llegó al Monte Sinaí, el Señor les dio ordenanzas y leyes, y ahí les dio
orden para acampar y orden de marcha. Es decir, Dios transformó aquello que daba la
apariencia de ser un rebaño de ovejas en un auténtico ejército, del cual el Señor es llamado
Jehová Dios de los ejércitos. Y el primer enfrentamiento bélico que tuvo la nación de Israel fue
contra Amalec, en el desierto (Éxodo 17). Después, al empezar a heredar la tierra, Israel
enfrentó gigantes (Og, rey de Bazán, Deuteronomio 3:11).
En el Antiguo Testamento encontramos más de diez ocasiones que el Señor amonesta a Su
Pueblo a no temer, pues no hay para que pelear las batallas de Dios. Él pelea por nosotros las
batallas y toda la guerra espiritual
No los temáis: que Jehová vuestro Dios, Él es quien pelea por vosotros (Deuteronomio 3:22);
…no temáis… porque no es vuestra la guerra, sino de Dios… NO habrá para que vosotros
peléis… estad quedos, y ved la salud de Jehová… (II Crónicas 20:15-17);
…y salvarélos en Jehová su Dios… Jehová pleitea con los moradores de la tierra… (Oseas 1:7,
4:1).