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RECONCILIACIÓN NACIONAL

“reconciliación “es la puesta en marcha de un proceso de restablecimiento y refundación de


los vínculos fundamentales entre los peruanos, vínculos voluntariamente destruidos o
deteriorados por el estallido de un conflicto violento iniciado por el PCP Sendero Luminoso en
las últimas décadas, y en el que la sociedad entera se vio involucrada. El proceso de la
reconciliación es hecho posible, y es hecho necesario, por el descubrimiento de la verdad de lo
ocurrido en aquellos años tanto en lo que respecta al registro de los hechos violentos como a
la explicación de las causas que los produjeron, así como por la acción reparadora y
sancionadora de la justicia. La toma de conciencia de la magnitud del daño causado a nuestra
sociedad debe llevarnos a todos a asumir parte de la responsabilidad, aun cuando ésta pueda y
deba diferenciarse según grados. No sólo la acción directa de los protagonistas, sino también la
complicidad silenciosa o la desidia de muchos han contribuido a su manera a promover la
destrucción de nuestra convivencia social. Debemos reconocer, pues, la naturaleza ética del
compromiso por la reconciliación, es decir, debemos admitir que las cosas pudieron ocurrir de
otra manera y que muchos no hicimos lo suficiente para que así fuese.

Justicia y reconciliación: posibilidad de futuro

La reconciliación supone una comunidad justa y un proyecto político basado en una nueva
conducta ética. A partir de los estudios sobre corrupción en el Alto Huallaga y de lo que el país
ha podido apreciar en los años de la dictadura fujimorista se ve claramente que Estado y el
narcotráfico tejieron una gran red de corrupción que data desde hace mucho. Nos
enfrentamos, por ello, a la difícil tarea de un de nueva mentalidad en donde imperen los
valores éticos más elevados, y, por ende, la justicia. Al afirmar y tener como condición a la
justicia, la reconciliación crea la posibilidad de futuro. Al basarse en la defensa y en la
aplicabilidad de los derechos humanos, la reconciliación puede afirmar el sentido de futuro
que significa reconstruir el pacto social. El contenido político del tema de la reconciliación
deviene posible por el ejercicio de la justicia. Basándose en la justicia, la reconciliación tiene
también el imperativo de mirar hacia el futuro y diseñarlo. Lo primero es determinar que lo
vivido no se vuelva a repetir: “Ahora queremos que esa violencia no regrese nunca más, hemos
sufrido muchísimo. “El futuro debe ser diferente”.

La reconciliación como refundación del pacto social

La reconciliación debe ser entendida en el Perú como un proceso de reconstrucción del pacto
social y político. Esta reconstrucción del pacto social es la característica de la formación de
cualquier Estado. El Estado, por definición, se renueva permanentemente recogiendo,
representando y reconociendo los acuerdos e intereses ciudadanos. La violencia en el Perú
vulneró y quebró la legitimidad del Estado como instancia del pacto social. El conflicto, aquí,
representó la discordia y la desunión entre los peruanos y de éstos con el Estado. Un sector
minoritario de peruanos desconoció conscientemente el consenso como fuente del pacto
social democrático que representaba el Estado en el Perú y se rebeló contra él desarrollando
una guerra para destruirlo –o, como señalaron literalmente para “demolerlo”. Sin embargo, su
propuesta alternativa pretendía conducir a la construcción de un proyecto, de un nuevo
Estado titulado “Estado de Nueva Democracia” de corte totalitario y tiránico. Esta propuesta
demostró claramente con su accionar el carácter terrorista, antidemocrático y antipopular que
le daba sustento. La respuesta de la sociedad civil y de la población, así como la del propio
Estado, buscó enfrentar el conflicto, viéndose el país de pronto envuelto en una espiral de
violencia, muerte y destrucción. No se tardó en reconocer de que la manera de enfrentar las
desigualdades y la falta de justicia no se podía resolver con la violencia.

Reconciliación: proyecto a futuro

La reconciliación, como se ha sostenido reiteradamente, plantea a futuro el proyecto de


restaurar los vínculos sociales quebrados en una situación previa de conflicto armado. Pero no
tiene sentido hablar o exigir reconciliación si ésta no expresa una modificación cualitativa de la
situación anterior al estallido de la violencia, y que la ha motivado. En este contexto, y en
líneas generales, la CVR considera que el planteamiento senderista de la reconciliación como
“solución política” 65 es insuficiente y hasta errado, pues limita o reduce el sentido de la
reconciliación al de una mera negociación política. La reconciliación que plantea la CVR se
inserta, por el contrario, en el marco de un proyecto que busca responder a las demandas de
la población

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