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PRIMERA PARTE

La sociología es crítica, porque constantemente debe intentar comprender una realidad que es,
en esencia, cambiante. La sociología es, además, una ciencia que apasiona a sus seguidores.

Decía el sociólogo Peter Berger:


La fascinación de la sociología radica en el hecho de que su perspectiva nos hace contemplar,
desde un nuevo punto de vista, el mismo mundo en el que nos hemos pasado toda la vida...
Además, esta transformación es más pertinente para la existencia que la que se lleva a cabo en
muchas otras disciplinas, ya que es más difícil separarla en cierto compartimiento especial de la
mente. El astrónomo no vive en las remotas galaxias, y fuera de su laboratorio... El geólogo es-
tudia las rocas solo en los momentos apropiados... El sociólogo vive en la sociedad, en el trabajo
y fuera de él. Inevitablemente, su propia vida es una parte de la materia que estudia...
La condición de arrogante parece venir de su propio fundador, quien la fundó con la arrogancia
de saber para prever, y prever para diseñar y controlar la realidad social.

1. LA SOCIOLOGÍA: UNA CIENCIA SOCIAL

Vivimos en el mundo. Estamos rodeados de personas, objetos, seres vivos y energía. Ser en el
mundo significa conocerlos. Sin tal conocimiento, difícilmente podríamos vivir.
Conocemos por diferentes medios. Por intuición, por ejemplo. Pero existe un procedimiento más
sistemático y complejo para conocer el mundo que nos rodea. Generalmente, este tipo de cono-
cimiento tiene una utilidad mediata. Es decir, lo obtenemos para aplicarlo después. Se le conoce
como conocimiento científico teórico.

La sociología es una disciplina que procura aplicar este tipo de conocimiento científico teórico
para conocer los objetos de estudio que le son propios. Cuáles son esos objetos?

Existe infinitud de objetos de conocimiento, tantos como los que hay en la realidad. Pero se pue-
den clasificar en dos grandes grupos: objetos de la naturaleza y personas

Según la distinción anterior, el procedimiento científico teórico puede ser aplicado a uno o a otro
grupo de objetos. Cuando se aplica a los objetos de la naturaleza (animales, cosas, energía), ha-
blamos de ciencias físicas, exactas y naturales, cuando se aplica a las personas y a las relaciones
entre personas hablamos de ciencias sociales.

La economía, la historia, la psicología y la antropología, entre otras, son ciencias sociales. La so-
ciología también es una ciencia social.

Tanto las naturales como las sociales son ciencias, porque: poseen ámbitos específicos donde
están sus objetos de conocimiento. Para conocer estos objetos aplican el método científico.

Sabemos, sin embargo, que existen diferencias entre las ciencias sociales y las ciencias natura-
les. Dos diferencias importantes son:

a) Como dijimos al principio de este tema, el sociólogo estudia aquella parte de la realidad den-
tro de la cual el mismo está inmerso. Las conclusiones que obtiene estarán influenciadas de al-
guna manera por su forma de ser y de pensar. Y esas mismas conclusiones influirán sobre ella,
en su forma de ser y de pensar. Por ello, al sujeto cognoscente (el cientista social) en las cien-
cias sociales le es más difícil distanciarse de su objeto de conocimiento.
b) El procedimiento mediante el cual conoce el sujeto en las ciencias sociales difiere del procedi-
miento utilizado en las ciencias naturales. Mientras las ciencias naturales utilizan técnicas de in-
vestigación empíricas (como los experimentos), en las ciencias sociales existen, además, otros
procedimientos técnicos que producen resultados no tan precisos, y previsiones tan exac-
tas como aquellas en las ciencias naturales.
2. ANTECEDENTE DE LA SOCIOLOGÍA: EL PENSAMIENTO SOCIAL

Sabemos que la sociología surgió en Europa, el siglo XIX. Es la más joven de las ciencias socia-
les. Fue Augusto Comte el primero en utilizar ese término –sociología-para designar a la nueva
ciencia.

Pero la sociología no inventa al pensamiento social. No es que a partir de Comte comenzáramos


a estudiar la sociedad que nos rodea. No. El pensamiento social precede, con mucho, al surgi-
miento de la sociología. Llamamos pensamiento social a la observación y a la reflexión profundas
sobre el entorno humano. Prácticamente desde sus orígenes, el ser humano inició esta observa-
ción y esta reflexión. Cómo lo sabemos? Lo sabemos porque antiguas comunidades humanas de-
jaron las huellas de su pensamiento social en las paredes de las cavernas donde habitaron.

Cuando el hombre y la mujer dominaron la escritura, imprimieron sus reflexiones sociales en do-
cumentos antiquísimos. En la tradición hindú, hace más de tres mil años fue impreso el Código
de Manú, en el cual se describió y justificó el sistema social de la antigua india, rígidamente divi-
dido, desde entonces, en cuatro castas.

Por esa misma época, los profetas describieron en la Biblia la cultura de su pueblo. Además, pro-
pusieron las bases morales que deberían organizar a la sociedad judía. Jeremías, por ejemplo,
insistía en los fundamentos religiosos de su sociedad, y Ezequiel, otro profeta, exaltó la capaci-
dad del estrato sacerdotal para guiarla.

En China, seiscientos años antes de la era cristiana, Confucio recopiló en cinco libros las pro-
puestas de cómo debería organizarse la sociedad china. Propuso, para citar un caso, la jerarqui-
zación de las relaciones sociales fundamentada en la edad de los ciudadanos.

Los ejemplos serian numerosos. Pero podríamos caracterizar estos primeros momentos del pen-
samiento social así:

1. La base sobre la cual se edifica este pensamiento social es la revelación o la intuición. Estos
primeros pensadores sociales fundamentan sus prescripciones de cómo vivir en sociedad en re-
velaciones o intuiciones que les han sido dadas desde alguna fuente divina.

2. El pensamiento social tenía un fin moral y religioso. Su propósito es establecer normas o leyes
de conducta para ser vividas por un grupo social específico (brahmanes, judíos, chinos).
En síntesis: los primeros momentos del pensamiento social son prescriptivos. Nos dicen cómo
debe ser la sociedad en que vivimos.

2.1. El pensamiento social en la antigua Grecia

En Occidente (aunque igual sucedió en otras partes del mundo), con el surgimiento y la consoli-
dación de la ciudad-estado griega (la polis), antes de Cristo inicia otro momento importante del
pensamiento social. Allí, los filósofos griegos procuraron obtener y expresar su conocimiento so-
bre lo social mediante métodos sistemáticos de reflexión.
Si bien es cierto las reflexiones y discusiones se relacionaban con el lema del mejor gobierno
para la ciudad griega, ya que constantemente estaban amenazados por otras regiones, los filó-
sofos griegos procuraban reflexionar sobre cómo eran las sociedades en las cuales vivían. Es de-
cir, intentaron describir y analizar la realidad social. El pensamiento social entró en una etapa
descriptiva, sin olvidar, por supuesto, su propósito prescriptivo.

De este momento histórico proceden algunos de los conceptos e ideas que utilizaron los prime-
ros sociólogos.

2.2. El pensamiento social después de la Edad Media

Durante la Edad Media no se produjeron muchos avances en el pensamiento social. Le sigue la


etapa histórica conocida como Renacimiento. Sabemos que es un periodo histórico occidental
que transcurre entre el fin de la Edad Media y el inicio de la modernidad. Es decir, es un periodo
que abarca casi 300 años. entre los siglos XIII y XVI aproximadamente. Se dice “renacimiento',
aludiendo a un renacer del pensamiento clásico greco-romano.

Muchas son las características innovadoras de esta fase histórica en relación con la etapa ante-
rior conocida como Edad Media. Pero, para nuestros efectos, sobresalen las siguientes:

Al inaugurarse lo que hoy llamamos el circuito comercial Atlántico, y ser este dominado por Eu-
ropa o, mejor, por las ciudades y estados más desarrollados de ese continente, pasaron a ser el
centro del mundo. Generalizando, se dice que, durante el Renacimiento, Europa se convirtió en
el centro del mundo.

Durante todo el Renacimiento, una clase social, la burguesía, a través de un largo y cruento pro-
ceso, logró dominar, imponerse a otras clases y estratos sociales, como la antigua nobleza, la
cual era la base del “papado”. Así, la burguesía, amante e impulsora del progreso, se convirtió
en la clase dominante en las principales ciudades y estados europeos.

En la sociedad y la cultura, el ser humano se convirtió, a su vez, en su centro, en su referente.


Se colocó frente y por encima de la naturaleza, dominándola. A este rasgo le podríamos llamar
la constitución de una cultura antropocéntrica (centrada en el hombre), frente a la cultura teo-
crática y teocéntrica que imperó en Europa durante la Edad Media.

Durante el Renacimiento, la razón humana tendió a colocarse, con frecuencia, por encima de la
fe. Los métodos racionales para alcanzar el conocimiento se colocaron por encima de la metafí-
sica. Auguraban así la llamada edad moderna o modernidad, cuando la racionalidad será el valor
central de la vida social y cultural.

Estos cambios pronto se expresaron en grandes avances para el conocimiento teórico-científico,


es decir, en los métodos científicos para conocer la realidad, tanto física como natural y social.

2.3. El pensamiento social durante la Edad Moderna

En Occidente, llamamos Edad Moderna a un periodo histórico que va desde fines del renaci-
miento hasta la Revolución Francesa (1789). Algunos consideran que la publicación de la obra de
René Descartes llamada Discurso del método, en 1637, inaugura el llamado periodo moderno en
la Europa Occidental. Como se puede observar, las fechas de inicio y conclusión de estas gran-
des etapas son un poco antojadizas.

Durante este periodo, los pensadores sociales modernos reflexionaron sobre las formas raciona-
les más propicias para organizar a la sociedad y el Estado.
Un ejemplo es Tomás Moro, un humanista que vivió en la transición entre el Renacimiento y la
Edad Moderna. Fue un destacado político y humanista inglés nacido en 1478 y muerto en 1534.
Escribió, a principios del siglo XVI, una obra llamada Utopía, en la cual imagina una nueva socie-
dad fundada en la igualdad absoluta entre los seres humanos regidos por la voluntad de Dios,
viviendo en una especie de comunidad simultáneamente comunista y cristiana.

Otro fue Tomas Campanella, un filósofo italiano nacido en Calabria en 1568 y muerto en 1639.
Fue un combatiente contra la dominación española de su país. Capturado y encarcelado imaginó,
igual que Tomas Moro, igual que Platón, una Utopía que llamó La ciudad del sol, situada en una
isla incógnita de los mares del océano Pacífico, en la cual existiría una organización totalmente
racional de la convivencia social basada en la igualdad social, y donde no existiría la propiedad
Privada. Para él, como para Tomas Moro, la propiedad privada es el origen de todos los males.
Esta afirmación, como vemos, precede, con mucho tiempo, al pensamiento marxista, el cual
también condenará la existencia de la propiedad privada de los medios de producción en una so-
ciedad.

Pero también durante la Edad Moderna surgieron teóricos sociales. Si los utopistas (Moro, Cam-
panella) imaginaban como deberían ser las sociedades, los teóricos sociales de la Edad Moderna
construían teorías sobre por qué las sociedades son como son. Destacamos el aporte de cuatro
de ellos, que junto a Aristóteles pueden ser considerados los cuatro grandes teóricos que prece-
dieron al surgimiento de la sociología:

Hobbes

Hobbes es un filósofo de origen inglés, educado en la Universidad de Oxford. A diferencia de


Aristóteles, opina que la sociabilidad no pertenece a la naturaleza del ser humano. El ser hu-
mano no es gregario por natural instinto. Al contrario, el hombre es enemigo del hombre. “El
hombre es, por naturaleza, lobo del hombre”, decía Hobbes. Si esta situación continuara -razona
Hobbes-, el ser humano desaparecería de la tierra. Se destruirían unos a otros. Por ello, en el
origen de las primeras sociedades, existió una especie de pacto, donde cada uno de los seres
humanos deposita su poder individual, su violencia, en un poder mayor, el Estado, entidad que
en adelante conservará el monopolio del uso de la violencia para mantener a la sociedad unida.
Solo ello, solo este pacto, piensa Hobbes, posibilita la existencia de una sociedad.

Adam Smith

Otro teórico social muy importante para la sociología (y para la economía) fue Adam Smith,
quien imaginó a la sociedad como un sistema social autorregulado, como una maquina con la fa-
cultad de autocorregirse. Porque el esfuerzo individual y egoísta que hace el ser humano para
mejorar su situación personal (familiar), aunque al principio no parezca conduce inevitablemente
a que toda la sociedad prospere, como si una 'mano invisible' guiase las intenciones de los suje-
tos. Debido a esta ‘mano invisible', es conveniente que el Gobierno (el soberano, en tiempos de
Smith) deje en paz el libre juego de la oferta y la demanda, y no impida que cualquier persona
sea tan rica como quiera.

Montesquieu

Montesquieu fue otro precursor directo de la sociología. Incluso Durkheim le atribuye ser funda-
dor de esta nueva ciencia.

Montesquieu se propuso identificar las leyes que explican el funcionamiento de las sociedades.
Una de ellas es el principio de la influencia del clima en el carácter de los pueblos. Por ejemplo,
aquellas sociedades en las que impera el clima frío son valientes. En las tierras cálidas, las socie-
dades son temerosas.

También planteó que la historia no es un simple anecdotario de la vida de “grandes hombres “,


sino que es un despliegue de principios o leyes generales que están en el origen de toda socie-
dad (como el clima o la religión).

Es muy conocido el aporte de Montesquieu con su libro el Espíritu de las Leyes a la concepción
del Estado Moderno. Según su criterio, el gobierno debería regirse por la teoría de los pesos y
contrapesos, es decir, una división del poder del Estado en tres compartimentos: el poder legis-
lativo, el poder ejecutivo y el poder judicial. Estos tres poderes se apoyan y se equilibran mutua-
mente, evitando que el poder se concentre como sucedía en aquella Francia prerrevolucionaria
que le correspondió vivir a Montesquieu.

George Friedrich Hegel

Un filósofo alemán que tuvo una influencia decisiva en el pensamiento social del siglo XIX fue
George Friedrich Hegel quien acompañó al surgimiento de la sociología, influyó directamente en
uno de sus fundadores. Carlos Marx, tendrá plena vigencia sociológica durante el siglo XX.

El núcleo de la propuesta hegeliana es que la realidad es dinámica. Cambia constantemente,


como pensaba Heráclito de Efeso. La realidad irá avanzando en un progresivo desarrollo de la
libertad de espíritu. Hay un largo viaje hacia la perfección. En lo social esta perfección se en-
carna en el Estado moderno, pero cuando ese Estado sea plenamente racional.

Ese movimiento de la sociedad está basado en las leyes de la dialéctica que había expuesto He-
raclio de Efeso en el año 600 antes de Cristo. Entonces, para conocer la realidad es necesario
asumir también un método dialéctico, el cual, de manera muy general, consta de tres momen-
tos: la tesis (momento de la afirmación); la antítesis (momento de la negación) y síntesis (que
es la superación, mediante la instauración de otro estadio de la realidad, de la tesis y la antítesis
anteriores). Esta síntesis, nuevamente, se transformará en tesis, a la cual se lo opondrá una an-
títesis…y así sucesivamente, el conocimiento ira avanzando hasta el saber absoluto.

3. EL CONTEXTO EN EL QUE NACE LA SOCIOLOGÍA

Generalmente se atribuye a una sola persona, Augusto Comte, la fundación de la sociología.


Nada menos sociológico que tal afirmación. En realidad, la sociología nace gracias a un conjunto
de causas. Destacamos las siguientes:

1. Un vasto pensamiento social que, en lo que atañe a la sociología, había sido sintetizado por
cinco grandes teóricos sociales en occidente: Aristóteles, Hobbes, Montesquieu, Hegel y Adam
Smith.
2. El desarrollo del método científico para el conocimiento de la realidad (física, natural pero
también social).
3. Un ideal -una utopía- para construir mejores sociedades humanas. A lo largo del pensamiento
social hubo varias utopías. Destacamos tres: la de Platón, la de Tomas Moro, la de Campanella.
4. Una situación económica y social explosiva. Efectivamente, la sociología nace a inicios del si-
glo XIX, en medio de una sociedad caracterizada por:
a. Una transformación radical en las formas de producir tanto en la agricultura como en la indus-
tria y en el comercio (trenes, barcos). Estos avances tecnológicos provocaron tantos cambios en
la vida de las personas que se acostumbra a llamar a este periodo como la Revolución Indus-
trial.
b. En la vanguardia de todas estas transformaciones, justificándolas y ejecutándolas, se encuen-
tra una nueva clase social europea: la burguesía. Para hacer las transformaciones que se requie-
ren, esta burguesía necesitó arrancarle de manera violenta el poder económico y político a la
clase social antiguamente dominante: la nobleza.
c. Es muy conocida la situación de miseria en que vivían los obreros en las grandes ciudades
europeas durante la revolución industrial. Los progresos tecnológicos y el exceso de producción
provocaron desempleo en la clase obrera. La sobrepoblación de trabajadores (exceso de mano
de obra) reducía los salarios y permitía jornadas de trabajo hasta de dieciséis horas. La escasez
de viviendas provocaba hacinamiento. Las condiciones de salud pública, en las grandes ciuda-
des, eran pésimas.
d. Frente a esta situación de miseria, respondieron los obreros con sus organizaciones y sus mo-
vilizaciones de protesta. Todas estas organizaciones reclamaban derechos políticos (como el de-
recho al voto) y mejores condiciones de vida a través de leyes para la clase obrera. Algunos mo-
vimientos, como el ludista, ante la indefensión de los obreros llegaron a destruir las máquinas de
las fábricas.

4. LOS FUNDADORES DE LA SOCIOLOGÍA

Entonces, fue en este ambiente de crisis, reflexión social y conflicto político que surge, a media-
dos del siglo XIX, la sociología. Porque, en realidad, es difícil hablar de un solo fundador de la
sociología, aun cuando se reconoce que fue Augusto Comte (1798-1857) quien primero utilizó el
nombre de sociología para referirse al estudio científico de la sociedad.

Pero antes de él, su maestro, Enrique de Saint Simón había hecho importantes aportes a esta
nueva ciencia, que Saint Simón llamaba fisiología social y Comte llamará sociología. El Conde
Saint Simón fue un hombre honesto, crítico y sensible. Creía en la libertad y había peleado,
junto a los norteamericanos, por su independencia de Inglaterra. Creía en los postulados de la
Revolución Francesa, y por ello renunció a su título de Conde y vivió -de allí en adelante- en
condiciones cercanas a la pobreza. Le dolía la situación de los obreros parisinos, y escribió un
libro donde proponía -como una de las soluciones posibles- una sociedad regida según las doctri-
nas del cristianismo primitivo.

Saint Simón también creía en el progreso, en la ciencia y en la burguesía como clase social lla-
mada a desarrollarla. Un primer aporte de Saint Simón estuvo relacionado con el método que,
según su criterio, debería utilizar la nueva ciencia que, repetimos, el llamó fisiología social. Ese
método es el positivismo el cual propone que las conclusiones, en cualquier ciencia -incluida su
fisiología social, deberían fundamentarse en la observación rigurosa y continua del objeto de es-
tudio, y siempre someter esas observaciones y conclusiones a una comprobación empírica.

Otro aporte de Saint Simón se relacionó con la teoría de las clases en la sociedad capitalista. El
divide a la sociedad en tres segmentos sociales:
1. Los poseedores, quienes no desean cambios en la sociedad.
2. Los obreros, que luchan por la igualdad entre las clases.
3. Los liberales, que son personas con ideas y conductas progresistas, y por las cuales Saint Si-
món no ocultaba su simpatía.

La tarea principal de la sociedad es producir riqueza, y por lo tanto los liberales (industriales, ar-
tesanos, artistas, granjeros, banqueros, comerciantes) son una clase mucho más importante que
la nobleza o el clero. A ellos les correspondería administrar la sociedad. Más aún: su superiori-
dad intelectual sobre otras clases sociales justificaría su poder.

Al final de su vida, Saint Simón, al observar la miseria en que vivían los obreros, recomendaría
regular las relaciones entre el capital (burguesía industrial) y el trabajo (obreros y campesinos)
mediante la doctrina social del cristianismo primitivo.

Por su parte, Augusto Comte era un joven y desconocido profesor de filosofía en algún pueblo
olvidado de Francia, quien se trasladó a Paris buscando mejores condiciones laborales. Paris lo
conmovió. Allí también encontró el trabajo óptimo: secretario particular del Conde Saint Simón.
Bajo la influencia de Saint-Simón, en medio de un Paris culturalmente atractivo pero estreme-
cido por las mayores revueltas sociales y políticas, Comte resumió las enseñanzas de su maestro
y les propuso un nombre: sociología.

Comte, como Saint Simón, propone como método propio de la nueva ciencia al método científico
positivista, el cual implica: La observación rigurosa y continua de los fenómenos sociales, tanto
en estado de equilibrio (estética social) como en situación de cambio (dinámica social). Esa ob-
servación, para que sea válida, deberá considerar que cada sociedad se organiza de acuerdo con
el estado de su civilización (no es lo mismo una civilización nómada que otra moderna), pero
hay una ley inmutable que conduce el destino de la sociedad, la ley de los tres estadios, que dice
que toda sociedad pasa por tres estadios: El primero es el teológico, que se caracteriza por un
conocimiento primitivo, imaginario, religioso de los fenómenos naturales y sociales. El segundo
estadio, el metafísico, se indaga sobre las causas de esos fenómenos. Generalmente son refle-
xiones filosóficas sobre dichas causas, como ocurrió en la Antigua Grecia. Finalmente, el estadio
positivo, donde el interés no es tanto indagar la causa de los fenómenos, sino las múltiples rela-
ciones que estos mantienen entre sí. Este estadio corresponde a las sociedades industriales.

Observando a las sociedades mediante esta ley de los tres estadios, será posible, dice Comte,
“...saber para prever, prever para obrar", premisa que cautivó a los primeros sociólogos.

5. LA SOCIOLOGÍA INSTITUCIONALIZADA

Vimos que la sociología nace en la Europa central a inicios del siglo XIX, en medio de grandes
conflictos políticos y crisis social. Es, entonces, una ciencia de la modernidad; una nueva ciencia
cuyo proceso de institucionalización académica ha sido lento y difícil. Comte, por ejemplo, había
fracasado en su intento de que su nueva ciencia fuese aceptada en la elitista Escuela Politécnica
de Paris.

Le debemos a uno de los primeros sociólogos, Emilio Durkheim, la inicial publicación sistemática
de artículos sociológicos o cercanos a la sociología. Se llamó L’année sociologique, y su primer
ejemplar vio la luz pública en 1896. En Francia, el prestigio del sociólogo Durkheim le abrió las
puertas a la nueva disciplina en las principales universidades desde fines del siglo XIX.

Más de medio siglo después de que Comte le diera el nombre de sociología a la nueva ciencia.
esta logró ingresar a las universidades norteamericanas. Fue también hacia finales del siglo XIX.
El crecimiento numérico de las universidades en Norteamérica introdujo disciplinas modernas.
como la sociología. El primer departamento de Sociología surgió en la universidad de Chicago en
1892. Pronto le siguieron otros. En ellos, la sociología tuvo un sesgo hacia “la problemática So-
cial", y estuvo bastante alejada de la reflexión teórica, como sí ocurriría en Europa.

En Gran Bretaña, durante la primera década del siglo XX, la sociología logró establecerse como
asignatura académica en la prestigiosa London School of Economics, pero su expansión a otras
universidades ocurrió hasta la década de los sesenta. En Alemania, la orientación crítica de la
sociología desafiaba al absolutismo que gobernó ese país hasta principios del siglo XX, por lo
cual no tuvo mucha aceptación académica.

Pero le debemos a Max Weber la fundación, en 1908, de la Asociación Alemana de Sociología


(verdadero centro académico de discusión y producción sociológica), y antecesor directo de la
Escuela de Frankfurt, o Escuela Crítica.

En América Latina, las primeras escuelas universitarias de sociología se establecieron en la dé-


cada de los sesenta (la primera en la Universidad de Buenos Aires, Argentina), y estuvieron muy
influenciadas por las corrientes de pensamiento europeas y norteamericanas.

Desde la década de los cincuenta, la Comisión Económica para América Latina, Órgano de las
Naciones Unidas, agrupó a sociólogos (y otros científicos sociales) para el análisis del tema del
subdesarrollo a los sociólogos latinoamericanos. Posteriormente, con un enfoque más crítico, la
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y el Consejo Latinoamericano de Cien-
cias Sociales (CLACSO) también han congregado a los sociólogos del continente.

En Costa Rica, el primer Departamento de Sociología abrió sus puertas a finales de la década de
los sesenta en la Universidad de Costa Rica.

6. FUNDAMENTOS SOCIOLOGICOS

Vista en su conjunto esta breve pero fructífera historia, podemos observar las siguientes tres si-
tuaciones:
1. Se acumula una gran cantidad de conceptos sociológicos desde que fue considerada una cien-
cia por Comte. A ello, habría que agregar todo el conocimiento generado por lo que denomina-
mos pensamiento social que nace con el ser humano.
2. Son saberes relacionados con muchísimos temas y situaciones, tantos como los que podría-
mos observar en cualquier sociedad: familia, religión, costumbres, relaciones de trabajo, etcé-
tera.
3. Los conceptos sobre un tema particular son a menudo divergentes. Es muy frecuente, por
ejemplo, encontrar que un sociólogo analice la familia desde una perspectiva, y otro, incluso del
mismo país y tiempo, la analice bajo otra muy diferente y llegue a conclusiones diferentes. En
este aparente caos de conceptos sociológicos, algunos autores modernos se han propuesto cons-
tituir un cierto orden. Para ello, nos hablan de principios básicos o fundamentos de la sociología.
Estos principios básicos nos permitirían -entre otros principios- ordenar la gran cantidad de in-
formación que ha construido la sociología.

A continuación mostramos uno de esos órdenes, propuesto por el sociólogo Wallerstein. Para él,
la herencia sociológica (es decir sus fundamentos, sus grandes preocupaciones) está constituida
por estas cuatro vastísimas premisas:
1. Premisa: El ser humano tiende a la sociabilidad sea por naturaleza (Aristóteles), sea por la
existencia de un pacto o contrato (Hobbes).

En los antecedentes de la sociología habíamos visto que Aristóteles consideraba que la natura-
leza del ser humano es política (el hombre es un animal político). Por ello, es natural que se una
con otros seres humanos, que interactúe con ellos para formar sociedades cada vez más com-
plejas que van desde la familia y culminan -según Aristóteles- en la ciudad estado, en la polis
griega.

Muchos años después, otro filósofo, Hobbes, argumentaba que la naturaleza propia del ser hu-
mano es ser lobo de los otros hombres. Con tal metáfora quería decir que lo natural es que el
ser humano niegue, rehúya la congregación con otros seres humanos. Pero que tal situación lo
conduciría, inexorablemente, a su destrucción. Por ello, el origen de las primeras agrupaciones
humanas obedece a un pacto, en virtud del cual cada ser humano renuncia a su derecho a la
violencia y lo traslada al Estado, el cual será el único autorizado para ejercerla.
Observamos, entonces, que existen posiciones diferentes sobre el porqué de la sociabilidad hu-
mana. Pero que la sociabilidad existe, existe. Sea cual sea la razón, el ser humano tiende a la
sociabilidad, es decir, a convivir e interactuar socialmente en grupos, con otros seres humanos.
Este sería el primer fundamento teórico de la sociología.

2. Premisa: Toda sociedad esté estructurada. Esa estructura que tiene toda sociedad está con-
formada por grupos.

La mayoría de los sociólogos aceptan hoy la idea de que la sociedad es una estructura, una red
de muchos grupos de diferente naturaleza y propósito. Para una parte de los científicos sociales,
los grupos imponentes son la familia, las tribus, el clan, etcétera. Para otro grupo de científicos,
los grupos más imponentes en una sociedad son las clases sociales. Pero la mayoría de los so-
ciólogos acepta que la sociedad puede considerarse como una estructura muy compleja de gru-
pos jerarquizados, ya sea que esas diferencias procedan de su acceso diferencial al poder, al co-
nocimiento, a símbolos de riqueza, o a la propiedad de los medios de producción de una socie-
dad determinada.
3. Premisa: los grupos en una sociedad están estratificados, es decir, jerarquizados y en con-
flicto entre ellos. La mayoría de los científicos sociales acepta que estos grupos (llámense estra-
tos o clases sociales, o tribus, o clanes) están estratificados y entran en conflicto. Para algunos,
la tensión es permanente. Es decir la sociedad tiende hacia el conflicto. Para otros, la tensión es
ocasional, y la sociedad tiende al equilibrio. Pero todos los sociólogos aceptan que la situación de
conflicto (permanente o no) es una característica central de cualquier sociedad humana.

4. Premisa: A pesar del conflicto en el grupo o entre grupos, la sociedad como un todo logra -por
lo menos en el corto plazo- evitar que el conflicto destruya o transforme radicalmente a toda la
sociedad. Logra mantener una relativa estabilidad.
Es decir, toda sociedad posee mecanismos para procurar contener el conflicto y sus consecuen-
cias.

Estos cuatro grandes temas han sido recurrentes en los pensadores sociales y en los precursores
de la sociología.

RESUMEN
Cuando aplicamos procedimientos complejos y sistemáticos para conocer la realidad que nos ro-
dea podemos obtener conocimientos científicos. Cuando estos conocimientos se refieren a las
personas y sus relaciones, hablamos de conocimientos científicos sobre la realidad social. Es de-
cir, hablamos de ciencia social. La sociología es una ciencia social.

La sociología y, en general, las ciencias sociales, tienen un vasto precedente. Muchos hombres y
mujeres, en diferentes partes del mundo y en diferentes épocas, observaron, analizaron y escri-
bieron sobre la realidad social. A estas personas las conocemos como pensadores sociales. En la
cultura occidental, destacamos, por ejemplo, a filósofos griegos como Platón y Aristóteles. Du-
rante la Edad Media, a pensadores sociales como Santo Tomas de Aquino. En el Renacimiento y
en la Edad Moderna conocemos a Guillermo de Occam, Tomás Moro, Maquiavelo, Hobbes, etcé-
tera.

Varios conceptos que actualmente usan las ciencias sociales provienen de estos pensadores so-
ciales. Así, hace más de dos mil años, Heráclito de Efeso utilizó los conceptos de método dialéc-
tico y de clase, los cuales hoy utilizan profusamente las ciencias sociales y, en particular, la so-
ciología.

A partir de la segunda mitad del siglo XVIII surgió un grupo de pensadores sociales, a quienes,
por su aporte directo para el nacimiento de la sociología, se les conoce con el nombre de precur-
sores: Kant, Vico, Hume, Montesquieu son tres de ellos, quienes influyeron en los fundadores de
la sociología.

Se considera a Augusto Comte el padre de la sociología. Pero también son fundadores Enrique
de Saint-Simón y Herbert Spencer. Ellos propusieron la utilización de procedimientos complejos
y sistemáticos (procedimientos que algunos llaman método científico) para conocer la realidad
social. Además, delimitaron un ámbito de la realidad social sobre el cual podrían aplicarse esos
procedimientos. Así nació la sociología como disciplina científica.

Un asunto importante es que los pensadores sociales, los precursores y los fundadores de la so-
ciología siempre relacionaron sus observaciones con la dinámica de la sociedad en la que a ellos
les correspondió vivir. Por eso, la sociología no nace solo ni principalmente del pensamiento de
unos intelectuales, como Comte o Spencer. La sociología nace de la aguda observación de lo que
está ocurriendo en la parte más industrializada de Europa Occidental, durante la Primera mitad
del siglo XIX. Allí estaban ocurriendo grandes conflictos políticos y había una crisis social genera-
lizada. La sociología surge como un esfuerzo intelectual para observar, entender, predecir y con-
trolar (o transformar) la realidad social.

Pero, qué le interesa observar y entender a la sociología, y en general a los pensadores sociales?
Podríamos hablar -no taxativamente- de cinco grandes temas que siempre han preocupado a los
pensadores, precursores, fundadores de la sociología y los sociólogos. Estos temas son los fun-
damentos del pensar sociológico. Considerémoslos:
La sociabilidad
Las relaciones entre el individuo y la sociedad
La estructura social, ¿cómo se estructura la sociedad?,
El conflicto y el cambio social,
Los mecanismos que controlan el conflicto y el cambio social.

EJERCICIOS DE AUTOEVALUACION

1. Por qué la sociología es una ciencia?


La sociología es una ciencia porque tiene un ámbito de conocimiento específico y para conocer
ese ámbito aplica el método científico.

2. Cite una diferencia entre las ciencias sociales y las ciencias naturales.
Una diferencia entre las ciencias sociales y las ciencias naturales es que en las ciencias sociales,
el investigador está inmerso en el mismo objeto que estudia: la sociedad. Las conclusiones de
sus investigaciones, entonces, pueden ser influenciadas por esta situación. En las ciencias natu-
rales, el investigador se distancia de su objeto de estudio. Por ejemplo, un geólogo es bastante
indiferente en relación con lo que le suceda a su objeto de estudio (las rocas).
Como el sujeto cognoscente (es decir, el científico social) está inmerso y participa de la realidad
que estudia, sus conclusiones tienden a estar influenciadas por esa situación.

3. Cite dos características de los primeros momentos del pensamiento social.


Dos características de los primeros momentos del pensamiento social son:
1. La base sobre la cual se fundamentan estos conocimientos es la revelación o intuición del
pensador social.
2. Su pensamiento tiene un fin moral y religioso.

4. Analice la siguiente afirmación: El concepto de clase social es propio de la sociología mo-


derna.
Generalmente se piensa que clase social es un concepto de la sociología moderna, utilizado por
primera vez por Carlos Marx. Por el contrario, el concepto de clase social es muy antiguo... Fue
utilizado, por ejemplo, por Heráclito (seiscientos años antes de Cristo), para analizar las diferen-
cias que él observó en la sociedad de su tiempo.
5. Por qué no surgieron grandes pensadores sociales individuales durante la Edad Media?
No surgieron grandes pensadores sociales individuales durante la Edad Media por el gran predo-
minio que tuvo el pensamiento de la iglesia católica romana.
6. Cuál es el concepto de sociabilidad humana que sostiene Hobbes?
El concepto de sociabilidad humana que sostiene Hobbes es que la sociabilidad no es propia del
ser humano. No es gregario por instinto natural. Todo lo contrario. El hombre es enemigo del
hombre. Hobbes diría: El hombre es, por naturaleza, lobo del hombre, señalando con ello que
los hombres siempre estarían en conflicto.
7. Cite dos precursores de la sociología.
Dos precursores de la sociología son: Emmanuel Kant y Carlos Luis, barón de Montesquieu.
8. Cite dos aportes de Montesquieu a la sociología.
Dos aportes de Montesquieu a la sociología son:
1. La historia de las sociedades no es, principalmente, un anecdotario de la vida de grandes
hombres, sino el despliegue de leyes generales que están en el origen de toda sociedad.
2. El clima de una región tiene influencia directa e importante sobre las características de una
sociedad.
9. Explique el contexto social en el que nace la sociología.
El contexto social en el que nace la sociología es:
Para el inicio del siglo XIX, la Revolución Industrial significó grandes cambios en la vida social
europea. Hubo crisis social y crisis política. Surgieron pensadores sociales que, aplicando un ma-
yor rigor científico, analizaron esa situación social y propusieron soluciones. Estos pensadores
sociales son los fundadores de la sociología.
10. Quién fue el primero en utilizar el término sociología?
Augusto Comte fue el primero en utilizar el término sociología.
11. Cuál es la propuesta hegeliana sobre la dinámica de la realidad?
La propuesta hegeliana sobre la dinámica de la realidad es la siguiente:
La realidad es dinámica. Cambia constantemente. Para conocer esa realidad en constante cam-
bio es necesario un método. Hegel propone el método dialéctico. Este (de manera muy general)
consta de tres momentos La tesis (o momento de la afirmación); la antítesis (o el momento de
la negación) y la síntesis (momento de la superación de la tesis y la antítesis) Esta síntesis, a su
vez, se convertiré en tesis, y así se reinicia, continuamente, el proceso de conocimiento de la
realidad.
12. Cite tres características que a lo largo de la historia ha tenido el conocimiento sociológico.
Tres características que a lo largo de la historia ha tenido el conocimiento sociológico son:
1. Una gran cantidad de conocimientos sobre la realidad social.
2. Conocimiento sobre muchos temas y situaciones sociales.
3. Gran parte de esos conocimientos son divergentes. No coinciden.
13. Cite cuatro fundamentos del quehacer sociológico.
Cuatro fundamentos del quehacer sociológico son:
1. El ser humano tiende a la sociabilidad.
2. Toda sociedad está conformada por grupos distribuidos en una escala jerárquica.
3. Esos grupos están en una tensión constante. El conflicto es inherente a la sociedad.
4. Toda sociedad posee mecanismos para evitar que el conflicto transforme –en el corto plazo- a
la sociedad de manera radical.

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