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Ensayo sobre las Confesiones de Fe

Alberto Vega Ensayos

El presente ensayo sobre las Confesiones de Fe nos ayudará a comprender las


razones teológicas y contextuales de su existencia.

Tabla de Contenidos [ocultar]


 1 I. Introducción
 2 II. Una breve reseña histórica de la Iglesia en su extraordinario
desarrollo del siglo XVI y XVII
 3 III. ¿Por qué son necesarios los Credos y Confesiones de fe?
 4 IV. Credos antiguos que expresan la fe común de toda la Iglesia
Cristiana.
 5 V. ¿Cómo es que está conformada una confesión de fe?
o 5.1 1. ¿Qué es confesar?
o 5.2 2. Que es una confesión de fe.
o 5.3 3. ¿En qué consiste una Confesión de Fe?
o 5.4 4. ¿Cuál fue el propósito de una Confesión de Fe?
o 5.5 5. ¿Que representaban estas Confesiones para los diferentes grupos
cristianos?
o 5.6 6. ¿En qué circunstancias se llevaron a cabo?
o 5.7 7. ¿Qué es la reforma?
o 5.8 8. ¿Qué es una reforma protestante?
o 5.9 9. ¿Cual es la importancia de las confesiones?
 6 VI. Confesiones de suma importancia.
 7 VII. Conclusión:
 8 VIII. Bibliografía
o 8.1 Relacionado

I. Introducción

En el presente ensayo estudiaremos que es una Confesión de Fe, en qué


consisten, cual fue el propósito de escribirlas, que representaban para los
diferentes grupos cristianos, quienes las redactaron, en qué circunstancias se
llevaron a cabo, cual es el propósito de una confesión de fe y que es confesar,
que es una reforma, qué es la reforma protestante, la importancia de las
confesiones.

A través de la historia ha habido diferentes Confesiones de Fe, tanto católicas,


como protestantes. Entre las protestantes encontraremos que algunas de ellas se
redactaron en situaciones verdaderamente difíciles, otras tal vez en tiempos de
paz, o porque se necesitaba establecer una base sólida para la fe.

Quizá una da las razones principales para elaborar los diferentes Confesiones de
Fe se debió a las diferentes denominaciones cristianas nacientes, como la
protestante, la de las diferentes iglesias reformadas a partir de Juan Calvino, la
Presbiteriana de Escocia, y otras.

Todos estos temas son de mucha utilidad para comprender el proceso por el que
ha pasado la iglesia en sus diferentes etapas y contextos, y especialmente, lo
sucedido en el siglo XVI que es el período de la historia cuando se dan la mayor
parte de las Confesiones de Fe.

II. Una breve reseña histórica de la Iglesia en su


extraordinario desarrollo del siglo XVI y XVII

Para poder estudiar el tema de las Confesiones de Fe, y cuál fue la razón para que
se escribieran, necesitamos estudiar un poco el aspecto histórico de la Iglesia
convulsionada, tanto en Europa por las luchas internas de poder de las diferentes
monarquías, como por el ataque abierto de la Iglesia Católica Romana contra
Iglesia Protestante de la época. Así como por la situación conflictiva de América
Latina y el Caribe durante el período de la conquista española en el siglo XVI.

El propósito de este trabajo es involucrarnos más en el quehacer de la Iglesia a


través de los tiempos, especialmente en el siglo XVI, que es cuando tiene lugar la
mayor parte de la Reforma Protestante y el surgimiento de las Confesiones de Fe,
acontecimiento iniciado por el protestantismo que tomó su verdadero impulso
con Martín Lutero en Alemania, seguido por la Reforma de Juan Calvino en
Ginebra, Suiza, así como por Guillermo de Orange en Escocia y llevada a
Latinoamérica y el Caribe durante la conquista del Nuevo Mundo por los
españoles. El protestantismo llegó al Nuevo Mundo por medio de los hugonotes
que salieron de Francia buscando un mejor lugar para vivir, llevando con ellos el
cristianismo reformado a América y el Caribe.

Ginebra se convirtió en el centro de la Reforma Protestante en Europa,


funcionando como un movimiento misionero internacional, que abarcó desde
Europa hasta Brasil. La teología y dirección de Calvino contribuyó no solo a la
Reforma Protestante, sino también a los esfuerzos misioneros del siglo XVI.
Debido a esta expansión del Protestantismo, y a los diferentes conflictos con la
Iglesia Católica Romana en los diferentes países se hizo necesario elaborar
Confesiones de Fe para declarar las bases de sus principios cristianos que
profesaban los cristianos reformados.

Antes del nacimiento y la formación de las iglesias evangélicas, nacieron en


Europa y en las Américas en el siglo XVI las iglesias Protestantes:

Luteranos en Alemania

Hugonotes en Francia

Reformados en Suiza
Presbiterianos en Escocia

Reformadores en Holanda

Como podemos ver todas estas iglesias necesitaban un patrón o guía de sus
creencias o doctrinas, es por esto que se hizo imperativo el desarrollo de las
diferentes Confesiones de Fe.

III. ¿Por qué son necesarios los Credos y


Confesiones de fe?

En todos los tiempos y en todas las ramas de la Iglesia, se ha encontrado que los
Credos y Confesiones son necesarios, y cuando no se ha abusado de ellos han
servido para los fines siguientes: (1) Para mandar, diseminar y preservar las
adquisiciones alcanzadas en el conocimiento de la verdad cristiana, por alguna
rama de la Iglesia en alguna crisis de su desenvolvimiento. (2) Para discernir
entre la verdad y los malos comentarios de los falsos maestros, y presentarla con
integridad y debida proporción. (3) Para servir de base de asociación eclesiástica
a los que están acordes en trabajar juntamente en armonía. (4) Para usarlos como
instrumentos en la gran obra de la instrucción popular.

Debe recordarse, sin embargo, que la materia de estos Credos y Confesiones liga
a la conciencia de los hombres nada más en aquello que es puramente bíblico, y
sólo por serlo: y en cuanto a la forma en que la materia se asienta, sólo liga a los
que voluntariamente admiten la Confesión; y la razón para ello es la de que la
han admitido.
En todas las iglesias se hace una distinción marcada entre los términos en que son
admitidos los miembros privados a la comunión, y los términos en que son
admitidos los funcionarios a los oficios sagrados de enseñanza y gobierno. Una
iglesia no tiene derecho de hacer condición de recepción sino lo que Cristo haya
hecho condición de salvación. La Iglesia es el redil de Cristo. Los Sacramentos
son los sellos del pacto. Tienen derecho a pedir su admisión, aquellos que hacen
una profesión creíble de la verdadera religión, —aquellos de los cuales se pueda
tener la presunción de que sean del pueblo de Cristo. Esta profesión creíble,
envuelve de contado, un conocimiento competente de las doctrinas
fundamentales del cristianismo— una declaración de fe personal en Cristo y de
consagración a su servicio, y el estado debido en la mente y la disposición
necesaria para ello. Por la otra parle, ningún hombre debe ser instalado en algún
oficio de una iglesia, cuando no profesa creer en la verdad y sabiduría de la
constitución y leyes que es su deber conservar y administrar. De otra manera la
armonía de sentimiento y la cooperación efectiva sería imposible.

IV. Credos antiguos que expresan la fe común de toda


la Iglesia Cristiana.

Son pocos los Credos que se formaron antes del tiempo de la Reforma, y se
refieren a los principios fundamentales del Cristianismo, especialmente a la
Trinidad y a la persona del Dios Hombre, y son la herencia de toda la Iglesia.

1. Credo de los Apóstoles. Éste no fue escrito por los Apóstoles sino que se fue
formando gradualmente por un consentimiento común, fundándose en las varias
confesiones que separadamente habían adoptado las congregaciones particulares
y que usaban en la recepción de sus miembros. Adquirió su forma actual y el uso
entre todas las iglesias, a fines del siglo segundo. Fue puesto al fin del Catecismo
Menor juntamente con la Oración del Señor y los Dios Mandamientos en la
primera edición publicada por orden del parlamento, “no porque se creyera que
había sido compuesto por los Apóstoles, o porque debiera considerarse como
escritura canónica… sino por ser un breve resumen de la fe cristiana, de acuerdo
con la Palabra de Dios, y recibido antiguamente en las iglesias de Cristo.” Los
que formaron nuestra Constitución lo dejaron en las ediciones actuales como
parte del Catecismo. Es como sigue:
Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra: Y en
Jesucristo su único Hijo, Señor nuestro, Que fue concebido por el Espíritu Santo,
Nació de María Virgen, Padeció bajo el poder de Poncio Pilato, Fue
crucificado, muerto y sepultado, Descendió a los infiernos; Al tercer día resucitó
de entre los muertos; Subió al cielo; Está sentado a la diestra de Dios Padre
Todopoderoso; Desde allí vendrá al fin del mundo a juzgar a los vivos y a
los muertos. Creo en el Espíritu Santo, La Santa Iglesia Católica, El perdón de
los pecados, La resurrección de la carne Y la vida perdurable. Amén

2. Credo Niceno. Éste fue formado sobre las bases de los Apóstoles, y la cláusula
relativa a la divinidad substancial de Cristo, fue agregada por el Gran Concilio
celebrado en Nicea, Bitinia, A. D. 325. y las que se refieren a la divinidad y
personalidad del Espíritu Santo, las añadió el segundo Concilio Ecuménico
reunido en Constantinopla, A. D. 381, y la cláusula “filioque” la añadió el
Concilio de la Iglesia Occidental verificado en Toledo, (España) A. D. 569. En su
forma actual es el Credo de toda la Iglesia Cristiana; la Iglesia Griega sólo
rechaza la última cláusula mencionada. Dicho credo es como sigue:
Creo en un solo Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, y de
todas las cosas visibles e invisibles; Y en un solo Señor Jesucristo, Hijo
Unigénito de Dios, Engendrado del Padre antes de todos los siglos, Dios de
Dios, Luz de Luz, verdadero Dios de Dios verdadero. Engendrado, no hecho,
consubstancial con el Padre; Por el cual todas las cosas fueron hechas, El cual
por amor de nosotros y por nuestra salud descendió del cielo, Y tomando nuestra
carne de la virgen María, por el Espíritu Santo, fue hecho hombre, Y fue
crucificado por nosotros bajo el poder de Poncio Pilato. Padeció, y fue
sepultado; Y al tercer día resucitó según las Escrituras, Subió a los cielos y está
sentado a la diestra de Dios Padre. Y vendrá otra vez con gloria a juzgar a los
vivos y a los muertos; Y su reino no tendrá fin. Y creo en el Espíritu Santo, Señor
y Dador de vida, procedente del Padre y del Hijo, El cual con el Padre y el Hijo
juntamente es adorado y glorificado; Quien habló por los profetas. Y creo en una
santa Iglesia Católica y Apostólica. Confieso un bautismo para remisión de
pecados, Y espero la resurrección de los muerto? Y la vida del siglo venidero.
Amén

3. Credo Atanasiano. Evidentemente éste fue compuesto mucho tiempo después


de la muerte del gran teólogo cuyo nombre lleva, cuando, concluyendo las
controversias, fueron establecidas las definiciones de los Concilios de Efeso y
Calcedonia ya mencionados arriba. Es un gran monumento, único de la fe
inmutable de la Iglesia en lo que se refiere a los grandes misterios de la piedad,
de la Trinidad de personas en un solo Dios, y de la dualidad de naturalezas en la
persona de Cristo. No podremos citarlo todo por ser demasiado largo. Hablando
de la persona del Dios Hombre dice así:
“También es necesario para la salvación, creer fielmente en la encarnación de
Nuestro Señor Jesucristo. Es entonces fe verdadera que creamos y confesemos
que Nuestro Señor Jesucristo es Dios y Hombre. Es Dios, engendrado de la
substancia del Padre desde la eternidad; hombre nacido en el tiempo, de la
substancia de su madre. Dios perfecto, perfecto hombre que subsiste compuesto
de una alma racional y carne humana. Respecto a su divinidad es igual al
Padre; menos que el Padre en lo que toca a su humanidad. No obstante que es
Dios y Hombre, no son dos sino un solo Cristo. Pero dos, no de la conversión de
la divinidad a la carne, sino de !a asunción de su humanidad a Dios. Uno, no
por confusión de substancia, sino por unidad de persona. Como el hombre es
carne y alma racional, así el Cristo es Dios y hombre, etc.”

V. ¿Cómo es que está conformada una confesión de


fe?
1. ¿Qué es confesar?

Por lo general, es un reconocimiento de fe en Dios y en su superioridad y


autoridad, o una admisión de pecado; cualquiera de los dos, de acuerdo con las
circunstancias, puede ser público o privado, y ya sea a Dios o a los hombres.
La Confesión del poder y la supremacía de Dios puede ser o no sincera (1 R.
8:33,35: Is. 48:1), voluntaria o involuntaria (Ro. 14:11; Fil. 2:11), como también
la Confesión del pecado. En la Confesión individual debe haber un
reconocimiento específico del pecado o pecados involucrados (Lv. 5:5),
acompañado de arrepentimiento (Mt. 3:2,6,8; Hch. 2:38; cf Sal. 38:18),
restitución si es necesaria y posible (Lv. 6:4; Lc. 19:8; cf Nm. 5:7,8), y reforma
(1 R. 8:35; Pr. 28:13; Is. 55:7; Hch. 19:18,19). Si se cumplen los requisitos, se
asegura el perdón (1 Jn. 1:9). Todos los pecados se deben confesar a Dios, y los
que afectan a las personas, también a ellas (Mt. 5:23,24; Lc. 17:4; Stg. 5:16). La
palabra “confesión” se usa a veces para describir una declaración de fe en Cristo
(Lc. 12:8; Ro. 10:9; 1 Jn. 4:15); un reconocimiento abierto o una profesión de las
creencias de la persona (Hch. 23:8; Ro. 10:10); o la aceptación o afirmación de
una creencia o de un hecho (Jn. 1:20; Hch. 24:14). También se usa la palabra
para describir el reconocimiento que Cristo hace de su propio pueblo ante el
Padre (Mt. 10:32; Ap. 3:5). No existe apoyo bíblico para establecer
una Confesión eclesiástica en la que la absolución del pecado viene a ser una
función sacerdotal.

2. Que es una confesión de fe.

Una Confesión de fe es una declaración de doctrian muy similar a un credo, pero


usualmente más largo y complicado, así como didáctico. Las confesiones de fe
suelen asociarse con el protestantismo, aunque no son exclusivas del mismo. Se
produjeron muchas en los siglos XVI y XVII, entre las cuales están:
 Los Setenta y siete artículos de los reformadores suizos, escritos por
Zuinglio en 1523;

 La Confesión de Schleitheim de los Hermanos Suizos anabautistas escrita


en 1527 – (esta confesión no era ni católica ni protestante);
 La Confesión de Augsburgo de 1530, hecha por Martín Lutero y Philipp
Melanchthon, que marcó la ruptura con Roma;

 La Confesión Tetrapolitana de la Iglesia Reformada Alemana, en 1530;

 Los Artículos de Esmalcada de Martín Lutero, en 1537;

 La Confesión Escocesa, escrita por John knox en 1560;

 La Confesión Belga escrita por Guido de Bresen en 1561;

 Los Treinta y Nueve Artículos de la Iglesia de Inglaterra en 1562;

 La Confesión Gala de 1559;

 La Fórmula de la Concordia en 1577 (luterana);

 Los Artículos Irlandeses de 1615;

 La Confesión de Fe de Westminster en 1647 fue el trabajo de la Asamblea


de Westminster, la cual es muy recomendada por las Iglesias
presbiterianas para todos los países de habla inglesa, así como en otros
lenguajes. Es también la declaración de doctrina protestante más
reconocida.
Esta confesión es un resumen teológico apologético del credo protestante
calvinista promulgado en 1646 recoge la ortodoxia doctrinal de las tres iglesias
Reformadas nacidas del movimiento calvinista en Gran Bretaña, cuyas raíces
históricas están en la doctrina expuesta por Juan Calvino durante el siglo XVI en
Ginebra, Suiza.

Aunque se hizo primeramente para la Iglesia de Inglaterra, permanece como un


‘estándar subordinado’ de doctrina para la Iglesia de Escocia, y ha influido sobre
las iglesias presbiterianas de todo el mundo. Por más de tres siglos, varias
iglesias a lo largo del mundo han adoptado la confesión y sus catecismos como
su estándar de doctrina, subordinado a la Biblia.

En 1643, el parlamento inglés convocó a “teólogos piadosos, doctos y juiciosos”


para que se reunieran en la Abadía de Westminster para dar su opinión sobre
cuestiones de adoración, doctrina, gobierno y disciplina de la Iglesia de
Inglaterra. Sus reuniones, que se llevaron a cabo a lo largo de cinco años,
produjeron la confesión de fe, así como un Catecismo Mayor y un Catecismo
Menor. La Confesión de Fe de Westminster fue modificada y adoptada por los
congregacionalistas de Inglaterra dando lugar a la Declaración Saboya (1658).
De la misma forma, los bautistas de Inglaterra modificaron la Declaración
Saboya para producir la Segunda Confesión Bautista de Londres (1689). Los
presbiterianos, congregacionalistas y bautistas ingleses llegaron a ser conocidos
todos ellos (junto con otros) como los “no conformistas”, puesto que no se
conformaron a el Acta de Uniformidad de 1662 que establecía la Iglesia de
Inglaterra como la única iglesia aprobada legalmente, aunque ellos estaban
unidos de muchas formas por sus confesiones comunes, basadas todas en la
Confesión de Westminster.

3. ¿En qué consiste una Confesión de Fe?


Una Confesión consiste en una exposición sistemática de la ortodoxia calvinista
(a la cual los eruditos neo-ortodoxos se refieren como “calvinismo escolástico”),
influencia por la teología puritana. Incluye doctrinas comunes a la mayoría de la
cristiandad, como la Trinidad y la muerte sacrificial y resurrección de Jesús.
Incluye doctrinas específicas del protestantismo, tales como la sola scriptura
(solo la Escritura) y sola fide (sola la fe)

Sus rasgos más controversiales incluyen la doble predestinación (sostenida junto


con la libertad de elección), el pacto de obras con Adán, la doctrina puritana que
dice que la seguridad de salvación no es necesariamente concomitante con la fe.

4. ¿Cuál fue el propósito de una Confesión de Fe?

El propósito es establecer los lineamientos de la fe que se profesa basada en los


puntos básicos o doctrinas de la Biblia a los cuales se adhieren como miembros
de dicha denominación. Por ejemplo el Catecismo de Heidelberg preparado por
Ursinus y Oleviano, A. D. 1562. La autoridad civil lo estableció tanto para tipo
doctrinal como para la instrucción religiosa en las Iglesias del Palatinado. (estado
Alemán que en aquel tiempo incluía ambas orillas de Rhin). La de Heidelberg
que contiene cincuenta y dos secciones, llamadas “Jornadas del Señor” y fueron
diseñados para ser enseñados en cada uno de los 52 domingos del año.

5. ¿Que representaban estas Confesiones para los diferentes grupos


cristianos?

Para los diferentes cristianos adheridos a dicha Confesión de fe o Credos


Confesionales representaba una norma de fe o base para su práctica cristiana.
En el transcurso del tiempo brotaron en el seno de la iglesia opiniones heréticas
respecto a la constitución de la persona de Cristo. Por esta razón la iglesia se vio
forzada a proveer definiciones adicionales que sirvieran de defensa a la verdad.
Una tendencia herética se desarrolló hasta el extremo en el Nestorianismo que
sostenía que las naturalezas divina y humana de Cristo, constituían dos personas.

Esto fue condenado por el Concilio de Éfeso, A. D. 431. La tendencia herética


opuesta llegó a su colmo en el Eutiquianismo, que sostenía que las naturalezas
divina y humana de Cristo, estaban unidas de tal manera que no eran sino una
sola. Estas herejías las condenó el Concilio de Calcedonia, A. D. 451. Estos
Credos que sostienen que Cristo tiene dos naturalezas en una persona, definen la
fe de la Iglesia y son recibidos y aprobados por ella.
La mayor parte de las Confesiones de las Iglesias Reformadas fueron hechas por
un solo autor, o por un grupo pequeño de teólogos a quienes se les encomendaba
el trabajo de formar una exposición de Doctrinas. La Confesión de Augsburgo
que sirve de lazo de unión a las iglesias Luteranas, fue formada principalmente
por Lutero y Me-

lanclhon. La Segunda Confesión Helvética, la formó Bullinger por encargo de


algunos teólogos suizos; y el célebre Catecismo de Heidelberg fue la obra de
Ursinus y Oleviano quienes la hicieron por orden de Federico III, Príncipe de la
Corona en el Palatinado. La Antigua Confesión Escocesa que fue el modelo
doctrinal de la Iglesia Presbiteriana en Escocia casi desde un siglo antes de que
adoptara la Confesión de Westminster, la formó un comité de seis teólogos
presididos por Juan Knox, comisionado por el Parlamento Escocés. Los Treinta y
nueve Artículos de la Iglesia Episcopal de Inglaterra y América, fueron
preparados por los obispos de la Iglesia en 1562 y fueron el resultado de la
revisión de los “Cuarenta y dos Artículos de Eduardo VI” elaborados por el
Arzobispo Cranmer y el Obispo Ridley en 1551.

Los “Cánones del Sínodo de Dort”, tipo doctrinal de la Iglesia de Holanda y de


gran autoridad entre todas las iglesias reformadas, fueron escritos por un gran
Sínodo internacional formado de representantes de todas las iglesias reformadas,
menos la de Francia. La Confesión y Catecismos de Westminster fueron hechos
por una asamblea nacional, ilustre y numerosa de teólogos y laicos reunidos en
Westminster, Inglaterra, por el “Largo Parlamento” de julio 1° de 1643 a febrero
23 de 1648.

6. ¿En qué circunstancias se llevaron a cabo?

Algunas se llevaron a cabo en situaciones de muerte, otras para establecer


lineamientos, y otras bajo situaciones específicas como la de Escocia e Inglaterra.

7. ¿Qué es la reforma?

Movimiento politicorreligioso surgido en Europa a principios del siglo XVI. Fue


una verdadera revolución religiosa, cultural, social y política que tuvo sus
precedentes en las ideas de Wyclef y de Hus y en las doctrinas del Renacimiento,
pero que no se concretó hasta la rebelión de Lutero contra la autoridad pontificia
(1521). El éxito de la Reforma en la Europa central y nórdica se debió a la
penetración de sus principales ideas entre las clases populares. La Iglesia había
llegado a un estado de evolución crítico por la corrupción de la estructura eclesial
y la crisis de autoridad (cisma de Occidente). El protestantismo proponía, en
principio, una vuelta a los orígenes del cristianismo, desde un prisma igualitarista
basado en la caridad. Pero tras ser adoptado por los príncipes alemanes y las
monarquías escandinavas, persiguió las tendencias que suponían una
desestabilización del orden social.
Seguida por Juan Calvino en Ginebra Suiza con la fundación de la Academia y
la publicación de su libro “La Institución de la religión Cristiana” que sirvió para
establecer las bases de una reforma más organizada.

8. ¿Qué es una reforma protestante?

Una reforma es un cambio de un sistema religioso preestablecido a través de una


lucha que puede ser religiosa o poli-tico religiosa a otro sistema. Como ejemplo
veremos cómo se llevó a cabo la Reforma de Escocia e Inglaterra..

El ilustre Patricio Hamilton en 1528, cuando volvió de su viaje al Continente


donde recibió instrucción de Lutero y Melancthon. No fue una revolución
política, ni la principiaron las personas que gobernaban. Fue una revolución
puramente religiosa, promovida en varias ocasiones en la masa del pueblo y de la
iglesia misma por personas eminentes, principalmente por Juan Knox y Andrés
Melville. “La Iglesia de Escocia hizo su Confesión de Fe, su primer Libro de
Disciplina, y reunió su primera Asamblea General para gobernarse a sí misma,
siete años antes de recibir la sanción de la Legislatura. La primera Asamblea
General se reunió en 1560 y hasta 1567 el Parlamento por primera vez la
reconoció como Iglesia Nacional.” Conservó su independencia de las
prescripciones civiles y su integridad como Iglesia Presbiteriana hasta el tiempo
en que Jacobo ocupó el trono de Inglaterra.

Después de esa época, la influencia inglesa y el poder creciente del trono,


destruyó muchas veces temporalmente la independencia de la Iglesia Escocesa.
Con el fin de resistir esta invasión a sus libertades religiosas, los amigos de la
libertad y de la religión reformada entre la nobleza de Escocia, el clero y el
pueblo firmaron el memorable Convenio Nacional en Sterling, febrero de 1638 y
el Convenio y Liga Solemne entre los reinos de Inglaterra y Escocia en 1643.
“Este Convenio y Liga Solemne (firmado por la Asamblea General de Escocia, el
Parlamento inglés y la Asamblea de Westminster,) obligaba a los reinos unidos a
hacer lo posible para conservar la religión reformada en la Iglesia Escocesa, en su
doctrina, culto, disciplina y gobierno; la reforma de !a religión en los reinos de
Inglaterra e Irlanda, conforme a la Palabra de Dios y el ejemplo de las mejores
iglesias reformadas. Con el mismo deseo de asegurar en ambos reinos la libertad
religiosa, la más perfecta reforma y uniformidad eclesiástica, el pueblo escocés
prestó todo el apoyo de su simpatía al Parlamento inglés en su lucha con Carlos
V y la Iglesia Escocesa mandó a sus hijos más eminentes como delegados a la
Asamblea de Westminster.

La Reforma en Inglaterra ofrece dos faces distintas; la de una verdadera obra de


la gracia y la de una revolución política y eclesiástica. El primer carácter se
manifiesta en la publicación de la Palabra de Dios, o sea el Testamento Griego de
Erasmo, publicado en Oxford.1517. y en la traducción inglesa de la Biblia por
Tyndal, quien la envió desde Worms y que se imprimió en Inglaterra en 1526. La
Biblia inglesa y los trabajos de muchos hombres verdaderamente piadosos entre
los clérigos y laicos, produjeron una revolución popular completa en las ideas
religiosas de la nación, y convirtió sus corazones para siempre al Protestantismo.
Los verdaderos reformadores de Inglaterra, tales como Cranmer, Ridley, Hooper,
Latimer y Jewell, fueron calvinistas y evangélicos del todo, en relaciones
fraternales y correspondencia constante con los teólogos y predicadores suizos y
alemanes. Esto se deja ver en sus escritos, tales como los Cuarenta y dos
Artículos de Eduardo VI (1551), los Artículos actuales de Inglaterra preparados
en 1562, y aun en los últimos Artículos Lambeth escritos por el Arzobispo
Whicliff en 1595.

No obstante que esta obra de reformación fue en su principio ayudada


materialmente por la revolución político-religiosa que introdujo Enrique VIII y
fue continuada por su hija la reina Isabel, sin embargo, fue grandemente
estorbada y detenida muy al principio por esta misma reina. “El Acta de
Supremacía” que constituyó al Soberano en Cabeza de la Iglesia aquí en la tierra,
y sujetaba todas las cuestiones de orden, doctrina y disciplina de la Iglesia bajo
su voluntad absoluta, puso a Isabel en capacidad de contener en aquello que
determinaba su inclinación mundana y su lujuria de poder, los cambios
constitucionales que brotaban en la Iglesia como resultado del progreso de la
reforma. Una jerarquía eclesiástica naturalmente debía unirse a la Corte, y podía
ser en manos de la Corona un instrumento útil para reprimir la libertad tanto
religiosa como civil del pueblo. La lucha entre el partido llamado Puritano y el
represivo de la Corte, gradualmente se fue haciendo más intensa y amarga en
todo el período de los reinados de Jacobo I y Carlos I. Un nuevo elemento de
discordia se introdujo con el hecho de que el partido despótico de la Corte, fue
poco a poco abandonando el Calvinismo de los fundadores de la Iglesia, y
adoptando la doctrina Arminiana que siempre ha dominado entre los parásitos del
poder arbitrario y entre los sectarios de una religión fanática y formalista.

9. ¿Cual es la importancia de las confesiones?

Su importancia radica en que ayuda a establecer una base bíblica-religiosa a un


grupo de personas de una misma denominación.

i) ¿Por qué ayudan?


Porque definen un modelo de pensamiento religioso a seguir para una comunidad
religiosa y ayudan a mantener una visión de sus convicciones de fe.
ii) ¿Cómo nos benefician?
Nos benefician porque no guían en nuestro caminar cristiano y nos mantienen y
firmes en nuestras creencias básicas de religión y fe.

VI. Confesiones de suma importancia.

1. Primera Confesión de la Fe Reformada.


En enero de 1558, el barco “Le Jacques” parte para Francia, de Coligny,
Brasil, con 15 hugonotes, de los cuales se regresaron cinco por la sobrecarga.
Estos cinco son recibidos por Villegaignon, bajo la condición de que no hablaran
de su religión a los otros colonos, pero cuando Villegainon empezó a sospechar
de los hugonotes los mandó a la cárcel y para probarlos les pidió que hicieran una
confesión de fe por escrito. Convirtiéndose esta en la primera Confesión de Fe
reformada de Latinoamérica. Los protagonistas fueron Jean de Bordel, Mattieu
Verneuil, Pierre Bourdon, y André Lafon. Murieon estrangulados y arrojados al
mar, salvándose Lafon por su oficio de sastre.
2. La Confesión de Heidelberg
El Catecismo de Heidelberg, una de las tres formas de unidad, es un documento
protestante confesional tomando la forma de una serie de preguntas y respuestas,
para su uso en la enseñanza de la doctrina cristiana reformada. Ha sido traducido
a muchos idiomas y es considerado como uno de los más influyentes de los
catecismos reformados.

El Catecismo está dividido en cincuenta y dos secciones, llamadas “Jornadas del


Señor”, que fueron diseñados para ser enseñados en cada uno de los 52 domingos
del año. El Sínodo de Heidelberg aprobó el catecismo en 1563. En los Países
Bajos, el Catecismo fue aprobado por los Sínodos de Wesel (1568), Emden
(1571), Dort (1578), La Haya (1586), así como el gran Sínodo de Dort de 1618-
1619, que la adoptó como una de las tres formas de unidad, junto con
la Confesión Belga y de los Cánones de Dort. Se requerían que los ancianos y
diáconos se suscribieran y adhieran a la misma, y los ministros están obligados a
predicar en una sección del Catecismo cada domingo, así como para aumentar la
frecuencia escaso conocimiento teológico de los miembros de la iglesia. En
muchas denominaciones reformadas holandesas esta práctica es aún continuaba..

3. Confesiones de la Iglesia Luterana


Todas las iglesias Protestantes del tiempo de la Reforma se dividieron en dos
grandes familias. La Luterana que incluye todas aquellas a las cuales imprimió su
carácter el gran reformador cuyo nombre llevan; la Reformada, que por la otra
parte incluye todas aquellas que derivaron su carácter de Calvino. La familia de
Iglesias Luteranas la componen todos los protestantes de Alemania y de las
provincias Bálticas de Rusia que se adhirieron a la Confesión de Augsburgo,
juntamente con las Iglesias nacionales de Dinamarca, Suecia y Noruega, y la gran
denominación de este nombre en América.

Sus libros Simbólicos son: (1) La Confesión de Augsburgo, de la que fueron


autores Lutero y Melancthon. Firmada por los jefes y príncipes Protestantes, fue
presentada al Emperador y a la Dieta imperial en Augsburgo, A. D. 1530. Es la
Confesión Protestante más antigua, la base en que se funda la teología Luterana,
y el modelo más universalmente aceptado por dichas Iglesias. (2) La Apología
(Defensa) de la Confesión de Augsburgo pre- parada por Melancthon, A. D.
1530, y firmada por los teólogos pro- testantes en Smalcalda, A. D. 1537. (3)
Los Catecismos Mayor y Menor preparados por Lutero, A. D. 1529; “el primero
para el uso de los predicadores y maestros, y el segundo como guía para instruir a
los jóvenes.” (4) Los Artículos de Smalcalda, elaborados por Lutero y firmados
por los teólogos evangélicos en febrero, A. D. 1537, en el lugar cuyo nombre
llevan. (5) La Fórmula Concordiae (Forma de Concordia) fue preparada en A. D.
1577 por Andrea y otros para aclarar ciertas controversias que se habían
levantado en la Iglesia Luterana, que se referían especialmente (a) a la actividad
de la gracia divina y el libre albedrío humano en la regeneración, (b) y a la
presencia del Señor en la Eucaristía. Su autoridad, sin embargo, sólo se reconoce
por lo más formalista del partido Luterano, es decir por aquellos que observan
rígidamente las peculiaridades de la teología Luterana, llevada hasta su último
desenvolvimiento.
4. Confesiones de las Iglesias Reformadas Calvinistas
Las Iglesias Reformadas son aquellas de Alemania que suscribieron el Catecismo
de Heidelberg, las Iglesias Protestantes de Suiza, Francia, Holanda, Inglaterra y
Escocia, los Independientes y Bautistas de Inglaterra y América, y las ramas
diferentes de la Presbiteriana en los dos últimos países mencionados.

Las Confesiones Reformadas son muy numerosas aun cuando esencialmente


están de conformidad en la doctrina que enseñan. Las recibidas y consideradas
más comúnmente como los tipos más elevados de autoridad simbólica del
sistema general, son las siguientes. (1) La segunda Confesión Helvética,
preparada por Bullinger, A.D. 1564. “La aceptaron todas las Iglesias Reformadas
de Suiza con excepción de Basilea (que se conformó con la primera Confesión
Helvética, su antiguo símbolo,) y por las Iglesias Reformadas de Polonia,
Hungría, Escocia y Francia.” * (2) El Catecismo de Heidelberg preparado por
Ursinus y Oleviano, A. D. 1562. La autoridad civil lo estableció tanto para tipo
doctrinal como para la instrucción religiosa en las Iglesias del Palatinado. (estado
Alemán que en aquel tiempo incluía ambas orillas de Rhin.) También lo autorizó
el Sínodo de Dort, y es la Confesión de las de las Iglesias Reformadas de
Alemania y Holanda, y de las Iglesias Reformadas Alemanas y Holandesas en
América.

VII. Conclusión:

Podemos concluir que el tema de las Confesiones de Fe es de suma importancia


en el conocimiento teológico, pues nos ayuda a comprender el proceso por el que
ha tenido que pasar la Iglesia a través de la historia. Hemos visto que por la
situación política-reliosa se hizo imperativo el establecimiento de “Confesiones”
estatutos, o guías para el desarrollo de los diferentes grupos religiosos que
profesaban una misma fe, como es el caso de la protesta en Alemania liderada
por Martín Lutero contra la Iglesia Católica Romana de la época, y por la
Reforma iniciada por Juan Calvino para guiar a las nacientes iglesias reformadas.

Con este trabajo hemos aprendido que es una Confesión de Fe, cual es su
propósito, como se elaboraron, cual ha sido su ayuda, y otros aspectos muy
importantes.

Argumedo, Marvin, Conferencia No. 1 p 17

Hodge, Archibal Alexander, Comentario de la Confesión de Fe de Westminster,


p 33-34

Ibid, p 36-37

http://www.wikicristiano.org/diccionario-biblico/1459/confesi%F3n/

http://es.wikipedia.org/wiki/Confesion_de_fe

Hodge, Archibal Alexander, Comentario de la Confesión de Fe de Westminster,


p 43

www.monografias.com › Religio

Hodge, Archibal Alexander, Comentario de la Confesión de Fe de Westminster,


p 34

Ibid, p 35
Ibid, p 44

es.thefreedictionary.com/reforma

Ibid, p 45-46

Hegeman, Cornelio, de la Española a Martín Lutero, p 25

Hodge, Archibal Alexander, Comentario de la Confesión de Fe de Westminster,


p. 35

VIII. Bibliografía

 González, Justo, Historia del Cristianismo, tomo II, Desde la era de la


Reforma hasta la era inconclusa, 1994 Edición revisada en 2 tomos,
Publicada por Editorial Unilit Miami, Fl USA.

 Hegeman, Cornelio, Oostendorp, Derk, Rooy, De

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