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Voces: ABUSO DEL DERECHO ~ COBERTURA MEDICA ~ CONTRATO DE

ADHESION ~ CUMPLIMIENTO DEL CONTRATO ~ DAÑOS Y PERJUICIOS ~


LIBERTAD CONTRACTUAL ~ MEDICINA PREPAGA
Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, sala K(CNCiv)(SalaK)
Fecha: 09/05/2006
Partes: Zoppi, María R. c. Medicus S.A.
Publicado en: LA LEY - LA LEY 2006-C, 824 - RCyS 2006-VI, 121
HECHOS: La demandada interpuso recurso de apelación contra la sentencia del juez de
primera instancia que la condenó a mantener el servicio de medicina prepaga según el plan
que contrataran los accionantes. La Cámara confirmó la sentencia apelada.

SUMARIOS:
1. Corresponde confirmar la sentencia que consideró abusivo y contrario a la equidad que una
empresa de medicina prepaga sin motivo alguno se haya negado a reincorporar a los actores
en la misma fecha en que pagaron las cuotas que adeudaban, ya que la recurrente no se ha
hecho cargo de regular debidamente dicha conclusión ni tampoco las relativas a que la falta de
prueba de la notificación a los asociados tornó insuficiente la resolución.
JURISPRUDENCIA VINCULADA (*)
VER TAMBIEN
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, sala E, 16/11/2005, "Tome,
José M. c. Omint S.A.", DJ 03/05/2006, 58

(*) Información a la época del fallo

2. Los contratos de medicina prepaga son de adhesión y por ello en caso de duda deben
interpretarse a favor del consumidor, dado que sus cláusulas son impuestas por el prestador
del servicio en forma de plan o reglamento general y la única opción a cargo del adherente o
afiliado es la de aceptar o adherir a dicho plan o, no aceptarlo integramente.
JURISPRUDENCIA VINCULADA (*)
VER TAMBIEN
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, sala E, 16/11/2005, "Tome,
José M. c. Omint S.A.", DJ 03/05/2006, 58

(*) Información a la época del fallo

TEXTO COMPLETO: 2ª Instancia. — Buenos Aires, mayo 9 de 2006.


El doctor Degiorgis dijo:
I. Que la sentencia de primera instancia, dictada a fs. 301/307 vta., que admitiera la demanda
entablada a fs. 101/105 — ampliada a fs. 169/169 vta.— que condenara a "Medicus S.A." a
que mantenga el servicio de asistencia medica prepaga según el plan que contrataran los
accionantes conforme las pautas pactadas y teniendo como contraprestación el pago de la
cuota que corresponda, con costas, fue apelada por la demandada quien expresó sus agravios a
fs. 317/321; cuyo pertinente traslado fuera contestado a fs. 312/314 vta. del incidente
agregado a estos autos.
II. Que para decidir como lo hiciera el a quo evaluó tanto la relación contractual que vinculó a
las partes, como las conductas que asumieran las mismas con posterioridad. En ese sentido
resaltó la naturaleza y función del contrato de medicina prepaga y los bienes que están en
juego; resaltando su configuración como un contrato por adhesión que lleva a interpretarlo de
manera tal que se preserven los intereses de quienes buscan dicha prestación. Posteriormente
a ello analiza las dos cuestiones conflictivas que se presentan en el caso tales las de a) si la
baja del servicio se efectuó usando regularmente "Medicus S.A." que poseía contractualmente
y b) si el posterior rechazo de la incorporación solicitada por los actores fue razonable o no.
No desconoció la existencia de mora en el pago de las cuotas de noviembre y diciembre del
2002 ni las facultades de "Medicus S.A." en tal sentido; señalando la incorporación de un
pacto comisorio expreso conforme lo establecido por los arts. 1203 y 1204 del Cód. Civil y
216 del Cód. de Comercio, aseverando al respecto que para resolver el contrato debía
aplicarse el procedimiento resolutorio previsto en los mismos. Ello significaba que debía
haberse notificado a los consumidores en forma fehaciente su voluntad de resolver el contrato
en el caso de dos cuotas consecutivas. Si bien "Medicus S.A." sostuvo que intimó a los
demandantes por carta documento de fecha 18 de diciembre del 2002 para que los mismos
regularizaran su situación, brindándoles un plazo hasta el 9 de enero del 2003, la actora negó
su recepción y "Medicus S.A.", quien tenía la carga de la prueba a su cargo, no la produjo
pues dijo que la empresa OCA nada contestó acerca de la autenticidad de la carta documento
N° 0915420600, la accionada no insistió a fin de conseguir respuesta alguna sobre la cuestión.
En función de esos antecedentes consideró entonces incumplido el procedimiento a seguir a
fin de validar la resolución contractual.
Asimismo señaló que la actitud de la demandada resultaba abusiva y contraria a la equidad,
expresando claramente que resultaba atendible que "Medicus S.A." al corroborar con fecha 19
de enero la falta de pago de las cuotas de noviembre y diciembre haya optado por la baja, pero
lo que tornaba irregular el uso de ese derecho era que, saldada la deuda en su totalidad al día
siguiente de la recepción de la carta documento de fs. 184/185, fuera negada sin motivo
alguno la reincorporación solicitada en esa misma fecha.
También consideró que si bien Medicar en su reglamento dispuso la facultad de rechazar
según su voluntad la reafiliación, ante el planteo de la acción judicial no podía, por lo menos,
dejar de explicar cuáles fueron los motivos reales por los que desestimó la readmisión, la que
ni siquiera intentó en su escrito de contestación de demanda, basando su negativa tan solo en
la facultad reglamentaria pactada, lesionando y menoscabando derechos de los amparistas a
acceder a la prestación de servicios médicos, máxime cuando la asistencia médica le resultaba
imprescindible a uno de ellos.
Funda en derecho, doctrina y jurisprudencia su decisión, resaltando lo dispuesto por el art.
1071 del Cód.Civil que establece que la ley no ampara el ejercicio abusivo de derechos y el
1198 del mismo ordenamiento legal en cuanto a la interpretación contractual a la luz del
principio de la buena fe.
III. Que debe liminarmente advertirse que a poco que se repare en la lectura de la pieza
recursiva aparece evidente que en la misma no se refuta en forma acabada y terminante los
argumentos y fundamentos de hecho, derecho, jurisprudenciales y doctrinarios que
correctamente expresara el a quo al emitir su decisión, los cuales -es de señalar- son
plenamente compartidos. Es que en aquélla sólo se exponen alegaciones meramente
subjetivas que no logran la suficiencia técnico jurídica exigida para los fines perseguidos,
pues — como se indicara— no logran desvirtuar en forma precisa y concluyente los sólidos
fundamentos y argumentos efectuados por el primer sentenciante, no se rebate concreta y
eficientemente las conclusiones a las que el mismo arribara (conf. arg. art. 265 del Cód.
Procesal y exptes. 26.557/00, 73.252/01 y 45.577/02 de esta Sala entre otros y otras). Es que
el apelante, más allá de las argumentaciones genéricas y reiterativas no se hace cargo, empero,
de refutar debidamente las conclusiones del a quo, fundamentalmente las relativas a que la
falta de prueba de la notificación a los accionantes tornó insuficiente la resolución y
consecuente la aplicación de lo dispuesto por los arts. 1071 y 1198 del Cód. Civil en virtud de
la propia naturaleza del contrato de adhesión y de los valores implicados.
Disentir con la interpretación judicial sin fundamentar la oposición o sin dar bases jurídicas a
un distinto punto de vista, no es expresar agravios en los términos legalmente requeridos. La
argumentación es inidónea y la expresión de agravios insuficiente si no se ataca concreta y
frontalmente los verdaderos argumentos del fallo. Las formulaciones genéricas no son
suficientes para fundamentar el recurso de apelación (v. Fassi, "Código ... ", T° I pág. 719,
entre otros).
Sin perjuicio de ello es de destacar que este Tribunal ha tenido ocasión de expedirse en una
situación similar a la presente en los autos "Jiménez de Rueda, Adela c. Asoc. Civil del
Hospital Alemán s/daños y perjuicios", expte. 169.843 del 21-II-996, a cuyos fundamentos en
honor a la brevedad y a fin de evitar innecesarias repeticiones corresponde remitirse (v.
doctrina y jurisprudencia ahí citada), en donde se estableciera que los contratos como el de
examen configuran típicamente contratos por adhesión y en caso de duda deben interpretarse
a favor del consumidor, ya que sus cláusulas son impuestas por el prestador del servicio en
forma de plan o reglamento general frente al cual la única opción a cargo del adherente o
afiliado es la de aceptar o adherir a dicho plan, monopólicamente impuesto con cláusulas
predispuestas, o no aceptarlo íntegramente.
Es por todo ello que considero que las quejas de que se tratan deben en el caso ser rechazadas.
Por ello voto entonces porque se confirme la sentencia apelada, y porque se impongan las
costas de Alzada a la demandada vencida por no existir mérito para poder apartarse en el caso
del principio objetivo de la derrota en juicio que determina el art. 68 del Cód. Adjetivo.
Los doctores Rejo y Ameal se adhieren al voto que antecede por razones análogas.
Por lo deliberado y conclusiones establecidas en el Acuerdo transcripto precedentemente por
unanimidad de votos, el tribunal decide: Confirmar la sentencia apelada, e imponer las costas
de Alzada a la demandada vencida por no existir mérito para poder apartarse en el caso del
principio objetivo de la derrota en juicio que determina el art. 68 del Cód. Adjetivo.
De conformidad con lo dispuesto en los arts. 6, 7, 9, 36 y ccs. de la ley 21.839 y su
modificatoria ley 24.432, se confirman los honorarios recurridos por no ser elevados.
Atento lo normado en el art. 14 de la ley 21.839 y su modificatoria ley 24.432, se regulan los
honorarios del Dr. D. T. en la suma de $ 900 (pesos novecientos) y los del Dr. C. I. U. en la
suma de $720 (pesos setecientos veinte). — Carlos R. Degiorgis. — Cecilia M. V. Rejo. —
Oscar J. Ameal.

© La Ley S.A.

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