Sei sulla pagina 1di 33

La cuestión Estado/luchas

populares en Louis Althusser


(1976-1978)
The question of State/popular struggles
in Louis Althusser (1976-1978)

Graciela IndaX

Resumen Abstract
Este artículo tiene como objetivo analizar This article´s aim is to analyze the concep-
el dispositivo conceptual que despliega tual device that Althusser uses to approach
Althusser para abordar el problema de la the problem of the relation between popular
relación entre clases populares y poder classes and political power. From systema-
político. A partir de un trabajo de siste- tizing and meticulous reading of the corpus
matización y lectura minuciosa del corpus shaped by the texts referred to Marxism´s
conformado por los textos referidos a la crisis, the conclusion is that the backbones
crisis del marxismo, se concluye que los ejes of the mentioned device are the critique
centrales de dicho dispositivo son la crítica of the different forms of the economicism,
a las diferentes formas del economicismo, the problematization of the State as key
la problematización del Estado como ins- instance of capitalist reproduction, the
tancia clave de la reproducción capitalista, thesis of the primacy of class struggle, the
la tesis de la primacía de la lucha de clases, invective against the bourgeois illusion of
la invectiva contra la ilusión burguesa de la politics, the critique of the gramscian notion
política, la crítica de la noción gramsciana de of hegemony (and its political drifts) and the
hegemonía (y sus derivas políticas) y la tesis thesis of the centrality of conjuncture. The
de la centralidad de la coyuntura. El aporte OLA?Eł? ?KJPNE>QPEKJ PD=P NALNAOAJPO PDEO
AOLA?Äł?KMQANALNAOAJP=AOPAPN=>=FKAJ SKNGEJPDAłAH@KB=HPDQOOANE=JOPQ@EAOEO
el campo de los estudios althusserianos es that it shows the conceptual power of inter-
que muestra la potencia conceptual de unas ventions habitually considered according to
intervenciones habitualmente consideradas their political dimension.
según su dimensión política.

Palabras clave: Althusser, Estado, clases Keywords: Althusser, State, popular


populares, lucha, crisis del marxismo. classes, struggle, Marxism´s crisis.

Investigadora del Instituto Multidisciplinario de Estudios Sociales Contemporáneos (IDEHESI,


X

CONICET) y Profesora de la Universidad Nacional de Cuyo, Argentina.


gracielainda@hotmail.com
Fecha de recepción: 19 de agosto de 2015. Fecha de aceptación: 13 mayo de 2016.

Espiral, Estudios sobre Estado y Sociedad Vol. XXIII No. 67T Septiembre / Diciembre de 2016 9
Graciela Inda
XXX

1. Introducción

Si en la década de los sesenta la obra de Althusser tuvo


JUDQUHSHUFXVLyQWDQWRHQ(XURSDFRPRHQ$PpULFD/DWLQD
GDQGROXJDUDXQDYDVWDOLWHUDWXUD\DQRSRFRVGHEDWHVD
partir de la década de los ochenta pasó a ser considerada
por muchos prueba rotunda de una supuesta crisis terminal
GHOPDU[LVPRGHVDSDUHFLHQGRGHORVJUDQGHVGHEDWHVLQWH-
OHFWXDOHV/XHJRDPHGLDGRVGHODGpFDGDGHORVQRYHQWD
VREUHWRGRGHVSXpVGHODSXEOLFDFLyQGHVXDXWRELRJUDItDEl
porvenir es largo, y de varios textos inéditos, se evidenció
XQDUHYLWDOL]DFLyQGHOLQWHUpVSRUORVHVFULWRVDOWKXVVHULDQRV
TXHVLJXHYLJHQWH\VHPDQLÀHVWDFRQHVSHFLDOLQWHQVLGDG
HQ$PpULFD/DWLQD
,QVFULSWRHQHOFLFORGHGLVFXVLyQHLQWHUSUHWDFLyQUHQR-
YDGDGHVXOHJDGRHOWUDEDMRDTXtSUHVHQWDGRWLHQHFRPR
REMHWLYRH[DPLQDUORVFRQFHSWRVYtDVGHDFFHVR\WHVLVTXH
HODERUD$OWKXVVHUSDUDSHQVDUODFXHVWLyQWHyULFD\SROtWL-
camente decisiva de la relación Estado/clases populares en
HOHVSDFLRGHUHÁH[LyQDELHUWRSRUODFULVLVGHODWUDGLFLyQ
marxista y comunista de mediados de los setenta.
(OPDWHULDOWH[WXDODQDOL]DGRHVWiFRQIRUPDGRSRUODV
principales intervenciones mediante las cuales Althusser
DIURQWDODFULVLVWHyULFD\SROtWLFDGHOFDPSRPDU[LVWDLa
WUDQVIRUPDFLyQGHODÀORVRItD(1976), Algunas cuestiones de
ODFULVLVGHODWHRUtDPDU[LVWD\GHOPRYLPLHQWRFRPXQLVWD
internacional (1976), Sobre el alcance histórico del XXII
Congreso (1976), Nota sobre los aparatos ideológicos de
Estado (1976), Historia terminada, historia interminable
(1976), 3RUÀQODFULVLVGHOPDU[LVPR (1977), (OPDU[LVPR
FRPRWHRUtD´ÀQLWDµ (1978), (OPDU[LVPRKR\ (1978), Lo que
no puede durar en el partido comunista  DVtFRPR
el manuscrito editado póstumamente0DU[GHQWURGHVXV
OtPLWHV  SXHVWRTXHHOGLVSRVLWLYRFRQFHSWXDOTXHDOOt

10
La cuestión Estado/luchas populares en Louis Althusser (1976-1978)

HODERUD$OWKXVVHUWLHQHFRPRH[SOtFLWRSXQWRGHSDUWLGDOD
necesidad de encarar la crisis del marxismo.1
/DFR\XQWXUDWHyULFRSROtWLFDHQODTXHLQWHUYLQR$OWKXV-
VHUDPHGLDGRVGHORVVHWHQWDVHFDUDFWHUL]ySRUXQDJHQH-
UDOL]DGDSROpPLFDHVSHFLDOPHQWHLQWHQVDHQ,WDOLD\)UDQ-
cia, en torno a la cuestión de la transición socialista. Este
GHEDWHGHOTXHSDUWLFLSDURQUHFRQRFLGRVOtGHUHVSROtWLFRVH
intelectuales de los partidos socialistas, comunistas y de
otras asociaciones revolucionarias, tuvo como disparadores
la adopción por parte de los partidos comunistas italiano y
HVSDxROGHODFRQVLJQDSROtWLFDGHODFRQVWUXFFLyQGHOVRFLD-
OLVPRHQSD]\OLEHUWDG VHJ~QGHFODUDURQRÀFLDOPHQWHORV
PLVPRVHQ \HQODPLVPDOtQHDHODEDQGRQRGHWRGD
UHIHUHQFLDDODGLFWDGXUDGHOSUROHWDULDGRSRUSDUWHGHO3DU-
tido Comunista Francés (PCF) en su XXII&RQJUHVR  
/DVHVWUDWHJLDVTXHFRQÁX\HURQHQODGHIHQVDGHOVRFLD-
OLVPR GHPRFUiWLFR SURQWR HQJOREDGDV EDMR HO QRPEUH GH
“eurocomunismo”, iban desde considerar la transición demo-
FUiWLFDDOVRFLDOLVPRFRPRJUDGXDO\SURJUHVLYDPRWRUL]DGD
SRU XQD DOLDQ]D SRSXODU LQWHUFODVLVWD \ DQWLPRQRSROLVWD
sin transformación de los aparatos de Estado, es decir, en
HOPDUFRGHODGHPRFUDFLDEXUJXHVD WHQGHQFLDUHIRUPLVWD 
KDVWDSHQVDUODWUDQVLFLyQFRPRXQODUJDVHULHGHUXSWXUDV
que apunta a la transformación de los aparatos del Estado y
de las relaciones de producción sobre la base de una amplia
DOLDQ]DQDFLRQDOSRSXODUWUDQVIRUPDGDHQIXHU]DGHPRFUi-
WLFDGHPDVDV WHQGHQFLDGHL]TXLHUGD  -HVVRSSS
297-298; Motta, 2014, p. 8).

1. Los textos sobre Maquiavelo, publicados e inéditos, en los que trabajó Althusser
desde la década de los sesenta en adelante, y con mayor frecuencia en los setenta,
pueden también ser pensados, quizás necesariamente, como formas de enfrentar
lo que el propio autor llama las lagunas o los puntos ciegos de la teoría marxista,
es decir, como vías de acceso a Marx en medio de la crisis. Sin embargo, en tanto
poseen una terminología propia y abren otras líneas de análisis, el tratamiento de
estos escritos excede los límites de este trabajo.

Teoría y DEBATE No. 67


11
Graciela Inda
XXX

A diferencia de los años sesenta, en los que el trabajo


WHyULFRIXHFRQFHELGRSRUHOÀOyVRIRFRPROD~QLFDYtDIDFWLEOH
GHLQWHUYHQFLyQSROtWLFDGHQWURGHOSDUWLGRHQORVVHWHQWD
VHDYHQWXUyHQHOWHUUHQRFRQFUHWRGHODSROtWLFDSURQXQ-
FLiQGRVH DELHUWDPHQWH VREUH ORV FRQJUHVRV \ HO PRGR GH
funcionamiento del PCF\VREUHHOHVWDOLQLVPRDOTXHGHÀQLy
como un UpJLPHQ GH WHUURU \ GH H[WHUPLQDFLyQ GH PDVDV
(Althusser, 1976c, p. 63).
$GHPiVUHDOL]yXQDHQFHQGLGDGHIHQVDGHOFRQFHSWRGH
dictadura del proletariado al que consideró un aporte teórico
esencial del materialismo histórico y una bandera irrenuncia-
EOHGHODOXFKDGHPDVDV´>«@ODWHRUtDPDU[LVWDGHODOXFKD
de clases y el concepto de dictadura del proletariado están
WDQOLJDGRVFRPRORVODELRV\ORVGLHQWHVµ ES 6H
trata, desde su perspectiva, del pasaje de una empresa teórica
RSXHVWDDODOtQHDGRPLQDQWHGHOSDUWLGRFRPXQLVWDDXQD
DFWLWXGGHDELHUWDRSRVLFLyQ\FUtWLFDSROtWLFDDORVGLULJHQWHV
HLGHyORJRVGHOSDUWLGRFRPXQLVWD $OWKXVVHUS 
6LQ HPEDUJR QR UHQXQFLy DO SDUWLGR DO TXH SHUWHQHFtD
GHVGH  VX RUJDQL]DFLyQ OH SDUHFtD HVHQFLDO SDUD QR
SHUGHU HO FRQWDFWR FRQ OD ´SREODFLyQ DFWLYD RUJDQL]DGDµ
$OWKXVVHU  S   FRQ ODV RUJDQL]DFLRQHV GH ODV
PDVDVSRSXODUHVTXHHQFRQGLFLRQHVH[WUHPDGDPHQWHGLIt-
FLOHV\PiVDOOiGHOD´GHJHQHUDFLyQVRYLpWLFDµ $OWKXVVHU
1992, p. 320), luchaban por un mundo sin opresión capi-
WDOLVWD/RVLQGLYLGXRVDLVODGRVSULYDGRVGHWRGRFRQWDFWR
RUJiQLFRFRQODVRUJDQL]DFLRQHVGHOXFKD¢TXpLQÁXHQFLD
R LPSDFWR SXHGHQ WHQHU VREUH ORV REUHURV \ ODV PDVDV"
(Althusser, 1992, pp. 318).
Si Althusser celebra que la crisis del marxismo, cuyas
GLÀFXOWDGHV DQWLFLSD VH WRUQH DELHUWD \ YLVLEOH HV SDUD
FRPHQ]DUDWUDEDMDUHQVXVXSHUDFLyQ/DFULVLVVXEUD\D
no desemboca necesariamente en derrumbe o liquidación,
sino que puede traducirse en liberación, transformación y
renacimiento (Althusser, 1977, p. 288; 1978c, pp. 22-33).

12
La cuestión Estado/luchas populares en Louis Althusser (1976-1978)

(OFDPLQRWUD]DGRSRU$OWKXVVHUHQVXPDFRQVLVWHHQ
RSRQHUVHWDQWRDODHVWHULOL]DFLyQHVWDOLQLVWDGHOPDU[LVPR
como a las posiciones economicistas y humanistas mediante
XQ UHJUHVR D ODV IXHQWHV GHO PDU[LVPR TXH KDJD SRVLEOH
LGHQWLÀFDUWDQWRVXVODJXQDV\OtPLWHVWHyULFRV TXHORFDOL]D
HQODVFXHVWLRQHVGHO(VWDGRODSROtWLFDODVLGHRORJtDV\ODV
RUJDQL]DFLRQHV GH OD OXFKD GH FODVHV 2 como sus conquis-
tas, siempre de cara a la transformación de las relaciones
capitalistas.
(QFXDQWRDOHPSOD]DPLHQWRGHODHVFULWXUDGHVDUUROODGD
entre 1976 y 1978 en el conjunto de la empresa althusse-
riana, cabe decir que no ha faltado interés por diferenciarla
de otras intervenciones y periodos de producción.
3DUD(OOLRWW S FRQIRUPDXQ´WUDEDMRGHWUDQ-
VLFLyQµHQWUHHO´WUDEDMRGHPDGXUH]µ  \HO´WUDEDMR
WDUGtRµ   %RXUGLQ  SS   FRQVLGHUD
que los textos en cuestión forman parte del “momento poli-
WLFLVWDµLQDXJXUDGRHQFRQHOWH[WR/HQLQ\ODÀORVRItD
y claramente diferenciado del “momento teoricista” de los
DxRVVHVHQWD7UDVLGHQWLÀFDUXQ´PDU[LVPRFLHQWLÀFLVWDµ
en los sesenta, Tosel (2012, pp. 19-20) incluye los textos de
mediados de los setenta en lo que denomina el “momento
DXWRFUtWLFRµ GH $OWKXVVHU TXH FRPLHQ]D HQ  FRQ OD
GHÀQLFLyQGHODÀORVRItDFRPROXFKDGHFODVHVHQODWHRUtD\
termina en 1984/1987 con la formulación del materialismo
aleatorio 0DWKHURQ  S   SRU VX SDUWH GLVWLQJXH
entre los “textos de juventud” (1946-1951), los “textos de
los años sesenta”, los “textos de la crisis” (1972-1980) y los
textos de “Althusser después de Althusser” (desde 1980
hasta su muerte).

2. A pesar de que la política y el Estado están en el corazón del pensamiento de


Marx, Lenin y Gramsci, “no existe verdaderamente teoría marxista del Estado”
(Althusser, 1977, p. 295). Si bien Marx nos ha dejado indicaciones esenciales desde
el punto de vista político, por el contrario, desde el punto de vista teórico “nos
ha dejado con las ganas” (Althusser, 1978c, p. 73).

Teoría y DEBATE No. 67


13
Graciela Inda
XXX

Ahora bien, aunque reconocen cambios de acento entre


los discursos de los sesenta y los de los setenta, y entre
estos y la producción “silenciosa” editada póstumamente,
en forma mayoritaria los expertos destacan la pervivencia
de núcleos problemáticos fundamentalesDORODUJRGHWRGR
el trabajo de Althusser.3
/DFXHVWLyQGHODVIRUPDVGHODOXFKDGHFODVHV\GHORV
mecanismos de dominación estatal constituye un interro-
JDQWHQRGDOTXHSHUWLQD]PHQWHRULHQWDHLPSXOVDHOUHFR-
rrido teórico althusseriano, por lo menos desde las célebres
obras de los sesenta hasta los escritos de los setenta y
principio de los ochenta. Si bien en la búsqueda desple-
JDGDDSDUWLUGHHVWDSUHJXQWD TXHQRHVQRYHGRVDVLQR
FRQVWLWXWLYDGHODWUDGLFLyQWHyULFD\SROtWLFDGHOPDU[LVPR 
VHHQFXHQWUDQDOJXQRVYLUDMHV\GLVWLQFLRQHVFRQFHSWXDOHV
(que se señalarán posteriormente), no hay rastros de una
operación de desmantelamiento de tesis y conceptos previos.
6HWUDWDPiVELHQGHXQDODERUGHSURIXQGL]DFLyQHLQVLV-
tencia potenciada por la crisis del marxismo, cuyo anclaje
VLJXHVLHQGRODUHFXSHUDFLyQGHODFDSDFLGDGH[SOLFDWLYDGH
ODWHRUtDPDU[LVWD
3RU RWUD SDUWH VL D SULPHUD YLVWD SXHGH SDUHFHU TXH
DOJXQRVGHORVWH[WRVTXHVHUHYLVDQHQHVWHWUDEDMRHVWiQ
exclusivamente abocados a intervenir en una discusión
SROtWLFD\QRWLHQHQQDGDTXHRIUHFHUGHVGHHOSXQWRGHYLVWD
FRQFHSWXDOVHYHUiTXHQRHVDVt$OWKXVVHUSLHQVDODWHRUtD
FRPRXQDDSXHVWDSROtWLFDFRPRXQURGHRSDUDHOFRUUHFWR
SODQWHRGHSUREOHPDVSROtWLFRVDODYH]TXHFRQFLEHHODQi-
lisis de coyuntura como una puesta a punto de conceptos
y tesis teóricas.

"JPNAAOPKOJÎ?HAKOLANOEOPAJPAOOAIAJ?EKJ=JH=LKHÄPE?=AJOQAOLA?Eł?E@=@
y autonomía, el comienzo a partir de nada, la teoría del encuentro y la novedad
teórico-política del marxismo (Terray, 1993; García del Campo, 2003 y 2004;
Ichida y Matheron, 2005; De Ípola, 2007).

14
La cuestión Estado/luchas populares en Louis Althusser (1976-1978)

(O DSRUWH HVSHFtÀFR GHO DQiOLVLV TXH DTXt VH SUHVHQWD


consiste en mostrar que ante la crisis del marxismo la
FXHVWLyQ(VWDGROXFKDVSRSXODUHVTXHGDHPSOD]DGDHQXQD
HVWUDWHJLDWHyULFRSROtWLFDFX\RVSLODUHVVRQODFUtWLFDGHODV
GLIHUHQWHVIRUPDVGHOHFRQRPLFLVPRODSUREOHPDWL]DFLyQGHO
Estado como instancia clave de la reproducción capitalista,
ODWHVLVGHODSULPDFtDGHODOXFKDGHFODVHVODLQYHFWLYD
FRQWUDOD´LOXVLyQEXUJXHVDGHODSROtWLFDµODFUtWLFDGHOD
QRFLyQJUDPVFLDQDGHKHJHPRQtD \VXVGHULYDVSROtWLFDV 
y la tesis de la centralidad de la coyuntura.

2. La crítica a la pareja economicismo/espontaneísmo:


la dimensión política e ideológica de las luchas de masas

En la senda abierta por el aparato conceptual elaborado


durante los sesenta (determinación en última instancia
SRUODHFRQRPtDVREUHGHWHUPLQDFLyQ\GHVLJXDOGDGGHOD
FRQWUDGLFFLyQGHVSOD]DPLHQWRGHODGRPLQDQFLDFRQGHQVD-
FLyQGLVSHUVLyQGHODVFRQWUDGLFFLRQHVDXWRQRPtDUHODWLYDH
KLVWRULFLGDGGLIHUHQFLDOGHODLGHRORJtD\ODSROtWLFD  $OWKXV-
ser, 1962, 1963 y 1965), en los setenta Althusser insistió
HQVHxDODUTXHODOtQHDGHGHPDUFDFLyQHQWUHFODVHVDQWD-
JyQLFDVno está dada, que no brota de las solas condiciones
económicas, sino que es el efecto –siempre inestable– de la
OXFKDSROtWLFDHLGHROyJLFDGHFODVHV
Es en el curso de la lucha de clases donde los diferentes
JUXSRVVRFLDOHVH[SORWDGRVFX\DXQLGDGQRKD\TXHSUHVX-
SRQHUGHFLGHQVXVSRVLFLRQHVGHFODVHVXVOtQHDVGHFRPEDWH
\VXVDOLDQ]DV

Nada de eso se hace en la claridad de una conciencia pura frente a la


pura objetividad de una situación. Porque todo este proceso se halla
construido y dominado por relaciones contradictorias que únicamente
se realizan y se descubren poco a poco y que pueden reservar las

Teoría y DEBATE No. 67


15
Graciela Inda
XXX

sorpresas de la anticipación (sobredeterminación) o del retraso (sub-


determinación) (Althusser, 1976e, p. 253).

$GKLULHQGRDXQDSRVLFLyQTXHHQFXHQWUDHQ/HQLQ$OWKXV-
ser entiende que una condición esencial de la lucha de las
masas es la batalla contra las concepciones del mundo bur-
JXHVDVPHGLDQWHODXQLyQFRQODWHRUtDPDU[LVWDXQLyQHQWUH
ODOXFKDREUHUD\ODWHRUtDPDU[LVWDTXHHOÀOyVRIRSLHQVD
EDMRODIRUPDGHXQDSULPDFtDGHODFRQFLHQFLDSROtWLFDGH
clase (motor del proceso) sobre la conciencia teórica.
/DWHRUtDPDU[LVWDLQGLFD$OWKXVVHUQRKDVLGRLQWUR-
ducida desde fuera en el interior del movimiento obrero;
por el contrario, sólo porque Marx adoptó la posición del
SUROHWDULDGR\VHKL]RLQWHOHFWXDORUJiQLFRGHGLFKDFODVH
es que pudo comprender el capital (1976d, p. 100; 1978d, p.
 /DOXFKDGHFODVHVHVHO´YHUGDGHURµDXWRUDJHQWHGHOD
FUtWLFDGHORUHDOVLHQGR0DU[TXLHQHVFULEHSDUDHVWHDXWRU
´LQÀQLWDPHQWHPiVJUDQGHµ $OWKXVVHUFSS\ 
&RQHVWDWHVLVGHODLQWHULRULGDGGHODWHRUtDPDU[LVWDUHV-
SHFWRGHOPRYLPLHQWRREUHUR$OWKXVVHUPRGLÀFyHQIRUPD
WDMDQWHODSRVLFLyQTXHPDQWHQtDDPHGLDGRVGHORVVHVHQWD
DFHUFDGHODH[WHULRULGDGGHODWHRUtDPDU[LVWD4VHJ~QOD
FXDOHVWDWHRUtDKDEUtDVLGRLPSRUWDGDDOPRYLPLHQWRREUHUR
a partir de un trabajo intelectual.
(QODPHGLGDHQTXHQRKD\SUiFWLFDVLQLGHRORJtDHQTXH
WRGDSUiFWLFDVRFLDOLQFOXLGDODDFFLyQSROtWLFDVHUHDOL]D
HQPHGLRGHODVLGHRORJtDVGRPLQDQWHV $OWKXVVHUD
S TXHHQVXVGLYHUVDVIRUPDVLPSUHJQDQODVSUiFWLFDV

 =I>EK @A LKOE?EÉJ MQA ?KIAJVÉ = CAOP=NOA = łJAO @A H= @À?=@= @A HKO
sesenta: “[…] si bien la teoría permite comprender las leyes de la historia, no
son los intelectuales, los teóricos, sino las masas las que hacen la historia. Es
necesario aprender junto a la teoría, pero al mismo tiempo, y esto es capital, es
necesario aprender junto a las masas” (Althusser, 1968, p. 18). Al comienzo de
H=JQAR=@À?=@= HKLKJAAJAOPKOPÀNIEJKOġļ*=NT@ARKHREÉAJPAKNÄ=?EAJPÄł?=
al movimiento obrero lo que había recibido en experiencia política” (Althusser,
1970a, p. 68).

16
La cuestión Estado/luchas populares en Louis Althusser (1976-1978)

LGHROyJLFDVGHOSUROHWDULDGR\VXVSRVLEOHVDOLDGRVGHFODVH
G S   OD WUDQVIRUPDFLyQ GH OD LGHRORJtD GH ODV
PDVDVTXHLQFOX\HXQPRPHQWRGHFUtWLFDWHyULFDVHUHYHOD
para Althusser como una dimensión ineludible de la lucha
contra la explotación.
Tal es el sentido, por ejemplo, de su diatriba contra la
WHVLVKXPDQLVWDVHJ~QODFXDOORVKRPEUHVKDFHQODKLVWR-
ULD/RTXHVRVWLHQH$OWKXVVHUHVTXHPLHQWUDVVHOHVKDFH
FUHHUTXHVRQRPQLSRWHQWHVFRPRKRPEUHVVHGHVYtDDORV
individuos de las clases populares de la lucha colectiva
RUJDQL]DGDIUHQWHDODverdadera omnipotencia, la de la bur-
JXHVtDTXHGHWHQWDODVFRQGLFLRQHVPDWHULDOHV\SROtWLFDV
(OKXPDQLVPRWHyULFRHVXQDLGHRORJtDTXHFRPDQGDFLHUWD
SUiFWLFDGHFODVHVTXHVLUYHDORVLQWHUHVHVGHODEXUJXHVtD
incluso (o mejor, sobre todo) cuando es sostenida en el seno
del movimiento obrero (Althusser, 1973, pp. 53-54).5
/DV LGHDV GH HPDQFLSDFLyQ VyOR SXHGHQ FRQYHUWLUVH HQ
“históricamente activas” cuando forman parte de un movi-
PLHQWRGHPDVDVSXHVQRWLHQHQXQDHÀFDFLDSURSLDVLQR
TXH HMHUFHQ VX LQÁXHQFLD EDMR FRQGLFLRQHV LGHROyJLFDV \
SROtWLFDVTXHH[SUHVDQXQDGHWHUPLQDGDUHODFLyQGHIXHU]D
(Althusser, 1978c, pp. 65-67; 1978d, p. 322).
&XDQGR$OWKXVVHUFULWLFDODUHGXFFLyQGHODVLGHRORJtDVD
PHURVUHÁHMRVRH[SUHVLRQHVVLPSOHVGHODVFRQGLFLRQHVGH
la infraestructura, reconociéndoles una historia diferencial
\XQDHÀFDFLDSURSLDHLQGDJDQGRHQVXVIRUPDVGHH[LV-
WHQFLD ODVLGHRORJtDVWLHQHQXQDH[LVWHQFLDPDWHULDOEDMR
ODIRUPDGHSUiFWLFDVTXHVHRUJDQL]DQHQDSDUDWRV 6 y en

5. En el curso de esta polémica con el teórico marxista inglés John Lewis y,


en general, contra la pareja economicismo-humanismo, Althusser presenta la
categoría de “proceso sin sujeto”, a la que concede una importancia central y la
cual emplea recurrentemente en sus trabajos posteriores (Althusser, 1976b, p. 22).
6. Althusser considera que su concepción de las ideologías como prácticas
I=PANE=HAOEJOANP=OAJ=L=N=PKO@A"OP=@KLANIEPAOQLAN=NH=@AłJE?EÉJ@A*=NT
que se limita a reconocer que las ideologías se sustentan en condiciones materiales
(Althusser, 1978c, p. 160).

Teoría y DEBATE No. 67


17
Graciela Inda
XXX

sus mecanismos propios (interpelación, desconocimiento del


DQWDJRQLVPRHVWUXFWXUDOHQWUHGRPLQDQWHV\GRPLQDGRV 
QR OR KDFH SDUD HPDQFLSDUODV 3RU HO FRQWUDULR VRVWLHQH
UHLWHUDGDPHQWH TXH OD OXFKD SROtWLFD H LGHROyJLFD HVWi
anclada en las relaciones de producción de una formación
social concreta.
$XQTXHODHÀFDFLDGHODVLGHRORJtDVSXHGHVHUEDVWDQWH
JUDQGHSXHVWRTXHFRQÀHUHQDODVRWUDVSUiFWLFDVVRFLDOHV
“cierta unidad y cierta orientación en una fase dada de
las luchas de clases”, la acción que ejercen no basta para
FDPELDUOD´QDWXUDOH]Dµ\´RULHQWDFLyQµGHHVDVSUiFWLFDV
(Althusser, 1976a, p. 31).
/DOXFKDGHFODVHVVRVWLHQH´VDOLHQGRDOHQFXHQWURµGH
/HQLQWLHQHOXJDUHQWRGRVORVWHUUHQRVHQODEDVHHQOD
SROtWLFD\HQODLGHRORJtDSHURQRKD\TXHROYLGDUTXHODUH
lación de lucha es, en última instancia, una relación de
IXHU]DXQDUHODFLyQDQWDJyQLFD´>«@ODSROtWLFDHVODJXHUUD
[de clases] continuada por otros medios: el derecho, las leyes
SROtWLFDV\ODVQRUPDVLGHROyJLFDV $OWKXVVHUES 
3RU OR WDQWR VL ELHQ OD OXFKD GH FODVHV SROtWLFD HV OD
única lucha de clases que puede convertirse en realmente
ofensiva,7 constituyendo “[…] la forma más alta de la lucha
de clases” porque está orientada a la obtención del poder
SROtWLFR $OWKXVVHUS QRKD\TXH´>«@GHMDUVH
REQXELODU SRU OR TXH VXFHGH HQ HO QLYHO OODPDGR SROtWLFRµ
(Althusser, 1976b, p. 44). Se volverá sobre esto más ade-
lante.

7. En la línea leninista, Althusser piensa que la lucha económica (contra el aumento


de la duración de la jornada de trabajo y contra el bajo salario) está limitada en
sus efectos porque constituye una lucha defensiva contra la agravación de la
explotación capitalista.

18
La cuestión Estado/luchas populares en Louis Althusser (1976-1978)

3. La máquina del Estado: la transformación del poder


violento en poder consentido

3DVDGDODVHJXQGDPLWDGGHODGpFDGDGHORVVHWHQWD\
XQDYH]PiVH[LJLHQGRTXHVHWRPDUDQHQVHULRODVSDOD-
EUDV XVDGDV SRU 0DU[ \ /HQLQ $OWKXVVHU VH LQWHUHVy HQ
demostrar que el aparato de Estado es una máquina en el
sentido fuerte: “es la máquina que transforma la violencia
en poder, más concretamente, la máquina que transforma
ODVUHODFLRQHVGHIXHU]DGHODOXFKDGHFODVHVHQUHODFLRQHV
MXUtGLFDVUHJXODGDVSRUOH\HVµ $OWKXVVHUES 8
3XHGHGHFLUVHTXHODGLVWLQFLyQHQWUHDSDUDWRUHSUHVLYR
\DSDUDWRVLGHROyJLFRVGH(VWDGR AIE), formulada en 1970
HQHOFRQRFLGRDUWtFXOR,GHRORJtD\DSDUDWRVLGHROyJLFRVGH
Estado, se completó y precisó desde mediados de los setenta
con un análisis sobre la forma en que interviene cada
FXHUSR HOXQLÀFDGRGHla represión\HOGLYHUVLÀFDGRGHlas
LGHRORJtDV) en el proceso de transformación de la violencia
en poder y, con una apreciación novedosa de la burocracia
estatal, en el conjunto del Estado.
3RUXQODGR$OWKXVVHUUHLWHUDODLGHDVHJ~QODFXDOOD
duración y reproducción de la dominación de clase (todo
poder de Estado es un poder de clase), siempre tendencial
\FRQÁLFWLYDH[LJHHOFRQFXUVRGHORVAIE3DUDTXHHOSRGHU
del Estado sea duradero

es preciso (y esto lo sabemos mucho antes que Marx, desde que Maquia-
velo estableciera la teoría política) que la clase dominante transforme
su poder violento en un poder consentido. Es preciso que dicha clase
dominante obtenga, mediante el consentimiento libre y consuetudi-
nario de sus sujetos, una obediencia que con la sola fuerza no podría

8. Althusser aclara que la fuerza que entra en los mecanismos del Estado no tiene
ningún carácter originario ni entra como fuerza pura, pues “el mundo del que
proviene está ya, él mismo, sometido al poder del Estado, del derecho y de las
normas” (Althusser, 1978c, p. 146).

Teoría y DEBATE No. 67


19
Graciela Inda
XXX

mantener. Para esto es para lo que sirve el sistema contradictorio de


las ideologías (Althusser, 1976a, p. 29).

3RURWURODGRUHFWLÀFDQGRHQXQFLDFLRQHVDQWHULRUHV9 Althus-
VHUGLVWLQJXHDGHPiVGHODSDUDWRUHSUHVLYRGH(VWDGRHO
DSDUDWRGHIXHU]DS~EOLFDRQ~FOHRGXURGHO(VWDGR (MpUFLWR
SROLFtDJHQGDUPHUtDIXQFLRQDULRVGHODMXVWLFLD\ODVSULVLR-
QHVLQVWLWXFLRQHVGLVFLSOLQDULDV \ORVDSDUDWRVLGHROyJLFRV
GH (VWDGR OD H[LVWHQFLD GHO DSDUDWR SROtWLFR FRQVWLWXLGR
SRUHOMHIHGH(VWDGRHOFXHUSRJXEHUQDPHQWDO\WRGDVODV
JUDQGHVDGPLQLVWUDFLRQHVGHO´VHUYLFLRS~EOLFRµ
'HHVWDPDQHUDUHFRQRFHXQDLPSRUWDQFLDHVSHFtÀFDD
ODEXURFUDFLDGHO(VWDGR\DO*RELHUQR/DFHQWUDOL]DFLyQ
jerárquica, la actuación en ámbitos prescriptos, la cober-
WXUDGHXQDLGHRORJtDGHOVHUYLFLRS~EOLFRODWpFQLFD\OD
disciplina hacen de la burocracia estatal un cuerpo especial
cerrado a las clases dominadas y sus luchas (Althusser,
1978c, pp. 122-123).
No obstante, y en esto el planteamiento de Althusser es
FRQWXQGHQWHODUD]yQGHWHUPLQDQWHGHTXHHO(VWDGRVHD
un aparato especial que se opone a las clases populares es
TXHIXQFLRQDSRUODIXHU]DS~EOLFDODFXDO´VRVWLHQHVLOHQ-
ciosamente” toda la inmensa red de control, de sanciones y
GHYLJLODQFLD $OWKXVVHUFSS 
/DVUHODFLRQHVHQWUHODVFODVHVLQFOXVRFXDQGRVHHQFXHQ-
tran sancionadas por el derecho y las leyes, son en última
instanciaUHODFLRQHVGHIXHU]DDQWHULRUHVDWRGRGHUHFKR
\QHFHVDULDPHQWHDQWDJyQLFDV

9. Un par de años antes de Marx dentro de sus límites HPDQOOAN@AłJAAJAHEJPANEKN


del aparato represivo la existencia del aparato político de Estado, conformado por
el jefe de Estado y el Gobierno, encargado de representar los intereses generales
de la clase dominante por encima de los intereses particulares de sus miembros,
al tiempo que señala que entre los AIE existe un aparato ideológico de Estado político
o modo de representación de la voluntad popular (representación parlamentaria,
por ejemplo) (Althusser, 1976d, pp. 89-90).

20
La cuestión Estado/luchas populares en Louis Althusser (1976-1978)

La dictadura de la burguesía es dictadura porque no es otra cosa, en


última instancia, que esta violencia más fuerte que las leyes. En última
instancia, pero únicamente en última instancia, ya que esta violencia
no puede ejercerse sin las formas del derecho que la sancionan y la
regulan, sin las formas políticas que sancionan y regulan la detentación
del poder de Estado por la clase dominante, sancionada por el derecho,
y sin las formas ideológicas que imponen la sujeción a las relaciones de
producción, al derecho y las leyes de la clase dominante (Althusser,
1976b, p. 31).

Estado-máquina que transforma la violencia en poder


consentido, Estado que es una dictadura de clase, Estado
que tiene un cuerpo represivo “visible”, pero también unos
aparatos “invisibles” que trabajan juntos por la sujeción y la
GLYLVLyQGHODVFODVHVSRSXODUHV(VWDGRTXHMXHJDXQSDSHO
clave en la reproducción social: tal es el terreno en el que
WLHQHOXJDUODPRYLOL]DFLyQSROtWLFD\ODOXFKDLGHROyJLFDGH
las clases populares bajo el capitalismo.

4. Crítica de la representación burguesa de la política

(OFRPXQLVPRGHÀQLGRFRPRXQDVRFLHGDGVLQUHODFLRQHV
GHPHUFDGRHVSDUD$OWKXVVHUHOKRUL]RQWH~OWLPRGHODV
luchas populares bajo la dirección del proletariado. Todas
ODVWiFWLFDVTXHGDQVRPHWLGDVDHVWDHVWUDWHJLDTXHGLVWD
VHU XQD XWRStD SXHVWR TXH ODV LQLFLDWLYDV SRSXODUHV TXH
WLHQHQOXJDUHQODVIiEULFDVHQORVEDUULRVHQODVHVFXHODV
HQ GLIHUHQWHV SDtVHV \ FR\XQWXUDV VRQ \D JpUPHQHV GHO
comunismo.
Desde su óptica, el comunismo es una tendencia inscripta
HQ HO FDSLWDOLVPR EDMR OD IRUPD GH HVER]RV \ VtQWRPDV
FROHFWLYL]DFLyQ DFUHFHQWDGD GH OD SURGXFFLyQ IRUPDV GH
RUJDQL]DFLyQ \ OXFKDV REUHUDV LQLFLDWLYDV SRSXODUHV HWF
No es un ideal, sino “el movimiento real que se desarrolla
bajo nuestros ojos” (Althusser, 1976c, p. 71), una tendencia

Teoría y DEBATE No. 67


21
Graciela Inda
XXX

que existe ya “en los intersticios de la sociedad capitalista”


(Althusser, 1978a, p. 11).
El proletariado, tal como ha sido producido y concentrado
por el modo de producción capitalista y educado por sus
JUDQGHVOXFKDVHVWiHQFRQGLFLRQHVGH´LQYHQWDUµMXQWRD
VXVFODVHVDOLDGDVIRUPDVGHRUJDQL]DFLyQVDOLGDVGHODEDVH
TXHSXHGHQIXQFLRQDU´DOPDUJHQGHO(VWDGRµ\GHODVLGHR-
ORJtDVGRPLQDQWHV FRPROD&RPXQDGH3DUtV\ORV6RYLHWV
de 1905 y 1917) (Althusser, 1976a, p. 37).
6LQ HPEDUJR HVWD WHQGHQFLD VH HQFXHQWUD FRQWUDUUHV-
tada por tendencias opuestas, y no puede consumarse sin
ODOXFKDGHFODVHVSROtWLFDGHODVRUJDQL]DFLRQHVREUHUDV\
populares (Althusser, 1978a, p. 12; 1978c, pp. 110-111).
Entre esas contratendencias, cuyas formas precisas son
siempre inesperadas pues sólo pueden resultar del curso
PLVPRGHODOXFKD$OWKXVVHULGHQWLÀFDQRVyORORVHIHFWRV
GH OD OXFKD GH FODVHV EXUJXHVD TXH LPSRQH SHUPDQHQ-
temente formas encaminadas a prevenir y someter las
acciones transformadoras de las clases dominadas), sino
WDPELpQODPDODRUJDQL]DFLyQODDXVHQFLDGHYLVLyQWHyULFD
y de análisis concretos, y la incapacidad de aprovechar el
HVODEyQGHFLVLYRSRUSDUWHGHODVRUJDQL]DFLRQHVSROtWLFDV
de las clases populares.
Tomando posición frente a los defensores del socialismo
GHPRFUiWLFR SRU OD YtD SDUODPHQWDULD $OWKXVVHU VHxDOD
FRQ WHQDFLGDG TXH OD SDUWLFLSDFLyQ GH ODV RUJDQL]DFLRQHV
de lucha de la clase obrera y sus aliadas en el parlamento
y en las elecciones puede constituir una táctica adecuada
HQ FLHUWDV FRUUHODFLRQHV GH IXHU]D HQWUH ODV FODVHV SHUR
VLHPSUHTXHVHWHQJDHQFODURTXHVXYRFDFLyQ~OWLPDQRHV
participar de un Gobierno, sino “derribar y destruir el poder
GHO(VWDGREXUJXpVµ $OWKXVVHUGS 
Ahora, ¿cómo piensa Althusser esa destrucción del
(VWDGR"&RQWUDODLGHDGHDQLTXLODFLyQYLROHQWD\WRWDO FRVD
LPSHQVDEOHDPHQRVTXHVHH[WHUPLQHDWRGRVORVDJHQWHV

22
La cuestión Estado/luchas populares en Louis Althusser (1976-1978)

del Estado y se supriman todos los servicios existentes), y


XQDYH]PiVEDViQGRVHHQ/HQLQHQWLHQGHTXHVHWUDWDGH
un proceso doble: de transformación del dominio de la alta
DGPLQLVWUDFLyQPLOLWDUSROLFLDO\SROtWLFDVREUHHOSXHEORHQ
todos los aparatos del Estado, y de transformación de las
formas de división del trabajo entre los diferentes cuerpos
del Estado (Althusser, 1976c, p. 73; 1978c, pp. 136-137).
Esa transformación profunda (tal es el sentido del tér-
mino “aniquilación”) es estrictamente necesaria, puesto que
“no basta poner obreros en los puestos ocupados antes por
capitalistas, no basta con dar órdenes revolucionarias para
que sean ejecutadas” (Althusser, 1978c, p. 137). Sólo si se
SRQHHQMDTXHHOFXHUSRGHO(VWDGRHQVXSURSLDRUJDQL]DFLyQ
y funciones puede evitarse que un proceso de emancipación
termine por perderse en la burocracia y la inercia propia
GHO (VWDGR 3DUD FDGD DSDUDWR SDUD FDGD UDPD GH FDGD
aparato, hay que encontrar la forma justa de transforma-
ción, de ruptura con su dominio (Althusser, 1976b, p. 43).
3DUD$OWKXVVHUFRPRSDUD/HQLQODIRUPDSROtWLFDGHO
dominio de clase del proletariado y sus aliados no es otra que
ODGHPRFUDFLDGHPDVDV/DVXSUHVLyQGHODGLYLVLyQHQWUH
HO/HJLVODWLYR\HO(MHFXWLYRODHOLPLQDFLyQGHODGLYLVLyQ
entre trabajo manual y trabajo intelectual y, sobre todo, la
ruptura entre masas populares y aparato parlamentario
sólo pueden ser encaradas por una democracia de masas
(GHPRFUDFLDKDVWDHOÀQ) que implica la intervención de las
masas no sólo en el aparato de Estado, sino también en la
SURGXFFLyQ\HQODLGHRORJtD $OWKXVVHUESF
p. 50; 1976d, p. 67; 1978c, p. 110).
1LQJXQD RUJDQL]DFLyQ GH OXFKD FRQWUD HO GRPLQLR GH OD
EXUJXHVtD SXHGH WHQHU XQ SHVR SROtWLFR HIHFWLYR VL QR HVWi
fundada directamente en las masas populares, que no es lo
mismo que tomar a las masas como base de maniobra. Sólo
FXDQGRODVPDVDVKDFHQVX\DVODVFRQVLJQDVGHFDPELRVRFLDO
SXHGHQGDUXQFRQWHQLGRQXHYRDODVIRUPDVSROtWLFDVYLJHQWHV

Teoría y DEBATE No. 67


23
Graciela Inda
XXX

De esta forma, Althusser ataca abiertamente la concep-


FLyQ VHJ~Q OD FXDO OD GLUHFFLyQ SROtWLFD GHWHQWD GH SOHQR
GHUHFKR XQD FRQFLHQFLD XQ SODQ TXH OXHJR KDEUtD TXH
LPSUHJQDUGHVGHDUULEDDODVPDVDV\UHFODPDXQDSUiFWLFD
TXHFRQVLVWDHQ´HVWDUDODHVFXFKDGHODSROtWLFDDOOtGRQGH
nace y se hace” (Althusser, 1978a, p. 16).
(V YLWDO SDUD ODV IRUPDV GH DJUXSDPLHQWR \ GH DFFLyQ
GHODVIXHU]DVSRSXODUHVUHFRQRFHUTXHWRGDSRVLEOHYtDGH
HVFDSHGHODGRPLQDFLyQEXUJXHVDUHTXLHUH´GDUODSDODEUD
a las masas que hacen la historia, ponerse no sólo al servicio
de las masas, sino escucharlas, estudiar y comprender sus
aspiraciones y sus contradicciones, saber estar atentos a
ODLPDJLQDFLyQ\DODLQYHQWLYDGHODVPDVDVµ $OWKXVVHU
1976c, p. 65).
/RVSDUWLGRVFRPXQLVWDVSRUHMHPSORQRVRQRWUDFRVDTXH
RUJDQL]DFLRQHVSURYLVLRQDOHVGHODOXFKDGHODFODVHREUHUD\
sus aliadas, cuya potencia depende “de su relación viva con
las masas, con sus luchas, sus descubrimientos y sus proble-
PDVHQHOVHQRGHODVJUDQGHVWHQGHQFLDVTXHDWUDYLHVDQOD
lucha de clases: hacia la sobreexplotación o hacia la liberación
de los explotados” (Althusser, 1978b, p. 73).
3DUD$OWKXVVHUKDOOHJDGRODKRUDGHHQWHQGHUTXHODV
RUJDQL]DFLRQHVSROtWLFDVGHODVPDVDVSRSXODUHVQRSXHGHQ
VHUXQFDOFRGHOPRGHORGHODSDUDWRSROtWLFREXUJXpVFRQ
una dirección, un aparato de funcionarios, una base de
PLOLWDQWHVTXHHOLJHDVXVUHSUHVHQWDQWHV\XQDLGHRORJtD
GH OD XQLGDG GHO SDUWLGR FRQVDJUDGD D VX FRQVHQVR10 /D
UHSURGXFFLyQGHODVIRUPDVEXUJXHVDVGHOVDEHU\GHOSRGHU

10. En concreto, Althusser señala que el PCF constituye un partido con una
compartimentación vertical absoluta calcada del aparato de Estado y del aparato
militar burgueses y con una ideología interna esclerotizada e inmóvil, todo lo
cual lo ha conducido a divorciarse de las bases de militantes y de las masas. Este
BQJ?EKJ=IEAJPK>QNCQÀO@A>AIK@Eł?=NOALKN?KILHAPK ?KJPEJÎ= LQAOPKMQA
las masas trabajadoras de Francia “no pueden vencer en la lucha de clases sin el
Partido Comunista, pero tampoco pueden hacerlo con este Partido Comunista
tal como es” (1978b, p. 61).

24
La cuestión Estado/luchas populares en Louis Althusser (1976-1978)

FRQGXFHDXQDSUiFWLFDSROtWLFDHQODFXDOORVGLULJHQWHVVH
separan de las masas y de sus propios militantes obreros.
+D\DTXtODGHWHFFLyQGHXQ´SXQWRFLHJRµWDQWRHQ0DU[
FRPRHQ*UDPVFL(QWDQWRDPERVSHUPDQHFLHURQ´SDUDOL]D-
GRVµDQWHODUHSUHVHQWDFLyQEXUJXHVDGHODSROtWLFDIXHURQ
LQFDSDFHVVHJ~Q$OWKXVVHUGHSHQVDUHQVXUDGLFDOLGDGHO
SUREOHPDGHODSROtWLFD\GHODVRUJDQL]DFLRQHVGHODOXFKD
GHFODVHV´(OKHFKRGHTXHODOXFKDGHFODVHV EXUJXHVDR
SUROHWDULD WHQJDSRUHVFHQDULRHO(VWDGR hic et nunc QRVLJ-
QLÀFDHQDEVROXWRTXHODSROtWLFDGHEDGHÀQLUVHHQUHODFLyQ
con el Estado” (Althusser, 1978a, pp. 13-14). Desde un punto
GHYLVWDWUDQVIRUPDGRUDGYLHUWHKD\TXHDYDQ]DUHQXQD
FUtWLFDGHODSROtWLFDWDOFRPRHVLPSXHVWDSRUODLGHRORJtD\
ODSUiFWLFDEXUJXHVDDVtFRPRHQODGHWHUPLQDFLyQH[DFWD
GHODVIRUPDVHQTXHHOSRGHUDFW~DJHQHUDQGRHIHFWRVGH
LGHQWLÀFDFLyQGHFRQVHQWLPLHQWR\GHQDWXUDOL]DFLyQHQWUH
las masas.

5. Los aparatos de Estado y el efecto de hegemonía:


la crítica a Gramsci

0LHQWUDV TXH 0DU[ VyOR SXGR HVER]DU XQD FUtWLFD GHO


FDUiFWHUMXUtGLFRGHO(VWDGRODGLVWLQFLyQJUDPVFLDQDHQWUH
VRFLHGDGSROtWLFD y sociedad civil es una evidencia impuesta
SRUODLGHRORJtDEXUJXHVDFRQWUDODTXHKD\TXHUHDFFLRQDU
sostiene Althusser. El Estado no está fuera de la sociedad
civil, sino que siempre ha penetrado profundamente en la
sociedad civil a través de su aparato represivo y sus apa-
UDWRVLGHROyJLFRV
El concepto de “AIE”DVHJXUDHVPiVDGHFXDGRTXHHO
FRQFHSWRSURSXHVWRSRU*UDPVFLGH´DSDUDWRKHJHPyQLFRµ
SXHVHQOXJDUGHGHÀQLUVHVRODPHQWHSRUVXefecto ODKHJH-
PRQtDRFRQVHQVR VLUYHSDUDGHVLJQDUTXHODKHJHPRQtD
se ejerce bajo formas que

Teoría y DEBATE No. 67


25
Graciela Inda
XXX

aunque de origen espontáneo y privado son integradas y transformadas


en formas ideológicas que tienen una relación orgánica con el Estado.
El Estado puede encontrarlas ya prontas –más o menos esbozadas–
y –como siempre sucede históricamente– encontrarlas sin haberlas
LNK@Q?E@KÀHġUJK?AO=@AEJPACN=NH=OQJEł?=NH=OAJBKNI=O=LP=OL=N=
garantizar la hegemonía (Althusser, 1978a, p. 14).

(OYHUHGLFWRGH$OWKXVVHUHVTXHVyORSRUODYtDGHODUHSUR-
GXFFLyQHVSRVLEOHVDFDUHOSHQVDPLHQWRGH0DU[/HQLQ\
Gramsci del “atolladero” en que ha permanecido por tanto
WLHPSR/DDXVHQFLDGHXQDUHÁH[LyQDFHUFDGHODIXQFLyQGHO
(VWDGRHQODUHSURGXFFLyQFRQVWLWX\HXQ´OtPLWHDEVROXWRµ
FRQWUDHOTXHFKRFDQQRVyOR0DU[\/HQLQ11 sino también
Gramsci, quien se circunscribe a denunciar los efectos eco-
QRPLFLVWDVGHODWHRUtDGHO(VWDGRFRPRLQVWUXPHQWRSHUR
“[…] sin añadirle nada interesante, permanece, él también,
más acá de la reproducción” (Althusser, 1978c, p. 118).
6L HQ  $OWKXVVHU HQWLHQGH TXH TXL]iV *UDPVFL
UHHPSOD]yODH[SUHVLyQ´GLFWDGXUDGHOSUROHWDULDGRµSRUOD
GH ´KHJHPRQtDµ GHELGR D TXH VX HVFULWXUD VH HQFRQWUDED
OLPLWDGDSRUODFHQVXUDGHODSULVLyQDJUHJDQGRTXHVLVH
KXELHVHSRGLGRH[SUHVDUOLEUHPHQWHVXVVHJXLGRUHVQRSHU-
GHUtDQHOWLHPSRHQLQWHUSUHWDFLRQHVLQ~WLOHV ES 
SRFRGHVSXpVHQGXUHFHVXSRVWXUDORFDOL]DQGRORVOtPLWHV
\ODVDSRUtDVGHODQRFLyQGH´KHJHPRQtDµHQODVHQWUDxDV
PLVPDVGHODSUREOHPiWLFDJUDPVFLDQD12

11. Lenin piensa la separación del Estado, pero no se detiene en los detalles de
esta “máquina” especial (Althusser, 1978c, p. 146).
12. La lectura que hace Althusser de Gramsci a lo largo de los años tiene
sus implicaciones. En los sesenta, si por una parte rescataba sus análisis de
los “intelectuales militantes” como agentes de la lucha ideológica y su crítica
al fatalismo economicista (Althusser, 1962, p. 85), por la otra se oponía a su
concepción historicista de la teoría marxista (Althusser, 1965, pp. 130-156;
1967, pp. 13-17). Entrando en la nueva década, Althusser reconoce que Gramsci
fue el primero en tener la intuición singular (que no desarrolló) de que el cuerpo
del Estado no sólo está formado por el aparato represivo, sino también por un
cierto número de “instituciones privadas” (1970b, pp. 27-28). En otros textos

26
La cuestión Estado/luchas populares en Louis Althusser (1976-1978)

6HJ~Q$OWKXVVHUFRQWUDWRGDVODVH[SHULHQFLDVKLVWyULFDV
\ORVSULQFLSLRVGHODWHRUtDPDU[LVWDOHQLQLVWDODQRFLyQ
JUDPVFLDQD GH KHJHPRQtD GH FODVH HQ VX DPELJHGDG
KDELOLWDXQDOtQHDGHLQWHUSUHWDFLyQ13 para la cual una clase
SXHGHVHUKHJHPyQLFDVREUHHOFRQMXQWRGHODVRFLHGDGantes
GHODWRPDGHOSRGHUGH(VWDGR/DKHJHPRQtDDVHYHUDQR
puede preceder a la toma del poder: no puede existir antes
TXHODVFRQGLFLRQHVHFRQyPLFDVSROtWLFDVHLGHROyJLFDVGH
VXSURSLDH[LVWHQFLD/DKHJHPRQtDHQWUDxDDVtXQFtUFXOR
YLFLRVRGHOTXHKD\TXHVDOLUSXHVWRTXHSXHGHSDUDOL]DU
ciertas formas de la lucha de clases (Althusser, 1976b, p. 13).
%DMRVXIRUPDWRJUDPVFLDQRODKHJHPRQtDVHWUDQVIRUPD
en una noción imprecisa que abarca procesos diferentes
HQWUHVtODKHJHPRQtDGHORVDSDUDWRVKHJHPyQLFRV´SULYD-
dos” que hacen aceptar sin violencia el poder del Estado, el
HIHFWRGHKHJHPRQtDGHO(VWDGRPLVPRVREUHHOFRQMXQWRGH
ODVRFLHGDG\ODKHJHPRQtDGHOSDUWLGRGHODFODVHREUHUD
(dirección sobre sus aliados y sobre el conjunto de la sociedad
FLYLO /DFRQVHFXHQFLDGHHVWRHVTXHSDUHFLHUDTXH´WRGR
SXHGHMXJDUVHHQHOQLYHOGHODKHJHPRQtDµDSDUHFLHQGROD
OXFKDGHFODVHVFRPRXQD´FRQWUDGLFFLyQLQWHUQDDODKHJH-
PRQtDµ $OWKXVVHUFSS 
(VDOD[LWXGGHODQRFLyQGHKHJHPRQtDTXHDSDUHFHDO
mismo tiempo como efecto y causa suprema, encuentra su
UD]yQ GH VHU VHJ~Q $OWKXVVHU HQ XQD OLPLWDFLyQ WHyULFD

de los setenta, como se aprecia en este trabajo, se muestra implacable con la


noción de hegemonía. Para un estudio actual de la relación Althusser-Gramsci,
véase: Thomas, 2013.
13. Althusser menciona a Palmiro Togliatti, pero sin duda cabe considerar a otros
tantos más, entre ellos a Christine Buci-Glucksmann, cuya línea de abordaje
es conocida por sostener que en el esquema gramsciano la hegemonía de una
?H=OAĠMQAJKOAE@AJPEł?=?KJH=BQANV=LQN= OEJKMQA=HQ@A=QJ=HQ?D=LKHÄPE?=
e ideológica orientada a hilvanar políticas de alianzas con otras clases o grupos
mediante una ampliación de las instituciones democráticas de base) constituye una
práctica de la política previa a la transformación de los Estados autoritarios o a
la conquista del Estado (Buci-Glucksmann, 1978, p. 10). Para un análisis actual de
las diferentes formas de lectura y apropiación de Gramsci por parte de Althusser,
Poulantzas y Buci-Glucksmann, puede consultarse: Jessop, 2014.

Teoría y DEBATE No. 67


27
Graciela Inda
XXX

elemental: Gramsci intenta resolver la cuestión del Estado


´HQVtPLVPDµHVWRHVVLQSRQHUODHQUHODFLyQFRQODLQIUDHV-
tructura, considerando que la distinción marxista entre
infra- y superestructura es un error economicista de Marx
(Althusser, 1978c, p. 168).
Asimismo, y esta es otra falencia decisiva a los ojos de
$OWKXVVHUORVDSDUDWRVGHO(VWDGRTXHGDQGHÀQLGRVWDQVyOR
SRUVXHIHFWR ODKHJHPRQtD VLQXQDH[SOLFDFLyQGHOSURFHVR
PHGLDQWH HO FXDO HV DVHJXUDGR HVH HIHFWR (O FRQFHSWR GH
DSDUDWRLGHROyJLFRSRUHOFRQWUDULRSRQHHQSULPHUOXJDUVX
´FDXVDPRWUL]µ ODLGHRORJtD 3DUDOHODPHQWH\HVWRWDPSRFR
HVPHQRUHQODIyUPXODVHJ~QODFXDOODKHJHPRQtDHVHO
FRQVHQVRDFRUD]DGRGHFRHUFLyQHOPRPHQWRGHODIXHU]D
HVWi ÀQDOPHQWH GLULJLGR SRU OD KHJHPRQtD TXHGDQGR ORV
DSDUDWRVGHIXHU]DGHO(VWDGRHVFDPRWHDGRVHQVXUHDOLGDG
\HÀFDFLDHVSHFtÀFD $OWKXVVHUFSS 14

6. La primacía de la lucha de clases

'HVGHODSHUVSHFWLYDGH$OWKXVVHUHODQWDJRQLVPRHQWUH
las clases es permanente, siendo las formas que adopta las
que se transforman incesantemente al ritmo de la coyuntura
SROtWLFRLGHROyJLFD(VSRUWDQWRXQDVXQWRGHSULPHURUGHQ
SDUDODVRUJDQL]DFLRQHVGHODVPDVDVSRSXODUHVUHFRQRFHU
esas formas de la lucha de clases para intervenir mediante
XQDDFFLyQSROtWLFDSURSLDLPSRVLEOHGHSUHGHWHUPLQDUHQ
sus detalles.
0LHQWUDVTXHODWHRUtDEXUJXHVD HFRQRPtDVRFLRORJtD
HWF GLVWLQJXHODVFODVHVSRUXQODGR\ODOXFKDGHFODVHV
SRURWURDPHQXGRRWRUJDQGRSULPDFtDOyJLFDRKLVWyULFDD

14. Warren Montag sostiene que la distinción entre aparato represivo y AIE
no puede ser asimilada a la fórmula gramsciana “fuerza+consenso”, puesto
que en Althusser se encuentra un rechazo de todo dualismo entre fuerza y
consentimiento, así como una teoría materialista de las ideologías realmente
superadora (1996, pp. 95-101).

28
La cuestión Estado/luchas populares en Louis Althusser (1976-1978)

las clases antes que a la lucha, y siendo la lucha de clases un


HIHFWRGHULYDGRRFRQWLQJHQWHGHODH[LVWHQFLDGHODVFODVHV
SDUDODWHRUtDPDU[LVWDKD\LGHQWLGDGHQWUHODVFODVHV\OD
OXFKDGHFODVHV\SULPDFtDGHODOXFKDGHFODVHVVREUHODV
clases (Althusser, 1973, pp. 28-30; 1976b, pp. 34-35).
(O DQWDJRQLVPR TXH JHQHUDQ ODV FODVHV QR VyOR HV SHU-
manente, sino que además presenta la particularidad sor-
prendenteGHVHUGHVLJXDO./DFRQWUDGLFFLyQTXHKDFHH[LVWLU
el modo de producción capitalista, por ejemplo, enfrenta a
GRVFODVHVGHVLJXDOHVTXHQRWLHQHQODPLVPDKLVWRULDQLHO
PLVPRPXQGRQLORVPLVPRVUHFXUVRVQLUHDOL]DQODPLVPD
OXFKDGHFODVHV $OWKXVVHUSS /DOXFKDGH
FODVHV HQWUH EXUJXHVtD \ PDVDV SRSXODUHV HV XQD OXFKD
GHVLJXDOTXHQRVHOOHYDDFDERFRQODVPLVPDVSUiFWLFDV
QLHQFRQGLFLRQHVLJXDOLWDULDV
$OWKXVVHU QR VyOR GHÀHQGH OD WHVLV GH OD SULPDFtD GHO
DQWDJRQLVPRVREUHORVFRQWUDULRVVLQRTXHWDPELpQVRVWLHQH
ODVXSUHPDFtDGHODOXFKDGHFODVHVVREUHHOSRGHUGH(VWDGR
REMHWLYRGHODOXFKDSROtWLFDGHFODVHV \VREUHHODSDUDWRGH
Estado15 HO(VWDGRFRPRIXHU]DHMHFXWLYD\UHSUHVLYD /D
QDWXUDOH]DGHFODVHGHODGHWHQWDFLyQGHOSRGHUGH(VWDGR
DFODUDHVXQDWHVLVFHQWUDOGHODWHRUtDPDU[LVWDWRGDOD
OXFKD SROtWLFD GH ODV FODVHV JLUD HQ WRUQR GH OD SRVHVLyQ
conservación del poder de Estado por cierta clase o por una
DOLDQ]DGHFODVHVRGHIUDFFLRQHVGHFODVHV
De la misma manera, el aparato de Estado no conforma
XQLQVWUXPHQWRLQGLIHUHQWHDVXGHWHQWDGRU1LQJXQDFODVH
HVFRJHODVIRUPDVGHVXGRPLQLRGHFODVH\FXDQGRVHFRQ-
vierte en dominante, conquistando el poder de Estado, “[…]
ODQXHYDFODVHVHYHREOLJDGDORTXLHUDRQRDWUDQVIRUPDU
el aparato de Estado –que ha heredado– para adaptarlo a

15. Si bien la expresión “aparato de Estado” sugiere que el Estado puede existir
antes que su aparato, esto no es así: el Estado es un aparato, un cuerpo con una
estructura y una fuerza determinada. Tal es su condición de existencia (Althusser,
1976b, p. 35).

Teoría y DEBATE No. 67


29
Graciela Inda
XXX

sus propias formas de explotación y de opresión” (Althusser,


E S   /D EXUJXHVtD SRU FDVR GHELy WUDQVIRUPDU
profundamente el aparato feudal como paso necesario para
consolidar y conservar su dominio de clase.
3RUWDQWRHO(VWDGRQRFRQIRUPDFRPRTXLHUHODWHRUtD
EXUJXHVDGHO(VWDGRXQDUHDOLGDGH[WHUQDRSRUHQFLPDGH
ODOXFKDGHFODVHVTXHVHLGHQWLÀFDUtDFRQORTXHVHGHVLJQD
FRPR´LQWHUpVJHQHUDOµ(O(VWDGRQRVyORVLUYHSDUDLQWHU-
venciones concretas, sino, sobre todo, para la reproducción
GHODVFRQGLFLRQHVJHQHUDOHV MXUtGLFDVHFRQyPLFDVSROtWLFDV
HLGHROyJLFDV GHODVUHODFLRQHVGHSURGXFFLyQ $OWKXVVHU
1976b, p. 33).
Si las masas populares, divididas en diferentes clases
H[SORWDGDVSXHGHQHQFRQWUDUHQORVDSDUDWRVLGHROyJLFRVXQ
espacio de resistencia, un espacio para la lucha (Althusser,
GS HVSRUTXHVHSURORQJDODOXFKDGHFODVHV
JHQHUDOTXHGRPLQDODIRUPDFLyQVRFLDOHQVXFRQMXQWR16/RV
DSDUDWRVLGHROyJLFRVHQVXVP~OWLSOHVIRUPDVFRQIRUPDQXQ
campo en el cual se expresan los efectos de unas luchas (de
clase) que “desbordan” constantemente el campo del Estado.

Si bien es verdad que los AIE representan la forma en la que la ideología


de la clase dominante debe realizarse (para ser políticamente activa)
y la forma a la que la clase dominada debe necesariamente medirse, las
ideologías no nacen en los AIE, sino que tienen su origen en las clases
sociales que intervienen en la lucha de clases: en sus condiciones de

16. El famoso artículo de Althusser publicado con el título de Ideología y aparatos


ideológicos de Estado. Notas para una investigación (parte de una obra mayor sobre la
reproducción de las condiciones de producción que desde 1969 en adelante sufrió
IK@Eł?=?EKJAOULANI=JA?EÉEJÀ@EPKAJRE@=„HPDQOOAN „
AO?NEPE?=@K AJPNA
KPN=O?KO=O LKNLNAOAJP=NQJ=@AłJE?EÉJ@AHKOAIE como una forma omnipresente
de control de las clases dominantes que no deja espacio para pensar el surgimiento
de prácticas cuya iniciativa corresponda a las masas populares. En 1976, Althusser
se ocupó de dar respuesta a esta objeción en Notas sobre los Aparatos Ideológicos
del Estado =łNI=J@KH=LNEI=?Ä=@AH=HQ?D=@A?H=OAOOK>NAHKO=L=N=PKO@A"OP=@K 
=łNI=?EÉJMQALKNKPN=L=NPAU=AOP=>=AJQJ?E=@=AJH=OJKP=O=H=NPÄ?QHKKNECEJ=H
de 1970 y en otros trabajos de la primera mitad de la década de los setenta.

30
La cuestión Estado/luchas populares en Louis Althusser (1976-1978)

existencia, en sus prácticas, en sus experiencias de lucha, etc. (Althus-


ser, 1976d, p. 104).

5HVSHFWRGHODSDUDWRUHSUHVLYRFRPRVHYLR$OWKXVVHUVRV-
tiene –con Maquiavelo– que el aparato represivo no es un
LQVWUXPHQWRQHXWURVLQRTXHHVODUHDOL]DFLyQGHODSROtWLFD
en ese ámbito del Estado. El uso de la violencia no sólo se
HQFXHQWUDRUJDQL]DGR\OHJDOL]DGRSRUODLQWHUPHGLDFLyQGH
RWUDVLQVWDQFLDVHVWDWDOHV MXUtGLFDVEXURFUiWLFDVHWF VLQR
TXHDGHPiVHVWiVXSHGLWDGRDODSULPDFtDGHODSROtWLFD\
WRGDSROtWLFDHVGHFODVH
6LQHPEDUJRKD\XQDGLIHUHQFLDVLJQLÀFDWLYD0LHQWUDV
que los AIE ofrecen un campo objetivo a contradicciones que
expresan los efectos de la lucha de clases, el aparato repre-
VLYRRUJDQL]DGRHQIRUPDFHQWUDOL]DGD\FRQXQDXQLGDG
GHPDQGRMHUDUTXL]DGDUHVXOWDLPSHUPHDEOHHQVXQ~FOHR
GXURDHVRVHIHFWRV/DRUJDQL]DFLyQGHODUHSUHVLyQDVHYHUD
$OWKXVVHUQRGHMDOXJDUDIRFRVVHULRVGHUHVLVWHQFLD
Es importante no confundir esta tesis sobre la relación
lucha de clases/aparatos con un supuesto atravesamiento
del Estado por la lucha de clases. Sobre la base de esta
GLVWLQFLyQHVTXHGHEHFRPSUHQGHUVHODSURYRFDGRUDDÀUPD-
ción sobre la separación del Estado de las luchas de clases
formulada en 0DU[GHQWURGHVXVOtPLWHV.
(QRSRVLFLyQDORVGLVFXUVRVTXHDÀUPDQTXHHO(VWDGR
se encuentra atravesado por la lucha de clases, Althusser
hace una defensa deliberadamente provocativa de la tesis
GH0DU[\/HQLQVHJ~QODFXDOHO(VWDGRHVXQLQVWUXPHQWR
en manos de la clase dominante:

Con total seguridad, el Estado está separado de la lucha de clases,


porque está hecho para eso, y por eso es un instrumento. ¿Imagináis
un instrumento, utilizado por la clase dominante, que no estuviera
separado de la lucha de clases? ¡Correría el riesgo de estallarle entre
las manos a la primera ocasión! (Althusser, 1978c, p. 90).

Teoría y DEBATE No. 67


31
Graciela Inda
XXX

Althusser apela a la palabra “instrumento” no para reducir


la complejidad y densidad del aparato de Estado, sino para
mostrar que está separado para poder intervenir en la lucha
de clases en todas las direcciones, esto es, no sólo contra las
DPHQD]DVGHODOXFKDGHODVFODVHVSRSXODUHVVLQRWDPELpQ
FRQWUDORVSHOLJURVTXHHQWUDxDQODVOXFKDVLQWHUQDVGHOD
FODVH GRPLQDQWH TXH SXHGHQ DPHQD]DU VX GRPLQLR VL OD
lucha obrera y popular es fuerte.
<HVDVHSDUDFLyQQRHVFRVDGHYROXQWDGGHXQJREHUQDQWH
VLQR TXH VH LQVFULEH HQ HO FXHUSR PLVPR GHO (VWDGR /D
MHUDUTXtDEXURFUiWLFD\ODREOLJDFLyQGHREHGLHQFLDVHUYLFLR
público, responsabilidad y reserva de todos los funciona-
rios están destinadas a “separar” el Estado de los efectos
RFRQWDJLRVGHODOXFKDGHFODVHV(QFRQFUHWRODMHUDUTXtD
HVWDWDO HVFDORQDGD VHJ~Q QLYHOHV GH UHVSRQVDELOLGDG DVt
FRPRODLGHRORJtDGHODIXQFLyQS~EOLFDUHVXOWDQGHFLVLYDV
SDUD VROGDU DJHQWHV HVWDWDOHV SURYHQLHQWHV GH GLIHUHQWHV
clases sociales (Althusser, 1978c, pp. 81-99).
4XH HO (VWDGR HVWp VHSDUDGR QR VLJQLÀFD TXH VHD QHX-
tral: está separado para poder ser un Estado de clase,
para defender de la mejor manera los intereses de la clase
GRPLQDQWH1DGDWLHQHTXHYHUFRQODLGHDGHDXWRQRPtD
0DU[ \ /HQLQ QXQFD KDEODURQ GH DXWRQRPtD GHO (VWDGR
subraya Althusser.
&RQWUD OD LGHD GH DXWRQRPtD GHO (VWDGR $OWKXVVHU
recupera la fórmula marxista-leninista del Estado como
“dictadura de clase” puesto que esta tiene la ventaja de
señalar enfáticamente “la violencia del dominio de clase”
(Althusser, 1976b, pp. 15, 24 y 25; 1978c, pp. 104-113). Si
tiempo después le pareció más pertinente hablar de “domi-
QLRGHFODVHµFRQHOREMHWLYRGHGHVLJQDUFRQPD\RUSUHFLVLyQ
TXHODGRPLQDFLyQGHXQDFODVHRXQDDOLDQ]DGHFODVHVQR
VHUHGXFHDOHMHUFLFLRGHXQSRGHUSROtWLFRGLFWDWRULDOVLQR
TXHLQYROXFUDHOFRQMXQWRGHODVIRUPDVHFRQyPLFDVSROt-
WLFDVHLGHROyJLFDV $OWKXVVHUFSS QRSRU

32
La cuestión Estado/luchas populares en Louis Althusser (1976-1978)

eso Althusser abandonó la idea de que el Estado tiene una


UHODFLyQRUJiQLFDFRQODFODVHGRPLQDQWH
/DGLFWDGXUDGRPLQLRGHFODVHQRWLHQHSRUTXpLGHQWL-
ÀFDUVHFRQODWRPDYLROHQWDGHOSRGHUGH(VWDGRRFRQXQ
*RELHUQRSROtWLFRYLROHQWRTXHHMHUFHVXSRGHUSRUGHFUHWRV
\SRUODIXHU]DDOPDUJHQGHODVOH\HVHVWDEOHFLGDV6HWUDWD
QRGHODGLFWDGXUDGHXQ*RELHUQRRGHXQUpJLPHQVLQR
de la dictadura de una clase. Entonces, si bien las formas
SROtWLFDV PHGLDQWH ODV FXDOHV VH HMHUFH HVWD GLFWDGXUD GH
una clase en la lucha de clases son cambiantes (democracias
SDUODPHQWDULDVUHJtPHQHVGLFWDWRULDOHVHWF HQWRGDVODV
formaciones sociales en las que hay clases, y por tanto, lucha
de clases, se ejerce la dictadura/dominio de una clase sobre
otras (Althusser, 1976b, pp. 15 y 27).
Sostener que el Estado está atravesado por la lucha de
clases

[…] es tomar los propios deseos por la realidad. Es tomar los efectos,
incluso profundos, o las trazas de la lucha de clases (burguesa y obrera)
por la lucha de clases misma. Pero, justamente, yo sostengo que el Estado,
en su corazón, que es su fuerza de intervención física, policial y de alta
administración, está hecho, en la mayor medida posible, para no ser
afectado ni atravesado por la lucha de clases (Althusser, 1978c, p. 99).

/DVFRQWUDGLFFLRQHVHQHO(VWDGRVHJ~QDUJX\H$OWKXVVHU
pueden servir de punto de apoyo a las ambiciones de ciertas
IUDFFLRQHVGHODEXUJXHVtD\PiVLPSRUWDQWHD~QSXHGHQ
UHVXOWDUH[DVSHUDGDVSRUODOXFKDSRSXODUSHURVLJXHHQ
SLHTXHHVDVFRQWUDGLFFLRQHVSRUVtVRODVQXQFDKDQVDFX-
dido seriamente el aparato de Estado en su estructura y
XQLGDG 3RU OR JHQHUDO ODV FRQWUDGLFFLRQHV LQWHUQDV GHO
(VWDGR HQWUH VXV GLIHUHQWHV yUJDQRV R LQVWLWXFLRQHV VH
desarrollan dentro del orden\HQQRSRFRVFDVRVGDQOXJDU
DXQDUHFWLÀFDFLyQDXWRUUHJXODGRUD DXPHQWRGHVXHOGRV
mejoras administrativas, etc.).

Teoría y DEBATE No. 67


33
Graciela Inda
XXX

Finalmente, y esto también es decisivo para el presente


DQiOLVLVWDPELpQKD\SULPDFtDGHODOXFKDGHFODVHVVREUH
el “efecto de consensusµR´HIHFWRGHKHJHPRQtDµSURGXFLGR
por el funcionamiento de los aparatos del Estado. No hay
que olvidar, señala Althusser, que el efecto de consensus
GHODLGHRORJtDGRPLQDQWHHVVLHPSUHWHQGHQFLDOLQHVWDEOH
e inacabado, pues está sometido a la ley de la lucha de
FODVHV(QFDGDFR\XQWXUDHVHOUHVXOWDGRGHXQDODUJD\
polifacética lucha de clases.
/DEXUJXHVtDQHFHVLWyFLQFRVLJORVGHOXFKD XIV al XIX),
HQGRVIUHQWHVH[WHUQRVFRQWUDODDQWLJXDFODVHGRPLQDQWH\
FRQWUDHOSUROHWDULDGRDVtFRPRXQDOXFKDLQWHUQDRULHQWDGD
a la superación de las contradicciones entre sus diferentes
IUDFFLRQHV VLQ ORJUDUOR QXQFD GHO WRGR  SDUD IRUMDU XQD
LGHRORJtDTXHÀQDOPHQWHVHFRQYLUWLHUDHQWHQGHQFLDOPHQWH
dominante (Althusser, 1976d, pp. 85-86).

7. Conclusiones

%DMRODFR\XQWXUDGHODFULVLVWHyULFD\SROtWLFDGHOPDU-
xismo de mediados de los setenta, la cuestión Estado/clases
populares suscita en Althusser un trabajo de elaboración y
revisión de tesis que se desarrolla en varios frentes y cuyo
KRUL]RQWH~OWLPRHVODUHFXSHUDFLyQGHODSRWHQFLDFUtWLFD
GHODWHRUtDPDU[LVWD
Contra las posiciones que esperan de una inexorable
SURIXQGL]DFLyQGHODQWDJRQLVPRHQWUHWUDEDMR\FDSLWDOXQD
HVSRQWiQHDPRYLOL]DFLyQSROtWLFDGHODVPDVDV$OWKXVVHU
UHLYLQGLFDFRQ/HQLQODLPSRUWDQFLDGHFLVLYDGHODOXFKD
SROtWLFDHLGHROyJLFD6LODVLGHRORJtDVGRPLQDQWHVUHFRQFL-
OLDQDODVPDVDVFRQVXOXJDUVXERUGLQDGRHQXQDIRUPDFLyQ
social, penetrando incluso en no pocas estructuras partida-
rias y sindicales, la distancia respecto de ellas es condición
de todo proceso de transformación social.

34
La cuestión Estado/luchas populares en Louis Althusser (1976-1978)

7DO FRPR OD FRQFLEH $OWKXVVHU OD OXFKD LGHROyJLFD GH


masas tiene como anclaje las relaciones de propiedad y de
posesión propias de la formación social en la que se desarro-
OODDODYH]TXHVyORDGTXLHUHVHQWLGRHQVXDUWLFXODFLyQFRQ
ODOXFKDSROtWLFDTXHDVSLUDDODWRPDGHOSRGHUGHO(VWDGR
(QVXPDODOXFKDSROtWLFRLGHROyJLFDVyORVHSXHGHOOHYDUD
cabo transformando los AIE, sobre y en los cuales ejerce su
KHJHPRQtDODFODVHGRPLQDQWH
,QVLVWLHQGRHQHO(VWDGRFRPRREMHWRGHUHÁH[LyQ\UHFX-
perando elementos claves de formulaciones previas (en
SULPHUOXJDUORVFRQFHSWRVGHDSDUDWRUHSUHVLYR\DSDUDWRV
LGHROyJLFRVGH(VWDGR $OWKXVVHUHQWLHQGHTXHPLHQWUDVOD
FHQWUDOL]DFLyQ MHUiUTXLFRGLVFLSOLQDULD \ HO PRQRSROLR GHO
VDEHUOHJDOGDQOXJDUDXQSURFHVRGHGLYLVLyQ\DLVODPLHQWR
GH ODV PDVDV SRSXODUHV ORV DSDUDWRV LGHROyJLFRV QR VLQ
contradicciones y resistencias, se ocupan de transformar el
poder violento en poder consentido, esto es, de dar forma al
consentimiento/sumisión de las masas mediante la puesta
en marcha de mecanismos variados de interpelación que
WLHQHQHQFRP~QODQHJDFLyQGHODQWDJRQLVPRGHFODVH
Ahora bien, contra todo intento de subestimación del
SDSHOGHODYLROHQFLD$OWKXVVHUVHxDODFRQÀUPH]DTXHHV
el aparato represivo el factor determinante que hace del
Estado un aparato especial y separado que se opone a las
FODVHVSRSXODUHV/DIXHU]DS~EOLFDRUJDQL]DGDIURQWDOR
tras bambalinas, sutil o desnuda, es la condición material
TXHVRVWLHQHWRGDVODVDFWLYLGDGHVSURSLDVGHODSDUDWRSROt-
tico y de los AIE.
&RPRVHYLRXQDGHVXVFUtWLFDVPiVIXHUWHVDOFRQFHSWR
JUDPVFLDQRGHKHJHPRQtDVHYLQFXODFRQHOSHVRGHODUHSUH-
VLyQHQODGRPLQDFLyQSROtWLFD$OLQGLFDUXQDGLUHFFLyQQR
YLROHQWDHOWpUPLQRKHJHPRQtDWHUPLQDLGHQWLÀFiQGRVHFRQ
OLEUHFRQVHQVRDFXHUGRRFRQVHQWLPLHQWRDEULHQGRDVtODV
SXHUWDVDXQDHVWUDWHJLDSROtWLFDTXHDSXHVWDSRUFRQVWUXLU

Teoría y DEBATE No. 67


35
Graciela Inda
XXX

KHJHPRQtDVREUHHOFRQMXQWRGHODVRFLHGDGantes de la toma
del poder de Estado.
/DVRUJDQL]DFLRQHVSRSXODUHVHVWiQREOLJDGDVDUHFRQRFHU
\HVWXGLDUHQGHWDOOHODVIRUPDVHVSHFtÀFDVGHHVDdictadura
de clase por encima de las leyes que es el poder estatal,
SHUR²\HVWHHVHOJUDQGHVDItRSDUDHOÀOyVRIRIUDQFpV²´VLQ
dejarse atrapar por ellas” (Althusser, 1976d, p. 104).
$QWHHOGLOHPDSROtWLFRGHVLODVFODVHVSRSXODUHVSXHGHQ
construir poder propio en el seno del Estado capitalista
SDUDWUDQVIRUPDUORGHVGHGHQWUR$OWKXVVHUHVFDWHJyULFR
las luchas populares no han insistido con el Estado más que
SDUDGHVHPERFDUHQODSROtWLFDEXUJXHVD'HVGHVXySWLFD
VLELHQQRSXHGHQHJDUVHTXHODVPHMRUDVHQODVFRQGLFLR-
QHVGHYLGDGHODVPDVDV VHJXULGDGVRFLDOHGXFDFLyQHWF 
expresan ciertas luchas históricas de las clases populares,
VRQDQWHWRGRXQDFRQGLFLyQGHUHSURGXFFLyQGHODIXHU]D
de trabajo y una forma de intervención del Estado para
hacer frente a esas luchas y contenerlas mientras subsiste
la explotación.
/DFRQWDPLQDFLyQGHODFRQFHSFLyQGHODSROtWLFDSRUSDUWH
GHODLGHRORJtDEXUJXHVDTXHFRQÀQDODSUiFWLFDSROtWLFDDO
terreno del Estado, es para Althusser nada menos que el
SXQWRHQHOTXHVHMXJDUiRVHSHUGHUiHOSRUYHQLUGHODV
RUJDQL]DFLRQHVREUHUDV\SRSXODUHV6LSUHWHQGHQFRQIRUPDU
XQDIXHU]DUHDOPHQWHWUDQVIRUPDGRUDODVRUJDQL]DFLRQHV
de lucha de las clases populares no tienen otro camino que
PRGLÀFDUVXVIRUPDVGHRUJDQL]DFLyQSDUDGHMDUGHIXQFLR-
QDUFRPRGXSOLFDGRVGHORVDSDUDWRVSROtWLFRVEXUJXHVHV FRQ
una dirección intelectual, un cuerpo de funcionarios, etc.) y
HPSH]DUDVHUJUDQGHV´RUHMDVµDWHQWDVDODVLQLFLDWLYDVSROt-
WLFDVQRYHGRVDVGHODVPDVDVVXUJLGDVSRUIXHUDGHOELQRPLR
partido-sindicato (movimientos feministas, juveniles, eco-
ORJLVWDVHWF DXQTXHUHVXOWHQFRQIXVDV\FRQWUDGLFWRULDV
´/DVFRVDVVHGHVDUUROODQDVtQRGHODSROtWLFDDODVPDVDV
VLQRGHODVPDVDVDODSROtWLFDµ $OWKXVVHUDS 

36
La cuestión Estado/luchas populares en Louis Althusser (1976-1978)

Claro que no hay que olvidar que las masas populares en


QLQJ~QFDVRFRQVWLWX\HQXQWRGRFDUHQWHGHFRQWUDGLFFLRQHV
LQWHUQDV/DVFODVHVIUDFFLRQHV\FDSDVGRPLQDGDVFX\D
XQLGDGHVSRWHQFLDOHVWiQOHMRVGHVHUKRPRJpQHDVSRUHO
FRQWUDULRVHGLVWLQJXHQVHJ~QORVOXJDUHVTXHRFXSDQHQ
las relaciones de producción, las condiciones de vida y de
WUDEDMR ODV SRVLFLRQHV SROtWLFDV H LGHROyJLFDV IUHQWH D OD
KHJHPRQtDEXUJXHVDHWF
$ VDELHQGDV GH HOOR $OWKXVVHU DEUD]D OD LGHD GH XQD
DOLDQ]D GH FODVHV OR PiV DPSOLD SRVLEOH HQ WRUQR D OD
FROXPQDYHUWHEUDOGHODFODVHREUHUD/DHVWUDWHJLDGHXQD
OXFKDGHODUJDGXUDFLyQHQHOFXUVRGHODFXDOHOPRYLPLHQWR
REUHUR ORJUD KHJHPRQtD VREUH VXV DOLDGRV FDPSHVLQRV
GLIHUHQWHV IUDFFLRQHV \ FDSDV GH OD SHTXHxD EXUJXHVtD 
conteniendo todas las reivindicaciones populares, es una
WHVLVFOiVLFDGHODWHRUtDPDU[LVWDOHQLQLVWDTXHFRQVHUYD
SDUDpOWRGDVXYLJHQFLD7DOHVHOVHQWLGRDÀUPDTXHWLHQH
ODKHJHPRQtDHQ/HQLQVREUHODVFODVHVDOLDGDVQRVREUHHO
conjunto de la sociedad.
En su trabajo de elaboración, y esto es de suma impor-
WDQFLD$OWKXVVHULQVLVWHPXFKRHQKDFHUODFUtWLFDGHWRGD
idea de una necesidad histórica, poniendo en escena lo
TXHVHSRGUtDOODPDUODFHQWUDOLGDGSROtWLFD\WHyULFDGHOD
coyunturaHVDFRQGHQVDFLyQGHFRQWUDGLFFLRQHVGHVLJXDOHV
HQODTXHVHGHVSOLHJDGHIRUPDVLHPSUHVLQJXODUODOXFKD
de clases.
/R HVHQFLDO HV QR HTXLYRFDUVH HQ OD HVWLPDFLyQ GH OD
UHODFLyQGHIXHU]DVORFXDOH[LJHXQDQiOLVLVXQDWiFWLFD\
XQDHVWUDWHJLDTXHSRUHQFLPDGHWRGRUHFRQR]FDHOHVODEyQ
decisivo y el momento oportuno para cada acción. Actuar
SROtWLFDPHQWHSDUDODVRUJDQL]DFLRQHVGHODVFODVHVSRSXOD-
UHVVLJQLÀFDFDSWDUODFR\XQWXUDKLVWyULFDHQVXVWHQGHQFLDV
contradictorias e intervenir, mediante la aplicación de la
LQLFLDWLYDSROtWLFDHQHO´SXQWRGpELOµGHODGYHUVDULRFRQVL-
derando que no hay situaciones sin salida para él.

Teoría y DEBATE No. 67


37
Graciela Inda
XXX

6LODWHRUtDPDU[LVWDQRHVRWUDFRVDTXHXQURGHRSDUD
OOHJDUDOYLWDODQiOLVLVGHODVLWXDFLyQFRQFUHWDGHODOXFKD
GHFODVHVHVDTXtGRQGHDGTXLHUHWRGDVXHQYHUJDGXUDOD
WHVLVGHODSULPDFtDGHODQWDJRQLVPR
/DWHVLVGHODSULPDFtDGHODOXFKDGHFODVHVVREUHHOSRGHU
de Estado, sobre los aparatos del Estado y sobre los efectos
de consenso/sumisión, tal como funciona en el dispositivo
teórico althusseriano, invita a pensar en la potencial emer-
JHQFLDGHSURFHVRV²P~OWLSOHVHLPSUHGHFLEOHV²GHWUDQV-
formación y emancipación de las clases populares. Contra
WRGDUHVLJQDFLyQDQWHHOLQPHQVRSRGHUGHO(VWDGRQRKD\
QLQJ~Q´KHFKRFRQVXPDGRGHODOXFKDGHFODVHVTXHHVFDSH
a la lucha de clases” (Althusser, 1976d, p. 84).
En otras palabras, cuando Althusser insiste en la necesi-
dad de adoptar el punto de vista de la reproducción, que no
es otra cosa que el punto de vista de lucha de clases como
SURFHVRJOREDOQRVH[KRUWDDDQDOL]DUODVOXFKDVKLVWyULFDV
de masas no como la suma de enfrentamientos puntuales,
OLPLWDGRVDODHVIHUDSROtWLFDRFRPRXQDVHULHGHUHYXHOWDV
o episodios de represión inmediatos, sino como un proceso
KLVWyULFRHQHOTXHORTXHHVWiHQMXHJRHVODUHSURGXFFLyQ
transformación de las relaciones sociales.

Bibliografía Althusser, L. (1962). “Contradicción y sobredeterminación.


Notas para una investigación”, en, La revolución teórica
de Marx (pp. 71-106). México: Siglo XXI.
–––––– (1963). “Sobre la dialéctica materialista (de la des-
igualdad de los orígenes)”, en, La revolución teórica de
Marx (pp. 132-181). México: Siglo XXI.
–––––– (1965). “El objeto de El Capital”, en L. Althusser,
y E. Balibar (auts.), Para leer El Capital (pp. 81-209).
México: Siglo XXI.
–––––– (1967). “Acerca de Gramsci”, en L. Althusser, y E.
Balibar (auts.), Para leer El Capital (pp. 13-17). México:
Siglo XXI.

38
La cuestión Estado/luchas populares en Louis Althusser (1976-1978)

„„„„„„Ġ
ļ)=łHKOKBÄ=?KIK=NI=@AH=NARKHQ?EÉJ‡  Bibliografía
en, )= łHKOKBÄ= ?KIK =NI= @A H= NARKHQ?EÉJ (pp. 9-20).
México: Cuadernos de Pasado y Presente.
–––––– (1970a). “Marxismo y lucha de clases”, en, Posiciones
(pp. 63-68). Barcelona: Editorial Anagrama.
–––––– (1970b). Ideología y aparatos ideológicos de Estado.
Buenos Aires: Ediciones Nueva Visión.
–––––– (1973). Para una crítica de la práctica teórica. Respuesta
a John Lewis. Buenos Aires: Siglo XXI.
–––––– (1975). “Defensa de tesis en Amiens”, en, Posiciones
(pp. 70-127). Barcelona: Editorial Anagrama.
„„„„„„Ġ=
ļ)=PN=JOBKNI=?EÉJ@AH=łHKOKBÄ=‡ AJ)
Althusser, P. Macherey, y E. Balibar (auts.), Filosofía
y cambio social (pp. 7-42). Buenos Aires: Ediciones
metropolitanas.
–––––– (1976b). “Algunas cuestiones de la crisis de la teoría
marxista y del movimiento comunista internacional”,
en, Nuevos escritos. La crisis del movimiento comunista
internacional frente a la teoría marxista (pp. 9-54). Bar-
celona: Laia.
–––––– (1976c). “Sobre el alcance histórico del XXII Con-
greso”, en, Nuevos escritos. La crisis del movimiento comu-
nista internacional frente a la teoría marxista (pp. 55-82).
Barcelona: Laia.
–––––– (1976d). “Nota sobre los aparatos ideológicos de
Estado (AIE)”, en, Nuevos escritos. La crisis del movimiento
comunista internacional frente a la teoría marxista (pp.
83-105). Barcelona: Laia.
–––––– (1976e). “Historia terminada, historia interminable”,
en, La soledad de Maquiavelo (pp. 249-260). Barcelona:
Akal.
„„„„„„ Ġ
 ļĨ-KN łJ H= ?NEOEO @AH I=NTEOIK‡  AJ  La
soledad de Maquiavelo (pp. 283-298). Barcelona: Akal.
„„„„„„Ġ=
ļ"HI=NTEOIK?KIKPAKNÄ=łJEP=‡ AJ)
Althusser, G. Vacca, L. Menapace, L. Campagnano, B.

Teoría y DEBATE No. 67


39
Graciela Inda
XXX

Bibliografía De Giovanni, et al. (auts.), Discutir el Estado. Posiciones


frente a una tesis de Louis Althusser (pp. 11-21). Buenos
Aires: Folios Ediciones.
–––––– (1978b). Lo que no puede durar en el partido comu-
nista. Madrid: Siglo XXI.
–––––– (1978c). Marx dentro de sus límites. Madrid: Akal.
–––––– (1978d). “El marxismo hoy”, en, La soledad de
Maquiavelo (pp. 317-329). Madrid: Akal.
–––––– (1992). El porvenir es largo. Barcelona: Ediciones
Destino.
–––––– (1995). Sur la reproduction. París: PUF.
Bourdin, J. C. (2008). “Présentation”, en J. C. Bourdin
(coord.), Althusser: une lecture de Marx (pp. 9-30). París:
PUF.
Buci-Glucksmann, C. (1978). Gramsci y el Estado. España:
Siglo XXI.
De Ípola, E. (2007). HPDQOOAN AHEJłJEPK=@EÉO. Buenos Aires:
Siglo XXI editores.
Elliott, G. (2009). Althusser, the detour of theory. Chicago:
Haymarket Books.
García del Campo, J. (2003). “Althusser: un trabajo sobre
la ideología y sobre los límites del marxismo”, en L.
Althusser (aut.), Marx dentro de sus límites (pp. 7-17).
Madrid: Akal.
–––––– (2004). “Introducción: Leer a Althusser”, en J.
García del Campo, y F. Vázquez García (eds.), Er. Revista
de Filosofía 34/35 (pp. 3-6). Sevilla-Barcelona: Ediciones
de Intervención Cultural.
Ichida, Y., y Matheron, F. (2005). “Un, deux, trois, quatre,
dix mille Althusser?”. Multitudes, (21), 167-178.
Jessop, B. (1985). Nicos Poulantzas: marxist theory and political
strategy. Nueva York: St. Martin’s Press.
–––––– (2014). Althusser, Poulantzas, Buci-Glucksmann:
Elaborations of Gramsci’s Concept of the integral State.
Recuperado de: http://bobjessop.org/2014/02/01/

40
La cuestión Estado/luchas populares en Louis Althusser (1976-1978)

althusser-poulantzas-buci-glucksmann-elaborations-of- Bibliografía
gramscis-concept-of-the-integral-state/
Matheron, F. (1995). “Presentation Ecrits philosophiques et
politiques TII”, en L. Althusser (aut.), Écrits philosophiques
et politiques, tome II (pp. 9-34). París: Stock/IMEC.
Montag, W. (1996). “Beyond Force and Consent: Althusser,
Spinoza, Hobbes”, en C. Antonio, y F. R. David (eds.),
Postmodern Materialism and the Future of Marxist Theory.
Essays in the Althusserian Tradition (pp. 91-108). Londres:
University Press of New England Hanover.
Motta, L. (2014). “Acerca de la cuestión de la democracia en
el marxismo de Althusser y Poulantzas”. Demarcaciones.
Revista Latinoamericana de Estudios althusserianos, (2),
130-153. Recuperado de: http://revistademarcaciones.
cl/?page_id=441
Terray, E. (1993). “Une rencontre Althusser et Machiavel”,
en S. Lazarus (dir.), Politique et philosophie dans l’oeuvre
de Louis Althusser (pp. 137-160). París: PUF.
Thomas, P. (2013). “Althusser’s last encounter: Gramsci”,
en K. Diefenbach, S. G. Farris, G. Kirn, y P. Thomas
(auts.), Encountering Althusser, politics and materialism in
Contemporary Radical Thought (pp. 137-151). Londres:
Bloomsbury.
Tosel, A. (2012). “Matérialisme de la rencontre et pensée
de l’événement-miracle”, en A. Ibraim (dir.), Autour
d’Althusser, penser un matérialisme aléatoire: problèmes
et perspectives (pp. 19-53). París: Le temps de cerises.

Teoría y DEBATE No. 67


41

Potrebbero piacerti anche