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TEXTO:
Génesis 37:10, 11 “El (José) contó este sueño a su padre y a sus hermanos, pero su padre le reprendió diciendo: --¿Qué
sueño es éste que has tenido? ¿Hemos de venir yo, tu madre y tus hermanos a postrarnos a tierra ante ti? Y sus hermanos le
tenían envidia, pero su padre guardaba en mente el asunto.”
OBJETIVO:
Considerar la importancia de enfrentar con fe y determinación los desafíos y retos que se encuentran en el camino al destino
maravilloso que Dios nos ha preparado.
INTRODUCCIÓN:
La vida es una maravillosa experiencia que va de menos a mas de acuerdo al plan perfecto de Dios para cada uno de sus
hijos e hijas.
El proceso de alcanzar el destino maravilloso que Dios nos ha asignado es una aventura que nos obliga a desarrollar nuestra
capacidad de resolver los desafíos y problemas que se interponen en el camino.
La importancia del destino hace importante el camino aunque sea difícil y arduo. El problema es que el camino se convierta
en residencia permanente de los que solo debieron transitar por el.
¿Por qué hay quienes nunca llegan al destino que Dios les asignara? ¿Qué importancia tiene la fe y la perseverancia en el
camino a la victoria?
El camino tiene etapas muy difíciles pero no es nuestro destino, y esa realidad debe darnos fuerza y consuelo cada vez que
enfrentamos etapas duras en nuestra jornada.
Debemos apoyarnos en la fe de Dios quien nos ama y ha planeado bendiciones para nosotros.
Hebreos 11:6 “Y sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que
es galardonador de los que le buscan.”
El camino irá dando paso paulatinamente al destino de dicha y satisfacciones que espera a todos los fieles.
Proverbios 4:18 “Pero la senda de los justos es como la luz de la aurora que va en aumento hasta que el día es perfecto.”
José es tipo del creyente a quien Dios ha puesto para ser bendición. José presenta un ejemplo de cómo son los tratos de Dios
para con quienes han de ser preparados para tomar las victorias que le han sido destinadas.
Génesis 37:28 “Y cuando pasaban los mercaderes madianitas, sacaron a José, subiéndolo de la cisterna, y lo vendieron a los
ismaelitas por 20 piezas de plata. Estos se llevaron a José a Egipto.”
En su esclavitud José experimenta una escuela que era necesaria para llegar a su destino con el cuidado y la providencia
divina.
Génesis 39:1-3 “ Llevado José a Egipto, Potifar, un hombre egipcio, funcionario del faraón y capitán de la guardia, lo
compró de mano de los ismaelitas que lo habían llevado allá. Pero Jehová estuvo con José, y el hombre tuvo éxito. El estaba
en la casa de su señor, el egipcio, quien vio que Jehová estaba con él y que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar
en su mano.”
El camino hacia su destino nunca fue fácil para José, la historia bíblica relata una serie larga de sucesos que fueron dando
paso al desenlace de su futuro. La calumnia y venganza de una mujer lo lleva de nuevo al siguiente nivel de su jornada hacia
la victoria.
Génesis 39:19, 20 “Sucedió que cuando su señor oyó las palabras que le hablaba su mujer, diciendo: “Así me ha tratado tu
esclavo”, se encendió su furor. Tomó su señor a José y lo metió en la cárcel, en el lugar donde estaban los presos del rey, y
José se quedó allí en la cárcel.” El camino tiene etapas terribles que quisiéramos evitar, pero en realidad son parte de un
plan maravilloso y providencial.
Génesis 39:21, 22 “Pero Jehová estaba con José; le extendió su misericordia y le dio gracia ante los ojos del encargado de la
cárcel. El encargado de la cárcel entregó en manos de José a todos los presos que había en la cárcel; y todo lo que hacían
allí, José lo dirigía.” Es en esa cárcel donde José obtiene acceso a Faraón y al poder e influencia que Dios le había
destinado.
Antes de ir en un carro especial de lujo con vestiduras dignas y accesorios que anunciaban un estatus de poder José tuvo que
pasar por toda clase de experiencias que parecían en su momento ser el fin de su vida, sin embargo, Dios tenía cosas
mejores para él.
CONCLUSIÓN:
Romanos 8:28 “28 Y sabemos que Dios hace que todas las cosas ayuden para bien a los que le aman, esto es, a los que son
llamados conforme a su propósito.” Al igual que José hoy día hay muchos amados hijos e hijas de Dios que avanzan por un
camino que no es nada fácil, pero que es parte de un proceso inevitable que tiene por fin bendecirles y usarles para
bendición de muchos.
Cuando las cosas pasen de mal a peor, recuerda que ese no es el destino, tan solo es parte del camino...
LLAMAMIENTO:
¿Cómo está tu fe y confianza en la providencia divina? ¿Crees que Dios quiere y tiene cosas buenas para tu vida? ¿Prometes
que no te vas a desanimar cuando los desafíos sean muy grandes?
Si nunca lo había hecho, ¿Quieres recibir a Jesucristo como tu Salvador personal y Señor de tu vida?