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Cuaderno de
notas íntimas
Bernadette Soubirous
3
4
Prólogo
La conmemoración este año 2004
del 150º aniversario de la
proclamación del dogma de la
Inmaculada Concepción es el
motivo de traducir este cuaderno
de Santa Bernadette.
5
Las apariciones de Massabielle
empezaron cuatro años después
de 1854, año de la bula Ineffabilis
Deus. Venían a confirmar la
verdad definida por el papa Pío
IX.
2. Notas de retiros.
3.Esquemas de meditaciones.
7
8
Al Cuaderno, que data de 1873 y
1874, se le añaden notas de 1875,
escritas sobre cuadernos y hojas
sueltas del mismo formato. Esto
permitirá al lector seguir más
tiempo el admirable “movimiento
de alma”, que lleva a Bernadette,
en estos años decisivos, hacia un
amor cada vez más puro a
Jesucristo.
9
sufrimiento, como un sacrificio
agradable a Dios. Bernadette
acoge la vida con sus alegrías y sus
penas, en un corazón sencillo y
abierto.
10
otras cosas, que el poder de Dios
para atraer a la humanidad hacia
Sí se hace presente donde,
cuando y como quiere. Así como
en personas muy diversas.
Aunque eso sí, siempre hay algo
parecido en todas esas personas,
es su fe, su gran amor, su
esperanza, su deseo de volver a
Dios y de luchar por un mundo
mejor.
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Cuaderno de
notas íntimas
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14
Año 1873
Lo que me concernía ya no me
concierne. Tengo que ser, desde
este momento, totalmente de
Dios y sólo de Dios. Nunca de
mí.
15
probarle mi amor tengo que sufrir
a ejemplo suyo y sacrificárselo
todo con generosidad. Ánimo,
alma mía, la oración lo obtiene
todo, el corazón de Jesús está ahí,
llamemos.
16
serían demasiado bien
recompensados.
17
todos mis afectos… Que mi
corazón crucificado se hunda por
siempre en el tuyo y se sepulte en
la herida misteriosa que le ha
abierto la entrada de la lanza.
Muriendo incesantemente a mí
misma. En paz soportando el
dolor, trabajo; sufro y amo, sin
ningún otro testigo que su
corazón. El que no está dispuesto
a sufrirlo todo por el Amado y a
hacer en todo su voluntad no es
19
digno del dulce nombre de
Amigo…
20
¿Por qué hay que sufrir? Porque
aquí abajo el puro Amor no vive
sin sufrimientos. Oh Jesús, Jesús,
ya no siento mi cruz cuando
pienso en la tuya…
21
humildad del Salvador en toda su
extensión?
22
felicidad del mismo Jesús con una
seguridad perfecta.
23
Jesús vino a la tierra para ser mi
modelo. A ejemplo de Jesús,
quiero seguirle y caminar
generosamente tras sus huellas.
24
mi corazón sea todo tuyo y de mi
Jesús.
25
moriré en ella por la violencia de
mi amor.
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El amor triunfa, el amor goza.
27
Oh Jesús, desolado y al mismo
tiempo refugio de las almas
desoladas, tu amor me enseña
que de tus desamparos debo
obtener toda la fuerza que
necesito para soportar los míos.
Estoy convencida de que el más
temido desamparo en que yo
podría caer sería el de no tener
parte en el tuyo. Pero como tú me
has dado la vida por tu muerte y
me has librado por tus penas de
las que yo merecía, tú también
has merecido, por tu abandono,
que el Padre Celestial no me
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abandone y que Él no esté nunca
tan cerca de mí, por su
misericordia, como cuando estoy
más unida contigo por la
desolación.
30
los frutos de tus desamparos, haz
que aparezca su virtud en mi
debilidad, y glorifícate en mi
miseria, oh Jesús mío, único
refugio de mi alma.
Mi amor,
32
Más este único bien me inflama.
33
Me vigilaré a mí misma, a fin de
actuar en todo con la intención de
complacer a Jesús.
34
hijo de vuestros dolores, el hijo
del Calvario.
35
santifique. Haz que aumentando
mi amor, las vuelva más dulces y
llevaderas.
36
a mi tumba me lo llevaré. Oh
locura de las locuras de atarme a
otra cosa que no sea a Él.
37
Oración de una pobre
mendiga a Jesús
38
Oh Jesús, dame, te lo suplico, el
pan de la humildad.
El pan de obediencia.
El pan de caridad.
39
Oh Jesús, me quieres crucificada.
Hágase.
40
corazón con las violencias más
penosas de la naturaleza; estoy
dispuesta a emprenderlo todo,
bien convencida de que el
prodigio que has obrado para
recompensar la fe de nuestra
santa patrona no es otro que el
anuncio de la resurrección
gloriosa que te dignas
concederme, si respondo a mi
vocación.
41
caminos y en sus obras, a fin de
que actuando siempre con fe y
con caridad, el Padre sea el
principio de su obrar, el Hijo de
su luz y el Espíritu Santo de su
amor.
42
He esperado en ti, Señor. Sé mi
casa de refugio, porque tú eres mi
fuerza… En tus manos, Señor,
encomiendo mi espíritu. Tú me
has rescatado, Señor, Dios de
Verdad.
43
Debo, pues, vivir de Jesús y tener
como fin el del mismo Jesús.
44
consuelos. Y si del Tabor hay que
ir al Calvario, del Calvario se
vuelve al Tabor con Jesús. Ahí
está el anticipo del cielo. El alma
sólo hace un camino, del Gólgota
al Tabor. Sale del Gólgota para ir
a buscar fuerza y coraje al Tabor.
La vida es esta escalera
Trabajar enérgicamente en
destruir el amor y el aprecio de
mí misma.
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amor, Jesús, y Jesús crucificado,
sólo Él es mi felicidad.
47
lo alto de esta cruz, a la cual,
mientras viva, su amor me ate
para siempre.
49
Preparación a la santa
comunión
50
La preparación es la meditación.
¡Y yo la hago tan mal!
53
Padre, que ésta sea también la
mía.
54
55
Jesucristo después de
su nacimiento.
56
Lo contemplo con María y José,
¡pero en qué estado! ¡Un pesebre!
Humillación, privación,
sufrimiento.
58
La cruz.
59
Oh mi Dios, si no puedo
derramar mi sangre y dar mi vida
por ti, quiero por lo menos morir
a todo lo que te desagrada. Al
pecado, a los deseos terrenales, a
las codicias de los sentidos, al
mundo y a mí misma.
60
cual quiero sacrificarme
muriendo con Jesús.
61
en mi corazón, quédate ahí
siempre.
62
Retiro dado por el R.P.
Secail
1º Dios es mi Creador; 2º mi
Salvador; 3º mi Santificador. Soy
cosa de Dios, pues Él es maestro
absoluto de mi cuerpo, de mi
alma y de mis acciones. Él quiere
de mí que le sacrifique a cada
instante y en todo mi voluntad.
Tengo que estar en las manos de
mis superiores como un cadáver,
o aún más, como un madero; qué
importa si se equivocan,
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obedeciendo con espíritu de fe,
yo no me equivocaré nunca.
64
Sobre el
desprendimiento de las
criaturas.
San Ignacio no quiere que seamos
indiferentes, sino que lleguemos a
serlo. Mi corazón está hecho para
Dios y es celoso. Yo quiero que
sea de Él sin ninguna división.
Seré una santa si soy humilde,
dócil y generosa.
65
Sobre la pobreza de
Jesucristo.
La pobreza no debe ser
solamente embarazosa, sino
también crucificante. Jesús
escogía para su comodidad lo más
despreciable de la tierra, la paja
para coger su cuerpo todavía frágil
y delicado. Si Él ha tenido alguna
preferencia, es siempre por el
sufrimiento y yo, al contrario, por
la comodidad, el placer. Eso está
hecho. Desde el día de hoy, con
66
la ayuda de tu gracia, quiero
seguir tus huellas, sufrir,
vencerme y morir a todo lo que
no seas tú, a fin de vivir para
Jesús, con Jesús y en Jesús. Yo
seré, pues, toda de Jesús. Qué
dulce me será morir así con Jesús.
67
Sobre la tentación
68
Quien se expone a la tentación,
nos dice la Sagrada Escritura,
perecerá. No hay que tener
miedo de la tentación, nos es útil
y necesaria. Hay que armarse con
la oración, tener una confianza sin
límites en Nuestro Señor, gran
desconfianza en mí misma,
humildad profunda, obediencia
ciega, fácil, alegre y a toda prueba.
69
sea de ofenderlo y de no tener
nada que sufrir a ejemplo suyo y
por su amor.
70
vigilar los sentimientos de
mi corazón.
Escuchar a Jesús que me
dirá a menudo: “Hija mía,
dame tu corazón. Lo
quiero sin división.”
- Vida común, vida santa.
71
corazón a ejemplo de
María”.
- Resolución: iré al locutorio
con alegría, aunque en mi
interior haya tristeza.
- Diré a Dios: Sí, ya voy, a
condición de que un alma
salga del Purgatorio o de
que convirtáis a un
pecador.
- P. Douce: “Entra en el
corazón de María y
quédate ahí, haz de él tu
morada en la tierra”.
72
- Oh Madre mía, en vuestro
corazón vengo a depositar
las angustias de mi corazón
y a sacar de él fuerza y
coraje.
- P. Douce: “No temas llevar
la cruz, aunque sea
desnuda”.
Cuanto más dé a Jesús,
tanto más Jesús me dará.
Por amor a Jesús, debo
vencerme o morir.
73
San Juan Bautista en el
Jordán.
¡Qué austero y riguroso es! No es
todavía Jesús, pero ¡cómo le
prepara los caminos! ¡Cómo
invita a la contrición por la
penitencia! ¡Cómo anuncia a
Jesús! ¡Cómo nos lleva a Jesús!
¡Cómo disminuye ante Jesús!
“Soy yo quien debería ser
bautizado por ti…”
75
“Conviene que Él crezca y yo
disminuya”. En mí también hace
falta lo mismo, porque yo soy
todavía el hombre natural…
demasiado rígida, como san Juan
Bautista.
76
disminuya… El crecerá en la
medida que yo disminuya. Si no
disminuyo, le impido crecer.
78
Para mayor gloria de
Dios
79
A gloria igual para Dios, hay que
amarse demasiado a sí mismo
para no preferir el placer, el
honor… Amarse demasiado a sí
mismo para evitar el pecado
venial, cuando hay riesgo de no
guardar la ley de Dios.
80
- No pasa nada sin su
permiso, su voluntad.
- Todo lo que hacemos al
prójimo se lo hacemos a Él
mismo.
- Él contiene en sí mismo
toda bondad y todo bien.
81
- Fecunda el alma con la vida
de la gracia.
82
Bautismo de Jesucristo
83
Jesucristo deja a su Madre. Ella ya
lo sabía. Resignación o más bien
ella lo envía, lo sigue con el
corazón y muy pronto está con Él.
Jesús sabe sacrificar la naturaleza
sin romper el corazón de su
Madre.
84
sino hacer la voluntad de su
Padre.
85
Porque es la única regla de
conducta verdaderamente segura.
Aunque sean buenas las
intenciones, es siempre un error,
una desilusión y una falta ir contra
la voluntad de Dios; si la
seguimos, ya no hay ilusión que
temer.
86
sino la voluntad de Dios, porque
eso es todo el Evangelio, toda la
vida de Nuestro Señor.
88
¿Y yo me quejaría de tal prueba?
Sin ella no me desprenderé de mí
misma. Nunca sin ella, procuraré
verdaderamente la gloria de Dios.
89
La vocación. ¿Por qué las reglas?
... ¿De qué sirve al hombre ganar
todo el universo si acaba
perdiendo su alma?
Obstáculos:
1º Multiplicidad de ocupaciones.
3º Búsqueda de sí mismo.
4º Desaliento.
90
1º No seáis sólo el canal de la
gracia, sino un depósito y un
depósito sobreabundante. El
primero, apenas se ha llenado, ya
se desparrama. El segundo espera
a estar lleno y lo comunica a los
que vienen a beber de su
sobreabundancia.
2º No actuáis sabiamente, os
agotáis con un trabajo insensato.
91
Vida privada de
Jesucristo
92
Así pues, siempre lo mismo, una
sola cosa, la santa voluntad de su
Padre; he aquí su ley, su vida,
porque cumpliéndola procura la
gloria de su Padre. Y yo debo
penetrarme bien de este principio
de que todo consiste en hacer la
santa voluntad de Dios.
93
Los pastores
¿Cuáles son los regalos de los
pastores? No son el oro, el
incienso y la mirra, sino leche,
fruta y corderos, es decir, también
pureza, amor, verdadera piedad y
sacrificio.
94
Encarnación
La humildad es el secreto de la
gloria de Dios.
95
Natividad
Humillaciones, sufrimientos,
privaciones de camino a Belén,
tantos medios de glorificar a Dios.
Todo lo que pierden lo dan a
Dios, el amor de Dios aumenta
en ellos por los sacrificios y con el
amor, la vida verdadera.
96
¡Qué bien lo glorifica en el altar
del corazón de María! ¡Cómo se
regocija de cultivar con su gracia
la hermosa alma de María! ¡Y que
yo tenga también la vida interior!
97
¡Oh mi Jesús, sé mi fuerza y mi
virtud!
98
Meditación
100
Sobre la muerte del
Justo
El justo no debe temer nunca la
descomposición de su cuerpo, ya
que un día resucitará glorioso y
todo resplandeciente de gloria.
101
Sobre el reino de Jesús
102
Punto 1º: Jesús debe reinar en mi
corazón.
103
El “Hágase” del Hijo
de María
De todos los “Hágase”, ¿éste no
es acaso el más dulce? El amor
divino los une, los dos corazones
no son más que uno para Amar,
Sufrir y Obedecer.
104
María
105
¡Ánimo! Hija mí, has encontrado
la Perla preciosa que compra el
Reino de los Cielos. Amar
siempre lo que Dios quiere…
quererlo siempre…Desearlo
siempre. Hacerlo siempre… ¡Es el
gran secreto de la perfección, la
llave del Paraíso, la antesala de la
paz de los santos!... Cuanto más
tu corazón se una al mío, más
gustarás la verdad de estas
palabras… Cuando ya no tengas
otra voluntad que la de Dios, tu
corazón y el mío formarán un
solo y mismo corazón.
106
Aprende a decir cada día
conmigo el “He aquí la esclava”
de la perfecta obediencia; sean las
que sean las pruebas que el Señor
te envíe, los sacrificios que Él te
pida, los deberes que Él te
imponga, ten siempre en tus
labios y en tu corazón esta
respuesta de amor y de fidelidad:
He aquí tu esclava, oh mi Dios,
dispuesta a emprenderlo todo, a
darlo todo… a sacrificarlo todo… a
inmolarlo todo, con tal de que
vuestro buen deseo se cumpla en
mí y en toda la tierra…
107
El alma
108
¡Ah! Hágase en mí según tu
palabra. Oh Madre mía… y que
mi corazón, perdido en el
vuestro, no tenga ya otro
movimiento, otro querer, otro
amor que el buen deseo de mi
divino Maestro… Que yo empiece
aquí abajo el “amén” eterno de
los bienaventurados. El alma
unida a tu alma glorifica al Señor
por este perpetuo homenaje de
una sumisión perfecta. Sí, mi
Dios, sí… En todo y por todo Sí…
109
110
Año 1874
A.M.D.G.
Retiro de Septiembre
1º Gracia principal para pedir
durante este retiro: vivir cada vez
más oculta, a ejemplo de Jesús y
de María.
2º Desprendimiento de las
criaturas y de mí misma.
112
Consejos dados por el
Padre Douce.
“No temas, quédate siempre muy
cerca de Nuestro Señor en su
Tabernáculo. Penetra en Él bien
adentro y no salgas de Él nunca.
Ruega a la Santísima Virgen que
os tenga bien ocultas en Él: mira
al buen Maestro, sufre mucho sin
decir nada, ni siquiera se mueve.
Él, que, sin embargo, podría
hacer que todo volviese a la nada.
113
A ejemplo suyo, lleva la Cruz
oculta en tu corazón, con ánimo y
generosidad, por el amor de
Jesús”.
115
más oculta a ejemplo de Jesús y
de María.
117
circunstancia y las prohibiciones
que me ha hecho?
118
Objeto de examen particular:
sobre la igualdad de humor en las
penas y en las contrariedades
exteriores e incluso interiores.
119
Sobre la resurrección
espiritual de nuestras
almas.
120
Es decir, hay que hacer todas
nuestras acciones para complacer
a Nuestro Señor con espíritu de
fe. Cuanto más muramos en la
cruz, más gloriosa será nuestra
resurrección. Qué locura
replegarse sobre sí mismo cuando
Nuestro Señor nos pide la mano
para clavárnosla; de ahora en
adelante cuanto más sea
crucificada, más me regocijaré…
121
su cruz y llevarla hasta el último
día...
122
visto sus brillantes flores, en las
cuales crecen las espinas del
remordimiento y las decepciones
del dolor.
123
¡Sólo Jesús como fin.
124
Un día más, siguiendo a Jesús y a
María, subiendo al Calvario… ¡Y
después con Jesús y María, la
Felicidad, la Alegría, la Eternidad!
126
recomendaciones hechas por los
superiores. Una hermana muy fiel
a todo esto practica
eminentemente la mortificación y
sin ningún peligro de vanidad. En
mi opinión, esta hermana podría
entrar en el cielo sin pasar por las
llamas del Purgatorio. Hay
muchas mortificaciones cotidianas
que un alma recogida y atenta no
deja perder.
La de levantarse en invierno a la
hora establecida y sin retraso, sin
127
dar vueltas y vueltas en la cama, es
muy agradable a Dios.
128
Nunca hay que oír a las religiosas
hablar de comer, eso indicaría
muy poco espíritu interior.
Cuando se va al comedor, hay
que humillarse por estar obligado
a hacer una acción que nos es
común con las bestias, después
hay que acordarse de lo que
hicieron los santos.
129
La mortificación es el “a,b,c” de la
perfección. La naturaleza nos
lleva siempre a buscar lo que
puede halagar nuestro gusto, pero
cuanto más concedamos a
nuestro cuerpo, más nos pedirá:
cuanto más le deneguemos,
menos nos exigirá. Hay tan
grandes delicias en la práctica de
todas las mortificaciones
prescritas por nuestras reglas, que
un alma que las ha probado no
llega a saciarse de sufrimientos y
de cruz.
130
La mortificación tiene para esta
alma un atractivo tan potente que
nunca tiene bastante.
131
humildad hasta el
anonadamiento.
132
TEXTOS DE 1873-
1874
Escalón 1º
Jesús crucificado diciendo a mi
alma que debe tener confianza y
ánimo para imitarlo. Hoy te
conduzco al Tabor para obtener
fuerza y ánimo.
135
Esposo crucificado; haz que de
ahora en adelante sus deseos sean
mis deseos, su amor sea mi amor.
136
Sólo estoy en este mundo para
trabajar por la gloria de Dios y la
santificación de las almas.
137
purifique mi corazón de toda
mancha.
138
Examen de conciencia:
Apasionada como Pedro, con qué
facilidad echaría mano de la
espada… ¿A santo de qué?
¡Buena la habríamos hecho si
hubiera cortado una oreja!
“¡Levantemos el corazón!” Hay
que imitar la bondad de Jesús,
curar las heridas en vez de
hacerlas yo misma…tengo que
abandonarme a las directrices de
Dios hasta el sacrificio, si Él lo
quiere así; abandonarme yo
misma como Jesús, en el Espíritu
de Jesús.
139
Pero para eso hay que velar, rogar
como Jesús, con Jesús. Es la
oración la que prepara para el
sacrificio al sacerdote y a la
víctima. La naturaleza tiene
horror al sacrificio, sólo la gracia
puede hacer una verdadera
víctima y un verdadero sacerdote.
140
Saber entregarme, dejarme hacer,
dejarme cortar los cabellos,
dejarme calumniar, despreciar,
rechazar, desgarrar. ¡Oh, cómo
glorificaría a Dios! ¡Qué medio
tan eficaz y rápido de llegar a la
perfección!
He contemplado el Calvario.
Jesús en la cruz entregando el
último suspiro.
142
más que mis hermanos: mi carne
y mi sangre, yo misma… La triple
concupiscencia que es como el
trípode de mi vida desde que hay
pecado, que está armada
incesantemente contra mi alma,
contra mi honor, contra mi virtud,
contra mi salvación eterna, contra
Jesús, mi Dios.
143
enemigo se alza pronto y recobra
ventaja, por poco que nos
durmamos en los laureles. Sólo
la muerte puede tranquilizarnos
contra Él. ¡Oh, necesidad de esta
muerte! ¡Ventajas inapreciables de
esta muerte!
144
Diario de los retiros
. Obedecer es amar.
145
. Obedecer para agradar a Jesús
es amar.
. Obedecer es amar.
146
RETIRO DE 1874
Sobre la santa
comunión.
147
148
Oh tú, alma, que tienes un
corazón, que buscas el afecto de
las criaturas, porque tienes
necesidad de ser amada, ven a
Jesús Eucaristía y contenta tu
corazón; ama a este Jesús hecho
víctima por ti; prodígale y dale
todas las ternuras y afectos de tu
corazón y tu corazón sin reservas,
no olvides que yo soy el Dios
celoso de tu corazón.
149
Dios, celoso de tu corazón,
permite que sólo encuentres
aflicción y amargura en tus
hermanas a fin de que tu corazón
sea librado de todo afecto
humano; si tuvieras dos
corazones, podrías darle uno al
buen Dios y el otro a la criatura.
Pero yo sólo tengo un corazón,
por consiguiente, de ahora en
adelante sólo Dios debe reinar en
él y poseerlo por entero. El
mundo me lo pedirá a menudo,
pero será para echarlo a perder.
Dios me dirá continuamente:
150
“Hija mía, dame tu corazón para
purificarlo y santificarlo cada vez
más.” Oh Jesús mío, desde este
momento, mi corazón te
pertenece sin vuelta atrás; nada
más ya del mundo, sino todo de
Jesús y sólo de Jesús; ya sólo
quiero trato de corazón a corazón
en Jesús y con Jesús.
151
Sobre la Santísima
Virgen
152
Hay que meditar a menudo en los
sufrimientos que María, nuestra
buena Madre, soportó al pie de la
cruz, donde su querido Hijo
estaba clavado. ¡Qué profundo
debió ser el dolor en este corazón
tan sensible de la Madre de Jesús
al ver este cuerpo amado tan
herido por los golpes y al
contemplar la carne desgarrada y
la sangre que chorreaba de la
cabeza a los pies de este sagrado
cuerpo!
153
Cualquier otra mujer que no
hubiese sido María se habría
hundido ante un dolor tan cruel.
Es justo que esta buena Madre
sea llamada la mujer fuerte, ya
que se mantiene de pie bajo la
cruz, donde Nuestro Señor nos la
recomienda en la persona de san
Juan, diciéndole: “Mujer, ahí
tienes a tu hijo, y tú, hijo, ahí
tienes a tu Madre”. Oh María, en
lo más recio del dolor y de la
prueba te has convertido en mi
Madre, por lo tanto, debo tener
una gran y entera confianza en ti.
154
Cuando esté bajo el golpe de la
prueba de parte de las criaturas, y
yo esté expuesta a la tentación y a
la desolación de mi alma, vendré
a refugiarme en tu corazón, mi
buena Madre, y a rogarte que no
me dejes perecer, que me
concedas la gracia de ser sumisa y
confiada en la prueba, y a ejemplo
tuyo, sufrir con amor. Que yo
quede, como tú, de pie bajo la
cruz y clavada en la cruz, si éste es
el buen deseo de tu Hijo querido.
155
Nunca una hija consagrada a
María podrá perecer. Mi buena
Madre, ten piedad de mí. Yo me
doy toda entera a ti para que me
des a tu Hijo querido, que yo
quiero amar con todo el corazón.
156
157
Año 1875
Retiro de julio
Consejos del P. Douce, el mes de
julio de 1875:
159
Instrucciones
Sobre la mortificación. La
mortificación para ti radicará en el
gusto. Por lo que respecta al
alimento, no te quejes nunca.
161
Directrices del Padre
Douce
Retened bien esto: este año es
necesario que hagáis dominar la
confianza en todo lo que hagáis y
tengáis que sufrir.
Resolución:
163
3º Nada de amistades
particulares, amar a todas mis
hermanas únicamente por agradar
a Dios.
164
Retiro del 21 de
septiembre
Instrucción sobre las negaciones
de Pedro.
165
Consejos del Padre
Douce
Desde este momento, estad en
disposición de aceptar con amor
todas las cruces y sufrimientos
físicos o morales que el buen
Dios os envíe este año, sin
aparentar nada; amor quiere decir
sufrir sola, en unión con Jesús y
María; esto debéis hacer, primero
en expiación de vuestros pecados,
después por tantos otros.
166
Leed de vez en cuando algunos
versículos del último capítulo del
libro La imitación de Jesucristo
que trata del camino real de la
santa cruz.
167
NOTAS
SUELTAS
Dios mío, crea en mí
un corazón puro.
La Eucaristía para el alma
atormentada es un baño de luz y
de amor. Es entonces cuando ella
gusta de esta palabra: “Venid los
que estáis enfermos y yo os
curaré…”
168
¿Las imperfecciones habituales
son un obstáculo para la
comunión frecuente?
169
sentido absolutamente indignas
de un favor tan grande practiquen
la comunión frecuente.
171
¡Qué misterio tan profundo se
cumple aquí!
172
173
Sus palabras
174
« Me miraba como una persona
que habla a otra persona»
« No estoy encargada de
hacéroslo creer, estoy encargada
de decíroslo»
175
« No viviré un instante de mi vida
sin amar»
« Tendré siempre la suficiente
salud pero nunca el suficiente
amor»
« El primer movimiento no nos
pertenece, pero el segundo sí que
nos pertenece. »
176
pan de la humildad…el pan de la
Caridad… »
177
Con las palabras de Bernardita
:
178
« He esperado en vos, Señor. Sed
mi casa de refugio pues vos sois
mi fuerza»
179
Testamento espiritual
de Santa Bernardita
Soubirous
180
181
Por la pobreza en la que vivieron
papá y mamá, por los fracasos
que tuvimos, porque se arruinó el
molino, por haber tenido que
cuidar niños, vigilar huertos
frutales y ovejas y por mi
constante cansancio..., te doy
gracias, Jesús.
182
No sabré como agradecerte, si
no es en el paraíso, por los días
en que viniste, María, y también
por aquellos en los que no
viniste. Por la bofetada recibida y
por las burlas y ofensas sufridas,
por aquellos que me tenían por
loca, y por aquellos que veían en
mí a una impostora; por aquel
que trataba de hacer un
negocio..., de doy gracias,
Madre.
183
siempre tuve, por mi ignorancia y
por mi estupidez, te doy las
gracias.
184
Te doy las gracias por el corazón
que me has dado, tan delicado y
sensible, y que colmaste de
amargura.
185
Gracias por haber sido como
soy, porque la madre Teresa
pudiese decir de mí: Jamás le
cedáis lo suficiente?
186
una Bernardita tan pobre y tan
miserable que cuando me veían ,
la gente decía: ¿Esa cosa es ella?.
La Bernardita que la gente
miraba como si fuese el animal
más exótico.
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sordos que siento..., te doy las
gracias, Dios mío.
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Francisco Cerro Chaves, editorial
San Pablo, 2012; págs. 53-55).
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