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FISICA DE LA LUNA

| Física | 27/ Mayo/2019


La Luna
La Luna es el único satélite natural de la Tierra; se asemeja bastante a un "planeta terrestre"
(o "rocoso") debido a su composición química y a su tamaño.

Órbita 384 400 km


Radio ecuatorial 1737,4 km
Masa 7,3483e22 kg
Período rotacional 27,321661 días
Período orbital 27,321661 días

La Luna está en órbita de sincronización; esto quiere decir que sus períodos rotacional y
orbital coinciden. ésta es la razón por la que la Luna muestra siempre la misma cara a
la Tierra; la cara oculta de la Luna no se pudo ver hasta que la nave soviética Luna 3 la
fotografió por primera vez en 1959.

Desde la Tierra se pueden observar las fases lunares. Éstas se deben a que, a medida que
la Luna gira alrededor de la Tierra, el ángulo entre el Sol, la Luna y la Tierra varía.

La Luna no posee ni atmósfera ni campo magnético (aunque algunas rocas de la superficie


lunar poseen un magnetismo residual) y esto hace que la superficie lunar esté totalmente
expuesta al viento solar. Muestra de ello es que el regolito lunar ha capturado muchos iones
de hidrógeno que provienen del viento solar.

La interacción gravitatoria de la tierra y la luna

La interacción gravitatoria entre la Tierra y la Luna se manifiesta en las mareas. Éstas se


deben a la atracción gravitatoria diferencial; es decir, a que la atracción de la Luna es mayor
en la cara de la Tierra más próxima a nuestro satélite y más débil en la cara opuesta. Desde
la Tierra percibimos cómo la superficie oceánica sufre dos abultamientos, uno en dirección
a la Luna y otro en dirección contraria. Además, como el período de rotación de la Tierra es
mucho menor que el período de traslación lunar, estos abultamientos se desplazan alrededor
de la Tierra una vez al día, lo que se traduce en dos mareas diarias. La gravedad de la Luna
también afecta a la superficie sólida de la Tierra, aunque el efecto es mucho menor que en
el caso del océano.

Como la Tierra no es fluida, la rotación terrestre arrastra los abultamientos oceánicos


causados por el efecto de la marea ligeramente por delante del punto que le correspondería
si no rotase. Esto provoca que la atracción entre la Tierra y la Luna no siga exactamente la
línea que une sus centros, sino que aparece un par de fuerzas. Este par de fuerzas provoca
una transferencia de energía rotacional de la Tierra a la Luna, ralentizando así la rotación
terrestre a razón de 1,5 milisegundos/siglo y haciendo que la Luna se aleje de la Tierra a
una velocidad de 3,8 cm/año.

La interacción gravitatoria también es la causa de que la Luna gire sincrónicamente, pues


en un pasado lejano la Tierra frenaba la rotación de la Luna (pero de forma mucho mayor
de lo que la Luna frena la rotación terrestre). La Tierra dejó de frenar la rotación lunar
cuando su período de rotación llegó a coincidir con su período

orbital, pues en ese momento el abultamiento de los océanos estaba en la línea que une
ambos centros y desaparece el par de fuerzas

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Superficie de la luna

La superficie de la Luna es de color gris y está compuesta por regolito. El regolito es una
gran cantidad de fino sedimento producto de los innumerables impactos de meteoritos. El
espesor del regolito varía de 2 metros en los mares más jóvenes hasta unos 20 metros en
las superficies más antiguas de las tierras altas.

La composición química del regolito varía de acuerdo a su localización; el regolito de las


tierras altas es rico en aluminio. El regolito de los mares es rico en hierro y magnesio. La
composición media tiene un 42% de oxígeno, 21% de silicio, 13% de hierro, 8%
de calcio, 7% de aluminio y 6% de magnesio, quedando aproximadamente un 3% de
elementos traza.

En cuanto al relieve lunar, se pueden distinguir dos tipos de terreno según el albedo:

- Zonas claras: Son las tierras altas o terrae. Se trata de terrenos agrestes y viejos que
presentan la mayor cantidad de cráteres de impacto, con diámetros que varían entre 1 y 1
000 kilómetros. Muchos cráteres de la cara visible de la Luna han sido bautizados en honor
a figuras famosas de la Astronomía (Tycho, Copérnico y Ptolomeo), mientras que para los
cráteres de la cara oculta se han reservado nombres asociados a la exploración lunar (Apolo,
Gagarin y Korolev).

- Zonas oscuras: Son planicies (mares o maria) que fueron formadas por la lava que llenó
las enormes cuencas causadas por impactos de meteoritos. Dicha lava procedía de la
actividad volcánica que tuvo la Luna en el pasado, aunque en la actualidad la Luna está
geológicamente muerta. Ocupan el 16% de la superficie lunar y se encuentran sobre todo
en la cara visible. Los mares son más jóvenes que las tierras altas y prueba de ello es que
están mucho menos craterizados.

Con la ayuda un telescopio se puede ver otro tipo de depósito asociado a los mares; son
los depósitos de manto oscuro, que parecen estar asociados con depósitos producidos en
erupciones piroclásticas.

Interior de la luna

La Luna no posee "tectónica de placas" y, en consecuencias, su superficie no se renueva


continuamente, como ocurre en la Tierra. A pesar de la ausencia de la "tectónica de placas",
existen "luna motos", aunque son mínimos y los más grandes (de magnitud 5) solamente
ocurren una vez por año.

El interior lunar es bastante diferente del de la Tierra:

- Núcleo: Su tamaño es incierto, si bien algunas estimaciones le asignan un radio de 100


km a 400 km. Podría estar compuesto por dos zonas: Una zona parcialmente fundida y otra
zona sólida compuesta principalmente de hierro.

- Manto: Es la capa de mayor espesor. Puede que haya una diferencia en la constitución de
las rocas por encima y debajo de una profundidad de 500 km, representando la profundidad
del océano de magma. Es en esta capa donde se generan los movimientos sísmicos.

- Corteza: Tiene un espesor de unos 70 km en el lado visible y unos 150 km en el lado


oculto. En los mares la corteza tiene cerca de 1 km de espesor.

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Influencia de la Luna (o del Sol en menor medida) sobre la superficie oceánica

La tierra y la luna tomada por la nave Galileo

Cráter Copérnico Cráter Tycho

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