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¡Venga Tu Reino!

Cómo descubrir su vocación

I. Introducción – Vocación =Misión para ser feliz y hacer otros felices


II. Misión
A. No es muy clara
B. Tenemos todos los medios para cumplirla
C. Compromete la salvación de muchas almas y es irremplazable
D. Por amor, aunque nos pide renuncias
III. Sacerdocio legionario
A. Vida apasionante (ejemplos salvando almas)
B. Otro Cristo (confesar, celebrar Misa, mostrar el cielo, la
esperanza de la Iglesia)
C. Líder de apóstoles (formar soldados para el ejercito de Cristo,
estar al frente de todos, derrotar el enemigo)
IV. Dios puede llamar a través de…
A. Testimonio de una persona
B. Lectura del Evangelio
C. Acontecimientos
D. Charlas vocacionales, libros religiosos, etc.
E. Oración
F. ¿Cómo discernir? Con el director espiritual
V. Centro Vocacional – La Mejor Forma para descubrir su vocación (se
realizará)
VI. Conclusión – Generosidad “Dios nunca se deja ganar en
generosidad”

1. ¿Qué es la vocación? La vocación es la misión que Dios me dio en esta


vida, la manera que Él quiere que yo le sirva. La misión que Dios nos da no es
como la misión que el general da a sus soldados. Pero hay muchas
diferencias.

2. A. Primero, el general es muy claro cuando dice cuál es su misión. (Ej.


Defender batallón tal desde colina tal.) Dios no dice claramente lo que pasará
en el futuro. A pocos santos Dios les ha hablado directamente, diciéndoles
¡Venga Tu Reino!

que quiere que sea sacerdote o monja. (Ej. Nunca pensé que daría esta charla
a ustedes).

B. Cuando un general da una misión a un soldado en guerra, no está seguro si


el soldado tiene o tendrá todo lo que necesita para cumplir con la misión. En
cuanto a la vocación, sabemos que Dios nos dará todas las gracias necesarias
para cumplir nuestra misión. La única cosa hay que hacer es corresponder a
su gracia.

C. Cumplir la misión compromete el destino militar de la patria. Cumplir


nuestra misión compromete la felicidad nuestra y de muchas almas.
Segundo, la vocación tuya compromete la salvación de muchas almas. (Ej.
Anécdota de “Sí hice algo. Te hice a ti.) Aunque Dios puede hacer todo para
salvar a los hombres, vio que la mejor manera de salvarnos era a través de
otros hombres. Si no cumplimos nuestra misión, nadie la va a cumplir por
nosotros. Si no cumplimos nuestra misión, quizá las almas que Dios nos
encomendó pueden perderse en el infierno.

D. Dios llama por amor. El amor es querer el mejor para otra persona. Si
Dios te ama, quiere lo mejor para ti. Si Dios quiere que seas sacerdote, es
porque te ama. A veces, la vocación te va a pedir que renuncies varias cosas
como el joven rico. Pero la renuncia que Dios te pide es necesaria para darte
algo mejor. (Ej. Historia de la niña que renunció su perla falsa a su papá por
amor y recibió un perla de verdad).

E. La vocación que Dios nos da nos hará felices y hará a los demás felices.
Dios sabe para cuál vocación nos hizo.

Si Dios te llama para ser sacerdote, te escoge para una vida apasionante.
Imagínate tomando en tus manos Dios en forma de pan y dándole a tus
papás. Imagínate confesando una persona que no ha ido a confesión en más
de cuarenta años. Imagínate dando la unción de los enfermos a uno
muriendo de cáncer. El sacerdocio es una vocación que Dios ha dado a
muchos jóvenes, pero pocos lo han correspondido. Si Dios te llama al
sacerdocio, es donde estarás máximamente feliz y donde salvarás muchas
almas.
¡Venga Tu Reino!

¿Cómo llama Dios? Cómo sabe uno cuál es la vocación que Dios quiere para
uno? Dios llama en muchas formas; por eso, hay que ser atentos.

Primero, Dios puede llamarte a través del testimonio de una persona. B. Juan
Pablo II arrastraba la atención de muchos jóvenes por su alegría y
entusiasmo. Gracias a su testimonio, hay muchos jóvenes que han dejado
todo para seguir Cristo en el sacerdocio y vida consagrada. S. Camilo de Lelis
fue un soldado inmoral, pero un día vio un monje y surgió en su corazón una
esperanza que le decía: “También yo puedo vivir una vida mejor.” Y se
convirtió.

Dios también puede llamarte a través de la lectura del Evangelio. No es un


libro del pasado; es la Palabra de Dios que habla a la humanidad a través de
los tiempos. Cuando S. Francisco escuchó el versículo que decía los
Apóstoles debía predicar y no cargar dinero, dos túnicas, sandalias, ni palo, lo
tomó en serio y así empezó su orden religioso, los franciscanos.

A veces, Dios llama a través de acontecimientos. Por ejemplo, la escena que


vimos ayer en “Pescadores de hombres”. La muerte del joven y la presencia
consoladora del sacerdote impactó el niño tanto que Dios le suscitó en su
corazón el deseo de sacerdote. S. Francisco Borja fue un caballero en la corte
de la Reina Isabel. Cuando murió la reina, S. Francisco escoltó el cadáver a
Granada unos 3 días de viaje del corte. Llegando a Granada, destaparon el
ataúd y S. Francisco vio y olió el cadáver de la reina pudriéndose. Desde este
momento, hizo el propósito de nunca más servir reyes que podían pudrirse.
Se ordenó sacerdote y fue Superior General de los Jesuitas después de S.
Ignacio.

Dios llama por medio de las charlas vocacionales, libros y videos religiosos,
convivencias, etc. P. Otti Okello es un padre de Uganda que ahora está
estudiando su licencia de filosofía en Roma. Era muy inteligente y recibió una
beca completa para hacer su carrera de ingeniería civil en Seattle University
en Estados Unidos. Nunca ha pensado en ser sacerdote antes, pero un día
fue al salón de computo y encontró el sitio web www.legionariesofchrist.org.
Veía que nuestros amores eran de Cristo, de María, de almas, de la Iglesia, y
del Papá. Decidió ir a una convivencia con nosotros y allí encontró su
vocación de ser legionario.
¡Venga Tu Reino!

Sobre todo, Dios llama a través de la oración. Quizás no vas a tener una
visión de ángeles diciéndole que tienes una vocación, pero Dios irá indicando
a través de luces cuál es tu camino.

Sin embargo, me puedes decir: “Oiga, Padre, ¿cómo sabemos que es Dios y
no algún sueño mío?” Bueno, hay que tener un director espiritual. El
director espiritual le ayudará a ver si tienes vocación o no. Como dicen,
ninguno es buen juez en sus propios asuntos. El ve objetivamente las señales
y le guía hacia la vocación que uno tiene.

Un último punto. Si ya has visto que tengas esta o otra vocación y tu director
espiritual dice que parece que sí, el único paso que falta es tu generosidad. Si
Dios te llama, no tengas miedo. La única cosa que puede pasar es que seas
máximamente feliz. Si eres generoso con Dios, Dios no te dejará ganar en
generosidad. B. Juan Pablo II quiso ser actor, pero dejó sus planes. ¿Ha
conocido un actor que ha reunido 5 millones de personas? Juan Pablo II lo
hizo en Manila, Filipinas en 1995. Dios le dio la atención que un actor o un
cantante hubiera gustado tener.

Entonces, para terminar, recordamos qué es la vocación. La vocación es una


misión que Dios nos ha dado. Dios nos llamó por amor. Nuestra vocación
compromete la felicidad nuestra y la de muchas almas. Dios nos indica
nuestra vocación en muchas maneras y necesitamos un director espiritual
para ayudarnos. Dios no te dejará ganar en generosidad.

Ahora que vamos para la misa, hagamos el propósito de pedir a Dios la gracia
de ser fiel a la vocación que nos ha llamado.

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