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SEMINARIO BÍBLICO:
INTRODUCCIÓN
Romanos 10:9 y 10:
Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu
corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo,
Porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para
salvación.
Con el corazón se cree para justicia y con la boca se confiesa para salvación.
La justicia y la salvación se reciben por la gracia de Dios y no por las obras
que nosotros hayamos hecho o que hagamos.
Tito 3:4-6:
Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador,1 y su amor
para con los hombres,
Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino
por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la
renovación en el Espíritu Santo,
El cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro
Salvador.2
La Salvación no es un proceso que uno lleva a cabo. La Salvación es una obra
y realidad completa y perfectamente lograda por la misericordia y gracia de
Dios y Su Hijo Jesucristo en tiempo pasado con efectos presentes, hecha
disponible hoy para todos quienes confiesen con su boca que Jesús es el Señor,
y crean en su corazón que Dios lo levantó de los muertos.
Tito 3:5 y 6 nos revelan que Dios “nos salvó...por la renovación en el espíritu
santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo.” Jesucristo
se identificó con nosotros cuando él vivió aquí sobre la tierra,3 y nos amó y se
entregó a sí mismo por nosotros,4 entonces nosotros, cuando confesamos que
él es Señor, y creemos que Dios lo levantó de los muertos, somos salvos y
recibimos el espíritu santo.
Y es ese espíritu santo que Dios derramó5 en nosotros abundantemente
cuando fuimos salvos que espiritual y legalmente nos identifica con Jesucristo
como nuestro Señor y Salvador.
Para plenamente apreciar la verdad concerniente a nuestra identificación6
con Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, hemos de saber y creer una
sección de escritura del Libro de Romanos.
Romanos 5:12-19:
Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el
pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos
pecaron.
1
Dios es nuestro Salvador pues Él es el Autor de nuestra Salvación.
2
Jesucristo es nuestro Salvador pues él es el Agente de nuestra Salvación.
3
Filipenses 2:6-8.
4
Efesios 5:2.
5
Hechos 2:18; 2:33; 10:45.
6
Algunos sinónimos de “identificación” son: Filiación, identidad, unidad, igualdad, afinidad, semejanza.
3
Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no
se inculpa de pecado.
No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no
pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que
había de venir.
Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de
aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos
la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo.
Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque
ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación,
pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación.
Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más
reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de
la gracia y del don de la justicia.
Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los
hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los
hombres la justificación de vida.
Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron
constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos
serán constituidos justos.
Cuando nosotros tomamos la decisión de confesar a Jesús como Señor y creer
que Dios lo levantó de los muertos, fuimos salvos y recibimos el espíritu
santo, y por consiguiente nosotros dejamos de ser meros hombres de cuerpo y
alma, y llegamos a ser hombres de cuerpo, alma, y la parte mayor, espíritu.
Entonces ya no nos identificamos con el primer hombre Adán (hombre de
cuerpo y alma), sino que nuestra nueva identidad es con el postrer Adán,7
Cristo (hombre de espíritu).
Esta nueva identificación con Cristo como nuestro Señor y Salvador consiste
de siete grandes verdades ya reveladas que tienen efectos presentes. Dichas
verdades son: Crucificados con Cristo, muertos con Cristo, sepultados con
Cristo, vivificados con Cristo, levantados con Cristo, sentados con Cristo, y
manifestados con Cristo en gloria .
Filipenses 2:12:
Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi
presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en
vuestra salvación con temor y temblor.
“…como siempre habéis obedecido,…ocupaos en vuestra salvación....”
Ocuparnos en nuestra salvación es un acto de obediencia amorosa a Dios y Su
Palabra. La obediencia amorosa a Dios y Su Palabra es la evidencia de la
creencia en Dios y Su Palabra, y no un mero acto externo mecánico.
La palabra “ocupaos” en Filipenses 2:12 es la palabra Griega ‘katergazomai’,
que se podría traducir como: Efectuar, realizar, producir, llevar a cabo, hacer
efectivo.
7
I Corintios 15:45: “Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu
vivificante.”
4
8
Ver Estudio Bíblico Enseñado: “OCUPAOS EN VUESTRA SALVACIÓN.”
5
Gálatas 5:1:
Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis
otra vez sujetos al yugo de esclavitud.
Cristo nos hizo libres, y ya no estamos bajo el dominio del pecado, ni de la ley,
así como los hijos de Israel, una vez ellos cruzaron el Mar Rojo, ya no estaban
bajo el dominio de Egipto, ni de Faraón .
Ya ese dominio del pecado y de sus consecuencias, y de la ley y de cualquier
tipo de legalismo está permanentemente y totalmente terminado en nuestras
vidas, pues cuando Cristo murió, nosotros morimos con él al pecado y a la ley,
por tanto la Palabra de Dios nos exhorta a estar firmes en esa libertad con que
Cristo nos hizo libres de ya no estar bajo el dominio del pecado y sus
consecuencias, y de la ley, y de cualquier tipo de legalismo.
Finalmente, consideremos lo que la Epístola de Colosenses nos revela acerca
de haber muerto con Cristo.
Colosenses 2:20:
Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo,
¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos
Además de haber muerto juntamente con Cristo al pecado y a la ley, también
hemos muerto con Cristo a los rudimentos del mundo!
Y debido a que hemos muerto con Cristo a los rudimentos, a los sistemas de
este mundo, la Palabra de Dios nos plantea la pregunta: ¿Por qué nosotros
mismos nos sometemos a estar sujetos a ellos nuevamente? ¿Por qué, aunque
viviendo en el mundo, estamos nuevamente dogmatizados a preceptos, a
ordenanzas? Y el siguiente versículo nos explica qué clase de preceptos.
Versículos 21 y 22:
Tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques
(en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que
todas se destruyen con el uso?
Estos preceptos dogmáticos16 son “en conformidad a mandamientos y
doctrinas de hombres.” Estos preceptos tales como: “no manejes, ni gustes, ni
aun toques,” destruyen, corrompen al usuario. ¿Por qué nos sometemos a
nosotros mismos a esas reglas, las cuales son en conformidad a
mandamientos y doctrinas de hombres? Recordemos lo que el Señor
Jesucristo enseñó en Mateo 15.
Mateo 15: 1-9
Los fariseos enseñaban “como doctrinas, mandamientos de hombres.”
Colosenses 2:23
Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto
voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor
16
Se le llama dogmático a aquella persona o institución que es inflexible, intransigente, y cuyas ideas y opiniones son inobjetables:
“Razona, no seas tan dogmático”.
12
nos vestimos del nuevo hombre creado según Dios en la justicia y santidad de
la verdad.
I Juan 1:7:
Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con
otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
Si andamos en luz de lo que estas verdades de CRUCIFICADOS, MUERTOS, Y
SEPULTADOS JUNTAMENTE CON CRISTO significan e implican a nosotros,
entonces tenemos comunión con el Padre Dios y Su Hijo Jesucristo, y
mantenemos esa comunión pues la sangre de Jesucristo nos limpia de toda
maldad, de todo pecado.
Romanos 12:1 y 2:
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis
vuestros cuerpos en sacrificio, vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro
culto racional.
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la
renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la
buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Si uno renueva su mente a estas maravillosas verdades, a saber:
CRUCIFICADOS CON CRISTO, MUERTOS CON CRISTO, SEPULTADOS CON
CRISTO, y a lo que estas verdades implican y significan a y para nuestras vidas,
entonces uno comprobará cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y
perfecta.
17
Romanos 6:11 nos manda a que también nosotros nos consideremos muertos
al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús.
La palabra “consideraos” es la palabra Griega ‘logizomai’. ‘Logizomai’ significa
“contar o pesar las razones, para calcular o concluir.”
“Consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios.” Después de haber
pesado las razones (qué, porqué, para qué) del testimonio de la Palabra de
Dios respecto al Cristo sufriente y nosotros crucificados, muertos y
sepultados juntamente con él, entonces la Palabra de Dios nos manda a que
nos consideremos muertos al pecado, a que concluyamos que estamos
muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. Esa es
la meta.
La meta, el objetivo, de nuestra identificación con Cristo como nuestro Señor
y Salvador es creer que ahora estamos vivos para Dios en Cristo Jesús Señor
nuestro, y a todo lo que eso implica.
El Adversario nunca va a desear que uno lo haga, y él mantendrá
recordándole a uno lo pecaminoso que uno ha sido y que uno es. Sin embargo
uno sencillamente se considera muerto al pecado, concluye que uno está
muerto al pecado, pero cree que está vivo para Dios en Cristo Jesús, Señor
nuestro.
Romanos 6:12-23
Consideremos, entonces, lo que la Palabra de Dios escrita y dirigida a
nosotros nos revela específicamente acerca de VIVIFICADOS JUNTAMENTE
CON CRISTO.
Efesios 2:1-3
Versículos 4 y 5:
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó.
Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con
Cristo (por gracia sois salvos).
La palabra “pero” en el versículo 4 coloca en contraste lo que el Adversario
nos hizo, según los versículos anteriores, con lo que Dios hizo.
Dios, siendo rico en misericordia (y por eso es gracia), nos amó aún estando
nosotros muertos en delitos y pecados. Entonces nosotros oímos y creímos la
Palabra de Dios (Romanos 10:9 y 10), y Dios nos dio vida juntamente con
Cristo (por gracia hemos sido salvos).
Las palabras “nos dio vida juntamente con” en el versículo 5 son una sola
palabra Griega ‘suzoopoieó’, que significa “vivificar juntamente con.” Esta
palabra Griega, ‘suzoopoieó’ solamente se usa dos veces, aquí en Efesios 2:5, y
en Colosenses 2:13 que veremos mas adelante.
Dios nos dio vida, nos vivificó, juntamente con Cristo, en compañía con
Cristo. Y eso hace la gran diferencia, pues uno no quisiera ser vivificado sin
Cristo.
“Nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos).” Cuando uno,
estando muerto en delitos y pecados, teniendo solo cuerpo y alma, confiesa
19
con su boca al Señor Jesús y cree en su corazón que Dios lo levantó de los
muertos, uno es vivificado juntamente con Cristo, uno recibe vida de espíritu,
por gracia uno es salvo.
Uno ya no solo tiene cuerpo y vida de alma, sino que uno recibe vida de
espíritu y es hecho una persona tripartita de cuerpo, alma y espíritu; uno es
salvo.
Así que, resumiendo estos primeros versículos de Efesios 2, todos nosotros
éramos personas de solo cuerpo y alma, espiritualmente muertos en delitos y
pecados, sin Cristo, sin esperanza y sin Dios en este mundo, pero aún así,
Dios, Quien es rico en misericordia, por Su gran amor con que nos amó, al
nosotros oír y creer la palabra de nuestra salvación (Romanos 10: 9 y 10),
fuimos VIVIFICADOS JUNTAMENTE CON CRISTO, recibimos vida de espíritu,
fuimos hechos personas tripartitas de cuerpo, alma y espíritu, (por gracia
hemos sido salvos).
Juan 6:63:
El espíritu es el que da vida (zoopoieó); la carne para nada aprovecha....
El espíritu es el que vivifica. La palabra “espíritu” en Juan 6:63 se refiere al
espíritu santo recibido en el momento cuando fuimos salvos.
Es por el espíritu santo recibido cuando fuimos salvos que Dios nos vivificó
juntamente con Cristo.
Consideremos algunos otros usos de esta palabra Griega ‘zoopoieó’, y así
poder entender algunas implicaciones y beneficios de estar VIVIFICADOS
JUNTAMENTE CON CRISTO.
I Pedro 3:18:
Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por
los injustos, para llevarnos a Dios siendo a la verdad muerto en la carne,
pero vivificado (zoopoieó) en espíritu.
Cristo padeció y fue crucificado, y murió, y fue sepultado por tres días y tres
noches en la carne y nosotros juntamente con él, pero Dios lo vivificó en
espíritu y a nosotros juntamente con él. Nuestra vivificación juntamente con
Cristo es en espíritu, no en otra cosa.
Observemos un uso de dar vida (zoopoieó) en Romanos 4.
Romanos 4:17:
(como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de
Dios, a quien creyó, el cual da vida (zoopoieó) a los muertos, y llama las
cosas que no son, como si fuesen.
Abraham creyó a Dios Quien da vida, vivifica. Dios había hablado; Abraham
había oído; y Abraham creyó a Dios. Lo que Abraham oyó vino por la Palabra
de Dios, y su creencia vino por este oír. Es decir, Abraham creyó lo que Dios
había hablado. O sencillamente, Abraham creyó a Dios Quien vivifica.
Ahora recordemos Romanos 6:8.
20
Romanos 6:8:
Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con (suzáo) él.
Así que, es por creencia que hacemos efectiva la gran verdad que ya fuimos
VIVIFICADOS JUNTAMENTE CON CRISTO, por tanto hemos de seguir las
pisadas de creencia de Abraham,24 nuestro padre de creencia, y simplemente
creer a Dios Quien nos vivificó juntamente con Cristo.
Romanos 8:11:
Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en
vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará (zoopoieó)
también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.
Uno de los beneficios de darnos cuenta y hacer efectiva por creencia la verdad
de VIVIFICADOS JUNTAMENTE CON CRISTO es que nuestros cuerpos mortales
son vivificados por ese espíritu santo vivificador que ya mora en nosotros.
Consideremos otro uso de “vivificar”, ‘zoopoieó’.
II Corintios 3:5 y 6:
No que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como
de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios,
El cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de
la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica
(zoopoieó).
Cuando recibimos el espíritu santo en el momento que fuimos salvos, fuimos
VIVIFICADOS JUNTAMENTE CON CRISTO y fuimos hechos ministros
competentes del Nuevo Pacto, el Nuevo Testamento.
Somos hechos ministros competentes por las competencias que se nos han
dado, a saber, el espíritu santo y sus nueve manifestaciones.25
Ahora consideremos el otro uso de la palabra en estudio, ‘suzoopoieó’.
Colosenses 2:13:
Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra
carne, os dio vida juntamente con él (suzoopoieó), perdonándoos todos los
pecados.
“Y a vosotros, estando muertos en pecados....” Antes de renacer, uno estaba
muerto en pecados.
“...os dio vida juntamente con él....” Cuando uno es vivificado juntamente con
Cristo, y renace del Espíritu de Dios con Cristo en uno, uno llega a estar
muerto a pecados. Nosotros ya no estamos muertos en pecados, sino que
estamos muertos a pecados, porque fuimos VIVIFICADOS JUNTAMENTE CON
CRISTO!
Cada uno de nosotros nacimos en esta vida natural muertos en delitos y
24
Ver Estudio Bíblico Enseñado: “EL EJEMPLO DE CREENCIA DE ABRAHAM.”
25
I Corintios 12:7-10: “Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. Porque a éste es dada por el
Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro,
dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro discernimiento de espíritus; a
otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.”
21
pecados, y la única manera que Dios pudo levantarnos de esa muerte fue por
nosotros confesar con nuestra boca al Señor Jesucristo y creer con el corazón
que Dios lo levantó de los muertos, tal como Romanos 10:9 y 10 nos instruye.
Entonces se nos da remisión de pecado y Dios coloca Su espíritu en nosotros,
el cual es Cristo en nosotros, lo cual es vida eterna. Y entonces ya no estamos
muertos en delitos y pecados, sino mas bien estamos muertos a delitos y
pecados26 porque fuimos VIVIFICADOS JUNTAMENTE CON CRISTO!
Es importante notar en este uso de ‘suzoopoieó’ en Colosenses 2:13, que estar
vivificados juntamente con Cristo está directamente relacionado con el hecho
de que se nos perdonó todos los pecados. Consideremos entonces lo que se
nos manda específicamente en Colosenses 3:13.
Colosenses 3:13:
Soportándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la
manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
Las palabras “perdonándoos” y “perdonó” en Colosenses 2:13 y 3:13
respectivamente, son la palabra Griega ‘carizomai’, la cual contiene la palabra
‘caris’, la cual significa gracia, favor no merecido.
‘Carizomai’ se podría traducir como: Hacerle un favor a una persona.
‘Carizomai’ es tener un sentido de gracia hacia una persona. Con gracia
perdonar la deuda o pecado de una persona.
El perdonarnos unos a otros es una manifestación, es una prueba, es una
evidencia de que conocemos, entendemos y creemos la gracia de Dios para
con nosotros al habernos vivificado juntamente con Cristo, perdonándonos
todos los pecados.
Solo a un “desgraciado” se le haría difícil e imposible perdonar. Pero nosotros
no somos “desgraciados.” Mas bien somos muy agraciados pues fuimos
VIVIFICADOS JUNTAMENTE CON CRISTO, perdonándosenos todos los pecados,
y ahora es Dios en Cristo en cada uno de nosotros, la esperanza de gloria!
En Colosenses 3:13, la palabra “si” implica una posibilidad objetiva, y se
refiere a algo futuro, donde la experiencia mostrará si es o no. Se podría
traducir como: “Si sucede que, si resulta que.”
La palabra “queja” es la palabra Griega ‘momfé’, y solo se usa en este versículo
de la Escritura. La palabra “queja”, denota inculpación. Ocasión de culpar, de
censurar.27
“Soportándoos unos a otros y perdonándoos a vosotros mismos, si resulta
que alguien tiene ocasión de culpar o censurar a alguien.”
Colosenses 3:13b:
…De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
¿De qué manera nos perdonó Cristo?
Colosenses 2:13 y 14:
Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra
26
La palabra “delitos” significa “Fallar a la verdad cuando uno debiera haberse parado derecho, justo, probo.” Y la palabra
“pecados” literalmente significa “fallar en dar en el blanco, ya sea por omisión o por comisión de nuestro andar.”
27
Diccionario Expositivo W.E. Vine, página 729.
22
carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,
Anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era
contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz.
“En las tierras y los tiempos de la Biblia, cuando una persona se declaraba en
bancarrota, los sistemas judiciales de esos tiempos requerían que una
notificación pública de bancarrota se colocara sobre las puertas de la entrada
de la ciudad donde esa persona vivía. Así entonces, si usted por ejemplo,
como viajero viniera a la ciudad y usted tuviera negocios en la ciudad, usted
podía parar en las puertas de la ciudad y allí habría notificación pública de
quienes estaban en bancarrota. Usted podía saber aún antes de entrar en la
ciudad quien estaba en bancarrota en esa ciudad. En la notificación estaría el
nombre de la persona en bancarrota y una lista de todas las personas a
quienes les debía y la cantidad que les debía. Todos los que venían a la ciudad,
sin mencionar a todos los que vivían en la ciudad, podían saber la cantidad de
la deuda de cada persona que estaba en bancarrota.
Es así que alguien que conociera a la persona en bancarrota o que fuera un
amigo de la familia de la persona que estaba en bancarrota, al pasar por las
puertas de la ciudad, podía darse cuenta de ese hecho, y él por un simple acto
de gracia, misericordia y amor pagaba toda la cantidad de la deuda de la
persona.
Entonces cuando la deuda estaba pagada, tomaban la declaración de
bancarrota y la doblaban a la mitad, así que el listado de las deudas que
habían estado allí antes listas para ser vistas por cualquier persona que pasara
por las puertas de la ciudad, estaba cerrado. Y en la parte de afuera de ese
pedazo de papel ellos escribirían el nombre de la persona y el hecho de que él
o ella no estaban ya más en bancarrota. Y la volvían a clavar sobre las puertas
de la ciudad.”28
Es importante resaltar el primer uso de la palabra “amor”, ‘agape’, en las
Epístolas dirigidas y escritas a nosotros hoy, en luz de que fuimos
VIVIFICADOS JUNTAMENTE CON CRISTO. Se encuentra en Romanos 5:5.
Romanos 5:5:
Y la esperanza no avergüenza; porque el amor (agape) de Dios ha sido
derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
Fue por el espíritu santo que nos fue dado cuando fuimos salvos que Dios nos
vivificó juntamente con Cristo, y consecuentemente por ese espíritu santo
derramó en nuestros corazones el amor de Dios.
Así que podemos entender de este uso de ‘suzoopoieó’ en Colosenses 2:13, que
cuando nos damos cuenta y hacemos efectiva la gran verdad de que estamos
VIVIFICADOS JUNTAMENTE CON CRISTO viviremos la misma vida de amor,
ternura, y perdón29 que Cristo tuvo y tiene. Observemos un ejemplo.
Juan 8:2-9
28
Victor Paul Wierwille.
29
Mateo 18:21 y 22: “Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra
mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.”
23
Versículos 10 y 11:
Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer,
¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?
Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y
no peques más.
Es importante notar el uso de la palabra “no” en lo que el Señor Jesucristo le
dijo a la mujer: “Ni (ou) yo te condeno; vete, y no (me) peques más.”
‘Ou’, significa, absolutamente no. Y ‘me’ significa no, pero con la posibilidad
de que sí.
Así que, el uso de esta palabra “no” en este versículo 11 de Juan 8 nos da a
entender que Jesucristo absolutamente no condenó, ni condenaría, a esta
mujer sorprendida en el acto mismo de adulterio. Esa es la vida de amor,
perdón y ternura de nuestro Señor y Salvador Jesucristo!
24
Colosenses 3:1 y 2:
Si, pues, habéis resucitado con (sunegeiró) Cristo, buscad las cosas de arriba,
donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
Así que, debido a que hemos sido LEVANTADOS JUNTAMENTE CON CRISTO,
Dios nos manda específicamente a que busquemos las cosas de arriba, donde
está Cristo sentado a la diestra de Dios. Que pongamos la mira en las cosas de
arriba, no en las de la tierra.31
30
Ver Estudios Bíblicos Enseñados: “LO QUE SOMOS Y TENEMOS EN CRISTO” y “TERRENO DE RESURRECCIÓN”
31
Ver Estudio Bíblico Enseñado: “BUSCAD LAS COSAS DE ARRIBA”
27
Juan 4:23: “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad;
34
estaba escondido.
Es importante notar que Jesús primero se escondió, y luego sí salió del templo
y atravesó por en medio de ellos.
Este uso nos da a entender, que cuando creemos que nuestras vidas están
escondidas con Cristo en Dios, nadie, absolutamente nadie, podrá tocar
nuestras vidas.
Y finalmente consideremos el uso de “esconder,” ‘krupto’ en Hebreos 11.
Hebreos 11:23:
Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido (krupto) por sus padres por
tres meses, porque le vieron niño hermoso, y no (ou) temieron el decreto
del rey.
Este uso de ‘krupto’ nos da a entender que cuando creemos que nuestras vidas
están escondidas con Cristo en Dios, absolutamente no temeremos a nadie, ni
a nada en este mundo.
Regresemos a Colosenses 3.
Colosenses 3: 4a:
Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste....
“Cristo, vuestra vida.” Cristo es nuestra vida. Eso es todo lo que tenemos.
Estamos muertos a este mundo, pero vivos en Cristo. Él es ahora mismo
nuestra vida!
Cristo es nuestra vida, y él ya está sentado en los celestiales a la diestra del
Padre y nosotros SENTADOS JUNTAMENTE CON CRISTO, y él se va a
manifestar.
31
Juan 15:1,4 y 5:
Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar
fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no
permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él,
éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
Así que, no es una cuestión de cambiar viejos hábitos y desarrollar nuevos
hábitos por nuestra fuerza de voluntad. Es mas bien una cuestión de
permanecer en Cristo. Si nosotros nos apoyamos en nuestras propias
habilidades, talentos, y fortalezas, nosotros seremos como una rama tratando
de dar fruto por sí misma. No funcionará.
Pero, así como las ramas obtienen su nutrimento y por ende su fruto si
permanecen en la vid, así también nuestra habilidad para producir fruto está
en directa proporción a cuánto nosotros nos identificamos con Cristo en
nuestra mente renovada.
II Corintios 5:17 y 18:
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas
pasaron; he aquí todas las cosas son hechas nuevas.
Y todo esto proviene de Dios....
El creyente renacido ya es una “nueva criatura,” o mas bien “una nueva
creación” en Cristo. Cuando él o ella ponen las verdades de su identificación
con Cristo como su Señor y Salvador en su mente renovada, a saber:
Crucificados con Cristo, muertos con Cristo, sepultados con Cristo,
vivificados con Cristo, levantados con Cristo, sentados con Cristo, entonces
todas las cosas viejas pasaron; he aquí todas las cosas son hechas nuevas.
Gálatas 6:15:
Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión,
sino una nueva creación.
Ni el estar bajo la ley vale nada, ni el ser libre de hacer cualquier cosa que uno
quiera vale nada, sino una nueva creación en Cristo es lo que vale todo.
Colosenses 3:9 y 10:
No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre
con sus hechos,
Y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va
renovando hasta el conocimiento pleno.
La razón que nosotros no mentimos es porque mentir no encaja, no va, con el
nuevo hombre. Nosotros dejamos de mentir no debido a una ley que lo
prohíba, sino porque nosotros somos un nuevo hombre, completamente y
perfectamente identificado con Cristo. ¿Se puede usted imaginar a Jesucristo,
su Señor y Salvador, mintiendo o robando? Si yo estoy completamente y
perfectamente identificado con Cristo y me atribuyo a mí mismo sus
33
Hebreos 12:1 y 2:
Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube
de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y
corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo
puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a
la diestra de Dios.
Hebreos 12:1 y 2 nos exhorta a correr nuestra carrera con paciencia, poniendo
los ojos en Jesús quien por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz,
menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra de Dios.
Jesús es llamado “el autor y consumador de la fe,” es decir, el Líder y
Conquistador, el Principio y el Final - completando y perfeccionando todo.
Todos los otros testigos murieron; pero “el Cristo permanece para siempre,”36
“Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por lo siglos.”37
Los otros testigos exhibieron solamente un aspecto de la fe, pero Cristo
exhibió la totalidad en plena perfección:
- Cristo ofreció a Dios un más excelente sacrificio que Abel, y su sangre
habla mejores cosas que la sangre de Abel. Y alcanzó testimonio que era
justo, y Dios dio testimonio de su don, aceptando Su vida en sustitución
por la de su gente.
36
Juan 12:34: “Le respondió la gente: Nosotros hemos oído de la ley, que el Cristo permanece para siempre....”
37
Hebreos 13:8: “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.”
34
- Cristo caminó con Dios, como Enoc nunca lo hizo. Y agradó a Dios como
Enoc nunca lo hizo, pues él pudo decir, “yo hago siempre lo que le
agrada.38
- Cristo ha preparado un Arca (él mismo) en que su casa se salvase, como
Noé nunca lo hizo, mediante la cual toda su casa será llevada segura a
través de las aguas del juicio.
- Cristo habitó como extranjero sobre la tierra, como Abraham nunca lo hizo.
Él caminó con el Padre delante de los hombres. Él salió a hacer la voluntad
del Padre, sabiendo bien a dónde iba, y el final y propósito de esa
voluntad.39
- De Cristo, quien murió por nosotros, salieron como las estrellas del cielo
en multitud, y como la arena innumerable que está a la orilla del mar.
- Cristo y su Padre fueron juntos, como Abraham e Isaac nunca lo hicieron.
Y él pensó que Dios era poderoso para levantarlo de entre los muertos,
como nunca Abraham lo hizo.
- Cristo anunció cosas por venir, como Isaac y Jacob nunca hicieron (Mateo
24), y antes de su muerte él le dijo a sus Apóstoles cómo se darían a
conocer las cosas que habrían de venir (Juan 16:12-15)
- Cristo ha dado un mandamiento que José no podía dar. José podía dar
mandamiento acerca de sus huesos, pero no acerca de los huesos de otras
personas. Pero Cristo sí pudo hablar con respecto a la vida de otras
personas (Juan 6:39).
- Cristo rehusó todo honor del hombre, y las glorias del mundo; y escogió
antes ser maltratado con el pueblo de Dios, como Moisés nunca lo hizo.
- Cristo conquistará todos los reinos de este mundo, como nunca nadie lo ha
hecho, y todos ellos un día serán de él (Apocalipsis 11:15)
- Cristo hizo justicia; si, una justicia perfecta - una justicia divina, para toda
su gente (Filipenses 3:9).
- Cristo alcanzó promesas, si preciosas y grandísimas promesas (II Pedro
1:4), como ningún otro alcanzó.
- Cristo trajo liberación para su pueblo, y ha hecho una obra que asegura la
victoria final sobre todos los enemigos.
- Cristo, por otro lado, fue atormentado, y experimentó vituperios, y azotes,
como ningún otro lo hizo.
Por tanto, se nos invita a poner nuestro ojos en Jesús, el Autor y Consumador
de la fe.
Pueda que nosotros exhibamos, cada uno en su humilde campo de acción,
“una fe igualmente preciosa,” y que nosotros podamos estar firmes, y esperar
el día cuando seamos MANIFESTADOS CON CRISTO EN GLORIA, y heredemos
todas las promesas que la gracia nos ha dado a nosotros.
38
Juan 8:29: “Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le
agrada.”
39
Hebreos 10:7: “Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, como en el rollo del libro está escrito de
mí.”