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GLOSARIO

Art. 76 Ley 115 de 1994: Concepto de currículo: Currículo es el conjunto de criterios,


planes de estudio, programas, metodologías, y procesos que contribuyen a la formación
integral y a la construcción de la identidad cultural nacional, regional y local, incluyendo
también los recursos humanos, académicos y físicos para poner en práctica las políticas y
llevar a cabo el proyecto educativo institucional.

Art. 77 Ley 115 de 1994: Autonomía escolar. Dentro de los límites fijados por la presente
ley y el proyecto educativo institucional, las instituciones de educación formal gozan de
autonomía para organizar las áreas fundamentales de conocimientos definidas para cada
nivel, introducir asignaturas optativas dentro de las áreas establecidas en la ley, adaptar
algunas áreas a las necesidades y características regionales, adoptar métodos de enseñanza
y organizar actividades formativas, culturales y deportivas, dentro de los lineamientos que
establezca el Ministerio de Educación Nacional.

Art. 79 Ley 115 de 1994: Plan de estudios. El plan de estudios es el esquema estructurado
de las áreas obligatorias y fundamentales y de áreas optativas con sus respectivas
asignaturas, que forman parte del currículo de los establecimientos educativos.
En la educación formal, dicho plan debe establecer los objetivos por niveles, grados y
áreas, la metodología, la distribución del tiempo y los criterios de evaluación y
administración, de acuerdo con el Proyecto Educativo Institucional y con las disposiciones
legales vigentes.

Misión:
Pretender una formación integral y continuada del educando que le permita mejorar su
calidad de vida. Con tal perspectiva, la institución imparte una educación con modalidad
técnica con énfasis en operadores en reservas y ventas de servicios turísticos la cual ha de
permitir la proyección y promoción de la persona a nivel humano, intelectual, social y
tecnológico para el acceso a estudios superiores y al mercado laboral.

Visión:
Formar personas críticas, autocríticas, reflexivas, dinámicas, investigativas, tolerantes,
amantes del deporte, el arte, la tecnología, la cultura, capaces de cuidar y proteger el medio
ambiente forjando en nuestros educandos una sólida personalidad que le permita examinar
y proponer alternativas tendientes a mejorar el medio en que vive, convirtiéndose en un
agente de progreso para la ciudad, la región y el país.

Filosofía Educativa:
La Institución Educativa Distrital Simón Bolívar de Gaira, que comprende los niveles de
Preescolar, Básica y Media Técnica con Modalidad en Operadores en reservas y ventas de
Productos Turísticos.

Parte del principio fundamental de que toda persona, por ser miembro de una comunidad,
es un ser social, por lo tanto se gesta, evoluciona, se educa y se realiza como un ser situado
frente a unas circunstancias que le son inherentes a su misma naturaleza.
El espíritu filosófico de nuestra institución educa, orienta hacia el desarrollo equilibrado de
las dimensiones de la persona humana y de la sociedad, ya que toda persona tiene derecho a
la adquisición y generación de los conocimientos científicos y técnicos más avanzados:
humanísticos, históricos, geográficos, estéticos y al fundamento de la investigación y al
estímulo, a la creación artística en sus diferentes manifestaciones, mediante la apropiación
de hábitos intelectuales adecuados para el desarrollo del saber.

Esta filosofía se fundamenta en los siguientes valores: el respeto por la vida, por la libertad,
la justicia, la igualdad, el dialogo, la paz, la dignidad y el buen uso de la autonomía dentro
de un marco jurídico, democrático, participativo, pluralista, con base en el desarrollo ético.

CONTEXTO

Planear la práctica pedagógica implica que todos los elementos que la configuran estén
alineados entre sí, requiere de una mirada integral y articuladora del Proyecto Educativo
Institucional- PEI, en términos de Tapiero y García (2008), garantizar la calidad de la
educación depende de la integración de la praxis educativa y la autopoiésis institucional,
pues construir currículo es una tarea de todos los actores que hacen parte de la comunidad
educativa.

En consecuencia, el plan de aula debe ser el reflejo del horizonte institucional y los
componentes pedagógicos y curriculares proyectados, los cuáles son dinámicos y flexibles,
así como de las apuestas que, de manera particular, define cada docente en respuesta a las
características, propuestas, iniciativas, inquietudes y procesos particulares de las niñas, los
niños y adolescentes que acompaña. Por ello, una de las tareas de la comunidad educativa
de cada Establecimiento Educativo -EE- así como de los garantes externos de la calidad de
la educación (funcionarios de las Secretarías de Educación y del Ministerio de Educación
Nacional), es orientar el proceso de articulación y gestión de los componentes curriculares
al interior de los EE de manera que se materialicen en las planeaciones de estudio, de área y
de aula que se manejan en su interior. PICC -HME. (2016)

Ahora bien, los mecanismos e instrumentos de planeación que se usan son variados o de
libre formato, ya que dependen del modelo y/o enfoque pedagógico del EE, de los acuerdos
institucionales, de los esquemas y formas organizativas del docente, de las necesidades e
intereses de las niñas, los niños y adolescentes, entre otros; pero en definitiva, deben
responder al entramado institucional y especialmente, en el caso de la básica, al plan de
estudios, entendiéndose este, como un esquema estructurado de las áreas obligatorias,
fundamentales y optativas con sus respectivas asignaturas, que forman parte del currículo
de los EE y que establece los objetivos por niveles, grados y áreas, la metodología, la
distribución del tiempo y los criterios de evaluación de acuerdo con el Proyecto Educativo
Institucional y con las disposiciones legales vigentes. (Art. 79 Ley 115 de 1994).

De ahí, que la planeación pedagógica en el caso de la Básica, esté estrechamente


relacionada con el área y el proceso didáctico de la misma. Lo mínimo esperado de un plan
de aula, es que esté relacionado con el objetivo o propósito, las actividades propuestas, los
materiales de la sesión, los tiempos de duración y la evaluación, teniendo en cuenta el
Artículo 77 de la Ley 115 de 1994 que consagra que los EE tendrán autonomía para
organizar las áreas fundamentales de conocimiento definidas para cada grado, introducir
asignaturas optativas dentro de las áreas establecidas por la ley, adaptar algunas áreas a las
necesidades y características regionales, de acuerdo con sus contextos, las particularidades
y proyecciones de la población estudiantil, de la comunidad educativa y del contexto en
general; adoptar métodos de enseñanza y organizar actividades formativas, culturales y
deportivas dentro de los lineamientos establecidos por el Ministerio de Educación Nacional.

En el caso de educación inicial, la planeación pedagógica debe responder a lo dispuesto en


la Ley 1804 de 2016 “Para el desarrollo integral de la Primera Infancia”, especialmente en
lo relativo a la concepción de desarrollo integral y educación inicial. Así mismo, el proceso
de planeación deberá enmarcarse en los Referentes Técnicos para la educación inicial (2014
y 2017), así como a las apuestas particulares que el EE ha definido para la formación de las
niñas y los niños en coherencia con las disposiciones normativas y técnicas mencionadas.
En este sentido, para adelantar la planeación pedagógica en educación inicial es necesario
tener en cuenta que:

▪ El objetivo de la educación inicial no es enseñar contenidos temáticos ni disciplinares,


sino desplegar diferentes oportunidades para potenciar el desarrollo y aprendizaje de las
niñas y los niños de acuerdo con sus características, intereses, preguntas, deseos, propuestas
y necesidades, así como de sus contextos familiares, sociales, culturales, ambientales, etc.
▪ No parte ni se enmarca en un plan de estudios, con temas o unidades didácticas
predeterminadas o establecidas periódicamente. Sin que ello niegue la necesidad de contar
con propósitos e intencionalidades claras respecto a los procesos de desarrollo y
aprendizaje de las niñas y los niños que se espera potenciar a partir de las experiencias y
ambientes pedagógicos proyectados.
▪ Se plantea un currículo basado en la experiencia, fundamentado en el desarrollo y
aprendizaje de los niños y las niñas, en las interacciones que viven en la cotidianidad con
sus pares y adultos y en la generación de experiencias que permiten el disfrute del juego,
las expresiones artísticas, la literatura y la exploración del medio, en tanto actividades que
les son propias y que les permiten dotar de sentido el mundo que habitan, así como
comprender las lógicas que lo configuran.
▪ Se propone tener en cuenta cuatro momentos para la organización pedagógica: indagar,
proyectar, vivir la experiencia y valorar el proceso; los cuales se comportan como un
sistema flexible, que responde a las dinámicas propias de la práctica pedagógica.

Tanto para educación inicial como para la básica, la planeación reconoce a las niñas, los
niños y adolescentes como protagonistas de su desarrollo y aprendizaje, motivo por el cual
debe partir de preguntas esenciales sobre las características, necesidades, intereses,
contexto y aprendizajes que se buscan promover o potenciar, para proyectar una enseñanza
efectiva que responda a los retos del grupo. Para Santa (2011),

La planeación es una esa serie de acciones desarrolladas por el profesor antes, en el


momento de llegar y hasta que sale del aula y aun después. Porque el profesor es el
protagonista de la planeación de una clase, por lo que debe partir de algo concreto y
tangible, un “plan maestro”, que le permita tener éxito en su actividad. (pp.110).
En consecuencia, la planeación pedagógica parte de la definición de intenciones y
propósitos que permiten precisar y disponer los medios, recursos, estrategias, dispositivos y
experiencias, es decir, se trata de un proceso sistemático, estructurado y permanente que
orienta las apuestas particulares del docente y configura su propuesta para promover el
desarrollo y el aprendizaje de las niñas, los niños y adolescentes.

Por esta razón, el ejercicio comprensivo y analítico que realice el tutor y el docente de aula
al proceso de planeación es clave para la reflexión pedagógica, el reconocimiento de
fortalezas y aciertos, de las oportunidades de mejora, además de evidenciar el contraste
efectivo entre lo planeado y lo ejecutado, así como la capacidad de responder con
flexibilidad y pertinencia a lo inesperado (preguntas, situaciones, propuestas, etc.) para
potenciar el desarrollo y aprendizaje de las niñas, los niños y adolescentes.

La planeación como foco de atención para el análisis en el acompañamiento situado.


1. Planificación de la práctica:

Hace referencia al diseño y preparación de la práctica de aula, es decir a la construcción


pedagógica de los propósitos de enseñanza, las metas de desarrollo y aprendizaje, el diseño
metodológico y las estrategias de evaluación y seguimiento. Esto, en clave del plan de
estudios o en coherencia con la mirada del currículo basado en la experiencia de educación
inicial. En esta etapa los docentes de aula construyen y/o analizan una planeación
específica, de conformidad con el plan de estudios del EE o las orientaciones técnicas de la
educación inicial, (depende del nivel que se vaya a acompañar) y de los procesos de
desarrollo y aprendizaje de los estudiantes.

A continuación, se relacionan los focos de atención o elementos clave, que el docente de


aula puede tener en cuenta en su acompañamiento, en la primera etapa del proceso:

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