Los estrógenos se originan de la androstenediona o de la testosterona por aromatización
del anillo A. La reacción es catalizada por la aromatasa (CYP19) que utiliza fosfato de dinucleótido de adenina nicotinamida (NADPH) y oxígeno molecular como cosustrato. También es esencial una flavoproteína de amplísima distribución que es la reductasa de NADPH/citocromo P450. Ambas proteínas están dentro del retículo endoplásmico de las células de la granulosa de ovario, las células de Sertoli y de Leydig de testículos, el estroma adiposo, sincitiotrofoblastos placentarios, blastocistos previos a la implantación, tejido óseo, diversas regiones encefálicas y otros tejidos más Los ovarios son las fuentes principales de estrógeno circulante en premenopáusicas, en tanto que el estradiol constituye el producto secretorio más importante. Las gonadotropinas, al actuar por medio de receptores que se acoplan a la vía de Gs-adenililciclasa-cAMP intensifican las actividades de la aromatasa y la enzima que separa la cadena lateral de colesterol y facilita el transporte de este alcohol (precursor en todos los esteroides) al interior de la mitocondria de células que sintetizan esteroides. El ovario contiene una forma de la deshidrogenasa de 17β-hidroxiesteroide (tipoI) que facilita la producción de testosterona y de estradiol a partir de la androstenediona y la estrona, respectivamente. Sin embargo, en el hígado, otra forma de dicha enzima (tipo II) facilita la oxidación de estradiol circulante hasta la forma de estrona y después, estos dos esteroides son transformados en estriol. Los tres estrógenos comentados se excretan en la orina junto con sus conjugados con glucurónico y sulfato. En mujeres posmenopáusicas la fuente principal de estrógenos circulantes es el estroma de tejido adiposo, en el cual se sintetiza estrona a partir de la dehidroepiandrosterona secretada por las suprarrenales. En varones, los estrógenos se producen en los testículos, pero gran parte de los estrógenos circulantes proviene de la producción extra gonadal por medio de aromatización de los esteroides C19 circulantes (como androstenediona y dehidroepiandrosterona). Por lo expuesto, las concentraciones de estrógenos son reguladas en parte por la disponibilidad de precursores androgénicos. A menudo, los efectos estrogénicos se han atribuido a las hormonas circulantes, pero también actúan de manera importante estrógenos producidos localmente. Por ejemplo, es posible que los estrógenos se produzcan a partir de andrógenos por las acciones de la aromatasa, o de conjugados estrogénicos por hidrólisis. La producción local de estrógenos que se ha mencionado, podría intervenir de manera causal en la génesis de algunas enfermedades como el cáncer mamario, porque los tumores de ese tipo contienen aromatasas y enzimas hidrolíticas. También se pueden generar estrógenos a partir de los andrógenos por medio de la aromatasa en el sistema nervioso central (SNC) y otros tejidos y ejercen efectos locales cerca de su sitio de producción (p. ej., en los huesos modifican la densidad de minerales). La placenta utiliza la dehidroepiandrosterona del feto y su derivado 16α-hidroxilo para producir grandes cantidades de estrona y estriol. Por tal razón, en la orina de la mujer embarazada abundan los estrógenos naturales, y la orina de la yegua preñada es la fuente de estrógenos equinos conjugados, que desde hace muchos años se han utilizado en la terapéutica en forma amplia.
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