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Introducción
Fenomenalismo (Kant). Establece que el sujeto sólo puede conocer el fenómeno, que corresponde al
objeto tal como lo percibe el sujeto de acuerdo a su sistema cognoscitivo. Por ejemplo, el
hombre percibe el azúcar con sabor dulce de acuerdo a su sistema cognoscitivo, pero ¿será realmente
dulce? Al objeto tal cual es, y no como lo percibe el hombre se le denomina noúmeno, y es
incognoscible. Los seres humanos conocemos las cosas, no como realmente son, sino como somos
nosotros, como lo captamos según nuestro sistema cognoscitivo).
Definición
ORIGEN DEL CONOCIMIENTO
El Racionalismo.
Plantea que el origen del conocimiento está en la razón, la cual es considerada como la fuente
principal de éste, tal circunstancia determinada que esta posición sea considerada como exclusiva.
El Empirismo.
Considera que el origen está en la experiencia. Parte de los hechos concretos y es una posición cuyo
origen se encuentra fundamentalmente en las ciencias naturales.
Intelectualidad.
Es una posición entre el racionalismo y el empirismo la cual considera el
conocimiento como producto de la razón y la experiencia.
El Apriorismo.
Al igual que intelectualidad, es también una posición intermedia entre el racionalismo y el
empirismo ya que considera la razón y a la experiencia frente del conocimiento.
Fenomenalismo
Sus seguidores lo consideran como el punto intermedio entre el realismo y el idealismo, supone que
no conocemos las cosas como son en realidad, sino como nos parece que son. No niega la existencia
de cosas reales, pero sí la posibilidad de saber qué son esas cosas. Podemos aspirar únicamente a
saber que las cosas son, pero no lo que son.
El fenomenalismo (fenómeno-apariencia), propone que las cosas en sí no las podemos conocer, sólo
podemos percibir los fenómenos, o sea como aparecen. Según esta postura no podemos conocer la
esencia de las cosas pero reconoce que hay cosas reales, o sea, las cosas tienen ser pero no sabemos lo
que son.
Al igual que el realismo, el fenomenalismo admite la existencia de cosas reales, pero como en el
idealismo reduce el conocimiento a la conciencia; ya que el mundo de las apariencias no se puede
conocer en sí, son sólo fenómenos. Si comparamos el realismo crítico y el fenomenalismo ambos
criterios coinciden en que las cosas no son como las percibimos, porque según el primero, las
cualidades secundarias, como los olores, sabores, etc. surgen sólo en nuestra conciencia. Pero el
segundo tampoco admite las cualidades primarias, como la forma, la extensión, el movimiento y
todas las propiedades especiales y temporales de las cosas, pero las reconoce en la conciencia.
El racionalismo y el empirismo se enfrentan en la cuestión del origen del conocimiento así como el
realismo y el idealismo se opone en cuanto a la esencia del conocimiento. Existen criterios que han
intentado conciliar a ambos problemas. Uno de los intentos más destacados en mediar entre el
realismo y el idealismo y entre el racionalismo y el empirismo es el de Kant. Su teoría frente a
estas antítesis se presenta como un apriorismo o trascendentalismo; que desde el enfoque de estas
doctrinas opuestas representa un fenomenalismo.
Para Kant, el espacio y el tiempo son formas de nuestra intuición, obras de nuestra sensibilidad que
ordena y dispone las sensaciones en forma inconsciente e involuntaria.
Para el fenomenalismo, no sólo proceden de la conciencia la intuición de las cosas sino también
proceden de ella las propiedades conceptuales de las cosas.
Según el fenomenalismo, tanto las propiedades como las sustancias, las causas, la realidad, la
posibilidad y la necesidad de las cosas tienen su fundamente en las formas "a priori" de nuestro
entendimiento, que estimuladas por las sensaciones actúan independientemente de la voluntad.
Los conceptos y las categorías no son las propiedades objetivas de las cosas sino formas lógicas
subjetivas del entendimiento humano, que ordenan los fenómenos y crean el mundo objetivo, que el
hombre ingenuo cree que existe, sin su participación.
Para el fenomenalismo, no podemos concebir las cosas en sí mismas sino al mundo fenoménico tal
como aparece en virtud de esa organización previa. El mundo en que vivimos está formado por la
conciencia y jamás podremos conocer como es en sí si prescindimos de la conciencia.
Esencialmente, la teoría del fenomenalismo desarrollada principalmente por Kant, se puede reducir
a tres proposiciones básicas:
no podemos conocer las cosas en sí mismas
el conocimiento está limitado al mundo fenoménico
este mundo fenoménico aparece en nuestra conciencia y es ordenado y elaborado por la
sensibilidad, en función a formas "a priori" de la intuición y del entendimiento.
Ni el idealismo ni el realismo puede ser cuestionado por medio de la lógica, pero sí por el idealismo
volitivo, que señala que el hombre es ante todo un ser de voluntad y acción; y las resistencias y los
obstáculos del mundo frente a la realización de sus deseos es lo que le hace vivir en forma inmediata
la realidad. Nuestra creencia en la realidad del mundo fenoménico no se basa en la lógica sino en la
vivencia inmediata, en la experiencia de la voluntad. Sin embargo, todo idealismo fracasa frente a la
certeza de la existencia del yo.
Podemos conocer la existencia pero no la esencia de las cosas. Somos seres de voluntad, sujetos a los
opuestos yo y no yo, sujeto y objeto, por esta razón es imposible para nosotros superar teóricamente
este dualismo y resolver el problema en forma definitiva.
Referencias
1. "Elementos teóricos y metodológicos para la investigación educativa", Unidad 164 de
la Universidad Pedagógica Nacional, Zitácuaro, Michoacán, México, 2005.
2. La Enciclopedia Libre Universal en Español dispone de una lista de distribución pública,
enciclo@listas.us.es
3. Teoría del Conocimiento, J. Hessen, Editorial Losada S.A., 1956.