MANUAL BÁSICO

PARA EL DIAGNÓSTICO
Y TRATAMIENTO DEL
MALTRATO INFANTIL
Isabel Cuadros Ferré
COORDINACIÓN DEL PROYECTO
María Inés Cuadros Ferré
Coordinadora de Política y Estrategia para América del Sur

INVESTIGACIÓN Y AUTORÍA
Isabel Cuadros Ferré

TEXTO FINAL Y COORDINACIÓN EDITORIAL

Angélica María Gutiérrez
Oficial de Comunicación e Información para América del Sur

FOTO PORTADA
Julio Etchart

ILUSTRACIONES
Alfredo Castello te

DISEÑO Y DIAGR AMACIÓN

REdiseño y Comunicaciones

PREPRENSA
La Imprenta Editores Ltda.

IMPRESIÓN
Propapel Ltda. Cali - Colombia

La reproducción de este material ha sido financiada

por la Asociación Afecto contra el maltrato infantil

Cuarta Edició n
Junio 2006
Bogotá- Colombia
 Índice
Prólogo 7

1. Situación general de la niñez maltratada 9

2. Importancia del diagnóstico del maltrato infantil
y la magnitud del problema en América del Sur: Hallazgos 19
3. Clases de maltrato infantil Generalidades 23
4. Características y bases para el diagnóstico del abuso físico 29
5. Características y bases para el diagnóstico del abuso
psicológico o emocional 35
6. Características y bases para el diagnóstico del abuso sexual 41
7. Negligencia 51
8. Diagnósticos especiales 55
9. Actividades de atención 59
10. Evaluación de la seguridad 61
11. Reglas de oro en la atención integral del maltrato infantil 65
12. Prevención del maltrato infantil 67
13. Promoción del buen trato a los niños, niñas y jóvenes 73
14. Recomendaciones 77

Bibliografía de referencia 80
Recursos 83

5
 Prólogo
A VIOLENCIA CONTRA LA NIÑEZ es un problema de orden mundial profundamen-

L te enraizado en las diferentes culturas. En las instituciones con frecuencia se les mal-
trata, y lo mismo ocurre en situaciones de conflicto armado, en las que los niños y
niñas llevan la peor parte. Desafortunadamente no sólo en casos extremos de ruptura
del tejido social y familiar, sino en el ambiente social y comunitario cotidiano, niños y niñas
son objeto de violencia.
En el ámbito intra familiar esta violencia es invisible, silenciosa y por lo tanto difícil de abor-
dar. La posición de dependencia de los niños y niñas; la concepción tradicional de la autori-
dad de los padres; la no intervención a la privacidad del ámbito doméstico; la creencia de
que los testimonios infantiles son poco fiables; la idea arraigada de que el uso de castigos físi-
cos y humillantes es una forma de educar, entre otras se convierten en grandes barreras a la
hora de detener el ciclo de violencia dentro de los hogares.
Cuando los abusos y el maltrato salen –generalmente debido a su gravedad- del espacio de la
familia, el trabajo decidido de médicos, jueces, trabajadores sociales, maestros y psicólogos,
ha dado luces sobre posibles salidas y ha permitido empezar a denunciar la existencia del
maltrato infantil y posicionar la idea de la necesidad de luchar contra él, por su carácter abe-
rrante y violador de garantías fundamentales.
Este es el punto de vista que reivindica la Convención de Naciones Unidas sobre los
Derechos del Niño (1989), que reafirma la dignidad intrínseca y los derechos iguales e inalie-
nables de todos los niños y niñas del mundo, y conmina a los Estados Parte a garantizarlos.
En su artículo 19 establece, de manera explícita la obligatoriedad de proteger a cualquier
niño o niña del maltrato, abuso y explotación.
Concientes de la gravedad de la situación, la Asamblea General de Naciones Unidas adoptó
en 2002 la resolución “Un Mundo Apropiado para los Niños” , en la que se establece la pro-
tección de la niñez contra el abuso, la explotación y la violencia como prioridad. Las

7
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil

Naciones Unidas incluyeron el tema en su Plan de Acción y plantearon su intención de:

“Alentar a todos los países a que aprueben y hagan cumplir leyes y a que mejoren la aplica-
ción de las políticas y los programas encaminados a proteger a los niños de todo tipo de vio-
lencia, falta de cuidados, maltrato y explotación, ya sea en el hogar, en la escuela u otras ins-
tituciones, en el lugar de trabajo, o en la comunidad”.
Como institución basada en derechos y frente a pedidos insistentes de los propios niños y
niñas para que “no nos peguen más” Save the Children Reino Unido y específicamente el
Programa para América del Sur, trabaja hace una década el tema. Gran parte de estas labores
han estado relacionadas con prevención de los maltratos y abusos y el fortalecimiento de los
servicios de atención y protección.
La Asociación Afecto contra el Maltrato Infantil es una organización no gubernamental
colombiana que se ha distinguido en Latinoamérica por su lucha contra este flagelo y cuya
directora, la médica psiquiatra Isabel Cuadros, es reconocida por su experticia en el tema.
Hace ya cinco años, frente a la falta de material apropiado que permitiera a los profesionales
de la salud acceder a un conocimiento más profundo para identificar, diagnosticar y tratar
acertadamente el abuso físico, psicológico y sexual infantil, Afecto y Save the Children Reino
Unido produjeron la primera edición de este Manual para el Diagnóstico y Tratamiento del
Maltrato Infantil, encomendada a la doctora Cuadros. Esta tercera edición ha sido actualizada
y espera seguir contribuyendo a la formación de especialistas en el tema con la misma fuerza
de las ediciones anteriores.
En la actualidad la Alianza Save the Children, ha emprendido una acción decidida para la eli-
minación de todos los castigos corporales, humillantes y denigrantes a la niñez y para la erra-
dicación del abuso y explotación sexual infantil. Buscamos que el mandato de la Convención
sea una realidad y la niñez sea por fin una etapa libre de todo maltrato, donde cada niño y
cada niña tenga esperanza y oportunidad. Sin duda este manual es una herramienta impor-
tante para estos propósitos.

Richard Hartill
Director Programa para América del Sur
Save the Children Reino Unido

8
SITUACIÓN GENERAL
DE LA NIÑEZ
MALTRATADA
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil

N GENERAL, PUEDE AFIRMARSE que la arrollo psicosexual y social de los niños, al tiempo

E situación de la niñez en América del Sur es

muy difícil, no sólo por la insatisfacción en
un porcentaje importante de sus necesida-
des vitales más elementales, sino también por la
falta de visibilidad de los principales problemas que
que les respondemos mirando y sintiendo desde
sus necesidades y no ya desde las de los adultos.
El maltrato infantil, la violencia brutal hacia los
niños, inclusive en su forma más extrema que es
el infanticidio, aparece en todas las épocas de la
enfrentan los niños, niñas y jóvenes. En la mayoría historia de la humanidad. Los griegos aceptaban
de los países no existen estudios nacionales de pre- el homicidio de todos los niños nacidos con defor-
valencia e incidencia (conceptos que se amplían en midades congénitas. Inclusive Aristóteles, Platón y
el Capítulo 2), que muestren un panorama exacto Séneca recomendaban leyes en tal sentido.
de cuántos niños sufren los efectos del maltrato. Herodes ordenó matar a todos los primogénitos de
Sólo existen investigaciones parciales, generalmente su propio pueblo intentando así acabar con Jesús
realizadas por instituciones de salud, o registros de para mantenerse en el poder; el faraón egipcio
casos en los sistemas judiciales o forenses, los cua- Ramsés dio la orden de ejecutar a todos los pri-
les muestran sólo la punta del iceberg que constitu- mogénitos judíos simultáneamente al nacimiento
ye el maltrato infantil en las comunidades. de Moisés por temor a que el pueblo de los hijos
La mayor parte de las experiencias y programas de de Israel se multiplicara y, siendo más numeroso,
intervención son de carácter terciario. Es decir, que se volviera contra Egipto.
ocurren cuando el caso ya se ha presentado y se En relación con el abuso sexual, la historia no es
interviene para prevenir la recurrencia del maltrato más favorable. Existen múltiples ejemplos de cómo
o intentar paliar las consecuencias. Aunque en los niños eran usados sexualmente por los adultos,
todos los países existen grupos de profe- sin que esto se considerara una actitud
Existen
sionales trabajando en la divulgación de moral y socialmente censurable.
la problemática, los programas de preven- múltiples Suetonio relata como Tiberio “enseñaba a
ción primaria y promoción del buen trato ejemplos de niños de tierna edad, a los que llamaba
a los niños son pocos. cómo los sus pescaditos, a jugar entre sus piernas
La realidad de los niños y niñas en el niños eran mientras se bañaba. A los que no habían
mundo a través de la historia de la huma- usados sido destetados, pero eran fuertes y sanos,
nidad ha sido difícil y, en general, extre- les metía el pene en la boca” (citado por
sexualmente
madamente cruel. Según Lloyd De Rozanski, 2003). Se evidencia así el
por los
Mause, en su Historia de la Infancia abuso sexual de niños muy pequeños, sin
adultos, sin
(1974), la forma en la cual los adultos nos ningún reparo moral.
relacionamos con los niños y, tal vez más que esto se En la Edad Media los niños eran regala-
importante aún, la forma en que atende- considerara dos a otras familias, a veces eran vendi-
mos sus necesidades, ha mejorado dra- una actitud dos como esclavos y, en el mejor de los
máticamente en el último siglo. Es decir moral y casos, se quedaban en su propia familia
que, por lo menos en ciertas comunida- socialmente trabajando duramente para sus padres y
des, hemos llegado a entender de una sirviéndoles en los oficios domésticos. En
censurable.
manera empática la situación y el des- las familias acomodadas la norma era que

10
 SITUACIÓN GENERAL DE LA NIÑEZ MALTRATADA
durante los primeros cinco años fueran criados por
una nodriza, y ni siquiera su propia madre los lac-
taba. Sólo tardíamente se comienza a considerar el
infanticidio como un delito penalizado por la ley
en la mayoría de los países occidentales. La muer-
te al nacimiento de las niñas fue tan frecuente que
se alteraron las características demográficas de los
países (De Mause, 1974), y con ello se presentó un
aumento poblacional del sexo masculino. El
infanticidio de niñas continúa en nuestros días en
países como China e India. Allí, debido a que las
familias tienen derecho a tener sólo un hijo, se
mata a un número indeterminado de niñas, pues la
preferencia es por los varones y, así se ha venido
alterando el equilibrio demográfico.
Los ejemplos dentro de la mitología griega son
igualmente frecuentes y contienen muchos de los
elementos básicos de la cultura occidental que
validan la violencia contra los niños. La historia de
Cronos es una de las más exactas en relación con
la dinámica básica de la violencia. Cronos, el dios
más poderoso del Olimpo, decide consultar el orá-
culo y allí es advertido que uno de sus hijos será
su sucesor y él perderá todo poder. El oráculo sim-
boliza, en la mitología de los griegos, el destino, lo
ineludible, el inconsciente propio. Esta profecía es
lo que lleva a Cronos a devorar a todos los hijos
que en adelante nazcan. Los mataba cuando resul-
taba más fácil porque eran niños indefensos. Su
esposa Gea después de permitir la muerte de
varios vástagos, decidió engañarlo y salvar a Zeus,
quien criado por una cabra logra llegar a ser un
dios adulto, profundamente cruel, que decide
vengarse y matar a su padre, con lo que se cumple
la profecía. Así mismo hay que citar la leyenda de
Medea quien mata a sus hijos y se queja por
haberlo hecho. Sin embargo, sólo lamenta no
tener quien la cuide en la vejez. Es decir, que los
niños no valen por sí mismos, sino en la medida
en que suplen una necesidad de la madre anciana.
Los elementos básicos de las historias griegas
siguen siendo ciertos en la vida moderna. Aún
tenemos, como especie humana, impulsos filicidas
presentes; aún abandonamos nuestras crías; aún
existen la adopción y las familias sustitutas.
Quienes han sido “muertos” por los padres y cria-
dos sin amor, muy probablemente desarrollen
comportamientos violentos para intentar controlar
su realidad externa e intentar elaborar, sin ningún
fruto, la rabia primordial que produce el abando-
no. En “las guerras modernas”, es frecuente que
como forma de exterminio de los enemigos se lle-
ven a cabo campañas de genocidio en las que se
mata a sus hijos. Cabe anotar que en las guerras
mueren proporcionalmente siempre más niños y
mujeres que hombres adultos.
Los cuentos de hadas que se les narran tradicio-
nalmente a los niños también muestran múltiples
ejemplos de abandono, muerte física y psicológi-
ca, aunque de manera afortunada también deta-
llan cómo algunos niños y niñas logran sobrevivir
resilientemente a pesar de sus padres.
Blancanieves posee los elementos más importan-
tes para entender los diálogos psicológicos que se
dan al interior de una familia violenta. La niña
nace como fruto del deseo de la madre buena,
que luego de tenerla muere. El rey, decide casar-
se con una nueva mujer, para que la niña tenga
alguien que la cuide, pero en lugar de bienestar
aparece la madre mala, que lesiona, humilla, gol-
pea, y se simboliza así la escisión del objeto
madre, en la madre buena (la que ama y cuida) y
la madre mala (la que maltrata y mata). Sólo
cuando el espejo mágico responde a la madrastra
algo diferente de lo que ella quiere oír, es cuando
surge la violencia y el deseo de muerte contra
Blancanieves, de la misma manera que el maltra-
to infantil aparece cuando el padre o la madre
11
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil
maltratadores sienten que su hijo es diferente de
lo que él o ella esperan y consideran debe ser.
Es interesante observar que antes de mandarla
matar, la madrastra intenta afearla, obligándola a
realizar oficios domésticos y que cuando llega
huyendo a la casa de los enanitos, se salva por su
destreza en la preparación de la comida, como
tantas niñas condenadas a los oficios domésticos
en América Latina. La madrastra intenta matarla en
cuatro oportunidades, primero a través del cazador
de la corte, luego ella misma decide hacerlo ven-
diéndole la cinta y el peine, y finalmente logra su
propósito con el ardid de la manzana envenenada
sólo en la mitad correspondiente a la niña. En las
mismas cuatro oportunidades, Blancanieves le abre
la puerta a la madrastra, esperando siempre que
aparezca como la madre buena que alguna vez la
amó y cuidó. El maltrato contra los niños y niñas
es igualmente una patología crónica que, como en
el cuento, se repite múltiples veces.
El abandono de los niños se muestra en Hansel y
Grettel, donde la excusa para dejarlos en el bos-
que es que la comida escasea. Se evidencia cómo
las necesidades de los adultos se consideran priori-
tarias frente a las de los niños y los padres no bus-
can alternativas distintas al abandono. Sólo cuan-
do Hansel y Grettel logran robar el tesoro de la
bruja son amados y pueden volver a la casa de sus
padres, en una clara similitud con los niños some-
tidos a la explotación laboral y sexual. En estos
casos se sacrifica al niño para satisfacer las necesi-
dades materiales de los padres, sin consideración
ninguna por su condición de vulnerabilidad, e
igual sucede con los niños que ejercen la mendici-
dad. Tal inversión del rol de cuidado -es decir, que
es el niño quien cuida y provee al padre o la
madre la satisfacción de las necesidades físicas y
psicológicas- está muy descrita en las familias
donde ocurre el maltrato contra los hijos.
12
Aunque desde hace varios años existen diferentes
estudios sobre la relación entre el maltrato infantil y
el comportamiento de los seres humanos en la socie-
dad donde viven, se está muy lejos de entender
como especie humana, la gravedad de lesionar seve-
ramente a los niños y prohibirles después la elabora-
ción del trauma ocasionado. En palabras de Alice
Miller, la psicoanalista más importante en el tema:
“La opinión pública está lejos de haber tomado
conciencia de que lo que ocurre a un niño en
los primeros años de su vida repercute inevita-
blemente sobre el conjunto de la sociedad, y
que la psicosis, las drogas y la criminalidad son
expresiones codificadas de las experiencias de
la primera infancia” (Miller, 1984)
Así mismo para John Stuart Mill, (De Mause, 1974)
“El entendimiento de la psicología de las relaciones
entre padres e hijos, permitirá entender el carácter
propio de una época o de un determinado pueblo.”
El carácter propio en la época actual se hace evi-
dente con la ocurrencia de actos extremadamente
violentos frente a situaciones triviales. Esta reacción
desproporcionada sólo tiene explicación en el daño
psíquico y neurofisiológico en el cerebro de las per-
sonas, como consecuencia del maltrato a que fue-
ron sometidos cuando eran niños.
Es clara, entonces, la necesidad de resaltar la tre-
menda importancia histórica de considerar a los
niños desde el ámbito jurídico, ya no como obje-
tos de la protección de los adultos, sino como
sujetos de derechos desde su nacimiento, a quie-
nes la sociedad, el Estado y la familia están en la
obligación de proteger empáticamente y ayudar en
el desarrollo de todas sus potencialidades, con la
esperanza de que habiendo sido amados, cuidados
 SITUACIÓN GENERAL DE LA NIÑEZ MALTRATADA
y respetados producirán una sociedad más justa,
más pacífica, más próspera y por qué no decirlo,
más feliz (Convención Internacional de los
Derechos del Niño Naciones Unidas, 1989).
A. Marco Histórico del
Maltrato Infantil
El maltrato infantil tiene múltiples referencias ante-
riores a la definición médica de la problemática.
Es conocido por todos los estudiosos del tema,
desde la perspectiva jurídica, el caso de Mary Ellen
la primera niña rescatada del maltrato severo oca-
sionado por su madre. Fue rescatada por una veci-
na del barrio con la complicidad de un juez del
Estado de Nueva York quien decidió acoger la
demanda aludiendo crueldad contra un represen-
tante del rey de los animales, pues la legislación
que pudiera proteger a los niños contra el maltrato
era inexistente. El juez sustentó el caso apoyado
por la Sociedad Protectora de Animales, para lo
cual arguyó que Mary Ellen era representante del
género humano, rey de los animales, y logró retirar
a la niña del lado de su familia y darla en protec-
ción. Mary Ellen se recuperó y su caso dio origen
en 1898 a la fundación de la Sociedad de
Prevención de la Crueldad contra los Niños de
Nueva York, la más antigua del mundo. Sin
embargo aún cuando la Sociedad continuó con su
trabajo, este quedó por mucho tiempo reducido al
espacio de aquel estado, sin lograr ni divulgación
nacional ni un espacio en la ciencia médica.
Desde una perspectiva estrictamente médica, el
comienzo de la descripción clínica del maltrato
infantil se inició cuando dos patólogos, de manera
simultánea y casi sincrónica, mostraron que sus
hallazgos entre un número importante de niños
fallecidos indicaban que las lesiones causantes de
la muerte no eran de tipo accidental. Ambrosio
Tardieu (París) y Johnson (Londres), en 1860 docu-
mentaron casos de niños víctimas de quemaduras
y asfixia, algunos de los cuales presentaban anti-
guas fracturas abandonadas, lo que indicaba una
historia de lesiones físicas probablemente provoca-
das. Tardieu también realizó estudios concluyentes
sobre el abuso sexual contra niñas. No obstante,
estos hallazgos fueron silenciados e interpretados
erróneamente por la comunidad científica como
producto de carencias nutricionales y rápidamente
olvidados tras la muerte de Tardieu.
El maltrato infantil entró luego en el oscurantismo
médico hasta que el eminente radiólogo norteame-
ricano John Caffey, en 1946, apoyado en trabajos
anteriores de Silverman, describió la asociación de
la presencia de hematomas subdurales con fractu-
ras múltiples y abandonadas de los huesos largos,
sin llegar a plantear una hipótesis causal. En un tra-
bajo posterior Silverman insinuó que las lesiones
podían haber sido causadas por los padres o cui-
dadores y las denominó “traumatismos esqueléti-
cos no reconocidos”, (1953).
El pediatra Henry Kempe describió por primera vez
de manera formal lo que en ese momento llamó el
“Síndrome del niño apaleado”, referido a los gol-
pes y lesiones producidas por los padres o cuida-
dores de los niños. Un artículo suyo -considerado
un clásico de la literatura médica- publicado en
1962 en la Revista Pediatrics marcó el origen de
todo el movimiento para diagnosticar y detener el
maltrato contra los niños. En este artículo publica-
do, junto a Frederic Silverman, Brand Steele,
William Droegemueller y Henry Silver, describe
por primera vez “una nueva condición clínica” -
según sus propias palabras- en la cual niños muy
pequeños han recibido un abuso físico serio que
pone en riesgo sus vidas y que puede ser la causa
13
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil
de daño físico permanente. Según la descripción
del artículo, el maltrato infantil debe ser conside-
rado en cualquier caso de fractura de huesos,
hematoma subdural, retraso en el desarrollo,
edema de tejidos blandos, equimosis y laceracio-
nes en la piel, en cualquier niño que muere súbita-
mente y cuando existe discordancia entre la grave-
dad y el tipo de lesión y la historia del trauma que
hipotéticamente la originó.
La contribución más importante de Kempe fue el
reconocimiento de que las lesiones son intencional-
mente producidas. En general, esto permitió tener
una visión más nítida del maltrato infantil por parte
de padres o encargados del cuidado infantil. Es
importante anotar que en el momento en que H.
Kempe describió el Síndrome, con el apoyo de la
Academia de Pediatría Norteamericana, probable-
mente en los Estados Unidos se había alcanzado un
nivel social y cultural adecuado para entender y
comenzar a cambiar la legislación relacionada con
la niñez y para romper la negación de tantos años
sobre la violencia ejercida contra los niños por sus
propios padres o personas encargadas de cuidarlos.
Henry Kempe, un refugiado en Estados Unidos,
quien había nacido en Breslau, en 1922 (antes per-
teneciente a Alemania y ahora Polonia) y quien
había conocido la brutalidad de los Nazis era segu-
ramente quien podía romper y desafiar la imagen
idealizada de los padres perfectos, predominante
en la cultura hasta ese momento.
Posteriormente, Vincent Fontana amplió la visión
del síndrome a todos los aspectos relacionados
con la negligencia que acompaña al abuso físico,
que puede presentarse también de manera aislada
y que reviste igual gravedad. De hecho, de acuer-
do con algunos trabajos recientes, la lesión psico-
lógica en los niños que sufren la negligencia
podría ser mayor que en los que sólo sufren abuso
físico pues, aunque paradójico, el maltrato implica
14
al menos una atención, mientras que la negligen-
cia bloquea cualquier tipo de relación del niño
con quienes lo rodean. Vale decir “no merece ni
siquiera la atención de una agresión física”.
Más adelante y gracias al esfuerzo del sociólogo
norteamericano, David Finkelhor, comenzó a
estudiarse el abuso sexual infantil. Su labor per-
mitió definir la importancia del tema no sólo por
las consecuencias para la salud física del niño,
sino también por las repercusiones a largo plazo
para su salud mental y funcionamiento dentro de
la sociedad. Los estudios de Finkelhor junto a los
de las sociólogas Diana E. Russell y Gail Wyat,
demuestran que lejos de ser una problemática
aislada de “un caso por cada millón” según
Kindsey, este es un fenómeno muy extenso tanto
en sus formas de incesto como de abuso sexual
extrafamiliar.
Es importante mencionar el trabajo pionero en el
entendimiento del abuso sexual y su dinámica del
psiquiatra Roland C. Summit, que describe el com-
portamiento de los niños que han sido víctimas de
éste como Síndrome de Acomodación y explica
los distintos mecanismos que permiten silenciar y
perpetuar el abuso. Con su trabajo se logra una
mejor comprensión tanto en el ámbito judicial
como terapéutico sobre qué se puede esperar de
las víctimas.
La tarea de estos pioneros, sin lugar a dudas extre-
madamente dura, fue cambiar lo que hasta ese
momento se creía: “la actividad sexual con los
niños, no les causa daño”. Científicos, psicólogos,
psiquiatras y otros profesionales importantes, consi-
deraban que la actividad sexual con los niños era
atraumática y daban poca importancia al abuso
como factor generador de perturbación mental, con-
fundiendo la liberación sexual entre adultos, con la
actividad sexual con niños. Entre quienes sostenían
que la actividad sexual no causaba daño en los
 SITUACIÓN GENERAL DE LA NIÑEZ MALTRATADA
niños, podemos citar a Pomeroy, Alfred Kindsey,
Loretta Bender y el mismo Freud, quien después de
escribir la primera teoría de la Seducción, se retracta
y escribe que el origen de los síntomas en los
pacientes era su deseo reprimido de tener sexo con
su padre o madre, teoría que increíblemente todavía
sostienen algunos psicoanalistas, haciendo caso
omiso de la investigación científica en maltrato
infantil, que demuestra el impacto del trauma y la
traición en el psiquismo del niño.
B. Violencia contra los Niños,
Maltrato Infantil y
Factores de Riesgo
En este documento se han considerado claramente
diferenciados los conceptos de “violencia contra
los niños” y “maltrato infantil”, definiendo la pri-
mera como un fenómeno más amplio que el mal-
trato.
La violencia hacia los niños se da cuando se ejerce
la fuerza sin consideración a su dignidad de ser
humano, su corporalidad y psiquismo, violando así
sus derechos humanos esenciales. En este grupo
están cobijados sectores de población muy impor-
tantes como:
✦ los niños y las niñas víctimas del conflicto
armado (incluye niños desplazados; niños sol-
dados; huérfanos porque uno de sus padres o
ambos han muerto en la guerra; testigos de
masacres)
✦ los niños y las niñas víctimas del crimen organi-
zado (incluyen los niños sicarios; víctimas de
la adopción ilegal; en la producción de drogas
ilícitas; víctimas del tráfico de personas)
✦ los niños y las niñas víctimas de la explotación
sexual y laboral (en la prostitución, realización
de pornografía; en trabajos de alto riesgo; en la
mendicidad, etc.)
✦ los niños y las niñas víctimas del maltrato
infantil.
El maltrato infantil, en cambio, es una forma de vio-
lencia ejercida contra los niños y las niñas, por un
adulto responsable de su cuidado y protección.
Esto determina que, en general, el niño se encuentra
en una situación psicológica más difícil, pues tiene
un vínculo afectivo con quien lo maltrata (Miller,
1984). La existencia de factores de riesgo y factores
protectores diferentes a los de las demás categorías
de la violencia contra los niños, al igual que formas
específicas de intervención primaria, secundaria y
terciaria, también caracterizan el maltrato infantil.
Algunos de estos factores de riesgo social presentes
en las familias donde ocurre el maltrato infantil son
los siguientes (Gil, 1970; Zaiba, 1971; Snineta y
Rigler, 1972; Casas, 1989, De Paul, 1993):
1. POBREZA
La pobreza no es equivalente al maltrato infantil en
ninguna de sus formas, pero sí se presenta más
maltrato, especialmente físico, en las clases some-
tidas a la pobreza en todos los países donde se ha
estudiado su incidencia y prevalencia. Estudios
recientes parecerían mostrar que el abuso sexual,
el abuso emocional y el Síndrome del Bebé
Zarandeado se comportan de manera similar en
todas las clases sociales.
2. DESEMPLEO
El desempleo está claramente asociado como un
factor de riesgo, siendo descrito como una causa
15
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil
muy importante de estrés familiar, pero por supues-
to también puede ser un indicador de fracaso en la
escolaridad y problemas de salud mental asocia-
dos a la incapacidad laboral.
3. TOLERANCIA CULTURAL AL
CASTIGO CORPORAL
Sociedades en las que se considera normal el uso
del castigo corporal, tienen más incidencia de mal-
trato físico. Cabe anotar que sólo muy reciente-
mente ha sido prohibido en algunos países el uso
del castigo físico. Existen sin embargo países pio-
neros, como Suecia, donde ha sido prohibido
desde hace varios años, mostrándose ya una
mejoría en las tasas de maltrato infantil, especial-
mente en el abuso físico.
Tradicionalmente se ha considerado su uso – como
bien lo recuerda el refrán la letra con sangre entra
- completamente normal en el ámbito familiar y
aún en la escuela, so pretexto de educar.
Existe amplia investigación al respecto y estudios
prospectivos muestran la correlación que existe
entre el uso del castigo físico y la mayor probabili-
dad de que las personas cometan suicidio, tengan
depresión, usen la violencia en sus relaciones
interpersonales, y propendan a la criminalidad,
entre otras. (Murray A. Straus, 1994)
4. TASAS ALTAS DE DIVORCIOS.
CAMBIO FRECUENTE DE
COMPAÑERO
El divorcio en sí mismo muestra la dificultad de los
padres para sostener una relación diádica y vincu-
lar. Además, generalmente cuando se llega al final
de la relación de pareja, los niños han tenido que
16
presenciar el conflicto entre los adultos, muchas
veces acompañado de escenas francas de violen-
cia intrafamiliar, que lesionan seriamente su des-
arrollo psíquico. Así mismo, la presencia de un
padrastro o nuevo compañero, aumenta el riesgo
de abuso sexual de las hijastras en la nueva familia
reconstituida, como muestran claramente los regis-
tros de medicina forense en todas partes del
mundo donde los padrastros están sobre represen-
tados como perpetradores del abuso sexual.
5. EMBARAZOS NO DESEADOS
Son factores de riesgo prenatal la concepción pre-
marital, el matrimonio obligado, el aislamiento
social anterior al nacimiento, las dificultades en la
relación matrimonial, las dificultades financieras y
la pobre asistencia al control médico prenatal
(Solomon, 1980).
6. ALCOHOLISMO Y OTROS TIPOS
DE ADICCIÓN EN LOS PADRES
El alcoholismo y otros tipos de drogadicción se
están asociando con más frecuencia a todas las
formas de maltrato, especialmente a la negligencia
física y emocional. (Department of Health and
Human Services, A report to Congress on substan-
ce abuse and child protection, 1999). El consumo
de cualquier tipo de droga psicoactiva puede difi-
cultar el raciocinio correcto, el establecimiento de
prioridades en las necesidades familiares y, por lo
tanto, dificultar el cuidado consistente, la supervi-
sión y guía que los niños demandan normalmente.
En Estados Unidos se ha estimado en 8.3 millones
el número de niños que viven con al menos un
padre alcohólico o que necesita tratamiento para
 SITUACIÓN GENERAL DE LA NIÑEZ MALTRATADA
el abuso de sustancias psicoactivas. Aunque no se
encontraron cifras sobre América del Sur, los pri-
meros análisis dejan entrever que la principal adic-
ción es el alcoholismo, que está socialmente tole-
rado y activamente estimulado por la publicidad e
incluso los gobiernos sin que haya un cálculo
aproximado de los niños a riesgo, ni de los bebés
con síndrome fetal alcohólico.
7. FAMILIA MONOPARENTAL
Normalmente en la familia con dos padres, estos
establecen un sistema de regulación del estrés y de
la violencia contra los hijos. Es decir la pareja pro-
vee, cuando es funcional, el primer nivel de ela-
boración y disminución de la tensión psicológica y
también aporta un mecanismo de regulación de la
agresión contra los hijos. Esto debido a que al dis-
tribuirse las tareas de la crianza, un cónyuge reem-
plaza al otro cuando este se encuentra a riesgo de
ejercer violencia contra el hijo, por cansancio o
incapacidad de ejercer control sobre su comporta-
miento. Este sistema de regulación está obviamen-
te ausente en la familia monoparental y por ello es
importante darle soporte adicional a este tipo de
familias que presentan más riesgo de maltratar en
ausencia de una red psicosocial fuerte que conten-
ga la agresión contra los hijos en momentos de
estrés.
De acuerdo con la Escuela de Kempe, la situación
de maltrato infantil se desencadena a raíz de la arti-
culación de los siguientes cuatro factores familiares:
a. Los padres tienen antecedentes de depriv ación
psicoafectiva, abandono o maltrato físico o
sexual en su infancia
Este punto, que determina la teoría de la trans-
misión intergeneracional –es decir, niño víctima
de maltrato igual probabilidad de ser futuro
padre maltratadora– ha sido ampliamente estu-
diado. Al evaluar la población de padres que
han maltratado a sus hijos, casi invariablemente
se registra que éstos fueron víctimas de maltrato
en su infancia. Sin embargo, al hacer estudios
de seguimiento a los niños víctimas de maltrato,
sólo entre 18% y 30% maltrata a sus propios
hijos (Brown, 1994). Esta noticia afortunada
muestra que muchos niños tienen no solamente
la capacidad de sobrevivir, sino también de
cambiar el futuro de sus propios hijos, es decir
más del 70 % de las personas víctimas de mal-
trato no reproduce la violencia contra sus hijos.
Al estudiarse los factores presentes en este tipo
de padre que no repite el ciclo de violencia, se
han encontrado los siguientes: haber recibido
soporte emocional de algún adulto en la niñez;
tener claramente consciente la historia del
abuso y recordarlo con las emociones presentes
y congruentes con en el momento del maltrato;
haber recibido psicoterapia; tener una relación
duradera y de soporte con la pareja; presencia
de relaciones soportivas y contenedoras a lo
largo de la vida; tener un ambiente estable en
el hogar; tener menores niveles de ansiedad y
depresión; tener un nivel alto de inteligencia;
poseer pensamiento psicológico, estabilidad e
independencia emocional (Egeland, 1989).
Estudios recientes muestran que la disociación
podría jugar el papel más importante en la
transmisión de la violencia, es decir a mayor
disociación de los padres como resultado de su
propio maltrato, mayor probabilidad de repro-
ducir la violencia.
b. El niño es percibido como indigno de ser
amado
Tal vez esta sea la característica más importan-
17
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil

te, desde lo individual, de los padres que mal- cial o el traslado de vecindario, entre otras cau-
tratan. El padre o la madre maltratantes perci- sas de estrés familiar.
ben a su hijo como carente de valores y por
una distorsión cognitiva importante no logran d. La familia es nuclear, aislada de los sistemas de
comprender lo que significa ser niño o niña. En apoyo de la comunidad
general su desconocimiento de las etapas del En las familias donde ocurre el maltrato, adicio-
desarrollo no permite la corrección de la distor- nalmente se observa que están aisladas de la
sión de las señales comunicativas del niño. Por comunidad, sin relaciones solidarias alrededor.
ejemplo, la madre de un bebé recién nacido Así mismo ignoran o no tienen acceso a los sis-
puede interpretar el llanto del niño como una temas de ayuda que la institucionalidad puede
agresión contra ella, pues siente que con el proveerles y que les permitiría dejar de lesionar
llanto el bebé le dice que no la quiere o que es a los niños. Esta es una de las diferencias funda-
mala madre y desconoce el hecho de que el mentales encontradas en las familias maltratan-
llanto es la única forma con la que el recién tes, versus las no maltratantes. ●
nacido puede comunicar su necesidad.
El niño, así mismo, es el recipiente de todo
tipo de proyecciones, algunas de las cuales
liberan de culpa al padre maltratador y ponen
en un riesgo aún más alto al niño. Las explica-
ciones que se dan frente a la ocurrencia de un
incidente de maltrato por lo general son racio-
nalizaciones del padre frente a su propio com-
portamiento, cuando no identificaciones pro-
yectivas sobre el niño, donde la víctima es
además de agredida, culpada de la violencia
ejercida contra ella.

c. Existencia de una crisis familiar

Las familias suelen tener un determinado nivel
de homeóstasis o autorregulación, que se
rompe por una situación de cambio, en general
negativo, que desborda los sistemas de tapona-
miento del estrés familiar y pone a los niños en
riesgo de ser utilizados como receptáculos de la
liberación del estrés o como chivos expiatorios.
Tales situaciones pueden ser la pérdida del tra-
bajo, la disfunción de la pareja marital, el con-
sumo activo de drogas, la muerte de un miem-
bro de la familia, la ruptura de la red psicoso-

18
 IMPORTANCIA DEL
DIAGNÓSTICO
DEL MALTRATO
INFANTIL Y LA
MAGNITUD DEL
PROBLEMA
EN AMÉRICA
DEL SUR: HALLAZGOS
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil
N AMÉRICA DEL SUR el número de
E niños víctimas de maltrato infantil es muy
difícil de estimar debido a que, en gene-
ral, se carece de definiciones operaciona-
les comunes y de sistemas de registro e informa-
ción que permitan realizar comparaciones y con-
clusiones válidas que involucren las diferencias
entre países e, inclusive, entre culturas.
Se entiende por prevalencia de maltrato infantil, la
cantidad de casos que se registran en un momento
dado o en un período determinado en la comuni-
dad. Se entiende por incidencia de maltrato infan-
til, los casos nuevos que aparecen a lo largo de un
año o de un período claramente definido. Así
mismo, se pueden hacer mediciones indirectas del
problema a través del número de casos que ingre-
san a los sistemas forense, judicial, de salud y de
protección de niños. Debe considerarse también
el número de casos fatales u homicidios por mal-
trato, que constituyen la punta del iceberg del mal-
trato a los niños.
En Estados Unidos, se ha estimado que la preva-
lencia de maltrato es de 1 a 2 % de los niños en
cualquier comunidad (Helfer & Kempe, 1976;
Chadwick, 1996) Así mismo, el informe anual para
1997 del Departament of Health and Human
Services de los Estados Unidos estima que alrede-
dor de tres millones de niños fueron reportados ese
año como probables víctimas de maltrato infantil.
La tasa de menores de edad reportados fue de 42
por cada 1.000 niños en la población, de los cua-
les un tercio fue clasificado después de la investi-
gación, como víctima comprobada de maltrato.
La cifra total de niños con diagnóstico de maltrato
en 1997 para Estados Unidos fue de 984.000, para
una tasa de 13,9 por cada 1.000 niños. De estos,
la mitad fue víctima de negligencia (50%), un
cuarto de abuso físico (25%) y el cuarto restante se
distribuyó entre abuso sexual (12% aproximada-
20
mente), abuso psicológico y otras formas (12%
aproximadamente). El reporte de homicidio por
maltrato o casos fatales fue de 967 casos, de los
cuales más de 75% tenía al momento de la muerte
menos de 4 años. Un 2% de los homicidios ocu-
rrió cuando el niño se encontraba en cuidado sus-
titutivo.
De los abusadores, 75 % fueron los padres y de
estos alrededor de 60% fueron mujeres, general-
mente menores de 40 años. Para los casos de
abuso sexual, 75% de los perpetradores fueron
hombres. Los casos fueron reportados por:
• educadores (16%)
• personal de aplicación de la ley (13%)
• desconocidos (11%)
• personal del servicio social (10%)
• personal médico (9%)
• familiares (8%)
• amigos o vecinos (8%)
• padres (7%)
• personal de salud mental (2%)
• propia víctima (1%)
• personal encargado del cuidado diurno (0,5%)
• supuesto abusador (0,2%)
En América del Sur, la Asociación Afecto contra el
Maltrato Infantil y Save the Children Reino Unido
se propusieron realizar un estudio para establecer
la situación de maltrato en la región. Sólo
Colombia dispone de cifras nacionales que mues-
tran que la tasa nacional de prevalencia para 1997
fue de 361 por cada 1.000 niños en la población.
De estos, 121 corresponden a abuso físico, 214 a
abuso verbal y 26 a abuso sexual (Segundo Estudio
Nacional de Salud Mental y Consumo de
Sustancias Psicoactivas, Ministerio de Salud,
Colombia, 1997). En relación con los homicidios
de niños, de acuerdo con el Centro de Referencia
Nacional sobre Violencia CRNV, perteneciente al
sistema forense estatal, se reportaron 59 casos en
 IMPORTANCIA DEL DIAGNÓSTICO DEL MALTRATO INFANTIL

menores de cinco años, 235 casos de niños entre Los hallazgos llamaron la atención en la medida
los 5 y 14 años, 1.241 de niños entre 15 y 17 en que el registro y el análisis de la información no
años. Desafortunadamente el sistema incluye los siguen las tendencias de países con epidemiología
niños entre 17 y 18 años en el grupo de 18 a 24 más sistematizada, sino que presentan variaciones
años, sin que se pueda saber el número de niños importantes de un año al siguiente (en Ecuador y
asesinados, ni cuáles fueron las circunstancias de Paraguay por ejemplo). Esto sugiere inconsistencias
las muertes. en la recolección de los datos y/o en su procesa-
Según la misma fuente, se reportaron para el año miento. Es especialmente crítica la ausencia de
de 2003 10.337 casos con diagnóstico de maltrato casos de maltrato infantil en niños menores de tres
físico, con la siguiente distribución por agresor: años, pues la epidemiología de los países desarro-
• padre (35%) llados muestra claramente que es la edad de mayor
• madre (26%) riesgo, tanto de muerte como de lesiones perma-
• padrastro (9%) nentes. Hipotéticamente podría pensarse que las
• familiar o consanguíneos (21%) muertes de estos niños no están siendo diagnosti-
• tío (4%) cadas correctamente sino que pasan como muertes
• hermano (5%) accidentales.
Para el mismo año el sistema forense en Colombia Igualmente, en la mayoría de las experiencias y en
realizó 14.239 reconocimientos por abuso sexual, material informativo de los diversos grupos que tra-
de los cuales 84% pertenecía al género femenino. bajan en el tema en América del Sur se percibió
En cuanto a las niñas, el 75% de las víctimas te- falta de claridad en definiciones tales como violen-
nían menos de 15 años. Para los niños, el 50% de cia contra los niños, maltrato infantil, abuso físico,
las víctimas eran menores de 9 años. Puede con- abuso sexual, negligencia y en especial abuso
cluirse que en la denuncia de casos de emocional. Aparentemente los países
Hipotética-
abuso sexual, la mayoría de las víctimas están manejando concepciones distintas,
son niñas, sin que se conozca cuántos mente podría lo que dificulta la comparación de los
casos se juzgan efectivamente. pensarse que reportes.
Para los restantes países de América del las muertes de Esta falta de unidad de criterios hace fun-
Sur contemplados en la investigación estos niños damental resaltar la importancia de un
(Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, no están diagnóstico acertado y oportuno del mal-
Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela) fue trato infantil. Es posible que los niños y las
siendo
imposible encontrar estudios nacionales niñas víctimas de maltrato ingresen varias
diagnostica-
que permitan tener un estimativo de las veces a diversos hospitales y pasen desa-
das correcta-
cifras de maltrato infantil. Sin embargo, percibidos o que sus diagnósticos sean
los estudios –que en la mayoría de los mente sino errados. Si esta situación se presenta, no
casos se hicieron sobre poblaciones defi- que pasan es posible ni siquiera intentar interrumpir
nidas, tales como los niños con diagnósti- como la espiral negativa en la cual se encuen-
co de maltrato infantil en un hospital, o muertes tran el niño o la niña y su familia. De
en un juzgado de menores–, muestran un accidentales. forma contraria, el diagnóstico adecuado
panorama grave. permite la intervención temprana en

21
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil

momentos en que las secuelas, en general, son mental, investigación y servicios de preservación
menores y la probabilidad de recuperación es más de las familias (National Committee to Prevent
alta. Child Abuse, 1994)
Por otra parte y sin que sea la variable más impor- También es importante destacar que si bien el
tante, el costo económico de los casos no diagnos- diagnóstico acertado de los casos de maltrato
ticados es muchísimo más alto que su atención infantil permite la intervención externa de los dife-
temprana, por su tendencia a la recurrencia y por rentes sistemas (policivo, judicial, de salud y de
las secuelas en la salud física y emocional del niño trabajo social), sobre la problemática de la familia
y la disminución en el largo plazo de la productivi- æmuchas veces salvando al niño del dolor, la inca-
dad de los países. pacidad y a veces de la muerteæ, las consecuen-
Es de gran relevancia en este tema la investigación cias para la familia de un falso positivo pueden ser
llevada a cabo en el departamento de Medicina devastadoras. Tanto, que pueden incluso romper la
Preventiva de Kaiser, en San Diego (California) por vinculación afectiva del niño con sus padres y lle-
Vincent J. Felitti, quien encontró que las gar a desintegrar la familia. De ahí, que la capaci-
Experiencias Adversas en la Infancia (denominadas tación y formación de las personas que atienden a
ACE y que incluyen: el maltrato en todas sus for- los niños víctimas de maltrato en todos los sectores
mas, la muerte de uno de los padres, presenciar el constituyan una tarea urgente. ●
abuso físico de la madre, convivir con un padre
con consumo de drogas psicoactivas, con enfer-
medad mental grave o ideación suicida o tener
alguno de los padres encarcelado) elevan el riesgo
entre cuatro y doce veces de sufrir en la vida adul-
ta enfermedades como alcoholismo, abuso de
otros psicotóxicos, depresión y realización de
intentos suicidas. Eleva entre 1.5 y dos veces la
probabilidad de consumo de cigarrillo, enfermeda-
des de transmisión sexual, promiscuidad, obesidad
e inactividad física seria. Esto evidencia que el
maltrato contra los niños y niñas estaría siendo un
factor relevante en la salud general de las personas
adultas y, por lo tanto, es un aspecto que contribu-
ye de manera importante al costo de la salud gene-
ral de los países.
En América del Sur no se conocen estudios acerca
del costo de la violencia hacia los niños. En
Estados Unidos se calculó la cifra, de manera glo-
bal, en nueve billones de dólares que deben inver-
tirse en costos de salud, cuidado sustitutivo, institu-
ciones juveniles, atención ambulatoria en salud

22
 CLASES DE
MALTRATO
INFANTIL
GENERALIDADES
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil
XISTEN DIFERENTES FORMAS de definir
E y categorizar el maltrato. Sin embargo,
una de las mejores definiciones es: “los
actos y las carencias que afectan grave-
mente el desarrollo físico, psicológico, afectivo y
moral del niño o niña, ejecutados por los padres o
cuidadores o personas adultas alrededor de él o
ella” (Consejo Europeo, 1981).
Otros autores, como Loredo Abdalá y Eduardo
Primero (México, 1994), ponen el énfasis en la
perturbación de la escolaridad del niño, causada
por el maltrato infantil:
“El maltrato a los niños es una enfermedad
social, internacional, presente en todos los sec-
tores y clases sociales; producido por factores
multicausales, interactuantes y de diversas
intensidades y tiempos que afectan el desarrollo
armónico, íntegro y adecuado de un menor,
comprometiendo su educación y consecuente-
mente su desenvolvimiento escolar con distur-
bios que ponen en riesgo su socialización y, por
lo tanto, su conformación personal y posterior-
mente social y profesional”
Para Francisco Cobos (Colombia, 1997), el maltrato
infantil es solamente una falla en la función anaclí-
tica –que es la que promueve la vida del niño– y
todos los fenómenos alrededor de este, debieran
ser entendidos a partir del abandono del niño y del
fracaso de la madre o padre en ser objetos amoro-
sos y gratificantes, con lo que se produce una inte-
rrupción grave del desarrollo psicosexual y un
nivel de frustración y rabia que vuelven al niño
proclive a la violencia.
La Clasificación Internacional de Enfermedades,
reconoce las siguientes categorías:
999.5 Abuso físico del niño T 74.1
Abuso sexual del niño T 74.2
Negligencia T 74.0
24
El libro de Clasificación de la Enfermedad Mental
de la American Psychiatric Association, DSMIV o
Diagnosis and Statistical Manual of Mental
Disorders IV, reconoce los problemas relacionados
con el abuso y la negligencia, incluyendo las cate-
gorías que deben utilizarse cuando el objeto de
atención clínica es el maltrato grave de una perso-
na por otra, utilizando el abuso físico, el abuso
sexual o la negligencia. Es necesario aclarar que
los niños pueden también ser lesionados por otros
niños, como frecuentemente ocurre cuando los
hermanitos mayores son encargados del cuidado
de niños muy pequeños, sin que estén capacitados
para ello. Así mismo, la falta de tratamiento para
los niños víctimas del abuso sexual, hace que pue-
dan reproducir el abuso con otros niños cercanos -
especialmente en la adolescencia- completando
así, el ciclo trágico maltratado-maltratador-maltra-
tado, tan característico de todas las formas de vio-
lencia contra los niños.
A. Clases de Maltrato Infantil
• Abuso físico
• Abuso psicológico o emocional
• Negligencia
• Abuso Sexual
• Categorías especiales: síndrome del bebé
zarandeado, síndrome de Munchaüsen by Proxy
(por proximidad) y abuso prenatal
El maltrato físico siempre implica lesión psicológi-
ca importante, pues es muy difícil para el niño
entender cómo su padre, madre o cuidador con
quien en la mayoría de los casos tiene un vínculo
emocional, le causa tanto daño y dolor. Así mismo,
 CLASES DE MALTRATO INFANTIL GENERALIDADES
debido a que el yo del niño se encuentra aún en
formación y dado que este tiene relación directa
con sus sensaciones corporales, siempre que exista
dolor físico existirá algún nivel de daño psíquico.
Hay evidencias que obligan a investigar todas las
clases de maltrato infantil en un mismo niño, pues
algunos estudios encuentran que el 30% de los
niños con abuso sexual, presentan también abuso
físico (Brown, 1989). También ocurre lo contrario,
es decir, que los niños que ingresan a la institución
de salud por abuso físico, pueden presentar abuso
sexual, por lo que deben entrevistarse y de ser el
caso, examinarse.
Una distinción importante está en clasificar el
maltrato infantil como intrafamiliar o extrafami-
liar pues a pesar de tener algunas características
comunes, en líneas generales el abordaje social,
médico y legal es completamente diferente cuan-
do se trata de los padres o familiares, que cuan-
do involucra a cuidadores sustitutos o personas
que se encargan de la educación o atención del
niño.
B. Características de los Padres
Maltratadores y de los Niños
en Alto Riesgo de Maltrato
Se han descrito diversas características en los
padres que maltratan, así como ciertas característi-
cas de los niños que aumentan el riesgo de sufrir
maltrato. Esto significa que se requiere de un cierto
tipo de padre interactuando con un cierto tipo de
niño, para que el maltrato infantil se produzca.
Según Parton, dichas características de riesgo en
los padres son:
✦ Previamente maltratados o abandonados de
niños
✦ Menor de veinte años en el momento de nacer
su primer hijo
✦ Padre o madre que vive sin su pareja. El compa-
ñero no es el padre biológico del menor
✦ Historia previa de maltratar o abandonar a sus
hijos
✦ Aislamiento social, migración frecuente, malas
condiciones de vivienda
✦ Pobreza y/o desempleo, trabajador sin califica-
ción, pobre educación
✦ Abuso de alcohol y/o drogas
✦ Historia de conducta criminal y/o intento de
suicidio
✦ Mujer embarazada en el posparto o con enfer-
medad crónica
Por otra parte, existen algunas características en los
niños y las niñas que hacen que aumente la proba-
bilidad de ser maltratados o que la severidad de las
lesiones sea mayor. Las características descritas
como de más alto riesgo en los niños, son:
✦ Maltratado o abandonado previamente
✦ Menor de 5 años en el momento del maltrato o
abandono
✦ Prematuro o de bajo peso al nacer
✦ Bajo peso al momento de la detección del
maltrato
✦ Defecto de nacimiento, enfermedad crónica,
retraso psicomotor
✦ Separación prolongada de la madre
✦ Llanto frecuente, dificultad en ser consolado
✦ Dificultades en la alimentación o en el control
de esfínteres
✦ Adoptado, hogar sustituto o hijastro
✦ Discapacidad, alteración del desarrollo psico-
motor
✦ Desagradable físicamente
25
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil
✦ Con llanto chillón o agudo
✦ Aquellos en los cuales no pudo desarrollarse
adecuadamente el sistema de vinculación afec-
tiva. Donde la vinculación afectiva adecuada de
la madre hacia el niño fue interrumpida por
alteraciones en el trabajo de parto, en el parto,
por separación neonatal, por enfermedad de la
madre o enfermedad del bebé en el primer año
de vida. (Lynch, 1976)
La disfuncionalidad en la pareja, determina que no
puedan alternarse el control en el cuidado de los
hijos. Lo que ocurre en general es que mientras
uno maltrata activamente, el otro observa pasiva-
mente o activamente encubre el maltrato. En una
familia normal, por el contrario, los padres se alter-
nan la contención, el control y demás actividades
de la crianza de los hijos.
La enfermedad mental en los padres o cuidadores
también ha sido descrita como una de las situacio-
nes de riesgo para los niños, especialmente cuan-
do se trata de depresión crónica, trastornos de
personalidad (especialmente la personalidad socio-
pática, y la border-line), psicosis, retardo mental y,
de manera relevante, alcoholismo y cualquier
forma de drogadicción. Cabe recordar que el mal-
trato activo hacia los niños o por negligencia está
descrito como una de las características diagnósti-
cas de la personalidad sociopática (DSM IV, 1995).
Sin embargo, la relación entre la enfermedad men-
tal y el maltrato a los niños no tiene una causali-
dad lineal, porque evidentemente existen padres
con los mismos diagnósticos anteriormente men-
cionados que no maltratan a sus hijos. Tal como se
ha descrito anteriormente, tienen que existir varios
factores que operen simultáneamente para que el
maltrato se produzca. Sin embargo, en quienes
lesionan a sus hijos es evidente que el funciona-
miento general del psiquismo está comprometido y
eso se manifiesta en baja autoestima; bajo control
26
de los impulsos; baja tolerancia a la frustración;
presencia de malestar psíquico; estar centrados
sobre sí mismos y tener pobre empatía con el niño.
Es importante anotar que todos los psiquiatras y
psicólogos tienen una oportunidad de oro para la
prevención del maltrato infantil y el abuso sexual,
si dentro de la consulta de cualquier enfermo men-
tal realizan una investigación de cuántos niños
están alrededor de este y cómo es la relación entre
el paciente y el niño.
El concepto más importante de entender es que la
sincronicidad y una cierta articulación de estos
factores de riesgo de padres y niños sumada a la
ausencia de factores protectores es lo que deriva
en la situación del maltrato infantil.
C. Situaciones que
Probablemente Provienen de
Maltrato Infantil y Deben
Notificarse
1. ABUSO FÍSICO
✦ Muerte de un niño sin una causa clara y con
una historia pobre o sospechosa
✦ Negligencia. (Demora en la búsqueda de aten-
ción, falla en el desarrollo psicomotor sin expli-
cación, ingestión de un medicamento con una
historia sospechosa, deshidratación severa sin
explicación satisfactoria)
✦ Lesiones en la piel (múltiples, que impliquen el
uso de un instrumento)
✦ Abuso Prenatal Lesiones en la cabeza
• Hematoma subdural sin historia adecuada
• Fractura de cráneo sin historia o con una
historia sospechosa de haber sido causada
intencionalmente.
 CLASES DE MALTRATO INFANTIÑ GENERALIDADES

✦ Quemaduras 2.LESIONES EN LA CABEZA

• quemaduras que implican negligencia
• quemaduras sin historia apropiada ✦ Evidencia del Síndrome del Bebé Zarandeado
✦ Lesiones óseas (fracturas de los huesos largos ✦ Lesión neurológica importante explicada por
sin explicación satisfactoria) una caída “rutinaria”
✦ Negligencia en el propio cuidado
✦ Abuso materno de alcohol y otras drogas,
madre víctima de maltrato 3. QUEMADURAS PRODUCIDAS
DELIBERADAMENTE

2. ABUSO EMOCIONAL ✦ Producidas por cigarrillo, en diferentes niveles

de cicatrización
Evidencias de la ocurrencia de abuso emocional ✦ En forma de guante, producidas por algún
tales como pérdida de pelo, intento de suicidio, líquido
abuso de otro niño, niño con afecto plano, sin dis- ✦ En forma de plancha, en la espalda, dorso de
criminación afectiva. la mano, nalgas
✦ En el área del pañal
✦ En el dorso de la mano
3. ABUSO SEXUAL ✦ En ambas manos, acompañadas de otras lesiones

Lesiones en los genitales

Explotación sexual infantil con fines comerciales 4. LESIONES ÓSEAS

✦ Fractura de las articulaciones costo vertebrales

✦ Fractura de las costillas en la parte posterior
D. Situaciones que Evidencian ✦ Fractura metafiseal con avulsión
Maltrato Infantil y Deben ✦ Dos o más fracturas en diferente nivel de cica-
trización
Ser Notificadas
✦ Múltiples fracturas de cráneo
Inmediatamente * ✦ Fractura en un hueso largo en un niño que
todavía no camina. ●
1. ABUSO FÍSICO

Negligencia severa (abandono, períodos largos sin “Para el médico informado, los huesos cuen-
supervisión, demora en buscar ayuda para una tan las historia que el niño no puede contar
enfermedad grave del niño, deprivación materna) por ser demasiado joven o tener demasiado
miedo”
C. Henry Kempe.

* Protocolos modificados de Child Maltreatment. A Clinical Guide and Reference. A. E. Brodeur, J.A. Monteleone, St. Louis, 1994.

27
CARACTERÍSTICAS Y BASES
PARA EL
DIAGNÓSTICO
DEL ABUSO
FÍSICO
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil
L ABUSO FÍSICO es la variedad tal vez
E más obvia de toda la amplia gama de
lesiones que pueden infligirse a los niños.
Indudablemente es el tipo de maltrato
más visto por los médicos en los servicios de
urgencias. El abuso físico se refiere a cualquier
tipo de violencia física, sin importar si deja o no
una huella en el cuerpo del niño (Casas, 1998).
Ningún médico o personal de salud entrenado en
atención de maltrato tiene dificultad en hacer el
diagnóstico a un niño con múltiples lesiones en
diferentes partes del cuerpo, con diferentes esta-
dios de cicatrización; sin embargo, existen en rea-
lidad muchos tipos de lesiones más complicadas
de diferenciar.
Para el correcto diagnóstico, especialmente de las
lesiones que son presentadas en la institución de
salud como accidentales es fundamental la correla-
ción con la etapa de desarrollo en la cual el niño
se encuentra y aplicar el sentido común. Un
ejemplo de esto es que ningún niño antes de cami-
nar por sí mismo puede causarse una fractura de
cráneo o de los huesos largos. Menos puede cau-
sarse a sí mismo una quemadura con un líquido
caliente.
30
También debe recordarse que la especie humana
se mueve y explora los objetos de frente, por lo
que la mayor parte de las lesiones accidentales que
un menor de edad pudiera causarse estarán en un
solo plano del cuerpo, en general el anterior. Son,
por lo tanto, más sospechosas de ser maltrato todas
las lesiones laterales y posteriores. El caso típico
es la quemadura del niño en la parte posterior del
cuerpo que generalmente se produce porque le
han lanzado algún líquido hirviendo desde atrás.
La frente, la nariz, la mandíbula, las palmas de las
manos, los codos son zonas del cuerpo que tien-
den normalmente a lesionarse en los accidentes,
no así las zonas más inaccesibles del cuerpo como
son el área genital y perianal, donde casi todas las
lesiones como equimosis o inflamaciones sin expli-
cación clara son provocadas por maltrato. Son
típicas ciertas áreas del cuerpo utilizadas para el
castigo físico tales como las nalgas, el dorso de las
manos, los genitales, el abdomen, la espalda y las
partes laterales de la cara, comprometidas general-
mente por bofetadas severas, que dejan las señales
de los dedos marcadas.
Las mordeduras humanas desafortunadamente son
frecuentes y se pueden observar tanto en los niños
 CARACTERÍSTICAS Y BASES PARA EL DIAGNÓSTICO DEL ABUSO FÍSICO

que llegan buscando atención en salud como en las

autopsias. Se constituyen en la huella del abusador
ya que cada mordedura permite al profesional entre-
nado identificar plenamente al maltratador debido a
la forma típica de cada dentadura y son un indica-
dor de que el niño o la niña están en grave peligro.
Está claro que los niños y las niñas con mordeduras
humanas presentan alto riesgo de ser asesinados
(Lambert, 2001), por lo cual es necesaria una medi-
da de protección inmediata. Se debe tomar inme-
diatamente una fotografía de la lesión. Así mismo,
el odontólogo puede diferenciar fácilmente la mor-
dedura de un niño de la de un adulto.
Son también clásicas las lesiones en la piel como
las equimosis, con o sin excoriaciones, de forma
definida y cuyas huellas repiten el instrumento con
el cual fueron hechas: cable de plancha, correa,
ganchos de ropa, entre otros. Igualmente las lesio-
nes circulares alrededor de las extremidades mues-
tran que el niño fue amarrado, lo cual puede llevar
a detener la circulación completamente y a gene-
rar un síndrome de compartimentos con edema.
En cuanto a las lesiones en la cabeza, varios
investigadores (Nimityongskul y Anderson, 1987;
Smith, 1975; Williams, 1991), han demostrado que
en la mayoría de los casos los accidentes y caídas
normales de los niños, (caídas desde la cama o
desde sillas, por ejemplo), no llevan a fracturas
complicadas ni a lesiones cerebrales graves. Es
decir, que fracturas bilaterales de cráneo, con diás-
tasis, edema cerebral, hemorragias retinianas y
hematomas subdurales o epidurales deben hacer
sospechar inmediatamente la posibilidad del mal-
trato como causa fundamental.
Los hematomas subdurales son las lesiones provo-
cadas más peligrosas, pues pueden llegar a causar
la muerte o dejar graves secuelas. Se ha demostra-
do que por lo menos 95% de las lesiones intracra-
neanas serias que ocurren en el primer año de vida
son producto de maltrato físico (Billmire, 1985).
Generalmente los niños con hematoma subdural
presentan irritabilidad, vómito, disminución de la
conciencia, dificultad respiratoria, a veces con epi-
sodios de apnea, fontanela abultada y convulsio-
nes. El hematoma subdural clásico se presenta con

31
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil

fractura del cráneo y se produce por un golpe

directo del cuidador al niño o por lanzarlo con
fuerza contra la pared.
Otra de las lesiones físicas que pueden observarse
en los niños maltratados son las producidas por
arrancamiento crónico del pelo, lo cual lleva a alo-
pecia. Es bueno recordar que cuando es de origen
traumático se presenta hemorragia galeal.
Una categoría de especial cuidado es la constitui-
da por aquellos padres o cuidadores que explican
la lesión del niño como auto infligida, pues muy
rara vez (aún en una pataleta), los niños se hacen
daño a sí mismos. Estos niños requieren protec-
ción inmediata pues tienen un riesgo muy alto de
ser asesinados rápidamente.
En cuanto a las lesiones oculares, en los niños mal-
tratados pueden verse cataratas traumáticas, hifema
agudo y desprendimiento de la retina. Las heridas
abdominales se producen por un golpe directo con
las manos, con los pies o con un instrumento con-
tundente y constituyen la segunda causa de muerte
de los niños maltratados pues, al contrario de lo
que ocurre en el tórax, los órganos abdominales
no están protegidos por estructuras óseas.

Las lesiones más frecuentes son: ruptura del hígado

o del bazo, perforaciones intestinales, hematomas
del duodeno o del yeyuno proximal, ruptura de
los vasos sanguíneos, lesiones de páncreas y lesio-
nes de los riñones o de la vejiga. En general el
diagnóstico de maltrato infantil se debe considerar
en todo abdomen agudo sin explicación clara.

32
 CARACTERÍSTICAS Y BASES PARA EL DIAGNÓSTICO DEL ABUSO FÍSICO
A. Traumas Accidentales y
No Accidentales
Para la diferenciación entre el trauma accidental y
el no accidental, de acuerdo con B. Schmitt, es
importante tomar en consideración los siguientes
puntos:
✦ La historia del evento tiene testigos. Alguna
persona adulta presenció cómo ocurrió el inci-
dente en el cual el niño se lesionó. Si un niño
cuenta la historia de haber sido lesionado por
un adulto esto es, generalmente, cierto.
Igualmente, si un padre acusa a otro, esto tam-
bién es generalmente cierto , a no ser que haya
un divorcio o un conflicto por la custodia del
niño, en cuyo caso la decisión es más difícil
pero no descarta automáticamente el maltrato.
✦ Lesión de origen no explicado. Esta situación
se produce cuando los padres niegan la existen-
cia o no pueden explicar el origen de las lesio-
nes que el personal de salud descubre al exami-
nar el niño.
✦ La historia no es creíble, ni pr obable. La lesión
encontrada no corresponde al nivel de desarro-
llo alcanzado por el niño. Es decir, las destrezas
motoras y cognitivas del niño no permiten pen-
sar que él mismo pueda haberse causado la
lesión de manera accidental.
✦ Los padres alegan que el niño se causó la
lesión a sí mismo. Sin embargo esto no es posi-
ble por el nivel de desarrollo del niño. Estos
son, como se dijo anteriormente, casos de ries-
go muy alto.
✦ Se culpa a los hermanos del niño. Sin embargo
hay inconsistencia o contradicción en la histo-
ria y los hermanos no tienen las destrezas sufi-
cientes para causar la lesión.
✦ El retraso en la búsqueda de atención médica.
Esta una de las características más importantes en
los traumas intencionalmente infligidos, inclusive
a veces se lleva al niño al servicio médico cuan-
do su estado de salud es ya muy grave o cercano
a la muerte. En cada ocasión estos padres llevan
al niño a distintas instituciones de salud.
B. Actividades en Pacientes
con Abuso Físico
Las siguientes actividades deben realizarse en todo
paciente con abuso físico:
1. REUNIÓN DE ANTECEDENTES -
HISTORIA DE LA LESIÓN
Debe realizarse inmediatamente el niño llega a la
institución de salud, pues esto ayuda a impedir
33
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil
que los padres o cuidadores cambien la versión.
Debe preguntarse cuidadosamente dónde y cómo
ocurrió la lesión, si el informante presenció el even-
to, la altura y la forma de la caída, la secuencia de
los hechos, el tiempo que pasó hasta que se obtu-
vo atención médica. No se debe olvidar que si el
niño es mayor de tres o cuatro años puede sumi-
nistrar información valiosa, pero debe ser entrevis-
tado a solas, sin la presencia de los padres.
2. REALIZACIÓN DE EXAMEN FÍSICO
Debe examinarse toda la piel de niño, poniendo
especial cuidado en los genitales, cavidad oral y
conductos auditivos, pues pueden encontrarse
lesiones ocultas. Igualmente deben palparse los
huesos y las articulaciones, verificarse el peso y la
talla y realizarse un fondo de ojo, buscando
hemorragias en la retina. Preferiblemente debe
describirse detalladamente la lesión y documentar-
se debidamente. Esto puede ser fundamental para
una posterior acción legal a que haya lugar.
3. SOLICITUD Y ANÁLISIS DE
AYUDAS DIAGNÓSTICAS
✦ SERIE ÓSEA PARA TRAUMA. Todo caso sospe-
choso de maltrato por debajo de los dos años de
edad debe investigarse para fracturas nuevas o
recientes, pues a esta edad es difícil descartar las
fracturas sólo por la palpación. Hasta los cinco
años de edad la conducta más apropiada es tam-
bién realizar la serie ósea, a no ser que el niño
presente lesiones muy pequeñas. Después de los
cinco años la serie ósea es necesaria solamente
si se encuentran en la palpación áreas sospecho-
sas o si hay limitación y dolor en la movilidad.
34
✦ PRUEBAS DE LABORATORIO. Con ellas se
puede descartar un desorden de coagulación,
como origen de lesiones equimóticas. Sin
embargo ha habido casos de niños con hemofi-
lia y maltrato físico simultáneamente, de muy
difícil evaluación.
4. TOMA DE FOTOGRAFÍAS
Deben fotografiarse las lesiones, lo más pronto
posible, recordando que los niños cicatrizan rápi-
damente, especialmente en el área de las mucosas,
y así se pierde evidencia crucial.
5. REALIZACIÓN DE EXAMEN A LOS
HERMANOS DE LA VÍCTIMA
Hasta 20% de los hermanos de un niño maltratado
pueden haber sido lesionados en el mismo inci-
dente, por lo que es muy importante localizar a los
hermanos de la víctima identificada. (Lar, Brocee,
Grossman, 1974).
6. OTRAS ACTIVIDADES
IMPORTANTES
Si la impresión diagnóstica es de maltrato infantil en
cualquiera de sus formas, debe realizarse un reporte
a las autoridades de Protección y Justicia, depen-
diendo de la severidad de las lesiones o si se trata
de un delito penal, como en el abuso sexual. ●
CARACTERÍSTICAS Y BASES
PARA EL
DIAGNÓSTICO
DEL ABUSO
PSICOLÓGICO
O EMOCIONAL
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil
PESAR DE QUE ES COMÚN la creencia
A de que el maltrato psicológico es difícil
de definir y de diagnosticar, se encuen-
tra relativamente bien estudiado. Es
muy importante que se reconozca y trate oportu-
namente, pues sus huellas tienen mucha relevancia
para la mayoría de los pacientes que asisten a con-
sulta psicológica, a veces después de soportar
años de dolor psíquico profundo. Así mismo, el
maltrato psicológico está presente en todas las
demás formas de maltrato y es, sin ninguna duda,
extremadamente frecuente.
Debe entenderse que el maltrato emocional inte-
rrumpe el desarrollo del yo, de la competencia
social y de la capacidad de apego y empatía de los
niños, todo lo cual puede llevarlos a tener compor-
tamientos destructivos y a impedir la construcción
de un sentido de ética social.
El maltrato psicológico, ya sea intencional o no,
indudablemente forma parte, como se ha dicho,
del abuso físico y del sexual. Por esta razón no
debe olvidarse que cualquier caso detectado de
abuso físico o sexual debe remitirse, en la medida
de lo posible a tratamiento psicoterapéutico, con el
fin de reparar los daños psíquicos e impedir la for-
mación de adultos incapaces de funcionar adecua-
damente en la sociedad.
A. Formas del Maltrato
Psicológico o Emocional
De acuerdo con Garbarino, pionero de la descrip-
ción de las formas de maltrato emocional, son:
✦ IGNORAR al niño y fracasar en proveer la esti-
mulación, la respuesta y la validación del niño
dentro de la familia
36
✦ RECHAZAR los valores del niño, sus necesida-
des y requerimientos de validación
✦ AISLAR al niño de la familia y de la comunidad,
negando su necesidad de contacto humano
✦ ATERRORIZAR al niño con continuos ataques
verbales creando un clima de miedo, hostili-
dad y angustia, lo que lleva a que desarrolle
sentimientos profundos de inseguridad
✦ PERVERTIR al niño estimulando el comporta-
miento autodestructivo o antisocial hasta cuan-
do se vuelve incapaz de una interacción social
normal
✦ ATACAR VERBALMENTE al niño con apodos,
amenazas severas y palabras sarcásticas que
humillan y lesionan su autoestima
✦ PRESIONAR al niño continuamente para que
“crezca rápido” y alcance logros muy tempra-
nos para su nivel de desarrollo en áreas tales
como la escolaridad, las destrezas motoras y la
interacción social, que lo llevan a sentir y pen-
sar “que nunca es suficientemente bueno”
B. Comportamiento de los
Padres que Maltratan
Psicológica o
Emocionalmente
Dentro de los comportamientos reportados en los
padres que maltratan emocionalmente ignorando
al niño, se encuentran:
Son padres que no responden a las necesidades
emocionales del niño, no lo estimulan de una
manera adecuada; no establecen contacto visual
con el hijo; no lo llaman por su propio nombre; no
presentan reacción alguna frente a la presencia del
niño; no le demuestran su afecto, ni tienen intimi-
dad psicológica con él.
 CARACTERÍSTICAS Y BASES PARA EL DIAGNÓSTICO DEL ABUSO PSICOLÓGICO O EMOCIONAL
De otro lado, en los estudios clásicos de Spitz
(1946), se estableció que la deprivación socioemo-
cional (también conocida como depresión anaclíti-
ca), que ocurre en los niños recluidos en institu-
ciones, produce un daño psicológico intenso a
pesar del cuidado médico y desencadena altas
tasas de mortalidad que alcanzan el 30%.
Las madres con depresión profunda, las esquizofré-
nicas y aquellas que presentan desórdenes del
carácter son una población de muy alto riesgo
para maltratar por deprivación a sus hijos.
Los comportamientos observados en los padres
que rechazan a sus hijos son:
✦ Ser negligentes en conseguir para el niño acce-
so a los servicios educativos y de salud
✦ Ridiculizar permanentemente al niño
✦ Criticar al niño, sus características y comporta-
mientos.
✦ Negarse a darle la autonomía al niño, de acuer-
do a su nivel de desarrollo.
✦ Confundir al niño en la formación de su identi-
dad sexual. (Se han documentado casos de
niños vestidos como si fueran del otro sexo,
durante años.)
✦ Desconocer los afectos del niño por determina-
das personas.
✦ Rechazar las ideas, pensamientos o gustos del
niño.
✦ Ridiculizar o castigar los comportamientos pro-
pios de una determinada edad del niño con el
pretexto de que son “inmaduros”
✦ Atribuirle a niños características inadecuadas e
indeseables.
✦ Tratar a los adolescentes como si fueran niños
pequeños.
✦ Obligar al niño a proteger al adulto y satisfacer
sus necesidades, en una clara inversión de los
roles padres-hijos.
✦ Obligar al niño a realizar actividades domésti-
cas que el adulto no quiere realizar y para las
que el niño no está preparado como cuidar a
sus hermanitos o cocinar.
Los factores familiares que se han visto asociados
con el rechazo de los niños son:
• embarazos indeseados
• falta de participación del padre en la crianza
• disfunción marital
• falta de tiempo para sí mismo por parte del
cuidador
• aislamiento familiar del apoyo de su comunidad
El aislamiento de los niños de sus pares u otras per-
sonas de la comunidad que les impide el desarrollo
de destrezas sociales puede darse por padres extre-
madamente asustados e inseguros que tratan de pro-
teger a sus hijos sobrevalorando los peligros de la
interacción social, aunque también es muy frecuen-
te en las familias donde ha ocurrido abuso sexual.
Algunos de los comportamientos de los padres que
aíslan a los niños son:
✦ Impedir que el niño participe en las actividades
de la familia
✦ Impedir las relaciones normales del niño con
otros niños de su edad.
✦ Evitar que el niño participe en las actividades
sociales del colegio
✦ Evitar el contacto físico con el niño (no acari-
ciarlo o abrazarlo, por ejemplo)
✦ Enseñarle a desconfiar de todos sus amigos o
pares
✦ Encerrar rutinariamente al niño en su cuarto, o
en otro sitio de la casa
✦ Castigar los intentos del niño de interacción
social
✦ Esconder al niño del mundo extrafamiliar
Por su parte, los padres que aterrorizan a los niños,
37
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil
utilizan los miedos infantiles normales amenazán-
dolos con castigos extremos o situaciones que, por
su edad y nivel de desarrollo psíquico, el niño no
puede entender. Muchos de los pacientes adultos
que asisten a psicoterapia recuerdan haber sido
amenazados rutinariamente por los padres y en su
comportamiento y reacciones se evidencia un
daño importante en su autoestima y en su capaci-
dad de confiar en otros seres humanos.
Algunos de los comportamientos de los padres que
maltratan aterrorizando a los niños son:
✦ Amenazar al niño con frases excesivamente
fuertes o potencialmente lesivas que le produ-
cen miedo intenso
✦ Amenazar al niño con cuchillos, navajas, armas
de fuego u otros elementos similares
✦ Utilizar formas extrañas de disciplina, inconsis-
tentes e impredecibles para el niño
✦ Tener comportamientos extraños, caóticos, que
atemorizan al niño.
✦ Reírse o ridiculizar el miedo o los temores del
niño
✦ Negarse a consolarlo ante situaciones de angus-
tia o miedo
✦ Utilizar continuamente amenazas de suicidarse
para controlarlo o de abandonar al niño
✦ Amenazar al niño con lesionar a otro en pre-
sencia de él (clásicamente, maltratar a la madre
frente a los hijos o matar a su mascota)
✦ Conscientemente permitir que el niño presencie
o se involucre en actividades violentas en su
comunidad
✦ Amarrar o amordazar al niño
✦ Permitir que otros aterroricen al niño (por ejem-
plo, la empleada del servicio doméstico o cuida-
dor sustituto que utiliza mecanismos de control
inapropiados en ausencia de la madre o el padre
y estos fracasan en proteger al hijo o deliberada-
mente permiten el uso de tales mecanismos)
38
Los padres o adultos que maltratan emocionalmen-
te a los niños mediante la corrupción se caracteri-
zan por enseñar y reforzar comportamientos antiso-
ciales. Esto produce que los niños no estén en la
capacidad de funcionar de acuerdo con las normas
sociales y culturales predominantes y sean conduci-
dos a formas desadaptadas de convivencia y, en
algunos casos, a la marginalidad social. La corrup-
ción puede darse en áreas tales como la sexuali-
dad, la violencia o el consumo de drogas tóxicas.
De especial interés es el uso de los niños en la
explotación sexual comercial, actividad estimulada
por adultos a quienes no les importa el daño per-
manente y profundo en lo físico y psicológico que
les causan. Adicionalmente, existe la posibilidad de
contagio de enfermedades de transmisión sexual,
que pueden poner en riesgo inclusive la vida del
niño sin que esto tampoco sea considerado.
Muchos de estos padres repiten su propia historia
en los hijos transmitiendo pautas de comporta-
miento antisocial y, como lo muestran varias inves-
tigaciones, sin lugar a dudas existe una estrecha
relación entre el comportamiento criminal y el
maltrato infantil (Duncan, 1958; Eason y
Steinhilber 1961; Menllinger, 1963; Curtis, 1963;
Miller, 1980; Cerce, 1988).
De acuerdo con Pearl (1998), algunos de los com-
portamientos frecuentes en los padres que abusan
emocionalmente de sus hijos mediante la corrup-
ción son:
✦ Permitir y fomentar que el niño vea material
pornográfico
✦ Enseñar al niño a realizar comportamientos
sexualmente abusivos, con otras personas o
niños
✦ Enseñar al niño comportamientos antisociales
✦ Reforzar positivamente los comportamientos
antisociales del niño, aprobándolos y estimu-
lándoles
 CARACTERÍSTICAS Y BASES PARA EL DIAGNÓSTICO DEL ABUSO PSICOLÓGICO O EMOCIONAL
✦ Ayudar o utilizar al niño para la realización de
actividades antisociales
✦ Enseñar al niño que “lo bueno es malo y lo
malo bueno”, impidiendo una adecuada socia-
lización y formación de valores éticos
✦ Suministrar drogas tóxicas al niño (alcohol,
tabaco, cocaína, marihuana y otros)
Los padres que maltratan a través de los ataques
verbales lo hacen generalmente utilizando apodos
sarcásticos, amenazas, críticas inmerecidas, grose-
rías y gritando continuamente al niño, de tal
manera que terminan lesionando severamente su
autoestima.
Otra de las formas de lesionar emocionalmente al
niño es presionándolo para que realice actividades
que están por encima de su capacidad, de acuerdo
con su desarrollo psicomotor. Muchas veces para
los padres y maestros es más importante el logro
académico que el bienestar psíquico del niño. De
hecho, una de las observaciones del personal de
salud entrenado en maltrato infantil es que este
aumenta hacia el final del año escolar. También es
frecuente que se presente en el momento más críti-
co en la escolaridad que es cuando el niño empie-
za a aprender a escribir y leer. Tradicionalmente la
sociedad legaliza la violencia con frases como “la
letra con sangre entra”, aunque el objetivo –como
dijo Goethe– debería ser: “sólo aprendemos de
quien nos ama.”
Otro de los momentos críticos en cuanto al maltra-
to emocional, y no pocas veces físico, se relaciona
con la etapa del control de esfínteres que nunca
debe intentarse antes de los dos años, pues el des-
arrollo neurológico no lo permite y podrían pre-
sentarse daños en la estructura psíquica del niño.
C. Causas del Abuso
Psicológico o Emocional
Existen diferentes aproximaciones a esta situación
que pasan por lo psicológico y lo social, hasta lle-
gar a enfoques como el de desarrollo y el ecológi-
co. Pero probablemente, como en otras formas de
maltrato, es la sincronicidad de factores y su arti-
culación lo que lleva a la situación del abuso emo-
cional.
Los siguientes factores pueden ser útiles para eva-
luar el riesgo que presentan los padres de abusar
emocionalmente a sus hijos:
1. Presencia o ausencia de mecanismos de enfren-
tamiento bajo situaciones de tensión (tipo de
mecanismos de defensa que se utilizan en situa-
ciones de emergencia)
2. Grado de integración o aislamiento de la familia
3. Presencia o ausencia de red de soporte psicoso-
cial, entendiendo por ella el conjunto de rela-
ciones sociales de un individuo que le llevan a
tener la percepción de que es amado y cuida-
do, valorado y estimado y que pertenece a un
sistema de derechos y obligaciones
D. Indicadores del abuso
emocional en el niño
1. PSICOSOCIALES
Incapacidad para disfrutar la vida, comportamien-
to pseudomaduro, precocidad sexual, mentiras
constantes, robar, negarse a aceptar la responsabi-
lidad de sus actos, pataletas frecuentes, actos
extravagantes, baja autoestima, actos compulsivos,
39
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil

comportamiento agresivo o desafiante, búsqueda drome de deprivación materna, el enanismo por

de amor y aceptación siempre fuera de su familia deprivación, trastornos de diferente gravedad en
y comunidad. el desarrollo del apego normal (Bowlby, 1977). ●

2. COGNITIVOS

Problemas de aprendizaje, déficit de atención,

hipervigilancia, hiperactividad, retardo del lengua-
je, retardo en el desarrollo motor y falta de activi-
dad exploratoria.

3. FÍSICOS

Retardo en el crecimiento sin causa orgánica, ena-

nismo por deprivación, propensión a los acciden-
tes, autodestructividad, heridas que cicatrizan
demasiado lentamente, problemas de la alimenta-
ción como anorexia, bulimia, obesidad, problemas
gastrointestinales frecuentes, bajo nivel de energía,
letargo y desórdenes del sueño.

E. Consecuencias del Abuso

Psicológico o Emocional

Las consecuencias del abuso psicológico pueden

ser muchas dependiendo de la severidad y del
momento del desarrollo psicomotor en el cual
ocurren.
Algunas de las consecuencias que se han relacio-
nado con el abuso emocional son los trastornos
psiquiátricos tales como la depresión, los desórde-
nes del carácter, la personalidad múltiple y la hipe-
ractividad; el comportamiento autodestructivo o
antisocial, el retardo en el desarrollo psicomotor,
la dificultad en la interacción social y personal,
los desordenes del sueño y la alimentación, el sín-

40
CARACTERÍSTICAS Y BASES
PARA EL
DIAGNÓSTICO
DEL ABUSO
SEXUAL
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil
E ACUERDO CON MRAZEK (1981), el
D abuso sexual consiste en el uso sexual
de un niño o una niña por parte de un
adulto para la satisfacción de sus nece-
sidades sexuales, sin consideración de su desarro-
llo psicosexual. Es decir, la persona adulta que
pasa por encima de las consecuencias físicas y psí-
quicas que el acto puede provocar en el niño, con
el sólo objetivo de satisfacer sus necesidades. Hoy
en día se sabe que los adolescentes reportan el 30
% del abuso sexual y son una población muy
importante a considerar, especialmente porque una
vez diagnosticados pueden tener un tratamiento
rehabilitatorio exitoso. También deben considerarse
los niños pequeños que abusan de otros niños,
aprovechando su mayor desarrollo, estatura o el rol
asignado en la familia.
También se ha descrito el abuso sexual como el
involucramiento de un niño, dependiente e inma-
duro en su desarrollo, en actividades sexuales que
él no comprende totalmente y para las cuales no
puede dar un consentimiento informado y que a
su vez violan los tabúes sociales (Krugman, 1987).
Las investigaciones reportan que la mayoría de los
niños víctimas de abuso sexual lo son antes de
cumplir los doce años de edad y por lo menos
80% es víctima de abuso por parte de un familiar
o un conocido (Comte, 1984).
El abuso sexual puede tener consecuencias perma-
nentes para la víctima pues es una de las formas
de maltrato que se encuentra más claramente aso-
ciada a la aparición de enfermedades mentales,
tales como la personalidad border-line, el suicidio,
el comportamiento impulsivo, las disfunciones
sexuales, la depresión, los trastornos de ansiedad y
el síndrome de estrés postraumático. En las vícti-
mas es frecuente encontrar sentimientos de rabia y
hostilidad intensa, labilidad emocional, baja auto-
estima, dependencia exagerada, desconfianza y
42
erotización inapropiada de las relaciones interper-
sonales, asociadas al sentimiento de haber sido
traicionadas por personas en las que confiaron.
A. Tipos de Abuso
Sexual Infantil
Existen, según Ruth y Henry Kempe, diferentes
categorías de causalidad y categorización de los
tipos de abuso sexual:
CATEGORIAS DE
ABUSADORES SEXUALES
Las siguientes categorías diagnósticas pertenecen al
capítulo de las parafilias, o desviaciones de la
sexualidad normal.
1. PAIDOFILIA (DSM IV, F 65.4, CIE 302.2)
Denota la preferencia de una persona adulta por
un niño o niña prepuberal, menor de trece años,
como objeto de su excitación sexual. El individuo
debe ser mayor de 16 años y tener por lo menos 5
años más que el niño. Así mismo es mucho más
frecuente en los hombres por lo que afecta mayor-
mente las niñas son las víctimas. Algunos se exci-
tan sólo con niños, otros sólo con niñas y algunos
lo hacen indiscriminadamente con ambos sexos.
Algunos pedófilos (pedofilia exclusiva) se excitan
exclusivamente con niños y otros lo hacen con
adultos y niños (pedofilia no exclusiva). Puede
incluir un amplio rango de actividades sexuales
con los niños: mirarlos desnudos, acariciarlos,
estimular sus genitales, masturbarse frente a ellos o
penetrarlos tanto digitalmente, como con el
 CARACTERÍSTICAS Y BASES PARA EL DIAGNÓSTICO DEL ABUSO SEXUAL
miembro u objetos extraños, efectuar felación o
cunnilingus. Generalmente emplean la seducción
o se aprovechan de las necesidades afectivas no
satisfechas del niño y con menos frecuencia utili-
zan la fuerza física o las amenazas para lograr
someter al niño al abuso sexual.
Estos individuos pueden limitarse a sus propios
hijos, pero también puede tener actividades con
niños familiares o simplemente conocidos. Muchos
de estos individuos utilizan distintos mecanismo
para tener acceso a los niños, desde poner un jar-
dín infantil, hasta casarse con una mujer que tenga
hijos de la edad en que los prefieren, o adoptarlos
en países en vías de desarrollo (DSM IV). El curso
de este trastorno es crónico y los pedófilos que tie-
nen preferencia por los niños de su propio sexo
suelen tener peor pronóstico y más recidivas.
2. EXHIBICIONISMO (DSM IV, F65.2, CIE 302.4)
Significa la exposición de los genitales de un adul-
to hombre frente a mujeres o niños, con el propó-
sito de excitarse a partir de la exhibición del pene
en erección, pudiendo o no masturbarse. En gene-
ral no se toca físicamente a la víctima, es un tras-
torno exclusivamente masculino y es claramente
de naturaleza compulsiva. El exhibicionista busca
generalmente asustar a la víctima para tener gratifi-
cación sexual y presenta una marcada incapacidad
para tener relaciones sexuales normales.
3. VOYEURISMO (DSM IV, F 65.3)
Consiste en la obtención de excitación sexual
mirando clandestinamente la actividad sexual de
otras personas o la desnudez, consiguiendo la gra-
tificación por masturbación durante o después del
acto voyerista. Generalmente no hay contacto físi-
co con la víctima. Este trastorno suele ser crónico y
comenzar antes de los quince años de edad.
4. SADISMO SEXUAL (DSM IV, F65.5, CIE 302.84)
La característica esencial del sadismo implica actos
reales en los que el sufrimiento físico o psicológi-
co, incluyendo la humillación de la víctima, es
necesario para lograr la excitación sexual. Los
actos pueden consistir en golpear, azotar, pinchar,
estrangular, quemar, aplicar descargas eléctricas,
violar, efectuar cortes en la piel, torturar o incluso
matar a la víctima. La gravedad de los actos sádi-
cos suele aumentar con los años.
FORMAS DEL ABUSO SEXUAL
1. TOCAMIENTOS O “VEJACIÓN”
Se refiere al uso de los niños en cualquier tipo de
actividad sexual sin que ocurra la penetración,
como besarlos, acariciarlos o tocarlos en las áreas
genitales, y/o masturbarlos o lograr que el niño
toque o masturbe a los adultos. Es importante
resaltar que es una categoría difícil de probar por-
que generalmente no deja huellas físicas aunque el
daño psíquico puede ser muy grave. Generalmente
se requiere, para su valoración, de la intervención
de psiquiatras forenses o psicólogos con entrena-
miento en la entrevista de los niños y familiarizados
con las distintas etapas del desarrollo y la dinámica
del abuso sexual infantil. Esta es, sin ninguna duda,
la forma más común de abuso sexual, (por encima
del 80% de los casos) y en la cual sólo la palabra
del niño debe ser determinante para la toma de
decisiones de protección. Cuando la protección no
se hace efectiva, puede generarse un silenciamien-
to del niño y acabar con la posibilidad de acceder
a la justicia o peor aún, podría repetirse la victimi-
zación sexual. Las consecuencias psíquicas para
quienes atraviesan por estos abusos son igualmente
graves para casos en los cuales ha ocurrido la pene-
tración, como para aquellos en los que no haya
daño físico ni ruptura del himen.
43
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil
2. PENETRACIÓN
Se refiere al abuso sexual en el cual ocurre pene-
tración en el cuerpo de la víctima, pudiendo ser
oral, vaginal y anal y darse con el pene en erec-
ción, los dedos o cualquier otro objeto. Así mismo
puede presentarse sin utilizar la violencia física, en
la mayoría de los casos, sino utilizando la seduc-
ción; ofreciendo o dando cosas que el niño desea;
usando la autoridad o el rol sobre el niño; valién-
dose de amenazas sobre las personas que el niño
quiere o sobre sus objetos de pertenencia o masco-
tas, casos en los cuales el niño no puede defender-
se solo. Estudios recientes muestran que por la
rápida cicatrización infantil, algunos casos de
abuso sexual pueden haber ocurrido con penetra-
ción sin que esta pueda ser apreciada posterior-
mente, ni siquiera por forenses expertos. De no
realizarse inmediatamente la evaluación forense, la
rápida cicatrización de los niños, puede volver
invisibles las huellas del abuso a que estuvo some-
tido. Es indispensable que el forense esté familiari-
zado con la anatomía de los genitales de los niños,
así como con las variaciones anatómicas normales.
3. VIOLACIÓN O ASALTO SEXUAL
Se define como la relación sexual que ocurre sin el
consentimiento de la víctima, utilizando violencia
física o psicológica, siendo el objetivo la agresión
y no el placer sexual. Como en otras formas de
abuso sexual, el alcohol puede ser el disparador de
abusos de este tipo. En general, el violador tiende
a ser un hombre menor de 35 años. Es importante
recordar que puede violar a muchos niños antes de
ser descubierto por la justicia. La violación de
niñas es más frecuente sin duda alguna, pero tam-
bién pueden agredir niños con consecuencias
igualmente graves. La violación deja en todas las
víctimas síndrome de estrés postraumático, que
requiere tratamiento profesional adecuado.
44
4. EXPLOTACIÓN SEXUAL COMERCIAL DE
LOS NIÑOS Y NIÑAS
4.1 PORNOGRAFÍA INFANTIL
Se define como el uso de menores para la realiza-
ción de material pornográfico como fotografías,
videos o películas donde los niños tienen actividad
sexual con adultos, otros niños y aún con anima-
les. Esta categoría debe tratarse como abuso
sexual infantil, sin importar si los padres o cuida-
dores han consentido el uso.
4.2 PROSTITUCIÓN INFANTIL
Se refiere al uso de los niños para el comercio
sexual. Implica siempre un maltrato severo y gra-
ves lesiones psíquicas en el niño o la niña y, por
supuesto, el riesgo grave de contraer enfermedades
de transmisión sexual como gonorrea o VIH/Sida.
Al igual que la pornografía infantil, debe tratarse
como abuso sexual, sin tener en cuenta el consen-
timiento de los padres del niño para la actividad o
la obligación que le han impuesto de ejercerla.
Como en todos los casos de explotación sexual
comercial, sólo se romperá la cadena cuando sea
penalizado y perseguido seria y eficazmente el
adulto pedófilo que consume prostitución de
niños.
5. ABUSO SEXUAL INCESTUOSO
Se constituye en la categoría más compleja de
abordar tanto terapéutica como legalmente. Se
define como la relación sexual o tocamientos
sexuales entre miembros cercanos de la familia.
No es necesaria una relación de consanguinidad,
pues el padrastro o los hermanastros también están
incluidos en la definición. En líneas generales es
 CARACTERÍSTICAS Y BASES PARA EL DIAGNÓSTICO DEL ABUSO SEXUAL
la categoría que más temor causa en el personal
de Salud, Justicia y Protección porque se constitu-
ye en uno de los tabúes más fuertes de la cultura
occidental y porque muchas veces la salida a la
luz del secreto implica el riesgo de la desintegra-
ción de la familia del niño, la ruptura del vínculo
afectivo entre el padre y la niña, la posibilidad de
quedar completamente desprotegidos en el área
económica, etc. El abuso sexual incestuoso más
frecuente es entre padre e hija, por lo que se consi-
dera dentro de la categoría del maltrato infantil y
se considera que el trauma proviene tanto de la
traición como del tipo de relación que existe.
Su tratamiento debe ser conducido por personal
profesional, con entrenamiento especializado en el
área de abuso sexual, por el nivel de complejidad
que la situación tiene. Otra clasificación importan-
te de tener en cuenta para el abordaje de la situa-
ción es si el abuso sexual es intrafamiliar o extrafa-
miliar, pues como se entiende son problemas
completamente diferentes para su intervención. En
el abuso extrafamiliar, hay más tendencia a la
denuncia que en el intrafamiliar, al mismo tiempo
que en general representa conflictos menos graves
para la víctima y su familia.
B. Condiciones que Aumentan
el Riesgo de Abuso
Sexual Infantil
Algunas de las condiciones que aumentan el riesgo
en el abuso sexual son: el niño o la niña vive sepa-
rado de sus padres biológicos; existe una mala
calidad de vida; los niños tienen algún tipo de dis-
capacidad; existe la presencia de un miembro
familiar alcohólico o drogadicto; se ejerce la pros-
titución en la casa por parte de personas adultas;
hay personas viviendo transitoriamente en la
misma casa que los niños; el cuidador o responsa-
ble de los niños está mentalmente enfermo. Ciertas
madres han sido descritas como no protectoras
(Casas, 1998) o no accesibles psicológicamente
para el niño. La carencia de afecto y atención hace
a los niños víctimas fáciles.
De acuerdo con David Finkelhor (1980), existen
cuatro precondiciones para que el abuso sexual
pueda darse:
1. CONDICIONES PROPIAS DEL ABUSADOR
El abusador tiene congruencia emocional con el
abuso; baja autoestima; sentimientos de ineficien-
cia personal que le llevan a buscar situaciones
donde pueda tener poder; sentimientos de omni-
potencia y control sobre otro; tiene excitación
sexual con niños; presenta un bloqueo de la capa-
cidad para satisfacerse sexualmente con otros
adultos; presenta una historia previa de abuso físi-
co o sexual o ruptura del vínculo afectivo con la
madre en los primeros años de vida.
2. CARENCIA DE INHIBICIÓN INTERNA
El abusador hace caso omiso de la ética, concien-
cia moral o súper yo o inhibe su funcionamiento
mediante el uso de drogas, especialmente del
alcohol.
3. CARENCIA DE INHIBICIÓN EXTERNA
La inhibición externa más importante es la presen-
cia de la madre o un adulto confiable, que pueda
proteger al niño. En el abuso sexual generalmente
falta la presencia de la madre. En ocasiones se des-
conoce que el abuso sexual es una conducta pena-
lizada por la ley o se entiende como “educación
sexual”. En general se niegan las consecuencias
tanto para la salud del niño como de la familia.
45
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil
4. RESISTENCIA DE LA VÍCTIMA
El abusador debe vencer la resistencia del niño
mediante el uso de amenazas, con seducción o
con violencia, para lograr que esté en un contexto
de vulnerabilidad. Es entonces la interacción entre
estas precondiciones, lo que posibilita abuso
sexual. Si bien jamás puede situarse la responsabi-
lidad de la prevención del abuso sexual en los
niños, está claro que darles una educación asertiva
disminuye el riesgo de sufrirlo, así como la adver-
tencia a tiempo de que no todos los adultos son
confiables y que no todas las partes de su cuerpo
pueden ser tocadas por un adulto. El posibilitar
tener control sobre su cuerpo, tan pronto como su
desarrollo psicosexual lo permita, puede ser una
de las mejores defensas contra el abuso sexual. El
expresar en las familias y en las escuelas reglas
claras sobre la sexualidad normal y lo que significa
el consentimiento y el respeto del otro ser humano
es otra forma de proteger a los niños y niñas.
C. Signos y Síntomas
del Abuso Sexual
✦ El niño dice a alguien que ha sido víctima de
abuso sexual
✦ Sangrado en boca, ano o vagina
✦ Infecciones urinarias a repetición
✦ Infecciones de transmisión sexual, especialmen-
te sífilis, VIH/Sida, gonorrea, con las que se
tiene ciento por ciento de certeza, si la madre
no las tiene y por lo tanto no tienen origen peri-
natal. También deben considerarse altamente
compatibles con abuso sexual: Herpes tipo II,
Chlamydia, Tricomonas, condilomas, papovavi-
rus especialmente en niños pequeños. Aunque
46
ha sido difícil de precisar, hay evidencia que los
niños víctimas de abuso pueden estar infecta-
dos con gonorrea (en un rango de 6 al 23% de
los casos, Frau & Alexander). Otra investigación
muestra que niños positivos para HIV por
debajo de los trece años, pueden haber sido
abusados sexual hasta en un 14% de los casos.
(Gutman, 1991).
✦ Infecciones urinarias a repetición.
✦ Dolor en el área genital o anal
✦ Presencia de objetos extraños en ano o vagina
✦ Presencia de desgarros en himen y vagina
✦ Presencia de cicatrices, lineares sin vascularización
✦ Dilatación anal refleja mayor a 20 m.m (sin pre-
sencia de heces)
✦ Disminución del himen, himen circular con
pérdida de la vascularización
✦ Cicatrices en el ano fuera de la línea media.
✦ Enfermedad inflamatoria pélvica.
✦ Presencia de semen en la vagina (espermatozoi-
des, liquido seminal, fosfatasa ácida prostática)
✦ Embarazo en preadolescentes. Las preadoles-
centes embarazadas llegan con alguna frecuen-
cia a los hospitales, generalmente con altos
niveles de tecnología por la complejidad que
se requiere para su atención. Sin embargo, la
experiencia en países como Colombia muestra
que estas situaciones raramente se judicializan,
obviando que el embarazo es una prueba indis-
cutible del abuso sexual de la niña y perdiendo
oportunidades para evitar nuevas víctimas del
mismo abusador.
✦ Comportamiento sexual inapropiado para la
edad: el niño se masturba en una edad en la
que no es normal hacerlo y el comportamiento
masturbatorio se muestra compulsivo y no se
detiene ante los límites de los adultos; presenta
lenguaje sexualizado que demuestra tener
conocimientos sobre la sexualidad por encima
CARACTERÍSTICAS Y BASES PARA EL DIAGNÓSTICO DEL ABUSO SEXUAL
de la edad de desarrollo y la experiencia explo-
ratoria normal de los niños. Puede tener una
disminución notable de los límites en su com-
portamiento, como besar o abrazar indiscrimi-
nadamente, y puede también tocar sexualizada-
mente a otros niños. Adicionalmente puede
exhibir un comportamiento abiertamente
seductor para buscar atención o afecto de los
adultos y tener reacciones exageradas frente a
actividades normales como bañarse o ir al
baño.
✦ Miedo excesivo a tener contactos con personas
del sexo opuesto.
✦ Comportamientos relacionados al estrés:
•Disturbios del sueño: pesadillas, terrores
nocturnos, miedo a la oscuridad, miedo a
dormir solo, dificultades en iniciar el sueño,
sueño interrumpido durante la noche.
•Cambio en los hábitos alimenticios: aumen-
to o disminución del apetito, con cambios en
el peso corporal
•Comportamientos regresivos, tales como
pérdida del control de esfínteres, (enuresis,
encopresis) chuparse el dedo, incapacidad de
separarse de la madre.
•Comportamiento hiperactivo, hipervigilancia,
inseguro
•Miedos o fobias extraños
•Comportamientos agresivos o francamente
hostiles
•Quejas somáticas, sin una explicación física
•Cambios en el rendimiento académico
•Malas relaciones con los compañeros de
clase
✦ Depresión con o sin ideación de suicidio
✦ Comportamiento delictivo
✦ Huidas de la casa.
✦ Victimización sexual a otro niño
✦ Promiscuidad en los adolescentes
✦ Consumo de drogas o drogadicción
✦ Erotización inadecuada de las relaciones sociales
✦ Baja autoestima
✦ Presencia de Estrés Postraumático.( DSM IV F
43.1, CIE 309.81) Este desorden se presenta en
muchos niños víctimas de abuso sexual debido
a que han tenido una experiencia extremada-
mente traumática, que ha puesto en riesgo su
seguridad física o psíquica. Presenta síntomas
de evitación de los estímulos asociados, hipe-
ractivación e hiperalerta, ansiedad y depresión,
episodios de experimentación vívida del evento
traumático (flash back), pensamientos intrusitos
recurrentes del trauma, pesadillas relacionadas,
aumento de la excitación física (o arousal, con-
sistentes en dificultades en el sueño, irritabili-
dad, ataques de ira, dificultad para la concen-
tración, hipervigilancia, respuestas de sobresal-
to) o anestesia emocional con incapacidad de
experimentar las emociones normales y com-
portamiento desestructurado. En los niños más
pequeños pueden mostrarse con juegos repetiti-
vos acerca del acontecimiento traumático.
✦ Presencia de dibujos de la figura humana, con
genitales. (Los niños que han sido víctimas de
abuso sexual tienden a dibujar con una fre-
cuencia de 5 a 7 veces más, los genitales en los
dibujos de la figura humana. (Hibbard &
Hartman, 1990).
✦ Trastornos de la alimentación, tales como ano-
rexia, bulimia, atracones de comida y obesidad.
Es muy importante aclarar, que la ausencia de
signos y síntomas en el niño NO descarta el
abuso sexual. Es decir, existen algunos niños
que a pesar de haber sido victimizados, no pre-
sentan síntomas detectables fácilmente. Como
en todo diagnóstico clínico, es la integración de
la historia clínica y los signos y síntomas lo que
permite realizar un diagnóstico con un nivel
47
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil
razonable de certeza, obligación mínima de
todos los profesionales de salud física y mental.
Los niños con alguna forma de discapacidad tie-
nen 2.2 veces mas probabilidad de ser víctimas
de abuso sexual que los niños no discapacitados
(Sullivan, 1998) por lo que debe ponerse mas
atención a esta población, especialmente en la
selección de las personas que los cuidan.
D. Mitos con Respecto al
Abuso Sexual Infantil
(Modificado a partir de la Fundación
Paniamor de Costa Rica)
Existen varios mitos con respecto al abuso sexual
que son importantes de anotar ya que pueden
hacer que el enfoque del personal que interviene
los casos no sea correcto. Recientes investigacio-
nes muestran que estos mitos están lejos de la rea-
lidad que tienen que soportar los niños y las niñas
y que además pueden reforzar negaciones masivas
de la cultura, lo que dificulta un abordaje profesio-
nal de la situación:
✦ Sólo son víctimas de abuso sexual los adoles-
centes. El ochenta por ciento de los niños y
niñas son victimizados sexualmente antes de
los doce años.
✦ Los niños provocaron el abuso sexual y hubie-
ran podido defenderse. Los niños no pueden
defenderse por sí mismos y por supuesto jamás
son responsables del abuso. Cuando se consi-
dera un niño sexualmente atractivo existe en
quien así lo considera una distorsión cognitiva
importante.
✦ El abuso sexual ocurre en sitios extraños.
Generalmente el abuso sexual ocurre en la casa
48
del niño, en la escuela o en sitios que normal-
mente frecuenta en su comunidad
✦ Los niños inventan las historias de abuso sexual.
Existen múltiples investigaciones que muestran
que los niños no tienen las estructuras mentales
ni cognitivas desarrolladas suficientemente para
poder inventar una historia de abuso sexual,
especialmente cuando se habla de niños meno-
res de ocho años, ya que tienen pensamiento
concreto, son incapaces de estructurar la com-
plejidad de la historia del abuso sexual y tienen
incapacidad de engañar a los adultos.
✦ El abuso sexual es un evento único y aislado.
En la mayoría de los casos, antes de que ocurra
el develamiento del abuso, este se ha dado en
múltiple oportunidades y por mucho tiempo,
especialmente cuando el abusador es familiar
de la víctima.
✦ El padre que comete incesto no abusa de otras
niñas. Desafortunadamente hoy se sabe por
múltiple investigaciones que el padre que
comete incesto, también puede abusar de otros
niños de la comunidad o accesibles a él.
También son frecuentes en los diferentes secto-
res que intervienen en los casos de abuso
sexual, el tener creencias discriminatorias en
relación con el género femenino, pensando a
priori que la motivación de la denuncia es eco-
nómica, por venganza o partiendo de la premi-
sa de que “las mujeres siempre mienten” para
perjudicar a los ex-compañeros, negando las
reacciones emocionales intensas y normales
que produce el abuso del propio hijo. En el
Sistema Penal colombiano, se le pide a casi
todas las madres que denuncian, una evalua-
ción psiquiátrica forense. Es como si el hecho
de denunciar el abuso las convirtiera en sospe-
chosas de tener una enfermedad mental que
explicara el por qué denuncian. Esta inexplica-
 CARACTERÍSTICAS Y BASES PARA EL DIAGNÓSTICO DEL ABUSO SEXUAL

ble situación no ocurre para las denuncias de personal de salud debe establecer un diagnóstico y
otros delitos. no debe exceder su competencia, pues si el caso
entra al sistema judicial será este el que deba
demostrar si existió o no el abuso en el nivel pro-
batorio (no diagnóstico) y descubrir al victimario.
E. Abordaje Por esta razón se debe tomar el relato del niño de
la manera más exacta posible, transcribiendo las
En la disyuntiva de decidir si el niño ha fantaseado palabras que el niño usa y preguntando con frases
la historia del abuso sexual o realmente le ha ocu- neutrales y no conducentes. Si está en una institu-
rrido, desde autores tan brillantes como Freud (pri- ción de salud, debe avanzarse en el establecimien-
mera y segunda teorías de la seducción), han trata- to de protocolos únicos de manejo, que incluyan
do el tema en formas opuestas, minimizando el tomar muestras de las secreciones existentes o de
impacto del abuso sobre la víctima. Hoy se sabe la sangre que se encuentre en la víctima y recordar
que la mayoría de los niños que relatan una histo- que hay tiempos límites para hacerlo (6 horas). La
ria de abuso lo hacen, simplemente, porque el falta de conocimiento en el manejo de los exáme-
abuso sexual ocurrió. Cuando existe la duda, se nes, de la preservación de la cadena de custodia y
debe recordar que, como en otras situaciones en por lo tanto a futuro, de las pruebas, puede condu-
las que se quiere diferenciar la realidad de la fanta- cir a la impunidad del delito.
sía, cuando el niño relata una fantasía esta tiende El rol del terapeuta no es tomar partido sino prote-
a ser cambiada con el tiempo y cuando relata un ger y creer en su paciente víctima de abuso sexual.
evento real, la versión tiende a ser siempre la Como ciudadano, debe hacer todo lo posible para
misma. que los delitos contra los niños no queden en la
Sin embargo, en el caso del niño podría ocurrir impunidad, como ocurre tristemente en la mayoría
que esté relatando distintos episodios de abuso y de los países latinoamericanos. Los casos de abuso
esto debe tenerse en cuenta, por la incapacidad sexual deben ser manejados con extrema delicade-
que tiene la mayoría de ellos para mane- za y cuidado, pues generalmente está
jar los cambios de tiempo y su medición, Se sabe que todo el futuro de la familia en juego. En
de acuerdo con la etapa del desarrollo en la mayoría de la medida de lo posible deben ser remiti-
la que están. Así mismo debe insistirse en dos a personal tanto del área de pediatría
los niños que
que los niños pequeños no inventan his- como de salud mental, con entrenamien-
relatan una
torias de abuso sexual, porque no tienen to específico en tratamiento del abuso
historia de
las estructuras mentales para hacerlo y sexual. En el manejo del abuso sexual
son difíciles de sugestionar en un tema abuso lo debe incluirse siempre el examen neuro-
tan complejo como el abuso sexual. hacen, lógico del abusador para descartar algu-
Si la primera entrevista con el niño se simplemente, na patología física, que si bien es de ocu-
pudiera filmar, no habría que someterlo a porque el rrencia poco frecuente, sí puede presen-
una serie ilimitada de interrogatorios, abuso sexual tarse.
especialmente cuando el caso ingresa al No debe subvalorarse la importancia de
ocurrió.
sistema judicial o forense. Así mismo, el iniciar una acción legal, desde la instan-

49
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil
cia correspondiente y no a título personal, pues de
no impedirse que el abusador continúe en su com-
portamiento, puede seguir abusando de otros niños
y niñas. Igualmente, lo ideal en una situación de
incesto no es retirar al niño víctima de su familia
sino, preferentemente, retirar a quien ha cometido
el delito, ( siempre y cuando exista una madre pro-
tectora del niño y que le crea ) lo cual es compe-
tencia de la institución encargada de dictar la
medida de protección para el niño. El sistema de
protección debe asegurar que el niño no esté
accesible al abusador, pues el hecho de que se
haya abierto o develado el abuso, ciertamente no
impide la comisión de un nuevo episodio de
abuso o nuevas amenazas mas graves para el niño.
El Sistema de Protección no puede depender del
nivel penal o probatorio, pues la prioridad es la
seguridad del niño y no la sanción del abusador.
No puede ni debe esperarse a que el juzgado haya
condenado al abusador para ofrecer protección al
niño. De igual manera, de no impedirse el contac-
to entre el niño y el abusador, el adulto puede
silenciar para siempre al niño a través de amena-
zas, o alertándolo sobre la posibilidad de la desin-
tegración familiar o culpabilizándolo de las posi-
bles consecuencias. Puede así perderse una opor-
tunidad de tener un testimonio esencial para la
acción legal contra el abusador.
Típicamente, se consideran como las denuncias
más difíciles de probar cuando existe una disputa
de custodia o un divorcio en curso y ocurre la reve-
lación de un abuso sexual. Sin embargo distintas
investigaciones han demostrado que la mayor parte
de los casos siguen siendo verdaderos, pues
muchas veces la separación de los padres permite
que el niño, sintiéndose seguro, revele por fin el
abuso (Thoenes & Tjaden,1990). Se ha demostrado
una incidencia más alta de abuso sexual (Corwin,
1987), en casos de divorcio o en el proceso de
50
deterioro de la relación de pareja, lo que se explica
debido a un nivel más alto de disfuncionalidad,
más alto estrés, y por supuesto mayores oportunida-
des de victimizar al niño, sin la presencia de un
adulto protector.
Con base en la experiencia es importante señalar
que ningún terapeuta debe aventurar una opinión
sobre un caso de abuso sexual sin haber tenido
una entrevista con el niño o niña víctima y menos
aún sin tener conocimientos profundos sobre el
desarrollo de los niños y sus etapas del pensamien-
to. Así mismo, las reacciones contratransferenciales
que se dan en el abuso sexual son, sin ninguna
duda, muy intensas y en general de rabia y deseos
de muerte del abusador. El médico o terapeuta
debe estar muy atento a sus propias emociones y
no permitir que estas lo manejen, le impidan ver el
abuso contra el niño o le hagan perder la objetivi-
dad necesaria. Como en todos los casos de maltra-
to infantil, deben realizarse reuniones de revisión
de casos entre pares y también de supervisión con
personas de más experiencia y no involucradas
directamente en la atención del abuso, que pue-
dan detectar fallas en el manejo del caso y corre-
girlas rápidamente. ●
Cuando un niño o una niña le hablen de
abuso sexual, simplemente créales
y protéjalos!
NEGLIGENCIA
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil
L MALTRATO INFANTIL por negligencia
E es, indudablemente, una de las varieda-
des más extensas a escala mundial.
Tiende a mimetizarse como pobreza o
malas condiciones de vida para toda la familia y
suele ser subestimada en cuanto a la gravedad del
impacto para la calidad de vida del niño.
Típicamente el maltrato infantil por negligencia
implica la omisión de acciones que el consenso de
los adultos de una comunidad considera esencia-
les en el cuidado de los niños. Sin embargo, exis-
ten definiciones de algunos autores que deben
considerarse cuando se evalúan los casos desde
cualquiera de los sectores responsables de la inter-
vención. Una de las más conocidas es la de
Polansky (1994), ampliamente usada en los ámbi-
tos de salud y judicial:
“Negligencia es una condición en la cual el cuida-
dor responsable de un niño, deliberadamente o
por una desatención extraordinaria, permite que
este experimente un sufrimiento evitable y/o fraca-
sa en proveer uno o más de los ingredientes gene-
ralmente considerados como esenciales para el
adecuado desarrollo físico, intelectual y emocional
de las personas”
La intencionalidad del padre o cuidador del niño
ha sido ampliamente discutida por algunos auto-
res, siendo considerada por unos como esencial en
tanto que por otros no. Aún así, todos están de
acuerdo en que los efectos sobre el niño son igua-
les en los dos casos. Para la legislación, en general,
no es tenida en cuenta y se valoran más las conse-
cuencias para la salud mental y física del niño.
La negligencia frecuentemente puede ser fatal
debido a la falta de cuidado físico, a una inade-
cuada nutrición o a la falta de cuidado médico.
Algunas veces, como en los casos de enanismo
por deprivación, la negligencia se presenta a través
de la falta de contacto humano o, para decirlo de
52
una manera más simple, a través de la carencia de
afecto. Compromete todo el desarrollo del niño y
mata lentamente su interés en el mundo externo, el
cual es fundamental para su ingreso al mundo
adulto y a la cultura.
A. Clases de Negligencia
1. NEGLIGENCIA FÍSICA
La negligencia física incluye la incapacidad de los
padres o cuidadores para proteger al niño de posi-
bles lesiones y para llenar las necesidades básicas
de comida, abrigo y vestido. Así mismo incluye la
falta de provisión de cuidado médico adecuado
cuando el niño está enfermo o la demora en la
búsqueda de atención; el abandono sin proveer un
cuidado sustitutivo; la expulsión del niño de su
casa y la falta de observancia de las reglas míni-
mas de seguridad y prevención de accidentes,
entre otros.
2. NEGLIGENCIA EMOCIONAL
La negligencia emocional es de difícil definición y,
sin ninguna duda, está influida por los patrones de
crianza de una determinada comunidad. Sin
embargo, los padres o cuidadores negligentes fra-
casan en dar al niño cuidado y apoyo psicológico
y en ayudarlo en las situaciones en las que necesi-
ta consuelo. Su característica más constante es
que son inaccesibles emocionalmente para el
niño. De la misma manera, la negligencia se pre-
senta al permitir el daño psíquico que se produce
por presenciar violencia en hogar pues el impacto
de estos eventos generalmente dura toda la vida.
 NEGLIGENCIA

Aún cuando en nuestros países es muy poco fre-
cuente la búsqueda de ayuda terapéutica para los
niños, el no hacerlo cuando ha sido indicada por
un profesional, también puede considerarse como
negligencia.
3. NEGLIGENCIA EDUCATIVA
La negligencia educativa consiste en la incapaci-
dad de proveer adecuada educación para el niño
y, así mismo, obligarlo a asumir actividades tales
como el trabajo o la explotación laboral,
con lo que se le impide asistir a la escuela. De
acuerdo con Polansky, en sus investigaciones en
Estados Unidos y Filipinas se han identificado
varios tipos de madres negligentes:
• guiadas por impulsos
•apáticas
•afectadas por una depresión reactiva
•mentalmente retardadas
•psicóticas
falta de estímulos emocionales y afecto e incluso
se puede llegar a comprometer la vida.
Los niños que han sufrido negligencia emocional
pueden presentar incapacidad para desarrollar su
confianza básica, tener problemas de concentra-
ción, mostrar excesiva búsqueda de atención y
poseer destrezas sociales muy pobres junto con
unas grandes dificultades para establecer vínculos
extrafamiliares, como ha sido clásicamente descri-
to por Bowlby, en la Teoría del Apego (1956).
Finalmente, se debe enfatizar la urgente necesidad
de intervenir los casos de negligencia con la
misma energía y decisión que se hace en los casos
de abuso físico o sexual, pues las consecuencias
para el niño son de igual gravedad, por no decir
mayor. ●

El mismo autor describe a los padres negligentes

como infantiles y narcisistas, con incapacidad para
gratificar, para ver las necesidades de las otras per-
sonas y para vincularse profundamente con el
niño. No se encontraron descripciones de los
tipos de padres (hombres) negligentes.

B. Consecuencias de la
Negligencia

El síndrome más grave debido a la negligencia,

especialmente emocional, es el enanismo por
deprivación en el cual, a pesar de haber adecuada
disponibilidad de comida, el niño no crece por

53
DIAGNÓSTICOS
ESPECIALES
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil
A. Síndrome del Bebé
Zarandeado
El síndrome comenzó a ser reconocido a partir de
la asociación de fracturas de los huesos largos con
presencia de hematoma subdural en ciertos
pacientes, hecha por el radiólogo Caffey (1946).
Este síndrome es muy importante como causa de
daño grave o permanente, pues en Estados Unidos
se han realizado investigaciones que muestran que
es causa la muerte de 50% de los niños en el
grupo constituido por los traumas no accidentales
(Monteleone, 1994).
Hacia 1970 Caffey y Guthkelch describieron per-
fectamente el síndrome definiéndolo como las
lesiones cerebrales que se producen por zarandear
o sacudir severamente a un bebé, generalmente
menor de dos años, sin que se evidencie una
lesión externa, y en el cual se presentan hemato-
ma subdural y hemorragia subaracnoidea interhe-
misférica.
El mecanismo por el cual se produce el síndrome
del bebé zarandeado se ha descrito como similar
al que ocurre en los accidentes automovilísticos,
pues es producto de la aceleración - desacelera-
ción que sufre el cerebro dentro del cráneo: al ser
el primero más pesado y acelerarse, se golpea con-
tra los huesos del cráneo y, además del golpe natu-
ral, produce estiramiento de los vasos cerebrales,
lo que puede hacer que se desgarren y sangren.
En el bebé, esto puede ocurrir más fácilmente pues
su cabeza es grande y pesada en relación con el
cuerpo y los músculos del cuello por su debilidad
no alcanzan a defender suficientemente la cabeza.
La situación más típica es la madre joven e inex-
perta que se encuentra sola con un bebé que llora,
sin que ella logre calmarlo. Su desesperación la
lleva a sacudirlo violentamente, en general por los
56
hombros, causándole graves lesiones en el cerebro,
como ya se describió.
1. BASES DIAGNÓSTICAS
✦ Lesión cerebral sin evidencia de trauma exter-
no, con los siguientes signos: alteración de la
conciencia, coma, convulsiones y algunas
veces muerte del bebé
✦ Lesión cerebral con evidencia de sangrado,
(subdural, epidural, subaracnoideo, subgaleal),
laceración, contusión cerebral
✦ Hemorragia retiniana
Asociadas a las lesiones cerebrales pueden verse
lesiones óseas, trauma abdominal y trauma toráci-
co (de donde se sostuvo el bebé para sacudirlo).
El diagnóstico del síndrome debe considerarse en
todo bebé con los síntomas y signos anteriores, así
no exista una historia que explique claramente la
razón de las lesiones.
Además de la historia clínica debe realizarse un
examen físico completo que incluya fondo de
ojo, escanografía cerebral (y de ser posible abdo-
minal también), punción lumbar con mucha pre-
caución, una serie ósea, exámenes para detec-
ción de posibles drogas y las pruebas de rutina
para coagulación.
No debe olvidarse la relación de este síndrome
con la epilepsia y el retardo mental. Sería conve-
niente realizar investigaciones para explorar y defi-
nir la relación entre la presentación de estas dos
enfermedades y la ocurrencia del zarandeo en eta-
pas más tempranas a su aparición.
Es importante recalcar que al contrario de lo que
sucede con otros tipos de maltrato físico, en este
síndrome es posible de prevenir ya que muchos de
los padres, madres o cuidadores desconocen la fra-
gilidad del cerebro de sus bebés y las alternativas
 DIAGNOSTICOS ESPECIALES
de reacción diferentes al zarandeo ante el llanto del
niño o de la niña. Muchas veces las lesiones son
causadas sin ninguna intencionalidad.
B. Síndrome de Munchaüsen
por Proximidad
El Síndrome de Munchaüsen by Proxy (por proxi-
midad), se define como una forma de maltrato físi-
co en la cual la madre, el padre o el cuidador del
niño lo enferman deliberadamente o fingen una
enfermedad en él, falsificando datos de la historia
clínica o los exámenes de laboratorio. Fue descri-
to por Meadow en 1977.
El primer caso descrito se refería a una niña con
una supuesta hematuria. La niña en realidad esta-
ba completamente sana, pero su madre contami-
naba la orina con su propia sangre. Es un trastor-
no raro, pero es necesario que el personal de
salud lo tenga en cuenta cuando se den los
siguientes criterios diagnósticos:
✦ Persistencia de una enfermedad cuya causa no
puede ser encontrada
✦ Discrepancia entre el interrogatorio y los hallaz-
gos del examen físico
✦ Desaparición de los síntomas cuando el cuida-
dor del niño no se encuentra con este
✦ Signos y síntomas que no corresponden a una
entidad clínica bien conocida
✦ Evolución difícil. Falta de respuesta al tratamiento
✦ Padres indiferentes e impasibles frente a la
enfermedad del niño, a pesar de realizársele
procedimientos médicos dolorosos
✦ Hospitalizaciones frecuentes por causas similares
✦ Padre o madre excesivamente solícitos con el
personal médico
✦ Antecedentes de una investigación médica
exhaustiva para una enfermedad poco común.
(Abdalá, 1994)
La existencia de alteraciones hematológicas, crisis
convulsivas, depresión del sistema nervioso cen-
tral, apneas, diarrea y vómito, fiebre y exantema
inespecífico sin una explicación razonable, debe
hacernos pensar en este diagnóstico, pues la
explicación puede ser que los padres o cuidadores
han dado alguna droga tóxica al niño para enfer-
marlo intencionalmente. En líneas generales, en
todos los cuadros estudiados de esta patología el
maltratador es el padre, o más frecuentemente la
madre, quienes obviamente tienen un trastorno
psiquiátrico grave.
El tratamiento está orientado al tratamiento psi-
quiátrico de los padres. Debe notificarse inmedia-
tamente a la autoridad competente y proteger al
niño.
C. Abuso Prenatal
Este es un tema realmente controvertido, pero al
apoyarse en la Declaración de los Derechos del
Niño que dice: “el niño, por su falta de madurez
física y mental, necesita protección y cuidado
especiales, incluso la debida protección legal,
tanto antes como después del nacimiento” (ONU,
Asamblea General, 1959), debe considerarse como
maltrato fetal todas aquellas conductas, intenciona-
les o no, que causen lesión al feto en gestación. El
tema es complejo porque abarca cuestiones de
carácter ético, social y legal.
Indudablemente para que el feto llegue al naci-
miento en las mejores condiciones de vida, se
requiere que la madre haya sido atendida de
manera óptima por el sistema de salud, pues la
57
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil

atención prenatal es determinante en cómo va a

nacer el bebé. Adicionalmente, es importante con- D. Consecuencias del
siderar el amplio espectro de las madres a las cua- Maltrato Infantil
les se les administra, sin precaución suficiente, dro-
gas teratogénicas y el de aquellas que, aún a
sabiendas de su preñez, ingieren drogas altamente No existe hoy ninguna duda en todos los trabajos
tóxicas para sí mismas y para sus futuros bebés. que se han realizado (Lynch, 1990; Browne, 1990),
El síndrome del alcoholismo fetal, producido por sobre las consecuencias del maltrato generalmente
la ingestión de la madre de bebidas alcohólicas graves para la salud física y mental del niño y para
durante la gestación, se caracteriza por la apari- su posterior funcionamiento social:
ción de malformaciones congénitas, retardo en el ✦ Discapacidad mental y física
crecimiento pre y postnatal y déficit mental de ✦ Desarrollo de enfermedad mental: depresión,
grado variable. trastornos de personalidad, estrés postraumáti-
De acuerdo con Kempe y Schmit las siguientes co, disfunción sexual
situaciones han sido descritas como de alto riesgo ✦ Desarrollo de personalidad violenta o antisocial
para el maltrato fetal: ✦ Alteraciones de la capacidad de aprendizaje
✦ Mujer que niega el embarazo o que busca aten- ✦ Alteraciones de la socialización
ción y finge no saber de su embarazo ✦ Niño viviendo en la calle
✦ Mujer con varios intentos de aborto ✦ Explotación sexual infantil
✦ Mujer que planea dar a su hijo en adopción ✦ Muerte. ●
inmediatamente después del nacimiento
✦ Mujer embarazada abandonada por el padre
del niño y/o por su familia
✦ Mujer farmacodependiente o alcohólica que
rehúsa tratamiento
✦ Padres con antecedentes de ser maltratadores
✦ Padres con enfermedad mental grave o sociopatía
✦ Madres adolescentes
Es importante resaltar que para las instituciones de
salud, independientemente de los factores éticos
con respecto al aborto, tanto la población de
madres como de sus fetos en situación de riesgo
de abuso fetal, son pacientes que deben ser atendi-
dos de la forma más integral posible.

58
ACTIVIDADES DE
ATENCIÓN
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil
E SUGIEREN LOS SIGUIENTES pasos
S para la atención de los niños probable-
mente maltratados:
✦ Detección del niño (puede ser detectado por
miembros de la comunidad, autoridades judi-
ciales, policivas, educadores, otras)
✦ Referencia a institución de salud
✦ Ingreso del niño a la institución de salud
✦ Historia clínica (con examen físico completo)
✦ Sospecha de maltrato físico, emocional o sexual
✦ Exámenes de laboratorio y serie ósea
✦ Comprobación diagnóstica
✦ Intervención de trabajo social
✦ Informe a la autoridad judicial competente y
notificación epidemiológica
✦ Discusión del equipo interdisciplinario
✦ Plan de tratamiento del niño
✦ Seguimiento del caso
✦ Evaluación de la intervención y retroalimentación
ANEXO 1 A LAS ACTIVIDADES
DE ATENCIÓN
De acuerdo con la Escuela de Denver, las activi-
dades que el médico debe realizar en todo caso de
maltrato infantil son:
✦ Historia de la lesión
✦ Examen físico
✦ Serie ósea
✦ Pruebas de coagulación
✦ Examen vaginal forense
✦ Toma de decisión sobre hospitalización del
paciente
✦ Evaluación nutricional y programa
✦ Fotografía de las lesiones
✦ Evaluación de los hermanos del paciente
✦ Informe de la evaluación médica escrita
60
✦ Evaluación del comportamiento del paciente
✦
✦
✦
✦
Evaluación del desarrollo del paciente
Discusión interdisciplinaria
Información del diagnóstico a los padres
Vinculación de los padres al tratamiento
ANEXO 2 A LAS ACTIVIDADES DE
ATENCIÓN
Las actividades de trabajo social, de acuerdo con
la Escuela de Denver, son:
✦ Evaluación de la seguridad del hogar.
Evaluación de la probabilidad de la ocurrencia
de un nuevo maltrato
✦ Establecer una relación soportiva con los padres
✦ Reporte a las autoridades e iniciación de las
acciones legales
✦ Iniciar el tratamiento a la familia
ANEXO 3 AL FLUJOGRAMA
DE ATENCIÓN
El esquema completo de un informe sobre maltrato
infantil debe contener la descripción de los
siguientes puntos:
✦ Abuso físico
✦ Alteraciones del desarrollo
✦ Alteraciones emocionales del paciente
✦ Alteraciones de los hermanos
✦ Problemas físicos de los padres
✦ Problemas emocionales de los padres
✦ Problemas físicos y emocionales de otras perso-
nas de la familia
✦ Problemas de la relación de pareja en los
padres
✦ Crisis personales de los padres
✦ Crisis ambiental
✦ Evaluación del hogar. ●
EVALUACIÓN DE LA
SEGURIDAD
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil
AL VEZ UNO DE LOS
T
puntos más críticos que
enfrenta la atención de
los niños y niñas maltra-
tados en los países latinoamerica-
nos es que no hay respuesta efi-
ciente, oportuna y coordinada de
los sistemas de protección y justi-
cia para la mayoría de los casos
de maltrato infantil que son detec-
tados en las instituciones de salud.
Es crucial establecer la severidad
del maltrato infantil con criterios
tan objetivos como sea posible,
pues el equipo o la persona encar-
gada de realizar la evaluación
generalmente experimentan gran
angustia. Existen variables impor-
tantes que indican que las caracte-
rísticas del maltrato infantil ame-
nazan seriamente la seguridad físi-
ca y mental del niño en relación
con el tipo de maltrato; en rela-
ción con el niño; en relación con
los padres o cuidadores actuales y
en relación con la situación fami-
liar actual.
La siguiente clasificación puede
ser útil, al introducir un sistema
numérico para evaluar el nivel de
riesgo del niño o la niña y por
ende su seguridad:
62
TIPO DE SEVERIDAD
MALTRATO
ABUSO FÍSICO 0 = Sin lesión física
1 = Lesión física moderada, que no requiere
atención médica (por ejemplo, equimosis,
rasguños, palmadas)
2 = Lesión física moderada, requiere atención
médica pero sin hospitalización (por ejemplo,
quemaduras menores, heridas que requieren
sutura)
3 = Lesión física severa, que requiere
hospitalización pero que no produce
incapacidad permanente (por ejemplo,
fracturas o quemaduras severas)
4 = Lesión física muy severa, que produce
incapacidad permanente, amenaza la vida,
constituye tortura o causa la muerte (daño
cerebral, quemaduras muy graves, lesiones
internas)
ABUSO SEXUAL 0 = Sin abuso sexual
1 = Abuso sexual leve (por ejemplo, desvestir al
niño para gratificación del adulto,
comportamientos voyeristas)
2 = Abuso sexual moderado (caricias
inapropiadas con el niño desnudo, besos de
características adultas para gratificación del
adulto, exposición del adulto frente al niño)
3 = Abuso sexual severo (masturbación mutua,
exponer al niño a pornografía)
4 = Abuso sexual muy severo (relación sexual
con penetración, sodomía, sexo oral, sexo
con animales, realización de pornografía,
obligar al niño a realizar actos sexuales con
otros niños).
 EVALUACION DE LA SEGURIDAD
Al realizar la evaluación deben describirse los
siguientes aspectos (National Center on Child
Abuse and Neglect):
• Condición física en la que se encuentra el niño
• Condición psicológica actual
• Comportamiento durante el examen
Es necesario documentar los siguientes aspectos
del maltrato en el niño:
• Tipo
• Localización (con dibujos o fotografías)
• Cronicidad (cuantos episodios anteriores han
ocurrido)
• Tendencia (la violencia está aumentando en
intensidad, en frecuencia)
• Severidad (de acuerdo con los parámetros
anteriores puede medirse la severidad de la
lesión)
Así mismo, el equipo debe responderse algunas
preguntas básicas frente al caso:
• Es creíble la información?
• Qué se piensa frente al caso?
• Qué se siente frente al caso?
• Ocurrió el maltrato?
• Qué tan rápida debe ser la respuesta?
• Está la víctima segura?
• Cómo puede ser interrumpida la violencia?
A. Evaluación de la Seguridad
en Relación con el Tipo de
Maltrato
• Existe crueldad manifiesta, sadismo, premeditación
o comportamiento bizarro
• Existe abuso físico crónico
• Hay reportes anteriores de abuso
• Se han utilizado instrumentos para efectuar el
abuso
• Las lesiones están localizadas en la cabeza, el
cuello, los genitales o son internas
• El niño se encuentra abandonado
• La tendencia del abuso es creciente en severidad
y frecuencia
• Hay condiciones que amenazan la vida tanto
del niño como de las personas que intentan
protegerlo
B. Evaluación de la Seguridad
en Relación con el Niño
• Tiene menos de 6 años no está en capacidad
para defenderse
• Tiene miedo del padre o la madre y no quiere
irse a la casa
• Tiene una discapacidad que lo hace dependiente
• Continúa estando accesible al abusador
• Tiene ideación de suicidio.
C. Evaluación de la Seguridad
en Relación con los Padres
o Cuidadores Actuales
• Exhiben comportamiento psicótico o francamente
extraño y no están tomando la medicación
adecuada
63
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil

• El maltrato está relacionado con consumo de • Iniciar un proceso terapéutico al abusador,

drogas y el padre se encuentra intoxicado apoyado por el sistema judicial competente
• El padre o cuidador es descrito como impulsivo • Realizar seguimiento adecuado del caso. ●
y/o peligroso
• Existe una distorsión cognitiva seria del niño

D. Evaluación de la Seguridad
en Relación con la Situación
Familiar

• La familia es nueva en el vecindario o está

ubicada transitoriamente
• Los padres ocultan al niño
• Hay miembros de la familia amenazantes o que
se observan fuera de control
• Hay evidencias de violencia intrafamiliar

Desde el equipo de salud mental se puede, en

líneas generales, pensar en las siguientes estrate-
gias de tratamiento:

• Psicoterapia para las víctimas, los victimarios y/o

la interacción entre ellos
• Tratamiento farmacológico para las enfermedades
mentales más frecuentes como la depresión, la
psicosis y otras
• Terapia de grupo para los padres maltratantes
y/o los niños maltratados

Es muy importante entender que la intervención en

maltrato se considera eficaz cuando ha logrado:
• Detener el maltrato al niño
• Proteger a la víctima: el abusador no tiene
acceso al niño
• Reparar el daño físico y psicológico en la víctima

64
REGLAS DE ORO EN LA
ATENCIÓN
INTEGRAL DEL
MALTRATO INFANTIL
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil

A ATENCIÓN DEL MALTRATO infantil es 4. A veces se gana y a veces se pierde. La tarea

L cada día más compleja y muchas veces el

costo psicológico de quienes atienden a
los niños es elevado. Por ello es impor-
tante intentar minimizar el impacto sobre el perso-
nal de Salud, de Justicia y del Sector Social que
atiende permanentemente casos de maltrato infan-
til, de forma que pueda prevenirse el síndrome de
Burn Out o agotamiento general al que puede lle-
gar el personal permanentemente expuesto a la
violencia.
Producto de la experiencia del trabajo con maltra-
to infantil, las siguientes son algunas de las reglas
importantes a seguir:
1. Es necesario integrar equipos. El trabajo con
víctimas de violencia demanda la conforma-
ción de grupos de trabajo interdisciplinarios e
intersectoriales, muy bien consolidados. El
trabajo por sí mismo es extremadamente ries-
goso tanto para la víctima como para el profe-
sional que la atiende
2. Deben proveerse espacios de elaboración del
impacto psicológico y actividades de cuidado
de la salud mental del equipo de maltrato
infantil
no es solamente salvar un niño o una niña, o
mejorar la disfuncionalidad de la familia. Es
lograr una sociedad menos violenta hacia la
infancia, más respetuosa de los derechos de
los niños, y más de una vez debe escogerse el
mal menor para el niño, preservando su vida y
su integridad física, por encima del dolor de la
separación de su familia y la ruptura del vín-
culo afectivo
5. Los mejores equipos de atención del maltrato
infantil son los que trabajan interdisciplinaria-
mente. Cada perspectiva, por diferente que
sea, enriquece la interpretación de la realidad.
El conocimiento de técnicas de manejo del
conflicto es esencial para sostener el equipo
en medio de las intensas reacciones que evoca
el maltrato infantil. La evaluación completa
del caso no es posible sin el equipo interdisci-
plinario y por lo tanto las decisiones serán
tanto mejor tomadas cuanta más información
se tenga del caso. Cada profesional aporta
una pieza al “rompecabezas del abuso”. ●

3. El desarrollar empatía por los padres maltrata-

dores es una tarea muy difícil y ocasionalmen-
te imposible. Sin embargo, muchos de ellos
tienen sentimientos de culpa muy severos y
viven agobiados por su dolor psíquico. Casi
todos han sido niños maltratados que ni la
sociedad, ni el sistema de salud detectaron, ni
trataron a tiempo. Lo importante es que la
intervención sea el comienzo del cambio y la
ruptura de la cadena de violencia intergenera-
cional, de padres a hijos

66
PREVENCIÓN DEL
MALTRATO INFANTIL
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil
A PROMOCIÓN Y PREVENCIÓN en mal-
L trato infantil es una de las áreas menos
estudiadas en la literatura científica. La
mayor parte de los programas carece de
evaluación suficiente para demostrar su efectividad.
Estos programas han sido, en general, producto del
consenso de expertos y de grupos de trabajo sobre
el entendimiento de los factores de riesgo y de los
factores protectores en los casos estudiados de mal-
trato infantil. Sin embargo, existen algunas ideas
básicas con las cuales se puede comenzar la inves-
tigación y el desarrollo de programas.
A. Prevención Primaria,
Secundaria y Terciaria
Se entiende por prevención primaria en maltrato
infantil, la estrategia que intenta impedir la apari-
ción de nuevos casos y que se dirige a la pobla-
ción en general. Prevención secundaria es la estra-
tegia dirigida a impedir la aparición de nuevos
casos en familias detectadas como de alto riesgo.
Por prevención terciaria se entiende la intervención
cuando ya ha ocurrido el maltrato y se intenta
impedir que ocurra nuevamente, al igual que
paliar las secuelas físicas y psíquicas en la víctima
(Gough, 1991; Soriano, 1999).
En el área del maltrato infantil la línea donde ter-
mina la prevención primaria y comienza la pre-
vención secundaria o la terciaria es imprecisa, por-
que la intervención en la salud mental de un padre
o de una madre maltratadores se convierte, sin
ninguna duda, en una intervención preventiva pri-
maria en la salud integral de sus hijos tanto física
como mental, disminuyendo la probabilidad de
que el maltrato ocurra.
68
Tal vez la pregunta más importante para todos los
que trabajan en maltrato infantil es cómo intervenir
e interrumpir los ciclos de violencia intrafamiliar
respetando, en lo posible, los vínculos emociona-
les y cómo detener la transmisión de la violencia
de generación en generación. Para ello, algunos
de los programas propuestos son los que se descri-
ben a continuación.
1. FORTALECIMIENTO DEL SISTEMA
DE VINCULACIÓN AFECTIVA
Sin ninguna duda, de la forma en que se inicie el
proceso de vinculación afectiva con los hijos,
depende lo que ocurrirá a lo largo de sus vidas. Es
decir, existen ciertas situaciones de riesgo que
pueden lesionar el Sistema de Vinculación Afectiva
y si este es alterado severamente, la probabilidad
de maltratar a los hijos aumenta, como lo ha
demostrado Margareth Lynch (1985).
Estas situaciones de riesgo deberían ser detectadas
y atendidas tempranamente, es decir, antes de que
el niño nazca, promoviendo la formación de un
Sistema de Vinculación Afectiva sólido entre los
padres y sus hijos, capaz de amortiguar las dificul-
tades de la crianza misma, sin que ocurra el mal-
trato en cualquiera de sus formas. Estas situacio-
nes de riesgo son:
✦ Embarazo anormal
✦ Trabajo de parto y/o parto anormal
✦ Separación neonatal
✦ Separación durante los seis primeros meses de
vida del niño
✦ Enfermedad del niño durante el primer año de
vida
✦ Enfermedad de la madre durante el primer año
de vida del bebé
Es importante, entonces, definir normas en las ins-
 PREVENCIÓN DEL MALTRATO INFANTIL
tituciones de salud y en la comunidad misma, que
sean observadas durante la atención prenatal y
durante el parto mismo, tales como:
✦ Evitar las separaciones de la madre, el padre y
el bebé en el parto y en los momentos siguien-
tes a este, a no ser que exista patología neona-
tal severa.
✦ Permitir y estimular el contacto físico entre la
madre y el bebé. Igualmente, incluir al padre
durante todo el proceso.
✦ Tratar respetuosamente a la madre y al padre,
incluso afectuosamente, constituyendo en lo
posible una red de soporte psicosocial que la
familia pueda contactar en el futuro próximo
para solicitar ayuda en la tarea de la crianza,
especialmente en los periodos de aumento de
la tensión emocional.
✦ Tratar a los bebés con gran valoración y cuida-
do amoroso, dando un modelo de identifica-
ción sana para los padres hacia el futuro.
Es necesario resaltar la importancia de fortalecer
las redes de soporte psicosocial alrededor de las
parejas jóvenes que, en general, tienen un nivel de
dificultad más alto en la crianza de los hijos. Las
comunidades espontáneamente se ayudan trasmi-
tiendo pautas de crianza, pequeños trucos que
ayudan a manejar una situación cotidiana que pre-
senta dificultad para la madre inexperta.
De esta forma una de las estrategias posibles para
atacar el problema del maltrato infantil es ayudar a
las comunidades en la formación de diversas redes
que aporten enriquecimiento emocional y conten-
ción en las situaciones de crisis. Un ejemplo de
esto son las ligas de madres, los grupos de padres,
grupos de padres alrededor de la escuela o de
cualquier proyecto común, que permitan la forma-
ción de red psicosocial.
En Colombia se conocen algunas experiencias pio-
neras en tal campo como la de la Fundación
Procrear, de parto natural; la del Departamento de
Enfermería de la Universidad Nacional y la del
grupo de Melba Franky en Cali, que reportan forta-
lecimiento del vínculo afectivo con el hijo.
2. EDUCACIÓN PARA LA
VIDA FAMILIAR
Los programas de educación para la vida familiar
han sido ensayados en diferentes partes del
mundo, especialmente en Estados Unidos e
Inglaterra (Maher, 1990). Se basan en la teoría de
que la paternidad y la maternidad tienen, en reali-
dad, más componentes aprendidos que instintivos
y que, por lo tanto, se pueden enseñar técnicas de
crianza, de manejo de relaciones intrafamiliares,
de solución de conflictos, de manejo de la econo-
mía doméstica y otras.
Estos programas serían especialmente útiles para
quienes provienen de familias maltratantes pues,
como ha sido descrito múltiples veces, en ellas no
solamente ocurre el maltrato infantil, sino que tam-
bién los niños tienen carencias en la socialización
y formación de conductas de solidaridad y ayuda.
3. EDUCACIÓN SOBRE LAS ETAPAS
DEL DESARROLLO
Otra de las estrategias utilizadas para disminuir el
maltrato infantil es enseñar a los padres sobre las
diversas etapas de desarrollo psicosexual infantil,
de tal forma que sus expectativas con respecto a
los logros de los hijos, sean más acordes a las
posibilidades reales del niño y menos mediadas
por sus fantasías de lo que significa ser menor de
edad. En el caso de los padres maltratadores
puede existir una distorsión severa de las señales,
comunicaciones y comportamientos del niño, que
69
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil
pueden ser el factor más importante en la situa-
ción de maltrato.
La enseñanza sobre patrones de crianza sanos,
prevención de accidentes y disciplina sin violen-
cia, entre otros temas, puede iniciarse en la misma
escuela, siendo aprendida por los niños mayores y
por los adolescentes quienes podrían entrenarse si
los colegios tuvieran guarderías (Maher, 1988).
De igual forma, la escuela está en capacidad de
prevenir primariamente el maltrato en los hijos que
tendrán en el futuro sus alumnos, para lo cual
puede ser conveniente realizar discusiones con los
alumnos acerca de:
• actitudes hacia la autoridad
• actitudes hacia la mujer
• manejo del presupuesto familiar
• la procreación como una opción consciente
Los medios masivos de comunicación pueden ser
utilizados para educar en las etapas del desarrollo
psicosexual y social de los niños, haciendo énfasis
en los factores de riesgo y en las crisis conocidas
de la crianza tales como la lactancia, el control de
esfínteres, el diagnóstico y tratamiento adecuado
de alteraciones del aprendizaje, especialmente del
déficit de atención.
4. EDUCACIÓN SOBRE RESOLUCIÓN
PACÍFICA DE CONFLICTOS
La enseñanza en los colegios, centros comunitarios
y universidades de las técnicas básicas de resolu-
ción de conflictos en forma pacífica puede aportar
una maravillosa forma de disminuir la violencia
intrafamiliar. Debe hacerse especial énfasis en el
control de los impulsos y en el manejo de la rabia
(Peace Education Foundation, Miami, USA.)
70
5. EDUCACIÓN SOBRE RESOLUCIÓN
DE PROBLEMAS
La enseñanza de técnicas de resolución de proble-
mas está demostrada como muy útil en la disminu-
ción de actos violentos frente a situaciones proble-
máticas, pues la persona tiene una forma sistemati-
zada de buscar soluciones que permite el manejo
de la impulsividad.
6. TRATAMIENTO DE LA
DISFUNCIONALIDAD EN LAS PAREJAS
También debería detectarse la disfuncionalidad
grave en las parejas, de forma que estas pudieran
entrar en un proceso terapéutico antes de que se
pierda la contención en el proceso de la crianza
que debe ejercer un miembro sobre el otro y antes
de que los hijos se constituyan en el campo de
batalla, o aún peor, en los protectores de uno de
los padres si existe violencia física o emocional. En
las familias donde existe abuso a la esposa, es muy
probable que exista abuso a los niños, sin contar
con el trauma emocional que genera el presenciar
la violencia doméstica.
7. TRATAMIENTO DE LA
ENFERMEDAD MENTAL Y
DEL CONSUMO DE
SUSTANCIAS PSICOACTIVAS
Se debería detectar y tratar a tiempo a los enfermos
mentales, especialmente a los afectados por psico-
sis, depresión y cuadros ansiosos. De igual mane-
ra, las personas que sufren retardo mental deben
tener programas especiales de ayuda, pues algunos
de ellos al convertirse en padres pueden maltratar
por carecer de adecuados niveles de abstracción,
lo que les impide juzgar apropiadamente diversas
 PREVENCION DEL MALTRATO INFANTIL
situaciones de la crianza, especialmente las situa-
ciones de peligro para los niños.
La enfermedad depresiva inhibe la formación de
un buen vínculo afectivo con el hijo, especialmen-
te cuando se da en el postparto, por lo que conlle-
va el riesgo de alterar el sistema vincular con el
hijo. La depresión en la madre puede conllevar
también el riesgo de impedir que el padre o ella
misma capten y respondan adecuadamente a las
señales comunicacionales del niño.
El tratamiento del consumo de sustancias psicoac-
tivas, especialmente del alcoholismo, es una estra-
tegia importante para lograr la disminución de
negligencia, abuso físico y sexual en los niños.
La detección temprana de las alteraciones del
aprendizaje, especialmente del déficit de aten-
ción y de la hiperactividad es muy importante en
la disminución del maltrato infantil, pues los
padres tienden a interpretar los problemas del
rendimiento escolar como dependientes de la
voluntad del niño y no de su estado psíquico, de
sus relaciones familiares ni de la capacidad
docente de los maestros.
8. ENSEÑANZA DE LA PREVENCIÓN
DEL ABUSO SEXUAL EN LAS ESCUELAS
De acuerdo con D. Finkelhor, los esfuerzos realiza-
dos en muchos de los estados norteamericanos
han comenzado a disminuir las cifras de reporte
del abuso sexual. En general los proyectos más
efectivos son aquellos en los cuales se le enseña a
los niños cuáles son las situaciones probables de
vulnerabilidad frente a los abusadores sexuales,
mostrándoles conductas de enfrentamiento que
pueden evitar el abuso. Es decir, se enseña al
niño desde etapas tempranas cuál podría ser un
contexto propicio para que ocurra el abuso sexual
con el fin de que aprenda a evitarlo. Todos los
programas están basados en aumentar la posible
resistencia de la víctima frente al abuso.
9. VISITAS DOMICILIARIAS
POSTPARTO
En casi todos los estados norteamericanos se han
utilizado los programas de visitas domiciliarias
(realizadas por enfermeras, estudiantes de postgra-
do o personal de la comunidad con entrenamien-
to), a las madres en el periodo inmediato del pos-
tparto con el fin de enseñarles algunas normas
básicas de la crianza y verificar que la madre esté
entendiendo correctamente las señales del bebé.
En la mayoría de los estudios realizados se ha
demostrado de utilidad en la disminución de la
probabilidad de ocurrencia del maltrato infantil.
10. EVITAR EL CONTACTO
DE ABUSADORES IDENTIFICADOS
CON LOS NIÑOS
Estos programas se trabajan fundamentalmente
basados en dos líneas de acción: 1) privación de la
libertad de abusadores convictos y tratamiento
para impedir la reincidencia y 2) establecimiento
de bases de datos de abusadores (sospechosos o
convictos) al alcance de los padres de familia, de
la escuela y de los centros de cuidado diurno. ●
71
PROMOCIÓN DEL BUEN
TRATO A LOS NIÑOS,
NIÑAS Y JÓVENES
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil

A PROMOCIÓN DEL BUEN trato a los Entonces la promoción de la salud y el buen trato

L niños debe ser enmarcada en los concep-

tos más generales de la promoción de la
salud.
Se entiende por promoción de la salud el conjunto
de acciones que hacen los individuos y las institu-
hacia los niños serían posibles si se lograra un
cambio en la representación social de una deter-
minada comunidad acerca de la infancia, mejoran-
do el nivel de valoración e importancia que se
asigna al bienestar de los niños y al respeto de sus
ciones para lograr que la salud y el bienestar se derechos (consignados y ratificados por la mayoría
conviertan en la tarea común más importante tanto de los países en la Convención Internacional de
individual, como socialmente (Restrepo, Franco, los Derechos del Niño, 1989). Si esto se produje-
Hernández, Espinoza, 1997). Para que esto suceda ra, a través de sus diferentes instituciones, la socie-
se debe trabajar prioritariamente en la mejora de dad decidiría políticas públicas que tenderían a
las condiciones de vida, dando especial prioridad mejorar los objetivos anteriormente expuestos, de
a la salud y el bienestar de los individuos a la hora la promoción de la salud infantil.
de tomar de decisiones políticas. El primer paso es lograr que el tema del bienestar y
La Carta de Ottawa (1986) se reconoce como uno buen trato para los niños figure en las agendas
de los documentos fundamentales de la promoción pública y política de los países. Para ello, el primer
de la salud y resultado de la discusión de varios paso puede ser tener datos confiables sobre la
países desarrollados y en vías de desarrollo. Allí se niñez, que puedan socializarse a través de los
considera la promoción de la salud como el proce- medios masivos de comunicación. Es importante
so de capacitación de la comunidad para actuar en señalar que estos datos tienen un espectro muy
la mejoría de su calidad de vida y de salud, inclu- amplio, pues comienzan por saber cuántos niños
yendo una mayor participación en el control de tiene el país, cuántos están en condiciones difíci-
dicho proceso. Se establecen nueve factores cons- les, a cuántos se les están violando sus derechos,
titutivos de la salud: paz, habitación, educación, cómo influyen los procesos de la macroeconomía
alimentación, ingresos, ecosistema esta- en la calidad de vida de los niños, entre
ble, recursos sustentables, justicia social y La forma en otros.
equidad. que los El siguiente paso es la generación de opi-
El trabajo en promoción de la salud, en adultos se nión pública en favor de los niños.
relación con buen trato para los niños, Cuando se ha generado conciencia en la
relacionan
plantea ciertamente retos muy difíciles. opinión pública se puede avanzar un pel-
con los niños
De acuerdo con Ferrán Casas (1998), la daño más y como segundo paso hablar
está mediada
forma en que los adultos se relacionan con los políticos y dirigentes del país para
con los niños está mediada por la repre- por la que, mediante decisiones políticas favora-
sentación social que estos tienen de la representa- bles se mejoren las condiciones infantiles.
infancia, entendiendo por representación ción social La promoción del buen trato y el bienes-
social una imagen o asociación de ideas que estos tar de los niños necesariamente incluye la
socialmente compartida, que evoluciona tienen de la mejoría en las condiciones de vida de la
históricamente en un determinado grupo familia, es decir mejoría en el empleo,
infancia.
social. salud física y mental, acceso a los servi-

74
 PROMOCIÓN DEL BUEN TRATO A LOS NIÑOS, NIÑAS Y JÓVENES

cios de la comunidad, fortalecimiento de las redes
psicosociales, mejoramiento de la calidad de la
educación, entre otros.
Siguiendo a María Isabel González (1998), se
puede definir buen trato hacia los niños como
todos aquellos sistemas de comunicación y rela-
ción con el otro que promuevan el bienestar y
garanticen la calidad de vida, basados en el reco-
nocimiento de las necesidades del otro y en el res-
peto de sus derechos.
Se proponen cinco ejes conceptuales alrededor de
los cuales se construyen los objetivos y las estrate-
gias para abordar la cultura con una propuesta de
buen trato (González, 1998):
1. RECONOCIMIENTO
Todos los seres humanos tenemos el derecho a ser
reconocidos como seres individuales. Esto implica
la ocupación de un espacio físico, intelectual y
afectivo en la vida de los otros. El derecho a ser
vistos y oídos, a la participación con garantías en
los procesos que se generan a nuestro alrededor.
intentando la mayor claridad entre los sentimien-
tos, los actos, los pensamientos y las valoraciones
que entre los dos construyan.
4. COMUNICACIÓN EFECTIVA
Cuando la persona se muestra abierta, se siente en
libertad sobre cualquier asunto, está de acuerdo
con la realidad y envía mensajes directamente, es
clara y constructiva, muestra sus sentimientos, se
siente segura y se apoya a sí misma.
5. NEGOCIACIÓN
A partir de un interés compartido, encontrar la
solución a los problemas que afectan a las perso-
nas a través de diferentes formas de expresión, par-
ticipación, opinión, discusión y concertación.
Adicionalmente se propone un nivel de responsa-
bilidad individual en el ejercicio del buen trato
hacia el entorno más inmediato: hijos, hermanos,
pareja, alumnos, maestros, empleados, etc. ●

2. EMPATÍA

Entendida como la compenetración afectiva de dos

personas. Capacidad para escuchar, poniéndose
uno en el lugar del otro. Surge como resultado de
haber experimentado buenas relaciones afectivas y
establecer vínculos fuertes en las etapas tempranas
de la vida.

3. INTERACCIÓN

La relación con el otro debe ser de doble vía,

donde uno y otro puedan verse y reconocer, tan
cercanamente como sea posible, la realidad que
cada uno significa. Este camino se emprende

75
RECOMENDACIONES
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil
A INVESTIGACIÓN realizada en América
L del Sur permite afirmar que en los países
estudiados existen múltiples grupos traba-
jando en el tema del maltrato infantil. La
mayoría provienen de los sectores de Salud,
Justicia y Social, más que de grupos interdisciplina-
rios e intersectoriales.
En algunos países la responsabilidad de la protec-
ción de las víctimas del maltrato parece haberse
delegado a instancias de la sociedad civil, lo cual
ha producido una franca debilidad en toda la
estructura de atención a los niños y niñas. En
otros, el tema parece estar todavía invisible para la
opinión pública y la política.
La información encontrada permite pensar que
en la mayoría de los países, los diversos casos
de maltrato infantil se registran o consignan en
los reportes de una manera diferente, razón por
la cual la información no puede compararse
fácilmente.
Los países utilizan terminología distinta, en ocasio-
nes sin definiciones conceptuales claras que per-
mitan ver un panorama más cercano a la realidad
de los niños. Se trabajan las categorías de maltrato
infantil y violencia contra los niños indiscriminada-
mente, por lo que su uso es poco preciso. La
mayoría de las experiencias registradas se pueden
clasificar como de prevención terciaria y de aten-
ción rehabilitatoria de las víctimas.
Se encuentran pocas experiencias sobre tratamien-
to a los abusadores y también es notoria la falta de
estudios nacionales para prevalencia e incidencia
del maltrato infantil que, de existir, permitirían cla-
ridad sobre la situación. Los estudios corresponden
en la mayor parte de los casos a poblaciones aten-
didas en instituciones de Salud o de Justicia; es
decir, casos ya detectados de maltrato infantil que
se intervienen fragmentariamente. Es notoria la
escasez de proyectos de prevención del maltrato
78
infantil en la subregión o, por lo menos, del regis-
tro de estos.
Se considera conveniente avanzar hacia definicio-
nes operacionales comunes, que permitan tener
una visión más clara del estado actual de la pro-
blemática en la región. Así mismo es conveniente
realizar un esfuerzo en los países para tener cifras
de reporte de casos a escala nacional, pues sin esta
información básica es muy difícil que el tema
pueda posicionarse de una manera más firme en la
agenda política y pública de los países.
Sin estadísticas ni epidemiología del maltrato con-
tra los niños, el riesgo es que sólo sean conocidos
por la opinión pública los casos más dramáticos,
utilizados de forma sensacionalista por los medios
de comunicación y sin que se produzca ningún
cambio estructural para la mayoría de los niños,
pues el ciudadano común tiende a apartar rápida-
mente de su conciencia lo que le genera dolor y
rabia y siente que estos hechos no tienen nada que
ver con su cotidianidad.
También sería importante fortalecer el intercambio
de experiencias y formas de trabajo en toda la
región, pues la adquisición de la información sigue
siendo, a pesar de los avances tecnológicos, difícil
y sin continuidad. Los diferentes grupos y actores
claves podrían beneficiarse ampliamente de un
intercambio fluido de información.
La constitución de una Red de América del Sur
contra el Maltrato Infantil sería un mecanismo inte-
resante, pues permitiría no sólo el intercambio de
información sino también la formulación conjunta
de planes de acción y el enfrentamiento de proble-
mas comunes con estrategias coordinadas y, segu-
ramente, más eficaces.
La divulgación de la Convención Internacional de
los Derechos del Niño se puede constituir en una
excelente herramienta de trabajo en la medida en
que las comunidades la conozcan y apliquen.
 RECOMENDACIONES

Haciendo especial énfasis en los artículos relacio-

nados con el maltrato infantil que ya han sido rati-
ficados por los países del área.
El trabajo conjunto con los medios masivos de
comunicación es muy importante pues pueden
ayudar a divulgar información sobre la magnitud
de la problemática y sobre formas de prevención y
promoción del buen trato, mejorando los conoci-
mientos y las prácticas de crianza en la población
general.
Cabe advertir que de acuerdo con Elspeth
McAdam (1997), las noticias que informen sobre
maltrato infantil, y especialmente sobre casos de
abuso sexual, deben proporcionarse en los medios
de comunicación con los mínimos detalles posi-
bles y deben contar con un tratamiento especial
por parte de los periodistas debido al riesgo de
producir un efecto negativo y un aumento en el
número de casos.
Finalmente quisiera enfatizar que de como trate-
mos a nuestros niños, niñas y jóvenes ahora y
de los cambios que logremos efectuar en sus
condiciones de vida y dignidad como seres
humanos, depende lo que nuestros países sean
en un futuro. ●

79
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil
BIBLIOGRAFÍA DE REFERENCIA
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Circunstancias Especialmente Difíciles y en
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Cómo Prevenirlo y Superarlo. Editorial
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Niños. La Perspectiva de los Educadores. Editorial
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MULLINGS, J.; MARQUART, J.; HARTLEY, D. The
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S.A. Buenos Aires, 2003.

STEVENSON, O. La Atención al Niño Maltratado.

Editorial Paidós. Barcelona, 1992.

STIEN, P.; KENDALL J. Psychological Trauma and

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Children. The Harworth Maltreatment and Trauma
Press. New York, 2004

TEICHER, M. Neurobiología del Maltrato en la

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España. Mayo, 2002.

VARGAS, E; VARGAS C; MEJÍA, S. Abuso Sexual

Infantil. Defensoría del Pueblo, FES, UNICEF,
Asociación Afecto. Bogotá, 1995.

WOLFE, D. Programa de Conducción de Niños

Maltratados. Trillas, España, 1993. ●

82
 RECURSOS

PÁGINAS WEB

www.hhs.gov/faith/ The Center for Faith-Based and Community Initiatives

children@americanhumane.org American Humane Asociation Children’s Division
www.aphsa.org American Public Human Services Association
www.avance.org AVANCE Family Support and Education Program
www.cwla.org Child Welfare League of America
www.nbcdi.org National Black Child Development Institute
www.ncac_hsv.org National Children’s Advocacy Center
www.nicwa.org National Indian Child Welfare Association
www.gocwi.org/nrccm National Resource Center on Child Maltreatment
www.nationalcouncilfvd.org/res_center National Resource Center on Domestic Violence
www.cwresource.org National Child Welfare Resource Center for
Family-Centered Practice
www.abanet.org/child National Child Welfare Resource Center on Legal and
Judicial Issues.
www.safersociety.org The Safer Society Press
www.ctfalliance.org National Alliance of Children’s Trust and Prevention Funds
www.preventchildabuse.org Prevent Child Abuse America
www.sbsplus.com Shaken Baby Syndrome Prevention Plus
www.familysupportamerica.org Family Support America (formerly Family Resource
Coalition of America)
www.nationalexchangeclub.com National Exchange Club Foundation for the Prevention of
Child Abuse
www.fatherhood.org National Fatherhood Initiative
www.childhepusa.org Childhelp USA
www.missingkids.com National Center for Missing and Exploited Children
www.parentsanonymous.org Parents Anonymous
www.peace.net.nz Peace Foundation
www.ecd.govt.nz Early Childhood Development
www.epochnz.org.nz Epoch New Zealand
www.stophitting.com Centre for Effective Discipline

83
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil

www.endcorporalpunishment.org Global Initiative to End Corporal Punishment

www.ojp.usdoj.gov/ovc Victims of crime
www.ispcan.org The International Society for the Prevention of Child Abuse
and Neglect
www.SaferSociety.org The Safer Society Foundation Inc.
www.apsac.org The American Professional Society on the Abuse Children
www.cndna.gov.ve Consejo Nacional del Niño y el Adolescente
www.firstwitness.org First Witness Child Abuse Resource Center
www.preventchildabuse.info Prevent Child Abuse
www.gardenofangels.org Garden of Angels Safe Arms… a door of hope for Children
www.cyberbreach.com A safer and secure world for families world wide
www.naccchildlaw.org National Association of Counsel for Children
www.NCSBY.org The National Center on Sexual Behavior of Youth
www.nationalcac.org The National Children's Advocacy Center
www.cattacenter.org Child Abuse Training and Technical Assistance Center
www.calmtc.org California Medical Training Center
www.atsa.com The Association for the Treatment of Sexual Abusers
www.csa.com Cambridge Scientific Abstracts (Risk Abstracts)
www.ukans.edu Child Development Abstracts & Bibliography
www.cinahl.com CINAHL (Cumulative Index to Nursing & Allied Health
Literature)
www.e-psyche.net e-psyche, LLC
www.nisc.com Family & Society Studies Worldwide
www.familyscholar.com Family index database
www.calib.com/nccanch National Clearinghouse on Child Abuse and Neglect
Information
www.napcan.org.au The National association for Prevention of Child abuse and
Neglect in Australia
www.nspcc.org.uk The National Society for the Prevention of Cruelty to
Children
www.apa.org Psychological Abstracts (PsycINFO)
www.ncptsd.org Published International Literature on Traumatic
www.csa.com Social Services Abstracts
www.childrenareunbeatable.org.uk Children are unbeatable.
www.afecto.org.co Asociación Afecto contra el Maltrato Infantil

84
 RECURSOS

INSTITUCIONES DE INTERES

ORGANIZACIONES DE BIENESTAR INFANTIL

AMERICAN HUMANE ASOCIATION CHILDREN’S DIVISION

DIRECCIÓN: 63 Inverness Dr., East Englewood, CO 80112-5117
TELÉFONO: (800) 227-4645, (303) 792-9900
FAX: (303) 792-5333
E-MAIL: children@americanhumane.org
Investigación, análisis y entrenamiento de comportamiento para
ayudar a que agencias públicas y privadas respondan por el maltrato infantil.

AMERICAN PUBLIC HUMAN SERVICES ASSOCIATION

DIRECCIÓN: 810 First St., NE, Suite 500 Washington, DC 20002-4267
TELÉFONO: (202) 682-0100
FAX: (202) 289-6555
PÁGINA WEB: www.aphsa.org
Busca educar a los miembros del Congreso, a los medios y al público
en general sobre lo que está sucediendo en los Estados Unidos en salud y
bienestar de la niñez, las familias y otros grupos como los ancianos.
Organización de miembros profesionales.

AMERICAN PROFESSIONAL SOCIETY ON THE ABUSE OF CHILDREN

DIRECCIÓN: 940 N.E. 13 th St. CHO 3B-3406, Oklahoma
TELÉFONO: (405) 271- 8202
FAX: (405) 271- 2931
E-MAIL: Tricia-williams@ouhsc.edu
PÁGINA WEB: www.apsac.org
Provee educación profesional, promueve investigación y guías
para la práctica profesional. Busca que los hacedores de política
pública en los Estados Unidos estén bien informados y educa
al público sobre el abuso y la negligencia.
Organización de miembros profesionales.

85
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil

AVANCE FAMILY SUPPORT AND EDUCATION PROGRAM

DIRECCIÓN: 301 South Frio, Suite 380 San Antonio, TX 78207
TELÉFONO: (210) 270 - 4630
FAX: (210) 270 - 4612
PÁGINA WEB: www.avance.org
Apoya a las familias con información sobre la crianza, el desarrollo del
cerebro, la primera infancia y la educación en los primeros años.
Opera un Centro Nacional de Entrenamiento para compartir y
diseminar información, material y programas para proveer servicios
a los interesados en apoyar familias hispanas en alto riesgo

CHILD WELFARE LEAGUE OF AMERICA

DIRECCIÓN: 440 First St., NW, Third floor. Washington, DC 20001-2085
TELÉFONO: (202) 638-2952, Fax: (202) 638-4004
PÁGINA WEB: www.cwla.org
Provee entrenamiento, consultoría y asistencia técnica para profesionales y agencias de bienestar infantil,
también educa al público en atención de emergencias y problemas que afectan a la niñez.

NATIONAL CHILDREN’S ADVOCACY CENTER

DIRECCIÓN: 200 Wetside Sq., Suite. Huntsville AL 35801
TELÉFONO: (256) 533-0531
FAX: (256) 534-6883
E-MAIL: webmaster@ncac_hsv.org
PÁGINA WEB: www.ncac_hsv.org
Provee servicios de prevención, intervención y tratamiento para
niños abusados física y sexualmente y para sus familias, dentro de un programa
personalizado de atención en la que se evalúan las circunstancias de
cada niño y el impacto del abuso para orientarlos hacia la reconstrucción de sus vidas.

NATIONAL INDIAN CHILD WELFARE ASSOCIATION

DIRECCIÓN: 5100 SW Macadam Ave., Suite 300 Portland, OR 97201
TELÉFONO: (503) 222-4044, Fax: (503) 222-4007
E-MAIL: info@nicwa.org
PÁGINA WEB: www.nicwa.org
Disemina información y provee asistencia técnica sobre los problemas
del bienestar infantil en la India. Apoya el desarrollo comunitario y
defiende los esfuerzos para facilitar la respuesta tribal a las
necesidades de los niños, niñas y sus familias.

86
 RECURSOS

CENTROS NACIONALES DE RECURSOS

NATIONAL RESOURCE CENTER ON CHILD MALTREATMENT

DIRECCIÓN: Child Welfare Institute 3950 Shackleford Rd., Suite 175 Duluth, GA30096
TELÉFONO: (770) 935-8484
FAX: (770) 935-0344
E-MAIL: tsmith@gocwi.org
PÁGINA WEB: www.gocwi.org/nrccm
Ayuda a Estados, agencias locales y grupos; desarrolla sistemas de
servicios de protección efectivos y eficientes. Funcionan conjuntamente
el Instituto de Bienestar Infantil y la ACCION para la protección
infantil, en respuesta a las necesidades de prevención, identificación,
intervención y tratamiento de niños víctimas de abuso y negligencia.

NATIONAL RESOURCE CENTER ON DOMESTIC VIOLENCE: CHILD PROTECTION AND CUST ODY
DIRECCIÓN: Family Violence Dept. and Family Court Judges P.O. Box 8970 Reno, NV 89507
TELÉFONO: (800) 527-3223
FAX: (775) 784-6160
E-MAIL: info@dvlawsearch.com
PÁGINA WEB: www.nationalcouncilfvd.org/res_center
Promueve el mejoramiento de las respuestas de las Cortes a las familias
que demuestran que asisten a programas de violencia intrafamiliar,
entrenamiento profesional, asistencia técnica, conferencias nacionales.
Tiene área de publicaciones.

NATIONAL CHILD WELFARE RESOURCE CENTER ON LEGAL AND JUDICIAL ISSUES

DIRECCIÓN: ABA Center on Children and the law , 740 15th St., NW, Washington, DC 20005-1019
TELÉFONO: (800) 285-2221 (Service Center), (202) 662-1720, Fax: (202) 662-1755
E-MAIL: ctrchildlaw@abanet.org
PÁGINA WEB: www.abanet.org/child
Promueve el mejoramiento de leyes y políticas que afectan a los niños
y provee educación en leyes sobre la infancia.

87
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil

ORGANIZACIONES DE PREVENCIÓN

THE SABER SOCIETY PRESS

DIRECCIÓN: PO Box 340, Brandon, VT 05733-0340
TELÉFONO: (802) 247-3132
PÁGINA WEB: www.safersociety.org .
Publicaciones especializadas en la prevención y el tratamiento
del abuso sexual desde 1982 (libros, casetes y videos).

NATIONAL ALLIANCE OF CHILDREN’S TRUST AND PREVENTION FUNDS

DIRECCIÓN: Michigan State University, Department Psychology, East Lansing, MI 48824-1117
TELÉFONO: (517) 432-5096
FAX: (517) 432-2476
E-MAIL: millsda@msu.edu
PÁGINA WEB: www.ctfalliance.org
Asiste a los niños cuando son dados en custodia o están en el
proceso y fortalece a las familias para que, a su vez, protejan a los
niños de los daños que les pueda causar esta situación.

PREVENT CHILD ABUSE AMERICA

DIRECCIÓN: 200 South Michigan Ave., 17th Floor, Chicago, IL 60604-2404
TELÉFONO: (800) 835-2671 (orders), (312) 663-3520
FAX: (312) 939-8962,
E-MAIL: mailbox@preventchildabuse.org,
PÁGINA WEB: www.preventchildabuse.org
Dirige actividades tales como la publicación de avisos, campañas,
derechos, trabajo en red, investigación y publicaciones. Provee
información y estadísticas sobre abuso infantil.

SHAKEN BABY SYNDROME PREVENTION PLUS

DIRECCIÓN: 649 Main St., Suite B. Groveport, OH 43125
TELÉFONO: (800) 858-5222,(614) 836-8360
FAX: (614) 836-8359
E-MAIL: sbspp@aol.com
PÁGINA WEB: www.sbsplus.com
Desarrolla, estudia y disemina información y materiales diseñados
para prevenir el síndrome de bebé zarandeado y otras formas de
abuso infantil, también trabaja para promover relaciones positivas
padres-hijos y el cuidado de los niños.

88
 RECURSOS

COMUNIDADES SOCIAS

THE CENTER FOR FAITH-BASED AND COMMUNITY INICIA TIVES

E-MAIL: CFBCI@hhs.gov
PÁGINA WEB: www.hhs.gov/faith/
Participan organizaciones basadas en la comunidad y la confianza
como valor esencial de los socios del Departamento de Salud y
Servicios Humanos de Estados Unidos. Los fondos van para
organizaciones “basadas en la confianza” (faith-based) y se canalizan
en programas para jóvenes refugiados, fugitivos y jóvenes que han
sido expulsados de sus hogares, que viven independientes, niños
que cuidan a otros, niños que son presionados a sostener a
sus familias y niños de bienestar.

FAMILY SUPPORT AMERICA (FORMELY FAMILY RESOURCE COALITION OF AMERICA)

DIRECCIÓN:20 N. Wacker Dr., Suite 1100, Chicago, IL 60606
TELÉFONO: (312) 338-0900
FAX: (312) 338-1522
E-MAIL: info@familysupportamerica.org
PÁGINA WEB: www.familysupportamerica.org
Trabaja en el fortalecimiento y empoderamiento de familias y
comunidades para que ellas cuiden del óptimo desarrollo de los
niños, jóvenes y miembros adultos de la familia.

NATIONAL EXCHANGE CLUB FOUNDATION FOR THE PREVENTION OF CHILD ABUSE

DIRECCIÓN: 3050 Central Ave. Toledo, OH 43606-1700
TELÉFONO: (800) 924-2643, (419) 535-1989
FAX: (419) 535-1989
E-MAIL: info@preventchildabuse.com
PÁGINA WEB: www.nationalexchangeclub.com
Maneja campañas locales para la lucha contra el abuso infantil;
provee educación, intervención y apoyo a las familias afectadas
por el maltrato infantil.

NATIONAL FATHERHOOD INITIATIVE

DIRECCIÓN: 101 Lake Forest Blvd.., suite 360 Gaithersburg, MD 20877
TELÉFONO: (301) 948-0599
FAX: (301) 948-4325

89
 DIAGNÓSTICO y tratamiento del maltrato infantil

PÁGINA WEB: www.fatherhood.org

Trabaja para aumentar el bienestar de infantil, incrementando la proporción
de niños que viven con padres responsables.

CHILDHELP USA
DIRECCIÓN: 15757 North 78h St., Scottsdale, AZ 85260
TELÉFONO: (800) 4-A-CHILD, 800) 2-A-CHILD (TDD line), (480) 922-8212
FAX: (480) 922-7061
E-MAIL:help@childhepusa.org,
PÁGINA WEB: www.childhepusa.org
Provee consejería en crisis para adultos sobrevivientes y niños víctimas de
abuso infantil, ofensores y padres. Opera una línea nacional.

NATIONAL CENTER FOR MISSING AND EXPLOITED CHILDREN

DIRECCIÓN: Charles B. Wang Internat. Children’s Building 699 Prince St.Alexandria, VA 22314-3175
TELÉFONO: (800) 843-5678, (703) 274-3900
FAX: (703) 274-2220
PÁGINA WEB: www.missingkids.com
Provee asistencia a padres, niños, abogados, escuelas y a la
comunidad en general para recuperar a los niños desaparecidos y
hace campañas públicas acerca de la forma de ayudar a prevenir
el secuestro infantil, el abuso y explotación sexual.

PARENTS ANONYMOUS
DIRECCIÓN: 675 West Foothill Blvd.., Suite 220, Claremont, CA 91711
TELÉFONO: (909) 621-6184,Fax:(909) 625-6304
E-MAIL: parentsanon@msn.com,
PÁGINA WEB: www.parentsanonymous.org
Apoya a grupos de padres para fomentar un ambiente de crianza adecuado.

ATSA THE ASSOCIATION FOR THE TREATMENT OF SEXUAL ABUSERS

DIRECCIÓN: 4900 S.W. Griffith Drive, Suite 274, Beaverton, Oregon 97005
TELÉFONO: (503) 643-1023
FAX: (503) 643-5084
E-MAIL: atsa@atsa.com
PÁGINA WEB: www.atsa.com
Dedicada al avance de estándares profesionales y prácticas en el campo de
la evaluación y el tratamiento de los agresores sexuales. ●

90
Teléfonos: (57) (1) 287 98 01 - 287 26 03 Telefax: (57) (1) 245 93 87 Bogotá D.C., Colombia
Correo electrónico: afecto@afecto.org.co Sitio Web: www.afecto.org.co