Sei sulla pagina 1di 9

EL PIB Y CONYUNTURA

En el 2019, la economía del Ecuador crecerá un 0,1%, de acuerdo con las últimas
proyecciones, presentadas este jueves 4 de abril del 2019, por el Banco Mundial. El
crecimiento del Ecuador sería de los más bajos en América del Sur, detrás de Venezuela, que
decrecerá un 25% y de Argentina, cuya economía se contraería en 1,3%, según el organismo.
La proyección para el PIB del Ecuador en el 2020 es levemente más alta, de 0,4%. El ente
realizó un ajuste a las proyecciones que había realizado en su informe de Perspectivas
Económicas, presentado en enero pasado.

En ese mes, el ente estimó que la economía crecería 1% este año. El Fondo Monetario
Internacional (FMI) también prevé un decrecimiento mínimo para Ecuador, de 0,5%, con los
ajustes que el país tendrá que llevar a cabo como parte del acuerdo económico firmado con
el multilateral. Este año y el 2020, las economías de Bolivia y Perú serán las que tendrán más
crecimiento, según las estimaciones el ente.

La primera crecería un 4% este año y 3,6% el próximo. Mientras que la peruana, un 3,8%
este año y 3,9% en el 2020. Según el informe del Banco Mundial, uno de los principales
desafíos para la región es la implementación de redes de protección social a los más pobres,
que son vulnerables en ciclos de desaceleración económica.

El PIB crecerá menos del 2% anual en los próximos 5 años.


El PIB per cápita permanecerá estancado. Es decir, la población crece más rápido que
la economía.
Ventas no logran alcanzar el nivel que tenían previo a la crisis
Las previsiones apuntan a un crecimiento anual lento, cercano al 2%, durante los
próximos años.
Las ventas locales para el mes de enero cayeron en 0.3% interanual. La caída del ICC desde
el año pasado anticipaba esta contracción.

Se prevé que las ventas del sector comercio sufran una contracción en el segundo trimestre
del año. Comercio de vehículos se mantiene con alto crecimiento.

EMPLEO Y DESEMPLEO

Condiciones del mercado laboral se deterioran: aumenta el empleo inadecuado en el país


puesto que la tasa de desempleo juvenil duplica la tasa de desempleo nacional y el Sector
comercio es el mayor generador de empleo adecuado

Desde diciembre 2014, la calidad de empleo solo se ha deteriorado y el subempleo se ha


duplicado desde el 2012.
El empleo no adecuado equivale al 55% de la PEA. En el último año alrededor de
155,000 personas dejaron de tener un empleo adecuado.
La tasa de desempleo juvenil ha disminuido en el último año. Sin embargo esta
continúa en niveles altos.
Sector comercial es el principal generador de empleo adecuado, 548 mil empleos de
calidad generados por el comercio.
El sector comercio no es solo el más grande en el país, sino también el que emplea el
mayor número de trabajadores en condiciones adecuadas.

Según las cifras que publicó esta mañana el Instituto Nacional de Estadística y Censos
(INEC), entre marzo de 2018 e igual mes de este año la tasa de empleo adecuado (que
corresponde a las personas que trabajan la jornada legal de 40 horas a la semana y tienen
ingresos no menores al salario mínimo o que, cumpliendo con la condición de los ingresos,
trabajan menos de 40 horas porque no quieren trabajar más) pasó de 41,1% a 37,9% de la
población económicamente activa (PEA) a nivel nacional. En valores absolutos esa reducción
significó una destrucción de 260.000 empleos adecuados en un año. Esa dinámica, que va de
la mano con la desaceleración económica derivada de la corrección fiscal y el desequilibrio
externo (la pérdida de competitividad que hace que las importaciones de bienes y servicios
crezcan mucho más que las exportaciones) se dio tanto en las zonas urbanas del país como
en las rurales. En las primeras la tasa de empleo adecuado cayó de 50,1% a 47%, mientras
que a nivel rural la tasa pasó de 23,1% a 20,2%, siempre entre marzo de 2018 e igual mes de
2019.

A nivel nacional, la caída del empleo adecuado tuvo como contracara al aumento del empleo
inadecuado, que en marzo de 2019 representó ya el 56,9% de la PEA. Puntualmente el
crecimiento del empleo inadecuado se explica por un aumento en el “otro empleo no pleno”
(es decir, personas que ganan menos que el salario mínimo y trabajan menos que la jornada
legal pero no tienen deseos o disponibilidad de trabajar más), mientras que el subempleo y el
empleo no remunerado no mostraron variaciones estadísticamente significativas. Tampoco
la informalidad (entendida como el porcentaje de las personas con empleo que trabajan en
una empresa o emprendimiento personal que no tiene RUC) mostró una variación
estadísticamente significativa (es decir, se mantuvo relativamente estable entre marzo de
2018 y marzo de 2019). Pero esto está lejos de ser una buena noticia, ya que ese indicador,
que pone en evidencia la dificultad de muchos trabajadores para vincularse con el sector
formal, se mantiene en niveles apenas inferiores al 50% del total de las personas con algún
tipo de empleo.

En el mismo sentido, el mes pasado apenas el 29,2% de las personas con empleo estaban
afiliadas al IESS, a las que se podría sumar el 12,2% con otros seguros (seguro campesino,
ISSFA, ISSPOL, seguros privados, entre otros). Eso implica que el 58,6% de los empleados
no están cubiertos por ningún tipo de seguro, lo que los deja en una situación muy vulnerable
ante la posibilidad de sufrir un accidente o enfermedad grave. Al igual que la elevada
informalidad (que en la definición del INEC no incluye a todos los trabajadores informales,
ya que también puede haber casos de personas que trabajan en empresas con RUC pero que
no están registrados en la nómina), el bajo porcentaje de trabajadores con cobertura de la
seguridad social deja en evidencia la necesidad de revisar la normativa laboral, a fin de
facilitar la vinculación de los trabajadores a empresas formales. Más aun en un contexto,
como el actual, en el que la corrección de la situación fiscal demanda el recorte de puestos
de trabajo en el sector público.

Esa reducción en la nómina pública, que ha sido señalada por autoridades oficiales y se
registra también en las cifras de ejecución del Presupuesto General del Estado, puede ser un
motivo para explicar el incremento del desempleo en Quito, que pasa de 7,1% a 9,7% de la
PEA de la ciudad. Las otras cuatro ciudades para las cuales el INEC presenta información
detallada (Guayaquil, Cuenca, Machala y Ambato) no muestran un aumento en el desempleo,
que a nivel nacional (urbano y rural) se mantiene en torno al 4,5% de la PEA.

Finalmente, el reporte del INEC muestra que el ingreso promedio de los trabajadores
(expresado en dólares de diciembre de 2007) cayó en más del 6% entre marzo de 2018 e igual
mes de este año. Tomando en cuenta que la tasa de inflación anual de marzo fue de -0,1%,
ese deterioro en el poder adquisitivo de los salarios no se puede adjudicar a un aumento en
los precios al consumidor. La explicación, entonces, parece estar en la disposición de los
trabajadores para aceptar un sueldo más bajo, ante la evidente dificultad para encontrar
empleo. Si bien una reducción en el salario promedio puede ayudar a que el país vaya
recuperando algo de la competitividad perdida (siempre y cuando los empresarios no quieran
“apropiarse” de ese margen aumentando sus ganancias), ese proceso debería estar
acompañado por una flexibilización de la normativa laboral que permita que los trabajadores
(algunos de ellos con jornadas parciales o contratos a plazo fijo, por ejemplo) puedan
asegurar derechos mínimos (afiliación al IESS o salario mínimo por hora) vinculándose a
empresas del sector formal.

PRECIOS E INFLACIÓN

La inflación anual de marzo de 2019 se ubicó en -0,12%, de acuerdo con el último informe
publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). El indicador mensual,
en cambio, alcanzó el -0,21%. Los rubros como alimentos y bebidas no alcohólicas, prendas
de vestir y calzado, muebles y artículos del hogar, transporte, alojamiento y servicios básicos
y comunicaciones experimentaron una variación negativa de precios durante marzo.
Esmeraldas, Santo Domingo y Quito fueron las ciudades donde la variación negativa fue más
evidente, de acuerdo con el reporte del INEC publicado este jueves 4 de abril de 2019.

Este estudio se realiza en cinco de la Costa y cuatro de la Sierra. Las canastas Básica y Vital,
por su parte, se ubicaron en USD 713,05 y USD 497,99 respectivamente. Loja, Manta,
Cuenca y Quito son las ciudades donde cuesta más dinero la Canasta Básica. Los valores son
de USD 742,64; 735,65; 733,62; y 731,32, respectivamente. Mientras, que en Santo Domingo
y Ambato es más económico con USD 654,77 y 686,15. La Canasta Vital, que se compone
por 73 productos, es más barata en Ambato con USD 470,34 y más costosa en Machala con
USD 525,57.

Datos importantes

En los últimos 5 meses el ingreso familiar teórico ha logrado cubrir la canasta básica.
La inflación para el mes de febrero fue de 0.16%.
La desaceleración en la demanda mantiene la inflación por debajo de los niveles
recomendados (2%). El FMI pronosticó que la inflación para el 2019 será del 0.6%.
La inflación acumulada en el Ecuador es el doble que la estadounidense.
El excesivo gasto público de la década pasada sobrecalentó la economía y los precios.
La desaceleración ante la disminución del gasto se refleja en bajos niveles de
inflación.
El costo de la canasta básica ha aumentado $200 en los últimos 10 años.
Desde hace 5 meses el ingreso familiar teórico logra cubrir el costo de la canasta
básica.
Riesgo país comienza a disminuir impulsado por la confianza que generó el acuerdo
con multilaterales.
Deuda pública continúa por encima del 40% del PIB.
Política fiscal es procíclica.
A pesar de la bonanza petrolera no se tomaron medidas para incrementar el ahorro.
La economía se acopló a un nivel de gasto insostenible, y en la recesión se acudió a
endeudamiento agresivo.

DEUDA PÚBLICA

El total de la deuda pública en 2010 era de alrededor de 8.620 millones de dólares, pero nueve
años después, con una bonanza petrolera en medio, donde el precio del crudo superó los 100
dólares por barril, el endeudamiento de Ecuador se disparó hasta los 60.906 millones de
dólares.

Esta cifra incluye la última emisión de bonos soberanos por 1.000 millones, realizada por el
Gobierno el lunes pasado, que aumentan en 107,5 millones el pago que anualmente se debe
hacer por intereses y amortizaciones.

Según información del Observatorio de la Política Fiscal, en 2019 se tendrán que


desembolsar 7.400 millones por intereses y amortizaciones de la deuda pública interna y
externa. Esto significa que el dinero destinado a este propósito creció 12 veces desde los 613
millones de dólares pagados en 2010.

Dificultad para acceder a deuda

Para 2019 el Gobierno necesita 8.160 millones de dólares en financiamiento, de acuerdo con
la proforma de este año.

Sin embargo, los mercados internacionales están preocupados debido a las dificultades que
pueden tener Ecuador por el elevado riesgo país y las mayores tasas de interés.

Ante esa situación, el Fondo Monetario Internacional (FMI) aparece como una posibilidad
para ofrecer liquidez, para respaldar las reservas internacionales.

SECTOR FINANCIERO

El Sistema Financiero ecuatoriano está conformado por 24 bancos privados, los mismos que
para diciembre de 2018 cerraron el año con un saldo de USD 27.325 millones en su cartera
bruta, la cual mostró una tasa de crecimiento igual a 11,1% con respecto a diciembre de 2017;
por otro lado, el valor de sus depósitos totales mostró un saldo de USD 29.172 millones, lo
cual corresponde a un crecimiento anual de 2,1%. Estos indicadores muestran que la banca
está ingresando en una nueva fase de su ciclo como respuesta a una economía con menor
liquidez.

Datos importantes:

Depósitos caen mientras crédito pierde fuerza.


A medida que los depósitos se desaceleran, aumentan las tasas de interés.
Depósitos de hogares comienzan a desacelerarse.
Depósitos caen mientras crédito pierde fuerza
La desaceleración económica que afronta el país se ve reflejada en la caída de
depósitos. El crédito crece a la misma tasa desde el 2017
A medida que los depósitos se desaceleran, aumentan las tasas de interés.
Depósitos de las empresas se contraen al igual que las ventas.
Los depósitos de los hogares comienzan a desacelerarse.

COMERCIO EXTERIOR

La caída del precio del petróleo intensifica el déficit de la balanza comercial.

Las exportaciones hacia la CAN se incrementan, mientras se pierde mercado con Estados
Unidos y la Inversión extranjera directa incrementó en el 2018. Pero continúa rezagada en
relación a los países vecinos. A enero 2019 la balanza comercial presenta un déficit mensual
de $248 millones y acumulado de $763 millones.

La caída tanto de las exportaciones petroleras como las no petroleras presionó el déficit de la
balanza comercial. Es la primera vez en dos años que la misma presenta resultados negativos
en este periodo (Ene), la dependencia de ingresos petroleros hace que balanza no petrolera
sea un espejo de resultados de la primera.

La caída del precio del petróleo presionó la caída de la balanza petrolera. Productos como el
banano, café y flores disminuyeron sus exportaciones al iniciar el año.

Desde el 2014, las exportaciones petroleras disminuyeron en 31%. A partir de las 2017
exportaciones no petroleras son las más significativas del país. Las exportaciones a EE.UU
han disminuido en un 50% desde el 2014.
En los dos últimos años las exportaciones a la CAN han estado en expansión. Crecimiento
del periodo 18% en promedio anual.

COMENTARIO

La economía ecuatoriana mejora durante el segundo trimestre del presente año. Esto es
debido principalmente a la reducción en los gastos de capital en una economía fuertemente
dependiente del gasto público. Asimismo, es preciso mejorar la competitividad, al objeto de
incentivar la inversión extranjera. Por último, cabe destacar la subida de los precios y el
estancamiento en el mercado laboral.

Además, el país necesita crear facilidades e incentivos para atraer inversión extranjera, y para
que las empresas que actualmente se encuentran aquí puedan ampliar sus operaciones. Estos
incentivos nacerán a partir de una adecuada reforma tributaria en la que se expongan
disposiciones como la eliminación al Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) o la eliminación
total del Anticipo del Impuesto a la Renta. De esta forma, se incentivan nuevas inversiones
y se genera mejor liquidez.

Este año 2019 existen muchas caídas en varios ámbitos económicos sin embargo el gobierno
debe arriesgarse a realizar la operación completa. Ya es tiempo de que llegue mayor inversión
y con ello se genere empleo para los millones de ecuatorianos que lo necesitan. Ecuador
necesita apertura comercial y menos impuestos, que asfixien al comercio.

Potrebbero piacerti anche