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República de Honduras

Instituto Baxter
De Estudios Bíblicos y Culturales
Clase de Pentateuco

Prof.: Yariel Olivera


1er Año
2do Bimestre
Integrantes:
Josué Rojas
Aimar Romero
Arles Panza

Tegucigalpa, Junio de 2019


Tipos de ofrenda en el Pentateuco.

Es imperante mencionar de entrada, la importancia que representa este aspecto,


no solo en la vida de los judíos, sino también en la de cada cristiano, pues en ellas se
encierran un gran número de enseñanzas prácticas y fácilmente aplicables a nuestra vida
y crecimiento espiritual. No se trata nada más, de una serie de ordenanzas presentadas al
pueblo hebreo durante su estancia en el desierto, sino también un espejo de lo que luego
recibiríamos a través de Jesucristo.
Cuando se habla de ofrenda, no se puede dejar de lado, el enfoque de
desprendimiento, de ofrecimiento o de entrega de algo valioso como muestra de gratitud
y adoración a Dios, que es lo que hoy en día hacemos cada primer día de la semana,
pero antiguamente, más que un ritualismo, representaba una manera de mantener la
nación en santidad ante Él, puesto que a ese enfoque, también se le añade el de
sacrificio para restitución y perdón, los holocaustos, y cada una de aquellas ofrendas
que conllevaban al hebreo a mantenerse puro; es aquí donde entran algunas
terminologías generales, utilizadas para nombrar estas ofrendas que eran sagradas para
el pueblo israelita, como por ejemplo Olah, que se refiere al holocausto, o por ejemplo
Chattah, haciendo alusión a la ofrenda que se daba por el pecado, o también la palabra
Nesek, refiriéndose a la libación. Cada una de estas palabras, eran importantes en el
vocabulario y lenguaje hebreo, porque les hacían recordar la importancia de lo que cada
una permitía hacer, para que llegara en “olor grato a Dios.”
Ahora bien, hay que tomar en consideración, que en el Levítico, se evidencian 6
tipos de ofrendas principales: Holocausto, oblación, las paces, sacrificio para expiación,
sacrificio para restitución y libación. Cada una de ellas, tenía un propósito específico y
claro que no podía ser mezclado, ni confundido, ya que esto acarreaba condenación,
tanto para el sacerdote que lo ofrecía, como para el hebreo que no quería seguir los
estatutos de Dios.
En primer lugar, el Holocausto consistía en darle al Judío la posibilidad de tener
un mayor acercamiento a Dios, del hebreo Olah para mencionar algo que asciende;
muchos piensan que era utilizada como modo de expiación del pecado, debido a la
etimología de la misma, pero realmente no lo era, porque para ello, se tenían otros
sacrificios, los cuales si cumplían con este propósito. El mismo se dividía en estatutarios
(no se podían alterar o cambiar, y por ende, debían cumplirse) y los voluntarios (venían
del corazón de cada hebreo, como modo de mostrar un deseo fervoroso por estar más
cerca de Dios).
En segundo lugar está la oblación, que consistía en la presentación de la ofrenda
vegetal; sus fines eran como acto de adoración, agradecimiento y solicitud de beneficios
en el futuro o para sus generaciones siguientes. Viene de la palabra hebrea Minchah,
refiriéndose a una ofrenda en general, a un obsequio dado a Dios.
En tercer lugar están las ofrendas de paz, con un enfoque de sacrificio de
salvación, es decir, con la intención de dar gracias a Dios por ser salvado, y de querer
expresarlo a otros, con el propósito de tener comunión con otros.
En cuarto lugar están las ofrendas de sacrificio para expiación, proveniente de la
palabra Chattath, para referirse a la ofrenda por el pecado. Este tipo de ofrenda era
empleado como medio para limpiar la culpa o el pecado del israelita que había
quebrantado o transgredido la Ley de Dios, haciéndole pagar por su iniquidad con la
vida de un animal de su propio rebaño, que cumpliera por supuesto las condiciones
establecidas para ofrecerlo, y así poder restaurarle a la comunión perfecta con Dios.
En quinto lugar están las ofrendas de sacrificio para restitución, proveniente de
la palabra asham, que significa: sacrificio por la culpa. Se ha relacionado mucho con el
de expiación, debido a que ciertos parámetros del ritual son similares, con la salvedad
que en el primer caso, se hacían los avalúos del daño ocasionado, debido a que la falta
podía ser medida, y por ende era necesaria la reparación del daño material cometido.
En sexto lugar está la libación, proveniente de la palabra nesek, que quiere decir:
el acto de derramar. Básicamente, era presentada al final de cada sacrificio, como modo
de confirmación de que la misma fue aceptada por Dios, al ser consumida por el “fuego
caído del cielo,” de acuerdo a lo que muestra el evento de Elías y los profetas de Baal.
A pesar de todos y cada uno de estos rituales, se puede observar que en la vida
de los israelitas, no causó el efecto deseado, o por lo menos el correcto, puesto que con
el paso de los años, muchos de los sacerdotes se pervirtieron y ya no lo hacían con el
enfoque y la intención correcta, sino que lo hacían con fines lucrativos, a veces
manipulados y con intenciones claramente egoístas, altivas y poco éticas, dejando para
el cristiano actual una enseñanza muy clara: en Cristo Jesús, quedaron plasmadas, todas
y cada una de estas ordenanzas de ofrendas, a través de su muerte y sacrificio, dando
ahora la oportunidad de fijar la mirada en Él, para de ese modo obtener de parte de
Dios, su aceptación, agrado y complacencia.
Dios le continúe bendiciendo grandemente.

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