Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Melanie Klein
La autora Melanie Klein postula que desde el comienzo de la vida existe un
yo muy inmaduro que debe hacerle frente a la ansiedad, para lograr una
homeostasis. Como así también se dan desde el inicio las relaciones de objeto. En
todos los sujetos se desarrollarán dos tipos de posiciones las cuales llevaran al yo a
desarrollar determinadas ansiedades, fantasías inconscientes, relaciones de objetos
y defensas. Estas posiciones, poseen un mecanismo específico para cada una y
particularidades típicas de enfermedades psicóticas; según su atravesamiento van a
tener distinto grado de predominio tanto en la niñez como en la adultez, donde serán
reactivadas.
La primera posición que plantea Melanie Klein, se da en los inicios de la vida
del lactante entre su nacimiento y los 3/4 meses. Es la posición denominada:
esquizo-paranoide. Luego, entre los 4 meses y el primer año de vida, se da la
posición depresiva.
La ansiedad de la posición esquizo-paranoide, está regida por la ansiedad
persecutoria. La misma se basa en un temor a la aniquilación del yo por la gran
carga constitutiva de instinto de muerte. El sadismo interno es sentido como fuente
de peligro y es proyectado hacia afuera, es decir hacia los objetos externos. Estos
objetos se transforman ahora en perseguidores internos por introyección y de los
cuales ahora se teme un ataque retaliativo, lo que incrementa la ansiedad; llevando
al yo prematuro, desintegrado, a efectuar defensas correspondientes de la posición
(idealización, negación, omnipotencia). Klein refiere que al proyectar hacia afuera la
carga constitucional de impulso de muerte es imposible que no se escinda también
el yo, proyectando hacia los objetos partes malas, agresivas y hostiles de su
personalidad. Es por eso que el objeto se vuelve ahora persecutorio, porque tiene
aspectos sádicos del propio yo. Este accionar Klein lo nombra como “Identificación
proyectiva”.
Las relaciones de objeto en esta posición son parciales, ya que el yo escinde
desde el comienzo un pecho bueno (gratificador) y un pecho malo (frustrador). Y
entonces así, el yo culpa al objeto malo de todas sus perturbaciones.
Al proyectar aspectos buenos de su yo, podrá introyectar objetos buenos y al
proyectar aspectos malos y sádicos, se introyectarán objetos malos y persecutorios,
proyección e introyección permiten la construcción de objetos internos. Esto tiene
como base el objeto externo más la fantasía que el niño les atribuya, pasando a ser
imagos, y estos se organizaran en lo que Klein va a denominar: mundo interno del
niño.
Podríamos vincular esta escena, con la actitud tomada por Abigail hacia La Reina,
como un acto de gratitud, de manera genuina. Donde pareciera que sin interés
alguno, ante el agobio y dolor de La Reina, decide ayudarla brindándole un
ungüento de hierbas preparado por ella misma. “Sólo quería ayudarla”. Una de las
formas de expresión de la bondad y gratitud, en este pequeño recorte de escena.
Wilfred Bion
Wilfred Bion descubre, en su trabajo con esquizofrénicos que nunca se pierde
por completo el contacto con la realidad. Desarrolla su teoría tomando conceptos de
Freud y Melanie Klein, para explicar que existe una coexistencia entre una
personalidad psicótica y una personalidad no psicótica en cada persona. Habrá en
determinadas situaciones una predominancia de una por sobre la otra. A grandes
rasgos, Bion expresa que la parte de la personalidad psicótica usa los mecanismos
de escisión (spliting) y de identificación proyectiva. En cambio la parte no psicótica
de la personalidad, cuenta con la represión como mecanismo de defensa. La
patología estará determinada por la predominancia de la parte psicótica de la
personalidad.
La personalidad psicótica posee 4 rasgos: predominio de impulsos
destructivos, odio a la realidad (externa e interna) que se extiende a aquello que
permite tomar contacto con la realidad: aparato de percepción consciencia y el
pensamiento verbal; miedo a la aniquilación inminente (ansiedad persecutoria
extrema, sentir que se va a desarmar el yo) y relaciones de objeto: tenaz,
prematuras y frágiles.
El psicótico ataca todo lo que lo haga vincularse a los objetos, como el
pensamiento verbal y los órganos de los sentidos. Este ataque se da mediante
identificación proyectiva. Escindiendo la función perceptiva y proyectándola en un
objeto.
Para Bion la capacidad de tolerar las frustraciones sirven a la psiquis para
desarrollar pensamiento, si esta es inadecuada no se podrá nunca formar una
capacidad de pensamiento, y cuando las frustraciones se evidencian el sujeto
responderá a estas por medio de ataques destructivos.
El modelo que plantea Bion para el desarrollo de pensamiento en el bebé es
a través de la “función alfa”. Se entiende que la primer comunicación del niño con la
madre es a través de la identificación proyectiva, el niño proyecta en la madre todos
sus temores, frustraciones y ansiedades que le producen las impresiones internas y
externas, estos elementos proyectados se llaman “beta”. La madre tiene la función
de contener esos elementos “beta” para devolverle al niño tranquilidad, mediante la
significación de sus temores y que este pueda introyectar elementos
tranquilizadores para que el niño pueda procesarlos y tolerarlos, esto sería
devolverle elementos “alfa”, que son unidades mínimas de significado. Esta
capacidad de contener y significar esos elementos terroríficos del niño, transformar
esos elementos y devolverle al niño significado, Bion la va a llamar capacidad de
“reverie”.
La función alfa está supeditada a la conciencia, permite la división de los
sistemas consciente-inconsciente y que se desarrolle un aparato para pensar en
base a simbolismos.
Ahora bien en esta función pueden producirse fallas, ya sea que la madre no
pueda contener y significar esos elemento beta, o si la masiva identificación
proyectiva hace imposible la introyección de elementos alfa, produciendo un
desequilibrio entre proyección e introyección que llevan al niño a recibir cada vez
más temores. Las experiencias sensoriales y emocionales serán tomadas como
conscientes generándose un aparato solo para evacuar (expulsar hacia fuera) estos
elementos solo por vía de la acción.