Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Anatomía y Psicofisiología en la Carrera de Psicología de la UNR. Sus proyecciones a las distintas Escuelas
(Frenquelli, Roberto) (2010)
Nuestro dominio corresponde a Neuroanatomía y Neurofisiología y otras variantes de denominación.
Nosotros siempre hemos sido muy considerados acerca del sentido y alcance de la práctica interdisciplinar. Es que los
hechos son complejos. Y es a partir de allí cuando emergen todas estas necesidades teóricas que exponemos. La
Neurofisiología, la Neuropsicología, la Psicofisiología, como se llamen estos dominios que hoy se agrupan en las
denominadas Neurociencias, requieren ubicarse bajo un paraguas amplio que alguna vez hemos llamado
Antropología Interdisciplinar.
Aportes desde la cátedra “Psicofisiología” a la comprensión del planteo interdisciplinario ( Frenquelli, Peirano)
Resumen:
El análisis de este trabajo se inscribe en la experiencia que venimos realizando al interior de la cátedra Psicofisiologia
de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Rosario, con lo que se denomina Trabajo de Observación
en Desarrollo Temprano. Dispositivo pedagógico que ha resultado una transformación epistémica, didáctica e
instrumental al interior del aula. Que ayuda a poder comprender en acto el sentido mismo de las palabras integrar,
red, e interdisciplina. Analizando el contenido de la Nueva Ley de Salud Mental Nº 26657, pudimos distinguir un
conjunto de desafíos fundamentales dentro de la misma. De entre todos los ejes que la ley propone, abordaremos en
este trabajo el de la interdisciplinariedad e intentaremos hacer algunos aportes para promover la misma desde el
espacio de la formación de grado. Se concluye que esta actividad práctica de observar un bebe tiene para los
graduados Psicólogos un impacto positivo. Que aumenta el abanico de herramientas posibles para su futuro
desempeño en concordancia con las actuales demandas de esta Nueva Ley .Que pone el acento en el trabajo en Red.
Que promueve una semiología y una narrativa del campo que nos concierne.
Desarrollo:
La promulgación de la Ley Nacional de Salud Mental N° 26657, en noviembre de 2010, y su posterior reglamentación
en 2013, se inscribe en un proceso de sucesivas transformaciones políticas e innovaciones legislativas. En dicho
contexto, el análisis del contenido de la ley permite distinguir un conjunto de desafíos fundamentales dentro del
vasto campo de la salud en general y de la salud mental en particular. El espíritu de la Ley tiene su eje, entre otros, en
la interdisciplinaridad. Esto implica la necesidad de que la formación este en consonancia con un trabajo en red, con
fuertes debates acerca de los posibles recortes disciplinares, y sosteniendo tensiones pero en dialogicidad. Esto
evitará convertir en abstractas las propuestas.
En nuestro medio, en lo que atañe a la formación de grado, vemos que no hay una predisposición para el trabajo y la
integración interdisciplinaria. Muchos autores coinciden en pensar que el vasto campo de la Salud mental hoy
visibiliza la existencia de diferentes niveles de realidad, regidos por diferentes lógicas. Por lo que es imposible pensar
en una única disciplina que reduzca lo humano a su campo.
Nuestra materia “Psicofisiología”, dentro de sus contenidos mínimos, incluye el tema “Etapas de la Vida”, y dentro de
ese capítulo se destaca “Desarrollo Temprano”. Desde hace más de 15 años, nuestros alumnos realizan un trabajo
práctico denominado “Trabajo de Observación de un Bebe”. Allí, los estudiantes observan un bebe de 0 a 12 meses
durante el curso del año lectivo. Cuentan con una guía de ayuda protocolizada. La misma ha sido elaborada y re
elaborada a los largo de estos años que lleva la experiencia. También cuentan con un grupo docente especializado
que brinda clases de apoyo y supervisión bajo la modalidad de observación psicoanalítica de Esther Bick.
Herramienta que no solo enseñaba la técnica de observación- recoger hechos libres de interpretación- sino la
formación del pensamiento científico. Tras la aprobación del informe final, los estudiantes rinden el examen
defendiendo sus conclusiones a la luz de los contenidos generales de la materia produciéndose un momento de alta
integración.
La actividad práctica de observar un bebe nos ha permitido asistir a los momentos fundantes de la existencia
humana. Ver la materialidad de un cuerpo enlazándose con lo social. La significación de lo temprano adscripto a
niveles de relativa indistinción entre lo biológico y lo cultural. Han podido así, nuestros alumnos, ser testigos del
desarrollo como un proceso que implica organizaciones de creciente complejidad con la emergencia como categoría
resultante de verdaderas transformaciones y re organizaciones, siempre en el ambiente natural de lo humano. Ser
testigos de que las grandes regulaciones fisiológicas se enlazan con lo relacional vincular. Sostenemos con firmeza
que el primer año de vida es el momento donde se unen inextricablemente la Anatomía, la Fisiología, la Sociología,
la Psicología, la Antropología y que además se presentan otras fuentes de saber que no están obligatoriamente en
las disciplinas, nos referimos a que cada persona, cada grupo, cada familia, pueda ser una fuente de saber.
Este trabajo práctico, al interior de nuestra asignatura, nos ha permitido comprender que conocer no es solo tener
una representación del mundo exterior, sino que es acción inmediata encarnada, que además implica una disposición
emocional, lingüística y corporal. Partimos desde una idea fuerte: construir conocimiento en la acción. En el hacer,
jerarquizando la experiencia concreta. Tomar como fuente de saber a la práctica y asumirla como igual de importante
que la teoría. Saber hacer un trabajo de observación, ir a una casa, “meterse dentro” de una familia, ver que pasa y
que nos pasa. De allí se desprenderá un saber en relación con la materialidad de los hechos. Lo importante de
dejarse llevar por la experiencia es alimentar las disposiciones internas de nuestros estudiantes. Producir en ellos
nuevas y mayores perturbaciones, sacarlos del lugar del pre juicio y movilizar sus estructuras previas con
consecuente cambio y complejización. Dispositivo pedagógico para poder comprender en acto el sentido mismo de la
palabra integrar.
Asimismo, promover una semiología propia del campo que nos concierne, una semiología que no se quede en la
mera recolección de datos sino que entienda que el verdadero dato surge del contexto y por lo tanto es cambiante.
Nuestra idea de observar no es estrictamente visual ya que consideramos que lo perceptivo supone siempre un
orden de significaciones. Toda aprehensión sensorial conlleva un recorte desde donde siempre se hace una lectura
particular ya que el observador está incluido en “lo observado”. Consideramos también que estos dispositivos
pedagógicos promueven el espacio de una narrativa, que esa narrativa se convierte en texto, y comienza un diálogo
entre textos. La producción interactiva de la narración como un medio que transforma a las personas y sus
relaciones. Verdadera semiosis grupal que resulta una poderosa fragua de habilitaciones para las transformaciones
del pensamiento desde el conjunto social. Esto sucede cuando, de modo práctico, se hace carne en la propia
subjetividad una comprensión totalizadora del problema.
Este trabajo práctico, nos ha ofrecido elementos para ejercitar, fortalecer y enriquecer la capacidad de tolerar y
pensar. Dos acciones que parecen vanas y sin embargo sostienen nuestro quehacer, especialmente cuando hay que
lidiar con las problemáticas actuales tan complejas dentro del campo de la salud mental. En este dispositivo, el
ejercicio de tolerar y pensar es constante, especialmente en el taller, donde cada alumno escucha a sus compañeros.
Tolerar lo diferente, tolerar lo que no se pudo comprender, lo que se desconoce, lo intenso, lo que se sale de nuestro
alcance y también, por qué no, tolerar las frustraciones. Comenzar a pensar desde una perspectiva donde las
verdades sean relativas, provisionales, tolerando la incerteza y la incompletud. Sentimientos que si no son
transitados y elaborados pueden forjar una mirada pesimista hacia la futura práctica como proceso transformador.
Rigor, apertura y tolerancia son las características fundamentales de la actitud y la visión interdisciplinaria y
transdisciplinaria.
El taller como espacio especular donde circula la información y toda esta serie de sentimientos que son compartidos
por el grupo y la coordinadora. Lugar de potencialización de los recursos y de creación de alternativas novedosas.
Cada miembro del colectivo se enriquece a través de las múltiples relaciones que cada uno de los otros desarrolla,
optimizando los aprendizajes al ser éstos socialmente compartidos (Dabas, 2002). Vivencias que son procesadas en
este lugar de mutuo aprendizaje, donde ingresa lo teórico de la materia en la práctica, pero donde se produce
conocimiento a partir de los relatos y las resignificaciones de los mismos, aún desde cierto lugar intuitivo no teórico.
Entendemos que la realidad no es homogénea sino que tiene distintos niveles. De ahí la necesidad de integrar. Para
poder pensar y trabajar interdisciplinariamente hay que poder integrar en acto y no solamente en el discurso. La
integración no es un contenido sino un continente que presta forma a diversos contenidos. Integrar es una actitud
frente al concepto que lo pone en cierto lugar ampliando su sentido. Integrar tiene que ver con un conjunto, pero
para integrar primero hay que conocer ciertas partes. Integrar lleva por el camino de la complejidad, para que ésta no
sea solo una palabra de moda. La biología, pensada como Bio-Logica, nos ha enseñado que en la lógica de lo vivo sus
componentes están dispuestos en forma de red, integrados en diferentes niveles, en acción y retroacción, sostenidos
siempre desde la dialogicidad.
Hemos arribado a la conclusión de que el dispositivo de Observación de Bebés, junto a otros de parecido diseño,
tiene para los graduados un impacto positivo. Que aumenta el abanico de herramientas posibles para su futuro
desempeño en concordancia con las actuales demandas de la nueva Ley de Salud Mental. Que asentados en la
experiencia inmediata, privilegiando la resonancia emocional y las descripciones simples, resultan ser el punto de
enlace entre las Ciencias Naturales y las Ciencias del Espíritu.
La Neuropsicología Profunda como nexo entre la Neuropsicología “clásica” y la Psicología del Desarrollo
(Frenquelli, Peirano)
Resumen:
El concepto de “Neuropsicología profunda”, basado en los ingentes desarrollos de la convergencia entre
Neurociencias, Psicoanálisis y Cognitivismo permite entender a los conceptos clásicos vinculados a los Procesos
Psicológicos Básicos como componentes ineludibles en la constitución del psiquismo, siempre asentados en su base
material, enlazados con los principios fundantes de la Psicología del Desarrollo. Desarrollo entendido como devenir
donde queda espacio para lo humano singular, sin caer en mera secuencia esperable. Donde la relación, después el
vínculo, resultan la categoría fundamental de lo viviente. Donde la multiplicidad de los determinismos, junto al azar,
invitan a obviar la operación reduccionista mortífera de intentar reducir la Psicología a la Psicología. Donde se busca
establecer una Bio – Lógica, es decir, una Lógica de lo Viviente. Lógica paradojal, donde cuerpo y mente, individuo y
sociedad, natural y cultural, vida y muerte, encuentran constantemente variados puntos de unión y disyunción.
Ensamble interdisciplinar, con su método y clínica definida, que afonasamente busca su lugar en las problemáticas
actuales en Salud y Educación, con un fuerte sesgo de validación distintiva y superadora en la producción del
conocimiento transformador.
Desarrollo:
Procesos Básicos, denominación actual de la antigua materia Psicología General; Psicología del Desarrollo, como se
llamaba en aquella época de fragores de cambio Psicología Evolutiva. Demasiado olor a Biología: evolución,
desarrollo, psicología. Tres palabras que han ido quedando sin mayúsculas.
Atención, sensopercepción, memoria, también emoción, son palabras de la “vieja y aburrida Psicología General”,
desposeídas de la gracia de la moda. Ha sido la Neurología la rama del saber que se ocupó intensamente de los
Procesos Básicos. No en vano Freud es creador del término Agnosia. Por eso también escribió sobre Afasias. Se dirá
con justicia que ese fue el derrotero del Psicoanálisis, su gran invento. ¿Pero porqué negar sus inicios?
El mismo Freud, desde sus estudios como Neurólogo, habiendo pasado por su estancia en Triestre – siendo
estudiante – para interiorizarse en la Embriología, posteriormente en la Histología, la naciente Farmacología y,
fundamentalmente la Clínica Neurológica asentada firmemente en la Anatomía y la Fisiología, no dejó reconocer
nunca la Biología. Desde sus primeros escritos, pasando por el “Proyecto…” hasta el final de su vida, como en el caso
del “Esquema”.
Estamos a un paso de la Neuropsicología Profunda como nexo entre la Neuropsicología Clásica con la Psicología del
Desarrollo. El concepto eje es el de Intersubjetividad, basado en las Filosofía de Husserl y sus seguidores; en la
Fisiología del Sistema Nervioso, donde se destacan las investigaciones sobre Neuronas Espejo; de la investigación
empírica; en el propio Psicoanálisis, desde Freud a otros autores, poniendo el énfasis en el análisis del diálogo
analítico y sus bases.
Es donde el estudio de los Procesos Básicos encuentra su hilo conductor, poniéndolos en la pista de la noción de
finalidad, adscripta a la Fisiología. La finalidad de lo viviente no es otra cosa que el mantenimiento de la identidad a
lo largo del tiempo. Identidad que supone, desde ya en el animal humano, la propiedad del cambio y la creación.
Siempre decimos, vivimos en y para la Intersubjetividad. Suelo de lo Subjetivo insito en un Psiquismo Extenso.
Cuerpo el latido de apremios, Intersubjetividad como anhelo siempre presente, Mente como registro
representacional plásticamente armado. Cuerpo, Mente, Intersubjetividad; conjunto de la Lógica de lo Viviente.
Es donde el estudio del Instinto y sus ulteriores transformaciones en el hombre, llámese Pulsión o como sea, hacen
de este concepto otro eje que no puede quedar sin un estudio lo más abarcativo posible, respetuoso de una visión
como la hoy denominada de la Complejidad. ¿Es posible pensar un instinto que no sea de vida?
La Complejidad, dicho sea de paso, es también una cierta moda. Las modas, desde sus versiones más chatas a las
más distinguidas, deben ceder al estudio riguroso, respetuoso y considerado por diferentes saberes. La Psicología se
ampliará cada vez que se permita alejarse de ella misma, para después volver a su ámbito propio fortalecida por los
aires renovadores de otros paisajes.
La Neuropsicología “clásica” es sobria, sutil, útil y elegante. Tal como decimos de lo clásico. Allí está para quien quiera
servirse de ella para poder acceder al campo del quehacer que marcan las incumbencias de nuestra Carrera. Ofrece
los ladrillos básicos para el andamiaje intersubjetivo, al calor de la Teoría de los Instintos, fuente motivacional
impostergable a la hora de revisar el conflicto entre el Ser Vivo y el Ambiente. La Psicología contemporánea ha
seguido adelante, lozana y trabajadora.
Justo es reconocer con todo vigor que las hoy llamadas Neurociencias, muchas veces asociadas al Cognitivismo en
sus diferentes acepciones, no se sustraen de las modas y otras imposiciones socioculturales de la peor calaña. Allí
tenemos en nuestra ciudad la oferta desembozada de servicios “neurocognitivistas” prestos a generar un gigantesco
target comercial. Las demencias, las psicosis, las patologías del infante, las adicciones, todas las patologías, podrían
llegar a estar abarcadas por los “avances” que supuestamente provienen de este terreno. Avances entre comillas en
tanto son habitualmente de sesgo reduccionista biologista, adormecedor del pensamiento crítico.
El complejo médico industrial es ciertamente una especie de organización genocida de los sistemas de Salud. Pero las
Neurociencias, el Cognitivismo en la esfera de la investigación básica, lo mismo que la Teoría de los Sistemas, deben
tener su lugar. En fecundación mutua con otras disciplinas.
El espíritu de los tiempos puede amordazar al Sujeto. Tanto, que casi lo aniquila. La moda, los paradigmas, moldean
nuestro aparato de pensar. Inevitablemente. Es menester luchar contra esto a fines de ampliar nuestras semiosis,
expandiéndolas. Este es el lugar de los Docentes Universitarios. Este es el lugar de la Neuropsicología profunda.
Como un ensamble de lo antiguo y lo novedoso, de las Ciencias Naturales y las Ciencias Sociales.
El primer Período Crítico. Durante este período el bebe humano es extremadamente sensible al contacto personal de sus
cuidadores, es decir de otro humanos. Ellos configuran su ambiente de adaptación evolutiva. Estos contactos son de suma
importancia como estímulos para el desarrollo. Los aprendizajes realizados durante estos períodos se denominan
aprendizajes por impronta. Término que viene de imprinting, imprimir, lo que queda fijo, impreso. Los conocimientos
acontecidos durante estos períodos tan sensibles quedan fuertemente fijados, suelen conservarse toda la vida. También
es irreversible su no aprendizaje una vez pasado ese período sensible. Estos datos nos permiten inferir la fuerte
pregnancia de los logros tempranos en el infante humano, el papel crucial de sus figuras de crianza, los grados de
estimulación recibida, etc. Sabemos que la cría humana es la de mayor tiempo de inermidad y dependencia de la
asistencia ajena con respecto al resto de las especies. Sus necesidades básicas deben ser otorgadas por otro.
Por este motivo, ente otros, es que desde la cátedra elegimos el tema del primer año de vida, uno de los periodos
sensibles de la especie humana, donde el valor de acercamiento a los seres humanos es primordial y vital. Todos los
aprendizajes que se dan en este período, los logros motores, sensoperceptivos, emocionales, comunicativos, etc, están
amparados en la relación con las figuras de apego, figuras primordiales. Esta son las que facilitarán o limitarán el
neurodesarollo de ese infante.
Neurodesarrollo.
Por efecto del ida y vuelta entre el adentro y el afuera, dicho de otro modo, por efecto de lo relacional-vincular, el bebe
humano va a producir toda una serie de procesos biológicos a nivel de su sustrato material, su Sistema Nervioso. Sabemos
que el mismo va madurando por efecto de la mielinización progresiva de las fibras nerviosas, dando como resultado una
mejor y más rápida transmisión. Sabemos también de la creación de neuronas o sinaptogénesis. Otro concepto actual es
el de pruning o poda neuronal, eliminación programada de ciertas conexiones que van dejando el camino libre a otras
más vitales, instalándose así una verdadera red neuronal o trama neural. El pruning está ligado de alguna manera al
concepto de apoptosis o muerte celular programada. Estas neuronas que mueren lo hacen para cumplir ciertos pasos del
desarrollo normal. Se verifica entonces un aumento del peso cerebral, del grosor de la corteza, del número de células
gliales (relación glias/neuronas), de la densidad de las espinas dendríticas y del número de conexiones sinápticas. De esta
manera teniendo en cuenta los eventos de intensa transformación neurobiológica a los que se encuentra expuesto el
bebe, antes y después del nacimiento, es que podemos considerar a estos períodos como de extrema vulnerabilidad a
posibles experiencias vinculares adversas, las que podrían alterar el normal curso del proceso de neurodesarrollo. Por
último mencionaremos el sprouting, que es un re brote de conexiones después del nacimiento ya no tanto proveniente de
patrones endógenos sino de la experiencia. Esto produce un verdadero encendido o kindling, tendiente a la facilitación, a
ciertos recorridos que se van fijando por la experiencia, lo que Freud llamara huellas.
El delineamiento de estas huellas (que son la base de la memoria y el aprendizaje) quedan tempranamente fijadas en
nuestro sistema nervioso por efecto de su plasticidad. La Plasticidad Neuronal es aquella propiedad del tejido nervioso de
fijar cierto tipo de cambios. El Sistema Nervioso Humano es modificable por la experiencia, éste permanece abierto al
cambio, es modulable por el acontecimiento, por lo contingente. Esta cualidad nos permite salir rápidamente de una
visión estática del mismo e introducirnos a la idea de que el cerebro es un órgano dinámico que se cría en el ambiente. Por
eso decimos siempre que el cerebro es un órgano histórico-social. La plasticidad permite demostrar que cada individuo es
único e irrepetible más allá de las determinaciones de su bagaje genético.
El concepto de plasticidad neuronal significa que la experiencia puede inscribirse en el sustrato material dejando una
marca. De allí la gran importancia de estas primeras huellas ocurridas en estos períodos tan sensibles. Pero estas primeras
huellas no son la mera copia de lo percibido, fijan una primera experiencia que luego se reordena, se recodifican. La
huellas primarias se reasocian, se recomponen, estableciendo nuevos conjuntos. Las nuevas huellas no están en relación
directa con la primera inscripción, con la primera experiencia idealmente concebida pero ya in-hallable. Ha surgido de las
inscripciones iniciales, pero ya no son más esta misma. Es lo que los autores antes mencionados llaman “la biología de la
discontinuidad”. No tenemos un determinismo fatal, lineal y directo. Es cuando podemos entender que la noción de
Devenir se impone a la Desarrollo entendido como algo rígido, con secuencias previamente pautadas.
Segundo Período Crítico. En este período que comprende el segundo y tercer año de vida, aparece la tendencia a explorar
e investigar activamente el mundo. Si se obstaculiza o impide esta actividad se pueden inhibir seria y permanentemente
las capacidades humanas de autonomía y creatividad. Durante este período suelen intensificarse las reacciones de temor
ante indicios naturales de peligro, en particular la soledad y la oscuridad. Es una etapa de muchas demandas, pero al ir
ganando en autonomía (especialmente por la marcha y la capacidad creciente de comunicación verbal y gestual) de a
poco va cobrando mayor importancia la disponibilidad potencial de la figura materna disminuyendo la de la presencia
física.
Muchos autores introducen en este período todo el comienzo del proceso edípico con sus concomitantes elecciones de
objeto. Trabajo que irá definiendo las identificaciones a las figuras parentales y hacia donde dirigirá sus deseos sexuales.
Tercer período Crítico. La Adolescencia. Durante este período sensible se produce una gran poda sináptica de la corteza
prefrontal que es la que domina las funciones ejecutivas más sofisticadas, propia de lo humano, con especial énfasis en lo
social. Este ajuste neurobiológico lleva, en la actualidad, más tiempo ya que la tarea a la que debe adaptarse el cerebro
social de los adolescentes son mucho más complejas que antaño. Sin dudas más compleja que en aquellas civilizaciones
donde la adolescencia es solo un rito de pasaje, un punto inextenso. Este podría ser uno de los argumentos para explicar
hoy el fenómeno de lo que conocemos como adolescencia tardía o adultescencia.
Como sabemos, la adolescencia es una etapa de cambios corporales de trascendencia. Éstos dejan fijados ciertos patrones
comportamentales, identificatorios y especialmente relacionales-vinculares. Período signado por trabajos que debe
realizar el joven o la jovencita, cada cual con sus especificidades. Fuertes y costosos trabajos de resignificación, de re
ordenamiento, de duelos.
Destacando la defensa
La defensa contra la sexualidad infantil parece encontrar su epicentro en la represión. La amnesia infantil es un
ejemplo del funcionamiento represivo. Me refiero al olvido de lo acontecido en los primeros años de vida hasta llegar
a la latencia, época en que nuestros impulsos sexuales se dirigían a nuestros objetos primarios (mamá, papá, u
otros). De manera abarcativa diremos que poner freno a el empuje de la sexualidad infantil, a la impulsividad de la
pura descarga, a aquello que busca la satisfacción con independencia de los medios, todo un logro cultural que
comienza en casa, es decir, a través de los vínculos afectivos primarios.
¿Cómo poner coto a una sexualidad desenfrenada que atraviesa el cuerpo en su totalidad? Si bien los mencionados
procesos represivos cobran total relevancia durante la latencia existen los diques anímicos. Presentes desde edades
más tempranas representan las precoces defensas contra la sexualidad. Me refiero al asco, el pudor, la vergüenza, la
moral. Es esperable que estos diques se encuentren funcionando a pleno durante la latencia. De no ser así
posiblemente presenciaremos dificultades en algunas de las actividades propuestas dentro del ámbito escolar u en
otros espacios. También representa un capital energético que el niño dilapida sin poder utilizarlo en actividades
sublimatorias, de enriquecimiento psíquico.
Hemos destacado algunos aspectos de la defensa propia del trabajo de la latencia, junto a las dificultades que traen
aparejadas los déficits en la misma. Sin embargo los excesos también son posibles. En este caso asistimos a fuertes
inhibiciones que comprometen, entre otros, los aprendizajes, la relación con los pares y el desarrollo psíquico dado
que los recursos se agotan en torno a la defensa desmedida. Se trata para el niño de lograr un equilibrio entre la
defensa y la posibilidad de redireccionar los recursos psíquicos.
El trabajo de la latencia debiera favorecer la inhibición de la meta sexual, la prohibición (Super Yo mediante) de los
deseos incestuosos y su expresión en la masturbación. De esta manera el acceso a la escolaridad junto a otras
instancias de la vida en sociedad estaría habilitado sin mayores inconvenientes.