RAZONES POR LAS QUE SE HA PERDIDO LA VOCACIÓN EN LOS

ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS.

La vocación profesional es un tema que causa controversia en la actualidad, por ser una
razón que influye en los futuros profesionales, a la hora de decidir la continuación de sus
estudios.

En muchas ocasiones el estudiante no indaga sobre lo que le pueden brindar los programas
que ofrecen las distintas universidades y es por ello que cuando está cursando dicho
programa académico se da cuenta de que no era realmente lo que esperaba, perdiendo poco
a poco la dedicación y las ganas de continuar con sus estudios, por causa de la percepción
ambigua de lo que es realmente la carrera que desea estudiar.

La mayoría de las veces se ingresa con una visión idealizada del programa curricular y a
medida que se avanza a través de la carrera se observa que el mercado laboral es mal
remunerado, produciendo de esta manera una desmotivación en el estudiante para culminar
sus estudios.

Otro motivo por el que se ve una disminución en la vocación del estudiante es la falta de
acompañamiento por parte de las instituciones educativas, las cuales solo se limitan a la
enseñanza de procedimientos técnicas académicas, abandonando una enseñanza de lo que
ocurre en la realidad. Los seminarios con fines educativos, y otro tipo de conferencias, así
como programas de visitas empresariales y programas educativos con tendencias a mejorar
el nivel académico de sus estudiantes debe ser una de las prioridades de las universidades,
aunque la mayoría de las veces no ocurre y esto se puede corroborar con lo dicho por
Gómez1: “El crecimiento cuantitativo de programas de pregrado y postgrado no se
acompaña, necesaria ni proporcionalmente, con logros cualitativos ni disciplinares. El
máximo nivel de postgrado ofrecido actualmente, las especializaciones, dan cuenta de una

1
“comentarios sobre el aprendizaje-construcción de la teoría contable” de Mauricio Gómez Villegas en la pág. 5:
enseñanza aún centrada en el hacer profesional y en la especificidad técnica de los
oficios.”

La ambición, al igual que las otras razones que causan la perdida de la vocación, no solo
aplica cuando ya se ha culminado el adiestramiento profesional o pregrado, si no desde
mucho antes de empezar a estudiar; el El graduado se verá obligado a escoger dentro de sus
pocas o muchas probabilidades la que cree que más le va a convenir para solucionar sus
problemas económicos, o básicamente escogen una profesión solo con fines de carácter
lucrativo, que será muy nocivo si el sujeto no tiene la adecuada formación profesional.

Se obvia algún acontecimiento cronológico, pero se supone que el individuo ha logrado

ingresar a la universidad con su única meta o finalidad de conseguir dinero, desde ese
momento no existe ningún tipo de vocación o amor por la carrera que ha elegido para
estudiar, y sumado a esto se encontrara con un nombre ya muy manchado de los contadores
públicos; antes de avanzar hay que traer a discusión, que también se está utilizando a las
universidades, ya no como un espacio de formación académica, intelectual con la cualidad
de que debe ser integral, y además que en ningún momento fue concebida para la creación
de capataces o individuos capaces de “ser alguien en la vida” y no se puede tener el
imaginario de que universidad es sinónimo de posibilidades de obtener dinero, porque se
han equivocado últimamente la sociedad con esa idea absurda de éxito; entonces le tocara
replantear a muchos colombianos la idea que tiene de universidad y dejar de ir a ellas con el
fin de lucrarse; retomando, la discusión inicial cuando no se tiene una idea clara de lo que
es universidad o para que puede servir, generando así una cadena de errores en el camino
del estudiante así tenga o no vocación, sin embargo es posible que en el mismo desarrollo
de educación superior el sujeto encuentre un norte y subsane los imaginarios, reafirmando
su amor por una profesión o de lo contrario se vea obligado a renunciar lo que empezó y
retomar un nuevo rumbo haciendo así lo que ama.