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En el problema del bien San Agustín va a partir de que Dios siendo inmutable
y poseyendo la plenitud del ser, es también, el bien absoluto e inmutable. Por
haber sido creada de la nada, la naturaleza humana solo es buena en la
medida en que es. De este modo el bien es proporcional al ser, de donde se
sigue que lo contrario de bien es el mal, y este no puede considerarse como
ser. Estrictamente hablando el mal no existe.
San Agustín va a intentar resolver el tema del bien en cuanto moral en
"Enquiridion", y en "Las confesiones"; y el bien moral y físico (metafísico) en
Natura Boni. Abordamos el tema del bien en estas tres obras, haciendo la
aclaración que San Agustín habla de este tema en numerosos tratados.
ORIGEN
11. Se dejan atrás los planteamientos filosóficos griegos para abrir paso a
un nuevo cuestionamiento.
DUNS ESCOTO
GUILLERMO DE OCCAM
Se cree que fray Guillermo nació alrededor de 1285 en una pequeña villa llamada
Occam, no muy lejos de Londres. Se sabe que se hizo subdiácono en 1306 en
Southwark, municipio inglés ubicado al sudeste de Londres, y que recibió sus
licencias para confesar en el año de 1318. Es probable que Occam haya
comenzados sus estudios en Oxford en el año de 1309. Entre 1314 y 1316,
impartió cursos sobre la Biblia, y entre los años de 1317 y 1319 explicó las
Sentencias de Pedro Lombardo en Oxford.
Su teología está por ello unida al problema del hombre, el filósofo es el hombre
que busca la verdad partiendo de su propia contingencia (mutabilidad), para
transcender hasta Dios que siendo lo más íntimo al alma humana desborda su
contingencia.
Hay por lo tanto una teologización de la filosofía, pero sin olvidar lo antropológico
(ciencia del hombre).
Dios y la creación.
3- El problema de la creación.
En una segunda etapa opta por el creacionismo, es decir, el alma espiritual del
hombre está creada directamente por Dios, pero no define el momento de dicha
creación.
El saqueo de Roma llevado a cabo por los bárbaros en el 410 hizo revivir la idea
de que la seguridad del Imperio Romano estaba unida al paganismo. El
cristianismo había minado los cimientos del Imperio. Contra estas ideas escribe S.
Agustín el libro "La ciudad de Dios" hacia el año 412. S. Agustín presentó la
historia y el presente como la eterna lucha entre las fuerzas del bien y del mal,
dirigidas por la providencia divina. El providencialismo es la tesis que entiende el
desarrollo de la historia del hombre movido por Dios en orden a la consecución del
bien universal. La providencia lo abarca todo, la existencia del bien que Dios
quiere, y la presencia del mal que Dios permite para que se obtenga de él
beneficios mayores. Así para S. Agustín el proceso histórico es la lucha entre la
ciudad terrenal (la construida por el egoísmo humano) y la ciudad de Dios, dirigida
por la caridad. En realidad al hombre siempre le mueve el amor, que puede tener
un doble sentido, el primero hacia intereses materiales y el otro hacia la caridad. El
hombre elige libremente entre los dos sentidos. Según la opción la historia
avanzará negativa o positivamente, pero siempre en orden al fin que la
En nuestros días el llamado personalismo cristiano del sg. XX, toma de S. Agustín
muchas de las ideas fundamentales sobre el hombre, y por otro lado su falta de
sistematismo es más cercano al modo de hacer filosofía hoy, que al de otras
épocas.
¿Qué es el mal?
¿Qué es el mal?, ¿De dónde proviene? son algunas de las interrogantes que los
pensadores a lo largo de la historia de la humanidad han intentado dilucidar, no
siendo la excepción la Edad Media y en especial San Agustín de Hipona, uno de
los más importantes exponentes de la filosofía cristiana , mediante su obra "Del
Libre Albedrío": ese será el tema del presente ensayo, tomando en cuenta que el
gran aporte del Obispo de Hipona es transformar el mal en algo de los hombres,
es decir, le dio un carácter realista.
Los antecedentes del problema del mal en San Agustín
Uno de los grandes desafíos de San Agustín que se impuso en la vida fue
encontrar una respuesta a la pregunta que da vida a éste ensayo, la cual la logró
tomando como base planteamientos de escuelas filosóficas del pasado o
contemporáneas a él, siendo éstas los maniqueos y el neoplatonismo. Los
Quinta vía
Finalidad: observamos que seres inorgánicos actúan con un fin; pero al carecer de
conocimiento e inteligencia sólo pueden tender a un fin si son dirigidos por un ser
inteligente. Luego debe haber un ser sumamente inteligente que ordena todas las
cosas naturales dirigiéndolas a su fin . Y ese ser inteligente es Dios.
La quinta vía se toma del gobierno del mundo. Vemos, en efecto, que cosas que
carecen de conocimiento, como los cuerpos naturales, obran por un fin, como se
comprueba observando que siempre, o casi siempre, obran de la misma manera
para conseguir lo que más les conviene; por donde se comprende que no van a su
fin obrando al acaso, sino intencionadamente. Ahora bien, lo que carece de
conocimiento no tiende a un fin si no lo dirige alguien que entienda y conozca, a la
manera como el arquero dirige la flecha. Luego existe un ser inteligente que dirige
todas las cosas naturales a su fin, ya éste llamamos Dios.
Demostraciones de la existencia de Dios
Demostraciones lógicas –promovidas por la filosofía idealista– del principal dogma
de la religión: la fe en la existencia de Dios. Se conocen tres principales
demostraciones de la existencia de Dios. La demostración cosmológica (figura ya
en las obras de Platón y Aristóteles; en los tiempos nuevos la defendían Leibniz y
Wolff) consiste en que Dios existe como causa primera de todas las cosas y
fenómenos. Esta demostración se apoya en la admisión anticientífica de la finitud
del mundo en el tiempo y la existencia de su causa inmaterial. La demostración
teleológica (fue promovida por Sócrates y Platón y desarrollada posteriormente por
los estoicos): en la naturaleza, todo está organizado de modo tan racional que
esto puede explicarse sólo admitiendo la existencia de un ser razonable
supranatural que pone en orden todos los fenómenos. Este argumento fue
refutado por la teoría evolucionista de Darwin, que hizo ver que racionalidad en la
naturaleza viva tiene causas naturales. San Agustín adelantó la demostración
ontológica, al afirmar que todos los hombres tienen el concepto de Dios como ser