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Astroworld
Donald A. Bradley fue uno de los investigadores más relevantes de la década de los
cincuenta. Poseía el extraño don de una percepción aguda y certera, gracias a la cual le
fue posible encauzar sus descubrimientos hacia deducciones precisas y transmitirlas a
los estudiantes en un lenguaje claro y comprensible. Sin duda, perfiló todo un estilo de
aplicación práctica que salía de los clásicos sistemas trillados, empleando nuevas reglas
y términos, que representaron un avance en la comprensión de la Astrología.
La misma actitud iba ganando terreno entre los astrólogos de Estados Unidos, pero la
Astrología americana estaba destinada volverse científica y práctica. Unos cuantos
astrólogos eminentes se liberaron del estereotipo basado en unos valores místicos y
produjeron una valiosa literatura que reducía la Astrología a su esencia operante.
Innumerables individuos se benefician actualmente de su aplicación práctica a nivel
astrológico. Esta literatura tiene un mínimo de conjeturas metafísicas. En lugar de
abstracciones literarias que se erigen como desviaciones mórbidas de la Astrología,
podemos leer una filosofía de la Astrología. Es la filosofía natural del hombre moderno
que busca seguridad, descubrimiento y paz mental.
Esta tesis se confina a una generalización de los procedimientos horarios cuando éstos
se relacionan con los análisis de competición. Continuando con la presunción de que es
posible predecir correctamente los resultados de una competición con los métodos
horarios, pasemos a considerar las suficiencias y limitaciones del análisis de
competición, a perfilar las reglas tradicionales para hacer juicios, y transmitir a nuestros
lectores lo que la experiencia nos ha enseñado como válido en la vía de la
interpretación.
Las reglas tradicionales para hacer juicios aparecen como simples cuando queremos
integrar en nuestras mentes las instrucciones dispersas dadas en los libros de texto para
la delineación. Sin embargo, el actual campo de trabajo siempre prueba ser mucho más
complicado de lo esperado, debido a las innumerables corrientes de factores
contradictorios que modifican las condiciones y los grados de influencia que
Pero sí esto pudiera realizarse, los elementos a observar en cada una de las cartas sería
la vitalidad, la capacidad de estar alerta y el temperamento momentáneo de los
jugadores, juzgados individualmente y en grupo. La razón para aislar estos cuatro
factores son obvios incluso para el profano, puesto que son los ingredientes principales
de la receta para conseguir el éxito por medio del entusiasmo. Un sistema de valores
ofrece el mejor procedimiento para evaluar estos factores en una larga serie de cartas.
La vitalidad es relegada al Sol, a la Luna y a Marte. La capacidad de estar alerta suele
estar determinada por Mercurio y Urano. La valoración psicológica (si la tendencia es
optimista o pesimista, exaltado o depresivo) es un poderoso determinante para el
resultado de la competición. El indicador del temperamento inmediato de los
contrincantes es estimado a través de Venus, Júpiter, Saturno y Neptuno.
Con toda probabilidad, algunos tipos de competición son inmunes a las indicaciones de
suerte común y deben recibir una consideración especial. Nos referimos a las
competiciones que suelen describirse como «combates de agudeza o de ingenio», donde
el resultado se decide por la preparación, más bien que por la suerte. Esto incluiría una
información y examen previos de ciertos jugadores, por ejemplo, de cartas o de ajedrez.
Probablemente, el resultado de una partida de ajedrez depende de las natividades de sus
oponentes, aunque naturalmente la carta astrológica levantada para el momento del
inicio de la competición debe ser examinada a la luz de las cartas natales involucradas.
Normalmente, Una carta horaria para el tiempo y el lugar del acontecimiento -ya se trate
de un partido de fútbol, béisbol, baloncesto, hockey sobre hielo, boxeo o tenis- será
suficiente para revelar al ganador, independientemente de la suerte personal de los
jugadores. Puede que el escéptico se cuestione: ¿Por qué, y de qué manera, un
determinado horóscopo describe al ganador de un partido que todavía no se ha jugado?
Permítannos responder esta pregunta.
Esto también es así porque la mente del estudiante se focaliza en un asunto con un
resultado específico. El asunto se limita a una serie conocida de «variables», y la
correspondiente asignación de «reglas» planetarias y zodiacales es elemental. Por
comparación con los significados actuales, resulta difícil hacer una predicción
específica que, por tránsitos o aspectos a una carta individual, sea efectiva por sí misma.
Un tránsito de Marte sobre el Mercurio natal, tiene tal multitud de expresiones que
puede oscilar desde el propio fuego interno hasta el acaloramiento nervioso.
La psique individual posee un alto grado de resistencia a las influencias externas, una
resistencia enraizada en lo que erróneamente se suele llamar «el libre albedrío». La
psique colectiva está mucho menos diferenciada que la individual y por ello es mucho
más vulnerable a las reacciones motivadas que a los estímulos externos.
Al desarrollar este tema, incluso podríamos ir más lejos y sugerir la razón por la cual las
configuraciones planetarias son factores tan fuertemente determinantes en los partidos
de competición, pudiendo estar mucho más cerca de las verdaderas influencias sobre los
mismos que los propios equipos. Tal vez, la asistencia pública de sus fans, al igual que
la oposición existente entre los equipos contrarios, es un determinante principal. Y lo
que muestra la carta es el índice psicológico del enorme tropel de gente reunida con
Según la tradición horaria, una carta referida a una pregunta sobre el resultado de un
partido, suele identificar al ganador. No obstante, desaconsejamos esta práctica, excepto
cuando el consultante tiene un interés temporal y relativo en un evento particular, pero
todas las cuestiones sujetas al análisis horario se estancan ante una «ecuación personal».
El motivo debería ser evidente para todos los estudiantes de Astrología. A menos que no
sea por algún interés personal, más bien resulta irracional suponer que un horóscopo
referido a una curiosidad personal de carácter pasajero refleje la suerte de los dos
oponentes de un partido así como sus impactos emocionales en las dos multitudes
contrapuestas de seguidores. Para que una carta horaria sea válida debe estar
consolidada por el momento significativo de una crisis de experiencia.
Aproximadamente, una de cada diez cartas no es válida. El mejor modo para decidir si
la carta de una pregunta es válida consiste en determinar si el foco principal del
horóscopo se centra sobre el asunto preguntado por el consultante. Y cuando la carta
tiene relación con un evento deportivo, es aconsejable interpretarla como si se tratara de
la competición en sí, siendo el Ascendente el equipo favorito del consultante que
presenta la conexión personal formulada a través de la pregunta.
En el fondo, las reglas para el análisis horario de una competición son muy sencillas, la
dificultad reside en las contradicciones frecuentes que uno va descubriendo en una
carta. Estas deben ser eliminadas mediante una evaluación y estudio meticulosos. Sólo
la habilidad astrológica puede lograr esto, por este motivo antes afirmábamos que, la
destreza y el perfeccionamiento en Astrología son necesarios para el éxito en la
predicción de competiciones.
Para ambos equipos, las doce Casas de una carta de competición se reparten las
siguientes atribuciones:
CASA SIGNIFICADO
I El equipo Alfa
Hemos relegado los «hinchas y los seguidores» a la Casa II de cada grupo porque estos
sectores de la carta muestran el apoyo y las ventajas de los equipos y las admisiones o
los ingresos en taquilla, que en ciertos casos determina el número de hinchas. La Casa
III, contando desde el Ascendente de cada equipo, representa a su respectivo entrenador
o capitán, a través del cual el progreso del evento es dirigido por medio de palabras
estimulantes, de mensajes y de señales. La Casa V de cada equipo muestra las
operaciones en escena, el juego del partido en acción, y la moral o «salud» de los
jugadores. La Casa X indica naturalmente las calificaciones, puesto que los puntos son
Las Casas también tienen otro significado que, con frecuencia aunque no siempre,
describen las etapas del juego. En fútbol, por ejemplo, las primero cuatro Casas
describen la marcha del juego o la representación de Alfa y la tónica de los cuatro
cuartos sucesivos del juego. Vale lo mismo para las Casas VII, VIII, IX y X, que
sugiere las circunstancias que va experimentando el Omega en el curso del juego. En los
partidos de boxeo, los asaltos de cada serie de encuentros van desde la Casa I en
adelante para el defensa del título, y de la Casa VII en adelante para el aspirante. Las
entradas en béisbol, los sets en tenis, y otras pautas similares en otro tipo de
competiciones siguen un mismo esquema. Sin embargo, no debería darse una excesiva
importancia a este esquema, a menos que las tendencias de cada tiempo sean
consistentes para ambos equipos. Por ejemplo, si en el segundo tiempo de un juego los
índices son favorables para ambos equipos, las indicaciones no son válidas puesto que
el segundo tiempo debería permitir buenos augurios para uno de los equipos y
indicaciones adversas para el opuesto, así la confianza podría apoyarse en el
cumplimiento de esta condición.
Es totalmente notorio que los juegos de duración normal suelen tener un número
específico de tiempos que son significativos, y cuando en una carta se destacan de
alguna manera, nos llevan al final del juego o nos remiten a puntos significantes de la
carta. Para ilustrarlo: Los cuatro cuartos, en un partido oficial de fútbol, llevan el
«juego» a las cúspides de las Casas V y XI, mientras que con nueve entradas en béisbol,
ambos equipos llevan el juego a las cúspides X y IX. En un partido de boxeo, los quince
primeros asaltos contados en la carta a partir de los Ascendentes respectivos para cada
contrincante, conducen finalmente a puntos astrológicos muy significativos -las
cúspides IV y X.
Una «carta vacía» es aquella en que los tres últimos grados o los tres primeros de un
signo se hallan ocupados por el Ascendente. Una Luna «vacía de curso» significa que
nuestro satélite está dentro de los tres últimos grados de cualquier signo y no hace
ningún aspecto antes de salir del mismo. Con frecuencia, cualquiera de estas
condiciones tiene un efecto completamente anulador o reversivo de las restantes
indicaciones de la carta, de este modo, el equipo menos favorecido gana o el juego
Aunque no es frecuente, es posible hallar que cuando la Luna forma un aspecto partil o
con unos pocos minutos de orbe, la interpretación de la circunstancia adecuada sea
discutible (vean los números 2 a 5 en la anterior lista de influencias condicionantes). El
paralaje de la Luna puede desviar su longitud aparente más allá del punto partil, y por lo
tanto, cambiar la interpretación de «aplicación» por «separación». Este problema
conduce a un cálculo posterior para averiguar cuál es el caso, aunque lo más corriente es
que el cálculo sea innecesario, ya que el emplazamiento hemisférico de la Luna en la
carta nos indicará a simple vista si el desplazamiento es en longitud, si es hacia adelante
o hacia atrás, y de forma aproximada, si la desviación es muy grande.
Puesto que la psique colectiva parece no responder tan rápidamente a las vibraciones
más sutiles de los «planetas lejanos» (Urano, Neptuno y Plutón), es costumbre
considerar a Saturno como regente de Acuario, a Júpiter de Piséis, y a Marte de
Escorpión. El problema de la regencia ha causado graves fracasos a los estudiantes de
Astrología que previamente no se les había hecho esta advertencia.
Las interpretaciones que siguen son básicas y, en general, sirven para todos los
acontecimientos deportivos y especialmente aquellos de carácter más combativo. Las
hemos resumido en pocas palabras para su mejor aplicación.
Luna favorable: El público está satisfecho. El evento tiene mucha audiencia de público.
Mercurio favorable: Juego rápido con grandes ventajas. Jugadas inteligentes. Exhibición
de mucha destreza y agilidad.
Venus favorable: El más joven gana. El color o la pigmentación más clara es favorable.
Buen partido. Animación, ambiente fraternal.
Venus afligida: El más joven pierde. La pigmentación más clara tiene desventaja.
Partido pobre. Celos evidentes.
Marte afligido: Mucha acción. Juego rápido pero imprudente. Insultos a los jugadores.
Mal partido. Publico indisciplinado. Se emplean tácticas intimidantes.
Saturno afligido: El mayor tiene desventajas. Juego lento, retrasado. Insultos, enfados,
reveses.
Urano favorable: Posible cambio de título (si las Casas lo permiten). Jugadas excitantes.
Sorpresas. Empleo de nuevas tácticas.
Ahora que ya estamos familiarizados con las bases de interpretación de nuestro tema,
vamos a observar estos principios en la práctica real. Para ilustrar los eventos y su
análisis, hemos elegido tres casos típicos en lugar de otros más notables. El primer
ejemplo es un partido de competición; los otros, son partidos de combate. Los casos son
representativos de los problemas normales que un estudiante puede encontrarse si elige
la práctica de esta fascinante rama de la Astrología como diversión favorita. El
astrólogo a menudo descubre que estos análisis son un pasatiempo divertido y
refrescante. El haber «previsto el cambio» de antemano, se convierte en una «emoción o
placer intelectual».
El clásico partido de fútbol Rose Bowl del Día de Año Nuevo, de 1947, ofrece un
ejemplo de toda una competición bajo la égide de una Luna «vacía de curso» que se
separa del trígono con Mercurio, el planeta Alfa. En este campo de juego, Alfa era los
Bruins, equipo de la Universidad de California, en los Angeles. Con el signo de
Neptuno, gravemente aspectado por una ajustada cuadratura aplicativa del Sol, ocupaba
la Casa V, denotando el «juego» de Alfa. El Sol también puede ser tomado para
representar el equipo favorito de UCLA, cuyos encuentros demostraron haber confiado
excesivamente en el éxito. El Sol también alcanza a Marte, augurando problemas para
los muchachos de California. Marte a su vez se separa de la cuadratura con Neptuno
que, asociándolo con Piséis como un indicio de sobre tono en el juego de los Illini. La
principal indicación de la carta, como sabemos, es el trígono separativo de la Luna con
Mercurio. Incluso una persona poco experta en delineación puede ver rápidamente que
las desigualdades planetarias se aglomeran pesadamente contra los sureños. Los Bruins,
lubrificados por Mercurio, jugaron un partido totalmente demoledor en velocidad y en
tiempos largos; pero los chicos de Illinois amontonaron ventaja sobre ventaja con una
facilidad casi ridícula para ganar el partido con un resultado de 45 a 14. Las estrellas
estuvieron todo el tiempo con los de Illini. La Casa XII de los Illini, o la VI, gobernadas
por Júpiter y Venus, están libres de aflicciones, lo cual indicaba que cualquier
desventaja en este partido se convertiría a la larga en claras ventajas. Por otra parte, la
Casa XII del Uclan está ocupada por la Luna «vacía de curso».
Incidentalmente, puesto que el clásico Rose Bowl se juega cada año en una misma fecha
y lugar, las cúspides de Casas son prácticamente las mismas al comienzo del partido
anual. El estudiante puede aprender mucho si se toma la molestia de consultar las
efemérides para los años que estas competiciones anuales del Rose Bowl eran de
actualidad en Pasadena. Invariablemente, el resultado de cada partido coincide con las
indicaciones de los planetas que se sitúan en las mismas cúspides de la carta. Año tras
año, Mercurio significa el equipo del Oeste y Júpiter el equipo invitado que proviene del
Este.
Nuestro primer ejemplo de combate es la carta de Joe Louis contra Tami Mauriello, en
la lucha que tuvo lugar para el campeonato del 18 de septiembre de 1946 y que sólo
duró un asalto. En esta carta, Urano se halla en el Ascendente y no hay planetas por
encima del horizonte. Las Casas VII hasta la XII representan los primeros seis asaltos
de Mauriello que no llegarían a materializarse.
En la carta está claro que el incomparable «Bomber» iba a mantener su título como
Campeón del Mundo de los Pesos Pesados; Mercurio (Géminis elevándose y Virgo en
la cúspide de la Casa VII) está dignificado en la V. El Sol también reside en la V y se
aleja de la cuadratura a Urano. Júpiter, el significador de Mauriello, forma una
conjunción separativa con Marte en la Casa VI, denotando una grave derrota. Venus' en
Casa VI, aspecta por estrecha cuadratura a Plutón, y esto también supone un marcado
inconveniente. La actuación de Mauriello se muestra por la Casa XI, vacía, regida por
Neptuno que ocupa la V y forma una estrecha cuadratura con la Luna. (Los Nodos
Posiblemente, el acontecimiento que los fans de las pistas del ring recuerden como uno
de los partidos de boxeo más extraordinarios de todos los tiempos sea la lucha que
mantuvo Joe Louis contra «Jersey Joe» Walcott, en junio de 1948. Se trataba de un
partido de vuelta, pedido por el público para solucionar una controversia surgida sobre
la imparcialidad de la decisión del árbitro después de los quince asaltos mantenidos por
ambos boxeadores el 5 de diciembre de 1947. Esta «lucha del siglo» fue necesaria para
apaciguar los ánimos de un enorme número de seguidores que pretendían que Walcott
era el legítimo ganador del codiciado título, mantenido durante tanto tiempo por el gran
«bomber».
La Luna se elevaba en Acuario cuando esta lucha alcanzó su punto más bajo. Entonces
también se manifestó una intensa catarsis del público puesto que la Luna aquí
significaba al campeón Louis (nacido con Cáncer en el Ascendente). El aspecto
inmediato siguiente de la Luna es el trígono a Urano, también regente del Ascendente y
Cómo elegir ganador en una competición deportiva Página 20
situado en la Casa V. El «partido de vuelta» fue adecuadamente descrito por la
conjunción de Mercurio y Venus, ambos retrógrados, en la Casa V. Puesto que Leo es el
signo que se pone en el Descendente, Walcott está simbolizado por el Sol, también
presente en la Casa V, y gravemente afligido por Saturno y Neptuno. Saturno y Plutón
en Leo describen muy bien al disgustado Walcott que reclamaba al público, ser
reconocido como el verdadero ganador del título, apodándose a sí mismo con propósitos
publicitarios, como «el Campeón del Pueblo». El «juego» de Walcott se muestra por la
Casa XI en Sagitario, ocupada por el retrógrado Júpiter, que aspecta por cuadratura a
Marte. Todos los aspectos de la carta hablaban en favor de Louis. La lucha terminó de
repente en el onceavo asalto con un fuera de combate de Walcott (Urano, regente del
Ascendente y presente en casa V, forma trígono a la Luna). En esta carta, la Casa XI,
llevó el combate a un clímax determinado por Marte en cuadratura a Júpiter en las series
de Louis, mientras que el sector onceavo, contando a partir de la Casa VII en las series
de Walcott, condujo el combate a un final rápido, determinado por la influencia de los
cuatro planetas en la Casa V, siendo uno de ellos el significador de Walcott que se halla
afligido. Aquí podemos ver como las indicaciones de la carta probaron ser
'completamente verdaderas en el desarrollo del combate. La Astrología describió
perfectamente al ganador. Para los asuntos humanos, las mareas cósmicas son tan
constantes y inviolables como lo son las mareas de los océanos.