El problema de aprendizaje y las necesidades educativas
especiales demanda una respuesta más específica. Al hablar de dificultades de aprendizajes escolar, y evitar el lenguaje de la deficiencia, el énfasis se sitúa en la escuela, en el tipo de respuesta educativa. Este planteamiento no niega que determinados alumnos tienen problemas específicos en su desarrollo. Un niño ciego, sordo o con parálisis cerebral presenta inicialmente unas dificultades que no tienen sus compañeros. Sin embargo ahora el acento está en la capacidad del centro educativo para adaptar sus enseñanzas a las necesidades de estos y ofrecer, de esta forma, una respuesta satisfactoria.
Los recursos educativos pueden ser variados como ser: materiales
curriculares, supresión de barreras arquitectónicas, sistema de comunicación alternativa o cualquier otro medio educativo de carácter extraordinario.
El objetivo principal ya no es conseguir encontrar los rasgos que permitan
situar a determinados alumnos dentro una de las categorías en las que distribuyen las deficiencias. Es un problema más sistemático, interactivo y contextualizado. Supone conocer cómo se han generado las dificultades del niño, que influencia ha tenido el ambiente social, familiar y que papel está teniendo la escuela en el origen y manifestaciones de estas dificultades y cuál es la respuesta educativa más adecuada. HISTORIA DE LOS PROBLEMAS
Aunque se desconozca si la aritmética fue anterior o no a la escritura, lo
que sí se sabe es que ya 3000 años antes de Jesucristo, en Babilonia, los “escolares” aprendían a calcular la distancia que mediaba entre el pie de la escalera y la pared en que ésta se apoyaba; a obtener el peso de la piedra que pesaba un kilo más que la mitad de su propio peso; y recibían, también, la instrucción necesaria para saber la parte de herencia que su padre, ya anciano, les había legado tras un peculiar y ecuánime reparto, como atestigua uno de los problemas que se encuentran en las tablillas babilónicas:
La historia concreta de los intentos de solución de estos problemas es
harto conocida y puede encontrarse en cualquier buen libro de historia de las matemáticas; lo que nos interesa subrayar aquí es cómo al enfrentarse con estos problemas los matemáticos han aprendido mucho, esto es, al no poder abordarlos con los conocimientos y los procedimientos que tenían a mano, se han visto obligados a introducir nuevos conceptos, mirar los objetos implicados desde nuevos puntos de vista, forjar procedimientos y técnicas capaces de tratar con estos nuevos enfoques.
Como puede verse en los problemas que siguen, tomados literalmente de
libros de texto recientes, los currículos de matemáticas escolares reflejan en su diseño y desarrollo, y obligan a resolver de nuevo a los estudiantes, problemas que han sido resueltos siempre.
En la escuela los problemas aritméticos se proponen, se enuncian o se
presentan enunciados, y se resuelven. Así que, situados ahora en el ambiente escolar, si queremos saber qué entenderemos por un problema aritmético, habrá que describir las características de su enunciado y de su resolución. En el enunciado, la información que se proporciona tiene carácter cuantitativo ya que los datos suelen ser cantidades; la condición expresa relaciones de tipo cuantitativo y la pregunta se refiere a la determinación de una o varias cantidades, o relaciones entre cantidades. La resolución del problema, o lo que es preciso hacer para contestar la pregunta del problema, fundamentalmente parece consistir en la realización de una o varias operaciones aritméticas. Además, si estos problemas se consideran inmersos en el currículo escolar, por el momento en que aparecen en éste no cabe el recurso al álgebra para su resolución.
Los problemas aritméticos son, en general, problemas de aplicación, lo
que hace que aparezcan enunciados en contextos variados. Así puede parecer difícil en ocasiones decidir si un problema puede ser considerado como un problema aritmético, cuando está embebido en un contexto geométrico, físico o biológico. Para nosotros en este problemario, un problema será un problema aritmético siempre que los conceptos, conocimientos o recursos no estrictamente aritméticos de los contextos que aparecen en el enunciado no sean decisivos a la hora de resolver el problema. A continuación se presenta el siguiente problemario de la Escuela Primaria “Virgilio Uribe” con clave: 30DPR0141Q de la comunidad de Casitas, municipio de Tecolutla, Ver., donde se desarrollaron problemas de acuerdo al uso adecuado de la Estrategia Global de la “TIENDITA” con la única finalidad de fortalecer la comprensión del pensamiento lógico matemático en los distintos grados de la institución escolar.