Aquella vez cuando leí una de sus primeras obras de José María Arguedas “LOS RIOS

PROFUNDOS” no conocía de su historia. Yo creo que este excelente escritor peruano, refleja
en sus relatos que escribió, el sufrir de su niñez, en esta primera etapa la mayoría de las personas
que lo admiraban no sabía de o que el adolecía.
Ese fue uno de los escritores más extraordinarios que tuvo nuestro país, el mostro una de las
mejores imágenes en sus lecturas puesto que refleja las vivencias de nuestro entorno y más de
su propia experiencia, da a conocer un sufrimiento acatable, una agonía que se genera desde la
injusticia, a los abusos de quienes poseen poder a los que lo carecen, indígenas que por su
situación tienden a soportar vergüenzas y burlas. Todo esto que no debería ser así fue
experimentado por el propio José María Arguedas que por cuestiones de la mala suerte o del
destino él tuvo que soportarlo por parte de sus familiares y así lo do a conocer en uno de sus
artículos “YO SOY HECHURA DE MI MADRASTA”, un pequeño relato que el da a conocer
en este fragmento es que su madre murió cuando él era muy pequeño a los dos años y medio
para ser exacto, su padres se comprometió con una mujer que tenía tres hijos y Arguedas era el
menor, era dueña de la mitad del pueblo y entonces tenía mucha servidumbre indígena, a él le
tenía rencor como a los indios, decide que viva, coma, y duerma con ellos, al menos allí la
pasaba conversando y viviendo mejor que al lado de su madrasta. Cuando paso esto se escapó y
viajo Lima e inicio estudios de antropología en la Universidad de San Marcos, como el vivió
discriminación en su niñez fue con la mirada que también seria despreciado pero sorpresa para
él fue recibido con la mayor cordialidad por dos distinguidos estudiantes como lo es Carlos
Cueto Femandini y Luis Felipe Alarco quienes apenas lo conocieron vieron en él una persona
extraordinaria.

En su novela que tuve el agrado de leerlo como primer escrito de este “LOS RIOS
PROFUNDOS” tiene un contenido indigenista, habla como ellos son discriminados por una
serie de cualidades que ellos tienen, pero también quieren hacer valer sus derechos, los
principales detractores de los indios son quienes gozan de poderes suficientes para que se crean
que son los mejores y así desprecien a los indígenas. Arguedas guardo en lo más profundo de su
ser a un niño con el sufrimiento de no vivir su niñez normal sino con maltratos por parte de sus
familiares que no lo valoraron, vivió para escribir y sus ganas de no rendirse ante la adversidad
hizo que él nos brindara tan grandes escritos un retrato increíble de nuestro país. Desde los
cuentos de “AGUA” (1935), pasando por “YAWAR FIESTA” (1941), “LOS RIOS
PROFUNDOS” (1958), “EL SEXTO” (1961), “TODAS LA SANGRES” (1964), hasta su
novela autobiográfica “EL ZORRO DE ARRIBA Y EL ZORRO DE ABAJO” (1971),
Arguedas grabó en molde no solo sus avatares personales, sino que intentó traducir los tiempos
turbulentos que le tocó vivir.