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STUPID CUPID

Info
Mitología griega

DIOSES:

Hécate

Hades y Perséfone

Ares

Atenea

Eros (cupido)

Afrodita

Démeter

Personajes: Apógonoi
Jeon Jeongguk Park Jimin

Min Yoongi

Kim Taehyung

Kim Jiwoo

Kim Namjoon

Jung Hoseok

Jennie Kim

Kim Jongin

Nancy

Ha Sooyoung

Son Hyejoo

Jeon Heejin

Park Chaewon

Lee Sunmi

Kang Seulgi + Bae Joohyun + Kim Seokjin


El invierno había llegado. Jungkook a través de su ventana podía ver como los
copos de nieve empezaban a caer sobre el marco pero su atención no estaba en
eso, estaba perdido en sus pensamientos. Aquel día sería monótono, más que los
anteriores, tendría que asistir al evento anual que celebraba los dones dados por
los dioses griegos y aquello no le causaba gran emoción.

Bufó recordando el año anterior. Los constantes quejidos de su tía materna, su


hermana y prima correteando por toda la casa arreglando cada mínimo detalle,
pero viendo el lado bueno tenía la compañía de sus amigos. Los más cercanos
eran Kim Taehyung, Kim Jiwoo y Park Jimin, se veían regularmente pero en aquel
día buscaban escapar de sus responsabilidades probando diferentes actividades en
la reunión.

— Jungkook, dice mamá que te arregles. Falta una hora para irnos. — Su prima le
ordenó lazándole una mirada de advertencia. Sólo pudo asentir porque no tuvo
tiempo para articular una palabra como respuesta, la acató rápidamente para
evitar problemas con Sunmi.

Nadie la quería ver a enojada, era el mismo demonio en ese estado.

Empezó a vestirse con la ropa que le había tendido en la cama. A veces era
molesto sentirse un niño pequeño gracias a la atención que ella le brindaba pero
era algo con lo que tenía que lidiar.

Al terminar, fue al gran espejo que se encontraba en la sala principal y observó


con detenimiento su atuendo. Constaba de una camisa negra dentro de unos
pantalones del mismo color que amoldaban muy bien sus piernas, como accesorio
tenía unos arneses por encima de la parte superior. Su tía solía ser algo
extravagante pero para aquella ocasión sabía lucir sus atributos.

Cuando subió la mirada a su cabello pudo notar que se encontraba completamente


desordenado. Arreglarse el pelo nunca le salía bien y terminaba acudiendo a su
hermana menor, aquella vez no sería la excepción porque a pesar de no querer
salir por lo menos tenía que lucir bien.

La puerta de la habitación se encontraba cerrada. Suspiró antes de tocar la puerta,


se imaginaba a su hermana en medio desastre junto a una molesta Sooyoung y
efectivamente fue así. La última mencionaba abrió con mala cara, ya se
encontraba vestida y al parecer estaba maquillándose porque tenía un labial rojo
en sus manos.

— ¿Qué quieres, insecto? — Preguntó con un tono molesto.


Jungkook rodó los ojos ante la actitud de su prima.

— Necesito que mi hermana haga magia con mi pelo. — Trató contestarle lo más
tranquilo pero la misma molestia de Sooyoung se le contagió.

La menor hizo un ademán con la cabeza indicándole que entrara a la habitación.


Vio a una Heejin desesperada por terminar las ondas de su cabello y al verlo se
sorprendió.

— ¿Vas a torturar a alguien? — La menor de los Jeon cuestionó con diversión. El


pelinegro se limitó a responderle para evitar entrar en una tonta discusión.

— Termina rápido, babosa. Necesito que hagas algo con este nido. — Le señaló su
despeinado cabello.

Heejin sólo asintió. Desde pequeños ella se acostumbró a peinar a su hermano


para ocasiones especiales, solía probar diferentes estilos que creía que le
quedaban bien y para su suerte no lo hacía de mala gana.

Esperó un par de minutos a que su hermana terminara. Se dedicó a molestar a


Sooyoung, ella podía tener un mal temperamento pero no se enojaba tanto como
su mamá.

En media discusión de quien tenía el mejor gusto musical, Heejin los detuvo con
un grito y empezó a estilizar el pelo de su hermano. No tardó en aquello, era
bastante rápida, cuando terminó lo examinó en silencio mientras que Jungkook
estaba con una ceja enarcada.

— ¿Tan bien quedé? — Heejin no respondió a su pregunta por el tono burlón que
había usado.

La pelinegra agarró una brocha de ojos y los cerró por inercia al ver que le haría
algo en los parpados. Según ella, las sombras oscuras daban un toque misterioso.

— Pareces el mismísimo Hades. — Una asombrada Heejin habló cuando terminó


con su trabajo.

Jungkook abrió los ojos y cuando se vio al espejo quedó sorprendido por el trabajo
de su hermana. El año anterior quiso pasar desapercibido a pesar del traje formal
que le había asignado su tía pero esta vez sabía que iba a destacar entre todos los
invitados.
Esperaron a Sooyoung, quien estaba dando unos últimos toques a su maquillaje, y
en el transcurso del tiempo tuvieron una conversación amena entre los tres, gran
milagro de Zeus. Terminaron estableciendo diferentes apuestas de lo que
sucedería en todo el día.

— Ok, par de Jeon, recuerden que si mi mamá hace una entrada dramática
tendrán que lavar mi ropa por dos semanas. — Sooyoung les hizo un recordatorio
antes de salir de la habitación junto a ellos.

— Si Jungkook se consigue un ligue esta noche tendrás que lavar la nuestra. —


Heejin se dirigió a Sooyoung, quien anteriormente había dicho que Jungkook no
conseguiría pareja porque lucía como un baboso.

La castaña soltó una risa mientras asentía con la cabeza y fueron a la sala principal
donde se encontraba Lee Sunmi con un elegante vestido negro que acentuaba su
figura.

(♡)

Finalmente habían llegado a su destino. Los hermanos Jeon junto a su prima


separaron sus caminos de Sunmi, quien tenía asuntos por atender, y se dirigieron
hasta la recepción del evento.

Apógonoi era una sociedad secreta entre los humanos, constaba de personas que
tenían características especiales similares a los dioses griegos. Algunos decían que
estas provenían de los mismos dioses, comprobando así la mitología griega,
mientras que otros decían que eran una raza única. Sin embargo, se hacían llamar
descendientes de las deidades con las que compartían sus características sin
importar la historia detrás de sus orígenes.

Jungkook sabía que la primera teoría era cierta gracias a las historias que se
encargó su tía de contarle, ella tenía un puesto muy importante en aquella
sociedad. Sus padres eran muy reservados en aquel tema y al estar ausentes todo
el tiempo, no le importó que a sus 12 años se mudaran a Japón dejándolo al
cuidado de una ocupada tía junto a una Heejin de 9 años.

El evento anual de la sociedad constaba de dos fases: la recepción y un supuesto


torneo entre los descendientes con mayor privilegio.

Jungkook no solía participar en el torneo, se le hacía ridículo las pruebas que


realizaban para demostrar cual era la descendencia que lideraba.
Estaba tan sumido en sus pensamientos que no se había dado cuenta que ya se
encontraban dentro de la gran edificación. Se asemejaba a un gran palacio y por
dentro tenía múltiples obras de diferentes representantes de la mitología griega
acompañado de paredes beige dándole un toque elegante.

Dio un vistazo a su hermana y a su prima, no se había percatado de lo bien que


lucían. “Es de familia” pensó mientras miraba de forma disimulada a los invitados,
quienes se veían asombrados. El pelinegro sonrió ladino, le había gustado tener la
atención de los presentes.

Heejin llevaba un vestido negro con pequeñas piezas plateadas que la hacían
deslumbrar y aunque tuviera unos refinados tacones aún se veía más baja que
Jungkook. Al igual que su hermano captaba la mirada de todos. A su lado estaba
Sooyoung, era la copia exacta de su madre y era la más rebelde entre los tres,
llevaba una falda de cuero negra junto a una suéter de cuello largo color vino tinto
y arriba se encontraba una chaqueta negra de la misma tela de su falda.

Los Lee y Jeon eran irresistibles ante los ojos de cualquiera. Siempre los
confundían y decían que eran los hijos de Afrodita pero no era así.

A lo lejos pudo divisar a sus amigos junto a un desconocido. Se acercó a ellos con
una amplia sonrisa, sólo iba acompañado de Heejin quien compartía amistad con
Jiwoo.

— Oh por Eros. — Dijo Jiwoo sorprendida al ver al pelinegro.

— Jeon, creo que hiciste a Afrodita temblar. — Dijo Taehyung con un tono
divertido.

— Muchas gracias, fans. — Jungkook hizo una falsa reverencia ante los
comentarios de dos de sus amigos.

Jimin no dijo nada, sólo soltó una pequeña risa. El pequeño era él más tranquilo
pero risueño entre ellos, mientras que Taehyung y su hermanastra eran un total
desastre que se hacían notar donde fueran.

Taehyung, Jiwoo y Jimin eran uno de los descendientes de Eros, los tres eran
conocidos por ser los mejores “cupidos”, a pesar de su edad trabajaban para una
empresa asociada a Apógonoi por sus grandes habilidades en el amor.

Sus tres amigos estaban acompañados de un chico apuesto, éste miraba la escena
con diversión mientras tenía abrazado a Taehyung por la cintura.
Taehyung era un seductor por excelencia y siempre se le veía con una persona
diferente, según él debía aprovechar sus encantos para obtener lo que quisiera. En
cambio su hermanastra Jiwoo era más reservada en respecto al amor y esperaba a
aquella persona especial, mientras que Jimin sólo quería estar sin pareja porque se
sentía abrumado con tanto amor.

Mientras Heejin mantenía una conversación con Jiwoo y Taehyung, el mayor de los
Jeon se mantuvo en silencio mientras examinaba al extraño individuo dándose
cuenta que lo había visto en algún lugar acompañado de alguien pero no
recordaba bien.

— Oye, Jungkook, este es mi amigo Namjoon, consentido de Atenea. — La voz de


Taehyung lo sacó de sus pensamientos y enfocó su mirada en el moreno que lo
acompañaba.

— ¿Seguro que es tu amigo? — Jungkook le preguntó incrédulo al pelirosa


mientras le extendía la mano a Namjoon. — Un gusto. — Le dedicó una sonrisa
apretando los labios.

— El gusto es mío. — La pareja de su amigo tenía una voz grave y se podía notar
a simple vista lo cordial que era. Le dio un suave apretón con una sonrisa
adornada en su rostro, cualquiera podía caer por los encantos del “amigo” de
Taehyung.

Duraron un rato hablando entre todos y riendo de las ocurrencias de los Kim hasta
que Heejin y Jiwoo tomaron rumbo a otro lugar para encontrarse con el resto de
sus amigas, luego Taehyung y Namjoon se dirigieron al patio para supuestamente
admirar el lugar dejando a Jungkook Y Jimin solos.

No se había percatado que Jimin llevaba su pelo casi del mismo tono que
Taehyung y sonrió sintiendo de ternura por su apariencia. A diferencia del colorido
traje del alto pelirosa, el más bajo llevaba uno negro que hacía resaltar su cabello.

Estuvo a punto de preguntarle sobre su nuevo estilo pero el contrario empezó a


hacer señas a un punto específico de la gran sala, trató de ubicar la mirada en el
objetivo de su amigo pero no reconocía a nadie.

— ¿A quién llamas? — Esperó a que le diera una respuesta pero vio a un par de
personas acercarse a ellos dejado la pregunta en el aire
— ¡Park Jimin! ¿Cómo está mi pequeño cupido? — Escuchó como saludaba
animadamente un sonriente castaño. Al darse cuenta era Jung Hoseok, hijo de
Ares y Démeter.

— Estoy muy bien, Hoseok. ¿Cómo te va a ti? — Su amigo abrazó a Hoseok


mientras se reía. Se veía muy emocionado.

— De maravilla. — Respondió con alegría. Antes de dirigirse a su pareja, notó la


presencia del atractivo Jeon. — ¡Jungkook! Por poco te reconocía, pareces la
reencarnación del mismísimo Hades. — Lo saludó con un tono muy efusivo
haciendo que las miradas de sus acompañantes se dirigieran a él, aquello causó
que Jungkook sonriera tímidamente en vez de responder algo. — ¿Recuerdas a
Seokjin?

Vio al alto rubio que se encontraba a su lado, ambos tenían las manos
entrelazadas. Claro que le conocía, era uno de los favoritos de Afrodita, Kim
Seokjin. Tenía recuerdos muy grabados de cuando estuvo contando chistes
durante todo el evento del año pasado haciendo reír solamente a Jimin.

— ¿Mejoraste tus chistes? — Preguntó Jungkook con tono burlón. — Tal vez logres
entretenerme este año.

— Soy el mejor con mis chistes. Hago reír diariamente a ancianas. — El rostro del
rubio reflejaba indignación pero soltó una risa.

— Kook, te presento a un gran amigo. — Hoseok interrumpió señalando a un chico


con rasgos que se asemejaban a un felino. — Yoon, él es Jeon Jungkook. Al
parecer se volvió el favorito de Hades. — Hoseok lo presentó empleando un tono
de burla en el último comentario, esto ocasionó que el pelinegro lo fulminara con
la mirada.

— Mucho gusto, Jeon, soy Min Yoongi, el mayor de los descendientes de Hécate.
— La voz de Yoongi lo había cautivado, era tan grave que lograba intimidar al
principio.

Le había sorprendido por conocer de cerca alguien del reducido linaje de la diosa
de los hechiceros, muy poco había escuchado hablar de ellos porque no eran tan
numerosos como la descendencia de los principales dioses. Su hermana Heejin
tenía la suerte de poseer una amistad con dos hechiceras de aquel linaje.

Mientras Jimin hablaba animadamente junto a la pareja, Yoongi y él se mantenían


en silencio comentando de vez en cuando en el tema de conversación establecido.
Jungkook observó disimuladamente al pálido de baja estatura. Sus facciones se
veían muy delicadas y podían dejar a cualquiera sin aire, pudo notar que su cabello
estaba bien peinado pero le daba un toque rebelde asemejándolo nuevamente a
un felino. Algo que le había llamado la atención fue el traje negro que tenía
puesto, a diferencia de otros, el del contrario tenía una tela roja ubicada en la
parte izquierda de la chaqueta que hacía un perfecto contraste con el color.
Llevaba diferentes cadenas doradas que le daban un toque elegante a su imagen.

Quedó sin palabras, nunca había conocido a alguien que atrajera su atención de tal
forma.

(♡)

Lejos del grupo de Jungkook, se encontraban Heejin y Jiwoo reunidas con dos
amigas. Mantenían una charla animada entre las cuatros hasta que Sooyoung se
acercó a su prima para decirle algo.

— Deberías tener el ojo puesto en tu hermano, las cosas empiezan a ponerse


interesantes. — Su prima le susurró cerca del oído. — Recuerda que debemos
practicar, babosa. — Dijo antes de irse y a la menor de los Jeon sólo le dio tiempo
de asentir en forma de respuesta.

Luego de un minuto de silencio, Heejin le dio una rápida mirada a su hermano


mayor quien estaba mirando intensamente a un chico de baja estatura, aquello le
sorprendió bastante. Estuvo a punto de hablar pero la mirada perdida de Jiwoo
hizo que cambiara de tema sabiendo la razón de ello.

— Oh, Cupido, perdiste la oportunidad de hacer tu trabajo. — Se burló Heejin. La


mencionada captó lo que dijo su amiga y al instante sus mejillas se sonrojaron.

— Sólo tenías que sacar una de tus flechas para acabar con tu amor unilateral. —
La voz aguda de Chaewon se escuchó.

— Cupido quedó muda por ver a su personita especial. — Hyejoo continuó con las
burlas aprovechando que Jiwoo no se defendía.

La pelirroja frunció el ceño y cruzó los brazos comenzado a sentir molestia por los
comentarios que recibía de parte de sus amigas. Se abstuvo a contraatacarles o
hacerles una travesura como normalmente hacía.

El crush de Jiwoo con Sooyoung era algo muy notable y al ser prima de una de sus
amigas era la causa principal por la que se burlaban de ella por el gran cambio de
personalidad que experimentaba cuando la atractiva castaña se acercaba o las
acompañaba en sus salidas. Podía usar una de sus flechas o polvos para recibir la
atención de Lee Sooyoung y cumplir con su sueño pero quería hacerlo por cuenta
propia y esforzarse por aquello.

— Hyejoo y Chaewon. — Heejin llamó a ambas pelinegras que estaban inmersas


en una conversación. — ¿Recuerdan a mi hermano? — Cuando logró captar su
atención les preguntó. Las dos asintieron con un leve movimiento de cabeza como
respuesta. — Tengo un plan divertido. — El tono de Heejin cambió a uno con una
pizca de malicia.

Jiwoo prestó toda su atención a lo que había dicho su amiga, si era algo
relacionado a Jungkook tal vez sería interesante jugarle una pequeña broma.

— Ahí está mi hermano Yoongi. — Chaewon se sorprendió al ver a su hermano


junto al hermano de Heejin.

— Y tu hermano se lo está comiendo con la mirada. — Hyejoo se rio al ver como


Jungkook le dedicaba miradas a su primo.

— Creo que Sooyoung tenía razón… — La pelinegra susuró para ella misma. —
Hemos encontrado algo con que divertirnos. — Esta vez se refirió a sus amigas
quienes empezaron a reírse siendo parte de la complicidad dejando atrás la
situación de Jiwoo.

(♡)

Jungkook se encontraba atento escuchando las divertidas anécdotas de Hoseok y


Seokjin y no paraba de reír por las ocurrencias de ambos. No pudo ignorar el
hecho que le interesaba Yoongi pero se le hacía imposible avanzar a otro paso por
su actitud reservada, era primera vez que se rendía tan fácilmente por algo.

De vez en cuando miraba de reojo a Yoongi y lograba captar su pequeña sonrisa,


se sentía como un vicio porque quería quedársele viendo por una eternidad y
estudiar cada detalle del mayor pero aquello era por mera curiosidad.

— ¡Kook! — Escuchó como lo llamaban a sus espaldas. Volteó para ver de quien
se trataba y era Jiwoo en compañía de Heejin.

— ¿Qué quieren, enanas? — Se acercó a ellas para que no interrumpieran la


entretenida charla que mantenían sus amigos.

— ¿Sabes dónde está Taehyung? — Inquirió Jiwoo.


Estuvo a punto de responder hasta que llegó Sooyoung.

— ¡Por fin te consigo! — Sooyoung se dirigió a Heejin y la agarró por el brazo.

Jungkook pudo notar como Jiwoo se ponía tensa ante la presencia de su prima.

— Jiwoo, tu hermano dijo que estaría en el patio con Namjoon. — Jungkook le


respondió a la menor con un tono suave recibiendo por parte de ella un gesto
como respuesta.

— Nosotras debemos ir para allá. — Dijo Sooyoung mirándola con una sonrisa. —
¡Vamos! — Tomó a Jiwoo por el brazo para alejarse del lugar. Notó como las
mejillas de su extrovertida amiga adoptaban un color carmesí y sonrió viendo la
interacción entre ellas.

Quien diría que la dulce Jiwoo sintiera algo por su gruñona prima, lo más
sorprendentemente es que fue amable con ella.

Volvió a reunirse con sus amigos, aún se mantenían animados conversando


mientras cada uno tomaba una copa de vino que les habían ofrecido en su
pequeña ausencia. Su mirada se encontró con la de Yoongi y repentinamente
sintió un ligero picor en los ojos.

— ¿Heejin es tu hermana? — Yoongi le preguntó inesperadamente. Al posar la


mirada en él, sus felinos ojos hicieron que quedara totalmente cautivado en ellos
sintiendo como su corazón empezaba a estremecerse.

Intentó responderle pero las palabras no podían salir de su boca. Se limitó a


afirmar con la cabeza.

— La he visto un par de veces con mi hermana y mi prima, son muy unidas. —


Yoongi en ningún momento apartó la mirada mientras le contaba aquello.

Se sorprendió un poco al saber que las dos amigas hechiceras de su hermana


resultaron ser familiares de Min Yoongi.

— No he tenido la oportunidad de hablar con ellas.

— De lo que te has salvado. — Confesó con una sonrisa ladina. — Tal vez
parezcan inofensivas pero son algo más que molestas. — Con aquello finalizó la
conversación y se relamió los labios.

Diablos. Pensó Jungkook al ver la última acción del contrario y posteriormente


sintió como su corazón se iba emocionando más por una simple relamida de labios.
Soltó una risa nerviosa tratando de disimular lo que le había hecho sentir y al
parecer le funcionó.

Aprovechó que uno de los meseros estaban pasando cerca del lugar y tomó una
copa que traía éste, al probarla se degustó del delicioso sabor del Martini. Retomó
su atención a la conversación que mantenían Hoseok, Seokjin y Jimin, la pareja le
estaba contando al pelirosa como se habían conocido.

— Seokjin y yo nos conocimos en este evento. — Hoseok miró con cariño a su


pareja. — Él estaba entre un grupo de personas siendo admirado por su belleza y
siendo cortejado, por supuesto estaba contándoles sus chistes malos y la gente se
reía por cortesía y me acerqué para escuchar, a pesar de que sus chistes no fueran
graciosos quedé tonto por Jinnie. — El alegre Hoseok terminó de contar su
historia y empezó a darle pequeños besos en el dorso de la diestra de su novio.

Jungkook recordó algo que le contó su tía y era que algunos de los descendientes
de Afrodita tenían un poder con sus voces. Lograban tener un efecto fascinante,
capaz de influir en las emociones de los demás, y hacer que estos hagan lo que les
ordene.

Antes de hablar tomó un trago de su Martini. — Seguro Seokjin usó su


encantadora voz mientras contaba todos esos chistes. — Hizo énfasis en la palabra
“encantadora” refiriéndose al poder.

Jimin se cubrió la boca para evitar que una carcajada se escapara por el
comentario de su amigo mientras que Hoseok reía sin parar y Seokjin se sonrojara
sintiéndose irritado por la suposición de Jungkook que en realidad era cierta.

— Abusé de mi poder para conseguir mi gran capricho. — Seokjin afirmó


orgullosamente mientras abrazaba firmemente a su pareja.

Jungkook no evitó sonreír con ternura ante la defensa del novio de su amigo.

— Iré al baño, siento que me orinaré aquí mismo. — Jimin anunció entre risas
antes de retirarse.

Después de un par de anécdotas más, Seokjin y Hoseok se encontraron con unos


amigos y se apartaron de donde estaban, no sin antes acordar que se volverían a
reunir más tarde, dejando a Yoongi y Jungkook solos.

El menor ya había terminado de tomarse su Martini mientras que Yoongi bebía


lentamente de la copa de vino que tenía en sus manos.
Para su suerte otro mesero pasó por su lado y tomó otra copa de Martini.

— ¿Quieres ir al parque? — Preguntó Jungkook dejando atrás el incómodo silencio


entre ambos.

Yoongi tomó otro trago de su copa y accedió.

— Tal vez nos encontremos a mi hermana y ella no tiene nada de pudor a la hora
de hacer preguntas, me disculpo de antemano si llega a hacerte sentir incómodo.
— Tuvo la necesidad de hacerle saber eso al mayor porque conocía a su hermana
menor y sabía que se pondría con una de sus ñoñerías. En ningún momento le
dirigió la mirada porque se sentiría más nervioso.

— No te preocupes, sé lidiar con eso.

Una vez llegaron al parque, pudo notar que había la misma cantidad de personas
que adentro pero la mayoría de éstas se encontraban practicando para el torneo
que se realizaría en la noche.

Logró encontrar a lo lejos a Heejin acompañada de su primas y sus yoongi amigas,


también notó la cabellera teñida de Taehyung. Sin darse cuenta tomó
delicadamente a Yoongi de la muñeca para dirigirse junto a él al lugar donde se
encontraba su hermana.

La vista de los presentes se posó en ellos y cuando recordó que tenía agarrada la
muñeca de Yoongi, la soltó instantemente sintiendo mucha vergüenza por su
repentina acción.

— ¡Yoon! — Saludó Chaewon emocionada por la presencia de su hermano. La


pelinegra, ahora rubia, estaba rodeada de mariposas.

A Jungkook le sorprendió que la hermana menor de Yoongi tuviera la misma


condición de él, sus pelos cambiaban de color a la hora de usar sus habilidades y a
pesar de no conocerla bien, recordaba perfectamente que Chaewon tenía el pelo
negro.

Yoongi se acercó a su hermana para ayudarla con la práctica que para participar
en el torneo. Jungkook no tuvo de otra y tomó asiento junto a Taehyung, quien
veía como Heejin hacía florecer algunas zonas del jardín y Sooyoung desaparecía
creando un oscuro nublado, apareciendo consecutivamente en los lugares donde
faltaba flora.
A pesar de ser descendientes de Hades, Heejin había heredado las habilidades de
Perséfone y le enorgullecía aquello ya que era algo digno para su hermana menor.

Su mirada llegó hasta Yoongi quien parecía aconsejar a su hermana mientras ella
se encontraba con los ojos cerrados totalmente enfocada en algo. Pudo leer en los
labios de Yoongi la palabra “conejo” y al instante salió uno de un arbusto cerca de
donde se encontraba Jungkook, la pequeña liebre blanca se acercó hasta él y no
pudo evitar tomarla entre sus brazos. Alzó la mirada y notó que el pelinegro estaba
sonriéndole, le devolvió el gesto con un ligero sonrojo en el rostro.

Hyejoo apareció repentinamente detrás de su primo con un montón de niebla


rodeándole, vio que lo tocó por el hombro como si quisiera asustarlo pero sólo
logró que le dedicara una mirada indiferente.

— Se te cae la baba. — Escuchó la voz de alguien a su lado. Se trataba de


Taehyung quien lo observaba divertido. — Bonito regalo. — Taehyung le dijo con
un tono burlón mientras tomaba al conejo para darle caricias.

— Cállate, hueco. — Le contraatacó irritado mientras le daba un suave golpe en el


hombro.

Hace rato no podía sacar de su mente al pelinegro con rasgos felinos, su atracción
por él se había vuelto más fuerte y era porque le prestó más atención de lo normal
detallando poco a poco sus rasgos, gestos e interacciones con el resto.

El mayor de la descendencia de Hécate lo estaba volviendo loco con simples


miradas que no significaban nada.

— Tal vez debas conocerlo mejor. — Taehyung interrumpió sus pensamientos. —


O los voy a flechar. — Señaló con su mentón el arco se encontraba al lado de unas
risueñas Jiwoo y Sooyoung.

Jungkook rodó los ojos ante la propuesta de su amigo y se levantó en silencio para
obedecerle.

Decidió dejar atrás su miedo de no poder llegar a algo con el pelinegro porque
sentía una fuerte necesidad de lograr su meta y se sentía capaz de hacerlo.

Se acercó lentamente hasta donde se encontraba Min y lo tocó suavemente por el


hombro tratando de captar su atención. Al ver que el mayor se volteó, una sonrisa
no tardó en formarse en su rostro al tener la atención del contrario.
— ¿Participaras en el torneo? — Preguntó tímidamente. Sabía que no lo haría pero
igual quería tener un tema de conversación.

— No, sólo ayudo a estas tontas. — Señaló a sus familiares. — ¿Y tú?

Negó con la cabeza repetidas veces. — No me gusta. —Bajó la mirada teniendo


miedo de que se ofendiera por su respuesta.

A la mayoría de los hijos de los dioses les gustaba el torneo porque podían mostrar
cuan poderosos eran y lograr que les respetaran.

— Ya veo… — Se quedó en silencio por unos segundos. — A mí tampoco me


gusta. — Prosiguió con una sonrisa de lado.

— Es un alivio conocer a alguien más que no le guste. Se me hace muy tonto que
quieran mostrar cuanto poder tienen para sentirse superior a los demás. —
Jungkook hablaba sin mirar al pelinegro. No quería sentirse nuevamente nervioso
por su mirada.

— Entiendo. Cuando tenía la edad de Chaewon me hicieron participar por


obligación y tradición familiar.

Jungkook se atrevió a mirar a Yoongi y este se encontraba admirando el pequeño


jardín que tenían en frente. Los rasgos de Yoongi a pesar de ser delicados, eran
muy marcados dándole un toque muy varonil y quien lo viera de la forma que el
menor lo hace, quedaría inmerso en su belleza.

Se sonrojó por completo cuando Yoongi posó su mirada en él, lo había atrapado
observándolo pero no dijo nada al respecto.

Estuvo a punto de decir algo pero la molesta voz de una persona hizo que cerrara
la boca al instante.

— ¡Miren a quien tenemos aquí! — Se escuchó a sus espaldas. — Las mimadas


Jeon con las inútiles Min.

Jungkook volteó al instante cuando se refirieron a su hermana y prima. Frunció el


ceño al reconocer la dueña de aquella voz, pertenecía a la molesta y busca pleitos,
Nancy Jewel.

Notó su cambio de imagen radical. Se había teñido y cortado el pelo, ya no estaba


aquella larga cabellera castaña que la hacía ver inofensiva, pues ahora se
encontraba un verde que combinaba perfección con su mala personalidad, según
él. Tenía puesto un corto vestido negro junto a unas botas militares, era un
vestuario de esperarse de alguien descendiente de Ares. Al parecer ya se había
molestado de las constantes comparaciones que hacían con su hermana por tener
un sutil parecido pero ahora era fácil diferenciarlas a simple vista y eso era un
alivio, a Jungkook no le gustaba que compararan a su dulce hermana con una
víbora.

— Vaya, Nancy, que bien te ves. Pareces una payasa. — Habló Sooyoung con
ironía reflejada en su voz. Aquél comentario hizo que los presentes se rieran.

— Gracias, Sooyoung. — La peliverde rodó los ojos teniendo la misma ironía en su


tono. — Pueden seguir con su ridículo espectáculo para niños. — Se dio media
vuelta antes de seguir con su camino.

Una vez se había retirado, las chicas se reunieron en un círculo para hacer los
típicos comentarios sobre cuanto no la podían soportar y su renovado look. Yoongi
lo miró divertido por el ceño fruncido que aún mantenía y era que no le gustaba
para nada la presencia de aquella persona.

Recordaba perfectamente cuando estaba en secundaria y ella empezó a acosarlo


para poder salir con él, cuando la rechazó hizo todo lo posible para hacerle la vida
un infierno a su hermana menor como modo de venganza.

— ¿Tan mal te cae? — Yoongi cuestionó burlón.

Afirmó con la cabeza mientras relajaba su expresión facial, borrando por completo
la expresión de disgusto.

Se acercó a Taehyung, junto a Yoongi, y duraron unos largos minutos hablando de


cosas triviales y lo difícil que era lidiar con una hermana menor, coincidiendo los
tres en diferentes cosas. Le había sorprendido que Yoongi no fuera tan reservado
y frío como pensaba, era todo lo contrario, se reía por cada comentario que Jeon y
Kim hacían, de vez en cuando se burlaba de su hermana y su prima e incluso
estaba más conversador que la primera vez que lo vio.

Taehyung se había retirado con la excusa de que buscaría a Namjoon porque


llevaba rato sin aparecer pero claramente era para dejarlo sólo con el apuesto
pelinegro. Buscó con la mirada a su hermana pero se ya se había retirado con sus
amigas a otro lugar. Empezaba a ponerse nervioso por haberse quedado
solamente con Min Yoongi y más sintiendo cosas extrañas por él.

— Háblame de tu poder. — El contrario lo sacó de sus pensamientos.


— Piroquinesis pero en vez de ser el fuego que conoces, es oscuro. Privilegios de
ser parte del linaje de Hades. — Le contó intentando sostener la mirada con la de
Yoongi, sus ojos felinos le miraban con curiosidad. — Tengo el mismo efecto de
Chaewon al crear llamas, mi pelo cambia a un castaño rojizo. ¿Y el tuyo?

— Chaewon y yo tenemos el control absoluto de la magia, podemos hacer lo que


nosotros queramos en ese ámbito. —En ningún momento Yoongi desvió la mirada.
— Por el momento lo domino pero mi hermana aún está desarrollándose en eso.

A Jungkook le pareció impresionante lo que le contó el mayor y abrió ligeramente


la boca.

— Creo que puedo morir en paz. — Luego de unos segundos de silencio habló. El
mayor ladeó la cabeza por la confusión a su comentario. — Nunca pensé que
hablaría con alguien que tuviera la sangre de la diosa Hécate. — Admitió aquello
tímidamente ganándose una sonrisa por parte del contrario.

— Es un honor ser el primero.

Las palabras del mayor hicieron que sus mejillas se sonrojaran levemente, sintió
un pequeño revoltijo en su estómago y si lo miraba sabía que perdería
completamente la cordura.

Sus instintos lo engañaron y conectó la mirada con la del pelinegro.

La mirada de Yoongi era profunda, sentía que lo estaba analizando y no pudo


evitar sentirse nervioso con esa idea. El menor inmediatamente desvió la mirada y
contempló los labios ajenos, eran pequeños pero no tan finos como los propios,
poseían un color rosa natural y aquello hizo que Jeon Jungkook perdiera la cabeza
teniendo pasajeros pensamientos de querer besarlo.

Fue acercándose lentamente al rostro contrario. No estaba actuando por voluntad


propia, se estaba dejando llevar por el gran deseo que sentía en ese instante. En
ningún momento había separado la mirada de los tentadores labios de Yoongi,
podía sentir cerca su respiración pero la realidad le llegó como un balde de agua
causando que se separara rápidamente.

— Lo siento. — Murmuró apenado.

— No pasa nada. — En su rostro se podía ver una sonrisa a medias.

Yoongi podía tener un sereno rostro pero en sus ojos se notaba un brillo de deseo.
(♡)

La noche había caído finalmente, lo que pensó que sería una tarde monótona
resultó ser interesante gracias a sus amigos y un par de copas, aún se encontraba
en sus sentidos pero ya había dejado de tomar en el momento que sintió un ligero
mareo.

Había notado que Jimin y Namjoon estaban más cercanos de lo normal a


comparación de hace unas horas atrás, Taehyung no se había percatado de ello,
estaba emocionando poniéndose al día con Hoseok y Seokjin. Para evitar
problemas decidió no decirle nada a su amigo.

Con respecto a Yoongi, ambos estaban como si el pequeña momento del parque
no hubiese pasado, se dedicaban rápidas miradas y mantenían conversaciones
normales, todo seguía normal.

La hora del torneo se acercaba y sintió un poco de emoción por ver a su hermana
participar en éste. Se había unido a Sooyoung para demostrar la dualidad del linaje
de Hades con sus habilidades heredadas por parte de Perséfone, ella no era
entusiasta de aquel evento pero se había cansado de escuchar los rumores de que
la recogieron de la calle y por eso era diferente a ellos, sabía que su pequeña
hermana les demostraría que era una descendiente de Hades y Perséfone fuerte.

En la actividad, cada “clan” tenía un representante que participaría en él. Los


habituales ganadores eran pertenecientes a las principales deidades; sin embargo,
el linaje de Hades era el que lideraba en la asociación debido a su gran poder,
incluso los descendientes de Zeus no contaban con tantas habilidades para llegar
al nivel de ellos.

Entre charlas divertidas, llegó el momento de dirigirse al área donde se llevaría a


cabo la actividad especial. Tomaron asiento en la primera fila para así tener una
buena vista, no había notado que estaba sentado junto a Yoongi y aquello causó
que nuevamente se pusiera en alerta para no volver a entrar a una situación
incómoda.

— ¿No participaras, Jung? — Escuchó como Jongin le preguntaba a su amigo y de


inmediato dirigió su atención a él.

Estaba acompañado de su novia Jennie y la molesta Nancy, ellos veían con


molestia al castaño y no tardó en sentir rabia por ello.
Seokjin tenía abrazado por la cintura a Hoseok como instinto de protección, los
presentes se tensaron al ver ese grupo allí, todos ellos sabían del abuso que había
recibido el alegre castaño de parte de Nancy y Jongin.

Hoseok tenía sangre mixta entre Ares y Démeter, aquello lo convertía en una
persona especial. Para su mala suerte tuvo que convivir con Nancy y Jongin en un
campamento de enteramiento exclusivo para el linaje de Ares, al ser diferente a y
uno de los más destacados, ellos no tardaron en convertirlo en su punto principal
de acoso al sentirse amenazados de que Hoseok les quitara toda la atención.

— ¿A caso eso te interesa? — La voz de castañito había salido segura e


intimidante, y su rostro se había tornado a uno serio.

— Solo nos queríamos asegurar que una nenita como tú no participaría. — Habló
esta vez Nancy, su chillona voz hizo que Jungkook frunciera el ceño.

Jongin y Jennie se rieron por lo que había dicho Nancy y Jungkook apretó
fuertemente los puños evitando no prenderlos en llamas. Mientras que Hoseok
apretaba fuertemente su mandíbula, estuvo a punto de decirle algo pero fue
interrumpido.

— Me tienes harto, Nancy. — Espetó molesto Jungkook. Sus amigos le miraron


sorprendido. — Siempre vienes a molestar para recibir atención, ¿tanto te gusta?

Su pelo lentamente estaba cambiando de color. Nancy le iba a responder pero


palideció sintiendo como perdía la respiración, más atrás sus acompañantes; se
podía ver como empezaba a salir el humo a sus alrededores.

Yoongi al notarlo rodeó la cintura del menor para acercarlo y evitar a que ocurriera
una tragedia. Jungkook al darse cuenta del contacto del pelinegro, se calmó de
inmediato dándose cuenta del caos que iba a desatar.

Se sentía apenado por haberle hecho aquello a Jennie, quien era ajena a la
situación de Hoseok pero su risa no le había agradado. Sin embargo, sintió una
satisfacción a ver los rostros horrorizados de Nancy y Jongin, al parecer habían
captado su advertencia: “no te metas con los seres queridos de Jeon”

Los tres se retiraron inmediatamente del lugar sin decir alguna palabra. Sus
amigos le miraron nuevamente sorprendidos por el uso que le había hecho a su
poder.
— Diablos, de verdad Jungkook tiene la reencarnación de Hades encima. — Habló
Seokjin luego de unos segundos de silencio. Su comentario hizo que toda la
tensión se reemplazara por un par de risas.

Hoseok le dedicó una sincera sonrisa, la cual transmitía agradecimiento.

— El inframundo debe estar de fiesta por tu rebeldía. — Bromeó Yoongi.

Jungkook aún estaba cerca del cuerpo ajeno y podía sentir como su brazo
permanecía allí. Cuando lo miró, éste le había dedicado una sonrisa que causó que
su corazón se acelerara.

Sentía que se iba a desvanecer allí mismo y sólo logró devolverle la sonrisa como
respuesta.

Ambos no se dieron cuenta como el resto de sus amigos les estaban prestando
atención, Taehyung y Jimin se dieron una mirada cómplice y empezaron a
susurrarse cosas mientras que Hoseok, Namjoon y Seokjin hacían apuestas de lo
que pasaría entre ellos dos.

— ¡Ya va a empezar el torneo! — Anunció Jiwoo emocionada mientras llegaba con


Sooyoung de la mano.

Tal vez Jiwoo no se aguantó e hizo uso de sus poderes de “cupido”

Todos los invitados hicieron silencio cuando una gran sombra apareció en el centro
con la figura de una mujer, su alrededor se llenó de oscuras llamas de fuego y al
ver la silueta, Jungkook adivinó instantáneamente que era su tía, Lee Sunmi.

Con una gran sonrisa, se encaminó entre las llamas y los aplausos no tardaron en
sonar.

— Muy buenas noches, distinguidos miembros de Apógonoi. Como todos los años
este torneo se celebrará para demostrar nuestras habilidades como forma de
agradecimiento a los dioses que nos las brindaron… — La voz de su tía se apagó
de su mente. No tenía por qué prestarle atención si ya sabía de memoria lo que
diría por los extensos días que estuvo escuchándola practicar.

— Heejin y tú tendrán que lavarme mi ropa. — Su prima le anunció con una risita
triunfante.

Jungkook rio con ella. Sabía que perdería la apuesta porque todos los años Sunmi
realizaba una entrada dramática.
Se había acostumbrado a estar de aquella forma con Yoongi que ni siquiera se
había recordado estar en sus brazos, todo rastro de incomodidad había
desaparecido. Estaba tan a gusto en esa posición que apoyó la cabeza en el
hombro del pelinegro.

Sorprendentemente sintió como jugaba con su cabello y lo miró disimuladamente,


estaba tan concentrado en el escenario. Aprovechó de observar su marcada
mandíbula, sus labios tentadores y una nariz tan hermosa que le provocaba
aplastar. Sus ojos era lo que más le atraía pero que el mayor se asemejara a un
gato lograba causarle una ternura inexplicable.

Cerró los ojos dejándose llevar por las caricias en su pelo.

Pasó un rato hasta que finalmente empezó la primera etapa, era la de Afrodita.
Kang Seulgi y Bae Joohyun iniciaban demostrando lo que era el poder del amor,
haciendo diferentes trucos con personas voluntarias. Se podía escuchar a Seokjin
hablando de ambas con mucha emoción porque había estudiado con ellas y eran
grandes amigos, gracias a ellas pudo conocer mejor a Hoseok.

La segunda etapa era Ares y Atenea pero por diferentes razones, el linaje de
Atenea decidió no participar, así que que los representantes de Ares sólo hacían
retos de fuerza. Ignoraron esa fase porque la triunfante sonrisa de Nancy y Jongin
no era nada relevante.

Chaewon y Hyejoo hicieron presencia en la tercera etapa junto a los


representantes de Poseidon, Zeus y Artemisa. Fue un duelo de diferentes pruebas
impresionantes, Las Min se habían lucido completamente combinando sus poderes
logrando cosas extraordinarias.

La etapa de Hades era la que más esperaba y finalmente había llegado. Jeon
Heejin hizo presencia en el medio y Jungkook miró con mucho orgullo a su
pequeña hermana quien empezó a danzar entre las sombras creando un hermoso
campo de flores. Había dejado en alto el nombre de Perséfone.

Luego de diversas actividades, se dio por finalizado el torneo y ni siquiera le


interesó quien ganó.

Yoongi en ningún momento se despegó de él y de vez en cuando comentaban


cosas sobre lo que veían sin ninguna pizca de incomodidad pero fue al final que
tuvieron que separarse para dirigirse a la pequeña fiesta que daría por culminada
la reunión.
Caminaban hasta el salón principal, había aprovechado de felicitar a Chaewon,
Hyejoo y a su hermana por el grandioso trabajo que habían hecho y luego
separaron sus caminos dejándolo con su círculo de amigos.

Mantuvieron una interesante conversación hasta que Jimin decidió ir al baño y más
atrás Namjoon. Taehyung se dio cuenta de aquello pero no mencionó nada, al
parecer su amigo iba a pasar por alto aquello y dedujo que disfrutaría de la noche.

— ¿Quieres bailar? — Yoongi le preguntó cuando sus amigos se habían retirado.

— Sí. — Le afirmó con una sonrisa.

El pelinegro le tomó la mano con delicadeza para dirigirlo hasta el mar de gente.
Colocó una mano en su cintura y con la otra alzó el agarre que anteriormente
había creado, Jungkook lo miró en silencio y colocó la mano sobre su hombro
antes de empezar una hermosa danza al compás de la música de fondo.

Ambos se miraban en silencio como si estuvieran disfrutando de aquel momento


pero tenían mucho que decirse.

— Eres muy hermoso, Jeon. — Le confesó el mayor sin despegar la mirada de la


suya. — No quiero que esto muera aquí.

Las palabras de Min Yoongi lo habían dejado sin aliento.

Sintió como lo acercaba más a su cuerpo y apretaba suavemente el agarre de su


cintura.

— Yo… — De verdad no sabía que decirle, sentía un cosquilleo en su estómago. —


¿Sería muy apresurado decir que me gustas? Apenas te conozco y maldición, el
deseo de estar contigo y conocerte más es realmente fuerte. — Dejó que sus
palabras salieran por si solas agarrando seguridad en sí mismo, no dejaría perder
aquella oportunidad.

Cuando la música finalizó, se retiraron a un lugar menos concurrido para tener un


tranquilo momento de intimidad.

Yoongi no vaciló en tomar el rostro de Jungkook y empezó a acariciarlo haciendo


que el alto cerrara los ojos ante el tacto. Detalló sus facciones como si de una
escultura se tratase y cuando enfocó sus ojos en los finos labios del menor, se
relamió los propios antes de ir acercándose lentamente para finalmente probar
aquellos cerezos tan tentadores.
Jungkook sabía lo que pasaría y trató de relajarse en el momento, podía sentir
muy cerca la respiración de Yoongi hasta que se mezcló con la suya. Sus labios se
unieron en un dulce beso que sellaría otro trabajo exitoso de cupido.

Kim Taehyung junto a su hermanastra veían a la pareja con una sonrisa


satisfactoria mientras sostenían sus respectivos arcos. Esta vez no habían fallado
en sus tiros.

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