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EFECTOS NO LOCALES Y LA NOCIÓN DE REALIDAD

Jean Piaget plantea en su teoría del desarrollo cognitivo en la infancia que el proceso de
construcción de habilidades e inteligencia parte inicialmente del reconocimiento de unos
principios básicos para entender la realidad. Esta realidad no se refiere únicamente al ámbito
físico, sino que incluye todas las ideas fundamentales que permiten entender la sociedad, la
familia, la naturaleza, y así hasta entender las matemáticas y las partículas subatómicas. Por
ejemplo es divertido jugar con un bebé a tapamos el rostro, cuando lo hacemos dejamos de
existir para él y quitar nuestras manos y reaparecer en su mirada podemos mirar su asombro
al descubrirnos nuevamente. Para un bebé la permanencia de un objeto no es algo obvio, pero
para nosotros es algo tan básico que no hace falta explicarlo en el colegio, sin embargo en
mundo cuántico, las cosas se tornan complicadas.

Con el tiempo desarrollamos todos estos principios que nos permiten entender todos los
procesos que rigen el universo. La permanencia de los objetos, la causalidad y la localidad
son buenos ejemplos. Estos principios fueron adoptados como leyes universales por la
mecánica clásica y después por la relatividad general, transponiendolos a todos los ámbitos y
todas las escalas del universo, lo que permitió describir procesos y predecir el mundo usando
la ciencia. Esto fue un dogma durante siglos, pero el descubrimiento del comportamiento
cuántico de las partículas llevó a plantear preguntas nuevas que desafiaban los cimientos de la
física clásica y, a veces, hay que deshacerse de todas estas ideas preconcebidas para explicar
los fenómenos que de otra forma serían metafísicos.

La teoría cuántica afirma que ciertas propiedades del objeto están esencialmente indefinidas,
y no porque falte precisión para medirlas, sino que su estado inicial es la superposición de
todos sus estados posibles cada uno con su posibilidad de ser real. Este estado indeterminado
existe hasta que se realiza la medición donde toda esta distribución de posibilidades colapsa
en un solo estado real, lo que es llamado “colapso de la función de onda”, o esto es lo que nos
dice la interpretación de Copenhague. Los cálculos matemáticos en los que se sustenta la
mecánica cuántica son sumamente precisos y describen de manera exacta el comportamiento
de nuestro universo, tanto así que han desarrollado la tecnología y por ende el mundo en que
vivimos, sin embargo plantea incógnitas filosóficas acerca de lo que entendemos como
conciencia y realidad. Si somos estrictos, incluso el colapso de la función de onda puede
verse como un efecto no local, ya que en el momento en que se mide cualquier partícula, la
totalidad de la función de onda colapsa instantáneamente de todas sus variaciones en el
espacio a un punto determinado.

Los fenómenos no locales son un claro ejemplo de este comportamiento obscuro que no solo
desafía a la física clásica, sino a toda nuestra concepción de la realidad, y es un tema
fundamental en el desarrollo de las interpretaciones de la mecánica cuántica.
“a siguiente idea caracteriza la independencia relativa de objetos que están muy
alejados uno de otro en el espacio (A y B): una influencia externa en A no puede
influir directamente sobre B; esto es conocido como el principio de acción local”
Albert Einstein (1948). «Quanten-Mechanik und Wirklichkeit». Dialéctica 2: 320 -
324.
En otras palabras, cada parte del universo solo interactúa con sus alrededores inmediatos, por
lo que las interacciones físicas es el universo no pueden propagarse instantáneamente,
teniendo como máxima velocidad la velocidad de la luz. Los fenómenos no locales son
efectos físicos en donde se realiza una acción a distancia sin afectar directamente al objeto, en
un mismo instante en el tiempo, desafiando las leyes universales de causa y efecto, el
principio de inercia de Newton y las leyes de la termodinámica. Es por esto que perturbó a
Einstein a tal punto que los llamó “fenómenos fantasmagóricos” y para él la existencia de
estos fenómenos era una contradicción directa de la teoría de la relatividad y de toda la
estructura del espacio-tiempo.

El problema de los efectos no locales está en el foco de la física moderna desde que se
descubrió el entrelazamiento cuántico. El entrelazamiento cuántico es un estado en el que dos
partículas están aparentemente conectadas después de que interactúan entre ellas y se puede
describir su estado con una sola función de onda combinada. El problema es que realizar una
medición en una de estas partículas implica, según la interpretación de Copenhague, un
colapso de toda la función de onda, por lo que afecta a distancia e instantáneamente (incluso
atrás en el tiempo) a su par entrelazado. Einstein, Podolsky y Rosen describieron esta
contradicción (paradoja EPR) que pone en manifiesto un “hueco” en la mecánica cuántica, y
que no puede convivir con la relatividad especial. Para dar explicación a estos fenómenos,
plantean la existencia de variables ocultas, locales a cada partícula, definidas inicialmente y
que no han sido descubiertas hasta ahora, para resolver este enigma. Sin embargo diversos
resultados resultados experimentales, como el experimento del borrado cuántico, o
experimentos de medición del espín de electrones han demostrado la existencia de estos
efectos fantasmales.

Otro caso de estudio, que es un efecto no local, es el del tunelamiento cuántico. En este efecto
partículas que de una manera clásica no podrían atravesar barreras físicas, saltan estas
barreras de manera instantánea. Bajo principios clásicos estas partículas no tienen la
suficiente energía cinética para atravesar la barrera de potencial, sin embargo cuando se
aplica la función de onda, resulta que hay una ínfima probabilidad de que la partícula se
encuentre por fuera de la barrera. El tunelamiento cuántico es fundamental para dar
explicación a fenómenos naturales como es el decaimiento radioactivo y la fusión dentro de
las estrellas y es empleado en técnicas como microscopía, electrónica y la computación, entre
otras. Uno de los estudios más importantes de este efecto, “Measurement of the single-photon
tunneling time”, empleando un interferómetro de fotones, demostró el desfase de llegada
entre dos fotones cuando uno tiene que atravesar una barrera mediante tunelamiento cuántico
sugiriendo un desplazamiento a una velocidad mayor a la velocidad de la luz, sin embargo,
incluso sus autores rechazan este fenómeno como una prueba de una violación del principio
de causalidad ya que este desfase está dentro de la incertidumbre de los valores iniciales de
las propiedades cuánticas de las partículas.

Para resolver la paradoja EPR, John Stewart Bell planteó un argumento para resolver el
debate. En el, mediante desigualdades en la medición del espín se puede probar la existencia
de las variables iniciales ocultas con las que Einstein pretendía explicar el problema. A pesar
de que los resultados experimentales demostraron la imposibilidad de variables ocultas
iniciales, Bell no afirmo estos resultados como una muestra inequívoca de que toda la teoría
de la relatividad está mal, sino que plantea una solución aún menos obvia sobre la cual se han
desarrollado diversas interpretaciones de la mecánica cuántica: el principio de localidad no es
necesario para un universo causal. Actualmente teorías multidimensionales, como la teoría de
las cuerdas o de una forma aún más aterradora, la teoría de los muchos mundos, teorías de
agujeros de gusano que conectan a través de túneles puntos alejados del espacio, o teorías de
variables ocultas no locales, como la teoría de función de onda piloto, en donde la función de
onda determina los posibles estados de una partícula y es su estado inicial indeterminado el
que produce el efecto de aleatoriedad, plantean soluciones al enigma de la no localidad.

Aún queda una incógnita que la física evade por su dificultad de descripción, y que los
efectos no locales y toda la física cuántica cuestiona y el problema de la medida y la
conciencia. Ya que el colapso de esta función cuando un objeto consciente la mide es un
problema que trasciende a lo filosófico y nos hace cuestionamientos acerca de toda nuestra
noción de realidad.

- Carretero, M. (2004). Introducción a la Psicología Cognitiva. 2nd ed. Buenos Aires:


Aique.
- Einstein, A.; Podolsky, B.; Rosen, N. (1935). «Can Quantum-Mechanical Description
of Physical Reality Be Considered Complete?». Physical Review 47: 777-780.
- A. M. Steinberg, P. G. Kwiat, and R. Y. Chiao. (1993) «Measurement of the
single-photon tunneling time». Physical Review Letters.
- Rosenblum, B. and Kuttner, F. (2016). El enigma cuántico. 1ra ed. Barcelona:
Tusquets Editores.
- Gisin, N. (2014). Quantum Chance. London: Springer.

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