Sei sulla pagina 1di 22

PRESENTACION

En el problema del bien San Agustín va a partir de que Dios siendo inmutable
y poseyendo la plenitud del ser, es también, el bien absoluto e inmutable. Por
haber sido creada de la nada, la naturaleza humana solo es buena en la
medida en que es. De este modo el bien es proporcional al ser, de donde se
sigue que lo contrario de bien es el mal, y este no puede considerarse como
ser. Estrictamente hablando el mal no existe.
San Agustín va a intentar resolver el tema del bien en cuanto moral en
"Enquiridion", y en "Las confesiones"; y el bien moral y físico (metafísico) en
Natura Boni. Abordamos el tema del bien en estas tres obras, haciendo la
aclaración que San Agustín habla de este tema en numerosos tratados.

[Escriba texto] Página 1


INDICE:

1.- Filosofia Medieval…………………………………………………….. pag. 3


2.- Caracteristicas de la filosofía………………………………………. Pag. 3
3.- Representantes de la Filosofia medieval…………………………. pag. 4
4.- Periodos de la filosofía medieval…………………………………….pag. 7
5.- San Agustin entre la Fe y la Razon………………………………….pag. 8
6.- Estatulo Ontológico entre el bien y el mal……………………..…pag. 13
7.- Filosofia de Tonas de Aquino……………………………………….pag. 16
8.- Las 5 vias de Tomas de Aquino ……………………………….…...pag. 17

[Escriba texto] Página 2


FILOSOFÍA MEDIEVAL
(s.IV-V a s.XV)

Recibe el nombre de filosofía medieval la que se produce desde la caída del


Imperio romano en Occidente (476) hasta la toma de Constantinopla por los turcos
(1453). Se trata de un largo periodo caracterizado por importantes
acontecimientos históricos, sociales, políticos, culturales y científicos.
Existe en este período un claro predominio cultural de la religión cristiana. La
filosofía está al servicio de las creencias religiosas, concretamente de las
monoteístas: judía, cristiana y musulmana.
Todos los filósofos medievales tienen como fuentes inmediatas filosofías griegas
debido al encuentro entre ambos periodos, de hecho, la filosofía griega y la
filosofía oriental proceden de lo que hoy entendemos como cultura occidental.

Tradición griega + tradición judeo-cristiana = cultura occidental.

ORIGEN

Tienen lugar en el resurgimiento del cristianismo enfrentado a la filosofía que


predominaba en el Imperio Romano. El periodo helenístico (desde la muerte de
Alejandro Magno en 323 a.C. hasta la batalla de Actium en el año 31 a.C.) se
interrumpe por la victoria de Roma. Se impone el Imperio Romano hasta el siglo V
en que acaba sucumbiendo ante los bárbaros.
En el ámbito cultural convive coexisten el latín y el griego como idiomas de la
filosofía, pero poca gente sabe leer y escribir y aún menos son bilingües. El que
esté el idioma griego favorece a la filosofía, de hecho en el Imperio se prolongan y
se desarrollan las escuelas helenísticas griegas. El acontecimiento cultural de
mayor trascendencia para la historia de occidente fue la aparición y expansión del
cristianismo, es decir, su triunfo definitivo como religión del mundo mediterráneo.
El primer contacto entre cristianismo y filosofía griega fue hostil. Poco a poco se
asimilará la filosofía griega por buena parte de los apologetas cristianos, lo que
van a tomar de los griegos sobre todo, van a ser los conceptos y categorías
teóricas (vocabulario, tecnicismos, lenguaje, etc.).
El cristianismo introduce a Dios en la historia del ser humano como su creador,
como providente y como hombre dentro de la historia, en un lugar y en un
momento preciso. De esta manera Dios es el centro de la historia humana, lo que
es una novedad, impensable dentro de la filosofía griega.
Desde la filosofía griega era ridículo que un Dios se convirtiera en hombre, y
mucho menos que fuera crucificado, siendo insignificante. ¿Por qué tenía que ser
judío? ¿Por qué en ese momento de la historia?

[Escriba texto] Página 3


CARACTERÍSTICAS DE LA FILOSOFÍA MEDIEVAL

1. Surgen algunas tendencias que buscaban unir la razón y la fe.

2. Se dejan atrás los planteamientos filosóficos griegos para abrir paso a


un nuevo cuestionamiento: Fe sobre razón.

3. La influencia de la filosofía Aristotélica es muy grande y por tanto el


mundo se rige por planteamientos racionales.

4. Las ideas de Platón aún se tomaban en cuenta pero basándolo en la


Fe, se acepta que la verdad es eterna e inmutable y por lo tanto no
puede ser la experiencia la que nos la otorgue sino que se debe utilizar
el conocimiento sensible.

5. Dios se convierte en el centro de todas las cosas y surgen nuevos


problemas filosóficos relacionados con su existencia y su esencia.

6. Se caracteriza por la preocupación de los pensadores judíos, cristianos


y musulmanes por combinar las filosofías griegas y romanas con la
ortodoxia religiosa.

7. Es un momento fundamentalmente religioso y en el que los


planteamientos filosóficos de otra índole no encuentran su lugar.

8. Se caracteriza por la ausencia de libertad de pensamiento, así como


por un control férreo por parte de las instituciones religiosas.

9. Surgen algunas tendencias que buscaban unir la razón y la fe.

10. Nace la teología

11. Se dejan atrás los planteamientos filosóficos griegos para abrir paso a
un nuevo cuestionamiento.

REPRESENTANTES DE LA FILOSOFÍA MEDIEVAL

Los representantes más simbólicos de la filosofía medieval son Tomás de Aquino,


Duns Escoto y Guillermo de Occam.

[Escriba texto] Página 4


TOMÁS DE AQUINO

Tomás de Aquino nace en el reino de Nápoles durante el reinado del emperador


Federico II. En el año 1230 ó 1231, fue enviado a la Abadía de Montecasino,
donde estudió alrededor de ocho años. La familia de Santo Tomás esperaba que
algún día Tomás obtuviera algún cargo importante en la abadía, pero un conflicto
político entre Federico II y Gregorio XI hicieron de Montecasino un centro de
rivalidad entre el Papa y el Emperador. En 1239, Santo Tomás fue a estudiar a la
recién fundada universidad (o, mejor aún, studium generale) en la ciudad de
Nápoles. Fue en ese momento de su vida que el Aquinate comenzó a
familiarizarse con las tesis filosóficas de Aristóteles, Averroes y Maimónides. En
esa misma época de su vida, Santo Tomás encontró su vocación a la vida
religiosa concretada en su entrega como fraile dominico, incorporándose de por
vida a la orden dominica entre los años 1242 y 1244. A mediados de 1246, Santo
Tomás tomó clases en París con San Alberto Magno, quien en ese momento
enseñaba lecciones sobre el Pseudo-Dionisio. Se trasladó a Colonia, donde
continuó trabajando bajo la tutela de Alberto Magno.

En 1256, Santo Tomás se convirtió en maestro de teología, y enseñaba en la


Universidad de París. Su labor como maestro de teología le comandaba enseñar
sobre la Biblia y presidir algunas discusiones teológicas: Quaestiones disputatae.
Fue en ese mismo año de 1256 que Santo Tomás comenzó a producir sus
trabajos tempranos más conocidos actualmente: Comentario a las ‘Sentencias’ de
Pedro Lombardo, De veritate, De ente et essentia, un comentario al De Trinitate de
Boecio y su Suma contra Gentiles. Alrededor de 1265 y 1268, Santo Tomás
comenzó la composición de la Summa theologiae, trabajo que quedó inconcluso.

En 1260, Santo Tomás renunció a su “cátedra” de la Universidad de París, y se


retiró a Orvieto. En 1265, la orden dominica encomendó a Santo Tomás establecer
una casa de estudios en Roma. Para 1269, Santo Tomás se encontraba
nuevamente enseñando en París. De 1269 en adelante, Santo Tomás se
convertirá en un autor altamente prolijo, produciendo las Catena aurea
(comentarios sobre los cuatro Evangelios, compuestos a partir de citas de los
Padres de la Iglesia); una edición de una liturgia para la fiesta de Corpus Christi y
un comentario al libro de Job. De estas fechas también son De potentia,
Compendium theologiae, De regno y el comentario al De Anima de Aristóteles.
Habiendo regresado a París, Santo Tomás compuso sus cuestiones disputadas
De virtutibus, De aeternitate mundi y De unitate intellectus. Igualmente, en París
se comenzaron a escribir sus comentarios a la Física, la Metafísica y la Ética
Nicomaquea de Aristóteles.

En 1272, la orden dominica le volvió a encargar el establecimiento de otra casa de


estudios, pero esta vez en Nápoles. En ese mismo año, Santo Tomás continuó
con la redacción de la Summa theologiae. Empero, A partir de aquel diciembre de
1273, Santo Tomás dejó de escribir y dictar lecciones. De camino al II Concilio de
Lyon, Tomás enfermó gravemente. Se dice que dijo lo siguiente: “si el Señor está

[Escriba texto] Página 5


viniendo por mí, es mejor que me encuentre en un casa religiosa”. Así, fue llevado
a la Abadía de Fossanova, donde murió el día 7 de marzo de 1274.

DUNS ESCOTO

De la vida de Duns Escoto se sabe relativamente poco. Sobre su vida intelectual


como teólogo se cree que comenzó en Oxford, alrededor de 1288, pero fue
transferido por la orden franciscana a la Universidad de París en 1302 para
completar su grado como maestro de teología. Los estudios de Escoto fueron
truncados por Felipe IV el Hermoso cuando en ese mismo año gran cantidad de
miembros de la orden franciscana fueron expulsados de Francia por haber tomado
bando con el Papa Bonifacio VIII en su disputa contra el Rey Francés en torno a la
imposición de impuestos sobre las propiedades de la Iglesia. Es lugar común
asumir que Escoto regresó a Oxford tras su expulsión de Francia. Como sea, de
regreso a París en 1304, Escoto continuó con sus estudios y fue promovido al
grado de Maestro de Teología hacia el año de 1305. Fungió como regente de
teología en la orden franciscana para París hasta 1307, año en el cual fue
transferido a la casa de estudios de los franciscanos en la ciudad de Colonia, lugar
donde murió a la edad de 42 años.

El corpus de Escoto se puede dividir en dos grades secciones: sus comentarios


sobre algunos trabajos de Aristóteles y sus trabajos en teología. De Aristóteles,
Escoto comentó las Categorías, el De Interpretatione, las Refutaciones Sofísticas,
el De Anima y los primeros nueve libros de la Metafísica. Dentro de sus escritos
sobre teología se encuadran sus dos comentarios a las Sentencias de Pedro
Lombardo, sus Lectura (especie de lecciones preliminares sobre el Lombardo) y la
Ordinatio (sus lecciones revisadas).

GUILLERMO DE OCCAM

Se cree que fray Guillermo nació alrededor de 1285 en una pequeña villa llamada
Occam, no muy lejos de Londres. Se sabe que se hizo subdiácono en 1306 en
Southwark, municipio inglés ubicado al sudeste de Londres, y que recibió sus
licencias para confesar en el año de 1318. Es probable que Occam haya
comenzados sus estudios en Oxford en el año de 1309. Entre 1314 y 1316,
impartió cursos sobre la Biblia, y entre los años de 1317 y 1319 explicó las
Sentencias de Pedro Lombardo en Oxford.

Si bien es cierto que Occam fue precoz en sus diputaciones y en su lección


inaugural para recibir el título de maestro de teología, jamás se convirtió en
[Escriba texto] Página 6
maestro de teología. Más bien: la orden franciscana le pidió que se dedicara a
enseñar filosofía a los miembros más jóvenes de la orden franciscana. Alrededor
de su estadía en Londres (1321-3), Occam escribió sus Quaestiones
Quodlibetales, parte de su Summa logicae y una versión revisada de sus
enseñanzas sobre las Sentencias, la cual se convertiría en su Ordinatio. Gracias a
las quejas del rector de Oxford, John Lutterell, concernientes a la ortodoxia de
Occam, hicieron que este último fuera llamado a Aviñón. En 1356, la comisión
papal declaró que 51 proposiciones contenidas en los escritos teológicos de
Occam merecían ser censuradas; pero nunca fueron censuradas. Esperando la
resolución papal sobre su procesamiento, Occam se entrometió fuertemente en la
controversia sobre la pobreza. Dado que Occam tomó bando con Miguel de
Cesena, Occam fue excomulgado en 1328. A su llegada a Múnich, Occam el
restos de sus días escribiendo sobre Eclesiología, las relaciones entre Iglesia-
Estado, los límites de la autoridad legítima y los límites del poder papal.
Aparentemente, Occam murió en el año de 1347 sin haberse reconciliado con la
Iglesia.

PERIODOS DE LA FILOSOFÍA MEDIEVAL

 Se dan los primeros pasos para conciliar la filosofía con el cristianismo. En


esta fase destaca San Agustín, principal representante de la patrística,
y Boecio, autor de De Consolatione Philosophiae, tratado de traducciones y
comentarios a obras de Aristóteles. Su celebridad obedece en buena parte a
haber sido el iniciador de la disputa sobre el problema de los universales.
 Una de las fases más fecundas corresponde a la escolástica. Su momento
más temprano se remonta al siglo VI y concluye en el siglo XIV. «Escolástica»
es una denominación que responde a dos aspectos relacionados:
 La institución educativa.
 Método seguido en las escuelas y universidades para examinar los
argumentos a favor y en contra antes de llegar a la solución.
 La segunda fase de la escolástica abarca los siglos XI y XII.
Se desarrolla el método escolástico y tiene lugar una influencia decisiva del
mundo islámico, como consecuencia de la recepción de obras de la filosofía
griega desconocidas hasta entonces. Asimismo, es el momento en que se
generaliza la discusión en torno al problema de los universales, que durará dos
siglos.
 Dos acontecimientos marcan el periodo (siglos XII-XIII) de la alta escolástica:
 La prohibición de la lectura de la física y la metafísica de Aristóteles,
desafiada por algunas universidades.
 La figura de Santo Tomás de Aquino (1225-1274), quien trató de
reunir la filosofía aristotélica y la filosofía cristiana desde San
Agustín.

[Escriba texto] Página 7


 La producción filosófica de Santo Tomás abarca la lógica, la metafísica, la
teología natural, la ética y la filosofía política, y se divide en tres categorías:

 Comentarios (a Aristóteles, a la Biblia y a destacados teólogos).


 Las Summas (Summa contra Gentiles y Summma Theologica).
 Las Quaestiones disputatae y Quaestiones quodlibetales.

 Mención especial merece el argumento cosmológico (las cinco vías) para


demostrar la existencia de Dios.
 La escolástica tardía del siglo XIV representada por Guillermo de
Ockham (1280-1348) y su nominalismo abre una senda nueva (la vía
moderna), enfrentada a la antigua de Tomás de Aquino y reforzada por los
planteamientos de Nicolás de Oresme y Jean Buridán sobre cuestiones
cosmológicas.

SAN AGUSTIN RELACION ENTRE FE Y RAZON

La actitud filosófica de S. Agustín.

El punto de partida de S. Agustín está cerca del de la filosofía helenística. Las


escuelas posteriores a Aristóteles creyeron que el fin del estudio filosófico
apuntaba a conseguir la felicidad. Sin embargo S. Agustín, lejos de las posiciones
naturalistas de estas escuelas cree que la felicidad sólo es posible en el plano
sobrenatural. El único camino para conseguirla es partiendo de la interioridad del
alma humana que asciende progresivamente hasta el Ser Supremo. Aquí está el
primer recuerdo a la filosofía de Platón; con matices S. Agustín es el encargado de
cristianizar la filosofía platónica.

Su teología está por ello unida al problema del hombre, el filósofo es el hombre
que busca la verdad partiendo de su propia contingencia (mutabilidad), para
transcender hasta Dios que siendo lo más íntimo al alma humana desborda su
contingencia.

Hay por lo tanto una teologización de la filosofía, pero sin olvidar lo antropológico
(ciencia del hombre).

[Escriba texto] Página 8


Podemos concluir que en S. Agustín la filosofía no es solo un sistema racional sino
una estructura unida a la religión, que se descubre con una especial actitud del
hombre que volviendo a su interioridad se eleva hasta Dios.

Relaciones entre fe y razón.

Como para S. Agustín lo importante es explicar la relación entre el alma humana y


Dios, entonces fe y razón no son más que medios o instrumentos que se exigen
mutuamente para encontrar la verdad.

Por lo tanto fe y razón no se excluyen, sino que se complementan. Ni creer es algo


irracional, ni el conocimiento racional (de Dios) destruye la fe. Para superar estas
posiciones excluyentes, S. Agustín propone que la fe se sitúe al comienzo y al final
de la especulación racional. Primero como una condición necesaria para que se
ponga en marcha una investigación sobre temas que de otra manera
permanecerían ignorados, (la fe es guía y pauta de la razón), por otro lado la
investigación racional dirige al hombre hacia la fe, ésta elimina las dudas
consolidando el conocimiento racional.

El problema del conocimiento.

El problema del conocimiento es para S. Agustín el problema de justificar la


verdad, porque esto está conectado con la posibilidad de que el hombre alcance la
felicidad. Si ésta sólo es perfecta en Dios, de lo que se trata es de buscar un tipo
de conocimiento que nos lleve a Dios. Dios es el que fundamenta y hace posible el
grado más alto de conocimiento humano: el conocimiento de lo universal y lo
necesario, que para S. Agustín son las verdades eternas.

Para S. Agustín el conocimiento es una visión (Platón). El conocimiento para


Platón es el de las ideas. Esa visión es posible gracias a la acción iluminadora de
Dios sobre la inteligencia para que pueda alcanzar las verdades eternas que con
mucho exceden su contingencia2 y finitud3. El precedente a esta concepción del
conocimiento está en Platón que afirmaba que la idea de bien era el sol del
conocimiento intelectual. Los neoplatónicos decían que lo UNO irradiaba luz sobre
[Escriba texto] Página 9
toda la realidad y todo esto es compatible con la concepción evangélica que
identifica a Cristo con la luz del mundo.

La acción iluminadora de Dios para S. Agustín no es un auxilio sobrenatural sino


algo estrictamente racional.

La luz natural de la razón procede de Dios y capacita a la mente para contemplar


las verdades universales y necesarias. Nosotros tenemos noticia de la existencia
real de las cosas por la sensación, y realizamos una comparación entre esos
entes finitos y las ideas eternas e inmutables gracias a la iluminación divina.
Quiere superar S. Agustín la teoría de la reminiscencia de Platón, es decir, no es
necesario que el alma haya contemplado las verdades eternas en una vida
anterior, lo que es necesario es que Dios eterno y inmutable abra nuestra mente
para acceder a ellas. Y esta iluminación no es una visión o experiencia directa de
la divinidad (ontologismo), sino la capacidad natural que Dios nos ha dado.

Dios y la creación.

Tres temas trata la teología natural o teodicea de S. Agustín:

1- Las pruebas de la existencia de Dios.

2- El problema de la esencia metafísica de Dios.

3- El problema de la creación.

1.- Si Dios no es objeto de experiencia inmediata se requiere una prueba de su


existencia. S. Agustín aporta una serie de argumentos entre los que destaca el de
las verdades eternas. La mente posee verdades inmutables, es decir verdades
"que no son tuyas ni mías, ni de ningún otro, sino que están presentes en todos
por igual". Hay conocimientos que se imponen necesariamente al hombre, y que
transcendiendo la razón finita humana deben fundarse en el SER. Si hay
conocimientos universales y necesarios y ningún ser particular y contingente
puede ser su fundamento es porque refleja la necesidad de Dios, es decir se
presentan como la entrada para la demostración de su existencia.

[Escriba texto] Página 10


2.- Demostrada la existencia de Dios hay que pasar a estudiar su esencia. La
esencia metafísica de Dios se encuentra en la inmutabilidad. Frente a toda
realidad contingente y mutable de la realidad creada Dios se erige como el SER
sumamente perfecto. Todo ente finito no posee la plenitud del ser, por ser
esencialmente mudable. Dios en cambio es imposible pensar que cambie, porque
lo posee todo, lo que no quiere decir que sea estático, quiere decir que es
perfecto. Sus atributos fundamentales son conocer, crear y amar, con un poder
difusivo que llegando hasta el hombre le permite a éste encontrarse con Él.

3.- Dios para S. Agustín es el fundamento de las ideas platónicas. El mundo


inteligible de Platón tiene ahora un fundamento teológico. De la misma manera,
que no podemos pensar en ningún otro autor que realice sus obras sin tener una
idea de lo que va a ejecutar, Dios creó el mundo según unos modelos que son las
ideas inmutables y eternas que existían previamente en la mente del creador. Esta
doctrina se llama ejemplarismo. Teniendo en cuenta que el auténtico ser está en
Dios y en sus ideas, el mundo contingente debe su esencia y su existencia (su
ser) al creador (según la doctrina cristiana a través del Verbo, segunda persona de
la Trinidad, o Dios Hijo).

¿Cómo es posible que la contingencia de la creación proceda del ser necesario, o


si es inmutable como crea en un momento determinado?. Para S. Agustín, Dios
posee eternamente los modelos o las ideas, y la creación consiste en la
identificación de su voluntad y la realización del mundo, en un acto eterno,
incluyendo el tiempo que no es más que la sucesión de los momentos que pasan
los seres creados al desarrollarse, según las leyes y el orden previsto por Dios.

El problema del hombre.

S. Agustín recoge la tradición de Platón. El alma es una sustancia completa unida


accidentalmente al cuerpo. Rechaza S. Agustín la teoría hilemórfica aplicada al
hombre. La concepción de S. Agustín es dualista.

[Escriba texto] Página 11


Sobre el origen del alma el pensamiento de S. Agustín pasa por dos etapas. En la
primera defiende el traduccionismo, es decir, el alma se transmite directamente de
padres a hijos en el momento de la generación. S. Agustín piensa así con el fin de
defender un dogma cristiano:. el carácter universal del pecado original.

En una segunda etapa opta por el creacionismo, es decir, el alma espiritual del
hombre está creada directamente por Dios, pero no define el momento de dicha
creación.

La estructura del alma manifiesta la "imagen y semejanza" de Dios al crearla. La


misma naturaleza del hombre hace posible encontrar a Dios en su interior. La
estructura del alma es la siguiente: Formando una unidad indisoluble el hombre
posee tres facultades, memoria, entendimiento y voluntad, que para S. Agustín se
corresponden con la Trinidad de Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

La "Ciudad de Dios". Influencia histórica de San Agustín.

El saqueo de Roma llevado a cabo por los bárbaros en el 410 hizo revivir la idea
de que la seguridad del Imperio Romano estaba unida al paganismo. El
cristianismo había minado los cimientos del Imperio. Contra estas ideas escribe S.
Agustín el libro "La ciudad de Dios" hacia el año 412. S. Agustín presentó la
historia y el presente como la eterna lucha entre las fuerzas del bien y del mal,
dirigidas por la providencia divina. El providencialismo es la tesis que entiende el
desarrollo de la historia del hombre movido por Dios en orden a la consecución del
bien universal. La providencia lo abarca todo, la existencia del bien que Dios
quiere, y la presencia del mal que Dios permite para que se obtenga de él
beneficios mayores. Así para S. Agustín el proceso histórico es la lucha entre la
ciudad terrenal (la construida por el egoísmo humano) y la ciudad de Dios, dirigida
por la caridad. En realidad al hombre siempre le mueve el amor, que puede tener
un doble sentido, el primero hacia intereses materiales y el otro hacia la caridad. El
hombre elige libremente entre los dos sentidos. Según la opción la historia
avanzará negativa o positivamente, pero siempre en orden al fin que la

[Escriba texto] Página 12


providencia de Dios ha previsto.

La filosofía cristiana en S. Agustín tiene a su símbolo por haber sido capaz de


armonizar cierta filosofía helenística y la revelación cristiana. Cuando la Iglesia
toma la tarea de la reconstrucción intelectual de Europa tras la caída del Imperio
Romano no habrá más autoridad que la de S. Agustín, incluso cuando se realicen
otras síntesis, a partir del siglo XII incluyendo la más importante la de Tomás de
Aquino.

Tras un período dominado por la corriente continuadora del tomismo (escolástica),


en el Renacimiento, y en el sg. XVII encontramos la influencia de S. Agustín, en el
racionalismo, por ejemplo de Descartes y Leibniz, incluso la herejía protestante de
Lutero pretende retornar a S. Agustín.

En nuestros días el llamado personalismo cristiano del sg. XX, toma de S. Agustín
muchas de las ideas fundamentales sobre el hombre, y por otro lado su falta de
sistematismo es más cercano al modo de hacer filosofía hoy, que al de otras
épocas.

ESTATUTO ONTOLÓGICO DEL BIEN Y EL MAL

¿Qué es el mal?
¿Qué es el mal?, ¿De dónde proviene? son algunas de las interrogantes que los
pensadores a lo largo de la historia de la humanidad han intentado dilucidar, no
siendo la excepción la Edad Media y en especial San Agustín de Hipona, uno de
los más importantes exponentes de la filosofía cristiana , mediante su obra "Del
Libre Albedrío": ese será el tema del presente ensayo, tomando en cuenta que el
gran aporte del Obispo de Hipona es transformar el mal en algo de los hombres,
es decir, le dio un carácter realista.
Los antecedentes del problema del mal en San Agustín
Uno de los grandes desafíos de San Agustín que se impuso en la vida fue
encontrar una respuesta a la pregunta que da vida a éste ensayo, la cual la logró
tomando como base planteamientos de escuelas filosóficas del pasado o
contemporáneas a él, siendo éstas los maniqueos y el neoplatonismo. Los

[Escriba texto] Página 13


primeros, apoyándose en su condición dualística del mundo, indicaban que el
problema del mal era la existencia de un principio del bien en lucha constante con
uno opuesto, con el mal , es decir, están dando paso a la existencia de un
segundo Dios, representante del mal, generando una duda de carácter ontológico:
con respecto a la materia , puede ésta ser mala: ocupando como fuente,
claramente en un criterio argumentativo por autoridad, la Biblia creía que la
creación de Dios tenía un rasgo positivo, bueno. Esta situación lo llevó a concluir
que el mal no es un problema metafísico.
El sistema ontológico de Plotinio, uno de los exponentes del Neoplatonismo, sigue
un carácter jerárquico, estando en el primer lugar Dios en su calidad de inefable y
único, el mundo celeste y así sucesivamente hasta llegar al peldaño, por decirlo de
alguna manera, de la materia, “para el alma es causa de debilidad y de maldad”,
pues no debemos olvidar que la materia por estar en el mundo sensible, de la
llamada Doxa, puede sufrir cambios que generen corrupción en el alma. Esta
tesis, la de la materia increada responsable del mal, es rechazada por San Agustín
de Hipona, pues dice que teniendo en cuenta que la materia es obra de Dios es
imposible de que tenga negatividad: “Creemos que hay un solo Dios y único Dios y
que de El procede todo cuanto existe y que, no obstante, no es Dios el autor del
pecado. Turba, sin embargo, nuestro ánimo esta consideración: si el pecado
procede de las almas que Dios creó , y las almas vienen de Dios, ¿cómo no referir
a Dios el pecado, siendo tan estrecha la relación entre Dios y el alma pecadora” ,
esas son las palabras utilizadas por San Agustín para referirse al asunto
reseñado.

La teoría del problema del mal en San Agustín


A partir de la doctrina neoplatónica del mal, explicada en los párrafos anteriores,
San Agustín creó su opinión en torno al tópico. San Ambrosio, la persona que lo
convirtió al cristianismo, un día indicó, al definir el mal, como una falta de un bien:
una realidad aplicada al mundo filosófico por el hijo de Mónica.
El mal es un no ser, carencia del ser, es decir, no es sustancia, pues si así fuera
se presentarías dos situaciones: si lo fuera estaríamos hablando de una
substancia incorruptible, sinónimo de un gran bien o una substancia corruptible,
por lo cual el bien en cuestión no podría entrar al campo de lo corruptible. Es
importante comentar que porque el mal es no ser no estaría Dios como su autor,
pues nació de la nada y, en consecuencia, la divinidad no es ser de la nada.
“Siendo Dios bueno, como tú sabes o crees –y ciertamente no es lícito creer lo
contrario, es claro que no puede hacer el mal” nos dice al respecto en su obra “Del
libre albedrío”.

[Escriba texto] Página 14


¿Quién hace el mal? , esa es la pregunta que surge, considerando la naturaleza
del bien absoluto de Dios es imposible, dentro de cualquier razonamiento lógico,
creer que Dios desearía el mal para el mundo. San Agustín, en ese sentido, le
puso nombre y apellido al autor del mal: el mismo hombre, el ser humano. “Cada
hombre que no obra rectamente es el verdadero y propio autor de sus malos
actos. Y si lo dudas, considera lo que antes dijimos, a saber: que la justicia de
Dios castiga las malas acciones. Y claro está que no serían justamente castigadas
si no procedieran de la voluntad libre del hombre.”, comenta San Agustín, frase a
través de la cual introduce un nuevo concepto: el libre albedrío.
De acuerdo a la antropología de Platón , de la cual San Agustín es un seguidor, el
ser humano tiene dos elementos: un cuerpo material y un alma inmaterial .A ella le
cabe la función, la responsabilidad, de tomar las decisiones de la acción, pese a
que sean muchos los deseos (llamadas apetencias) es la voluntad la de la última
palabra. “Debiendo añadirse a todo esto que las pasiones ejercen su dominio
sobre ella cruel y tiránicamente, y que a través de mil y encontradas tempestades
perturban profundamente el ánimo y vida del hombre, de una parte, con un gran
temor, y de otra, con una vana y falsa alegría; de una, con el tormento de la cosa
perdida y sumamente amada, y de otra, con un ardiente deseo de poseer lo que
no tiene; de una , con un sumo dolor por la injuria recibida, y de otra, con un
insaciable deseo de venganza. Adonde quiera que este hombre se vuelva, la
avaricia le acosa, la lujuria lo consume, la ambición le cautiva, la soberbia le
hincha, la envidia lo atormenta, la desidia le anodada, la obstinación le aguijonea,
la humillación le aflige, y es, finalmente, el blanco de otros innumerables males
que lleva consigo el imperio de la libídine”, creo que mediante esta larga cita Del
libre albedrío San Agustín grafica de manera excepcional la lucha entre las
pasiones y el alma.
¿Por qué el hombre peca?, San Agustín nos dice: “Quizá de que se aparta de la
disciplina y se hace completamente extraño a ella” , es decir, Dios tiene para cada
habitante de la humanidad un camino ya establecido , al igual que para la
humanidad entera, para un bien mayor. Cuando alguien se desvía de ese norte,
entra en el área de pecado.
“Te lo diré, si antes me dices tú a qué mal te refieres, porque son dos los
significados que solemos dar a la palabra mal: uno, cuando decimos que “alguien
ha obrado mal”; otro, cuando afirmamos que “alguien ha sufrido algún mal”, una
distinción realizada por San Agustín que nos sirve para introducir el concepto del
mal en cuatro planos distintos realizadas por el filósofo:
A-.METAFÍSICO-ONTOLÓGICO: “En el cosmos no existe el mal, sino que existen
solamente grados inferiores de ser en comparación con Dios, dependientes de la
finitud de las cosas creadas y del diferente grado de esta finitud. Desde una visión

[Escriba texto] Página 15


de conjunto, cada cosa, incluso la aparentemente más insignificante, posee su
propio sentido y su propia razón de ser y, por lo tanto, constituye algo positivo.”.
B-EL MAL FÍSICO: Enfermedades, dolores físicos, cambios anímicos etc. son
parte del mal físico, originado por el primer pecado, el de Adán y Eva, una alma
pecadora responsable de la corrupción en el cuerpo.
C-.EL MAL MORAL: Se genera a partir de la desviación del ser, del camino
establecido por Dios todopoderoso, por su propia voluntad, es decir, el libre
albedrío, tendiendo de ésta manera al no ser. Por esto último no merece tener un
rasgo positivo, pues solo las cosas creadas por Dios, los seres, poseen esa
cualidad.
D.- EL MAL MORAL ES EL PECADO: Si la denominada voluntad realiza lo que
por naturaleza le corresponde, es decir, dirigirse hacia el bien no estaríamos en
presencia del mal; pero, en ocasiones, hay una especie de una mala voluntad que,
dentro de la gran variedad de bienes existentes en el mundo, elige el que se aleja
de Dios, transformándose en un no ser. Esta voluntad no es sinónimo de mal por
dirigirse a las cosas negativas sino porque no respetó el designio divino.

LA FILOSOFIA DE TOMÁS DE AQUINO


(1225 - 1274)

SANTO TOMÁS LA TEOLOGÍA NO SUSTITUYE A LA FILOSOFÍA


El objetivo fundamental de la filosofía de Santo Tomás es armonizar la fe y la
razón oponiéndose a la doble verdad de los averroístas. Sosteniendo que la
verdad es única y puede ser conocida de dos maneras :La razón conoce a través
de los datos de los sentidos y la fe a partir de la revelación divina , ambas son
independientes , haciendo una distancia entre verdades de fe o dogmas (
estudiadas por la teología , las cuales deben ser aceptadas sin discusión porque
emanan de Dios ) y las verdades de razón ( son las verdades de la filosofía que
pueden ser comprendidas por el entendimiento humano ) , que se pueden
demostrar como los preámbulos de la fe , que son verdades que comparten la
filosofía y la teología . Para Santo Tomás la diferencia entre filosofía y teología
consiste en que la filosofía ofrece un conocimiento imperfecto, mientras que la
teología aclara aspectos a los cuales no llega la razón. Así pues, la fe mejora la
razón pero no la sustituye , al igual que la teología rectifica a la filosofía pero no la
elimina . La filosofía está , por tanto , al servicio de la teología y como verdad
única , la filosofía y la razón se equivocan si llegan a conclusiones incompatibles
con la fe , por ello , razón y fe no deben estar en conflicto .Antes de la
demostración de la existencia de Dios , Santo Tomás propone una demostración a
posteriori que parte de los sentidos , y que va del efecto a la causa , es decir , de

[Escriba texto] Página 16


los seres creados a Dios , oponiéndose así al argumento ontológico de San
Anselmo , de que Dios existe en la mente y en la realidad . Santo Tomás elabora
unas vías de acercamiento a la afirmación de que Dios existe , son las cinco vías:
TEOLOGÍA. LAS CINCO VÍAS
Las cinco vías de la demostración de la existencia de Dios
En la "Suma Teológica", encontramos formuladas las cinco pruebas tomistas de
la demostración de la existencia de Dios, (conocidas como las "cinco vías"), que
se exponen a continuación:
Primera vía
Movimiento: nos consta por los sentidos que hay seres de este mundo que se
mueven; pero todo lo que se mueve es movido por otro, y como una serie infinita
de causas es imposible hemos de admitir la existencia de un primer motor no
movido por otro, inmóvil. Y ese primer motor inmóvil es Dios.
La primera y más clara se funda en el movimiento. Es innegable, y consta por el
testimonio de los sentidos, que en el mundo hay cosas que se mueven. Pues bien,
todo lo que se mueve es movido por otro, ya que nada se mueve mas que en
cuanto esta en potencia respecto a aquello para lo que se mueve. En cambio,
mover requiere estar en acto, ya que mover no es otra cosa que hacer pasar algo
de la potencia al acto, y esto no puede hacerlo más que lo que está en acto, a la
manera como lo caliente en acto, v. gr., el fuego hace que un leño, que está
caliente en potencia, pase a estar caliente en acto. Ahora bien, no es posible que
una misma cosa esté, a la vez, en acto y en potencia respecto a lo mismo, sino
respecto a cosas diversas: lo que, v. gr., es caliente en acto, no puede ser caliente
en potencia, sino que en potencia es, a la vez frío. Es, pues, imposible que una
cosa sea por lo mismo y de la misma manera motor y móvil, como también lo es
que se mueva a sí misma. Por consiguiente, todo lo que se mueve es movido por
otro. Pero, si lo que mueve a otro es, a su vez, movido, es necesario que lo mueva
un tercero, ya éste otro. Mas no se puede seguir indefinidamente, porque así no
habría un primer motor y, por consiguiente, no habría motor alguno, pues los
motores intermedios no mueven más que en virtud del movimiento que reciben del
primero, lo mismo que un bastón nada mueve si no lo impulsa la mano. Por
consiguiente, es necesario llegar a un primer motor que no sea movido por nadie,
y éste es el que todos entienden por Dios.
Segunda vía
Eficiencia: nos consta la existencia de causas eficientes que no pueden ser causa
de sí mismas, ya que para ello tendrían que haber existido antes de existir, lo cual
es imposible. Además, tampoco podemos admitir una serie infinita de causas
eficiente, por lo que tiene que existir una primera causa eficiente incausada. Y esa
causa incausada es Dios.

[Escriba texto] Página 17


La segunda vía se basa en causalidad eficiente. Hallamos que en este mundo de
lo sensible hay un orden determinado entre las causas eficientes; pero no
hallamos que cosa alguna sea su propia causa, pues en tal caso habría de ser
anterior a sí misma, y esto es imposible. Ahora bien, tampoco se puede prolongar
indefinidamente la serie de las causas eficientes, porque siempre que hay causas
eficientes subordinadas, la primera es causa de la intermedia, sea una o muchas,
y ésta causa de la última; y puesto que, suprimida una causa, se suprime su
efecto, si no existiese una que sea la primera, tampoco existiría la intermedia ni la
última. Si, pues, se prolongase indefinidamente la serie de causas eficientes, no
habría causa eficiente primera, y, por tanto, ni efecto último ni causa eficiente
intermedia, cosa falsa a todas luces. Por consiguiente, es necesario que exista
una causa eficiente primera, a la que todos llaman Dios.
Tercera vía
Contingencia: hay seres que comienzan a existir y que perecen, es decir, que no
son necesarios; si todos los seres fueran contingentes, no existiría ninguno, pero
existen, por lo que deben tener su causa, pues, en un primer ser necesario , ya
que una serie causal infinita de seres contingentes es imposible. Y este ser
necesario es Dios.
La tercera vía considera el ser posible o contingente y el necesario, y puede
formularse así. Hallamos en la naturaleza cosas que pueden existir o no existir,
pues vemos seres que se producen y seres que se destruyen, y, por tanto, hay
posibilidad de que existan y de que no existan. Ahora bien, es imposible que los
seres de tal condición hayan existido siempre, ya que lo que tiene posibilidad de
no ser hubo un tiempo en que no fue. Si, pues, todas las cosas tienen la
posibilidad de no ser, hubo un tiempo en que ninguna existía. Pero, si esto es
verdad, tampoco debiera existir ahora cosa alguna, porque lo que no existe no
empieza a existir más que en virtud de lo que ya existe, y, por tanto, si nada
existía, fue imposible que empezase a existir cosa alguna, y, en consecuencia,
ahora no habría nada, cosa evidentemente falsa. Por consiguiente, no todos los
seres son posibles o contingentes, sino que entre ellos forzosamente, ha de haber
alguno que sea necesario. Pero el ser necesario o tiene la razón de su necesidad
en sí mismo o no la tiene. Si su necesidad depende de otro, como no es posible,
según hemos visto al tratar de las causas eficientes, aceptar una serie indefinida
de cosas necesarias, es forzoso que exista algo que sea necesario por sí mismo y
que no tenga fuera de sí la causa de su necesidad, sino que sea causa de la
necesidad de los demás, a lo cual todos llaman Dios.
Cuarta vía
Grados de perfección: observamos distintos grados de perfección en los seres de
este mundo (bondad, belleza,...) Y ello implica la existencia de un modelo con
respecto al cual establecemos la comparación, un ser óptimo, máximamente
verdadero, un ser supremo. Y ese ser supremo es Dios.
[Escriba texto] Página 18
La cuarta vía considera los grados de perfección que hay en los seres. Vemos en
los seres que unos son más o menos buenos, verdaderos y nobles que otros, y lo
mismo sucede con las diversas cualidades. Pero el más y el menos se atribuye a
las cosas Según su diversa proximidad a lo máximo, y por esto se dice lo más
caliente de lo que más se aproxima al máximo calor. Por tanto, ha de existir algo
que sea verísimo, nobilísimo y óptimo, y por ello ente o ser supremo; pues, como
dice el Filósofo, lo que es verdad máxima es máxima entidad. Ahora bien, lo
máximo en cualquier género es causa de todo lo que en aquel género existe, y así
el fuego, que tiene el máximo calor, es causa del calor de todo lo caliente, según
dice Aristóteles. Existe, por consiguiente, algo que es para todas las cosas causa
de su ser, de su bondad y de todas sus perfecciones, y a esto llamamos Dios.

Quinta vía
Finalidad: observamos que seres inorgánicos actúan con un fin; pero al carecer de
conocimiento e inteligencia sólo pueden tender a un fin si son dirigidos por un ser
inteligente. Luego debe haber un ser sumamente inteligente que ordena todas las
cosas naturales dirigiéndolas a su fin . Y ese ser inteligente es Dios.
La quinta vía se toma del gobierno del mundo. Vemos, en efecto, que cosas que
carecen de conocimiento, como los cuerpos naturales, obran por un fin, como se
comprueba observando que siempre, o casi siempre, obran de la misma manera
para conseguir lo que más les conviene; por donde se comprende que no van a su
fin obrando al acaso, sino intencionadamente. Ahora bien, lo que carece de
conocimiento no tiende a un fin si no lo dirige alguien que entienda y conozca, a la
manera como el arquero dirige la flecha. Luego existe un ser inteligente que dirige
todas las cosas naturales a su fin, ya éste llamamos Dios.
Demostraciones de la existencia de Dios
Demostraciones lógicas –promovidas por la filosofía idealista– del principal dogma
de la religión: la fe en la existencia de Dios. Se conocen tres principales
demostraciones de la existencia de Dios. La demostración cosmológica (figura ya
en las obras de Platón y Aristóteles; en los tiempos nuevos la defendían Leibniz y
Wolff) consiste en que Dios existe como causa primera de todas las cosas y
fenómenos. Esta demostración se apoya en la admisión anticientífica de la finitud
del mundo en el tiempo y la existencia de su causa inmaterial. La demostración
teleológica (fue promovida por Sócrates y Platón y desarrollada posteriormente por
los estoicos): en la naturaleza, todo está organizado de modo tan racional que
esto puede explicarse sólo admitiendo la existencia de un ser razonable
supranatural que pone en orden todos los fenómenos. Este argumento fue
refutado por la teoría evolucionista de Darwin, que hizo ver que racionalidad en la
naturaleza viva tiene causas naturales. San Agustín adelantó la demostración
ontológica, al afirmar que todos los hombres tienen el concepto de Dios como ser

[Escriba texto] Página 19


perfecto. Pero el concepto no puede surgir si no existe en realidad el ser perfecto.
Por consiguiente, Dios existe. En la Edad Media, esta demostración la defendía
Anselmo de Canterbury. La endeblez de la demostración ontológica, que identifica
lo mental con lo objetivamente real, es tan evidente que se pronunciaron contra
ella no sólo los filósofos materialistas, sino, también, muchos teólogos, por
ejemplo, Tomás de Aquino. En las diversas doctrinas idealistas se admiten
asimismo otras demostraciones de la existencia de Dios: gnoseológica,
psicológica, moral. La refutación de las demostraciones de la existencia de Dios,
en el marco del idealismo, pertenece a Kant, el cual afirmaba que Dios era un ser
supraexperimental e inteligible, por lo que su existencia es indemostrable. El
análisis de las demostraciones de la existencia de Dios muestra que todas ellas
padecen de un error lógico (círculo en la demostración) y, en última instancia se
basan en la fe ciega.

[Escriba texto] Página 20


Bibliografía
Rogelio Rovira (1991). La fuga del no ser. Ediciones Encuentro. ISBN
9788474902747.
Antonio Millán-Puelles (2002). Léxico filosófico (2ª edición). Madrid: Rialp. ISBN
9788432134166.

[Escriba texto] Página 21


ANEXOS

[Escriba texto] Página 22

Potrebbero piacerti anche