•1RIO LITURGICO CATEQUETICO SAN PABLO

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JUNIO-2019 Año 61 - No.3430 i CUERPO Y SANGRE DE CRISTO, Solemnidad : CidoC

FIESTA DEL CUERPO Y

LA SANGRE DEL SEÑOR
ion: Freddy S- amargo

ste subsidio está elaborado para conformaban el pueblo de Israel y en el

E vivir a plenitud la Eucaristía, re­

galo que Jesús nos hizo en la Úl­
Nuevo Testamento Jesús elige doce após­
toles para conformar un nuevo pueblo,
tima Cena al querer permanecer entre Iglesia, lo cual significa que no solo
nosotros como alimento, para que no
la
comieron cinco mil, sino que alcanza
decaigamos en el camino de la vida. Los este alimento para toda la Iglesia. Inte­
discípulos en el evangelio se ven des­ resante también la organización de gru­
concertados por el mandato de Jesús de pos de cincuenta, como un anticipo de
darle de comer a la gente, y el relato de la organización que tendrá la Iglesia en
la multiplicación de los panes contiene pequeñas comunidades.
los dos banquetes con los cuales el Señor El primer relato de la institución de la
nos alimenta: el banquete de la Palabra, Eucaristía lo encontramos en la Primera
cuando Jesús hablaba del Reino de Dios; carta a los Corintios, que leemos hoy;
y el banquete de la Eucaristía, cuando cuando Pablo, preocupado por la indife­
Jesús parte los cinco panes y los dos pe­ rencia de unos para con otros al reunirse
ces, y se los da a sus discípulos para que a celebrar la cena del Señor, les mani­
ellos se los den a la gente. fiesta lo que Jesucristo hizo, para que la
Son muchos los detalles simbólicos Eucaristía generara conciencia de la en­
que tiene este texto. El primero ya está trega de cada uno a los demás, como el
enunciado: la travesía de la vida, el ca­ Señor se entregó por nosotros. Participar
mino de la vida. Cinco panes y dos peces de la Eucaristía es comprometerse a ser
son una totalidad, porque en la Biblia el pan partido con Jesús en la vida diaria de
número siete expresa la totalidad, sig­ cada uno de nosotros.
nifica que los apóstoles le entregaron a Tanto el salmista como el libro del
Jesús todo lo que tenían y a partir de Génesis hablan de Melquisedec, Sumo
Impreso en Colombia

allí, Jesús hace alcanzar para todos este Sacerdote del Dios altísimo, anticipo de
alimento, hasta el punto de sobrar doce Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote,
canastas. El número doce es símbolo que selló la Nueva Alianza con su Sangre
y que en la Eucaristía se hace presente a
■

de la comunidad, así como en el Anti­

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guo Testamento eran doce las tribus que través del celebrante.
IS S N ’ 0 1

Mons. José Roberto Ospina Leongómez


Ritos iniciales
Monición de entrada
Comentador: Hoy celebramos la solemnidad
del Cuerpo y la Sangre de Cristo. Así como
Dios alimentó con el maná al pueblo en el
camino por el desierto, Jesús se quedó entre
nosotros en la Eucaristía para nutrirnos en el
peregrinar hacia la vida eterna. Él nos ofrece su
propio Cuerpo y su Sangre, misterio que cele­
bramos en cada Eucaristía. Comencemos esta
celebración participando activamente en este
gran misterio de nuestra fe.
❖ Antífona de entrada
Los alimentó con flor de harina y los sació con
miel silvestre.
❖ Acto penitencial
Hermanos: Para celebrar dignamente estos
sagrados misterios, reconozcamos nuestros
pecados.
Tú que eres la plenitud de la verdad y de la
gracia: Señor, ten piedad.
R/. Señor, ten piedad.
Tú que te has hecho pobre para enriquecernos:
Cristo, ten piedad.
R/. Cristo, ten piedad.
Tú que has venido para hacer de nosotros tu
pueblo santo: Señor, ten piedad.
R/. Señor, ten piedad.
Dios todopoderoso...
❖ Gloria
Unidos como pueblo de Dios, glorificamos, en
este momento, la majestuosidad de Dios Padre
y del Cordero con el himno del Gloría:
Gloria a Dios en el cielo...
Oración colecta
Oh Dios, que en este sacramento admirable nos
dejaste el memorial de tu pasión, concédenos
venerar de tal modo los sagrados misterios de
tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos
constantemente en nosotros el fruto de tu re­
dención. Tú que vives y reinas por los siglos de
los siglos.
Liturgia de la Palabra
Comentario a las lecturas
Comentador: En las ofrendas de pan y vino
que hace Melquisedec, se prefigura el sacrifi­
cio salvador de Cristo que conmemoramos en
cada Eucaristía. La celebración de la Eucaris­
tía que realizamos a diario obedece a un man­
dato dado por el Señor mismo, antes de ser
glorificado, para marcar así el inicio de la nueva
alianza: “Hagan esto en conmemoración mía”.
La Eucaristía es el alimento que nos fortalece
para caminar hacia el cielo.
....................................
Primera lectura
Del libro del Génesis
Cuando Abrahán regresó de derrotar a los re­
yes enemigos, Melquisedec, rey de Salem y
sacerdote del Dios Altísimo, le proporcionó pan
y vino y luego lo bendijo con estas palabras:
“¡Abrahán, bendito seas por el Dios Altísimo,
creador del cielo y de la tierra! ¡Y bendito sea
el Dios Altísimo que te dio la victoria sobre tus
enemigos!”.
Y Abrahán le dio a Melquisedec una décima
parte de todo lo que había recobrado (Gn 14,
18-20).
Lector: Palabra de Dios.
Asamblea: Te alabamos, Señor.
Sa I mo respon sorial
Todos: Cristo, Señor nuestro,
tú eres sacerdote eterno.
• Oráculo del Señor a mi Señor: “Siéntate a mi
derecha, y haré de tus enemigos estrado de tus
pies”. R/.
• Desde Sion extenderá el Señor el poder de tu
cetro: somete en la batalla a tus enemigos. R/.
• “Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,
entre esplendores sagrados; yo mismo te en­
gendré, como rocío, antes de la aurora”. R/.
• El Señor lo ha jurado y no se arrepiente: “Tú
eres sacerdote eterno según el rito de Mel-
quisedec”. R/. (Sal 109).
Segunda lectura
De la Primera carta del apóstol
san Pablo a los Corintios
Hermanos: Yo recibí esta tradición que viene
del Señor y que a mi vez les transmití: que el
Señor Jesús en la noche en que fue entregado
tomó pan, dio gracias a Dios, lo partió y dijo:
“Esto es mi Cuerpo que se entrega por uste­
des. Hagan esto en conmemoración mía”.
Lo mismo hizo con la copa después de cenar.
Les dijo: “Esta es la copa de la Nueva Alianza
sellada con mi Sangre. Cada vez que beban de
ella, háganlo en conmemoración mía”.
Y de hecho, cada vez que comen de este
pan y beben de esta copa, anuncian la muerte
del Señor, hasta que vuelva (1Co 11,23-26).
Lector: Palabra de Dios.
Asamblea: Te alabamos, Señor.
Secuencia »«r-
- ¡Pan del ángel! ¡Nuevo vino gusta el hombre
peregrino! Pan de hijos y herederos, que a un
extraño no se da.
- Don mil veces presentido: por Abrahán ofre­
cido, se inmolaba en los corderos, se recibió
en el maná.
- Buen Pastor, Pan verdadero, tu piedad, aquí
patente, nos proteja y nos sustente; y hasta el
fin por el sendero de la vida guíanos.
-Tú que ahora a verdes prados nos llevas, po­
bres mortales, en el cielo comensales ya en tu
pecho recostados, tus raudales ábrenos.
♦♦♦ Aclamación antes del Evangelio
Todos: Aleluya, aleluya.
“Yo soy el pan vivo bajado del cielo -dice
el Señor-. El que coma de este pan vivirá
eternamente”.
Todos: Aleluya, aleluya.
■&» ■
Evangelio
Del Evangelio según san Lucas
Como la gente iba en busca de Jesús, Él los
acogió y comenzó a hablarles del Reino de
Dios y a curar a los que lo necesitaban.
Ya empezaba a caer la tarde cuando los
Doce se le acercaron y le dijeron: “Despide a
la multitud para que vayan a los pueblos y los
campos de los alrededores a pasar la noche y
a buscar alimentos, porque aquí estamos en un
lugar despoblado”.
Él les dijo: “Denles ustedes de comer”.
Y ellos contestaron: “Pero no tenemos más que
cinco panes y dos pescados; a no ser que fué­
ramos a comprar comida para todo este gen­
tío”. Porque había como cinco mil hombres.
Entonces les dijo Jesús a los discípulos:
“Hagan que se sienten en grupos de unas cin­
cuenta personas”.
Así lo hicieron, y se sentaron todos. Jesús
tomó los panes y los dos pescados, alzó la mi­
rada al cielo, los bendijo, los partió y empezó a
dárselos a los discípulos, para que ellos los re­
partieran a la multitud. Y todos comieron y que­
daron satisfechos. Después recogieron lo que
les sobró: doce canastos llenos (Le 9,11 b-17).
Presidente: Palabra del Señor.
Asamblea: Gloria a ti, Señor Jesús.
❖ Credo de los apóstoles
Con el Símbolo o Profesión de fe confesamos y
manifestamos los grandes misterios de nuestra
salvación:
Creo en Dios, Padre todopoderoso...
Oración de fieles
Presidente: Oremos a nuestro Padre del cielo,
Él nos dio la vida, nos alimenta con la Eucaris­
tía y está siempre atento a nuestras necesida­
des. Digámosle con fe:
Todos: Daños, Señor, tupan de vida.
1. Para que la Iglesia universal de Cristo, nue­
vo pueblo con el cual Dios ha establecido su
alianza, se alimente más de la Eucaristía, y
así logre alcanzar los frutos de la salvación,
oremos.
2. Para que el Santo Padre, los obispos y
todos los ministros del altar se sientan for-
talecidos por el pan eucarístico del cual se
nutren cada día, oremos.
3. Para que los niños que este año participarán
por primera vez en el banquete eucarístico,
símbolo de unidad y vínculo de caridad, ma­
duren en la continua amistad y conocimiento
del Señor Jesús, oremos.
4. Para que cada uno de nosotros sienta el
vivo deseo de compartir con quienes sufren
a nuestro lado, con los que no encuentran
empleo, los enfermos y las víctimas de las
injusticias, oremos.
5. Para que quienes somos invitados a la mesa
del Señor para comulgar con su Cuerpo y su
Sangre experimentemos un deseo más vivo
de ese alimento espiritual, oremos.
Intenciones particulares.
Presidente: Escucha, Señor, la oración de la
Iglesia necesitada de ti y concédele encon­
trar alivio en sus necesidades. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
Liturgia de la Eucaristía
Oración sobre las ofrendas
Concede bondadoso, Señor, a tu Iglesia, los
dones de la paz y de la unidad, significados
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místicamente por la oblación de este sacrificio.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
❖ Antífona de comunión
El que come mi carne y bebe mi sangre, habita
en mí y yo en él, dice el Señor.
Oración después de la comunión
Concédenos, Señor, saciarnos del eterno gozo
de tu divinidad, que nos anticipa, en el tiempo,
la recepción de tu Cuerpo y de tu Sangre pre­
ciosos. Tú que vives y reinas por los siglos de
los siglos. Amén.
Rito de despedida
Bendición y despedida: Fortalecidos con el
Cuerpo y la Sangre de Cristo, alimento espiri­
tual que nos santifica, podemos ir en paz.
R/. Demos gracias a Dios.
: LAS HORAS:
■:4a SEMANA
: Lunes 24 NACIMIENTO DE SAN JUAN
BAUTISTA, solemnidad / Bl / Is 49,1-6 /
j Sal 138 / Hch 13, 22-26 / Le 1, 57-66.80
J M25 Feria / Vr/Gn 13,2.5-18 / Sal 14 / Mt
í 7, 6.12-14 M26 San Josemaría Escrivá
: de Balaguer, presbítero, feria o mi / Vr-BI /
í Gn 15,1-12.17-18 / Sal 104 / Mt 7,15-20
¡ J27 JESUCRISTO, SUMO Y ETERNO
i SACERDOTE, fiesta / Bl / Is 52, 13-53,
í 12oHb10,12-23/Sal 39/Le 22,14-20 ;
i V28 SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, í
'
solemnidad / Bl / Ez 34, 11-16 / Sal 22
/ Rm 5, 5-11 / Le 15, 3-7 S29 SANTOS
■' PEDRO Y PABLO, APÓSTOLES, solem-
; nidad / Rj / Hch 12,1-11/Sal 33/2Tm 4,
j 6-8.17-18/Mt 16,13-19
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