Sei sulla pagina 1di 4

CALENTAMIENTO GLOBAL

El calentamiento global se refiere al aumento gradual de las temperaturas de la atmosfera y océanos de la tierra
que se ha detectado en la actualidad, además de su continuo aumento que se proyecta a futuro
Nadie pone en duda el aumento de la temperatura global, lo que todavía genera controversia es la fuente y
razón de este aumento de la temperatura. Aun así, la mayor parte de la comunidad científica asegura que hay
más de un 95% de certeza que el aumento se debe al aumento de las concentraciones de gases de efecto
invernadero resultado de las actividades humanas, incluyendo la deforestación y quema de combustibles fósiles
como el petróleo y el carbón. Estas conclusiones son avaladas por las academias de ciencia de la gran mayoría
de los países industrializados (si no, todos).

Cambios de temperatura en el 2011 comparado con promedios 1950-1980


Si se revisa el gráfico de las temperaturas de la superficie terrestre de los últimos 100 años, se observa un
aumento de aproximadamente 0.8ºC, y que la mayor parte de este aumento ha sido en los últimos 30 años.
La proyecciones a partir de modelos de clima fueron resumidos en el Cuarto Reporte del IPCC (Panel
Intergubernamental sobre Cambio Climático) en el 2007 (leer quinto informe del 2014, expertos trabajan sobre
el del 2017). Indican que la temperatura global probablemente seguirá aumentando durante el siglo XXI, el
aumento sería de entre 1.1 y 2.9ºC en el escenario de emisiones más bajo y entre 2.4 y 6.4ºC en el de mayores
emisiones.
¿Qué produce el calentamiento global actual?
Antes que nada, es preciso aclarar que también existen causas naturales para explicar este fenómeno; es decir,
aquellas que obedecen a ciclos propios de la Tierra como parte del sistema solar y de sus transformaciones.
Sin embargo, el impacto de estas causas es insuficiente para explicar el calentamiento global actual. Por el
contrario, son las causas artificiales, es decir, aquellas derivadas de la acción del hombre, las que juegan un
papel determinante en este sentido. Veamos cuáles son y qué efectos añadidos generan en las regiones y sus
habitantes:
1) Emisión de gases de efecto invernadero:
Hablamos básicamente de la emisión de dióxido de carbono, que en la actualidad es el elemento más nocivo
para la estabilidad del planeta. Este componente se produce tras la quema de combustibles fósiles como, por
ejemplo, la gasolina que consumen día a día los coches o la producción de electricidad. El dióxido de carbono,
junto a otros gases derivados de la industria, hace que las partículas de la capa de ozono se desintegren y la
Tierra se exponga de forma directa a los rayos solares.
Las principales consecuencias de este efecto no solo se reflejan en el progresivo aumento de la temperatura,
sino también en el deshielo de los polos, la alteración de los ciclos vitales, la desaparición de especies animales,
las sequías y, sobre todo, el desplazamiento y las crisis alimentarias. Se calcula que el año pasado más de 150
millones de personas se vieron obligadas a dejar su lugar de residencia por efectos relacionados con el cambio
climático y el deterioro de la capa de ozono.

2) Deforestación:
Los árboles desempeñan un papel importante en el equilibrio medioambiental, ya que convierten el dióxido de
carbono en oxígeno. Al haber menos árboles, tal como sucede en regiones como el Amazonas, los niveles de
CO2 en la atmósfera aumentan y favorecen el deterioro de la capa de ozono. Además, la calidad del aire que
respiramos empeora, sobre todo en grandes centros urbanos o zonas industriales, generando enfermedades
de tipo respiratorio y cardiaco.
3) Uso de fertilizantes en el campo:
La superpoblación de la Tierra, junto con otros motivos, plantea nuevos retos, entre ellos el de la producción de
alimentos. En su afán por cubrir una demanda cada vez más amplia, la gran mayoría de las empresas de la
industria alimentaria emplean fertilizantes para aumentar los niveles de producción de alimentos. Dichos
fertilizantes están elaborados a base de óxido de nitrógeno, que es incluso más perjudicial que el dióxido de
carbono, y generan daños adicionales en los propios campos de cultivo. A largo plazo, se convierten en zonas
yermas y desérticas. Muchos desplazamientos en el mundo también se pueden explicar por el uso excesivo de
este tipo de fertilizantes y elementos químicos en la agricultura.
Qué consecuencias tiene el calentamiento global
1. Temperaturas más cálidas
La acumulación de gases contaminantes hace que las temperaturas aumenten cada vez más y que los climas
cambien: esto provoca sequías y, además, aumenta el riesgo de incendios que conllevan la deforestación y la
desertización del planeta.
En 2012, los países del Sahel, en el norte de África, sufrieron una crisis alimentaria que afectó a unos 18 millones
de personas debido a la escasez de lluvias. Los efectos de la sequía no son nuevos en esta zona, que viene
sufriendo sequías recurrentes de forma periódica pero sí lo son la intensidad y la frecuencia de las mismas, que
se han incrementado durante la última década como consecuencia del aumento de las temperaturas en el
planeta.
2. Tormentas más intensas
El hecho de que las temperaturas sean más altas hace que las lluvias sean menos frecuentes, pero que sean
más intensas; por tanto, el nivel de inundaciones y su gravedad también irán en aumento.
3. Propagación de enfermedades
Un cambio de temperatura de varios grados puede hacer que la zona templada se haga más acogedora a la
propagación de determinadas enfermedades. De esta manera, pueden empezar a darse casos de mal de
Chagas, el dengue u otras enfermedades que están olvidadas en los países desarrollados y en zonas que
tradicionalmente han sido más frías.
Este hecho afecta también a los países en desarrollo. Según informa Veo Verde, un estudio de casos
en Etiopía y Colombia realizado por científicos de las universidades de Denver (UD) y Michigan (UM), el
calentamiento global incrementa el peligro de contagiarse de malaria en altitudes altas y, además, advierte de
que el aumento de un solo grado en la temperatura del ambiente tiene como consecuencia el desarrollo de 3
millones de casos de malaria más en Etiopía en pacientes de menos de 15 años.
4. Olas de calor más fuertes
El calentamiento global del planeta producido por la quema acelerada de combustibles fósiles agotables ha sido
muy intenso en el Polo Norte. Esto hace que el Polo Norte esté hoy mucho más caliente que hace cincuenta
años. La salud e incluso la vida de miles de personas pueden verse en riesgo debido al aumento de las olas de
calor, tanto en lo que se refiere a frecuencia como a intensidad.
5. Derretimiento de los glaciares
Océanos con temperaturas más altas son océanos que derriten el hielo de los casquetes polares: esto significa
que aumenta el nivel del mar.
Los efectos de alcance global incluirán cambios sustanciales en la disponibilidad de agua para beber y para
riego, así como un aumento de los niveles del mar, cambios en los patrones de circulación del agua en los
océanos, y la amenaza a la supervivencia de especies de flora y fauna que sobreviven en dichos ecosistemas.
6. Huracanes más peligrosos
El aumento de temperatura del mar hace que los huracanes se vuelvan más violentos. ¿Por qué? Pues porque
un huracán es el medio que tiene el planeta para repartir el exceso de calor de las zonas cálidas a las más frías.
Y a más temperatura, más huracanes, con todos los problemas que conllevan: destrucción de ciudades, de
cultivos, desmantelamiento de todos los sistemas, enfermedades…
7. Cambio de los ecosistemas
Una temperatura más alta, menos precipitaciones, sequías e inundaciones hacen que el clima se adapte a esta
nueva climatología y, por tanto, se produzcan cambios en la duración de las estaciones, aparezcan patrones
más propios de climas monzónicos…
8. Desaparición de especies animales
Muchas especies de animales están viendo cómo su clima actual desaparece y no son capaces de adaptarse
a cambios tan rápidamente. Así, muchos osos polares están muriendo ahogados porque no pueden alcanzar
los hielos flotantes, y las aves migratorias están perdiendo la capacidad de emigrar porque no pueden seguir
los flujos de temperatura a las que están habituadas.
9. Aumento del nivel del mar
Como los casquetes se derriten, se vierte muchísima más agua en los mares y océanos y, por tanto, aumenta
el nivel del mar: esta es una de las consecuencias del cambio climático más graves, ya que significa que
muchísimas islas podrían desaparecer en el futuro y que un buen número de ciudades verán cómo su distancia
a la costa se reduce de forma significativa.
10. Alimentos más caros
El cambio climático pone en peligro la producción de alimentos tan básicos como el trigo, y esto significa que
cientos de miles de personas cuya vida depende de sus cultivos están en riesgo de perderlo todo. Y no solo
eso: si los cultivos escasean, los precios se disparan. Esto nos afecta a todos y todas, pero en los países menos
desarrollados, con altísimos índices de pobreza, las consecuencias pueden ser devastadoras.

Como prevenir el calentamiento global


Para mitigar estos efectos, presentamos 5 consejos prácticos con los que ayudar a la conservación de nuestro
planeta. Toma nota:
1. Potenciar las energías renovables. Una de las formas de reducir las emisiones procedentes de la quema
de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural) que liberan CO2 es la utilización de fuentes de energía
limpias como la solar, la eólica, la mareomotriz (que utiliza la fuerza de las olas), la térmica, etc.
2. Disminuir el uso del automóvil. Hay muchas ocasiones en las que podemos desplazarnos sin utilizar el
coche. Caminar, ir en bici, o público son alternativas que ayudan a eliminar el uso de combustibles fósiles y
reducir el calentamiento global. En los casos en los que el coche sea totalmente necesario, una solución
es compartir coche con compañeros, amigos o familiares. Los nuevos vehículos eléctricos, que no utilizan motor
de combustión ni necesitan gasolina, se presentan como la alternativa más respetuosa con el medio ambiente.
3. Plantar árboles. Potenciar la reforestación a nivel mundial de zonas arrasadas por la tala es otra solución.
Los árboles absorben CO2 y producen oxígeno. A lo largo de un año, una hectárea de árboles elimina la misma
cantidad de dióxido de carbono que producen cuatro familias en ese mismo tiempo. ciudades y crear más
parques en entornos urbanos ayuda a disminuir el efecto invernadero.
4. Reciclar. Un pequeño porcentaje del dióxido de carbono que existe actualmente proviene de la
descomposición de los diversos productos orgánicos y desperdicios que se arrojan en los vertederos. Teniendo
en cuenta que el 65% de todo lo que termina en las basuras de las casas se puede reciclar, si el consumidor
actúa de forma responsable y recicla los diferentes residuos (papel, vidrio, envases, cartón, etc.) puede ayudar
a evitar la emisión de CO2. Asimismo, utilizar productos como el papel reciclado ayuda a disminuir la tala de
árboles, fundamentales para mitigar el efecto invernadero. Ante la duda, echa un vistazo a nuestra Guía de
reciclaje.
5. Elegir electrodomésticos eficientes. A la hora de comprar un electrodoméstico, el consumidor debe fijarse
en una etiqueta energética que va de la letra A (más eficiente) a la letra G (menos eficiente) en función de los
consumos eléctricos. Lo mejor es elegir los electrodomésticos de calificación A. Con las mismas prestaciones,
un aparato de clase A consume un 70% menos energía que otro de clase G. En cuanto a otros aparatos
electrónicos, hay que tener en cuenta que si están en modo de espera (stand-by) siguen consumiendo
energía aunque no los estés utilizando.

Potrebbero piacerti anche